S.R.J. Robbins y W.S.A. Matthews
S.R.J. Robbins y W.S.A. Matthews trabajan en el Instituto de Productos Tropicales de Londres Este articulo lo presentaron por primera vez en la Décima Conferencia Forestal de la Mancomunidad, en Oxford, en septiembre de 1974.
Los autores tratan de aquellos productos menores del bosque que tienen significación para la economía de los países tropicales en particular, especialmente la trementina de los pinos, los aceites de perfumería de las raíces, tocones y frutos de varias especies arbóreas y las gomas y exudados que se emplean en la fabricación de productos tan diversos como los confites y las pelotas de golf. Tratan además de las especias, los productos medicinales, los tintes y los taninos. Los productos menores del bosque son fuente de divisas y son muchos los que puede elaborar la industria nacional.
GOMA ARÁBIGA EN EL SUDÁN. Valiosa fuente de divisas
Aunque los productos menores del bosque se definan en sentido estricto, el valor total anual de los que en todas sus formas son objeto de actividad económica es evidentemente de un orden de magnitud importante. En efecto, son muchos los países donde las divisas que potencialmente producirían son comparables a las de la madera. Por desgracia no hay estadísticas de producción, consumo interno y comercio internacional de muchos productos menores del bosque, razón por la cual no es posible hacer un estimado cuantitativo de su importancia en la economía mundial. Para los fines del presente articulo es mejor tratar del tema en general cualitativa más que cuantitativamente, que profundizar sobre algún aspecto en particular. Es claro que conviene hacer sobre la materia más investigación sistemática que en el pasado. No es de sorprenderse de que mucho de lo que se ha escrito sobre este tema tan vasto sea de índole solamente monográfica y se limite a uno o a algunos productos particulares de un medio forestal dado. Es conveniente, sin duda, hacer un examen más amplio y a más largo plazo de las oportunidades y del potencial económico de los bosques del mundo, sujetos o no a un régimen de manejo, en relación con su potencial en productos secundarios.
Ya se hizo alusión al problema que plantea la definición de los productos menores del bosque. De acuerdo con la más estricta el término sólo se aplica a aquellos productos que se pueden obtener directamente de la madera, de la corteza, de las hojas o de las raíces de las principales especies forestales. Ampliando un poco la definición se pueden incluir los productos de cualquiera de las especies de los bosques, sometidos o no a un régimen de manejo, independientemente de la importancia que tales especies tengan en comparación con los principales fines u objetivos económicos del bosque. Hay otra categoría que posiblemente merezca también ser incluida; la de los productos obtenidos de todas las plantas y matas que crecen espontáneamente en el medio forestal o que conviene cultivar a la sombra de los árboles. Es posible que no sea fácil utilizar el suelo del bosque para el cultivo de especies secundarias a causa de la sombra de las matas y de su gruesa alfombra de hojarasca. Los autores consideran muy conveniente incluir estas dos últimas categorías de productos a pesar del hecho de haber muchos que con más frecuencia se obtienen fuera del bosque. Su inclusión se justifica por su influencia en el rendimiento comercial y social total por área del bosque aun en el caso en que las utilidades que produzcan no vayan en beneficio del Estado sino de la población local, de los agricultores o de los comerciantes. Por otra parte, al parecer, es conveniente excluir los productos de plantaciones clásicos o tradicionales como por ejemplo el caucho, ya que de por si tienen gran importancia económica.
Con este criterio relativamente amplio la definición abarca muchos cientos de productos que en gran parte pertenecen a una u otra de las siguientes categorías: exudados arbóreos, o sea, gomas, resinas, bálsamos, látex, sustancias medicinales, tintes, frutos comestibles, aceites esenciales, frutos oleaginosos, especias, taninos y productos de la actividad de los insectos. Otra categoría de gran importancia es la de las resinas y sus productos, o sea, la trementina, la colofonia, etc., aunque por su importancia económica no deberían considerarse productos menores del bosque; pero no hay duda de que la industria de las resinas y sus productos es de gran importancia en muchos países de la zona templada, pero no en todas partes.
En las regiones templadas donde predominan los bosques de coníferas se observa la tendencia a explotar los productos secundarios en forma relativamente organizada, pero se trata de un número relativamente pequeño de productos en su mayoría de gran valor.
En las zonas tropicales, por el contrario, es mucho mayor la proporción de los bosques que no están sometidos a ningún régimen de manejo. Los productos menores cuyo número probablemente es muy grande suelen servir a las comunidades locales como medio de subsistencia y a los empresarios para el comercio. En este último caso el hecho de que los productos sean muy diversos y a menudo de gran valor, si bien de escaso volumen, favorece el desarrollo y la perpetuación de las comunidades rurales de los alrededores y del interior del bosque y su potencial rediticio suele ser suficiente para frenar en alto grado la tendencia por demás conocida de las comunidades agrícolas a emigrar hacia las zonas urbanas. Evidentemente es muy grande el potencial de explotación organizada de los productos menores del bosque tropical húmedo y por eso su rendimiento económico probablemente se podrá elevar de manera muy significativa manejando de una manera más sistemática los recursos naturales menores y reduciendo al mínimo todo despilfarro innecesario. Pero si este progreso se logra a costa de los medios de subsistencia de las comunidades locales, probablemente serán negativos los resultados globales. La migración urbana y los problemas que plantea, a saber, el desempleo y la falta de viviendas y servicios, tienen un elevado costo social en los países en desarrollo. Programas inconsultos de comercialización de los recursos forestales, que en realidad privan a la población local de una gran parte de sus medios de subsistencia y de sus productos comerciales, los obligan a alejarse de sus asentamientos tradicionales y en muchos casos se traducen en una pérdida social neta para el país no obstante las utilidades obtenidas por los organismos que explotan esos productos. Además, al igual que una disminución relativamente pequeña de la oferta de los productos tradicionales por cualquier causa puede dar origen a un movimiento de población desproporcionadamente oneroso, la disminución del precio de un producto comercial menor puede producir efectos semejantes. A pesar de ser una labor difícil de gran envergadura es conveniente hacer una encuesta mundial sobre el efecto de las fluctuaciones del precio de los productos forestales menores y sus consecuencias para la existencia y la estabilidad de las comunidades. Inevitablemente el grado en que la población local depende de los productos forestales menores varia inmensamente de una región a otra. La estructura exacta del comercio de determinados productos en relación con los métodos tradicionales de recolección y comercialización es peculiar de cada producto y región. Como hay escasas posibilidades de hacer generalizaciones en la materia en todo plan de desarrollo es preciso considerar cada producto por separado.
Desde el punto de vista comercial e industrial las posibilidades de que siga aumentando el consumo de los productos menores del bosque no han sido muchas últimamente, sobre todo a causa del alza fenomenal de los precios mundiales de los productos básicos, que ha afectado a todos o a casi todos los productos comerciales de la tierra y especialmente a los del bosque. El alza de precios se debe a varios factores; los dos principales son el aumento de la demanda mundial y la escasez debida a condiciones climáticas desfavorables. A falta de otros factores de importancia, era de esperar una intensificación de la tendencia a sustituir los productos naturales por los sintéticos. A pesar de todo, no hay que esperar que el auge de los productos básicos se prolongue indefinidamente y, aunque no es probable que los precios desciendan hasta los niveles anteriores, cabe esperar cierta tendencia a la baja. En cambio, mayor trascendencia tienen los enormes aumentos de precio que ha experimentado últimamente y sigue experimentando el petróleo y el inminente e importante alza del precio de los plásticos y otros productos químicos derivados del petróleo. Como varios de estos productos químicos se pueden obtener de otras materias primas orgánicas. por ejemplo de los carbohidratos, en caso de que el empleo del petróleo resulte antieconómico, con toda probabilidad renacerá el interés general por las materias primas naturales y especialmente por muchos de los productos menores del bosque. Aunque actualmente sólo es posible especular acerca de la magnitud de este renacimiento del interés, hay indicios de que ya se está produciendo en algunas industrias.
Como ya se señaló, en las zonas templadas, donde abundan los bosques de pinos, la industria de las resinas y sus productos suele estar muy desarrollada, pudiendo considerarse como relativamente importante. En cambio, en las zonas tropicales y subtropicales menos desarrolladas no suele estar tan desarrollada a pesar de abundar los pinos tropicales. Por tal razón la producción de los dos rubros principales de esta categoría. a saber, la trementina y la colofonia, suele ser objeto de escasa actividad si es que existe. Actualmente la trementina se obtiene de una de las siguientes materias primas: resina exudada obtenido directamente de los pinos, la cual contiene 20 por ciento de trementina y 80 por ciento de colofonia; resina extraída de la madera y de la trementina en bruto, de los tocones de pino; la trementina al sulfato en bruto, subproducto de la fabricación de la pulpa para papel por el proceso al sulfato, en los cuales la madera de pino se trata con una mezcla de sosa cáustica y de sulfuro de sodio. El último de los procesos mencionados es el más común en los países avanzados, en cambio en los tropicales y subtropicales la resina se obtiene generalmente sangrando los árboles, procedimiento técnicamente más sencillo
La colofonia tiene, entre otras, dos aplicaciones importantes como ingrediente en las pinturas y como apresto en el papel. Las aplicaciones de la trementina son muchas y por demás conocidas. Como materia prima para la fabricación de diversos productos químicos, especialmente muchos que se emplean en perfumería, ha provocado en cierta medida una disminución del empleo de algunos productos naturales (especialmente forestales y sobre todo de aceites esenciales, como se explica más adelante). Algunas trementinas se componen principalmente de pinenos; éstos sirven de base para la producción de compuestos químicos sintéticos y especialmente del B-pineno, que se puede transformar en vitamina A por medio de las iononas, sustancias de gran importancia en perfumería. Entre los productos de perfumería más importantes que se pueden obtener por diferentes procesos figuran el linanol, el geraniol, el citral y el hidroxicitronelal, que se pueden obtener también de aceites esenciales naturales tales como el de palo de rosa (linalol), el de palmarosa (geraniol), el de lemongrass (citral e iononas) y el de citronela (citronelal, hidroxicitronelal y geraniol). Al químico, por lo tanto, le interesa principalmente la cantidad de B-pineno que contiene la trementina, ya que, por ejemplo, la de Nueva Zelandia, que se obtiene de Pinus radiata contiene nada menos que 65 por ciento de B-pineno, en cambio la que se obtiene de las especies más comunes de pino, que crecen, por ejemplo, en China, India, Suecia y Finlandia, sólo contiene 5 por ciento o menos.
Además de los de Nueva Zelandia, los pinos de Australia y de Mauricio producen una trementina relativamente rica en B-pineno. A pesar de todo, actualmente la mayor parte del pineno comercial se obtiene de la trementina al sulfato americana, en las plantaciones de P. elliotti y P. caribaea de la costa del Atlántico, ya que la producción de Nueva Zelandia es escasa. Hay, además, otros pinenos de importancia, especialmente el dextro-pineno de las plantaciones de Pinus halepensis de Grecia, compuesto del que se obtiene la levo-citronela, forma muy útil del citronelol, que contienen los aceites naturales de geranio y se usa mucho en perfumería.
Aunque estos compuestos químicos sintéticos no siempre se consideran como sucedáneos perfectos de los productos naturales por su olor, cuando su desarrollo llegó a su apogeo hubo una inmensa demanda mundial para perfumería, además, este rápido desarrollo de los productos sintéticos tuvo buena acogida porque contribuyó a estabilizar los precios. El consumo total absoluto de algunos productos naturales, aunque no el de la mayoría, ha disminuido, ya que la obtención de compuestos sintéticos a partir de la trementina sólo ha decho disminuir la velocidad con que va aumentando el consumo total de los correspondientes productos naturales. Por otra parte, se observa un firme aumento de la demanda de muchos aceites esenciales sumamente especializados que, en parte, provienen de los bosques y hasta la fecha sólo se han podido sintetizar a un costo prohibitivo.
En lo que precede sólo se ha dado a conocer algunas de las aplicaciones de la trementina, pero en la medida en que influye en las perspectivas del mercado de algunos otros productos del bosque, merece un tratamiento más detallado. La trementina probablemente es el único subproducto de trascendencia que se obtiene del pino, ya que a su sombra es muy poco lo que puede crecer a no ser que los árboles estén muy distanciados, cosa poco frecuente. El método que se emplea para sangrar los pinos con el fin de obtener la resina tiene una notable ventaja sobre el procedimiento de fabricación de pulpa de madera al sulfato porque se puede obtener una utilidad pecuniaria en una etapa precoz del desarrollo del pino, lo que constituye un gran atractivo en el contexto de la contabilización del flujo actualizado de fondos.
El aceite de madera de sándalo es uno de los más antiguos y conocidos en perfumería; la madera misma es un producto comercial de gran valor que se emplea profusamente para tallar y en la fabricación de incienso y de muebles. El aceite que se produce principalmente en la India se obtiene destilando el duramen y las raíces de Santalum album, parásito cuyas raíces penetran en un mesonero como, por ejemplo, Cassia simea o Lantana acuminata. Lo producen principal aunque no exclusivamente las gobernaciones de los estados de Mysore y de Madrás en forma bien organizada actualmente. Aunque esta especie solía propagarse en forma silvestre hoy se procede a la siembra dirigida en base a los experimentos realizados por el servicio forestal. Llega a su madurez a los 50. 60 e incluso 80 años y no suele cortarse antes de los 30. a no ser que haya sido o esté en peligro de ser atacada por la enfermedad apical a la que es tan vulnerable. El aceite se destila al vapor en establecimientos de propiedad privada o estatal; la exportación anual actual es de un valor de 25 a 30 millones de rupias o sea algo inferior al nivel record de 1968/69. Se ha tratado de sintetizar el aceite especialmente cuando los precios han subido. pero al parecer no se han obtenido buenos resultados debido a que su principal componente, el santalol, es difícil de obtener a partir de otras materias primas. La reputación y el futuro de este aceite corren gran peligro porque se adultera a veces en grandes proporciones. Es éste un problema que se plantea en relación con muchos de los aceites esenciales.
Aceites semejantes se producen en el Asia sudoriental (Singapur) y en Australia. El de Australia tiene importancia comercial y se obtiene por destilación de Eucaria spicata que crece en el occidente del país. El cultivo. la recolección y la destilación se hallan bien organizados. Este se considera como un aceite de madera de sándalo típico ya que sus características son muy semejantes al de la India. En Singapur últimamente se han estado haciendo serios esfuerzos para lograr una mayor participación en el mercado. ya que el aceite es de buena calidad. La importancia económica del aceite de madera de sándalo se debe principalmente al hecho de que constituye una importante fuente de divisas. Su valor como producto comercial local es escaso debido al grado relativamente elevado de centralización de la industria pero en aquellas partes de Indonesia donde ésta se encuentra menos desarrollada las comunidades locales se dedican algo más a su explotación.
La producción de aceite de madera de cedro está mucho más difundida que la de madera de sándalo. Son muchas las variedades de cedro y los aceites obtenidos varían, pero todos son muy usados en perfumería. El perfume del cedro actualmente está de moda en los talcos para varones y lociones para la barba. Los aceites de madera de cedro de interés comercial son el de Cedrus deodorata, que crece a gran altura en el Himalaya, en el norte de la India, en el Paquistán y en Afganistán, y se emplea principalmente en la industria local; el aceite de Cedrus atlantica de Marruecos y Argelia, muy cotizado aunque suele ser escaso; el aceite de Juniperus procera del Africa oriental, que se exporta en grandes cantidades, y el aceite de Mexicali juniperas de Texas, Estados Unidos. y uno de China de calidad superior muy conocido que se exporta en grandes cantidades sobre todo a los países industrializados. Cabe subrayar que el cedro se cultiva principalmente por su madera, muy apreciada en la industria de la construcción y especialmente en la fabricación de muebles de calidad, el aceite se suele obtener por destilación de los tocones o de las virutas procedentes de las fábricas de muebles. No obstante, en Estados Unidos. según se informa. la industria del mueble de cedro está decreciendo en cierto grado, y como no sería económico cortar los árboles sólo para obtener el aceite, es posible que se produzca escasez de aceite. La madera de cedro es tan apreciada que al parecer no es probable que haya una gran disminución del consumo ni siquiera en el caso de que sobrevenga un alza de precios considerable, aunque está por verse si el menor consumo observado en los Estados Unidos se extenderá o no al resto del mundo.
La explotación de la madera de cedro está bien organizada, en efecto, ni siquiera en los países en desarrollo se halla en manos de las comunidades locales salvo en muy pequeña escala. Su demanda es tan grande que es inevitable el control centralizado de la corta, especialmente donde la especie corre peligro de extinción.
El aceite de madera de guayacán, que proviene en su mayoría del Paraguay, se conoce desde hace siglos pero su producción sólo se organizó de manera sistemática cuando los menonitas se establecieron en el Paraguay en la primera mitad de este siglo. El guayacán silvestre (Bulnesia sarmienti) abunda en la relativamente inhospitalaria región del Gran Chaco. A medida que los menonitas iban organizando la corta, acudían en gran número los indios del lugar. En esta forma su explotación se extendió hasta aquellos rincones del país que todavía eran inaccesibles. Actualmente se tropieza con dificultades en la destilación por falta de agua, ya que la región del Chaco es relativamente seca, pero a pesar de todo la producción anual de aceite de madera de guayacán es de 75 a 100 toneladas. Hay quien opina que la escasez de aceite de madera de cedro y sus derivados probablemente contribuirá a despertar mayor interés por el de madera de guayacán y sus derivados, como por ejemplo el acetato. En 1968 aumentó mucho la demanda de aceite a raíz del aumento de la popularidad de un perfume con olor a cuero para productos de perfumería para varones; a continuación el mercado se ha estabilizado al igual que el de casi todos los aceites esenciales, pero el precio del aceite de madera de guayacán ha subido paralelamente con el de los demás productos básicos en el mercado mundial. A pesar de todo, como el precio sigue siendo atrayente para los consumidores, conserva su popularidad mezclado con perfumes de maderas y de flores y como ingrediente de algunos jabones. Es posible que la oferta periódicamente disminuya, porque la extracción de la madera se está haciendo algo más difícil y costosa, debido a que cada año hay que ir a buscarla a mayor distancia, a medida que se van agotando las existencias en los alrededores de las destilerías principales. A pesar de todo no hay indicios de que corra peligro inmediato esta industria que sigue constituyendo un ejemplo interesante de la forma en que un producto menor del bosque puede contribuir al progreso de la comunidad en un país en desarrollo.
El aceite de palo de rosa se obtiene principalmente por destilación de ramas pequeñas, picadas, de Anita rosaeodora, especie tropical silvestre de tamaño mediano de la cuenca del Amazonas. La mayor parte de este aceite la produce el Brasil y una pequeña parte el Perú. Actualmente la producción anual es muy inferior a la del pasado ya que había disminuido de 1500 toneladas a fines del decenio 193039 a menos de 150 toneladas en 1972. La causa principal de esta disminución es que el principal componente del aceite, el linalol, se puede producir sintéticamente con resultados satisfactorios, como ya se indicó al tratar de las resinas y sus productos. Los precios bajaron tanto que era virtualmente antieconómico producir el aceite por destilación. Además, el costo de recolección ha aumentado año a año, debido a que los obreros tienen que penetrar más al interior de la jungla para recoger las ramas. Ultimamente los productores de aceite de palo de rosa se han beneficiado con el alza de los precios mundiales de los productos básicos, si bien a causa de factores económicos que le hacen la competencia, la producción no ha aumentado de manera significativa. Paralelamente la demanda mundial de este aceite, que se exporta principalmente a los Estados Unidos, ha aumentado porque es muy popular como perfume. Los últimos movimientos parecen indicar que los consumidores están dispuestos a pagar precios muy superiores al de 4,2 dólares el kilogramo que se habla mantenido hasta hace poco, siendo probable que se estabilicen a un nivel superior a los 10 dólares el kilogramo.
El palo de rosa es una especie por demás conocida por su madera roja que se usa mucho en muebles finos y marquetería, razón por la cual la disminución de la demanda del aceite ha influido muy poco en la producción de madera. La corta y la distribución están bien organizadas y se hallan en manos de muy pocas empresas, ya que es muy poco lo que producen las comunidades locales. Esta madera es importante principalmente como potencial fuente de divisas.
El aceite de sasafrás es otro producto menor del bosque que se obtiene en América del Sur de la madera de Ocotea pretiosa, especie que abunda en algunas regiones del Brasil. El aceite no se conoce desde hace mucho; en efecto no se producía en grandes cantidades antes de 1938. Se emplea especialmente para obtener el principal de sus componentes, el safrol, del cual deriva la heliotropina. Estas sustancias se emplean en la fabricación de jabones, cosméticos, desinfectantes e insecticidas. Esta última aplicación es relativamente importante porque el safrol se está usando cada vez más en los diversos preparados a base de piretro, principalmente por la función sinérgica que desempeña gracias a la cual aumenta la eficacia de los insecticidas.
Al parecer, los indígenas de las zonas donde prospera Ocotea pretiosa nunca se han dedicado a la explotación de esta especie; en efecto, desde sus comienzos la industria ha trabajado por su cuenta y son las destilerías las que controlan la corta y el transporte de la madera, Lo mismo que el aceite de palo de rosa, constituye una valiosa fuente de divisas.
Es tan grande el consumo de aceite de eucalipto que casi escapa a la categoría «productos menores del bosque». No obstante, su madera es aún más importante y son muchos los lugares donde se hacen plantaciones. De todas maneras no se considera fuera de lugar hacer aquí una breve mención de este aceite.
Dos son los aceites de eucaliptos de mayor importancia comercial: el aceite de E. citriodora, que se emplea en perfumería y se produce principalmente en Brasil, Zaire y China; y el aceite de E. globulus y variedades afines, rico en cineol, de interés principalmente medicinal, originario de Tasmania pero que se cultiva actualmente en España y en Portugal. El llamado aceite de eucalipto de China no es en realidad un aceite de eucalipto sino un producto derivado del cineol del aceite de alcanfor blanco. A pesar de que Australia es famosa por sus eucaliptos es escasa la importancia relativa de las especies que producen aceite comercial, a saber E. radiata, E. dives, E. leucoxylon y otras. Aunque los aceites en general son importantes fuentes de divisas, su importancia económica para las comunidades locales es muy escasa porque su explotación por lo general se encuentra centralizada.
En su mayoría, las hierbas y plantas oleaginosas se cultivan en condiciones dirigidas, pero todavía se recolectan y destilan en muy pequeña escala especies silvestres que se siembran a veces en los claros de los bosques, razón por la cual merecen mención. Varias especies de Cymbopogon, conocidas como lemongrass, son corrientes en la India, Sri Lanka, Indonesia, Honduras y Guatemala. Se destilan para obtener el aceite que por si solo es muy apreciado en perfumería y mantiene su importancia en el mercado mundial a pesar de que su principal componente, el citral, se puede obtener sintéticamente. La citronela es fuente de otro aceite esencial muy conocido que también se ha visto afectado por la competencia que le hacen los productos sintéticos como fuente de geraniol y citronela, pero sigue manteniendo su colocación en el mercado. El aceite de citronela se produce en grandes cantidades en Sri Lanka e Indonesia y cabe observar que los aceites de las diferentes regiones son distintos. El aceite de palmarosa que se obtiene de Cymbopogon martini, en estado silvestre, tiene menor importancia en el mercado mundial que el de lemongrass y el de citronela. Esta especie abunda en la India, el Paquistán, Indonesia, Brasil y Madagascar y es una fuente excelente de geraniol. Lo mismo que en el caso del aceite de citronela, los productos sintéticos le han hecho una competencia formidable, pero a pesar de todo mantiene su colocación y constituye un activo de valor en los bosques donde crece.
Muchas especies arbóreas y arbustivas que producen especias suelen encontrarse en los bosques o en sus cercanías, pero para fines comerciales la mayor parte de la producción se obtiene de plantaciones. Aunque el clavo de olor, la nuez moscada, la canela y la vainilla, para nombrar sólo cuatro, se producen en plantaciones, suelen encontrarse en estado silvestre, pero no se explotan en gran escala. Por tal motivo no se justifica tratar aquí de estos productos. Es probable que la producción de especias se realice en forma mucho más organizada en el futuro, porque la demanda está en su apogeo, sobre todo debido al aumento del consumo directo doméstico y a la mayor estrictez de las actuales normas de calidad. La única especia que tiene alguna importancia en este contexto es el cardamomo.
El cardamomo es el fruto maduro seco de Elettaria cardamomum, especie perenne que crece en el sur de la India, en Sri Lanka, América Central y en algunas regiones de Africa. Esta es la especie comercial, pero hay otra semejante, la Amomum cardamomum L., que se cultiva en Tailandia, Indonesia y en otras zonas del Asia sudoriental para consumo interno. Se emplea para dar sabor a alimentos dulces y salados y para fabricar un aceite esencial que también se emplea con tal objeto.
Las plantaciones de cardamomo son muy comunes, pero se explota también en estado silvestre. Esta especie se caracteriza porque crece a la sombra y se puede cultivar en terrenos que no son idóneos para el cultivo de muchas otras especies de interés. Por tal motivo su potencial de aumento del rendimiento por hectárea de bosque tropical es muy grande. Las perspectivas de un mayor consumo del aceite esencial dependen de la evolución de los precios de los productos sintéticos en el futuro. Como no es probable que estos precios sufran grandes fluctuaciones, cabe esperar un aumento del consumo de esta especia siempre que su precio no aumente demasiado.
El chicle es uno de los exudados más importantes. Es el látex coagulado de Achras zapota L., que suele cultivarse en los países tropicales como árbol frutal. El chicle comercial se obtiene de las plantas silvestres que se encuentran en los bosques. Esta especie es originaria de la América Central. El chicle comercial lo producen principalmente México, Guatemala, Venezuela y Honduras. Su importancia económica se debe a su empleo como principal ingrediente de las gomas de mascar en las que constituye el único ingrediente cuando son de calidad superior, ya que los productos sintéticos se emplean sólo en las de calidad inferior. La más importante de las demás gomas naturales es el jelutong o pontianal, látex coagulado de algunas especies del género Dyera que crecen en Malasia e Indonesia, látex que por sus características elásticas es idóneo para la fabricación de chicles de globo. Otras gomas naturales que se emplean o se han empleado en la fabricación de gomas de mascar son Achras chiole Pittier y Dipholis stevensonii Standl, de Honduras; Ficus platyphylla Delide, de Nigeria; Palaquium leiocaroum Boerl y Ganna motyleyiana Pierre, de Indonesia.
Estos son productos menores del bosque que constituyen una fuente complementaria de divisas y de trabajo para la población local.
La gutapercha es el látex coagulado de varias especies del género Palaquium (familia Sapotaceae) que crecen principalmente en Malasia e Indonesia, pero se han difundido mucho desde la India hasta la zona del Pacífico del centro y del sur, Palaquium gutta es la especie más importante. En la región del Amazonas, en la América del Sur, hay especies del género Lucuma, familia Sapotaceae, cuyo látex es casi idéntico, pero suele conocerse con el nombre de balata. La extracción del látex se ha comercializado mucho en algunos lugares, pero la población local todavía sigue empleándolo para fabricar diversos artículos, como jarras y tazones ligeros, siguiendo una costumbre centenaria. La comercialización es un fenómeno relativamente reciente. El mercado mundial de la gutapercha llegó a su apogeo a comienzos del siglo XX, época en que se consideraba como el mejor material para aislar cables eléctricos, especialmente submarinos. Actualmente se emplea sólo para la capa exterior de las pelotas de golf y, al parecer, también, aunque muy poco, en las correas de transmisión industriales, pero en estas aplicaciones sufre la competencia de los materiales sintéticos. La demanda del mercado internacional sigue disminuyendo, pero como no es probable que las comunidades locales dejen de emplearlo, seguirá siendo un producto forestal de valor.
Hay un grupo de gomas solubles que se obtienen haciendo fisuras en la corteza de algunas especies de Acacia, siendo la más importante la goma arábiga, que se conoce desde hace muchos siglos. Probablemente el 50 por ciento de la producción total mundial de goma arábiga se destina a la fabricación de confites. Se emplea también en farmacia, como goma para sellos de correo y en la fabricación de papel. Uno de los principales productores es el Sudán, pero se produce en una zona muy vasta que va desde el Senegal en el Africa occidental hasta Tanzania por el este. La goma suele extraerse de plantas silvestres (Acacia verek), porque se afirma que tiene menor producción cuando se cultiva o se perturba en algún modo su desarrollo natural. La goma la extraen tanto la población local como los comerciantes ambulantes y constituye una valiosa ocupación local y fuente de divisas.
En los países industrializados más avanzados la tecnología del curtido ha progresado mucho en los últimos 20 años y los curtientes minerales se emplean mucho más que antes. Paralelamente, continúan sus actividades las curtiembres primitivas de los pueblos de los países en desarrollo que por milenios han empleado taninos vegetales de producción local que figuran entre los productos menores más importantes del bosque. Incluso en los países industrializados se emplean mucho los taninos vegetales, especialmente para los cueros más pesados. Del consumo total de curtientes en el mundo, el 70 por ciento corresponde a sustancias a base de cromo y otros minerales, y el 30 por ciento casi en su totalidad a sustancias vegetales. De este grupo dos tercios corresponden a tanino de acacia y un tercio a tanino de quebracho y de mirabalán. Todos los demás curtientes representan menos del 1 por ciento del consumo mundial que figura en las estadísticas, pero no hay duda que es muy grande el uso por las comunidades locales que no figura en las estadísticas, ya que todavía se emplean profusamente curtientes como la corteza de mangle y de nogal. El curtiente vegetal más importante se obtiene de la corteza de Acacia mollissima, especie australiana que se planta en Sudáfrica y también en Africa oriental y es muy usada por la población local.
El tanino de quebracho se obtiene de dos especies sudamericanas, Schinopsis balansae y S. torentzii, que crecen principalmente en la Argentina. La lentitud con que se desarrollan esas especies hace que no haya interés por plantarlas. Los ejemplares silvestres fueron explotados con algún exceso en el período de rápido desarrollo de la industria, razón por la cual el quebracho nunca se ha usado tanto como la corteza de acacia. A diferencia de muchos otros curtientes, parece que los aborígenes nunca habían empleado el quebracho para tratar el cuero. Las propiedades curtientes de la madera se descubrieron sólo en el siglo XIX, pero su explotación siempre ha estado en manos de intereses comerciales organizados. Gran parte de la producción se exporta.
La pulpa seca del fruto del mirabalán, Terminalia sp., que crece en la India y Birmania, contiene de 30 a 32 por ciento de tanino. Es un valioso producto de importación que se ha usado en la India para curtir desde tiempos inmemoriales, debido a que su extracto le confiere al cuero buenas cualidades, especialmente cuando se emplea con otros curtientes.
La goma laca se obtiene gracias a la acción de ciertos insectos que se encuentran, desde India hasta Indochina, en varios mesoneros tales como palas (Batea monosperma), ber (Zizyphus jujuba), ghont (Zizyphus xylopyva) y kusum (Schleichera oleosa); la laca en bruto totalmente limpia se conoce como laca en grano, la cual, después de tratamiento al calor, se transforma en goma laca, producto por demás conocido como ingrediente de pinturas, barnices y tintas de impresión. Los materiales sintéticos han hecho disminuir algo la demanda de este producto en el mercado, pero la tendencia al alza de los precios de los productos derivados del petróleo observada recientemente, en el momento de escribir este artículo, había ya inducido a un fabricante por lo menos a volver a usar goma laca para la fabricación de tintas de impresión y probablemente otros seguirán su ejemplo. En la recolección de la laca se ocupan muchos trabajadores locales. La goma laca es un producto de valor desde todo punto de vista.
Hay muchos frutos ricos en proteínas que constituyen un suplemento valioso de la dieta básica En casi todos los bosques hay un sinnúmero de especies arbóreas que producen frutos comestibles; por ejemplo, el nogal, que se encuentra por doquier, Areca catechu, y Orbignya cohune en Belize. El comercio mundial de frutos comestibles, sin tomar en consideración la producción de maní y marañón, no carece de importancia y constituyen un suplemento importante de la dieta local.
La apicultura en su mayor parte se encuentra muy organizada en la actualidad, pero en las regiones menos desarrolladas también se obtiene en grandes cantidades miel de abeja silvestre donde es muy apreciada como edulcorante de las dietas locales. Puede parecer extraña la inclusión de la miel entre los productos menores del bosque, pero esto se justifica porque gran parte de los panales de abejas se encuentran en superficies cubiertas de denso bosque.
Son muchísimas las especies vegetales, árboreas o no, de cuya madera, corteza, hojas, flores o raíces se obtienen compuestos empleados como tintes o con fines medicinales; por ejemplo, el tinte púrpura obtenido de Haematoxylon campechianum, el tinte rojo de Lawsonia inermis en el Africa del norte y el tinte café anaranjado de Acacia catechu, en la India. De las muchas sustancias medicinales que se obtienen de las plantas, cabe mencionar la papaína del papayo tropical, la quinina de Cinchona sp. y las hojas de Cassia sp., etc. La papaína y la quinina se explotan en escala comercial. Hay además muchos tintes y sustancias medicinales que se emplean principalmente a nivel de pueblo o que constituyen productos comerciales locales.
Los pocos productos básicos mencionados específicamente en el presente artículo son sólo los más importantes de cada uno de estos rubros, muy vastos y relativamente arbitrarios, pero hay un sinnúmero de otros productos. En un tratado mucho más extenso del tema se podría evaluar el aporte que los productos menores del bosque hacen a la economía forestal y a la economía en general a nivel regional y nacional. Queda mucho por investigar en la materia. Ojalá que la breve exposición que precede haya servido para dar una idea de la contribución que estos productos podrían hacer a la economía mundial si se explotaran en forma más perfecta y eficaz.
