Departamento Económico y Social

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 perspectivas alimentarias
No. 4 Rome, diciembre 2004

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noticias más importantes

HECHOS BÁSICOS DE LA SITUACIÓN MUNDIAL DE LOS CEREALES

Resumen de la situación de la oferta y la demanda de cereales

Trigo

Cereales secundarios

Arroz

OSCILACIÓN MERIDIONAL EL NIÑO (ENSO)

Carne y productos cárnicos

Leche y productos lácteos

Semillas oleaginosas, aceites y harinas oleaginosas

Consulta sobre el banano

Azúcar

Consulta sobre el azúcar

CUADROS DEL APÉNDICE

NOTA ESTADISTICA

OSCILACIÓN MERIDIONAL EL NIÑO (ENSO)

El Niño consiste en un calentamiento anómalo en gran escala de las aguas superficiales del Océano Pacífico central y oriental que tiene lugar frente a la costa peruana, unido con variaciones en la atmósfera que afectan a las características meteorológicas en una gran parte de la cuenca del Pacífico. Entre las variaciones figura el valor negativo del índice de oscilación meridional (SOI), que expresa la diferencia de presión atmosférica entre el Pacífico oriental y occidental, así como el debilitamiento sostenido de los vientos y el aumento de la nubosidad sobre el Pacífico tropical. El Niño es el componente oceánico, mientras que la oscilación meridional es el componente atmosférico. Esta combinación da lugar al término ENSO (El Niño Southern Oscillation). El Niño aparece cada 2 a 7 años, con intensidad y duración variables y, por lo general, alcanza su nivel máximo en torno a la Navidad, de donde toma el nombre de El Niño (en referencia al Niño Jesús). Durante el fenómeno se producen variaciones importantes en las temperaturas y en los regímenes pluviales, con efectos positivos o negativos en la agricultura. En general, las variaciones registradas en las temperaturas superficiales del océano a causa de El Niño afectan también a la pesca marina, particularmente en el Pacífico oriental. Sin embargo, las características particulares de sus repercusiones difieren mucho de un episodio a otro, aún en el caso de variaciones y pautas semejantes en el Océano Pacífico. Por lo tanto, no se ha establecido una relación cuantitativa precisa entre el fenómeno y los cambios registrados en la producción agrícola, y es difícil pronosticar con precisión las repercusiones de El Niño. Los efectos en la agricultura dependerán decisivamente de la fecha en que se produce El Niño y el calendario agrícola de una determinada región. La Niña es el equivalente “frío” de El Niño.

El episodio más antiguo de El Niño se remonta a 1578, cuando lluvias e inundaciones torrenciales devastaron las cosechas en el norte del Perú. El de 1982/83 provocó grandes inundaciones y sequías en diversas partes del mundo, así como una disminución de las poblaciones ícticas, que causaron daños estimados en más de 10 mil millones de dólares EE.UU. En 1991/92 El Niño causó una grave sequía en el África austral. El último episodio fuerte del fenómeno fue en 1997/98, con sequías e inundaciones en diversas zonas de América del Sur y de Asia sudoriental que produjeron graves perjuicios a la producción y a la infraestructura agrícola.

A principios de diciembre de 2004 todavía sigue habiendo incertidumbre en torno a la posibilidad de que este año se produzca un evento de El Niño. Aunque en el Pacífico occidental y central las temperaturas superficiales han llegado cerca de los umbrales típicos de El Niño durante alrededor de 3 ó 4 meses, otros indicadores importantes tales como el índice de oscilación meridional (SOI) ha sido en general débilmente negativo y no se han registrado variaciones atmosféricas notables en los vientos y la nubosidad del Pacífico. Además, como los efectos de El Niño deberían de producirse entre diciembre de 2004 y marzo de 2005, la posibilidad de que se produzca un episodio completo a principios de 2005 se va debilitando gradualmente. Sin embargo, aunque no haya indicaciones fuertes sobre un episodio de El Niño claramente definido, la persistencia de temperaturas más calientes de lo normal en el Pacífico tropical podría influir en los regímenes climáticos. En general, las condiciones que se dan actualmente en el Pacífico tropical indican una leve manifestación de El Niño. En base a las observaciones y pronósticos más recientes, existe un 60 por ciento de probabilidad de que se produzcan algunas manifestaciones débiles de El Niño al comienzo de 2005. Aunque se prevé que los efectos climáticos conexos sean débiles en la mayoría de las regiones, podrían, sin embargo, ser importantes a nivel local.

La FAO seguirá vigilando de cerca las anomalías meteorológicas y evaluando los posibles efectos que puedan tener en la producción agrícola en diversas partes del mundo para advertir acerca de eventuales situaciones adversas y posibilitar la aplicación de medidas preventivas.

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