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El mundo forestal


Comité de la FAO de Desarrollo Forestal en los Trópicos
Obtención de papel a partir de la producción de tequila

Comité de la FAO de Desarrollo Forestal en los Trópicos

La octava reunión del Comité de Desarrollo Forestal en los Trópicos (CDFT) se celebró del 14 al 18 de septiembre de 1987 en la sede de la FAO en Roma. Asistieron a ella delegaciones y observadores de 55 Estados Miembros de la FAO y Representantes del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUMA), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Banco Mundial y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), así como observadores del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), de la Organización Africana de la Madera (OAM) y de varias organizaciones internacionales no gubernamentales, incluidas el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (IIMAD), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos (UICN), la Unión Internacional de Instituciones de Investigación Forestal (IUFRO), el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y Caritas.

El Sr. Pong Leng-Eec de Tailandia, fue elegido Presidente de la reunión, y los señores G. Lozano (Colombia) y K. Soundélé (Côte d'Ivoire) fueron elegidos Vicepresidentes.

En los debates del Comité dominaron tres temas: asistencia internacional a las actividades forestales tropicales; ejecución del Plan de Acción Forestal en los Trópicos (PAFT), e investigación forestal.

A la vez que reconocía con satisfacción el considerable aumento que se había registrado en la financiación al sector forestal por parte de las organizaciones de ayuda, tanto bilaterales como multilaterales, el Comité expresó su preocupación por el desajuste que había entre el volumen de la financiación necesaria, indicada en el PAFT, y el volumen y ritmo de crecimiento que hasta ahora se había conseguido. Tomó nota de la necesidad de que los países actuaran con rapidez en este sentido, para asegurar la asignación a largo plazo de los recursos necesarios para apoyar el desarrollo del sector forestal.

Al subrayar la importancia de las reuniones políticas de alto nivel, como la Conferencia Silva de París de 1986 y la Conferencia de Bellagio sobre Bosques Tropicales de 1987, el Comité recomendó que se fomentaran más reuniones de este tipo, especialmente en el plano regional, para darle al sector forestal la dimensión política que necesitaba urgentemente en los planes nacionales de desarrollo.

El Comité instó también a que se. procurara aun mas cuantificar los beneficios económicos y financieros de la ayuda y de las inversiones en el sector forestal, considerando tanto las tasas efectivas de rendimiento y los costos de restauración necesarios si la tendencia a la degradación continuaba. Subrayó asimismo que, como la base de un buen desarrollo era el carácter sostenible de los recursos, debía prestarse debida atención al factor del suministro a la hora de planificar nuevas inversiones en el sector forestal.

Tomando nota de que hasta la fecha 30 países habían pedido apoyo para elaborar planes nacionales de acción forestal, el Comité acogió con agrado la flexibilidad existente en la planificación y ejecución de actividades del PAFT en el plano nacional, con arreglo a las políticas, prioridades y necesidades de desarrollo de los distintos países, y estuvo de acuerdo en que cualquier medida que se tomase relativa a la adaptación del PAFT o a su ejecución en los países debería realizarse a solicitud del gobierno interesado. Representantes de algunos países fuera de la región tropical expresaron también interés por la asistencia que se prestaba en el marco del PAFT.

El Comité expresó su preocupación por la prioridad relativamente baja que actualmente se concedía a los aspectos institucionales del PAFT, y en particular a la enseñanza y capacitación y a la organización de la administración forestal en los países interesados, señalando que el fortalecimiento de las instituciones era indispensable para aumentar la capacidad de absorción y la transferencia de tecnología a los países en desarrollo. Por esta razón recomendó que estos aspectos recibieran la máxima atención en la ejecución del PAFT.

El Comité tomó nota también de que la conservación de ecosistemas forestales tropicales estaba en la actualidad insuficientemente representada en los programas internacionales de ayuda. Recomendó que se adoptaran medidas para asegurar que todas las actividades que se realizaran en el marco del PAFT reflejaran adecuadamente la importancia de este aspecto, y recomendó además que en el PAFT se concediera mayor importancia al manejo de la fauna y flora silvestres, vista la gran importancia de la vida silvestre como fuente de alimentos y de recursos económicos en las zonas rurales de muchos países en desarrollo, y como componente importante del ecosistema forestal tropical.

El Comité tomó nota también de la disparidad que existía entre los países en cuanto al volumen de ayuda que se les concedía, y algunos delegados de la región de América Latina y el Caribe expresaron su preocupación por la proporción tan baja que se asignaba a su región, que no correspondía a la gran riqueza de sus recursos naturales. El Comité recomendó que la ayuda bilateral y multilateral estuviera encaminada a reducir esa disparidad, apoyando a todos los países que pidieran asistencia en el marco del PAFT.

Tomando nota de que las prioridades fijadas por los gobiernos nacionales eran de enorme importancia para determinar el nivel de la ayuda exterior al sector forestal, el Comité recomendó que los servicios forestales de los gobiernos beneficiarios intensificaran sus esfuerzos para asegurar que se concediera una mayor prioridad a las actividades forestales, presentando argumentos bien razonados de carácter económico, social y político para la revisión de las prioridades nacionales de desarrollo, en el ámbito del PAFT.

El Comité refrendó el hecho de que se fortaleciera la función coordinadora de la FAO en el plano internacional para la realización del PAFT, y acogió con gran agrado el apoyo prestado por una serie de donantes para esta finalidad. Elogió asimismo los esfuerzos para mejorar la calidad y eficacia de las medidas que se tomaran en el ámbito del PAFT, tanto por la Oficina de Coordinación del PAFT de la FAO como por el grupo informal de asesores forestales en sus reuniones ordinarias de coordinación, y destacó el valor de una participación apropiada de los representantes de los países en desarrollo en esas reuniones.

El Comité subrayó también la importancia de que se prepararan y realizaran cuidadosa y detalladamente misiones del PAFT cuando fuera necesario y se hubieran solicitado, así como la necesidad de una orientación clara para todos los que participaban, con objeto de asegurar que se tuvieran en cuenta todos los aspectos pertinentes de las interacciones complejas entre el sector forestal y otros sectores.

TAI NATIONAL PARK, CÔTE D'IVOIRE - la conservación de ecosistemas es una prioridad del PAFT

Pasando al tema de la investigación, el Comité estuvo de acuerdo en que el carácter evolutivo de la actividad forestal exigía un nuevo planteamiento en los programas de investigación. Subrayó la importancia de las actividades forestales en el desarrollo rural y recomendó que en los programas de investigación se concediera mayor prioridad a los aspectos sociales y económicos, prestando particular atención a la dimensión humana de la actividad forestal. El Comité subrayó también la necesidad de fortalecer la investigación forestal en campos como la gestión y conservación de ecosistemas, incluida la fauna y flora silvestre y los manglares, la utilización de especies arbóreas para finalidades múltiples y su empleo en sistemas agroforestales.

El Comité convino en la importancia de que la investigación tuviera en cuenta la gran riqueza tradicional de conocimientos y técnicas, y la explotara como capital valioso en apoyo de las actividades para resolver problemas forestales locales, aprovechando más, al mismo tiempo, tecnologías modernas como la telepercepción y la informática. A la vez que se organizaban nuevas unidades de investigación, debería también prestarse apoyo suficiente a las organizaciones existentes.

El Comité recomendó también que en los planos nacional e internacional se hicieran más esfuerzos para sensibilizar a los responsables de la adopción de decisiones en lo referente a los beneficios de la investigación, sobre todo mediante la publicación de experiencias logradas. También recomendó que, para mejorar la calidad y eficacia de la investigación forestal, se adoptaran medidas como una capacitación adecuada y la formación continua del personal de investigación, unas condiciones de trabajo atractivas y sistemas de gratificación. Recomendó también que se entablaran vínculos sólidos con otras instituciones interesadas, como organizaciones de extensión y programas de desarrollo forestal.

El Comité recomendó que en la cooperación internacional relativa a la investigación forestal se diera prioridad al fortalecimiento de las instituciones nacionales y al establecimiento de mecanismos flexibles de coordinación, como redes y acuerdos de vinculación. A este respecto, el Comité tomó nota con aprecio de las actividades realizadas en el ámbito del programa especial de la IUFRO para los países en desarrollo, y acogió con satisfacción los últimos progresos que se habían realizado para el establecimiento de su Consejo Internacional para las Investigaciones y Extensión Forestales (INCOFORE).

El Comité recomendó que el PAFT se utilizara en la mayor medida posible para el fortalecimiento y la armonización de la cooperación internacional en el sector de la investigación forestal, y reconoció la función particular que desempeñaba la FAO a este respecto.

Obtención de papel a partir de la producción de tequila

La demanda de celulosa en México está creciendo a un ritmo anual del 10-15 por ciento, mientras que la producción nacional de ese material aumenta sólo del 5,6 por ciento al año. México importa actualmente una tercera parte de sus necesidades de celulosa, lo que plantea un difícil problema para el país, que está intentando ahorrar divisas.

Se está concediendo prioridad a la investigación de otras fuentes de materias primas para la producción de celulosa. Por ejemplo, el bagazo de la caña de azúcar proporciona ahora el 25 por c lento del consumo anual de celulosa en el país.

Otra fuente posible que actualmente se está investigando es el maguey del que se obtiene la tequila (Agave tequilina). Los azúcares extraídos del cono de esta planta se elaboran para producir la tequila, el conocido licor mexicano. Los conos son los residuos de la producción del licor.

Los investigadores comunican que de los conos puede obtenerse un rendimiento de material fibroso del 7 al 7,6 por ciento (en seco). Otros trabajos experimentales señalan que la resistencia a la rotura y el pliegue no es inferior a los resultados obtenidos con el bagazo del azúcar. Se comprobó que el coeficiente de explosión y la longitud de rotura eran inferiores a los valores propuestos. Considerando el valor de la longitud de rotura, habría que añadir el 20-25 por ciento de pasta celulosa de conífera a la pasta del cono de tequila en el tanque de mezcla de la máquina para fabricar papel.

En la conclusión del estudio se señalaba la posibilidad de instalar una fábrica de celulosa utilizando los conos de tequila, de los que se dispone fácilmente en los centros industriales de fabricación de este producto, situados en la región de Tequila, México.

Los interesados que deseen más información acerca de las investigaciones sobre la pasta de tequila pueden dirigirse al Sr. J.-L. Herce-Vigil, ONUDI, PO Box 300, A-1400 Viena, Austria.


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