Principales influencias
Año 2000
Sobre el consumo mundial de madera
World consumption of wood: trends and prognoses (Consumo mundial de madera tendencias y perspectivas), por András Madas. Budapest, Akadémiai Kiadó, 1974. 130 págs. Precio: 15 forints. (En inglés)
Resulta realmente interesante y útil disponer de un libro que trate de las tendencias, evolución y perspectivas del consumo mundial de madera, escrito por un alto funcionario responsable de la planificación agrícola y forestal en un importante país socialista. El autor de este libro notable, Dr. Madas, además de sus funciones nacionales, es Presidente del Comité de la Madera de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), que continuamente sigue de cerca la evolución de los mercados de productos forestales de América del Norte, Europa y la U.R.S.S. Su experiencia le califica eminentemente para escribir este libro.
El libro se abre con un capítulo explicativo de las funciones del bosque y de la planificación en la economía forestal y maderera. El capítulo final se ocupa de las posibilidades de que el sector forestal cumpla las funciones que de él se esperan y que se describen en el cuerpo principal del libro, donde se exploran cuáles serán probablemente las necesidades de madera al terminar el siglo.
El autor ha tomado mucha de la información de los estudios mundiales y regionales de la FAO y de la CEPE, así como de los trabajos de muchos expertos y organismos nacionales de los principales países del mundo, entre ellos el Japón. los Estados Unidos, y la U.R.S.S. Sin embargo, la contribución personal del autor es importante para el conocimiento de las tendencias mundiales y regionales en lo referente al consumo de madera. Como suele suceder con todos los principales estudios de este tipo, en los cuales se dan importantes pruebas estadísticas obtenidas de muchas fuentes, en muchos casos los acontecimientos se han producido más rápidamente que la preparación del libro, lo que hace que se disponga ahora de nuevo material. Como ejemplos notables de esto están las varias e importantes nuevas evaluaciones nacionales disponibles, y los diversos estudios regionales o mundiales que sobre grupos de productos básicos han preparado recientemente, o están preparando, la FAO y la CEPE.
Al tratar de la posición de los países capitalistas con respecto a la planificación, el Dr. Madas llama la atención con toda razón, acerca de su tradicional resistencia a comprometerse en a planes o. Pero no tiene razón cuando atribuye el hecho de que un creciente número de pronósticos se hayan hecho atendiendo a la necesidad del control social de los bosques como resultado de la gran importancia que se concede a las funciones de protección y recreo de los bosques. Al autor no se le escapa el hecho de que las evaluaciones nacionales de la situación de la oferta y la demanda de madera se han considerado, desde hace mucho tiempo, como importantes, e incluso como normales, en muchos de los países con economía de mercado.
Estos análisis han servido durante muchos años de base para la planificación, tanto por parte de los gobiernos como de la industria privada. En el libro por ejemplo. no se considera debidamente el hecho de que tanto el Canadá como los Estados Unidos han realizado una serie de estudios especiales de este tiro, que, en el segundo de los países citados, esto comenzó ya en 1909 y que, desde 1928 existe una ley que exige su realización.
El cuerpo del texto se refiere a los pronósticos del consumo maderero de todas las regiones importantes del mundo, en primer lugar en términos de madera industrial rolliza, considerada en conjunto, y luego expresada en los principales productos elaborados: madera aserrada, paneles a base de madera, y papel y cartón. El autor analiza los principales factores que influyen en el consumo de maderas industriales, entre ellos el nivel del desarrollo económico, la disponibilidad de madera; las tendencias a largo plazo de los precios de la madera el crecimiento demográfico y los progresos tecnológicos.
Los datos históricos que sobre el consumo ha utilizado el Dr. Madas en su análisis abarcan el período 1913-68 y, en un período tan largo, las tendencias suelen ser muy diferentes que cuando se las considera por períodos más breves, de 10 ó 20 años. Aplica bastante persuasivamente los sistemas del economista húngaro F. Jánossy para calcular las tendencias basadas en el tiempo, utilizando los datos del período a largo plazo para la madera industrial, considerada globalmente, y para los principales surtidos elaborados. Ha empleado el principio de extender la tendencia de los niveles máximos, más bien que la de los niveles medios, y se ha justificado observando que evitaba utilizar las tendencias a corto plazo porque pueden indicar un crecimiento rápido en los períodos de recuperación o, viceversa, un escaso crecimiento, o disminución, durante los períodos de tensión. También utiliza, aunque con carácter bastante elemental, las relaciones entre los ingresos y el consumo por persona. Pone de relieve las importantes diferencias que existen entre los países importadores y los exportadores, que reflejan su nivel de disponibilidad de madera. Hace uso del índice de disponibilidad de madera preparado por G. Gregory.
El autor critica justificadamente la falta de análisis detallados de la evolución de los precios y de sus consecuencias en muchos de los países estudiados. Sin embargo, coincidiendo con los autores de otros estudios de igual enjundia, que abarcan gran diversidad de productos, su contribución cuando trata de este aspecto es limitada. Llama la atención sobre el hecho de que son muchos los factores que tienden a hacer que la madera y sus productos resulten relativamente más costosos con el tiempo, como confirman las diversas tendencias a largo plazo, y que, en el supuesto de precios relativos constantes o de la continuación de la tendencia relativamente estable de los precios registrada durante casi todo el decenio de 1950-59 y primeros años de 1960-69, es cosa muy discutible; sin embargo, el análisis no indica ninguna medida cuantitativa eficaz para determinar la repercusión de los precios (por ejemplo, la elasticidad de los precios). El efecto de las tendencias de los precios se toma, como es lógico, implícitamente en cuenta en sus proyecciones de las tendencias a largo plazo. Sus críticas a la publicación Timber trends in the United States, 1965, en cuanto a la hipótesis de precios constantes, quedaron anuladas por la publicación más reciente Outlook for timber in the United States, 1973, en la que se hace considerable hincapié en la evolución y los efectos de los precios en sus análisis, y especialmente en su proyección alternativa de la demanda.
El Dr. Madas sugiere que el total mundial del consumo de madera para el año 2000, por lo menos en el decenio o los dos decenios siguientes, alcanzará aproximadamente la cifra de 5 000 millones de m3, de los cuales, unos 1000 millones pueden ser de leña, o sea, igual que el actual nivel de consumo. Por lo tanto sugiere que el consumo total de madera al final de siglo tal vez sea entre dos y dos veces y media mayor que en 1968, aumentando el componente de madera industrial de tres a tres veces y media en comparación con la cifra actual.
Después de añadir a estos requisitos otras necesidades que satisface el bosque: funciones productivas (por ejemplo, pastoreo, caza, abastecimiento de aguas), de protección, recreo y aporte de oxígeno, el libro analiza las posibles perspectivas comerciales de los bosques del mundo y el tipo de suministro que resulta. Sin llegar realmente a afirmar que los bosques del mundo pueden satisfacer la demanda en el año 2000, llega claramente a la conclusión de que existe potencial de sobra para ello, que los bosques vírgenes durarán hasta bien entrado el próximo siglo y que las plantaciones aportarán, cada vez más, una base sólida para el desarrollo en un futuro más distante. En este proceso pronostica a que se está creando un mercado forestal uniforme para la madera y los productos madereros».
Pensándolo bien, cabe sorprenderse por la principal deducción del libro, o sea que, dado el tipo de demanda en desarrollo que es casi inevitable, el consumo futuro está ya en gran parte predeterminado y que las principales opciones que han de considerar los planificadores son dónde y cómo han de satisfacerse las necesidades mundiales de madera. No cabe sino preguntarse, especialmente en el caso de una economía planificada, si algunos de los objetivos y metas nacionales en cuestión no justifiquen tal vez el empleo de instrumentos de politice para moldear el tipo de demanda que se está creando.
Este libro puede figurar en la lista de los que «deben leer» todos los forestales y planificadores interesados en el desarrollo de este importante sector.
S.L. PRINGLE
Departamento de Montes de la FAO,Roma:
|
unasylva, estilo del manuscrito unasylva es una revista internacional de silvicultura e industrias forestales que se publica trimestralmente en español, francés é inglés. Idioma y redacción Se aceptan manuscritos en español, francés e inglés. Los manuscritos bien redactados y presentados no sólo ayudan a comunicar ideas e información al lector, sino que también facilitan la labor de edición y traducción. Preparación de manuscritos Los manuscritos deberán presentarse por duplicado, escritos a máquina a doble espacio por un lado sólo de la página y dejando amplios márgenes, de manera que cada página contenga alrededor de 250 palabras, lo cual simplifica la cuenta de las mismas Deberíamos poder sacar fotocopias limpias y fácilmente legibles de cualquier manuscrito y, por consiguiente, rogamos que se use una cinta nueva de máquina. En la parte superior derecha de la primera página deberá ir el nombre y dirección del autor, fecha y número de palabras en el texto propiamente dicho, excluyendo las palabras en los cuadros, ilustraciones, encabezamientos y pies o títulos. Las páginas subsiguientes sólo deberán llevar el nombre del autor arriba, a la derecha. Sistema métrico Todas las medidas se deberán expresar en el sistema métrico. Cuadros, ilustraciones, dibujos Los cuadros, las ilustraciones y los dibujos de cualquier clase deberán ir cada uno en página aparte y numerados para que correspondan con sus puntos de referencia en el texto. En ningún caso deberán insertarse en el propio texto. Deberán ser tan claros y sencillos como sea posible. Deberán incluirse sólo aquellos cuadros e ilustraciones esenciales y en todos ellos deberá mencionarse la fuente. Fotografías unasylva utiliza fotografías en blanco y negro. Preferimos buenas fotografías en blanco y negro de 18 × 24 cm en papel brillante. Si una diapositiva de color es muy buena, podemos hacer una copia negativa y sacar una buena fotografía en blanco y negro, pero preferimos no tenerlas. Procuraremos devolver las diapositivas en color y las negativas en blanco y negro, pero no lo garantizamos. Las fotografías en blanco y negro no se devuelven. Llamadas y referencias Las llamadas y referencias deberán enumerarse en hojas por separado al final del manuscrito. Las llamadas deberán reducirse a un mínimo absoluto y preferimos que no las haya. Las referencias deberán estar estrictamente relacionadas con el articulo y también limitarse al mínimo. En cuanto a la redacción de las referencias se ruega ver los ejemplos en la revista. Tamaño de los artículos Los artículos largos son de 3000 a 4000 palabras y los cortos de 750 a 2000. Artículos reimpresos unasylva prefiere artículos originales, pero no descarta los que ya se hayan publicado antes, especialmente cuando ofrecen la posibilidad de intercambiar puntos de vista y nuevos conocimientos de importancia básica en materia de silvicultura e industrias forestales entre los lectores de regiones desarrolladas y en desarrollo o cuando entran consideraciones de idioma. Indagaciones por anticipado Acogemos con gusto cartas en las que se sugieran ideas y temas para artículos propuestos. Estas cartas suelen dar como resultado artículos de una calidad superior y una economía de tiempo al escribirlos y redactarlos. Quiénes son los lectores Los suscriptores de unasylva en unos 135 países pertenecen a las siguientes categorías generales: • Oficiales gubernamentales, en particular los de nivel ejecutivo de los servicios nacionales forestales, departamentos de vida silvestre y parques nacionales. Esta categoría también incluye delegados y misiones ante las Naciones Unidas y sus organismos especializados y miembros del personal de organizaciones internacionales interesadas en la silvicultura, el ambiente, las industrias y el comercio de productos forestales. • Las escuelas de montes y los institutos forestales, por intermedio de sus bibliotecas y suscripciones a miembros del personal. • Empresas industriales forestales que se ocupan de servicios para la silvicultura y compañias dedicadas a productos forestales. • Ingenieros de montes, especialmente los interesados en la silvicultura internacional. • Editores de revistas profesionales y comerciales que tratan de silvicultura industrias forestales y conservación del ambiente. |
