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CONSERVACIÓN IN SITU

La variación genética, acumulada en todos los organismos vivos de la tierra durante unos tres mil millones de años de evolución biológica, constituye los recursos genéticos de nuestro planeta. Esta diversidad sirve como amortiguador frente a los cambios ambientales y es por ello fundamental para mantener la estabilidad y el equilibrio biológico de la biosfera.

Además de proteger a las especies en el medio natural frente a los cambios del clima, el suelo y otras influencias ambientales adversas (incluyendo las plagas y enfermedades), los genes procedentes del medio natural son necesarios para garantizar la adaptación de las plantas cultivadas a los cambios de las condiciones ambientales y a las necesidades socioeconómicas, incluyendo las especies correspondientes a los 16 principales cultivos que proporcionan hoy día la mayor parte de la alimentación humana a nivel mundial. El perfeccionamiento del cultivo y el uso a largo plazo de estas especies y de otras nuevas a identificar, dependen de la disponibilidad de variación genética que permita desarrollar nuevas variedades mediante selección y mejoramiento genético. Los avances de los conocimientos y tecnologías aplicadas en el campo de la genética, como la ingeniería genética, pueden abrir nuevas posibilidades de utilizar el material genético procedente de una gran variedad de especies para mejorar las plantas cultivadas.

Los forestales están en una posición clave para ayudar a garantizar la conservación y el uso racional de los recursos naturales renovables. Los bosques y los terrenos arbolados contienen no sólo especies madereras sino también - especialmente en las zonas tropicales húmedas y estacionales, y en muchas áreas de las zonas subtropicales - una gran riqueza de otras especies de valor socioeconómico real o potencial. La pérdida de los recursos genéticos vegetales y animales existentes en el bosque o dependientes de él, se unen a las consecuencias ambientales y económicas de la deforestación y la degradación de bosques y terrenos arbolados, teniendo también efectos potenciales negativos en el plano social.

Tenemos una responsabilidad evidente de mantener las opciones abiertas, evitando con toda nuestra capacidad el agotamiento o destrucción de las áreas naturales y de la diversidad genética que contienen. Afortunadamente los recursos genéticos son recursos renovables: su utilización sostenida y cuidadosa es generalmente compatible con su conservación.

La FAO, en colaboración con la UNESCO el PNUMA y la UICN, ha publicado recientemente un folleto titulado “Los recursos fitogenéticos: su conservación “in situ” para el Uso Humano”. El folleto, basado en la larga experiencia del Departamento de Montes de la FAO en el campo de la conservación de los recursos genéticos, en los proyectos de campo en ejecución y en los estudios de ciertos casos proporcionados por institutos y científicos procedentes de 8 países en desarrollo, pretende ilustrar a los dirigentes y al público en general sobre los beneficios a largo y corto plazo que pueden obtenerse de la conservación. En él se destaca que la conservación hay que considerarla como parte integral de los programas de desarrollo a corto, medio y largo plazo, y llega a la conclusión de que la clave del éxito radica en armonizar la conservación con el uso sostenido y la ordenación. El folleto analiza también la relación entre la conservación in situ de plantas y animales y la red mundial ya existente de áreas protegidas; y entre la conservación in situ y la ordenación de los recursos naturales renovables, para la provisión de bienes y servicios.

El folleto está complementado por una lámina insertada que explica brevemente la esencia, razones y metodologías de la conservación in situ: el qué, el por qué y el cómo.

El folleto sobre la conservación in situ puede obtenerse en la Sección de Distribución y Ventas de la FAO y en las librerías autorizadas por la FAO; la lámina insertada se puede obtener en la Dirección de Recursos Forestales del Departamento de Montes de la FAO (Via delle Terme di Caracalla, I-00100 Roma, Italia).


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