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INTRODUCCIÓN DEL DIRECTOR GENERAL

Tengo el placer de presentar al Consejo el Resumen del Programa de Labores y Presupuesto (RPLP) para el bienio 2004-05, por conducto de los Comités del Programa y de Finanzas. A la luz de las reacciones de dichos Órganos, y teniendo también en cuenta el asesoramiento de los Comités Técnicos del Consejo acerca de las necesidades futuras del programa, se elaborarán ulteriormente las propuestas en el documento completo del Programa de Labores y Presupuesto, que será examinado por la Conferencia de la FAO hacia fines de este año.

Como podía preverse, este documento está plenamente en consonancia con el proceso reforzado de planificación que puso en marcha la Conferencia de la FAO en su período de sesiones de noviembre de 1999. Dicho proceso está ya firmemente afianzado, siendo sus elementos esenciales la serie de documentos complementarios, que abarcan varios horizontes temporales, y un modelo de programa que se ajusta a los principios de presupuestación basada en los resultados.

Por consiguiente, las propuestas que se presentan en este Resumen del PLP continúan, en primer lugar, ajustándose a las orientaciones a plazo más largo contenidas en el Marco Estratégico de la FAO 2000-2015. Además, se basan en los principales parámetros del programa establecidos en el Plan a Plazo Medio (PPM) 2004-09, cuyo contenido fue aprobado por el Consejo de la FAO en su período de sesiones de octubre-noviembre de 2002.

Las "entidades" descritas en el PPM se han analizado más en detalle, con vistas a formular productos concretos, y se han evaluado las necesidades de recursos para 2004-05 en el Capítulo 2: Programas técnicos y económicos, así como en el Programa principal 3.1: Asistencia para las políticas. Las dependencias técnicas han asegurado también que las entidades de las que están encargadas incluyan las debidas aportaciones a las 16 Esferas prioritarias para la acción interdisciplinaria (EPAI), que se seleccionaron en el PPM 2002-07 y que, por supuesto, continúan destacándose en el PPM 2004-09.

Por último, otra dimensión del esfuerzo analítico que afecta a todas las dependencias fue la de tener en cuenta los modelos para la acción que se proporcionan en el mismo PPM 2004-09 en relación con las Estrategias para afrontar cuestiones intersectoriales de la Organización, los cuales influyen tanto en las actividades "técnicas" como en las "no técnicas".

Volviendo a la orientación intergubernamental principal que ha influido en este RPLP, he de señalar que se deriva naturalmente de los resultados de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después (CMA: cad) y de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (CMDS), que se celebraron respectivamente en Roma y Johannesburgo en junio y agosto/septiembre de 2002. Otra fuente importante ha sido la serie de desafíos mundiales que se han denominado como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Los ODM han ocupado un lugar predominante entre las consideraciones preparatorias, debido a que son pertinentes para todos los aspectos del mandato de esta Organización.

Los Miembros de la FAO desean indudablemente que su Secretaría formule respuestas concretas tanto a estos importantes dictámenes internacionales, como a sus solicitudes individuales. Yo me hallo expuesto en “primera línea” a estas solicitudes multidimensionales y, con mucha frecuencia, puedo apreciar su carácter acuciante. Por otra parte, tengo que comprender las dificultades con que se enfrentan mis colegas de toda la Secretaría en todos los lugares, al tratar de convertir estas orientaciones en programas y actividades convincentes, pese a que son plenamente conscientes de la necesidad de restricciones presupuestarias.

En la práctica, es preciso considerar de hecho todo el proceso de formulación del PLP como un "intento honrado" de conciliar dos imperativos: por una parte, el programa de trabajo debe traducir las principales expectativas y prioridades sustantivas reconocidas de los Miembros en un todo coherente; por otra, hay que hacer esto con un costo que los Miembros estén dispuestos a sufragar.

Es evidente que una de tales expectativas es que la FAO asuma su responsabilidad de alertar a la comunidad internacional de forma oportuna y objetiva en tiempos de crisis y de ayudar a los muchos Miembros afectados por emergencias. No es posible realizar eficazmente esta tarea decisiva si la Organización no puede confiar en dos activos fundamentales: una sólida capacidad técnica multidisciplinaria, con su caudal acumulado de conocimientos y experiencia, y una red que funcione bien al nivel de los países y las regiones.

Otra expectativa general de los Miembros es que la FAO prosiga y amplíe con el mayor vigor posible la aplicación de instrumentos decisivos desarrollados bajo su égida, tales como la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, el Codex Alimentarius o el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos, así como de los distintos planes de acción e iniciativas que ha iniciado o apoyado en los sectores fundamentales de la pesca y la actividad forestal. Los llamamientos cada vez más contundentes en este sentido reflejan un mundo en evolución bajo la influencia conjunta de la globalización y de la expansión del comercio. Si bien, en este contexto, nadie pondría en duda la necesidad de que este Organismo especializado desempeñe una sólida función normativa, es preciso que, al crecer la demanda, disponga del apoyo de recursos suficientes en su presupuesto ordinario.

Asimismo, otra expectativa general es ciertamente que la FAO continúe proporcionando a los Miembros asesoramiento técnico y sobre políticas, para satisfacer la amplia demanda existente tanto en el plano nacional como en el regional. Esto implica una capacidad efectiva para formular, ejecutar y respaldar proyectos de cooperación técnica e inversión, en los países en desarrollo y con economías en transición. Todo ello está adquiriendo un carácter especialmente desafiante en un entorno de mayor complejidad en el diseño de los proyectos y de diversificación de las necesidades de los países receptores y los intereses y exigencias de las fuentes de financiación.

Además, el programa de trabajo debe incluir mejoras demostrables en otras esferas de interés legítimo para los Miembros, tales como el equilibrio de idiomas, asegurando a la vez que la labor técnica pueda basarse en sistemas administrativos, medios de telecomunicaciones y otras infraestructuras adecuadas, sector que frecuentemente se da por descontado. A este respecto, el Auditor Externo y el Comité de Finanzas han subrayado repetidamente el efecto perjudicial que ha causado en muchos sectores de apoyo la prolongación de una financiación insuficiente durante los últimos bienios. Esta evaluación realista fue compartida por la acreditada empresa consultora a la que se solicitó asesoramiento. Como consecuencia de ello, ha habido que dedicar notables recursos adicionales al programa de servicios de apoyo administrativo.

Es importante señalar al respecto que no puede ser parte de la solución el pago, gratamente recibido, de sus notables atrasos adeudados a la Organización que efectuó el mayor contribuyente a fines de 2002. Como lo autorizó la Resolución pertinente de la Conferencia, la parte de estos recursos que puede utilizarse después de sufragar pasivos obligatorios, debe destinarse a gastos que se realizan una sola vez. Por lo tanto, los recursos procedentes de atrasos no pueden servir para corregir los déficit estructurales que puedan existir en las asignaciones presupuestarias para sectores no técnicos.

En el Plan a Plazo Medio 2004-09 se incluían estimaciones de recursos para todo el período de seis años -y por lo tanto, también para el primer bienio 2004-05- que podrían permitir a la Organización satisfacer en gran medida las expectativas arriba señaladas, atendiendo al mismo tiempo las principales esferas prioritarias determinadas por los Miembros. Sin embargo, el Consejo no pudo llegar a un consenso y, por lo tanto, no se halló en condiciones de aprobar el crecimiento real de los recursos recomendado en el PPM.

Debo señalar una vez más con toda sinceridad que no puedo imaginar cómo esta Organización podría satisfacer las solicitudes de los miembros, los cuales piden invariablemente que se realicen más trabajos, y funcionar de forma satisfactoria, si continúa estando sometida a las limitaciones presupuestarias que ha experimentado en el último decenio. El presupuesto actual aprobado de 651,7 millones de dólares EE.UU. es inferior al aprobado por la Conferencia de la FAO en 1993 (es decir, hace 10 años) que era de 673,1 millones de dólares EE.UU. Además, esta cifra significa mucho menos en términos reales, ya que la inflación -si bien es más moderada que en períodos anteriores- lamentablemente no se detuvo al final de 1993.

Ofrece indudablemente un cierto consuelo el hecho de que el presupuesto actual de 651,7 millones de dólares constituya técnicamente un Crecimiento Real Cero (CRC), lo que representa un cambio que es de agradecer con respecto a las decisiones adoptadas en bienios anteriores para aplicar el llamado Crecimiento Nominal Cero (CNC). No obstante, su cuantía es sólo ligeramente superior a la cifra de 650 millones de dólares EE.UU., que ha sido el límite artificial que se ha puesto al presupuesto desde 1995. Corresponde indudablemente a los Miembros afrontar la dura realidad que implican estas cifras. La función de la Secretaría es advertir sobre las consecuencias de las decisiones de los órganos rectores.

Por todo ello, he reflexionado sobre qué tipo de escenarios de recursos se podría presentar en este documento, teniendo en cuenta que los Miembros han manifestado su interés en otras opciones posibles. El presente Resumen del Programa de Labores y Presupuesto es un documento con "dos escenarios", ya que incluye dos series de propuestas, una con un nivel de Crecimiento Real (CR) y la otra con un nivel de Crecimiento Real Cero (CRC). Incluye explicaciones sobre las consecuencias que entraña la reducción de los recursos con un CRC en comparación con lo que se haría en la hipótesis de un CR.

Se destaca que el nivel propuesto de CR representa un incremento neto del 5,5 por ciento con respecto al actual presupuesto aprobado (a los costos y tipo de cambio comparables), el cual es inferior al del 8,4 por ciento indicado en el PPM 2004-09 para el primer bienio 2004-05. Esto se debe a que se desea limitar la carga del aumento de las cuotas para los Miembros, pero también hay que tratar a la vez de financiar las principales prioridades en medida apropiada, aunque no óptima. Al mismo tiempo, hay que subrayar
-como se explica en el documento- que el nivel de CRC no corresponde exactamente al mismo “poder adquisitivo” que en el bienio en curso para la parte de los programas sustantivos financiados por las consignaciones, ya que ha habido que hacer consignaciones para determinados gastos adicionales inevitables, tales como el fortalecimiento del apoyo administrativo antes mencionado, la respuesta a las necesidades de una mayor seguridad sobre el terreno, el descenso de los ingresos por concepto de gastos de apoyo, etc.

Las justificaciones que se ofrecen en el documento deberían demostrar claramente que, además de muchas otras prioridades, las consignaciones presupuestarias con un CR atenderían de manera más eficaz las siguientes:

No hace falta decir que estas características del escenario de CR hacen que sea éste el que la Secretaría esperaría más sinceramente que los órganos rectores pudieran aprobar y que debe considerarse como mi propuesta específica para ustedes, los Miembros.

Volviendo a los aspectos financieros, hay que recordar que en el RPLP se hacen tradicionalmente previsiones sobre aumentos de costos para el bienio siguiente. Todas las cifras indicadas anteriormente se han calculado a los costos constantes y al tipo de cambio aprobado para el PLP 2002-03 (es decir,1 €= 0,880$ EE.UU.). Sin embargo, es preciso tener en cuenta la realidad de los costos crecientes si queremos mantener nuestra capacidad de ejecutar los programas en los niveles actuales. Los aumentos de los costos, calculados utilizando las metodologías aprobadas, ascienden a 33,6 millones de dólares EE.UU., o el 5,2 por ciento del presupuesto bienal de 2002-03. Si se suman las necesidades del escenario de crecimiento real, el aumento porcentual neto de las cuotas sería del 11,0 por ciento.

Sin embargo, se hace este cálculo antes de que los Miembros afronten la cuestión del pasivo no financiado de la asistencia médica después del servicio, que constituye una deuda legal para con los jubilados y el personal, pero que no está suficientemente financiado y que, si no se resuelve la cuestión rápidamente, causará un grave efecto debilitante en las finanzas de la Organización en los próximos años. Como se propone en el PPM, pido a los Miembros que tengan en cuenta esto elevando las cuotas asignadas en 14,1 millones de dólares EE.UU. o en un 2,2 por ciento.

Por último, queda el aspecto financiero relacionado con los efectos del actual fortalecimiento del euro con respecto al dólar estadounidense. Con los tipos de cambio recientes (es decir, 1 €=1 100$ EE.UU.), el presupuesto expresado en dólares sería superior en unos 56 millones de dólares EE.UU. al indicado más arriba. No he incluido esto en las cifras precedentes, ya que se han hecho propuestas al Comité de Finanzas y al Consejo en relación con la introducción de una división de las cuotas en dos monedas, de forma que cada miembro satisfaría las obligaciones de la Organización calculadas en euros con cuotas en euros y el resto, con cuotas en dólares de los Estados Unidos. Estas propuestas eliminarían la necesidad de ajustar la consignación o las cuotas asignadas por razón de los efectos de los tipos de cambio. Teniendo en cuenta que este enfoque:

Insto decididamente a los Miembros a que apoyen esta propuesta eminentemente razonable.

Concluyendo, creo que la Secretaría ha señalado en términos suficientemente claros la necesidad de incrementar los recursos para esta Organización. Reconozco la preocupación que muchos Miembros pueden tener al enfrentarse con la perspectiva de tener que pagar cuotas más altas, pero estamos llegando a un punto en que debemos elevarlas o retirarnos de algunas de las principales esferas de actividad. Quedo a la espera de las reacciones de los Comités y del Consejo, a fin de poder dedicarme a la finalización de las propuestas completas del Programa de Labores y Presupuesto para someterlas a la Conferencia.

Jacques Diouf
Director General

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