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El Mundo Forestal

Silvicultura urbana y salud humana

¿Cómo influyen los bosques y los árboles en el entorno urbano sobre la salud y el bienestar humanos? Este era el tema de un simposio convocado por el Encuentro Asia-Europa (Asia-Europe Meeting [ASEM]) que sirvió también como conferencia de investigación para el programa de actividades sobre silvicultura urbana para la salud y el bienestar humanos que desarrolla la COST (Co-operation in the field of Scientific and Technical Research) con financiación de la Comisión Europea (COST Action E39; véase más información en la pág. 58 de este número). El simposio, que tuvo lugar en Copenhague (Dinamarca), del 28 al 30 de junio de 2006, fue organizado conjuntamente por Bosques y Paisajes de Dinamarca (centro independiente de la Universidad Real de Veterinaria y Agricultura de Dinamarca), la Academia China de Silvicultura, la Universidad Turku (Finlandia) y el Instituto de Investigación Forestal de Malasia.

El ASEM, iniciado en 1996, es un proceso no estructurado de diálogo y cooperación que reúne a 25 países miembros de la Unión Europea con 13 países asiáticos. Los dirigentes de los países del ASEM se reúnen en cumbres bienales con objeto de reforzar los vínculos entre las dos regiones en cuestiones políticas, económicas y culturales. En la tercera cumbre de ASEM en 2000, los dirigentes suscribieron una propuesta de cooperación en cuestiones forestales.

La reunión de Copenhague se centró en seis ámbitos temáticos:

Al final de los debates, los participantes suscribieron la Declaración de Copenhague, que establece objetivos, prioridades y medidas inmediatas concretas para la cooperación constante. Se aprobó una declaración de objetivos para la iniciativa de Silvicultura Urbana del ASEM, y los participantes se comprometieron a establecer, en 2007, la Academia de Silvicultura Urbana del ASEM, plataforma orgánica y financiera para promover la cooperación en esta materia entre los países del ASEM mediante actividades como intercambio de informaciones, hermanamiento de ciudades e instituciones de investigación europeas y asiáticas y proyectos de educación y formación.

Este simposio fue el segundo del ASEM sobre silvicultura urbana; el primero había tenido lugar en China en 2004. Ha habido también dos simposios del ASEM sobre conservación de bosques y desarrollo sostenible (China, 2001, y Tailandia, 2002). Un tercer simposio sobre silvicultura urbana tendrá lugar en China en 2008.

Coloquio internacional sobre salud humana y medio ambiente en Malí

El primer principio de la Declaración de Río, aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en 1992, establece que: «Los seres humanos están en el centro de las preocupaciones por el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida sana y productiva en armonía con la naturaleza». Un coloquio para los países de habla francesa ofreció una oportunidad para considerar las medidas adecuadas para aplicar con éxito este principio.

«Desarrollo, medio ambiente y salud» era el tema del decimoprimer coloquio internacional organizado por el Secrétariat international francophone pour l’évaluation environnementale (SIFÉE). La reunión, que tuvo lugar del 12 al 16 de junio de 2006 en Bamako (Malí), contaba con el apoyo del Instituto de Energía y Medio Ambiente de los Países Francófonos (IEPF), el Ministerio de Medio Ambiente y Sanidad de Malí, el Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (CIID) y otros varios organismos.

La reunión congregó a especialistas en salud medioambiental y pública y desarrollo sostenible, consultores técnicos locales, representantes de la industria y la agricultura, planificadores, investigadores y académicos de 18 países, principalmente africanos. El tema principal era la ordenación de los ecosistemas para mejorar la salud humana, y el coloquio lo consideró en particular desde dos puntos de vista: el impacto de las actividades humanas sobre el medio ambiente y el impacto del medio ambiente sobre la salud humana. Se propusieron instrumentos y medios para observar y medir esos impactos en condiciones diversas, incluidas situaciones de crisis (análisis de riesgos, planes de emergencia, etc.). Se examinaron posibles intervenciones en diferentes niveles, desde el plano local al mundial, para armonizar la salud humana con los ecosistemas.

Aunque la reunión hizo hincapié en las cuestiones relativas a los entornos agrícola y urbano, un subtema sobre conservación y valorización de los recursos naturales abarcó cuestiones relativas a los bosques como el papel de las plantas en la medicina tradicional (incluido un estudio monográfico sobre el bosque-galería de la reserva de la biosfera de La Mare aux Hippopotames en Burkina Faso), las cuestiones de salud en la evaluación económica de los manglares en Benín meridional, la transferencia de la responsabilidad en la ordenación forestal de la tapia (Uapaca bojeri) a las comunidades locales en Madagascar, y la relación entre cambio climático y salud.

El último día se inició con una ceremonia de plantación de árboles en el Parc des hôtes.

La SIFÉE es una organización internacional no gubernamental fundada en 1996 y con sede actualmente en Montreal (Canadá), que agrupa a especialistas y organizaciones de todas las regiones de habla francesa que se interesan por el estudio del medio ambiente.

Nueva Directora General del CIFOR

Frances Seymour tomó posesión de su cargo como nueva Directora General del Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR) a fines de agosto de 2006, asumiendo el liderazgo de las actividades mundiales del CIFOR en apoyo del uso sostenible de los recursos forestales para combatir la pobreza y proteger el medio ambiente en Asia tropical, África y América Latina. Sustituye a David Kaimowitz, quien se retiró tras cinco años al frente de la organización. Seymour fue designada en junio después de una amplia búsqueda internacional en la que se consideraron 80 candidaturas de 36 países.

Antes de incorporarse al CIFOR, Frances Seymour era Directora del Programa de Instituciones y Gobernanza del Instituto Mundial sobre Recursos. Anteriormente trabajó para el Fondo Mundial para la Naturaleza, la Fundación Ford y la estadounidense Agencia para el Desarrollo Internacional, adquiriendo experiencia en varios países tropicales. Uno de sus empeños principales es hacer que las autoridades responsables y el personal de ejecución tengan en cuenta las investigaciones.

Reducción de las emisiones de carbono causadas por la deforestación en los países en desarrollo

Las negociaciones sobre cambio climático han tendido a desdeñar las emisiones de gas en los países en desarrollo, de las que alrededor del 35 por ciento –y hasta el 65 por ciento en los países menos adelantados– se deben a la deforestación.

Unos 200 expertos, casi todos de países en desarrollo, consideraron al mismo tiempo dos de las cuestiones básicas sobre el medio ambiente –deforestación y recalentamiento mundial– en las Jornadas sobre reducción de emisiones debidas a la deforestación en los países en desarrollo, organizadas por la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en la sede de la FAO en Roma del 30 de agosto al 1 de septiembre de 2006.

Los árboles son carbono en un 50 por ciento. Cuando se talan o se queman, el dióxido de carbono que almacenan vuelve al aire. Según cifras de la FAO, unos 13 millones de hectáreas de bosques se pierden en todo el mundo cada año, la mayor parte en regiones tropicales. Más de tres cuartas partes de la deforestación mundial se deben al aumento de las tierras agrícolas para alimentar a unas poblaciones crecientes. Parte de la solución es aumentar la productividad agrícola para reducir la demanda de tierra agrícola a expensas de los bosques.

La inusual participación elevada en las jornadas fue una señal clara de que los países en desarrollo están dispuestos a empezar a reducir sus emisiones debidas a los cambios en el uso de la tierra y de que los procesos internacionales que hacen frente al cambio climático cumplen su papel en el esfuerzo mundial por reducir la deforestación. Los participantes de 46 países en desarrollo manifestaron su disponibilidad para actuar sobre la deforestación. Pero recalcaron igualmente que se precisa ayuda financiera del mundo desarrollado para hacer el trabajo. Se necesitaría mayor afluencia de capital de los países desarrollados, con arreglo a nuevos instrumentos que todavía habrán de negociarse, para ayudar a los países en desarrollo a conservar sus bosques. Tal financiación podría adoptar la forma de créditos de carbono con arreglo al Protocolo de Kyoto, que reglamenta las emisiones de gases de invernadero de origen industrial en los países desarrollados. Podría proceder también directamente de la CMNUCC o de acuerdos bilaterales entre donantes y países en desarrollo sobre proyectos nacionales de conservación forestal. Las jornadas propusieron varios nuevos mecanismos para la transferencia de pagos de países desarrollados a países en desarrollo. Las negociaciones continuarán en unas segundas jornadas que se convocarán en 2007.

Las jornadas se convocaron a petición de la undécima Conferencia de las Partes en la CMNUCC, actuando como anfitriones el ministerio italiano de Medio Ambiente y Territorio y la FAO, con el apoyo financiero de la FAO y de los Gobiernos de Australia, Finlandia, Italia, Países Bajos, Nueva Zelandia y Suecia. El informe (disponible en unfccc.int/resource/docs/2006/sbsta/eng/10.pdf) se presentará en la 25ª reunión del Órgano Subsidiario para Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA).

Nuevo secretario ejecutivo en la Secretaría de cambio climático

Yvo de Boer tomó posesión de su cargo como nuevo Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) el 4 de septiembre de 2006. Natural de los Países Bajos, de Boer era anteriormente Director de Asuntos Internacionales en el Ministerio de Vivienda, Planificación Espacial y Medio Ambiente de su país. Había participado en las reuniones de la CMNUCC desde 1996. Antes de servir al Gobierno de los Países Bajos, de Boer fue Jefe de la Oficina de Información para América del Norte y el Caribe del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Habitat-NU) en Canadá y Asesor del mismo sobre Asentamientos Humanos en Nairobi (Kenya).

Integración de conocimientos tradicionales en la ordenación forestal

Los conocimientos tradicionales han contribuido mucho a la ordenación forestal sostenible, pero la práctica científica no se ha beneficiado de las prácticas tradicionales todo lo que podría. La Conferencia Internacional sobre Patrimonio Cultural y Ordenación Forestal Sostenible: Papel de los Conocimientos Tradicionales, reunida del 8 al 11 de junio de 2006 en Florencia (Italia), trató de alentar un mejor intercambio de información entre científicos, depositarios de conocimientos tradicionales y planificadores forestales y paisajísticos, administradores y autoridades responsables. Organizó la conferencia el Equipo Especial sobre Conocimientos Forestales Tradicionales de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO), con el apoyo de la Academia Italiana de Silvicultura, la Universidad de Florencia, el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y la Unidad de Enlace de la Conferencia Ministerial sobre Protección de los Bosques en Europa (MCPFE).

El tema de la conferencia reflejaba la significativa coincidencia de intereses entre los depositarios y usuarios de conocimientos forestales tradicionales y varias cuestiones e iniciativas programáticas y de planificación dentro de Europa y en el ámbito mundial de la política forestal. Se trata de:

La reunión congregó a 120 participantes de 24 países, entre ellos especialistas forestales, administradores y planificadores, expertos en programación forestal y representantes de numerosas organizaciones internacionales. Los debates trataron de la historia y la conservación de los conocimientos forestales tradicionales en la educación y la investigación forestales.

Los debates contribuirán a considerar las dimensiones culturales y sociales de la ordenación forestal sostenible en los programas forestales nacionales, así como a formular indicadores específicos respecto a los valores culturales para el conjunto de criterios e indicadores de la MCPFE en materia de ordenación forestal sostenible.

Una ONG en Armenia planta 1,3 millones de árboles

En abril y mayo de 2006, el Proyecto Árboles para Armenia plantó unos 340 000 árboles en el valle del río Getik de Armenia, con lo que el número de árboles plantados por esta organización no gubernamental desde 2004 se eleva a 1,3 millones. Unas 160 hectáreas de terreno, principalmente laderas de montaña degradadas, han sido reforestadas con especies arbóreas indígenas como castaño (Castanea spp.), arce (Acer spp.), fresno (Fraxinus spp.), roble (Quercus spp.), nogal (Juglans spp.), manzano silvestre (Malus spp.) y peral silvestre (Pyrus spp.).

El proyecto da trabajo a las poblaciones rurales y estimula el cultivo de plántulas en viveros familiares, contribuyendo así a elevar el nivel de vida de las poblaciones locales. Lo que se inició como un proyecto experimental en 2004 con un programa de vivero familiar en una sola aldea se ha extendido ya a muchas más aldeas y proporciona ingresos estables a 330 familias. La campaña no solo ha ayudado a reforestar las montañas degradadas en torno a las aldeas, sino que ha atacado además la causa profunda de la deforestación: la pobreza.

Fundado en 1994, el Proyecto Árboles para Armenia aspira a contribuir al desarrollo socioeconómico del país mediante la movilización de recursos para financiar la reforestación, la educación medioambiental y el desarrollo rural mediante la creación de empleo.

FAO/G. Allard

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