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4. Consideraciones sobre la ejecución

El Sección 3 proporciona un marco que respalda el diálogo para la elaboración de políticas, legislación, normas y planes estratégicos y de ordenación, los cuales a su vez, ayudarán a mejorar las condiciones favorables y a potenciar la capacidad y habilidad de los decisores y gestores de la de ordenación de los bosques plantados, tanto del gobierno, como del sector privado u otros grupos de actores.

El Sección 4 resume las consideraciones a tomar en cuenta para la aplicación de las directrices – a fin de orientar a los encargados de brindar condiciones favorables, apoyo técnico, inversiones u ordenación en materia de bosques plantados. No se intentó hacer una descripción detallada de las directrices técnicas o de los estándares de aplicación para la planificación, ordenación y utilización de los bosques plantados. Los actores reconocen que los principios y directrices deberían ser complementados mediante directrices de aplicación técnica confeccionadas específicamente para determinadas zonas ecológicas, fines, mecanismos de crecimiento, grupos de especies, inversionistas, etc.

Las esquemas de certificación forestal pueden basarse en las directrices o complementar las consideraciones de aplicación mediante el establecimiento de procedimientos y monitoreo de los estándares técnicos y mejores prácticas para la ordenación de bosques plantados. Además puede que existan estándares de ordenación forestal, directrices, mejores prácticas y acuerdos de índole regional, nacional y del sector privado.

El Volumen C detalla los antecedentes que precedieron la preparación de las directrices voluntarias y esclarece la terminología y la ubicación que tienen los bosques plantados en la continuidad del bosque. El volumen también suministra una bibliografía exhaustiva para una lectura más profunda.

Para una aplicación eficaz de los principios y directrices, es importante tomar en consideración los temas transversales seleccionados a continuación:

Una consideración primordial a tomar en cuenta durante la ejecución y ordenación sostenible de los programas de bosques plantados es la característica de largo plazo que es propia de la inversión forestal. En un extremo, los bosques plantados en climas tropicales para la producción de madera en rollo y fibra que pueden tener un período de rotación que va de 5 a 10 años desde el momento de la plantación hasta la cosecha; en climas templados, los períodos de rotación duran de 20 a 40 años; y en climas boreales, pueden sobrepasar los 50 años.

Ya sea que se trate de planificar, financiar, asegurar la tenencia o acceso a la tierra, o de emprender el ciclo de cuidados naturales, operaciones de silvicultura y protección en el ámbito de la ordenación de bosques plantados, todas las decisiones tendrán un impacto de largo plazo – caracterizado por dimensiones sociales, culturales, ambientales y económicas – en las extensiones de bosques plantados y en el paisaje más amplio. Las directrices voluntarias y las consideraciones sobre la aplicación asistirán a los decisores y gestores en materia de políticas, legislación, planificación y ordenamiento para que tomen mejores decisiones de largo plazo y emprendan acciones más responsables a fin de maximizar los impactos positivos y de minimizar aquellos impactos negativos que se pudieran manifestar en las actividades de inversión y ordenación de bosques plantados.

4.1 Roles institucionales

Los gobiernos, el sector privado (las grandes empresas y las empresas y asociaciones de pequeños propietarios), las organizaciones no gubernamentales y comunitarias, así como otros actores tienen papeles importantes y diversos que desempeñar en la buena gobernanza (principio 1), en los enfoques de toma de decisiones participativas y de múltiples partes interesadas (Principio 2) y en la capacidad organizativa eficaz (Principio 3). Los roles de las diferentes partes interesadas están determinados por una combinación única de condiciones políticas, económicas, sociales, culturales, ambientales y políticas predominantes.

La ordenación exitosa de bosques plantados requiere que los gobiernos elaboren marcos políticos, legislativos, normativos y de planificación estratégica que brinden condiciones favorables, enfoques de toma de decisiones integral y de múltiples partes interesadas para la inversión en materia de bosques plantados. Estos marcos se sustentan en la educación, la capacitación, la investigación científica, las condiciones de inversión estables, el conocimiento técnico sólido, las directrices de aplicación y la concientización pública. El monitoreo para la aplicación y cumplimiento de la ley, la evaluación y la elaboración de informes sobre la ordenación de los bosques plantados con finalidades subnacionales, nacionales, regionales e internacionales también forman parte del rol del gobierno.

Los gobiernos pueden ser inversionistas y gestores de los bosques plantados, especialmente de aquellos que cumplen funciones de protección tales como la rehabilitación de las tierras degradadas, el combate contra la desertificación y la protección del suelo y del agua. Los gobiernos también pueden ser inversionistas y gestores de bosques plantados destinados a funciones productivas; sin embargo, esta tendencia está disminuyendo a medida que crecen la comercialización y privatización de los bosques plantados de propiedad de los gobiernos.

Las entidades del sector privado, tanto las grandes empresas, como los pequeños propietarios, son los inversionistas más activos en materia de bosques plantados; éstos pueden movilizar con mayor facilidad los recursos necesarios y su experiencia y conocimientos. La educación, la capacitación, la investigación científica, los servicios de apoyo técnico, la extensión y la concientización del público están siendo suministrados cada vez más por el sector privado o por sus asociaciones y/u organizaciones no gubernamentales. El sector privado y las asociaciones de pequeños propietarios pueden brindar enlaces cruciales al gobierno y pueden estimular a sus miembros a adoptar políticas planes y prácticas sólidas en la toma de decisiones participativa, la participación de múltiples partes interesadas, la instauración de estándares operativos, el monitoreo de cumplimiento y evaluación, el monitoreo y la elaboración de informes.

Los sindicatos, las asociaciones de pequeños propietarios, las organizaciones comunitarias y otros actores tienen que comprometerse con los inversionistas del gobierno y con el sector privado a fin de garantizar que las necesidades y aspiraciones de los trabajadores, de las comunidades locales, de los pueblos indígenas, de las minorías étnicas, y de los grupos desfavorecidos – así como los temas de género sean tomados en consideración en la ordenación de bosques plantados.

Las oganizaciones ambientalistas no gubernamentales, los científicos, académicos y otros actores tienen que comprometerse con los inversionistas gubernamentales y del sector privado para que temas tales como el suministro y la calidad del agua, la diversidad biológica, el uso de químicos, la biotecnología, el fuego y las especies invasivas sean abordados de manera apropiada en la ordenación de los bosques plantados.

Proporcionar un clima de inversiones estable para edificar la confianza de los inversionistas es una responsabilidad sólo parcial del sector forestal. Otros sectores gubernamentales que tienen un impacto en las condiciones favorables para la inversión son, entre otros, los departamentos de finanzas, planificación, comercio, industrias, agricultura, aduanas, trabajo y bienestar social.

4.2 Planificación estratégica y económica

Tomar en consideración los temas de planificación estratégica y económica conlleva reconocer el valor de los bienes y servicios (Principio 4); un ambiente favorable para la inversión en materia de bosques plantados, incluyendo los impuestos y tarifas (Principios 5); y el reconocimiento del rol del mercado (Principio 6) en todos los niveles – desde el nacional hasta el local. Este también se refiere a la toma de decisiones con participación y a los enfoques de múltiples partes interesadas (Principio 2); el reconocimiento de los valores sociales y culturales (prncipio 7); el mantenimiento de los servicios sociales y culturales (Principio 8); y los enfoques de planificación y ordenación integrados dentro del paisaje (Principio 12).

La planificación estratégica, económica y de ordenación debería ser aplicada a inversiones en escalas grandes y medianas en materia de bosques plantados. Sin embargo, los pequeños propietarios también deberían emprender un proceso similar a fin de asegurarse que su inversión rendirá los bienes y/o servicios que se han propuesto.

Al tomar en cuenta las inversiones en materia de bosques plantados, es necesario: evaluar las condiciones de inversión; determinar que el sitio sea apropiado (condiciones de la zona ecológica y del paisaje); emprender estudios de referencia de índole sociocultural y ambiental, así como evaluaciones de impacto; evaluar la situación y tendencias en la industria, mercados, comercio y consumidores; hacer encuestas acerca de los mercados y condiciones laborales, de la educación y de la capacitación; y verificar las políticas de gobierno y la opinión pública.

Si las señales positivas dan confianza al inversionista potencial, en particular modo aquellos con inversiones en gran escala en los bosques plantados, entonces es necesario emprender estudios de factibilidad económica y financiera, planes estratégicos de largo plazo y planes de ordenación de mediano plazo y, cuando sea necesario, deben ser aprobados por las autoridades gubernamentales. Procedimientos similares también son validos para los pequeños propietarios, pero se requiere de procedimientos de planificación y estudios más simples.

4.3 Relaciones entre las partes interesadas

Tomar en consideración las relaciones que existen entre las partes interesadas reviste particular importancia en cuanto a: la buena gobernanza (Principio 1); los enfoques de toma de decisiones participativas y de múltiples partes interesadas(Principio 2); el reconocimiento de los valores sociales y culturales (Principio 7); y el mantenimiento de los servicios sociales y culturales (Principio 8).

Independientemente de que la inversión en materia de bosques plantados sea para fines productivos o de protección, que sea impulsada por el gobierno o por inversionistas privados, en pequeña o en gran escala (empresas o pequeños propietarios inversionistas), el diálogo abierto, la participación y la distribución de beneficios entre las partes interesadas son importantes para alcanzar el éxito. Esto incluye la práctica del respeto y la facilitación de una comunicación abierta y de una cooperación abierta para comprender mejor cuáles son las necesidades, aspiraciones y programas de desarrollo propuestos. El proceso debería involucrar el establecimiento de mecanismos de consulta que tengan el potencial de lograr relaciones más profundas y de confianza, así como la posibilidad de desarrollar alianzas, manejo conjunto e incluso inversión conjuntas entre las empresas inversionistas y los pequeños propietarios – e inclusive las comunidades.

Cuando los propietarios son comunidades, éstos no siempre pueden tener la capacidad de establecer una comunicación de confianza con el gobierno o el sector privado empresarial debido a que cuentan con una capacidad y habilidad limitadas. En estas circunstancias, se invita a que las organizaciones reconocidas no gubernamentales, comunitarias u otras trabajen con ellos a fin de fortalecer sus capacidades y habilidades.

Las condiciones sociales, culturales, ambientales, económicas y del paisaje físico pueden tener un impacto en los bosques plantados – y viceversa. En cuanto a inversión de largo plazo, los bosques plantados requieren de una conciencia y diligencia particulares en lo que atañe a las actividades de preparación del sitio, establecimiento, intervenciones de índole silvícola, de protección y de aprovechamiento a fin de evitar los impactos negativos. Los beneficios de los bosques plantados aumentan a medida que éstos se acercan a la madurez, al final de la rotación. Consultas tempranas y regulares con las distintas partes interesadas y el público en general son esenciales a lo largo del período de rotación de los bosques plantados, si se tiene la intención de tener en consideración sus preocupaciones.

4.4 Aprendizaje e investigación

El aprendizaje alcanzado mediante la experiencia y la investigación científica se ha tomado en consideración a lo largo de los 12 principios, pero en particular modo en lo que atañe a los principios económicos (Principios 4–6), los socio-culturales (Principios 7–8), los ambientales (Principios 9–11) y los temas relacionados con el enfoque de paisaje (Principio 12).

Adoptar una cultura del aprendizaje es fundamental – mediante una combinación de investigación científica, conocimiento tradicional, educación, capacitación y la experiencia previa. La ordenación de los bosques plantados no sólo se refiere a plantar árboles; ésta implica planificar, ordenar, proteger, utilizar y monitorear los bosques en el paisaje y en la cuenca hidrográfica a lo largo de todo el período de rotación. El surgimiento acelerado de pequeños propietarios inversionistas en materia de bosques plantados requiere de apoyo técnico, servicios de extensión y sistemas de acceso al mercado ajustados a sus necesidades específicas.

Las prioridades científicas, sociales y de investigación de mercados deberían ser establecidas en instituciones pertinentes. Las tendencias de la ordenación de los bosques plantados (tanto productivos, como para fines de protección, en gran escala o de pequeños propietarios, tanto gubernamentales, como del sector privado, de larga o corta rotación) deberían ser tomadas en cuenta a la hora de revisar los currículos de las instituciones educativas (de formación vocacional, técnica y universitaria) y de capacitación así como de los programas de formación continua del personal. La financiación adecuada y continua debería ser garantizada para la educación, la capacitación y la investigación. Los gobiernos y otras organizaciones deberían promover y brindar apoyo y servicios en materia de extensión a fin de ayudar a los pequeños propietarios y a las comunidades locales interesadas en las inversiones en materia de bosques plantados.

Muestras piloto, demostraciones y la ordenación exitosa de los bosques plantados pueden ser utilizadas como sitios de aprendizaje – en los cuales la aplicación de conocimientos científicos y tradicionales puede ser vista en acción a través de viajes de estudio y viajes de campo. Las publicaciones y el uso de Internet también son instrumentos eficaces para compartir conocimientos.

4.5 Planificación operativa y ordenación

Las consideraciones acerca de la planificación operativa y la ordenación conllevan fundamentalmente los principios socio-culturales (Principios 7–8), los ambientales (Principios 9–11) y los temas relativos al enfoque de paisaje (Principio 12).

Definir los objetivos de la ordenación de los bosques plantados es importante – tanto si se trata esencialmente de funciones de producción o de protección, o una combinación de ambas. Traducir los objetivos seleccionados en ordenación de bosques plantados dentro del contexto del paisaje socio-cultural, ambiental y económico significa: interpretar las señales del mercado (tanto de bienes como de servicios); emprender estudios de referencia de índole ambiental, social y cultural, así como evaluaciones de impacto; determinar los mecanismos para la interacción con y la participación de las comunidades; decidir acerca de los mecanismos para el crecimiento, emprender el desarrollo de infraestructura; y seleccionar especies, período de rotación, ciclo de cuidados culturales, silvicultura, protección y especificaciones de aprovechamiento, así como tecnologías apropiadas.

Temas principales seleccionados relativos a la planificación operativa y a la ordenación, a ser considerados en la planificación de bosques plantados y la ordenación – desde el establecimiento hasta el aprovechamiento de los bosques– se debaten más adelante. Los temas incluyen aquellos relacionados principalmente con: el medio ambiente (Principios 9–12), incluyendo la modificación genética (MG), herbicidas, plaguicidas, fungicidas y otros productos, fertilizantes, el fuego, la proliferación de especies invasivas, el mantenimiento y la conservación de la diversidad biológica y del agua; los temas sociales y culturales (Principios 7–8), incluyendo los derechos de los pueblos indígenas, los derechos consuetudinarios de las comunidades, la tenencia de la tierra, el usufructo y el empleo; y los principios económicos (Principios 4–6), incluyendo los incentivos. Mientras que estas consideraciones claves no son exclusivas de los bosques plantados y conciernen a los sectores forestal y agrícola, esta sección subraya cómo estos temas se relacionan con la ordenación de los bosques plantados.

4.5.1 Biotecnología y modificación genética

La biotecnología excluyendo la modificación genética

El uso de materiales genéticos mejorados, aunque sea a nivel de procedencias, es fundamental para lograr el éxito de los bosques plantados. La mayoría de las especies presentan una variabilidad intraespecífica importante que debe ser tomada en consideración desde los puntos de vista de la producción, adaptación y conservación. La utilización de programas de mejoramiento más avanzados debería tomar en cuenta la necesidad de contar con técnicas silvícolas bien desarrolladas y con la variabilidad genética e interacciones genotipo – ambiente. La utilización de biotecnología en los programas convencionales de mejoramiento, sin el uso de la modificación genética, genera beneficios importantes para la productividad y la sanidad y vitalidad del bosque. Sin embargo, las limitaciones y riesgos posibles deben ser tomados en cuenta, por ejemplo los riesgos crecientes que derivan de la disminución de la diversidad genética en las variedades mejoradas.

Tecnología de modificación genética

La tecnología de modificación genética es, todavía, un instrumento relativamente nuevo en la ordenación de bosques plantados. Ésta tiene beneficios potenciales y desventajas, pero no es intrínsecamente buena o mala. Cada aplicación de esta tecnología a los bosques plantados debería ser evaluada caso por caso, de acuerdo a condiciones normativas estrictas, a fin de reconocer cuáles son los diferentes riesgos, dependiendo de las especies, el tipo de modificación genética y cómo ésta se manifiesta en el campo. Las características genéticas de especies de árboles de importancia comercial a ser mejoradas son la resistencia contra insectos y la calidad de la madera, y especialmente los cambios en la composición y en la cantidad de lignina.

La biotecnología ofrece un potencial en materia de nueva tecnología y conocimientos, incluyendo las modificaciones genéticas para la restauración y rehabilitación ecológicas. Al igual que los productos de mejoramiento convencionales, la modificación genética puede conllevar algunos riesgos de transferencia de genes a las poblaciones de mejora o a los parientes silvestres de una especie, lo cual puede conducir a la hibridación o introgresión y otros impactos ambientales.

La aplicación de la modificación genética a los bosques plantados se ha convertido en un tema que va más allá de lo técnico: los valores socio-culturales y los usos múltiples de los bosques también deben ser tomados en cuenta. La aceptación pública es necesaria si se quiere introducir árboles modificados genéticamente de manera eficaz, de conformidad con condiciones normativas estrictas y con fundamento científico.

Normas nacionales e internacionales que hayan sido validadas y sean efectivas, estrategias y directrices, tales como el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, son necesarios para la evaluación de los riesgos e impactos asociados a las modificaciones genéticas en materia de bosques plantados.

4.5.2 Herbicidas, plaguicidas, fungicidas y otros productos

El control de las malezas, insectos, enfermedades y otras plagas es fundamental para el mantenimiento de la sanidad y productividad de los bosques plantados. En la actualidad, los químicos son ampliamente utilizados para ejercer esas medidas de control; sin embargo los riesgos ambientales que conlleva su uso, llaman a tomar en cuenta otras alternativas. La selección eficaz de las especies, procedencias o materiales reproductivos híbridos con características genéticas de tolerancia a estos agentes bióticos, la ejecución oportuna de los cuidados culturales mecánicos y manuales, las operaciones silvicultura les y la ejecución de un monitoreo y gestión exhaustivos pueden reducir de manera sustancial el riesgo de insectos, enfermedades y otros brotes de plagas. La planificación, gestión y monitoreo del control de malezas, plagas y enfermedades en los bosques plantados son fundamentales para mantener niveles aceptables de bioseguridad.

Los programas de manejo integrado de plagas (MIP) pueden mejorar la sanidad, productividad y sostenibilidad de los bosques plantados – y también pueden mejorar su sostenibilidad ecológica. La MIP se basa principalmente en procesos benignos desde el punto de vista ambiental, y comprende el uso de variedades tolerantes a las plagas, silvicultura mejorada, prácticas de protección y ordenación, las acciones de enemigos naturales de las plagas y el control cultural. Los programas de MIP también son sostenibles desde el punto de vista económico: éstos reducen la dependencia del silvicultor respecto a los insumos caros, en particular modo a lo largo del período de rotación. Los programas de MIP deberían ser adoptados – después de una evaluación de riesgos – cuando demuestren ser factibles y apropiados.

En los casos en que las malezas no puedan ser controladas por medios mecánicos, manuales o del pastoreo, y cuando el control de insectos o enfermedades no es viable por medios mecánicos y culturales, o bajo condiciones de fuertes ataques de plagas o enfermedades; o cuando existen condiciones críticas para el éxito del establecimiento y ordenación de bosques plantados, el uso controlado y/o restringido de herbicidas, bio-plaguicidas, fungicidas u otros químicos debería ser tomado en cuenta, incluyendo también el impacto ambiental que su aplicación podría tener. El uso de químicos debería efectuarse de conformidad con las normas y estándares del Código Internacional de Conducta para la distribución y utilización de plaguicidas (FAO, 2002).

4.5.3 Fertilizantes

Los bosques plantados tienen un ciclo de nutrientes que va del follaje a la hojarasca y luego de vuelta al suelo. Además, las largas rotaciones y profundos sistemas radiculares de los árboles significan que la corrosión química de minerales puede contribuir con suficientes nutrientes para compensar las pérdidas que conlleva el aprovechamiento.

Sin embargo, los fertilizantes pueden ser utilizados en los bosques plantados para brindar plántulas saludables en los viveros; a fin de remplazar los nutrientes del suelo que hayan sido eliminados durante el aprovechamiento en los cultivos de corta rotación o debido a la pérdida ocasionada por la eliminación de la hojarasca; para incrementar la productividad del bosque cuando el suelo no es lo suficientemente fértil para desarrollar bosques nuevos; a fin de suministrar nutrientes a los suelos pobres destinados al establecimiento de cubierta de árboles para la rehabilitación de suelos degradados; y para proporcionar uno o más nutrientes o microelementos que puedan faltar, o que no se encuentren disponibles en una forma que las planas pueden absorber, siendo necesarios para el crecimiento de plantas o el desarrollo de productos del bosque.

Un tema de importancia ambiental relacionado con los fertilizantes en los viveros en la plantación de bosques, es la aplicación excesiva de fertilizantes, lo cual hace que estos se filtren y lleguen hasta los arroyos, corrientes de agua, contribuyendo así a la eutrofización de los cursos de agua y lagos o la acumulación de metales pesados en el ambiente. La decisión de aplicar fertilizantes, en el campo o en el vivero, debería por lo tanto, sustentarse en el análisis del suelo, del follaje y/o de la micoflora, además la cantidad de fertilizante debería ser aplicada en una dosis calculada de acuerdo a la necesidad de las plantas

Habría que tomar en consideración el uso de fertilizantes minerales de liberación lenta a fin de minimizar los riesgos de contaminación de las aguas subterráneas, o el uso de fertilizantes orgánicos, especialmente en los viveros. La aplicación de fertilizantes debería sincronizarse con períodos de absorción más rápida de nutrientes a fin de alcanzar una pérdida mínima a través de la lixiviación.

La aplicación de fertilizantes en el campo es cara, y por lo tanto los beneficios económicos previstos deberían ser comparados respecto a los costos. Los esquemas de certificación pueden desalentar el uso de fertilizantes en la ordenación de los bosques plantados.

4.5.4 Los bosques plantados y el fuego

El fuego puede constituir una amenaza importante para los bosques plantados, especialmente allí donde la hojarasca seca se acumula o en donde crece una capa de matorrales inflamables. El fuego también puede contribuir a la pérdida de nutrientes y exponer el suelo a la erosión. El humo y otras emisiones de los incendios pueden ser amenazas importantes para la salud. Mientras que la emisión de gases de efecto invernadero debido al fuego es un fenómeno natural, la emisión neta de carbono debido a los incendios de vegetación – como consecuencia de la degradación del terreno inducida por el fuego y un nivel más bajo del potencial de captura de carbono – está contribuyendo al aumento del efecto invernadero y al calentamiento global, que son causados por la humanidad.

La quema prescrita es utilizada a menudo en lo bosques plantados a fin de reducir la carga de combustible y evitar un incendio forestal de características catastróficas, proteger a los bosques plantados de dicho fuego y, en algunos casos, estimular la regeneración natural de las especies dependientes del fuego. El fuego también se utiliza a menudo para limpiar el terreno antes de plantar árboles. Se reconoce que existen amenazas para el suelo, y deberían identificarse medios alternativos para la preparación de la tierra, cuando sea factible, especialmente en las laderas inclinadas.

El manejo del fuego en los bosques plantados necesita basarse en la predicción, prevención y preparación, sustentadas en la conciencia pública, el monitoreo, y la respuesta rápida, así como en el manejo del fuego por parte de las comunidades. En muchos países industrializados se han desarrollado modelos de pronóstico de peligro de incendios, mientras que los países en desarrollo están mejorando su capacidad y habilidad para predecir, preparar y prevenir los incendios destructivos.

Una referencia valiosa es el Documento de trabajo sobre el manejo del fuego No. 17, el cual establece las directrices voluntarias para la gestión del fuego, entre las cuales figuran también los bosques plantados.

4.5.5 Especies invasivas

Dado que muchas especies exóticas o introducidas se pueden adaptar a su nuevo ambiente y proliferar, se requiere de mucho cuidado para garantizar que dichas especies cumplan con los propósitos que tienen los bosques plantados. En particular, resulta fundamental que éstas no se salgan fuera de control, generando así impactos negativos inesperados en los ecosistemas nativos, en las tierras agrícolas o que incrementen el peligro de incendios. La introducción de nuevas especies debería basarse en una verificación científica estricta, así como en controles normativos eficaces.

La prevención suele ser generalmente más eficiente y eficaz, desde el punto de vista económico, que la erradicación y control, a la hora de abordar los impactos adversos de las especies invasivas. Por este motivo, las decisiones acerca de las especies exóticas introducidas deberían ser tomadas cuidadosamente, en base a consideraciones exhaustivas sobre sus riesgos y beneficios potenciales. En los casos en que se utilizan especies exóticas, los controles normativos eficaces son importantes. Los bosques plantados deberían ser manejados de manera que se reduzca la posibilidad de que las especies de árboles y arbustos puedan convertirse en invasivas, en particular modo cuando éstas se han adaptado bien al medio ambiente y/o muestran características típicas de las especies invasivas.

El uso de las especies pioneras que tienen el potencial para convertirse en especies invasivas puede ser tomado en consideración a la hora de combatir la desertificación o de rehabilitar las tierras severamente dañadas. Su utilización debería basarse en el análisis de los riesgos y beneficios – y contar con la participación de las partes interesadas que comprendan cuáles son los riesgos e impactos posibles, si dichas especies se llegaran a introducir – además, deberían ser monitoreados cuidadosamente.

4.5.6 Conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica

La diversidad biológica hace referencia a la diversidad de especies de plantas y animales incluido los microorganismos, la diversidad genética de las especies y la diversidad de ecosistemas. A nivel de ecosistema alcanza hasta la especie e incluso el gen. Los bosques plantados pueden reducir de manera significativa la biodiversidad en algunos sitios, dependiendo de la intensidad de su manejo, pero también pueden potenciar la diversidad biológica al rehabilitar las tierras degradadas, combatiendo la desertificación o restaurando los paisajes. Los bosques plantados nunca pueden remplazar el valor de la biodiversidad o el beneficio que conllevan los bosques de regeneración natural. Sin embargo éstos pueden reducir la presión que el aprovechamiento ejerce sobre otros ecosistemas de importancia ecológica.

Los bosques plantados nunca deberían remplazar a los bosques primarios, a los bosques secundarios importantes desde el punto de vista ambiental, o a otros ecosistemas importantes con un valor significativo desde el punto de vista de la conservación. Estas áreas deben ser mantenidas dentro de los programas de bosques plantados, los cuales entonces deberían basarse en la planificación a nivel de ecosistema. La diversidad genética natural también debería ser sostenida y corredores de bosque de regeneración natural deberían ser protegidos a fin de unir bloques de bosques naturales.

Las reservas de vegetación natural a los largo de los cauces deberían estar integradas dentro de la planificación y ordenación de los bosques plantados a fin de unir estas áreas a otros habitats. Es importante mantener estas reservas alrededor de los lagos y humedales y a lo largo de los cursos de agua. Su ancho debería ser determinado por el tamaño y permanencia de la masa de agua.

Se deberían preferir las especies nativas para establecer bosques plantados cuando satisfagan los propósitos para los cuales se ha hecho la inversión o cuando ofrezcan un beneficio neto superior desde el punto de vista del ecosistema, considerando el ecosistema en su sentido más amplio, así como para el balance hídrico. Las especies introducidas deberían ser seleccionadas en relación con los objetivos de ordenación específicos, las condiciones de mercado y las condiciones ecológicas del sitio. Se debería tener precaución antes de usar árboles genéticamente modificados, ya que su impacto de largo plazo es impredecible.

En el ámbito del bosque plantado, la ordenación debería dirigirse a desarrollar o potenciar la diversidad de las plantas y animales. Sin embargo, dicho cometido debería ser secundario en caso de que los bosques plantados sean cultivados con el fin de suministrar madera en rollo o fibra y no debería afectar su productividad o la factibilidad económica del negocio. El uso de más de una especie o de varias clases de edad en un solo bosque plantado, así como el fomento de un sotobosque saludable y diverso puede promover la diversidad de plantas y animales asociados, lo cual a su vez puede mejorar de manera significativa el valor y sostenibilidad del bosque.

La biodiversidad puede ser fomentada en los bosques plantados a través de la retención de las reservas de vegetación natural a los largo de cauces y masas de agua y de los restos del bosque original y corredores. Se debería prestar particular atención al papel que desempeñan los bosques plantados en el mantenimiento de poblaciones saludables de polinizadores tales como las abejas, murciélagos y pájaros. Esto puede ser crucial para dar sostenibilidad a la naturaleza en las zonas circundantes, y también puede aportar beneficios económicos significativos a la agricultura.

4.5.7 Los bosques plantados y el agua

El agua suministra muchos bienes y servicios importantes del ecosistema. Ésta requiere de un manejo sensato y las actividades que tienen un impacto en los recursos hídricos requieren de decisiones que deben poner en la balanza los beneficios que proporcionan los recursos hídricos y los beneficios que reporta la actividad en cuestión. El valor económico del agua y el papel que desempeñan las actividades de uso de la tierra en la utilización sostenible de la misma, dentro de las cuencas hidrográficas, debe ser reconocido en su totalidad. El agua no es un bien ‘gratuito’. Los incentivos económicos deberían fomentar una gestión del agua más eficaz y racional (ver el Principio 4 sobre el reconocimiento del valor de los servicios que prestan los bosques plantados), Principio 9 sobre el aporte de servicios ambientales, y el atributo del Principio 5 relacionado con evitar los incentivos perjudiciales, inclusive aquellos de los otros sectores distintos al forestal).

Establecer bosques plantados en las zonas áridas y semi-áridas requiere de una selección y evaluación cuidadosas de las especies. Los impactos que dichos bosques pueden tener en las demás formas de utilización de la tierra, así como en la sostenibilidad del ciclo del agua, deberían ser tomados en consideración, tanto en las aguas superficiales, como subterráneas. Los desafíos son una mezcla de consideraciones tanto de índole política y tecnológica, como otras de índole ambiental y socio-económica, así como de opciones para la gestión integrada de cuencas hidrográficas.

Los bosques plantados pueden desempeñar un papel significativo en la regulación de los flujos de agua y en el mejoramiento de la calidad de la misma. Éstos pueden ser un mecanismo importante para rehabilitar las cuencas receptoras. Al igual que los bosques de regeneración natural, pueden regular inundaciones, reducir los flujos de deshechos y estabilizar la tierra, disminuyendo, por consiguiente, la erosión del suelo, evitándose al mismo tiempo una excesiva sedimentación en ríos y lagos. Estos bosques pueden controlar la salinidad del suelo y del agua y mejorar la estabilidad del suelo para prevenir los deslizamientos de tierra. Los bosques plantados por lo tanto, pueden mejorar la sostenibilidad del medio ambiente, así como los bienes y servicios proporcionados por la tierra y el agua, cuando se encuentran integrados con otras iniciativas de la gestión de cuencas hidrográficas.

Los bosques plantados también pueden desempeñar un papel importante en las localidades urbanas y periurbanas, especialmente en las zonas áridas y semi-áridas, contribuyendo al reciclaje de aguas servidas (fitorremediación) provenientes de las ciudades o de actividades industriales, sobre todo allí en donde optimizan el funcionamiento de los humedales.

Sin embargo, no se debería suponer que los impactos que producen los bosques plantados son siempre positivos. El establecimiento inapropiado, sobre todo si se utilizan especies que requieren de mucha agua, puede agotar los recursos hídricos, especialmente aquellos subterráneos. Esto puede tener un impacto importante – y a menudo más allá de la zona plantada. En donde sea posible, cabría utilizar preferentemente especies nativas adaptadas a las condiciones de suelo y agua locales, en lugar de utilizar especies introducidas. Habría que prestar cuidado especial a las zonas áridas y semi-áridas afectadas por la falta de agua. El uso excesivo de equipo pesado debería ser evitado, ya que produce la compactación del suelo y obstaculiza el flujo de agua.

El efecto que los bosques plantados tienen sobre el agua no puede generalizarse. Las medidas deberían ser consideradas caso por caso de acuerdo a sus condiciones ecológicas, distribución y disponibilidad de los recursos hídricos, las especies utilizadas y los objetivos de la ordenación. Cuando se toman decisiones, se ejerce la planificación y se efectúan actividades de ordenación, es crucial tener presente cuál es el impacto que los bosques plantados tienen en el suministro de agua y en el mantenimiento de la equidad en la distribución de agua en el paisaje. El objetivo debería ser mantener todo el conjunto de servicios de ecosistema que proporciona el agua en un nivel deseable. A fin de alcanzar esto, es importante efectuar estudios científicos para esclarecer cuáles son los impactos de los bosques plantados en la calidad y cantidad del agua en situaciones diferentes.

4.5.8 Derechos de los pueblos indígenas y derechos consuetudinarios de las comunidades

Los terrenos seleccionados para efectuar una inversión en materia de bosques plantados puede estar sujeta a derechos de comunidades indígenas o locales, quienes realizan sobre ellos actividades tales como pastoreo, uso del forraje, recolección de alimentos tradicionales, plantas medicinales o leña y otros usos. Aún la tierra que aparentemente se encuentra degradada puede revestir una gran importancia para la sobrevivencia de los más pobres, precisamente porque no tiene un valor económico para miembros más pudientes de la comunidad.

La tierra seleccionada para establecer bosques plantados también puede albergar sitios importantes y/o sagrados. Estos aspectos deben ser tomados en consideración desde el principio y a lo largo de todo el proceso de planificación y ordenamiento. Si los bosques plantados tienen que contribuir a la sostenibilidad social y económica, los derechos y privilegios de los pueblos indígenas y de las comunidades locales deberían ser tomados en consideración (ver el Principio 7).

Al desarrollar bosques plantados, se deben reconocer y respetar los derechos de propiedad o posesión de las tierras que han sido ocupadas o utilizadas tradicionalmente por los pueblos indígenas y las comunidades locales. Tales derechos deberían ser salvaguardados, incluyendo el derecho a participar en el uso, ordenación y conservación de dichos recursos y en cualquier otra actividad propuesta para las tierras y aguas ocupadas o utilizadas tradicionalmente por ellos. Habrá que prestar particular atención a la situación de los pueblos nómadas y a la de los agricultores itinerantes. Cuando la reubicación de estos pueblos se considere necesaria, como medida excepcional, dicha reubicación debería tener lugar sólo con su consentimiento informado y libre.

Los datos de referencia sociales, culturales1 y económicos, así como las evaluaciones de impacto deberían identificar también los derechos e intereses de los pueblos indígenas y de las comunidades locales, y evaluar su importancia, contando con la plena participación de dichos pueblos y comunidades, y prestando particular atención a los derechos de los sectores más pobres y desfavorecidos o marginados de las comunidades, incluyendo a las mujeres. Tales derechos deberían ser reconocidos formalmente. Es necesario establecer mecanismos de resolución de conflictos para resolver contiendas en materia de derechos, o para determinar la compensación requerida cuando los derechos deben ser suprimidos temporal o permanentemente.

4.5.9 Tenencia y usufructo de la tierra

La claridad respecto a la tenencia de la tierra es importante para el desarrollo eficaz y sostenible de los programas en materia de bosques plantados. Sin una tenencia segura, la ordenación sostenible de los bosques plantados no es posible. En consecuencia, los beneficios no se manifiestan en su totalidad – ya sea que se trate de la producción de madera o del suministro de servicios ambientales y socioeconómicos, incluyendo el alivio de la pobreza. Los inversionistas privados, grandes o pequeños, empresariales, pequeños propietarios o comunitarios requieren de seguridad, no sólo de una buena gobernanza, sino también de la tenencia legal de la tierra y de los cultivos que poseen o arriendan.

Los bosques plantados pueden ser establecidos según distintos mecanismos de propiedad, dado el surgimiento de contratos o alianzas entre los empresarios y pequeños propietarios. La duración, seguridad, solidez y derecho de entrada han sido identificadas como los principales elementos jurídicos presentes en los acuerdos de tenencia seguros.

Aun cuando se introduzcan reformas en la política forestal con el fin de fomentar la participación, a menudo, las leyes no se cambian para dar un reconocimiento claro, formal y de largo plazo a los derechos y responsabilidades; o no se cambian completamente. La seguridad de la tenencia puede no ser muy sólida si todos o algunos derechos se encuentran limitados en términos temporales o si el poder de tomar decisiones sigue estando centralizado.

En lo que se refiere al tema de los derechos de acceso y usufructo de la tierra, el desarrollo de una tenencia de la tierra segura para los bosques plantados requerirá de una consulta, resolución de conflictos y de una toma de decisiones compartida. El reconocimiento de los derechos consuetudinarios puede llegar a ser necesario. Las consultas con otros usuarios de la tierra también serán necesarias. Puede que haya que aprovechar la oportunidad para desarrollar una nueva política sobre el uso de la tierra y/o para resolver y armonizar la legislación contradictoria sobre el uso de la tierra que pueda tener un impacto en la tenencia. Aún la descentralización puede conducir a conflictos en materia de tenencia, o a que los grupos marginales se vean desfavorecidos.

4.5.10 Empleo

El potencial que los bosques plantados tienen para contribuir al desarrollo rural, incluyendo el alivio de la pobreza, ha sido reconocido y reviste particular importancia durante los períodos de depresión económica. Las condiciones de trabajo deberían brindar prácticas seguras, alojamiento básico, comida y protección social. La distribución equitativa de beneficios económicos con la fuerza laboral que participa en los bosques plantados es necesaria si las comunidades locales deben gozar de los beneficios del desarrollo económico y de la reducción de la pobreza.

Los programas de los bosques plantados pueden contribuir al desarrollo rural a través del empleo remunerado y de la capacitación. El efecto de los programas de bosques plantados en el desarrollo rural como elemento multiplicador del empleo en los niveles secundario (transformación) y terciario (servicios) puede ser considerable, especialmente cuando una porción significativa de la riqueza de tales actividades de valor agregado permanece en la economía local y entre la fuerza laboral que depende de los bosques.

El establecimiento, mantenimiento, los ciclos de cuidados culturales, la silvicultura, la protección y el aprovechamiento de los bosques plantados a menudo emplea a personas sin formación y con bajos salarios, lo cual produce una alta rotación de personal. En muchos países, dicho trabajo es asociado a altas tasas de accidentes, fatalidades y graves problemas de salud. Éste trabajo es a menudo predominantemente masculino, aunque las mujeres suelen trabajar en los viveros forestales.

El trabajo por contrato puede abarcar una proporción vasta y creciente de la fuerza de trabajo de los bosques plantados en muchos países. Lo contratistas pueden no estar contemplados en la legislación laboral y estos trabajadores puede contar con mucha menos protección que los trabajadores que gozan de una relación laboral formal. Sometidos a la presión de ahorrar costos en un mercado muy competitivo, los contratistas pueden verse forzados a sobrecargarse a sí mismos y a sus empleados con una fuerte carga y horas de trabajo o inclusive recurrir a prácticas ilegales.

Un elemento clave para romper el ciclo de baja productividad, bajos salarios, alta incidencia de rotación de personal y trabajo inseguro es el fortalecimiento de las capacidades de negociación de la fuerza laboral forestal, de los pequeños propietarios y de quienes trabajan por contrato. Asistiéndolos para que formen o fortalezcan las asociaciones que les ayude a garantizar una distribución equitativa de beneficios, además de crear una base para la gobernanza democrática. El cumplimiento vigoroso de los estándares laborales fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo constituye el nivel mínimo de acciones necesarias para crear un ambiente favorable para el fortalecimiento de las capacidades de negociación de grandes grupos de trabajadores forestales.

Dicha capacitación es más eficaz cuando está diseñada y es suministrada por el grupo más importante (según se define en el Programa 21) al cual está dirigida. Habría que contemplar la capacitación en el trabajo y la capacitación vocacional para todos los trabajadores forestales, haciendo hincapié en los aspectos de salud y seguridad.

Los salarios, horarios, condiciones de trabajo y arreglos organizativos para adaptar la vida de trabajo a las demandas de la vida fuera del trabajo son elementos centrales de las relaciones del empleo y de la protección de los trabajadores.

4.5.11 La aplicación de incentivos

Los incentivos pueden ser subsidios para reducir los costos o incrementar las ganancias. Éstos también pueden ser aplicados mediante otras formas de fomento financiero tales como reducción de impuestos y respaldo de índole no monetaria como apoyo para la investigación y extensión. El uso de incentivos debe ser racional y claramente justificado en concordancia con la política forestal u otras políticas económicas de aplicación más general, con el fin de no fomentar resultados adversos – por ejemplo, incentivos perversos pueden fomentar la conversión de bosques de regeneración natural a bosques plantados. En el contexto de la conservación y utilización sostenible de la biodiversidad, la utilidad de los incentivos fue reconocida por la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (Artículo II).2

La decisión de establecer cualquier forma de incentivo para la inversión en materia de bosques plantados debería involucrar la investigación en cuanto a los costos y ganancias para los diferentes inversionistas – por ejemplo, las grandes empresas o los pequeños propietarios pueden requerir de un tratamiento distinto – así como acerca de los incentivos que puede provocar distorsiones o en donde pueda caber el fraude. Los análisis deberían tomar en consideración los costos y beneficios tanto para los productos forestales maderables como no maderables.

La administración de los programas de incentivos debería ser supervisada, y habría que tener el cuidado de asegurarse que los incentivos no conduzcan a una plantación que descuide el mantenimiento y la ordenación sucesiva. En el contexto de la conservación y de la utilización sostenible de la biodiversidad, la orientación en materia de diseño y ejecución de los incentivos fue adoptada por la Conferencia de las Partes COP 6 del Convenio sobre la Diversidad biológica (Decisión VI/153).

Existe una tendencia que va de incentivos directos a incentivos indirectos. En lugar de pagar subsidios destinados a corregir distorsiones en otras partes de la economía que desalienten la inversión en bosques plantados, actualmente se hace hincapié en eliminar aquellas distorsiones e impedimentos estructurales a cambio de la creación de un clima de negocios que estimule a las empresas. La reforma al sistema de impuestos puede ser necesaria, o la eliminación de barreras administrativas que desalienten la comercialización de la madera o de los productos de madera. La necesidad de eliminar los incentivos perversos ha sido reconocida por la conferencia de las Partes del convenio (ver sobre todo la Decisión IV/10A4 y la Decisión VII/185).

Una nueva fuente de incentivos con mucho potencial para la inversión en materia de bosques plantados pueden ser las disposiciones del Protocolo de Kyoto (de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) en cuanto a promover a los bosques como sumideros de carbono en el contexto de los mecanismos de Desarrollo limpio y de Comercio de emisiones.


1 AKWÉ: KON voluntary guidelines for the conduct of cultural, environmental and social impact assessments regarding developments proposed to take place on, or which are likely to impact on, sacred sites and on lands and waters traditionally occupied or used by indigenous and local communities (Disponible a: www.biodiv.org/doc/ref/tk-akwe-en.pdf)

2 Convenio sobre la Diversidad Biológica: texto del convenio, Artículo II, incentivos.

3 Convenio sobre la Diversidad Biológica: Propuestas para el diseño y aplicación de incentivos, Anexo a la Decisión VI/15.

4 Convenio sobre la Diversidad Biológica: Decisión del Convenio IV/10A, párrafo 1f.

5 Convenio sobre la Diversidad Biológica: decisión del Convenio VII/18.

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