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3. ESFUERZOS Y RESULTADOS CONSEGUIDOS

3.1 EL PROYECTO DE VINGES

En colaboración con el USAID, el Gobierno (Ministerio de Producción, Servicio Forestal y de Piscicultura), la FECOAC (Federación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Ecuador) y los pescadores locales, se desarrolló un proyecto experimental para mejorar las pesquerías fluviales en Vinces en el centro de la producción pesquera del sistema fluvial del Guayas. Fue programado para un año, desde junio de 1971 hasta junio de 1972, y costeado con una asignación de 6 000 dólares EE.UU. proporcionada por el USAID. La administración financiera de dicha asignación quedó a cargo del USAID, en tanto que la administración del proyecto estuvo en las manos del experto de la FAO en colaboración con el experto del USAID en extensión, Sr. Ralph van Dixhorn, y el jefe del Departamento de Pesca del Servicio Forestal, ingeniero agrónomo Mario Ordóñez. El guarda forestal Reinaldo Morales fue el representante permanente del grupo de trabajo en el lugar y a él se debe una gran parte de los resultados conseguidos.

El proyecto estaba constituido por tres partes principales:

  1. Mejoramiento de las técnicas de pesca fluvial.

  2. Incorporación de los pescadores en una cooperativa de ahorro y crédito.

  3. Introducción de la piscicultura.

Como medida preparatoria, el CEMA (Centro de Estudios de Motivación y Análisis) llevó a cabo en Quito un estudio para averiguar las exigencias del consumidor. En agosto de 1971 se desarrolló en Chillogallo cerca de Quito, durante una semana un curso de capacitación en técnicas de pesca fluvial y piscicultura para prepara al personal colaborador del proyecto y a otras personas que posteriormente trabajarían en la promoción de las pesquerías y de la piscicultura. Se consiguió un bote fluvial de madera, una embarcación de plástico reforzado con fibra de vidrio y un motor fuera de borda.

Se efectuaron 26 viajes de Quito a Vinces y se celebraron 12 reuniones con los pescadores. Bajo la orientación del experto se llevaron a cabo varios experimentos de pesca con nuevas técnicas y se prestaron artes a pescadores de garantía para que efectuaran experimentos por su propia cuenta. El experto redactó un folleto en el que se describían e ilustraban las técnicas de pesca fluvial que ofrecían resultados prometedores y que todavía no se utilizaban en el Ecuador.

Para colocar a los pescadores en condiciones de poder adquirir material para multiplicar y diversificar sus técnicas de pesca y mejorar su situación económica en general, se crearon condiciones con la FECOAC para incorporar a los pescadores en la cooperativa local de ahorro y crédito de Vinces. No se consideró factible una cooperativa independiente de venta de los propios pescadores.

En Vinces se constituyó una reserva de suministro de material de redes, mantenida mediante un fondo rotatorio administrado por la Cooperativa de Ahorro y controlado por la administración de pesca. Con anterioridad, este material sólo podía ser adquirido en Guayaquil.

Para proporcionar a los pescadores algunos recursos para su subsistencia en la temporada baja de pesca durante las inundaciones, se introdujo en escala experimental el cultivo de especies indígenas. Fueron construidos dos estanques piscícolas, que en conjunto abarcaban casi una hectárea, para la cría de peces indígenas, poblándolos con bocachico (Ichthyelephas humeralis) y vieja (Aequidens rivulatus).

Para este objeto tuvo que concertarse un contrato entre el Gobierno y el propietario del terreno por el cual éste puso a disposición del primero el terreno por un plazo de cinco años sin percibir renta alguna. La construcción fue financiada por el USAID. Las partes de madera de la construcción fueron hechas en los talleres del Servicio Forestal. Los estanques fueron repoblados por los pescadores, los cuales tendrán a su cargo también la explotación de los mismos y disfrutarán los beneficios obtenidos de su producción. Pasados los cinco anos el terreno volverá a su propietario si el contrato no es prorrogado o se hacen cargo del mismo los pescadores.

Los estanques han sido construidos en una poza en la orilla alta del río sobre suelo arcilloso impermeable. No reciben agua durante la estación seca por un espacio de siete u ocho meses. Según las tablas meteorológicas, las pérdidas anuales por evaporación oscilan entre 500 y 1 000 mm. En consecuencia, se ha dado a los estanques una profundidad de 2,40 m para retener una masa de agua de la profundidad óptima del estanque de 1 m en los años más secos. La superficie acuática se reduce a las tres cuartas partes de su extensión mayor. La siembra en el primer año se ha calculado para la superficie mínima, con el fin de ajustarla después de la primera cosecha, de acuerdo con los resultados del incremento de la primera siembra. Los estanques se llenan con los crecidas del río Vinces, que alcanzan el nivel más alto de las aguas de los estanques durante algunos días y hasta semanas en varias ocasiones, desde finales de marzo hasta fin de abril, variando en más de 1 m al día. Las variaciones del nivel del agua en los estanques se mide y registra constantemente. El desagüe tiene que realizarse antes que el río alcance la altura del tubo más bajo de los monjes. Una gran poza próxima, con una gran capacidad de captación de agua de lluvia, habia sido preparada en el primer período de producción con un monje como reserva de agua en el caso de que los estanques pudieran menguar más de lo previsto. En la granja se dispone también de bombas para bombear agua del río en caso de necesidad. La superficie de estanques puede ampliarse con la construcción de otros nuevos en la poza de reserva y otras próximas. Mientras tanto, la parte central de la poza de reserva ha sido limpiada de pajón para construir otro estanque de unas 3 ha. Posteriormente podrán anadirse más estanques. Por desgracia, la primera población sembrada se perdió cuando en enero de 1973 las aguas superaron el coronamiento de los diques antes de poder recolectar los peces. Esta gran crecida constituyó una catástrofe nacional que causó también daños ingentes a la agricultura de todo el país. Para las crecidas normales las presas son suficientemente altas.

El Cuerpo de Voluntarios para la Paz de los Estados Unidos envió un zoólogo titulado para ayudar a resolver los problemas zoológicos.

Al principio del proyecto hubo que superar varios obstáculos con los pescadores. Estos eran: su desconfianza de un extranjero que pretendía ensenar a pescar a los pescadores; su desconfianza también de los funcionarios del Gobierno, que anteriormente sólo se habían preocupado de controlarlos; y su oposición a la cooperativa de ahorro y crédito a la que suponían que tenían que confiar su dinero. Tampoco tenían ninguna fe en unos artes de pesca que no habían visto nunca antes.

Se dedicaron pocos esfuerzos a la pesca experimental o a las demostraciones durante la época de aguas bajas, en que resulta eficaz la pesca con artes tradicionales sencillos. Ocurrió también que durante la crecida de las aguas, cuando la pesca resulta difícil, algunas de las técnicas propuestas no pudieron ser aplicadas porque los ríos venían llenos de troncos de árboles y otros materiales de acarreo que arrastraban las aguas. Estas técnicas pudieron ponerse en aplicación en la época de descenso de las aguas. En tal momento, el experto y sus colaboradores estaban totalmente ocupados con la construcción de los estanques piscícolas. Por esta razón, el tiempo disponible para realizar experimentos de pesca era bastante breve y se recomendó su repetición durante la temporada próxima más conveniente. Al final de la misión del experto llegó un patrón de pesca costera y fluvial perteneciente al Cuerpo de Voluntarios para la Paz de los Estados Unidos, el cual se prestó voluntariamente a continuar con los experimentos y demostraciones de pesca.

La idea de colocar en los estanques los peces jóvenes capturados, para su engorde como medida de previsión para la próxima “temporada muerta”, fue aceptada por los pescadores con gran entusiasmo. Se constituyó un grupo de ellos que trabajó con ahinco y diligencia en la construcción, mantenimiento y repoblación de los estanques. Actualmente hay otros que desean adquirir terrenos propios para construir estanques. Uno de los pescadores construyó su estanque por su propia cuenta.

Resulta, por tanto, que la atención del proyecto cambió de orientación durante algún tiempo, pasando de las técnicas de pesca fluvial a la introducción de la piscicultura.

Con el traspaso de la administración de la pesca continental al Ministerio de Recursos Naturales, que tuvo efecto en 1o de enero de 1973, la dirección del proyecto ha pasado al Instituto Nacional de Pesca el cual quiere utilizar los estanques y el material para experimentos científicos, por lo que ya no se puede disponer más de ellos para mejorar la situación económica de los pequeños pescadores de río.

La cooperativa de ahorro y crédito se orientó en un primer momento del proyecto hacia el consumidor y no siempre dio muestras de comprender los problemas de una profesión libre de productores que no tienen una renta mensual fija para hacer economías con carácter regular ni para los problemas de asistencia técnica. Esta situación cambió con la ayuda inteligente de la FECOAC. El número de pescadores afiliados a dicha cooperativa está aumentando.

Las actuales técnicas para la pesca en los remansos tienen que ser adaptadas para aplicarlas en las corrientes, y es preciso introducir nuevas técnicas de pesca para los cursos de agua.

3.2 MEJORA DE LAS TECNICAS DE PESCA

Las técnicas específicas que se indican a continuación para la pesca fluvial podrían resultar más eficaces que las actualmente empleadas. Debieran ensayarse y adaptarse a las condiciones locales.

  1. Líneas sencillas fijas.

  2. Palangres de río.

  3. Redes de enmalle flotantes.

  4. Redes de enmalle a la deriva.

  5. Trasmallos de deriva.

  6. Redes de arrastre fluviales a la deriva.

  7. Redes de arrastre con varios paños de red.

  8. Redes de arrastre fluviales entre dos aguas a la deriva.

  9. Redes de cerco fluviales.

  10. Trampas fluviales.

  11. Chinchorros asimétricos.

En un folleto especial redactado por el experto y publicado por el Servicio Forestal de Quito (véase bibliografía) figuran descripciones detalladas de los procedimientos de utilización y construcción de estos artes.

Las capturas de las pesquerías en las llanuras inundadas, especialmente en el río Chone, podrían incrementarse prolongando la temporada de pesca e introduciendo el empleo de artes más eficaces. Ofrecen posibilidades prometedoras las redes agalleras, los trasmallos y las pequeñas trampas de distintas formas. Las encañizadas de las chameras podrían disponerse de modo que formasen laberintos para los peces, con cámaras de captura o trampas incorporadas en su interior. Este arte proporcionaría capturas diarias desde el principio hasta el final de la temporada de las inundaciones.

Además, la zona podría subdividirse mediante presas bajas con compuertas sencillas para retener más tiempo el agua y ampliar así el período de crecimiento de los peces jóvenes. Como las llanuras chameras se utilizan también en la temporada seca para el pastoreo del ganado vacuno, los intereses pesqueros tendrían que llegar a un acuerdo con los intereses ganaderos respecto a la retención del agua durante un tiempo más prolongado.

También se han hecho propuestas para transformar grandes partes de las zonas chameras en estanques permanentes, los cuales estarían protegidos contra las inundaciones. Si los peces son sembrados más densamente y se les proporoiona alimentación artificial producirán más que las actuales chameras. Estos estanques tendrían que llenarse con las inundaciones y desaguarse en el río al bajar el agua. Por consiguiente, se perdería una poroción mayor del tiempo de producción. Antes de emprender estas actividades habrá que hacer en cada uno de los lugares cuidadosos estudios previos, y concretamente del relieve del fondo, de las posibilidades de pesca y desagüe y de los costos de inversión y de explotación.

3.3 DESARROLLO DE LA PESCA EN LOS LAGOS ARTIFICIALES

Las nuevas masas de agua, como el embalse de Poza Honda o los proyectados embalses para la producción de energía hidroeléctrica en la Sierra, que se derivan de recursos hídricos relativamente reducidos con muy pocas especies de peces, ofrecen posibilidades para la pesca. Las poblaciones pueden proyectarse y adaptarse al ambiente de que se trate y a las necesidades económicas.

Los programas de desarrollo de la pesca en estas nuevas aguas tendrían que estar constituidos por muchas medidas coordinadas, algunas de las cuales son las siguientes:

  1. Estudios de la limnología e hidrobiología de las aguas.

  2. Estudios de los cursos de agua de donde provienen las poblaciones de peces.

  3. En caso necesario, influir en la formación de las poblaciones de peces mediante medidas de repoblación, pesca selectiva, etc.

  4. Determinar en base a los experimentos e investigaciones sobre pesca, los artes y métodos y la clase de embarcaciones que habrían de ser utilizadas para la pesca comercial y para la explotación racional de la población íctica.

  5. Crear una población de pescadores. Se podrían establecer colonias de pescadores cualificados de otras zonas o capacitar a los no cualificados, orientarlos profesionalmente y ayudarles con la concesión de créditos, etc.

  6. Crear una infraestructura mínima, como, por ejemplo, terminales de pesca, estaciones de combustibles, instalaciones y servicios de carga de hielo y empacado, medios de transporte, etc., para garantizar el suministro por los pescadores y la utilización de su producción.

Como unos programas tan vastos no pueden ser realizados fácilmente por la escasa administración pesquera actual, deberán ser considerados como proyectos especiales que habrán de ejecutarse con ayuda técnica internacional o bilateral.

3.4 FORMACION Y EXPLOTACION RACIONAL DE POBLACIONES DE PECES EN AGUAS NATURALES

Las aguas frías de la Sierra cuentan con poblaciones de peces que no tienen enemigos naturales y que han sido protegidas durante decenios con la limitación de la pesca a la pesca con caña y anzuelo y la institución de temporadas de veda. Hay enormes zonas inaccesibles que de por sí constituyen una protección natural para estas poblaciones.

La mayoría de los pequeños lagos de montaña, que son alimentados por pequeños torrentes con buenas posibilidades para la propagación, y casi todos los lagos y arroyos trucheros están superpoblados de truchas. Estas poblaciones han alcanzado una densidad excesiva y están constituidas por peces de pequeño tamaño pero no jóvenes, que se hallan en deficientes condiciones. La reducción del número de individuos por unidad de superficie acuática mejoraría la base de su alimentación y daría lugar a un mayor crecimiento.

Utilizando solamente el método autorizado de pesca (la caña de pescar) estas poblaciones ícticas superpobladas no pueden ser reducidas normalmente a un nivel adecuado a la productividad de las aguas.

Las asociaciones de pesca deportiva han hecho propuestas para que se limite el volumen de tales poblaciones mediante la introducción de peces depredadores. Este procedimiento solamente se puede recomendar cuando las especies depredadoras puedan a su vez ser controladas. Esto, por su parte, no sería posible aplicando solamente las técnicas de la pesca deportiva.

Para el control de las poblaciones de peces es necesario y debiera autorizarse en la Sierra el empleo de los artes que utilizan los pescadores profesionales con los debidos controles. La reducción del exceso de población pudiera llevarse a cabo en las formas siguientes que se proponen como alternativas:

  1. Permitir el empleo de cualquier arte de pesca (excepto los explosivos y los venenos) a toda persona que tuviera licencia. El sistema de temporadas de veda debiera ser abandonado. Normalmente, la fijación de épocas de veda se hace solamente para las aguas recién repobladas hasta que la población de peces se ha establecido definitivamente.

  2. Concesión de licencias a personas responsables para utilizar en ciertas aguas solamente determinados artes (por ejemplo, esparaveles, redes de cerco, redes de enmalle o trampas) con el fin de reducir un exceso de población comprobado.

  3. Control de la población que podría llevarse a cabo por una brigada de pescadores empleados por la administración pesquera. Esta brigada se sostendría económicamente por sí misma mediante las capturas que obtuviera.

La introducción arbitraria de peces en aguas naturales por parte de asociaciones de pesca deportiva y por otras personas legas en la materia sin un permiso especial del Gobierno debiera ser rigurosamente prohibida. Dicho permiso solamente se debiera conceder para aquellas pocas aguas que no tienen una población de peces aprovechable o en las que las poblaciones de peces no se pueden mantener por sí mismas, mediante su propia propagación, como por ejemplo, la trucha en los lagos de cráter que no tienen afluentes.

Las tres estaciones de incubación de truchas actualmente existentes no pueden producir los jaramugos necesarios para poblar y repoblar tales aguas mientras tengan que depender de la importación de huevos. Por consiguiente, se recomienda: (1) que el personal de las estaciones de cría inicie la captura de peces maduros para procurarse material de reproducción; (2) lanzamiento de una campaña para activar la iniciativa en cuanto a ayudar a que los pescadores deportivos y otras personas interesadas proporcionen material de cría.

Es de esperar que pronto se produzca un exceso de densidad de la población de tilapia en la laguna Yaguarcocha. En esta laguna debiera pescarse con artes profesionales, como son, los chinchorros y las trampas. Probablemente, podría abandonarse en absoluto el sistema de temporadas de veda.

Es aconsejable que no se hagan mayores esfuerzos para ampliar la producción de carpa (Cyprinus carpio) en aguas naturales.

En el lago San Pablo es necesario practicar la pesca con chinchorros por lo menos una vez al año para estudiar el desarrollo de las poblaciones de lobina negra (Micropterus salmoides) con el fin de obtener una base para las ulteriores decisiones sobre medidas de ordenación.

Las tierras bajas de ambos lados de los Andes tienen poblaciones de peces de aguas templadas que en su mayoría están insuficientemente explotadas.

Según la información facilitada por pescadores dignos de crédito, las capturas del pequeño aunque comercialmente importante pez llamado dica (Curimatorbis sp), están aumentando en la cuenca del Guayas, en tanto que disminuyen las de los peces más grandes. Esto podría ser un efecto de las pesquerías, que están concentradas en las especies de mayor tamaño, o también de las limitaciones del tamaño de la malla, o de cambios en el medio ambiente. Este hecho podría contrarrestarse, sea permitiendo el empleo de mallas de tamaño más pequeño, o aún mejor suprimiendo totalmente las limitaciones del tamaño de la malla. También debiera abandonarse la fijación de temporadas de veda ya que, en cualquier caso, la pesca tiene que suspenderse forzosamente durante tres meses en la época de crecida de los ríos, sustituyendo la veda por la prohibición de capturar peces maduros cuando entran en las llanuras inundadas para desovar, y en cambio, permitiendo su captura al volver de ellas. Sin embargo, se reconoce que esta medida sería difícilmente controlable.

3.5 INTRODUCCION DE ESPECIES EXOTICAS

Los espectaculares resultados obtenidos con la aclimatación de la trucha en aguas andinas ha estimulado el interés por introducir otras especies exóticas en el Ecuador. Estas medidas debieran adoptarse con gran cautela, porque, en muchos casos, la introducción de una nueva especie en una multifauna (o multiflora) equilibrada ha determinado consecuencias desfavorables e imprevistas.

Se sugiere la introducción de nuevas especies: (1) para llenar nichos ecológicos vacíos para un mejor aprovechamiento del hábitat; (2) para proporcionar alimento a los peces depredadores; (3) para controlar el exceso de población mediante peces depredadores.

No parece haber necesidad urgente de introducir otros salmónidos en la región truchera superior de los ríos, o de especies exóticas de aguas templadas en los ríos de las tierras bajas.

A pesar de ello, la fauna de los lagos de montaña podría ser grandemente enriquecida con un cangrejo de agua dulce. El cangrejo de California (Astacus leniusculus) es una de las especies más prometedoras. En Suecia se han obtenido desde 1960 buenos resultados con la introducción de Astacus del lago Tahoe de California (1 900 m sobre el nivel del mar). Sin embargo, son precisos nuevos estudios para comprobar la necesidad de efectuar tales introducciones en el Ecuador.

3.6 PISCICULTURA

3.6.1 Piscicultura en aguas frías

Las aguas de las grandes latitudes de los Andes son adecuadas para la piscicultura comercial intensiva de aguas frías empleando la trucha, lo cual todavía no se hace en el Ecuador. Se ha criado algo de trucha como pasatiempo en estanques aislados, en su mayoría no vaciables, pero no se puede esperar de ellos una producción apreciable.

Por lo que se refiere al relieve del fondo y a la disponibilidad de agua, existen muchas localidades convenientes para establecer sistemas de estanques para la cría de la trucha. El obstáculo estará en la disponibilidad de alimentos proteínicos de origen animal para la alimentación de la trucha. En un primer momento, la cría de la trucha tendrá que llevarse a cabo en las proximidades de las poblaciones donde se puedan obtener con regularidad a un precio bajo residuos de matadero y desechos de las granjas avícolas, fábricas de productos cárnicos, etc. El establecimiento de la cría de la trucha a base de alimentos comprimidos no puede recomendarse todavía en el Ecuador porque estos productos tendrían que ser importados y solamente se podría crear una industria de fabricación de comprimidos después de que se hayan establecido varias granjas que proporcionen un buen mercado.

La antigua Misión Andina ha indicado su interés por los proyectos experimentales pero hasta ahora no ha sugerido lugares convenientes. Lo mismo puede decirse de la Oficina de Integración Fronteriza Colombo-Ecuatoriana, organismo binacional para promover el desarrollo de las regiones de ambos lados de la frontera colombiana. La CESA (Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas), organismo encargado de mejorar al pequeño agricultor, y que se ocupa principalmente de la rehabilitación de antiguas tierras de la iglesia, se ha ocupado de introducir el cultivo de la trucha en sus programas. La asistencia técnica alemana está promoviendo estos esfuerzos.

Se hicieron propuestas para mejorar la estación de incubación de truchas de Puñaro (Otavalo) y se mejoró la de Chirimachay (Cuerca) al construir nuevos tanques de incubación y rehabilitar los estanques de cría existentes al aire libre.

Bajo la orientación del experto, la Administración de Pesca (entonces el Servicio Forestal) estableció un modelo completo de granja trutícola en Aychapichu, cerca de Aloag, a 34 km de Quito, con un sistema de 17 estanques con una superficie total de 2 ha en terrenos de la Asistencia Social del Ministerio de Previsión Social y Trabajo (figura 3). Las condiciones del agua son apropiadas (t = 13°–16°C, pH 7,6, alcalinidad res. 40 mg/l). El alimento se obtiene de un matadero situado en Machachi que es una pequeña ciudad próxima. Los alevines tienen que ser producidos inicialmente en la estación de incubación de Cotopaxi, a 25 km de la granja. Aunque no está suficientemente poblada porque la obtención de equipo de incubación no se había organizado hasta casi el final de la misión del experto, la granja trutícola está en funcionamiento. Cuando esté en pleno rendimiento se hallará en condiciones de producir de 8 000 a 10 000 kg de trucha al ano.

En la trutifactoría de Cotopaxi, la alimentación de los alevines se cambió de alimentos en polvo no preparados en comprimidos, a bazo y sangre frescos, y también se mejoró la iluminación de la sala de incubación. Como resultado de todo ello el proceso de cría mejoró considerablemente. Los estanques que habían permanecido secos durante varios años se rehabilitaron y se pusieron en servicio de nuevo. Se utilizaron alevines y peces jóvenes para iniciar las operaciones de la nueva granja trutícola de Aychapichu. Para el período de incubación se empleó a un voluntario del Cuerpo de Voluntarios para la Paz.

3.6.2 Piscicultura en aguas templadas

El cultivo de la carpa y la tilapia es posible en las tierras bajas de ambos lados de los Andes y en algunas localidades del altiplano.

Hasta la llegada del experto, las carpas se mantenían como una distracción. Había demanda de peces jóvenes para poblar estanques particulares aislados, pero no se disponía de aquéllos. En las condiciones del país, la producción de carpas en un estanque único no vaciable, con un desove no controlado, hoy día no resulta económico. Se precisa un sistema de estanques vaciables de distintos tamaños en los que se cultiven los peces bajo un estricto control de los grupos de edad. Estos sistemas de estanques no existen todavía en el Ecuador.

Cuando se trata de la carpicultura en estanques únicos, ha sido costumbre en los países que tienen ya afirmado este cultivo, poblar los estanques completamente con jaramugos adquiridos de los comerciantes y criarlos hasta que alcanzan un tamaño comercial. Por lo general, en estos estanques no se lleva a cabo la propagación. Una vez hecha la recolección, se renueva completamente la población para el siguiente período de producción. El número exacto de peces que se pueden desarrollar allí hasta el tamaño deseado se calcula sobre la base del crecimiento en el anterior período de producción.

Con arreglo a este sistema, algunos cultivadores que disponen de los elementos necesarios (cubetas para mantener a los reproductores separados por sexos, estanques de reproducción y de alevinaje) pueden concentrarse en la producción de peces jóvenes para su venta a los que se dedican a producir peces de tamaño apropiado para la venta en el mercado. En otro caso, o simultáneamente, el Gobierno puede producir carpas jóvenes en sus propias estaciones para poblar los estanques únicos de propiedad privada. Ambos procedimientos son posibles en el Ecuador.

Debiera abandonarse la práctica seguida anteriormente de sembrar con algunas carpas los estanques únicos no vaciables para constituir una población de volumen desconocido sin ningún control.

El establecimiento dedicado a la producción de pececillos en Chillogallo se encuentra ya en condiciones de producir alevines para muchos estanques de carpas de propiedad particular. Otro establecimiento de este tipo está en construcción en Santo Domingo de los Colorados en terrenos del Servicio Forestal. También algunos piscicultores de las proximidades de Quito y Santo Domingo producen peces jóvenes para la venta.

Aunque es grande el interés por la cría de carpas, no puede predecirse cuál será la reacción del mercado a este tipo de pescado. Si bien la carpa es muy popular en muchas zonas del mundo, en otras no es aceptada.

El cultivo de la tilapia ha sido fomentado por la anterior administración de pesca en las zonas de aguas cálidas del Ecuador, porque puede llevarse a cabo en pequeños estanques únicos, pero en casi todos los casos ha fracasado porque la mayoría de los estanques no eran vaciables y se produjo la superpoblación.

Aunque introducida como Tilapia mossambica, las poblaciones de tilapia en el Ecuador están constituidas por varias especies todavía no identificadas con exactitud (véase la nota al pie de página del apéndice 1). T. mossambica es omnívora aunque tiene preferencia por las algas y la vegetación mayor.

La producción de los estanques de tilapia depende, principalmente, al igual que la de trucha, de la alimentación artificial, pero puede realizarse en cualquier lugar con productos vegetales. A diferencia del cultivo de la trucha y de la carpa, los estanques de tilapia se siembran con un pequeño número de individuos porque estos se reproducen con mucha rapidez. Debe controlarse el exceso de población, control que se realiza en mejor forma mediante el empleo de alguna especie depredadora.

Para tal objeto será apropiada la carpa americana Micropterus salmoides, así como especies indígenas de la familia Ariidae dentro del grupo de los bagres, como Bagre panamensis y Netuma platypogon, conocidos en el país con los nombres de bagre o barbudo, y especies similares. Sin embargo, las poblaciones de estas especies deberán a su vez ser controladas de modo que no puedan perjudicar a la población de tilapia.

Todavía no están suficientemente desarrollados para recomendar su adopción en el Ecuador en este momento otros métodos más refinados como son la selección de los machos en una fase temprana de su ciclo vital o la producción de híbridos pertenecientes a un solo sexo.

El Centro de Producción de Peces Jóvenes de Chillogallo produce tilapia juvenil, pero la reproducción no es satisfactoria, posiblemente porque la estación se encuentra a una altitud excesiva (3 000 m). Habría que suspender la producción de esta especie allí. La mayor parte de los alevines necesarios para los nuevos estanques de la Sierra, en donde es posible el cultivo de tilapia, son todavía producidos por la población natural de la laguna Yaguarcocha. En Santo Domingo de los Colorados, situado en un clima tropical, un piscicultor se ha especializado en la producción de alevines de tilapia para la venta a otros cultivadores. El Centro de Producción de Peces Jóvenes en construcción en terrenos del Servicio Forestal en Santo Domingo se proyectará para la producción de tilapia juvenil.

En la antigua Estación Experimental de Chillogallo, donde no se han llevado a cabo nunca experimentos, los tres grandes estanques existentes se transformaron en vaciables incorporando orificios de descarga. Se construyeron otros tres estanques más así como un lecho para el desove de la carpa. Uno de los nuevos estanques fue poblado con tilapia y otro con carpa. Las truchas fueron trasladadas a Aychapichu. Se sugiere que esta estación se utilice para producir peces jóvenes con el fin de venderlos para la repoblación de estanques privados.

Se han preparado planes detallados para la construcción de estanques piscícolas experimentales y de demostración para la estación forestal de Santo Domingo de los Colorados y para la Escuela Forestal de Conocoto. Los primeros están ya en construcción. Hubo que abandonar un plan para la construcción de una granja carpícola cerca de Quito como empresa conjunta entre un terrateniente particular y el Servicio Forestal.

Durante la misión del experto, el interés por la piscicultura aumentó considerablemente en todos los sectores de la población rural. Muchos propietarios de terrenos, cooperativas y “comunes” de indios están pidiendo asesortamiento sobre construcción.y explotación de estanques. Hay ya alrededor de 102 proyectos prometedores en todo el país, cuyos iniciadores han consultado con la administración de pesca. Muchos de estos proyectos recibieron asesoramiento ad hoc del experto después de inspeccionar la localidad y de estudiar las condiciones del agua y del suelo. No hay que esperar que lleguen a tener efectividad todos estos proyectos.

Treinta y cuatro de estos proyectos están situados en la zona de Santo Domingo de los Colorados en donde presta asistencia el voluntario S. Zemen y personal capacitado del Servicio Forestal, en colaboración con el experto. En 15 de ellos se ha iniciado la fase de construcción o están ya en funcionamiento. Entre ellos figura uno perteneciente a una cooperativa de colonos (en funcionamiento), dos en terrenos privados de socios de las mismas cooperativas (construcción casi terminada), uno (en funcionamiento) para una tribu de indios que viven con sus antiguas tradiciones, “Los Colorados” o “Zaracay”, y el resto pertenecientes a agricultores en pequeña o gran escala y que también están en parte en funcionamiento. Un agricultor que posee nueve estanques de diferentes tamaños produce tilapia joven para su venta a otros cultivadores, además de pescado para el mercado.

En Daule se han construido dos estanques para carpas en terrenos de una cooperativa de colonos, en conexión con los ensayos para introducir la piscicultura en arrozales llevados a cabo por el especialista en piscicultura y voluntario alemán Arnold Philipp, en consulta con el experto. Las operaciones se retrasaron debido a las extraordinarias inundaciones.

En la zona de Vinces un pescador ha construido un estanque piscícola en sus propios terrenos basándose en el modelo del estanque del Proyecto de Vinces. En una granja privada (La María) se han construido con ayuda del experto, tres estanques experimentales para peces indígenas de agua templada. Están enlazados con el sistema de riegos de la granja. Otro agricultor, que en otra ocasión tuvo que soportar grandes pérdidas debido a que las presas de sus instalaciones estaban mal construidas y se hundieron, ha comenzado de nuevo sus actividades con un estanque más pequeño después de consultar con el experto. Otros varios están auténticamente interesados. En la zona existen muchas pozas.

En los alrededores de Quito, muchos propietarios de estanques solicitaron asesoramiento y ayuda. Varios estanques muy mal explotados pudieron ser mejorados. En cuatro de ellos con una población mixta y resultados poco alentadores se extrajeron los peces que contenían y se limpiaron y repoblaron nuevamente con carpas para un propietario. Se adoptaron mejores métodos de explotación. El desarrollo de los peces mejoró considerablemente y se pudo suministrar alevines a otros piscicultores que carecían de instalaciones para producirlos por su propia cuenta. Como en los estanques de producción de mayor tamaño, ésta tiene que ordenarse por ciclos de dos años, todavía no se conoce el volumen de la cosecha final. Por consejo del experto, varios propietarios de estanques del Valle de Chillo cerca de Quito formaron una agrupación no rígida para el intercambio de experiencia y para ayudarse unos a otros con alevines, alimentos artificiales, etc. Después de consultar con el experto, uno de los propietarios de estanques de truchas construyó otros cuatro más en un valle de erosión (quebrada) cerca de Pintag, a 30 km de Quito.

En el extremo sur cerca de Cochapata, Caritas está construyendo dos estanques de carpas para una cooperativa agrícola de indios, en una zona grandemente deteriorada por la erosión.

En el sudeste están en construcción varios estanques piscícolas cerca de Sucua y Macas para cooperativas de indios y “comunes”, repoblados de arbolado por el CREA, el Servicio Forestal y el Servicio Veterinario, con asesoramiento del experto.

Asimismo, algunas colonias en terrenos de selva virgen al este del volcán Sangay, sin posibilidades de acceso por carretera o por vía fluvial, que han sido asimismo repobladas forestalmente por el CREA y ayudadas por el Cuerpo de Voluntarios para la Paz de los Estados Unidos, están practicando también la piscicultura.

Como las zonas meridionales están muy alejadas (a las cooperativas de Sangay sólo se puede llegar con aviones fletados a tal objeto) no fue posible visitarlas con frecuencia y, por lo tanto, nada se sabe acerca del progreso de dichos proyectos.

3.6.3 Cultivo de especies indígenas

Parece más razonable utilizar para el cultivo especies indígenas que introducir especies de peces exóticos. Sin embargo, las primeras no han sido todavía cultivadas y se sabe muy poco acerca de sus hábitos para poder sugerir métodos de cultivo razonables. Por consiguiente, quizá sea mejor que los principiantes comiencen el cultivo piscícola con los peces ya introducidos para los que ya existen métodos determinados de cultivo. Más tarde, los piscicultores pueden intentar adaptar estos métodos a las especies indígenas, después de estudiar algunos fundamentos básicos biológicos, como son los hábitos de alimentación y de desove.

Habrá que recordar aquí que en muchos países tropicales, entre ellos los sudamericanos, numerosas especies ícticas indígenas que se cultivaron experimentalmente no desovaron en absoluto en cautividad o solamente lo hicieron después de la aplicación de inyecciones de extractos de glándula pituitaria. Estos métodos, sin embargo, no pueden ser recomendados todavía en aquellos lugares y a aquellas personas que no disponen de experiencia anterior sobre piscicultura.

No obstante, podría ser intentada la piscicultura con especies indígenas en el Proyecto Vinces porque allí se dispone en abundancia de peces jóvenes de los ríos para la repoblación de los estanques, de tal forma que el cultivo puede ser limitado a la recría de estos jóvenes hasta que alcanzan un tamaño apropiado para la venta en el mercado.

3.6.4 Piscicultura en arrozales

Aunque el Ecuador es un país arrocero importante, la piscicultura en arrozales todavía no se ha intentado. Existen principalmente dos métodos diferentes aplicables a climas distintos. Cuando los terrenos se utilizan para el cultivo del arroz durante todo el año, se liberan peces jóvenes en los arrozales. En cambio, cuando existe una estación fría, el arroz sólo puede ser cultivado en parte del año y la producción combinada de arroz y de peces puede hacerse alternadamente, de forma que los arrozales se pueblan con peces una vez que el arroz ha sido cosechado. En ambos casos, el índice de crecimiento individual de los peces es reducido porque el período de producción de aquéllos es corto. Si los peces de pequeña talla no son aceptados en los mercados o no alcanzan un precio que sea razonable, deben ser trasladados para su engorde ulterior en otros terrenos, o conservados (en el cultivo alternado) hasta el próximo período de producción. La tilapia, que se alimenta de hojas, destruye las malas yerbas y con ello incrementa las cosechas arroceras. A su vez, los peces remueven el limo del fondo y destruyen las plagas de insectos.

El aumento de la producción de arroz mediante la utilización de la tilapia, que es consumidora de hojas, es del 3–5 por ciento aproximadamente. En experimentos llevados a cabo recientemente en el Africa tropical, la producción de peces (Tilapia) en los arrozales fue de 150 kg/ha. Otros peces, como la carpa europea o los peces indígenas de agua dulce, pueden ser eventualmente utilizados para el cultivo de peces en arrozales. La decisión en cuanto a los peces que habrán de utilizarse deberá hacerla un biólogo experimentado.

Por lo que se refiere al Ecuador, el primer método, o sea el del cultivo combinado de peces y arroz, es factible, en tanto que la producción alternada de arroz y de peces sólo puede ser aplicable en algunos pocos lugares.

Se precisarán centros de producción de alevines con capacidad suficiente para poblar los arrozales. Los procedimientos de producción de peces tendrán que adaptarse al ciclo productivo del arroz y habrá que construir en consecuencia los adecuados elementos de infraestructura.

3.6.5 Contaminación, enfermedades de los peces y enemigos de éstos

Después de las fuertes lluvias se observó una mortandad de peces en pequeña escala en los ríos cargados intensamente de limo (p.e., río San Pedro) pero, sin embargo, otros muchos permanecieron relativamente limpios.

Se registró una mortandad de peces en gran escala en la zona bananera de alrededor de Santo Domingo de los Colorados y Quevedo, en donde se practica corrientemente la pulverización de plaguicidas desde aviones (información del Instituto Nacional de Pesca). El bañado del ganado vacuno con insecticidas para combatir los ectoparásitos puede tener también el mismo efecto en aguas de los cursos inferiores.

El río Milagro al este de Guayaquil está intensamente contaminado por las industrias de la caña de azúcar y no tiene fauna íctica. Sin embargo, éste es el único caso de este tipo observado. En general, los ríos ecuatorianos todavía no están gravemente contaminados.

Podría producirse una contaminación intensa en las zonas de extracción minera y de petróleo y por bajo de las minas de oro, por ejemplo, más allá de Pilató. Correspondería al Gobierno aplicar la legislación necesaria para proteger las aguas respectivas.

La infestación por parásitos es más bien insignificante en las aguas naturales pero puede llegar a ser intensa en los criaderos y estanques piscícolas. La peor infestación por parásitos se observó en los estanques de peces tropicales en Vinces.

Se comprobó una infestación por ascitas de la vejiga natatoria en una trucha del río Pita (Cotopaxi).

En enero de 1973 se produjo una infestación de forunculosis de los salmónidos, causada por Bacterium salmonicida, en las truchas jóvenes de Aychapichu, la cual desapareció cuando se aplicó un tratamiento de baños de sulfato de cobre. La trucha infestada procedía de la incubación de huevos importados de los Estados Unidos en 1972.

En algunos casos se observaron infestaciones intestinales, intramusculares y mesentéricas en los peces de río de las zonas de agua templada, pero aún no se han descubierto en las poblaciones de peces de los ríos de aguas frías. Dichas infestaciones fueron muy intensas en los estanques de agua templada de Vinces.

En los intestinos de bocachico (Ichthyoelephas) y vieja (Aequidens), de los estanques de Vinces, se encontraron en algunos casos Acanthocephales en muy gran número.

La Sra. B. Lee, del Cuerpo de Voluntarios para la Paz, recogió endoparásitos en la zona de Vinces para su identificación.

Es corriente la presencia de trematodos (Piscicula sp) en los sistemas de ríos de agua templada del Litoral y Oriente, pero todavía no se han observado en las aguas frías de montana. Abundan mucho en los estanques piscícolas de aguas templadas.

Se han encontrado argúlidos (piójo de los peces) en todas las aguas templadas de las tierras bajas, los cuales constituyen un auténtico problema en los estanques piscícolas.

Cuando es posible el vaciado de los estanques entre su repoblación y la recolección, pueden reducirse los ectoparásitos bañando a los peces, en el caso de infestaciones de trematodos, durante un tiempo de media hora a una hora en una solución de agua con sal común al 2,5 por ciento; y por lo que se refiere a Argulus con baños en una solución de Lysol al 2 por ciento durante 10–15 seg. El encalado de los suelos con cal viva cuando se desaguan los estanques tendrá que pasar a constituir una medida de ordinaria administración para el control de los ecto y endoparásitos en todos los estanques piscícolas.

Causan grandes daños Pteronura brasiliensis (con frecuencia llamado erróneamente nutria en el Ecuador), las tortugas de agua charapa (Podocnemis expansa) y las aves ictiófagas, como las garzas (Ardea herodias y otras), los cormoranes (Phalacrocorax), el martín pescador (Alcedinidae), y el águila pescadora (Haliaetus leucocephalus), los cuales abundan en todas las zonas de aguas templadas y debieran ser controlados por el piscicultor.

3.7 OTRAS MEDIDAS

A propuesta del experto y del USAID, la Sra. Betty Lee, del Cuerpo de Voluntarios para la Paz, inició el estudio de la biología de los peces indígenas en conexión con el Proyecto de Vinces. Como no se pudieron instalar en Vinces elementos para el trabajo de laboratorio, aquélla se estableció primeramente en Santo Domingo de los Colorados y más tarde en el Instituto Nacional de Pesca de Guayaquil.

A petición del Instituto Nacional de Pesca, el experto preparó programas de investigación y biología pesquera para el lago artificial de Poza Honda (aplicables también al proyectado lago de Chone y a varios embalses proyectados para el suministro de energía hidroeléctrica en los Andes), así como para los sistemas fluviales del Ecuador. Aparte de algunos estudios esporádicos de ciertos peces de estas aguas, combinados con análisis del contenido estomacal y la determinación del grado de madurez llevados a cabo por la Sra. Lee, antes de la salida del experto no se había comenzado un trabajo de investigación planificada en estas aguas.

El Instituto Nacional de Pesca de Guayaquil, que sería el más apropiado para esta labor de investigación, no dispone todavía de personal para la investigación limnológica y de los peces de agua dulce.

La anterior administración de pesca y otros círculos extranjeros han hecho propuestas para establecer un instituto de investigación dedicado exclusivamente a la piscicultura en cada una de las tres zonas geográficas del Ecuador (Litoral, Andes y Oriente). Por lo que se refiere a la disponibilidad de medios económicos y de personal, estas propuestas no parecen ser realísticas.

La CEDEGE ha aceptado una oferta de la ayuda bilateral canadiense de 325 000 dólares del Canadá para establecer un instituto de investigaciones sobre piscicultura en la cuenca de captación del río Guayas, con una contribución propia de 6 860 000 sucres. Aparte algunas consultas ocasionales por parte de medios canadienses, el experto no participó oficialmente en la planificación de esta actividad, que en su planteamiento original era muy ambiciosa, y que en lo concerniente al financiamiento por el país y recursos personales era también un programa no ajustado a la realidad. Según las últimas informaciones de que disponía el experto, el plan mientras tanto se ha subidivido en otros dos, correspondientes a un instituto de investigaciones para el cultivo de la trucha y otro para las relativas al cultivo de peces de aguas templadas, habiéndose seleccionado los lugares de su emplazamiento fuera de la zona de riego de la CEDEGE, teniendo en cuenta los altos costos de las aguas de riego. En esta forma, el plan parece más adecuado a las necesidades actuales y puede resultar muy útil para la totalidad del país, aunque precisamente la estación de investigaciones sobre la trucha proyectada para un lugar de la Sierra puedo ser de poco provecho para la propia zona de trabajo de la CEDEGE, o sea, la cuenca del Guayas, que es casi enteramente tropical, de modo que allí no podría vivir la trucha.

Sería útil establecer colaboración o por lo menos coordinación de estas dos instituciones con el Instituto Nacional de Pesca de Guayaquil que se propone emprender por su cuenta trabajos de investigación sobre piscicultura.

Existe una gran necesidad de llevar a cabo estudios de la dinámica de las poblaciones de peces en aguas naturales de la Sierra, así como de las poblaciones fluviales del Litoral. A este objeto, sin embargo, serían necesarias nuevas y costosas instituciones de investigación.

Como la mayoría de las actividades sobre fomento de la pesca continental y la piscicultura están también encomendadas en la práctica desde 1o de enero de 1973 al Instituto Nacional de Pesca, esta institución podría contribuir mucho al desarrollo de la pesca en aguas interiores y a la piscicultura, poniendo al alcance de los practicantes los resultados de las nuevas investigaciones de la ciencia internacional, lo que representaría la realización de una labor de extensión, y a la vez poniendo los métodos de producción en la práctica sobre una base más científica mediante: (1) la introducción en las pesquerías continentales del registro de las capturas diarias, su composición por especies, pesos, valores, costos de producción y otros datos biológicos y económicos; (2) en lo que se refiere a la piscicultura, el pesado y medición de los peces en el momento de su siembra y recolección, el cálculo de las poblaciones, el consumo de fertilizantes y alimenlos artificiales, y otros datos pertinentes para la adopción de medidas de ordenación y de administración comercial.

Teniendo en cuenta la actual escasez de personal de investigación y de extensión en este Instituto, las actividades de investigación propiamente dicha, aparte de la promoción de la pesca y la piscicultura, tendrían que ser limitadas en cuanto a la pesca en un primer tiempo a los estudios limnológicos y faunísticos de las aguas ecuatorianas, y eventualmente a los estudios de la biología de algunas de las especies de peces más importantes; en cuanto a la piscicultura (teniendo en cuenta que son conocidos los métodos de cultivo de los peces exóticos introducidos) se limitaría a la elaboración de sistemas de cultivo de los peces indígenas que no se producen todavía en otras partes, y a otros problemas específicos del Ecuador.


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