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Editoriales


Pasta y papel del trópico
Dónde es necesaria la investigación

Pasta y papel del trópico

Toda sociedad que aspire a progresar necesita grandes cantidades de papel de muchos tipos. Por eso no hay que soprenderse de que el tercer mundo coloque las fábricas de pasta y papel a la cabeza de la lista de las industrias que desea tener. Por otra parte, las posibilidades de creación de estas industrias son muy grandes en muchos de los países del trópico, porque la mayor parte de los bosques del mundo se encuentran allí y sus características ecológicas son favorables para la plantación de especies de crecimiento rápido. Los países en desarrollo que disponen de bosques están ahora más convencidos que nunca de que pueden convertir por sí mismos esa fibra en pasta.

La labor de instalación de fábricas es tan difícil como urgente, pero estamos persuadidos de que las dificultades se pueden vencer ahora mismo y en los próximos años si verdaderamente lo desean los que se interesan por el desarrollo de la pasta y el papel tanto en el mundo desarrollado como en desarrollo. Es conveniente instalar tanta nueva capacidad de producción y tan pronto como sea posible en los países en desarrollo y utilizar antes que nada en las nuevas fábricas maderas de latifoliadas tropicales mezcladas. Paralelamente, conviene aumentar mucho la plantación de especies pulperas de crecimiento rápido a fin de utilizarlas en mayor grado en el futuro. Muchos países en desarrollo comprendieron esto hace años y sus programas de plantación ya están muy avanzados.

Conciencia silvícola

Para que los países tropicales ricos en bosques tengan sus propias fábricas de pasta y papel, ellos mismos, en primer lugar, deben tener plena conciencia del valor y las posibilidades de sus bosques. Pero, además de tener esta conciencia, deben estar totalmente decididos a elevar el nivel de eficiencia de las diversas instituciones encargadas del desarrollo social, económico y técnico.

Paralelamente, los países desarrollados tendrán que demostrar su disposición a transferir los ingresos y la tecnología necesarios a los países en desarrollo. Esto se reflejará en sus políticas de comercio exterior y de inversiones.

Por último, tanto los países desarrollados como en desarrollo deben aunar sus esfuerzos en la formación de personal y en la investigación para esta industria que es indispensable.

La FAO, que desde hace mucho participa en estas actividades, espera que la importancia de su función vaya en aumento en lo que se refiere a la producción de pasta y papel en el trópico.

Dónde es necesaria la investigación

A la velocidad vertiginosa con que ha avanzado la ciencia en los últimos 75 años se debe principalmente el dominio alcanzado por el hombre sobre el aspecto material de su existencia. A ella se debe también en gran parte el desasosegante sentimiento de comunidad de los 4000 millones de miembros que tiene la familia humana. En el tercer mundo hay clara conciencia de que la ciencia, la tecnología y la investigación son la esencia misma del progreso de la humanidad.

En el próximo Congreso de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal en Oslo (véase El mundo forestal) esperamos que haya el mismo convencimiento de la necesidad de fortalecer grandemente las bases de la investigación forestal en el tercer mundo.

En concreto, lo más urgentemente necesario es investigar mucho más sobre los bosques tropicales, tanto húmedos como secos. Conviene que parte de esta actividad acarree una mayor coordinación y difusión de los conocimientos ya adquiridos, tanto en los países en desarrollo como desarrollados. Otra parte atañe a la creación de servicios de investigación forestal y de formación de personal en los mismos países en desarrollo. La coordinación y difusión de la información no dará buenos resultados si en los países del trópico no hay suficientes medios y personal capacitado.

Instituciones científicas y técnicas

No hay que oponerse a los métodos convencionales de transmisión de los conocimientos internacionalmente, pero debe comprenderse que su eficacia es limitada. Lo que es realmente eficaz es la creación y atención de instituciones científicas y técnicas en los mismos países en desarrollo. En el desarrollo y la utilización de la ciencia y la tecnología entran factores culturales, psicológicos, sociales y políticos, y quien crea lo contrario, o no se tome la molestia de pensar en ello, se engaña a sí mismo.

El espíritu y la tradición internacionales y, deberíamos decirlo con orgullo, también de cooperación y espíritu de cuerpo, son la esencia de la ciencia de la profesión forestal. Lo dicho favorece los esfuerzos del hombre por tender y explotar mejor el complejo ambiente tropical, como ya los ha favorecido en la zona templada. La existencia misma de la IUFRO tiene otra ventaja más. Es activa, está bien organizada y tiene una estructura ideal, ya firmemente asentada, para el importantísimo sistema de comunicación y coordinación entre las diversas ciencias forestales y el gran número de nacionalidades que se interesan en las mismas.

Los que asistan al Congreso de la IUFRO tendrán la responsabilidad específica de considerar si y en qué grado su especialidad y los temas que piensan tratar se ajustan a las necesidades del mayor número de personas y a las necesidades más apremiantes de la sociedad. Esto no quiere decir que en toda labor científica deba hacerse esto, pero, por desgracia, hay demasiada en la que no se hace. El tiempo en que vivimos exige, con más urgencia que nunca, sentido de responsabilidad en la dedicación de los mayores esfuerzos del hombre a combatir las deficiencias más urgentes y manifiestas de la humanidad. No es necesario forzar la vista para descubrir dónde se encuentran muchas de estas deficiencias, por lo menos en términos de desarrollo material y social: dos tercios de la familia humana son una porción demasiado grande para no prestarle atención y para esta porción tampoco puede pasar desapercibido el otro tercio.


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