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6. UNA PERSPECTIVA ECONOMICA DE LA PISCICULTURA DE TILAPIA EN PARAGUAY1

6.1. Introducción

Desde finales de los años 60 se ha tratado de implantar una piscicultura rural en los distritos en torno de Asunción, en el este de Paraguay. El resultado no ha sido lo esperado. La piscicultura no se ha constituido en un sector fuerte que se expande y se desarrolla por sí mismo. Aparentemente sólo algunos de los agricultores iniciados en la piscicultura en los años sesenta y setenta continúan cultivando peces. Entre los que se iniciaron en los últimos años del ochenta ya hay varios que han abandonado la actividad.

Esto se puede apreciar de las encuestas piscícolas organizadas por la Sub-Secretaría de Estado de Ganadería, y realizadas en los departamentos de Paraguarí, Cordillera, Central y Caaguazú durante los meses de junio y julio de 1991. Los resultados obtenidos demuestran que era optimista la estimación que data de 1990, de una producción nacional total piscícola, por piscicultores individuales, de 50 toneladas de tilapia por año2.

La explicación dada hasta ahora de los pocos resultados obtenidos como consecuencia de la extensión acuícola suele ser que “no se ha tratado con suficiente intensidad y calidad”. No se han hecho las cosas como debían haberse hecho. (Ver los informes de las encuestas en este volumen, y el informe sobre el programa realizado con los Vecinos Mundiales) Se dice que se necesita un esfuerzo de asistencia técnica aún más grande. El autor se pregunta si esta es toda la razón.

El autor considera que es válido estudiar aspectos económicos para ver si pueden explicar, al menos en forma parcial, el fracaso registrado de los esfuerzos para implantar una piscicultura rural.

6.2. Motivos del agricultor para participar en la actividad piscícola

El agricultor común y corriente se ocupa de la piscicultura con el fin de vivir mejor. Esto lo obtiene por dos vías: vendiendo o comiendo los peces producidos.

La encuestas demuestran claramente que es así. Todos los 152 encuestados3, sin excepción, informan que decidieron emprender la piscicultura para comer pescado. Entre los 56 con experiencia en piscicultura la mitad informa que lo hacen con la intención de vender su producto.

Entre los 74 que quieren empezar, el 85% informa que quieren hacerlo también para vender la tilapia cultivada. Esto hace pensar que posiblemente había entre la categoría de los que tienen experiencia en piscicultura una proporción más alta que el 50% que esperaba vender, pero dadas las dificultades en realizarlo, han abandonado la idea.

Vendiendo, los ingresos obtenidos pueden ser utilizados para comprar ropas, medicinas, pagar gastos escolares, etc. Comiendo el pescado, puede significar ahorro en las compras o menores esfuerzos en otras actividades agrícolas o, finalmente, un menor esfuerzo de pesca.

1 Autor: Ulf N. Wijkström, coordinador, TCP/PAR/0051

2 No incluyendo la producción de la estación piscícola de Acahay, inaugurada en 1991.

3 En la encuesta de Acahay se entrevistó a 120 personas; en la de los cuatro departamentos al este de Asunción a 32 personas.

Sin embargo, resulta que no importa tanto si el agricultor vende o come su pescado. En ambos casos aumenta el nivel de vida del agricultor y de su grupo familiar. Entonces, la piscicultura rural en Paraguay es, sobre todo, una actividad económica y debe ser evaluada como tal.

6.3. Alternativas para evaluar la posibilidad de empezar (o continuar) una actividad acuícola

Cuando el agricultor decide acerca de si debe, o no, entrar (o continuar) en la piscicultura puede preguntarse:

  1. ¿Hasta qué punto puede la piscicultura ayudar a aumentar el ingreso (en efectivo) a través de una venta?

  2. ¿Hasta qué punto puede la piscicultura ayudar a aumentar el ingreso disponible (en efectivo) a través de la substitución de la compra de pescado?

  3. ¿Puede obtenerse a través de la piscicultura la misma cantidad de pescado, que ahora obtiene pescando en arroyos, pero con un esfuerzo menor?

  4. ¿Hasta qué punto puede aumentar el nivel de vida a través de un aumento de consumo de pescado?

Para responder a estas preguntas el agricultor tiene en alguna forma que realizar un análisis de tipo económico.

6.4. Métodos para evaluar la conveniencia de emprender la piscicultura

¿Cómo se deben evaluar las alternativas identificadas arriba? ¿Cómo lo hace efectivamente el agricultor? La respuesta generalizada es fácil: comparar los beneficios obtenidos con los costos incurridos.

¿Cuáles son los beneficios? ¿cuáles son los costos?, y ¿cómo los medimos?

Aquí empiezan las complicaciones. Ocurren porque la evaluación de los costos y beneficios varía de un agricultor a otro, y el mismo agricultor puede valorar la misma posibilidad de maneras diferentes, en épocas diferentes.

6.4.1. Los costos

Los costos de una producción acuícola pueden clasificarse de varias maneras. En este contexto es interesante hacerlo dividiendo el costo total en las siguientes tres categorías: (i) bienes y servicios (incluyendo salarios de empleados) comprados para llevar a cabo el ciclo de producción; (ii) salarios, imputados al trabajo realizado por el agricultoru otros miembros de su unidad familiar; (iii) depreciaciones (principalmente del estanque), intereses y gastos financieros.

En Paraguay los costos típicos de la producción se relacionan con el método usual de producción: sin sexado, mezcla de edades, cosecha parcial. El autor estima la composición de los costos aproximadamente como sigue: (i) 5%; (ii) 80%; (iii) 15%. (Verilustración en el la figura 1). El cálculo4 está hecho en base a un estanque típico de Paraguay de 100 m2 de superficie, y de una producción (probablemente algo optimista) equivalente a 3 t.m. por hectárea y año5. Como el trabajo diario varía poco con el tamaño del estanque; cuanto menor el estanque, más alto el costo (imputado) por kg producido.

Figura 1

Figura 1. Costos de producción de 1 kg de tilapia en piscicultura. Distribución de costos. Estimación basada en encuestas piscícolas de julio - agosto 1991.

4 Depreciación. El costo de construcción del estanque de 100 m2 es de 30 hombres-días de trabajo a 5.000 guaraníes/día, más 100.000 guaraníes por tubo y materiales de trabajo. El costo total de Gs. 250.000 se deprecia sobre 20 años. La producción anual es de 30 kgs.; el costo por kg es (12.500/30=) 418 Gs.
El trabajo diario es de una media hora (alimentación, recolección de abono; maintenimiento del talud, prevención de predadores). El salario imputado durante el año, a un costo de 3.000 Gs/día será (360 × 0,5 × 3.000/ 8=) 67.500 Gs/año. Esto equivale a Gs. 2.250/kg de tilapia producido.
Compra de bienes y servicios. Se compra únicamente el afrecho de trigo a alrededor de 150 Gs. el kg. En cuanto los agricultores también alimentan con residuos agrícolas; el afrecho de trigo comprado no es más que adicional. Estimamos que una cantidad de 1 kg de afrecho por kg de tilapia producido puede ser normal. Entonces el costo es 150 Gs/kg de tilapia.

5 En clima tropical (Africa Central por ejemplo) este método de cultivo (sin sexar, mezcla de edades, cosecha parcial) raras veces llega a una producción que supere dos toneladas/ha/año. Sin embargo, es posible que el agricultor paraguayo, por su costumbre de alimentar a sus animales, alimente también a los peces con más constancia de lo que se hace en circunstancias similares en otras partes del mundo. Por eso, y por mantener una tendencia optimista, calculamos con una producción equivalente a tres toneladas métricas por ha y año.

6.4.2. Evaluación de los costos

Hay dos parámetros que influyen de manera drástica en la evaluación que hace el agricultor de los costos de la piscicultura. Son:

  1. - si el agricultor tiene o no posibilidad de obtener un ingreso trabajando en otra actividad que la piscicultura; y,

  2. - si el estanque existe o no.

Las posibles combinaciones de estos dos parámetros se resumen en la Tabla 1.

Tabla 1. Combinaciones de los parámetros que determinan la evaluación de los costos del agricultor: empleo y disponibilidad de estanque.

El estanqueEMPLEO
PlenoSub-empleo
1- Existe(Cuadro A)(Cuadro B)
2- No existe(Cuadro C)(Cuadro D)

Los gráficos A, B, C y D, incluidos en la Figura 2, ilustran la parte del costo total que realmente representa un costo para el agricultor (la parte oscura) según los cuatro casos identificados en la tabla 1. Las ilustraciones muestran gráficamente las grandes diferencias en los costos que enfrentan los agricultores para su piscicultura. Las diferencias surgen pues de sus alternativas de trabajo y de sus disponibilidades de estanques para piscicultura.

¿Qué significaría en guaraníes? Si aceptamos los cálculos hechos anteriormente (pie de página № 101) el mismo kg de tilapia se puede vender desde 150 Gs/kg hasta 2.800 Gs/kg (Tabla 2)

Tabla 2. Costos aproximados para el cultivo de un kg de tilapia en función de las posibilidades de empleo y la disponibilidad de estanque.

El EstanqueEMPLEO
PlenoSub-empleo
1- Existe2.400 Gs/kg150 Gs/kg.
2- No existe2.800 Gs/kg600 Gs/kg.

Figura 2

Figura 2. Ilustración de los costos efectivos del cultivo de tllapia según la situación del agricultor. La parte oscura de cada gráflco representa la parte del costo total que realmente representa un costo para el agricultor. Fuente: encuestas piscícolas, jullo - agosto 1991

6.4.3. Evaluación de los beneficios

El agricultor se enfrenta con, al menos, dos alternativas para la tilapia producida en estanque: la venta o el consumo. La evaluación de los ingresos por la venta son fáciles. La evaluación de los beneficios del consumo es complicada.

Venta de tilapia producto de la piscicultura

Ya hemos visto que el precio que demandará el agricultor dependerá principalmente del valor que se asigna al tiempo utilizado por el mismo o por familiares en la producción de la tilapia. Por eso la tilapia será más barata en las áreas de mucho sub-empleo que en las áreas con un buen crecimiento económico. Esto se ilustra comparando los costos según los gráficos A (85%) y B (20%) de la figura 2. Volviendo al ejemplo numérico parece probable que en áreas con un buen desarrollo económico (y pleno empleo como resultado) tal tilapia costaría al menos 2.400 Gs/kg; y en áreas con mucho sub-empleo 150 Gs/kg. En los casos en que no existen los estanques, el agricultor calculará, o debe calcular, un precio más alto (ver gráficos C y D en la Figura 2) antes de empezar la construcción de su estanque.

Entonces, la venta de tilapia resulta difícil. En áreas de estancamiento económico, y subempleo, será posible ofrecer la tilapia cultivada a precios bajos (150 a 600 Gs/kg), pero también es en estas áreas donde la demanda será la menos fuerte, y el tiempo para la pesca más disponible.

En áreas de una buena actividad económica, y un pleno empleo, la tilapia costaría más si se trata de cubrir todos los costos; entre 2.400 y 2.800 Gs/kg. Sin embargo, estos precios ya están llegando, e incluso sobrepasando, a los precios a los cuales se ofrecen, por parte de vendedores ambulantes, pescados con una mayor demanda: surubí, pacú y dorado.

En total, parece difícil —a los niveles tecnológicos actuales de la piscicultura de tilapia— que se llegue a vender tilapia cultivada en cantidades mayores.

Consumo de pesca

(i) ¿Pescado cultivado o pescado capturado en los ríos?

Se presume que el agricultor quiere consumir al menor costo. La piscicultura es una manera de satisfacer el deseo de consumo de pescado; los otros dos son la pesca y la compra de pescado.

En los cuatro departamentos antes mencionados los agricultores con experiencia en piscicultura son también consumidores de pescado. Para ellos, ¿en qué situación la pesca es más adecuada que la piscicultura para proveer los peces a ser consumidos por la unidad familiar? Partiendo de la hipótesis que el pescado obtenido de la piscicultura equivale al pez pescado (lo que proablemente no es cierto en cuanto al tarey-i, pez preferentemente capturado en los arroyos, con reputación de ser de muy buen sabor), y que los gastos en efectivo son equivalentes, es cuestión de la producción por hora de trabajo.

Un piscicultor con 120 m2 a su disposición en el mejor de los casos dispondrá de 0,6 kg de tilapia por semana, resultado de un trabajo de media hora diaria de una persona. En la mayoría de los casos, debido al enanismo ya los depredadores, no llegará a ser medio kg.

Si el esfuerzo pesquero rinde más de medio kg por tres horas y media de esfuerzo puede ser más atractivo que la piscicultura. Parece probable que en muchos casos es así.

Sin embargo, cuenta en favor de la piscicultura que las actividades pueden realizarse por cualquier miembro de la unidad familiar, en horas de conveniencia. A favor de la pesca cuenta el hecho que tiene un aspecto de deporte, y que el pez obtenido es más apreciado que la tilapia.

El autor concluye que la pesca debe ser una alternativa muy atractiva para obtener la cantidad deseada de pescado, sobre todo en áreas de sub-empleo.

¿Piscicultura o compra de pescado?

Aquí cuentan las alternativas laborales. Si las personas de la unidad familiar están plenamente ocupadas en tareas hogareñas o en actividades agrícolas que rinden, al menos, el equivalente del salario de un hombre-día de trabajo en el campo, las tilapias producidas en los estanques deben evaluarse a este costo. Resulta entonces que siete horas por un kg de pescado producido en estanque equivale, en términos de esfuerzo, a un día de trabajo en el campo. Esto a su vez rinde entre 3.000 y 5.000 guaraníes. Los pescados de mayor valor llegan a costar 3.000 guaraníes por kg comprados de los vendedores ambulantes. En esta situación, la tilapia de la piscicultura es tan cara como los mejores peces de la plaza.

La consecuencia aunque parezca paradójico, es que en áreas de pleno empleo resulta más económico comprar el pescado caro, para satisfacer la necesidad de consumo que cultivarlo en estanques.

En el caso de falta de oportunidades de trabajo en el campo, el costo de la tilapia cultivada es muy inferior, en cuanto no valoramos el tiempo utilizado. De este modo resulta que el pescado vendido en el mercado no puede competir. (Ver gráficos B y D de la Figura 2).

De hecho, los resultados de las encuestas no contradicen estas conclusiones u observaciones. Entre las personas que han abandonado sus estanques de piscicultura notamos: (i) que tienen en promedio más animales que los que practican piscicultura; (ii) viven más cerca de rutas pavimentadas; (iii) tienen con más frecuencia acceso a la luz eléctrica; y (iv) los que producen tilapia en estanque lo hacen principalmente para el consumo de su grupo familiar.

6.5. Conclusiones

La piscicultura de tilapia ha sido realizada por un grupo de agricultores que se han encontrado en una situación relativamente buena, aunque la mayoría de ellos pertenecen al grupo de pequeños agricultores. No han realizado la piscicultura para satisfacer su hambre sino para comer mejor o para aumentar sus ingresos.

Algunos de los productores venden tilapia, pero en cantidades pequeñas y posiblemente a precios (no más de 1.500 Gs./kg) muy inferiores al costo total de la producción. El nivel de precios se determina principalmente por la oferta de pescado del río (surubí, dorado, pacú) por parte de vendedores ambulantes y por la posibilidad de la pesca casual. La producción de tilapia no llega a volúmenes que puedan afectar este nivel. Entonces la mayor parte de la producción (reducida) de tilapia se ha destinado al consumo en los grupos familiares de los productores.

La causa fundamental de esta situación es la relativamente baja productividad de la actividad piscícola; es baja en términos de kg de pescado producido por hora de trabajo. Esto significa que cuando hay posibilidades de empleo a tiempo completo, la producción de tilapia es costosa (en términos de ingresos perdidos si no se acepta el empleo); cuando no hay posibilidad de empleo a tiempo completo, la pesca es una actividad atractiva en comparación a la piscicultura. La piscicultura de tilapia en algunos casos probablemente continúa por el hecho de que los estanques también sirven de bebederos para ganado.

Para resusitar la piscicultura rural de tilapia sería necesario aumentar la productividad. Para competir con los pescados vendidos por vendedores ambulantes (en el caso de pleno empleo) es probablemente necesario que se pueda vender el tilapia al consumidor (rural) a un precio que no sea superior a Gs. 1.500 por kg. Para llegar a una actividad piscicola rentable a este precio la producción por hombre/día tendría que aumentar por tres. Las perspectivas para esto no son muy buenas.

La conclusión final es que dadas las perspectivas para la tilapia valdría la pena investigar a fondo las posibilidades de reemplazar la tilapia por el pacú (Piaractus mesopotamicus).


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