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Panel 2: Ecología (continuo)

EXPLOTACION DE PROSOPIS JULIFLORA EN THOMAZEAU, HAITI

Virgilio Roig
Ingeniero Agrónomo
Ex Consultor de PNUMA. Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina

THOMAZEAU: UN CASO PARTICULAR DE EXPLOTACION AGRICOLA-FORESTAL

A poca distancia de Port-au-Prince y cerca de la frontera con la República Dominicana, se encuentra la población de Thomazeau, que presenta características particulars desde el punto de vista de la explotación forestal, por cuyo motivo se realiza un análisis separado.

SITUACION GEOGRAFICA

Thomazeau se encuentra ubicado en la parte noreste de la Planicie de Cul de Sac, siendo parte de la cuenca hidrográfica de esa planicie, de unos 78 km2. Gran parte de la misma la conforman las montañas del norte, en particular la Cadena de Trou d'Eau. Hacia el oeste limita con una línea que parte del Etang Trou Caiman y llega hasta Fond Michel, bordeando la ruta Port-au-Prince-Mirebalais.

Al este limita con la línea divisoria de aguas que comienza en Etang Maneville, y que sigue hacia el noreste atravesando la ruta Thomazeau-Grand Bois.

Hacia el norte limita con la línea de drenaje de aguas que vuelca al Artibonite (Fond Michel-Nan Mapou-Morne Trou d'Eau Masson).

Al sur limita con la zona de drenaje llamada Desagua, partiendo del Etang Trou Caiman hacia el Etang Saumatre.

SITUACION POLITICA

Thomazeau es una de las cinco comunas en que se divide Croix des Bouquets.

La región que se ha tomado en consideración es una cuenca que ocupa cinco secciones rurales, que corresponden a tres comunas, Thomazeau, Mirebalais y Grand Bois.

Las secciones son Grande Plaine (Thomazeau), Gascogne (Mirebalais), Crete Brulée (Mirebalais) y Plaine Céleste (Grand Bois).

SITUACION ECOLOGICA

Las marcadas diferencias de pluviometría, terreno, altitud, exposición, etc., delimitan dos zonas ecológicas bien definidas dentro de la cuenca.

a) Zona Semiárida:

Aquí las lluvias no pasan de 800 mm anuales, con dos estaciones lluviosas, abril-mayo y septiembre-octubre, un largo período de sequía total, de diciembre a marzo, y otro menos riguroso de junio a octubre.

Además se registra una muy fuerte evapotranspiración potencial, que oscila entre 1.500 y 2.000 mm.

Esta zona se puede subdividir en dos subzonas:

  1. Una parte plana de no más de 20 a 60 metros de altitud sobre el nivel del mar y alrededor de 8 km2 de superficie, que posee una vegetación xerofítica de cactáceas y Prosopis, combinadas con comunidades halófilas e hidrófilas. Estas características se dan en la vecindad de la línea de desagüe Trou Caiman, Desagua, Etang Saumatre.

    Los suelos son aluvionales de tipo calcáreo, de arrastres provenientes de la sierra de Trou d'Eau, areno-limosos y con pH 8.

    En esta parte existen cultivos durante todo el año, gracias a la utilización de las aguas de vertientes de Digue y Maneville.

  2. Otra parte montañosa entre los 100 y los 600 m.s.n.m. y adyacentes, al norte de la parte baja, con exposición solar todo el año y gran evapotranspiración. Su vegetación es netamente xerófila, con comunidades de cactáceas arborescentes y bosques de Prosopis juliflora.

b) Zona Húmeda de Montaña:

Situada hacia el norte y por encima de la zona semiárida de montaña. Posee una pluviometría de 1.300 mm anuales, con alturas que van desde los 600 m a los 1.385 m.

Posee una larga estación lluviosa de abril a noviembre. Los cinco meses restantes son de relativa sequedad (diciembre a marzo). Geológicamente está constituida por macizos calcáreos en superficie, que reposan sobre un manto de basaltos, el cual a veces aparece aflorando en las depresiones de la cuenca. Los suelos son lateríticos.

La disolución del calcáreo por las lluvias cargadas de anhídrido carbónico ocasiona la formación de brechas y cavernas subterráneas, que parecen constituir la reserva de alimentación de alimentación de las aguas de las fuentes y vertientes naturales que existen en la parte de la llanura: Digue, Maneville, Lagon, Trou Caiman, etc.

SITUACION SOCIOECONOMICA

Las encuestas oficiales revelan la existencia de 58 comunidades humanas en la zona, con una considerable mayor concentración en la parte baja, donde la densidad llega a 400 habitantes por km2, en oposición a la densidad en la montaña, que llega a 158.

La tasa de crecimiento es 2,1%.

Estas cifras indican la gran presión antrópica que posee la región y que, lógicamente, debería traducirse en la total desaparición de los recursos naturales, en particular de los recursos forestales, teniendo en cuenta que una de las actividades más importantes en la zona semiárida es la producción de carbón y madera.

La agricultura es sólo de subsistencia, cultivándose, en las partes bajas y anegadizas, arroz, papas, caña de azúcar y hortalizas diversas.

En las zonas semiáridas de altitud se cultivan sorgo y maíz.

Los agricultores y hacheros se encuentran abandonados a su propia economía, no teniendo asistencia técnica ni económica por parte del Estado o de otras instituciones, excepto la recientemente comenzada asistencia de un programa de AID. Es en razón de ello que llama la atención la capacidad que ha tenido esta población de llevar a cabo, y a través de muchos años, una explotación racional de los escasos bosques de Prosopis juliflora existentes, que les ha permitido sobrevivir, sin destruir el recurso.

A1 = Zona semiárida de llanura

A2 = Zona semiárida montañosa

B = Zona montañosa húmeda

Mapa de las grandes zonas ecológicas.
Hoya hidrográfica de la región de Thomazeau.

Esta población ha tenido una gran habilidad para manejar un bosque en mejores condiciones que podría hacerlo un grupo de expertos forestales, manteniendo de esa forma intacto el recurso, que le proporciona carbón, leña, madera y recursos para la subsistencia.

El manejo de los bosques naturales de Prosopis juliflora se lleva a cabo por los métodos de entresaca y tala de parcelas.

En la entresaca se van eligiendo los renuevos de mayor diámetro que salen de los tocones originales, que a veces alcanzan gran tamaño por su vejez.

Nunca talan renuevos de menos de 20 cm de diámetro.

Existen áreas con árboles de gran tamaño que son talados para fabricación de tablones. Los tocones son dejados a 50 cm de altura para la formación de renovales, de los cuales dejan sólo los brotes de más vigor —generalmente no más de cuatro a seis—. Lo más común es dejar dos.

La capacidad de regeneración del bosque natural así manejado es del orden de los 10 años, distribuyendo los turnos de tala en parcelas de no más de cinco hectáreas cada una.

Los métodos de tala son altamente primitivos, usando sólo hachas y transportando el producto en carretas de bueyes.

Los productos obtenidos tienen fundamentalmente dos destinos: la obtención de tablones para la construcción y carpintería, y postes y traviesas que se usan como durmientes de ferrocarril y en la construcción de viviendas.

Los restos son usados como combustible para la población local, separando los trozos de mayor diámetro para la fabricación de carbón en hornos tradicionales.

La obtención de tablones se lleva a cabo en aserraderos primitivos de tipo vaivén, donde el tronco se corta en tablones con sierras o cables de acero, y a mano.

Toda esta madera es comercializada en la zona de Puerto Príncipe, y en especial en la Compañía Azucarera, que adquiere traviesas para su ferrocarril.

Bosque de Prosopis recientemente talado.

Thomazeau: Traviesas o durmientes de Prosopis, utilizados en el ferrocarril de la Compañía Azucarera de Port-au-Prince.

Considerando la crítica situación de total devastación de los recursos naturales que reina en Haití, y teniendo en cuenta que más del 85% de la población de Thomazeau es totalmente analfabeta y vive en condiciones de alta precariedad, este caso resulta sorprendente. Muestra un ejemplo de manejo del recurso forestal obtenido, sin duda, de la existencia de un criterio natural de conservación, que ha llevado a la población a conservar su patrimonio natural. Este criterio no se ha observado en ninguna otra parte de Haití, aun en zonas más evolucionadas social y económicamente.

MANEJO DE LA CUBIERTA VEGETAL EN ZONAS ARIDAS

Lorenzo J. Maldonado A.
Director Regional
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales
Saltillo Coah, México

Se ha calculado que el planeta Tierra tiene una edad cercana a los 4.600 millones de años; durante los últimos 4.000 millones la Tierra prácticamente fue un desierto, en toda la amplitud de la palabra, ya que estaba formada exclusivamente por material inorgánico. Además, al no existir atmósfera, la energía solar no encontraba en su trayectoria moléculas que absorbieran parte de los rayos ultravioletas, lo que motivaba que éstos incidieran íntegramente sobre la superficie terrestre, dificultando la formación de seres vivos.

No fue sino hasta después de 800 millones de años que en los mares apareció por primera vez la forma más simple de organización celular: el alga Azul-Verde, capaz de realizar el proceso denominado fotosíntesis. Con esta actividad empezó a producirse oxígeno, que en poco tiempo se convirtió en el elemento vital para la vida animal. Este hecho, aparentemente insignificante, resultó ser todo un acontecimiento, pues con la elaboración del oxígeno fue formándose también el ozono, elemento fundamental para detener los rayos ultravioletas del sol. De este modo se generaron mejores condiciones para el desarrollo de seres vivientes más complejos, que en un principio se ubicaban en las orillas de los continentes, y posteriormente avanzaron en forma paulatina hacia el interior de éstos.

Por millones de años, y durante el proceso anteriormente descrito, aparecieron diversas formas de vida que tuvieron que evolucionar para adaptarse a una atmósfera cambiante; de este período data una de las grandes creaciones de la naturaleza, la clorofila.

No ha podido ubicarse aún en el tiempo la aparición de las primeras plantas vasculares, que empezaron a dar pigmentación verde en la Tierra; sin embargo, se cree que su presencia se inició al final del período silúrico, hace aproximadamente 400 millones de años. Con el surgimiento de las plantas vasculares se inicia masivamente la formación de diferentes tipos de bosques, que alcanzaron su apogeo en el período carbónico.

Además de la inestabilidad atmosférica y la diversificación de los sistemas de adaptación de las formas de vida, tanto vegetal como animal, la conformación de los continentes fue cambiando. Su configuración no siempre ha sido la misma, sino que ha experimentado grandes desplazamientos, hasta llegar a la que presenta actualmente (Figuras 1, 2, 3 y 4). Casi en forma simultánea, y como consecuencia de lo anterior, aparecieron los desiertos, que en la actualidad están ubicados en lugares aparentemente caprichosos. Sin embargo, existe evidencia de que su distribución está intimamente relacionada con la separación que experimentaron los continentes.

Las regiones ricas en vegetación retrocedieron ante la formación y expansión de nuevas zonas áridas, surgiendo los actuales desiertos. Hoy en día, éstos se extienden a lo largo de dos cinturones que pasan sobre los trópicos de Cáncer y Capricornio, entre los 15° y 35° de latitud en ambos hemisferios, extendiéndose en algunos casos, como en Argentina y Asia, hasta los 55° (Figura 5).

Figura 1 Figura 2
Figura 1. Arquitectura de los continentes, hace 180 millones de años.
 
Figura 2. Arquitectura de los continentes, hace 125 millones de años.
Figura 3. Arquitectura de los continentes, hace 55 millones de años.
 
Figura 4. Arquitectura actual de los continentes.
Figura 3 Figura 4

Las causas que han originado la existencia de los desiertos del mundo y su localización actual son tan variadas, que resulta complicado sistematizar un análisis satisfactorio de estas regiones; sin embargo, el común denominador de la presencia de estos desiertos radica fundamentalmente en la dinámica de la circulación general de la atmósfera, y en peculiaridades que presenta la geomorfología del globo terrestre. En el primer caso, la radiación solar incidente y el efecto combinado de la rotación de la Tierra permiten que el Ecuador reciba una mayor cantidad de radiación, que tiende a calentar las masas del aire, formando así un patrón de circulación atmosférica de tipo meridional; asimismo, la rotación del planeta produce zonas de vientos latitudinales, por lo cual el aire que se calienta en el Ecuador se eleva, enfría y condensa, descargando toda su humedad en la zona tropical, produciendo los dos grandes cinturones de alta presión atmosférica localizados en latitudes cercanas a los 30°.

En el segundo caso, que se refiere a los desiertos ubicados en latitudes mayores, se encuentra en el hemisferio sur el de la Patagonia chileno-argentina; estas regiones desérticas se originan por razones geográficas, debido a que se localizan en zonas distantes de los océanos, en altitudes considerables sobre el nivel del mar, y rodeadas, además, por configuraciones montañosas que sirven de barreras topográficas cerrando el paso a los vientos húmedos, lo que provoca la ausencia de lluvia en su interior. Esto se denomina “sombra orográfica”, y se produce cuando los vientos chocan con el macizo montañoso, enfriándose a medida que se elevan, y descargando toda su humedad en las vertientes de barlovento. Cuando estas masas de aire se transforman en vientos secos, descienden por las vertientes de sotavento; al llegar a los valles áridos se desvanecen, privándolos de humedad, generando los desiertos (Figura 6).

Figura 5

Figura 5. Desiertos del mundo.

Se ha tratado de explicar la ubicación de los cinturones desérticos sobre la base de la inclinación de 23° 27' del eje de la Tierra; según esto, el ángulo de inclinación propicia que la energía radiada se concentre en estas zonas, con el resultado obvio de una mayor elevación de la temperatura y desarrollo de condiciones de aridez (Figura 7).

La distribución de las zonas áridas y semiáridas en el planeta es superior a los 64 millones de km2, lo que representa el 43% de la superficie continental y 14% de la superficie total del globo terráqueo. La superficie de los desiertos, en cuanto a su distribución geográfica, se puede ubicar en cinco grandes regiones, que se describen a continuación:

REGION DEL NORTE DE AFRICA-EUROASIA

En esta región se localizan el desierto del Sahara, los desiertos y estepas de la Unión Soviética, China y Mongolia, los desiertos de Somali-Chalbi, al este de Africa, así como otros desiertos y áreas semiáridas que se extienden hacia el oeste a través de la Península arábiga, golfo Pérsico, Pakistán y la India; al norte se ubican otras áreas como las de las costas del Mediterráneo e Irán.

REGION DE SUDAMERICA

Corresponde a una franja que se distribuye al oeste de la costa occidental, y a un área en la porción oriental de los Andes, que se extiende al extremo sur del continente.

Figura 6

Croquis de la formación de la sombra orográfica

Figura 6

Figura 7

Figura 7

El ángulo de inclinación de 23° 27' del eje de la Tierra propicia la concentración de energía radial en los cinturones desérticos.

REGION DEL SUR DE AFRICA

Región formada principalmente por los desiertos costeros del Namib, Karoo y Kalahari.

REGION AUSTRALIANA

Formada por el Gran Desierto de Arenas y el Desierto de Victoria.

REGION DE NORTEAMERICA

Se ubica en Estados Unidos y en la República mexicana, y comprende cinco grandes subregiones, que son: Desierto Sonorense, Desierto Chihuahuense, Mojave, Gran Cuenca y Baja California.

Establecer con precisión las fronteras de las zonas áridas y semiáridas por sus caracteristicas de clima, vegetación, geología, etc., es sumamente complicado, debido precisamente a la multiplicidad de los factores bióticos y abióticos que se presentan. Esto ha propiciado la existencia de numerosas clasificaciones, que se basan en algunos de los aspectos ya mencionados. Asimismo, y tratando de uniformar los criterios, ha aparecido una serie de propuestas, entre las cuales pueden mencionarse las siguientes:

El meteorólogo austríaco Wladimir Koepen define al desierto como una región en la que el indice de evaporación es por lo menos dos veces superior al índice pluviométrico. Le Houérou lo considera como aquellas áreas que reciben menos de 100 mm de precipitación anual, y semiáridas aquéllas en que la lluvia no excede los 400 mm al año.

En México, Martínez y Maldonado, en una publicación de 1975, analizan los diferentes factores físicos y biológicos involucrados, correlacionándolos entre sí para definir las zonas áridas como aquellas regiones cuya precipitación pluvial es menor de 350 mm al año, con distribución irregular durante el ciclo vegetativo, temperatura media anual entre 15° y 25°C, presencia de 7 meses de sequía y cubierta vegetal menor de 70%, dominada principalmente por especies xerófilas.

Estos mismos autores definen las zonas semiáridas como aquellas áreas en que la precipitación pluvial varía de 350 a 600 mm al año, con una temperatura media anual de 18° a 22° C, y con 6 a 8 meses de sequía. Su cubierta vegetal es superior al 70% y la vegetación dominante está formada principalmente por diferentes tipos de matorrales y pastizales.

En las superficies con las características anteriores se localiza parte del desierto de la región de Norteamérica, correspondiendo a México las subregiones del Desierto Chihuahuense, el Sonorense y el de la Baja California, con una superficie total superior a 105 millones de há, lo que representa más del 55% del área del país. En estos lugares existe una población cercana a los 10 millones de habitantes, con densidad media de 11 personas/km2. La densidad presenta fuertes oscilaciones, ya que algunas regiones cuentan con dos habitantes por km2, mientras en otras existen hasta 90 personas.

El Desierto Chihuahuense se ubica en la parte norcentral del país, entre la Sierra Madre Oriental, el Eje Neovolcánico y la Sierra Madre Occidental.

El Desierto Sonorense se localiza entre la Sierra Madre Occidental y la costa del mar de Cortés; y el desierto de Baja California, desierto costero denominado también Desierto de Neblinas, se localiza en la Península de Baja California, formado por los vientos provenientes del poniente, los cuales son enfriados por las corrientes oceánicas que bañan el litoral del Pacifico (Figura 8).

La gran oscilación altitudinal de la República mexicana, su localización a ambos lados del Trópico de Cáncer y la influencia oceánica que presenta debido a lo estrecho de su masa continental, son factores que han propiciado la diversidad de clima. Por lo tanto, la cubierta vegetal de México presenta una gran complejidad, pues en su territorio están representados prácticamente todos los grandes biomas que se han clasificado en el mundo, como lo son las selvas, los bosques, los matorrales y los pastizales, sin faltar diferentes comunidades vegetales, como los páramos de alta montaña, la vegetación acuática, la halófila, etc. (Figura 9). Esta diversidad no se debe tan sólo a las condiciones geomorfológicas y climáticas mencionadas anteriormente, sino también a que el territorio mexicano participa tanto de la vegetación meridional de Sudamérica como de la boreal de Norteamérica y Eurasia, además de tener algunos biomas únicos en su género, probablemente de origen autóctono.

El manejo de la cubierta vegetal en México se inició hace veinte mil años o más, cuando el hombre cazador-recolector vivía en estrecha relación con la naturaleza, y el éxito de sus actividades dependía en gran parte de su habilidad para evitar disminuir las especies vegetales útiles. En los últimos milenios, la vida de los habitantes de México estuvo basada en la agricultura, sin tener una dependencia tan íntima con el bosque, la selva, el matorral o el pastizal. Durante todo ese tiempo se transmitió en forma verbal, y de generación en generación, una serie de conocimientos sobre la dinámica de la vegetación, su relación con el clima y suelo y, sobre todo, su valor utilitario.

Figura 8

Figura 8 Desierto de la Baja California

Figura 8 Desierto Sonorense

Figura 8 Desierto Chihuahuense

Figura 8. Desiertos de México.


Vegetación
Selvas50.691.653
Bosques35.514.400
Matorrales90.885.537
Pastizales19.625.710
  
TOTAL196.717.300
Figura 9
Figura 9Selvas
Figura 9Bosques
Figura 9Pastizales
Figura 9Matorrales

Figura 9. Grupos de vegetación en México.

En un principio se mantuvo cierto equilibrio ecológico entre el hombre y la naturaleza, ya que éste sólo extraía lo necesario para subsistir. El desequilibrio se inició paulatinamente, registrándose una gran demanda de material para construcción en apoyo a las actividades mineras a partir de la época colonial; asimismo, las actividades agrícolas, ganaderas y forestales se incrementan en forma notable. Durante este período no sólo se perturbó la ecología regional, sino también se perdieron abundantes conocimientos de carácter florístico, así como los referentes a usos y aplicaciones de innumerables especies que, de acuerdo con los cronistas, habían sido aprovechadas de diferentes maneras por los grupos indígenas.

El desarrollo científico de los tiempos modernos ha requerido de conocimientos más exactos sobre los recursos naturales de la cubierta vegetal, por lo que el estudio detallado de las comunidades ha permitido identificar diferentes biomas, los cuales indican con fidelidad las diversas condiciones ambientales.

Con el reflejo de la estructura de la vegetación determinada por estos conceptos, se han delimitado 27 tipos de vegetación en las zonas tropicales y subtropicales de México, cubriendo un 24% de la superficie total del país; asimismo, se han identificado 18 tipos de bosques en las zonas templadas y frías, que representan el 21% de la superficie total del territorio mexicano. El 55% restante está cubierto por vegetación característica de las zonas áridas y semiáridas, en proporción de 45% de matorrales y 10% de pastizales.

En estos tipos de vegetación de zonas áridas existe una flora muy variada, con más de 2.200 especies pertenecientes, por lo menos, a 600 géneros de 122 familias, siendo las más importantes, de acuerdo a su abundancia: Compositae, Leguminoseae, Gramineae, Cactaceae y Liliaceae, especies que han sido fuente de satisfacción de las necesidades del hombre, y que le han permitido sobrevivir en este tipo de regiones. La cubierta vegetal la ha manejado hábilmente y de diversas maneras: primeramente dividiéndola con fines utilitarios y agrupándola en especies arbóreas, forrajeras, industriales, medicinales, alimentarias y ornamentales, y posteriormente dedicándose a su domesticación y cultivo.

Actualmente las especies arbóreas proporcionan combustible y material de construcción, con usos en la industria maderera, artesanía, curtiembres y en la elaboración de herramientas, entre otras.

Las especies forrajeras son base de la alimentación de la ganadería que se practica en zonas áridas, manteniendo con ello el equilibrio de la fauna en esas regiones; entre éstas destacan, por su importancia, los pastizales y los arbustos forrajeros.

Dichas especies son utilizadas con fines industriales, por ser productoras de fibra, cera, hule, saponina, aceite, alcohol, antioxidantes, fungicidas, etc.

Las especies medicinales han contribuido en la farmacopea mexicana, donde se han sintetizado productos cardiovasculares, estomacales, diuréticos, antibióticos, renales, anticancerígenos, antiescorbúticos, astringentes, antireumáticos, dermatológicos, etc.

Las especies alimentarias han coadyuvado a la nutrición del hombre a través de sus frutos, flores, tallos, hojas, raíces y/o semillas; asimismo, es menester destacar las especies ornamentales, que por su vistosidad han proporcionado solaz y esparcimiento al hombre, descollando por su hermosura el grupo de los agaves y de las cactáceas.

Desde el punto de vista fisonómico y utilitario, la cubierta vegetal de las regiones con clima árido y semiárido es tan variable, que para efectos descriptivos se agrupan bajo el rubro colectivo de matorrales y de pastizales.

Los matorrales cubren el 45% del territorio nacional, y se les considera como comunidades vegetales de porte arbustivo, propias de las zonas áridas; en el Desierto Sonorense este matorral se distribuye en la planicie costera y en las montañas bajas del Estado de Sonora. Se le encuentra en el Desierto de Baja California, ocupando la mayor parte de la península, exceptuando las sierras de Juárez, San Pedro Mártir, La Laguna y la porción sur de su territorio. En el Desierto Chihuahuense el matorral se distribuye en amplias áreas del altiplano mexicano, abarcando desde el norte del país (en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes) hasta los estados de Guanajuato, Jalisco, Hidalgo y México; y prolongándose hacia el sur una estrecha franja que penetra a través de Puebla y llega hasta Oaxaca.

La cubierta vegetal de este tipo de vegetación, en comparación con otras comunidades vegetales del país, tal vez sea la menos afectada por las actividades humanas, debido a que las características ecológicas no son favorables para el desarrollo de agricultura o ganadería intensiva; notables excepciones son las zonas de riego, donde existe una agricultura altamente tecnificada, con cosechas de hortalizas, frutales y algodón, trigo, sorgo y soya. Por supuesto, en estas pequeñas superficies ya no quedan vestigios de la vegetación nativa. La agricultura temporal se practica a menudo en los lugares donde existen captaciones de humedad, en los mejores suelos y en las regiones de aridez menos acentuada; los cultivos tradicionales de estos lugares son maíz, cebada, avena y frijol. Actualmente, aprovechando la tecnología desarrollada por la investigación, se practican ecocultivos como praderas de gramíneas, arbustos forrajeros, magüey, nopal tunero, orégano, damiana, jojoba, etc.

Se detecta su uso más generalizado de los matorrales en la ganadería, actividad que se practica en forma extensiva, siendo la cabra la especie animal más común en estos lugares, debido a que, además de exigir pocas cantidades de agua para vivir, está particularmente bien adaptada para utilizar la vegetación característica de los matorrales; existe además ganado vacuno, caballar, ovino, mular, ganado bravo de lidia y para rodeos.

El impacto que causa la ganadería en la cubierta vegetal de los matorrales es la desaparición paulatina de las especies deseables y la aparición de especies invasoras; debido a ello, grandes extensiones de zonas áridas de México se encuentran en condiciones de sobrepastoreo. Sin embargo, existen otras áreas en que se han aplicado prácticas de manejo de agostaderos, elevando en forma considerable la producción y la productividad de los suelos.

Contrariamente a lo que sucede en las regiones con buenas características ecológicas, el hombre en el desierto se empeña en obtener el máximo provecho de la vegetación natural en que vive; de esta manera, una gran cantidad de especies vegetales silvestres se han utilizado tradicionalmente para construcción de sus viviendas, establecimiento de cercos, combustible o alimento. Sin embargo, tan sólo unas cuantas especies son objeto de explotación intensiva, debido a que sus productos, por sus cualidades industriales, encuentran mercado y comercialización tanto en el país como en el extranjero.

De ese tipo de especies (Cuadro 1) es importante mencionar las siguientes:

CUADRO 1
Utilización de las principales especies industriales en zonas áridas

EspecieNombre ComúnProducto ObtenidoUsos
Euphorbia antisyphyliticaCandelillaCera de alta calidadCosméticos, pinturas, discos cerillos, envases de papel, electrónica, lubricantes, aisladores, etc.
Agave lecheguillaLechuguillaFibra duraFabricación de cepillos, sacos y cordelería
Parthenium argentatum Yucca carnerosanaGuayule Palma samandoncaHule natural FibraFabricación de llantas Utilizada en cordelería y en la elaboración de costales
Yucca filiferaPalma chinaFuente natural de hormonas, aceite, fibraEn la industria farmacéutica para la fabricación de hormonas esteroidales (elaboración de anticonceptivos), obtención de papel a partir del tronco.  Su contenido de aceite es de 20%
Cucurbita foetidissimaCalabacilla locaAceiteSu contenido de aceite es de 33%
Ungnadia speciosaMonillaAceiteContiene un 67% de aceite
Lophophora williamsiiPeyoteMezcalina y AlcaloidesEn la elaboración de bebidas y como agente fungicida
Fluorencia cernuaHojasénPlavonoidesLos compuestos extraídos de sus hojas poseen actividad fungicida
Acacia berlandieriGuajilloAlcaloidesDe la flor se extraen compuestos de gran actividad fungicida
Larrea tridentataGobernadoraResinas, ácido norhidroguaya-réticoAntioxidante en la industria alimenticia, en la elaboración de grasas y barnices, fungicida de tipo fenólico
Simmondsia chinensisJojobaCera líquidaCeras, aceites, cosméticos, lubricantes, y como sustituto del aceite de ballena

Candelilla (Euphorbia antisyphilitica) se distribuye en una superficie cercana a los 14 millones de hectáreas; de sus tallos se obtiene cera genérica de alta calidad.

Lechuguilla (Agave lecheguilla). De esta especie se obtiene un tipo de fibra dura que se utiliza en la fabricación de cepillos, sacos y cordelería; comúnmente se le encuentra asociada con Euphorbia antisyphilitica, y se distribuye en aproximadamente 11 millones de hectáreas.

Una distribución aproximadamente similar tiene el guayule (Parthenium argentatum), que ha sido una fuente natural de hule; su aprovechamiento data desde 1906. Esta especie se distribuye en más de 9 millones de há.

La palma samandoca (Yucca carnerosana) se distribuye en una superficie cercana a los 11 millones de há, y de sus hojas tiernas se obtiene una fibra utilizada en cordelería y en la elaboración de costales.

La palma china (Yucca filifera) se distribuye en una superficie cercana a los 9 millones de há. Es una fuente natural de hormonas, destacando por su cantidad de sarsapogenina.

Existen, además, otros tipo de palmas de los géneros Sabal, Washingtonia y Brahea, utilizadas en artesanía y en la elaboración de sombreros.

La gobernadora (Larrea tridentata) contiene resinas que se utilizan como base para pinturas y para la elaboración de grasas y barnices, así como fungicida del tipo fenólico, siendo importante también por su contenido de proteínas, que permite utilizarla para consumo animal.

Jojoba (Simmondsia chinensis). Su semilla produce una cera líquida de múltiples aplicaciones, sobre todo como sustituto del aceite de ballena.

Palo mauto (Lysiloma divaricata), especie productora de taninos, muy útil en la industria de curtientes.

Orchilla (Rosella spp) es un liquen que ha sido utilizado como materia prima en la industria de colorantes.

El manejo de la cubierta vegetal, donde se distribuyen estas especies industriales, ha sido del tipo tradicional, manejo que aún hoy se está practicando en muchas regiones del país; como ejemplo puede citarse a Euphorbia antisyphilitica y Parthenium argentatum, cuyas plantas son extraídas completas, incluyendo raíz, lo que ha motivado que sus poblaciones naturales se encuentren sumamente disminuidas. El manejo de las poblaciones de Agave lecheguilla y Yucca carnerosana está determinado por la edad de la planta y las características de sus cogollos, que es la parte utilizada. En cuanto a Yucca filifera y Simmondsia chinensis, sus poblaciones han sido manejadas en dos niveles, primeramente en poblaciones naturales, con la simple cosecha de sus frutos, y estableciendo la inaccesibilidad de animales domésticos y eliminando la competencia con otras especies.

Parte importante de su manejo es la época oportuna y el método de cosecha de sus frutos. Lysiloma divaricata, Rosella spp. y Larrea tridentata han sido manejadas en forma tradicional, ya que se aprovechan únicamente sus tallos para la extracción de sus componentes (taninos, material desincrustante y colorantes).

Es necesario mencionar que el manejo de algunas de estas especies, debido a su intensa utilización, como es el caso de la candelilla, guayule, lechuguilla y algunas cactáceas, ha llegado en ocasiones a su virtual exterminio en algunas áreas.

Del grupo de las plantas medicinales (Cuadro 2) destacan: ocotillo (Fouquieria splendens), chaparro prieto (Acacia rigidula), cenizo (Leucophyllum texanum), damiana (Turnera difusa), toloache (Datura stramonium), anacahuita (Cordia boissieri), calderona (Calliandra eriophylla), hojasén (Flourencia cernua), guayacán (Porlieria angustifolia) y diferentes especies del género Rhus.

El manejo de estas especies se circunscribe principalmente a la recolección de las partes vegetativas que son utilizadas como medicinales; así, por ejemplo, en Cordia boissieri se utiliza la flor, en Fluorencia cernua las hojas, en Porlieria angustifolia los tallos, y del género Rhus se aprovechan las semillas tiernas; sin embargo, no existe una metodología específica para el manejo de estas especies.

CUADRO 2

Especies medicinales de zonas áridas

EspecieNombre comúnUsos
Fouquieria splendensAlbarda u ocotilloAntitusígeno
Acacia rigidulaChaparro PrietoInfusión para males estomacales
Leucophyllum texanumCenizoInfusión para males estomacales
Euphorbia antisyphiliticaCandelillaCatártico, enfermedades venéreas
Turnera difusaDamianaAfrodisíaco, infusión tranquilizante
Datura stramoniumToloacheAlucinógeno, anoréxico, antiescorbútico, antiinflamatorio, antineurálgico
Cordia boissieriAnacahuitaUtilizado como estimulante y expectorante
Acacia farnesianaHuizacheAntidiséntrico, antiespasmódico, antifímico, astringente
Calliandra eriophylaCalderonaTonificante
Fluorencia cernuaHojasénExpectorante
Porlieria angustifoliaGuayacánAntirreumático, diaforética, emenagogo, enfermedades venéreas, estimulante vascular
Larrea tridentataGobernadoraAntirreumático, cálculos de vesícula, cálculos renales, dermatitis disuria, hepatitis.
Lippia spp.OréganoCondimento alimenticio
Castela texanaChaparro amargosoInfusión para problemas intestinales (úlceras)
Lophophora williamsiiPeyoteAlucinógeno

Otro grupo de utilidad es de las plantas ornamentales, ya que en estas zonas es común encontrar diferentes especies de agaves y cactáceas que, por su belleza, han cautivado a propios y extraños; estas especies, aparte de su explotación en poblaciones naturales, se han desarrollado bajo cultivo para su comercio (Cuadro 3).

Estas plantas, al igual que las anteriores, son simplemente colectadas por los habitantes de las zonas áridas para su comercialización en los centros urbanos y, en ocasiones, para su exportación.

Además, en las regiones áridas de México es común encontrar aprovechamiento de algunas especies arbóreas como el mimbre (Chilopsis linearis) y el palo de arco (Tecoma stans) empleados en la fabricación de muebles y manufacturas de mangos para herramientas; barreta (Helieta parvifolia) y palo zorrillo (Cassia emarginata), que son muy apreciadas para la instalación de cercos; la madera de mezquite (Prosopis spp.) es utilizada en la fabricación de duelas, obtención de carbón, leña, curvos para cascos de pequeñas embarcaciones, postes para cercas, hormas para zapatos y muebles. Palo fierro (Olneya tesota) se emplea como material de construcción y elaboración de artesanías, etc. (Cuadro 4).

El manejo tradicional que se da a estas especies se limita a la recolección de troncos y ramas; las especies productoras de leña para combustible se encuentran sumamente impactadas en los lugares aledaños a los centros de población.

CUADRO 3

Lista de las principales especies ornamentales de zonas áridas

EspecieNombre común
Agave americanaMaguey americano
Yucca filiferaPalma china
Ferocactus pringleiBiznaga colorada
Echinocactus viznagaBiznaga burra
Lophocereus senilisViejitos
Astrophytum capricorneMechudo
Echinocereus pectinatusBiznaga arcoiris
Echinocereus conglomeratusAlicoche
Lophophora williamsiiPeyote
Astrophytum capricorneBirrete de obispo

CUADRO 4

Utilización de las principales especies arbóreas de zonas áridas

EspecieNombre comúnUsos
Chilopsis linearisMimbreElaboración de cabos para herramientas, azadones y muebles
Helieta parvifoliaBarretaEs muy apreciada para la instalación de cercas
Prosopis spp.MezquiteSu madera se utiliza en la fabricación de duelas, cercas, como material de construcción y como combustible
Fouquieria splendensOcotilloSe utiliza como material de construcción y combustible
Opuntia imbricataCoyonoxtlePara fines de construcción
Yucca filiferaPalma chinaComo material de construcción y combustible
Cassia emarginataPalo zorrilloPara la instalación de cercas
Tecoma stansPalo arcoConstrucción de casas y muebles
Olneya tesotaPalo fierroFabricación de muebles, construcción y artesanías

Respecto de las especies alimentarias, existe una gran diversidad, siendo las más utilizadas: frijol tepari; algunas cactáceas para la elaboración de dulces o para la elaboración de licores, como la mayoría de las especies de Dasylirion y Agave; orégano como condimento, chile piquín (Capsicum bacatum); damiana, salvia y otras especies usadas como té, así como frutos de diferentes especies de Yucca, y bulbos y semillas que contribuyen a la alimentación de los habitantes de zonas áridas. Es necesario destacar la importancia del nopal, ya que los cladiolos tiernos se aprovechan como verdura fresca y las tunas como fruta (Cuadro 5).

Como se ha indicado anteriormente, el uso más generalizado de los matorrales ha sido la ganadería, por lo que es conveniente mencionar que además existe una serie de zacates. Los matorrales están formados por un grupo de arbustos que proporcionan forraje en abundancia; dentro de estas especies destacan: costilla de vaca (Atriplex canescens), saladillo (Atriplex acanthocarpa), guayacán (Porlieria angustifolia), palo verde (Cercidium floridium), vara dulce (Eysenhardtia polystachya), guajillo (Acacia berlandieri), palo escopeta (Albizzia occidentalis), ramoncillo (Dalea tuberculata), así como diferentes especies de Opuntia y muchos arbustos más (Cuadro 6).

La ganadería que se practica en las zonas áridas de México es del tipo extensivo y, de acuerdo con las características ecológicas de estas regiones, las especies forrajeras mencionadas con anterioridad son importantes para la mantención del ganado, sobre todo en la época del estiaje; partiendo de ese hecho, el manejo de agostaderos es mediante rotación de potreros, donde se combina el manejo de pastizales y de la vegetación arbustiva con el manejo de ganado.

CUADRO 5

Especies alimentarias de zonas áridas

EspecieNombre comúnUsos
Lippia spp.OréganoCondimento alimenticio
Dasylirion spp.SotolObtención de licor para la elaboración de bebidas
Agave spp.MagueyElaboración de bebidas alcohólicas
Capsicum bacatumChile piquínCondimento
Turnera diffusaDamianaSe toma como tranquilizante en té y como licor
Opuntia sppNopalLos cladiolos tiernos se utilizan en la alimentación humana, así como sus frutos (tunas)
Yucca filiferaPalma chinaDel fruto o pulpa se obtienen productos tales como mermeladas y ates, la flor se utiliza en la alimentación humana

CUADRO 6

Uso de algunas especies forrajeras en zonas áridas

 EspecieNombre común
 Atriplex canescensCostilla de vaca
 Atriplex acanthocarpaSaladillo
 Porlieria angustifoliaGuayacán
 Cerdicium floridiumPalo verde
 Eysendhardtia polystachyaVara dulce
 Acacia berlandieriGuajillo
 Albizzia occidentalisPalo escopeta
 Dalea tuberculataRamoncillo
 Opuntia spp.Nopal

El grupo de vegetación que se distribuye junto con los matorrales descritos anteriormente en las zonas áridas, son los pastizales, que para efectos descriptivos se agrupan en pastizales, amacollados y halófilos.

Los pastizales amacollados comprenden una superficie de 2,5 millones de há, formados por gramineas de porte medio y fasciculadas; las especies más características en esta comunidad vegetal son: Bouteloua curtipendula y Bouteloua uniflora, así como diferentes especies de los géneros Stipa, Muhlenbergia, Aristida y otros.

Los pastizales halófilos, que están formados por gramíneas de porte bajo, de 30 a 40 cm de altura, y resistentes a concentraciones de sales en el suelo, se localizan en una superficie superior a un millón de há; las especies más representativas son: Sporobolus airoides, Hilaria mutica, Hilaria jamessii, Sporobolus pyramidatus, Sporobolus cryptanuus, etc.

Desde el punto de vista económico, los pastizales revisten una gran importancia en estas zonas, ya que son particularmente adecuados para las condiciones edafoclimáticas imperantes, y contribuyen en forma sobresaliente a la alimentación y sostén de la ganadería de estas regiones; sin embargo, su aprovechamiento en la mayoria de los casos no se realiza de manera optimizada. En muchos lugares existen evidencias de sobrepastoreo, disminuyendo a niveles críticos la cobertura vegetal, exponiendo el suelo a la erosión.

En experiencias obtenidas sobre manejo de la cubierta vegetal en zonas áridas, se han obtenido los siguientes datos:

Guayule (Parthenium argentatum). El manejo de la especie se realiza efectuando cortes del 40% en relación a su altura; con esta práctica se mantiene una producción constante de las poblaciones naturales y, además, facilita la germinación de las semillas que se encuentran en el suelo. Asimismo, propicia el desarrollo de las plántulas.

Para el manejo de candelilla (Euphorbia antisyphilitica), de acuerdo a los resultados de investigaciones, se recomienda efectuar cortes parciales de la planta para asegurar su regeneración; estos cortes deben realizarse después de invierno y antes de las primeras lluvias.

Con relación a nopal (Opuntia spp.), el manejo óptimo de sus poblaciones se consigue realizando podas del 30% de su biomasa.

En el manejo de lechuguilla (Agave lecheguilla) se recomienda la recolección de cogollos en las poblaciones que presenten una exposición hacia el norte, obteniendo así una mayor producción y una mejor calidad de fibra.

El hojasén (Fluorencia cernua) y el orégano (Lippia spp.) son especies que cubren superficies en el norte del país. Para su manejo se recomienda cortar semillas hasta en un 40% de su biomasa.

Considerando que la ganadería es el agente de alteraciones más importante en la cubierta vegetal de las zonas áridas, se recomienda que su manejo esté determinado a partir de los coeficientes de agostadero y con el establecimiento de prácticas de conservación de la cuenca hidrológica, corrección de torrentes, plantación de arbustos con cualidades forrajeras, y siembra de zacates tanto nativos como introducidos.

De acuerdo a lo expuesto con anterioridad, se observa que el equilibrio natural de los ecosistemas de zonas áridas en México han sido impactados en forma considerable por las actividades humanas, debido, fundamentalmente, a las prácticas fragmentarias en los modelos tradicionales de aprovechamiento; sin embargo, cuando se analizan las características ecológicas y los resultados de investigación, no se reconocen fronteras entre las vocaciones para el uso agrícola, pecuario y/o forestal, lo que manifiesta que el manejo de la cubierta vegetal de las zonas áridas presenta alternativas viables para el aprovechamiento integral de sus recursos.

GLOSARIO

ESPECIESENGLISHNOMBRE COMUN EN ESPAÑOL
SPECIESCOMMON NAMESPANISH COMMON NAME
Larrea tridentataCresote bushGobernadora
Fluorencia cernuaTarbush, BlackbrushHojasén
Acacia constrictaWhitehorn 
Cercidium floridiumBlue palo verdePalo verde
Olneya tesotaIronwoodPalo Adán
Agave lecheguillaLecheguillaLechuguilla
Prosopis juliflora var. glandulosaMesquiteMezquite
Atriplex canescensSaltbushCostilla de vaca
Calliandra eriophylaFarry dusterCalderona
Fouquieria splendensOcotilloAlbarda
Chilopsis linearisDesert willowMimbre
Ferocactus pringleiBarrel cactusBiznaga colorada
Cucurbita foetidissimaBuffalo gourdCalabacilla loca
Datura stramoniumJomson weedToloache
Dasylirion cedrosanumSotolSotol
Euphorbia antisyphiliticaCandelilla waxCandelilla
Parthenium argentatumGuayuleGuayule
Yucca carnerosanaSpanish bayonetPalma samandoca
Yucca filiferaSoaptree yuccaPalma china
Ungnadia speciosa Monillo
Lophophora williamsiiPeyotlPeyote
Acacia berlandieri Guajillo
Simmondsia chinensisJojoba, Goat-Not Cofee berryJojoba
Acacia rigidula Chaparro prieto
Leucophyllum texanum Damiana
Cordia boissieri Anacahuita
Acacia farnesianaSweet acaciaHuizache
Porlieria angustifolia Guayacán
Lippia spp. Orégano
Castela texana Chaparro amargoso
Agave americanaAgaves, MagueyMaguey americano
Echinocactus viznagaBarrel cactusBiznaga Burra
Lophocereus senilisOldmanViejitos
Astrophytum capricorne Mechudo
Echinocereus pectinatus Biznaga arcoiris

REFERENCIAS

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INVESTIGACION AGRICOLA EN VALLES COSTEROS Y PRECORDILLERA I REGION DE TARAPACA, CHILE

Alfonso Aguilera P.
Luis Tapia I.

Universidad de Tarapacá

INTRODUCCION

La agricultura de la I Región de Tarapacá, en un transecto mar-cordillera, podemos definirla en agricultura de valles costeros, agricultura de la pampa, agricultura de precordillera y agricultura altiplánica. La característica general para la agricultura de la I Región se enmarca en una típica agricultura de extrema aridez inserta en el Desierto de Atacama, uno de los más áridos del mundo, siendo absolutamente dependiente del riego artificial, debido a que la precipitación en los valles costeros y pampa es insignificante. Sólo en precordillera y altiplano la precipitación alcanza cifras cercanas a los 200 milímetros anuales, concentrándose esta pluviometría en los meses de enero y febrero. En el altiplano, durante estos meses, cae nieve, asegurando de esta forma el recurso hídrico para el resto del año. Sin embargo, cada ciertos años se deben afrontar períodos de sequía que afectan a toda la agricultura, de mar a cordillera.

El Instituto de Agronomía (IDEA) de la Universidad de Tarapacá se encuentra ubicado en el Campus Azapa, a 12 kilómetros de la ciudad de Arica y a 250 metros sobre el nivel del mar. Es una unidad académica dedicada, preferentemente, a la investigación agrícola.

OBJETIVOS DEL INSTITUTO DE AGRONOMIA (IDEA) DE LA UNIVERSIDAD DE TARAPACA

AREAS DEL INSTITUTO

El Instituto de Agronomía (IDEA) ha organizado su trabajo académico en función de tres áreas de las ciencias agrarias, de acuerdo a los recursos humanos, económicos e infraestructura física de que dispone en la actualidad.

Estas áreas generan, individual e íntegramente, la actividad de investigación y extensión. También colaboran a la docencia, prestando sus servicios a las Facultades de la Universidad.

Area de Protección de Plantas

Aborda los principales problemas sanitarios de los cultivos, con el fin de conseguir productos de buena calidad y presentación para competir, ventajosamente, en mercados nacionales y extranjeros.

Las especialidades definidas para esta Area corresponden a: Entomología, Nematología, Fitopatología y Control de Malezas.

En la actualidad se cuenta en forma permanente con las especialidades de Entomología y Nematología, y parcialmente con Fitopatología.

Area de Recursos Naturales

Su objetivo es el estudio de los recursos suelo y agua, con el fin de manejarlos racionalmente, tomando en consideración las condiciones de las zonas áridas y de extrema aridez que caracterizan esta región. Uno de los aspectos fundamentales es la preocupación constante por los problemas de regadío, dada la escasez del recurso, y también por el buen uso del recurso suelo.

Esta Area contempla el desarrollo de las especialidades de suelo, riego y fertilización; abordándose a la actualidad los problemas de Riego y Suelo.

Area de Producción Vegetal

Efectúa estudios sobre problemas de manejo en especies y variedades de cultivos y frutales propios de zonas áridas y desérticas. Además, se preocupa de la introducción y evaluación de germoplasma, con el objeto de ofrecer alternativas de cultivos en la región.

Las especialidades contempladas en esta Area son: Horticultura, Frutales, Forrajeras y Cultivos y Economía Agraria.

En el presente se está desarrollando actividad académica en Horticultura, Fruticultura y Economía Agraria.

PERSONAL ACADEMICO DEL INSTITUTO DE AGRONOMIA

AGUILERA P. Alfonso. Ingeniero Agrónomo. Especialidad en Entomología Agrícola. Director del Instituto.

DE LA RIVA M., Fernando. Ingeniero de Ejecución Agrícola. Especialidad de Suelos y Riego.

DOUSSOULIN E., Eugenio. Ingeniero Agrónomo. Especialidad en Horticultura. Actualmente hace su posgrado (M. Sc.) en Santiago de Chile.

ESCOBAR A., Hugo. Ingeniero de Ejecución Agrícola. Especialidad en Fruticultura Sub-Tropical. Actualmente hace su posgrado (M. Sc.) en Chapingo, México.

GALLO D., Pedro. Ingeniero de Ejecución Agricola. Especialidad en Nematología.

JIMENEZ R., Mauricio. Ingeniero Agrónomo. Especialidad en Nematología. Jefe del Area de Protección de Plantas.

OSORIO U., Alfonso. Ingeniero Agrónomo, M.Sc. Especialidad en Riego y Drenaje.

SANZANA D., Juan, Ingeniero de Ejecución en Pesquería. Especialidad en Ecología General.

SCHAFER R., Rolf. Doctor en Biología. Especialidad en Nematología.

SOTOMAYOR L., Eugenio. Ingeniero de Ejecución Agrícola. Especialidad en Olivicultura. Jefe del Area de Producción Vegetal.

TAPIA I., Luis. Ingeniero Agrónomo, M. Sc. Especialidad en Economía Agraria. Secretario Académico del Instituto.

THOMAN G., Rudolf, Biólogo. Especialidad en Botánica Aplicada y Patología Vegetal.

TORRES H., Amador. Ingeniero Agrónomo, N. Sc. Especialidad en Riego y Suelos. Jefe Area Recursos Naturales.

VARGAS C., Héctor. Ingeniero Agrónomo, M. Sc. Especialidad en Entomología Agrícola.

PROYECTOS

Los proyectos del Instituto de Agronomía (IDEA) están orientados a las actividades académicas de investigación, extensión y docencia, en este orden de prioridades, de acuerdo a las funciones que les corresponde desempeñar, según la orientación del DFL 150 del Ministerio de Educación Pública, que creó la Universidad de Tarapacá y sus estructuras académicas.

Investigación

Para cumplir con los objetivos que se ha fijado el Instituto de Agronomía (IDEA) se están desarrollando las siguientes actividades de investigación:

Extensión

La actividad de extensión que realiza el Instituto de Agronomia (IDEA) está estructurada sobre la base de cursos de extensión docente, días de campo, charlas, exposiciones, jornadas, seminarios, simposios y organización de congresos y mesas redondas sobre temas específicos.

Los cursos de extensión docente que el Instituto imparte de manera cíclica corresponden a:

Otra de las actividades académicas de extensión que organiza cada dos años el Instituto, corresponde a las Jornadas Olivícolas Nacionales. Fue el iniciador de estos eventos, con la realización de las Primeras Jornadas Olivícolas Nacionales en 1981.

Anualmente también organiza la muestra agrícola e institucional en la Feria Regional Altiplánica (FERAL), en la Provincia de Parinacota.

En convenio con organizaciones estatales del agro, ejecuta programas de extensión agrícola y de transferencia tecnológica, a través de cultivos demostrativos, días de campo, cartillas divulgativas, cursos de capacitación a los agricultores, charlas y exposiciones fotográficas didácticas itinerantes, principalmente en el sector precordillerano de la Provincia de Parinacota.

Docencia

La actividad docente del Instituto se manifiesta en la dictación de cursos electivos de formación general para las diferentes carreras que imparte la Universidad de Tarapacá.

El personal académico del Instituto de Agronomía (IDEA) participa también como profesores guías de seminarios de titulación para los alumnos de la Universidad y de otras instituciones de la enseñanza agropecuaria del país.

INFRAESTRUCTURA FISICA

El Instituto de Agronomía (IDEA) cuenta con cuatro parcelas experimentales, dos en el valle de Azapa (14 há total) y dos en el valle de Lluta (76 há total), con una superficie física conjunta de 90 há.

Los laboratorios y dependencias administrativas se ubican en la parcela 27 del valle de Azapa, km 12,5, Colonia Juan Noé Crevani. Posee en este predio una superficie edificada de 1.200 m2, donde están instalados los laboratorios de cultivos, suelos, riego, nematología, entomología y fitopatología. También presta sus servicios una biblioteca especializada en agricultura.

Cada laboratorio posee colecciones regionales, destacándose la colección entomológica, con más de 60.000 ejemplares etiquetados; la colección masiva y permanente de nematodos fitoparásitos, la colección de plantas nativas de la región y un herbario fitopatológico.

El Banco de Germoplasma es otra dependencia de importancia que el Instituto mantiene para los trabajos de mejoramiento de los cultivos de la región.

Recientemente se ha incorporado un microcomputador para la formación de un Banco de Datos de la Agricultura Regional, que se complementa con el espacio computacional general de la Universidad.

PUBLICACIONES

La revista IDESIA es una publicación destinada a comunicar los trabajos científicos del personal académico perteneciente al Instituto y también de otros académicos de la Universidad o de otras instituciones que desean publicar sus artículos relacionados con la problemática agrícola del Desierto de Atacama. Se han editado seis volúmenes de esta revista, la que se distribuye a todo el mundo.

Los boletines técnicos también son otra fuente de información preparados por académicos del Instituto, existiendo 35 de ellos publicados.

También se cuenta con publicaciones misceláneas y Cartillas Divulgativas para los agricultores.

El catálogo de publicaciones del Instituto se encuentra a disposición de las personas que lo soliciten.

La Oficina de Publicaciones mantiene canje con las principales bibliotecas del mundo a través de museos, universidades, bibliotecas gubernamentales y estaciones experimentales públicas y privadas.

INSTITUCIONES QUE COLABORAN CON EL INSTITUTO DE AGRONOMIA (IDEA)

Diversas instituciones y organismos nacionales y extranjeros colaboran con el Instituto en sus distintas actividades.

Instituciones Nacionales

Instituciones Internacionales

PROYECCION ACADEMICA DEL INSTITUTO DE AGRONOMIA DE LA UNIVERSIDAD DE TARAPACA

El Instituto de Agronomía de la Universidad de Tarapacá ha definido su proyección académica en torno a la investigación básica y aplicada en los ecosistemas agrosilvopastorales desérticos de la I Región.

Por la complejidad de los problemas en estos ecosistemas, el estudio sistemático de ellos requiere el aporte de varias disciplinas agronómicas y de otras áreas del conocimiento. En este sentido, el Instituto de Agronomia de la Universidad de Tarapacá requiere disponer de un número de investigadores que en sus diversas áreas temáticas determinen una masa crítica de investigadores, necesaria para el intercambio académico de ideas o enfoques de esta compleja realidad.

En función de los objetivos de desarrollo del Instituto de Agronomía de la Universidad de Tarapacá y la dotación de recursos humanos de que hoy se dispone, se visualizan algunas áreas temáticas, las cuales necesariamente deberá incorporar el Instituto en el mediano plazo, con el fin de atender los requerimientos de investigación en Tecnología de Alimentos, Ganadería de Camélidos, Producción Vegetal en Ambientes Semi-Controlados, Fitopatología, Virología y Mecanización Agrícola.

El disponer de esta masa crítica de investigadores permitirá ampliar las líneas de investigación hacia los sectores de desierto típico con condiciones extremas de aridez, las cuales hoy se abordan tangencialmente.

Paralelamente, el Instituto se encuentra desarrollando un plan de perfeccionamiento académico de su personal, con el fin de contar al término de la década con, a lo menos, un académico doctorado por área, que se constituya en el líder a nivel regional y, quizá, nacional, en la investigación de áreas con aridez extrema.

Esta unidad académica de la Universidad de Tarapacá, en sus líneas de desarrollo de mediano a largo plazos, contempla establecer cursos de postgrado en agricultura de desierto, una vez que se complete el plan de perfeccionamiento académico externo y se logren materializar convenios de cooperación académica con universidades nacionales y extranjeras, y organismos internacionales de desarrollo. Esta actividad académica, orientada al perfeccionamiento de postgrado, permitiría entregar la valiosa experiencia de más de 20 años de investigación con que este Instituto cuenta hoy en día.

El crecimiento planificado en esta dirección requiere mejorar y ampliar la infraestructura física de instalaciones, equipos y laboratorios que permitan la obtención de los objetivos deseados. Esperamos, en este sentido, seguir contando con el apoyo y cooperación de las autoridades de nuestra Universidad.

Para finalizar, el Instituto de Agronomía de la Universidad de Tarapacá desea proponer a la Mesa la idea de establecer, en la Universidad de Tarapacá, un Centro de Estudios para Zonas Desérticas del Cono Sur de América y, en particular, del Desierto de Atacama, donde puedan aportar sus experiencias los distintos investigadores de las universidades chilenas y extranjeras, y otros organismos ligados al conocimiento e investigación de estas áreas de extrema aridez.


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