Página precedente Indice Página siguiente


4. CONSIDERACIONES FINALES

El Comité de Acción de Productos del Mar y Agua Dulce del SELA ha tenido un papel sumamente importante en catalizar el interés de los países participantes hacia un desarrollo ordenado de la acuicultura a pesar de disponer de medios financieros muy escasos.

Esto se debe, sin duda alguna, a la personalidad del Secretario que ha sabido fomentar y mantener vivo este interés a nivel de los gobiernos de los países integrantes del Proyecto 5 y a la voluntad de los propios gobiernos latinoamericanos. Este proyecto ha tenido un éxito que va mucho más allá de lo que los resultados técnicos de las varias líneas de acción experimentales dejan ver, ya que se ha conseguido en primer lugar reunir a las direcciones encargadas de acuicultura de nueve países, para establecer y discutir un programa común de investigación y desarrollo. Se ha dado con esto una conciencia de que Latinoamérica es capaz de organizar programas de investigación propios y de producir información de tan buena calidad como la ofrecida por la Revista Latinoamericana de Acuicultura, que ha colmado el vacío dejado por el Boletín de Acuicultura de la FAO, mejorando inclusive la presentación y el formato que este tenía.

Tras una primera fase de gran actividad, a los tres años de haberse iniciado el proyecto, se ha pasado a una situación en la que se nota un cierto estancamiento de los proyectos de intercambio de técnicos y sobre todo de investigación, y se está empezando a difundir un cierto escepticismo entre varios de los países integrantes, que podría llevar, en el peor de los casos, a un resquebrajamiento y desunión del bloque de países que lo integran.

¿Cuáles son las razones de esta situación? La misión no cree que se pueda dar una respuesta sencilla ya que son muchos los factores que interactúan, pero posiblemente una de las principales es que no se ha conseguido obtener una financiación adecuada para que los programas de investigación pudieran ser cumplidos independientemente de los presupuestos normales, o al menos, que garantizase una posibilidad de cumplirlos sin tener demasiados problemas.

Esto hace pensar que el momento histórico de esta primera fase de lanzamiento del Proyecto 5 del SELA pueda haber concluido ya, que sea necesario proceder a una consolidación de los resultados obtenidos y que haya que buscar una fuente de financiación de la investigación que se propone realizar. También se necesitaría aunar esfuerzos con los otros programas que promueven el desarrollo de la acuicultura en la región para optimizar el uso de los recursos materiales, financieros y humanos existentes, que son en su conjunto escasos si se considera la extensión y necesidades de Latinoamérica.

Antes de la creación del Proyecto 5 del CAPMAD, en 1977 y a raíz de una serie de simposios, grupos de trabajo y conferencias técnicas organizados por la FAO en Montevideo, Caracas y Kyoto, se elaboró el primer documento de proyecto del Centro Regional Latinoamericano de Acuicultura. Por una serie de razones, este Centro vio retrasarse el inicio de sus actividades hasta 1981, año en el que se inició el primer curso para 23 acuicultores que han venido de 13 países latinoamericanos.

Como para cualquier centro en su fase inicial, se necesita un período de rodaje en el que se ajusta la organización y se finaliza la construcción de las instalaciones. Sin embargo, el potencial del Centro para apoyar las tareas iniciadas por el Proyecto 5 del CAPMAD, de modo substancial y complementario, existe, es considerable y debe ser utilizado. Los países signatarios del Proyecto 5 son también miembros del CERLA y en muchos casos son exactamente las mismas instituciones las que han participado en representación de su país en las reuniones del Comité Técnico del Proyecto 5 y participarán a la reunión del Comité Asesor del CERLA el próximo 29 de junio en Brasil.

En esta reunión probablemente habrá que ver, como punto clave, que es lo que los países desean que suceda con el CERLA. Habrá seguramente que establecer un nexo entre el Proyecto 5 y el CERLA, para optimizar el uso de la totalidad de medios disponibles y para que no se desperdicien los escasos recursos disponibles en la región o se desaprovechen ocasiones para capacitar personal a alto nivel.

En el documento de proyecto del CERLA se prevé, para un futuro próximo, la instauración de vínculos estrechos con centros nacionales seleccionados que actuarán como subcentros del CERLA en sus respectivos países y que se beneficiarán de apoyo técnico, de información y de capacitación de sus profesionales. No hay duda que en algunos de los países estos centros van a ser los mismos que colaboran en el Proyecto 5 del CAPMAD.

Habría pues que preguntarse si es este el momento en que el Proyecto 5 deba utilizar al CERLA como núcleo central para continuar y perfeccionar la labor de desarrollo de la acuicultura en sus países integrantes.

Esto es algo que los propios países deberían determinar tanto en la próxima reunión del 29 de junio en Brasil como en las próximas reuniones del Comité Técnico del Proyecto 5.


Página precedente Inicěo de página Página siguiente