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ACTIVIDADES FORESTALES DE LA FAO


ERF 2005: La FAO presenta nuevos datos sobre los bosques del mundo

Los más recientes datos recopilados por la FAO indican que la deforestación continúa a un ritmo alarmante, aunque las pérdidas forestales netas se van reduciendo.

La FAO hizo públicos los resultados principales de la Evaluación de los recursos forestales mundiales 2005 (ERF 2005) en una conferencia de prensa en Roma el 14 de noviembre de 2005. La Organización ha coordinado estas evaluaciones mundiales cada cinco a diez años desde 1946; pero FRA 2005, que abarca 229 países y territorios para el período de 1990 a 2005, es la evaluación más completa hasta la fecha de los recursos forestales, sus usos y su valor. Los datos para ERF 2005 fueron facilitados a la FAO por los gobiernos nacionales y por especialistas, habiendo participado en el proceso más de 800 personas, incluidos 172 equipos nacionales de evaluación.

Los resultados indican que cada año unas 13 millones de hectáreas de los bosques mundiales se pierden por deforestación. Sin embargo, la pérdida neta anual de superficie forestal (habida cuenta de las ganancias por nuevas plantaciones y expansión natural de los bosques existentes) ha descendido desde una estimación de 8,9 millones de hectáreas anuales entre 1990 y 2000 hasta 7,3 millones de hectáreas anuales entre 2000 y 2005, lo que equivale a una pérdida del 0,18 por ciento de los bosques del mundo cada año, o de 200 km2 cada día.

Los bosques cubren actualmente casi 4 000 millones de hectáreas, o sea el 30 por ciento de las tierras de nuestro planeta. Sin embargo, la mitad de toda la superficie forestal está en solo cinco países: la Federación de Rusia, el Brasil, el Canadá, los Estados Unidos y China.

Sudamérica ha sufrido la mayor pérdida neta de bosques entre 2000 y 2005 –unos 4,3 millones de hectáreas anuales–, seguida por África, que perdió 4,0 millones de hectáreas al año. Oceanía registró una pérdida neta menor (356 000 hectáreas al año), como Norteamérica y Centroamérica) (juntas, 333 000 hectáreas al año).

Asia pasó de una pérdida neta de unas 800 000 hectáreas anuales en los años noventa a una ganancia neta de 1 millón de hectáreas anuales entre 2000 y 2005, básicamente gracias a una forestación en gran escala realizada por China. La superficie forestal europea siguió extendiéndose, aunque a un ritmo menor que en el último decenio del siglo XX.

Los bosques primarios –bosques sin signos visibles de actividades humanas pretéritas o actuales– ocupan el 36 por ciento de la superficie forestal total, pero se están perdiendo o modificando a razón de 6 millones de hectáreas anuales por deforestación o extracción selectiva.

ERF 2005 indica también que se están plantando nuevos bosques y árboles a un ritmo creciente, aunque las plantaciones forestales constituyen todavía menos del 5 por ciento de la superficie forestal total.

Además de las cifras sobre superficie forestal y sus cambios, ERF 2005 incluye información sobre numerosas variables, desde diversidad biológica hasta absorción de carbono. He aquí algunos puntos destacados:

Las conclusiones de ERF 2005 servirán de apoyo para las decisiones de las autoridades, los programas y los estudios de perspectivas sobre silvicultura y desarrollo sostenible en todos los niveles: local, nacional e internacional. La evaluación ayudará también a los países y a la comunidad internacional a apreciar el importante papel de los recursos forestales mundiales para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en particular para los propósitos de reducir la pobreza y asegurar un medio ambiente mundial sostenible.

El informe principal ERF 2005, con el análisis de los resultados a la luz del progreso hacia la ordenación forestal sostenible, se publicará a principios de 2006. Irá seguido por siete estudios temáticos con información adicional sobre plantaciones forestales, manglares, bambú, incendios forestales, plagas forestales de insectos, propiedad de bosques y árboles, y los bosques y el agua. Las tablas mundiales y los informes de cada unos de los 229 países y territorios considerados están disponibles electrónicamente en: www.fao.org/forestry/fra2005.


Oscar Fugalli (1922–2005)

La FAO y la comunidad forestal perdieron un colega laborioso y un mentor con el fallecimiento a los 83 años de edad, de Oscar Fugalli, el 15 de octubre de 2005.

Fugalli nació en Italia y estudió silvicultura en la Universidad Estatal de Florencia (Italia), y en la Universidad del Estado de Nueva York en Syracuse, Estados Unidos. Inició su carrera profesional en el Servicio Forestal Italiano. En 1951, durante el difícil período de restauración que siguió a la Segunda Guerra Mundial, fue trasladado a la FAO, comenzando así una colaboración que duró más de medio siglo.

En una excursión de la Commonwealth Forestry Association, Oscar Fugalli sostiene la estatuilla de un Óscar de Hollywood mientras parodia a Oscar Wilde, hablando de «la importancia de llamarse Oscar».

Oscar Fugalli formó parte del personal del Departamento de Montes de la FAO durante más de 30 años. Desde sus primeros años en la sección especial de política forestal, donde trabajó con René Fontaine (uno de los padres fundadores de la FAO), Fugalli ascendió por la escala profesional hasta el puesto de Jefe la Subdirección de Conservación Forestal en la Dirección de Recursos Forestales.

Contribuyó decisivamente a que la secretaría de la Comisión Internacional del Álamo se estableciera en el marco de la FAO y dirigió sus actividades durante 20 años. Fugalli contribuyó asimismo a fundar el Grupo de Expertos de la FAO sobre Recursos Genéticos Forestales, establecido en 1968 con un papel de liderazgo y orientación en este campo. Fue secretario del Comité de la FAO sobre Cuestiones Forestales del Mediterráneo– Silva Mediterranea, que promovió proyectos de investigación forestal en países de la cuenca del Mediterráneo y apoyó la colaboración entre instituciones de investigación. Participó en todos los Congresos Forestales Mundiales celebrados durante su carrera en la FAO, y fue Cosecretario General en el octavo congreso, celebrado en Yakarta, Indonesia, en 1978. Ulteriormente fue trasladado por la FAO en comisión de servicios al Comité Permanente Interestatal para la Lucha contra la Sequía en el Sahel (CILSS), donde fue asesor en economía forestal hasta su jubilación en 1982.

Durante toda su carrera en la FAO, Fugalli estableció vínculos entre la FAO y la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO), tratando de tender puentes entre ciencia forestal y desarrollo, en particular en los países en desarrollo. Desde la FAO, contribuyó a organizar tres Consultas Mundiales FAO/IUFRO sobre Mejora Genética de Árboles Forestales (1963, 1969, 1977), el primer Simposio FAO/IUFRO sobre Enfermedades e Insectos Forestales Internacionalmente Peligrosos (1964) y el Simposio FAO/IUFRO sobre Bosques Plantados (1967).

Para muchas personas, la jubilación significa desaceleración, pero cuando Oscar Fugalli se jubiló en la FAO estaba justo arrancando. De 1983 a 1991, ayudó a iniciar el Programa Especial para los Países en Desarrollo (SPDC, de la IUFRO) y fue su primer coordinador. La FAO ejecutó ulteriormente varios de los proyectos nacionales y subnacionales de investigación de semillas forestales y mejoramiento de árboles forestales formulados en África en el marco de este programa. Después de 1991, Fugalli siguió prestando servicios a la IUFRO y al SPDC como voluntario, en Viena y en Roma. En reconocimiento de sus importantes servicios recibió en 1992 el Premio al Servicio Distinguido de la IUFRO y en 1995 la máxima distinción de la IUFRO, la Medalla de Honor.

La asociación de Fugalli con la FAO no terminó con su jubilación. Fue un gran defensor de los ideales y de la labor de la Organización, y brindó sus servicios voluntarios sin compensación durante 23 años, sin dejarse acobardar por la edad o la enfermedad. «Debo mucho a la FAO», decía en un boletín interno de la FAO en 1997. «Devuelvo ahora lo que recibí. Sigo trabajando para la FAO en la ayuda al mundo en desarrollo, que es pobre y se empobrece cada vez más. Lo poco que puedo hacer es algo que se necesita. Lo que puedo hacer está lejos de ser suficiente, pero al menos es una contribución que me alegro de poder aportar». Además de brindar su amplia experiencia y sus conocimientos a la Dirección de Recursos Forestales y a la Comisión Internacional del Álamo, trabajó humilde e incansablemente en la revisión y clasificación de la valiosísima colección de «bibliografía gris» conservada en la sección forestal de la Biblioteca de la FAO, que él había ayudado a establecer. Trabajaba todavía en la Biblioteca –en la que tenía su propia mesa– hasta pocas semanas antes de su fallecimiento.

Oscar Fugalli era un amigo y un padre para muchos y tuvo gran influencia sobre las carreras de especialistas, investigadores y dirigentes forestales. Disfrutaba congregando a personas de todo el mundo y transfiriendo conocimientos y tecnología a las generaciones más jóvenes y a los países en desarrollo. Creía en el trabajo en equipo e inculcaba un espíritu de camaradería entre los que trabajaban con él, en la FAO y fuera de ella. Era accesible para todos, jóvenes y viejos, cualquiera que fuera su posición, y sus colegas y amigos podían contar con él en tiempos difíciles.

Enamorado de plantas y libros, su despacho estaba tan lleno de unas y otros que era difícil encontrar un asiento, y llenaba su jardín con árboles exóticos. Admirado por su memoria, era capaz de recordar con detalle personas, escritos, sucesos y asuntos. Colegas y amigos recuerdan a Oscar Fugalli como el corazón del Departamento de Montes de la FAO: firme, pulcro y equilibrado, cálido, leal, meticuloso y servicial. Siempre conservó un fuerte aunque tranquilo sentido del humor y un espíritu travieso, y supo eludir las reglas y los protocolos cuando era necesario.

Oscar Fugalli fue miembro del equipo forestal de la FAO durante tanto tiempo como el que abarca la memoria de cualquiera. Como observó el Director General Adjunto David Harcharik, contratado originalmente por él, Oscar Fugalli era un sillar en los cimientos mismos del trabajo de la FAO en el sector forestal; el último de los sillares originales en los que se basa la labor del actual departamento. Su entrega al trabajo, su certera orientación, su memoria institucional y sus conocimientos técnicos eran una inspiración para todos. No ha habido otro más asociado al sector forestal de la FAO. Con triste oportunidad, el día de su funeral la FAO celebraba su sexagésimo aniversario. Oscar Fugalli trabajó para la FAO durante 55 de esos años como líder, gestor, amigo, mentor y voluntario, hasta el mismo final.

La FAO se prepara para las reuniones de las Comisiones Forestales Regionales en 2006

La FAO, mediante su estructura forestal descentralizada, apoya a seis Comisiones Forestales Regionales, establecidas entre 1947 y 1961: para África, Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe, Europa, Cercano Oriente, y América del Norte. Estas comisiones son foros para que los países miembros de la FAO debatan sobre cuestiones tanto técnicas como políticas a nivel regional, y apoyan los esfuerzos de los países por poner en práctica la ordenación forestal sostenible. Las comisiones suelen reunirse cada dos años; las seis se reunirán en 2006:

Comisión Forestal del la Flora y Fauna Silvestres para África – 15ª reunión
29 de marzo–1 de abril de 2006
Maputo, Mozambique

Comisión Forestal para Asia y el Pacífico – 21ª reunión
17–21 de abril de 2006
Dehra Dun, India

Comisión Forestal Europea – 33ª reunión
23–26 de mayo de 2006
Zvolen, Eslovaquia

Comisión Forestal para el Cercano Oriente – 17ª reunión
5–9 de junio de 2006
Larnaca, Chipre

Comisión Forestal para América Latina y el Caribe – 24ª reunión
26–30 de junio de 2006
Santo Domingo, República Dominicana

Comisión Forestal para América del Norte – 23ª reunión
23–25 de octubre de 2006
Columbia Británica, Canadá

Apoyándose en las experiencias regionales, las comisiones asesoran a la FAO sobre formulación de políticas y sobre prioridades para su programa forestal. Presentan sus informes al Comité de Montes (COFO) de la FAO, foro mundial que reúne cada dos años a los jefes de los organismos forestales nacionales de todo el mundo. Las comisiones forestales regionales tratan de cuestiones propuestas por los países de la región y de cuestiones definidas a nivel mundial, conectando el diálogo internacional con la acción nacional.

Para enriquecer los debates, la FAO alienta la participación de funcionarios nacionales del sector forestal y otros, así como de representantes de organizaciones internacionales, regionales y subregionales, incluidas las ONG, y del sector privado.

Véase más información en el sitio web de las comisiones forestales regionales: www.fao.org/forestry/site/30135/sp


Premio de la FAO para el director de un proyecto comunitario de ordenación de recursos naturales en Camboya

Patrick T. Evans ha recibido el Premio B.R. Sen Award de 2005 en reconocimiento de su papel como director durante ocho años de un proyecto de la FAO para la ordenación integrada en la comunidad de los recursos forestales y pesqueros en el Gran Lago Tonle Sap de Camboya. El Premio B.R. Sen se confiere anualmente a un oficial de campo de la FAO que haya contribuido notablemente al adelanto del país al que haya sido asignado.

Aunque el lago Tonle Sap había sido durante mucho tiempo la fuente principal de sustento para la supervivencia de millones de personas que viven en sus orillas y de sus aguas, en los años noventa sus ricos recursos estaban siendo mal administrados. La pesca y la madera de los bosques circundantes se explotaban de manera no sostenible, y los derechos de pesca eran objeto de fuertes disputas. Además de la pesca incontrolada, la corta excesiva de tierras forestales en torno al lago, sobre todo para la agricultura y para recoger leña destinada a una industria creciente de fabricación de ladrillos, afectaba a la productividad pesquera del lago. La pesca dependía de las inundaciones anuales de miles de hectáreas de bosques que ofrecían a los peces nutrientes, alimentos y hábitat.

En vista de los problemas crecientes, el Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca de Camboya acordó con la FAO establecer el proyecto «Ordenación participativa de recursos naturales en la región de Tonle Sap» en una de las provincias más pobres del lago, Siem Reap. Tras comprobar la forma de utilizar los recursos naturales en la zona, en 1997 el equipo del proyecto empezó a ayudar a los campesinos a organizar asociaciones locales de ordenación de recursos que conjugaran las necesidades de sustento de la población con la atención a la sostenibilidad del bosque y de la pesca. La mejor ordenación, junto con una prohibición dictada en 1997 de establecer hornos para cocer ladrillos en la región, detuvieron la extracción excesiva de madera, y hoy está rebrotando gran parte del bosque inundable.

A raíz de una visita del primer ministro Hun Sen a la zona del proyecto tras una serie de inundaciones devastadoras en 2000, el gobierno emprendió una amplia reforma de la pesca, abriendo al acceso público el 56 por ciento de la superficie antes controlada por intereses comerciales. A fines del proyecto en abril de 2005, se habían establecido en 116 aldeas de Siem Reap unas 15 organizaciones comunitarias de recursos naturales, que administraban 108 000 hectáreas en y en torno al lago. Estas organizaciones toman decisiones con procedimientos democráticos, con reglamentos claros para su funcionamiento transparente y eficaz, y administran los recursos que controlan según planes quinquenales detallados.

El gobierno ha incorporado ahora el concepto de planificación comunitaria del desarrollo y ordenación de recursos en sus programas de desarrollo y en su legislación nacional, difundiendo por todo el país los beneficios del proyecto.

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