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Editorial - La extensión y la nueva función de la silvicultura

Las publicaciones de la FAO que aparecen en los avisos de Unasylva pueden obtenerse en los agentes de venta que figuran en la contratapa.

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Roma

La actual ampliación de los objetivos de la administración forestal, destinada a aumentar la contribución de la silvicultura al desarrollo rural, ha tenido profundas repercusiones en todos los aspectos de la práctica forestal, especialmente en las relaciones entre los servicios forestales y la población rural. Al par de los productos industriales procesados o manufacturados, los productos forestales eran consumidos después de haber sido transformados

El acceso al bosque encontraba resistencias, porque planteaba conflictos potenciales con los valores de protección de las masas forestales. Por ello, todos los contactos de los agentes silvícolas con la población eran a menudo más de vigilancia que de apoyo.

Si se desea ahora que los bosques contribuyan más amplia y efectivamente a la satisfacción de las necesidades de la población rural pobre, los servicios forestales deberán trabajar con la gente. Se deberá alentar y ayudar a las poblaciones locales para que participen lo más ampliamente posible en las actividades de producción forestal. La silvicultura deberá alcanzar a los numerosísimos grupos humanos que, al interno y al externo de los bosques, dependen todavía de sus frutos para la vida cotidiana. La tarea de la silvicultura ya no se limita a cultivar árboles en los terrenos boscosos; igualmente importante es ofrecer a todos los conocimientos y medios necesarios para que participen en las actividades silvícolas de sus propios lugares de residencia.

La extensión se está convirtiendo rápidamente en una de las prioridades de los programas silvícolas. La extensión ayuda a la población a decidir el mejor modo de ayudarse a si misma, y pone a su disposición las técnicas adecuadas. Igualmente importante es que permite a los que prestan los servicios de extensión comprender qué cosa necesita realmente el pueblo, qué piensa y a qué aspira.

La extensión requiere nuevas técnicas y estructuras organizativas; las técnicas de comunicación, capacitación y administración se vinculan más con las necesidades de la población que con las de la burocracia. Esta realidad pone nuevos desafíos a los servicios forestales, que deben ahora acudir a la experiencia alcanzada en otros campos.

Este número de Unasylva da noticias sobre cómo un servicio forestal, el de Nepal, organiza un servicio de extensión. A fin de difundir lo más ampliamente posible esta experiencia, en 1982 la FAO organizó en Indonesia un seminario sobre extensión silvícola, al que tributaron su experiencia especialistas y servicios forestales de numerosos países. Del cuerpo de conocimientos elaborado en el seminario, han derivado valiosas contribuciones para la preparación de un manual de extensión silvícola, que actualmente está casi completado. Ya se han preparado otros materiales para la enseñanza de la extensión forestal, disponibles en forma de filminas, que informan sobre los logros alcanzados en diversas partes del mundo.

La FAO ayuda a los países a revisar sus programas de enseñanza forestal a fin de que incorporen elementos de concientización de la población, además de las técnicas esenciales de comunicación y extensión. Esta tarea es tal vez la más importante de todas, porque va más allá de las necesidades inmediatas de extensión para llegar al centro mismo de los cambios que se producen en la silvicultura. La noción de que la extensión forestal existe para ayudar a la gente, debe permear todo lo relacionado con la silvicultura. La idea de servir a la población a través de la silvicultura no puede ser confinada sólo a un segmento de la silvicultura etiquetado «extensión», antes bien debe motivar y guiar todo lo que se hace en este campo.


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