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RECOMENDACIONES DE LA FAO PARA LA ADQUISICION DE SEMILLAS

por

Christel Palmberg
Dirección de Recursos Forestales
Departamento de Montes
FAO, Roma, Italia

Un requisito esencial de todo programa de plantación es asegurarse una fuente de suministro de semillas. Independientemente de que éstas se recojan en el lugar o se adquieran en otra parte, su calidad determinará no sólo el número de plántulas sanas obtenidas, sino también su posterior supervivencia y crecimiento. La “calidad” se refiere a: (1) la calidad fisiológica de la semilla, que depende de factores como la época y el método de recogida y la manipulación y el tratamiento de la semilla; y (2) la calidad genética, que depende de las características propias del rodal, el número de árboles que intervienen en la polinización de los óvulos (y, en consecuencia, la probabilidad de autogamia, es decir, de semillas procedentes de autopolinización) y el número de árboles madre utilizados como fuente. La calidad genética de las semillas también determinará la del rodal que de ellas se obtenga para la ulterior recogida de semillas y para fines de selección y mejoramiento genético. En consecuencia, tendrá efectos a largo plazo en la preparación de nuevos programas de plantación en el plano local.

La demanda mundial de semillas de muchas especies arbóreas es superior a la oferta. Además, hay poca o ninguna documentación sobre la mayor parte de las semillas de especies arbóreas tropicales/subtropicales actualmente comercializadas. Ello se debe en parte a la tendencia a aceptar cualquier semilla disponible, pero sobre todo a la falta de conciencia de la importancia fundamental de disponer de suficiente documentación sobre los lotes de semillas utilizados para la formación de bosques, la plantación de árboles y con fines experimentales.

En vista de lo anterior y de las otras ambigüedades que normalmente se registran en la demanda de semillas, el Departamento de Montes de la FAO recomienda vivamente que al adquirir semillas se tengan en cuenta las consideraciones siguientes:

  1. Cuando una especie no se ha ensayado todavía, encargar sólo pequeñas cantidades de semillas para emplearlas en experimentos estadísticamente bien fundamentados, e incluir siempre especies locales en esos ensayos como “testigos”. Si es grande la urgencia de realizar la plantación, utilizar especies ya probadas. La experiencia adquirida acerca del comportamiento de las especies en otros países o regiones puede indicar qué especies pueden adaptarse mejor a condiciones y usos determinados y, por lo tanto, deben incluirse en los trabajos experimentales, pero nunca puede servir de sucedáneo de los ensayos realizados en el plano local.

  2. Prestar atención al número de semillas por kilogramo y no hacer un pedido superior al necesario.

  3. Exigir siempre al proveedor un certificado que contenga información sobre el origen y procedencia (latitud, longitud y altitud, como mínimo) y, si es posible, el número de árboles utilizados como fuente. Cuando la semilla vaya a utilizarse con fines experimentales o para la formación de poblaciones para la recogida de semillas en el plano local o el mejoramiento genético, se requiere información adicional acerca de las características del rodal y tratamientos anteriores.

  4. Si se va a utilizar en gran escala una nueva especie y se han determinado experimentalmente la procedencia mejor o más probable para cada zona de plantación, otorgar la máxima prioridad a la adquisición de cantidades adecuadas de semillas de un proveedor acreditado para la formación de semilleros locales que permitan obtener la mayor producción posible de semillas y faciliten el logro de la autosuficiencia del país o la región en materia de semillas.


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