Comisión Forestal Latinoamericana
La XVII Reunión de la Comisión Forestal Latinoamericana de la FAO se celebró en Ciudad Guayana, Venezuela, del 18 al 22 de febrero de 1991. Asistieron delegados de 19 países miembros y observadores de la Comisión del Acuerdo de Cartagena y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.
Situación forestal en la región
Diversas delegaciones hicieron resaltar la contribución del sector forestal a los aspectos económicos y sociales de sus respectivos países, particularmente por lo que hace al Producto Nacional Bruto, empleo, inversiones y exportaciones. También expresaron preocupación por la destrucción y depauperación de sus bosques naturales. Se prestó particular atención a las estrategias y mecanismos que se podrían adoptar para poner remedio a la situación como, por ejemplo, reducir la deuda externa a cambio de medidas de conservación de la naturaleza, reforestar y otorgar incentivos para la ordenación de los bosques naturales.
Las delegaciones confirmaron la importancia que atribuían a los principios del desarrollo sostenible y observaron que es necesario desplegar grandes esfuerzos para que dichos principios se reflejen en la política forestal de cada país.
El Programa de Acción Forestal en los Trópicos
Los delegados de países que participan en el PAFT confirmaron su interés por el mismo así como su apoyo; también reconocieron la necesidad de que la FAO siga ejerciendo su función coordinadora. La Comisión tomó nota de la intensa labor del PAFT en los países de América Latina y el Caribe, donde se llevan a cabo actividades más numerosas que en otros continentes. A este respecto recomendó que la FAO tome en cuenta la posibilidad de descentralizar su apoyo para que los países de cada región reciban oportunamente una ayuda eficaz. También recomendó que se establezcan en los planos regional y nacional mecanismos de inspección y evaluación.
Instrumento internacional para la conservación y el desarrollo de los bosques
A pesar de que la Comisión se declaró partidaria en términos generales del instrumento propuesto, aparentemente los gobiernos de los países miembros todavía no estaban dispuestos a empeñarse políticamente en la medida que seria necesaria para proseguir de una manera más concreta.
En América Latina, las empresas forestales en pequeña escala dan imponentes beneficios cumulativos
Contribución de las pequeñas empresas al desarrollo forestal rural
Los miembros de la Comisión prestaron especial atención al tema del orden del día que trata de las empresas forestales de pequeña escala y del papel que pueden desempeñar en el desarrollo forestal rural. Se observó que las pequeñas empresas constituyen una significativa, y hasta ahora olvidada, proporción de las actividades forestales rurales y urbanas y de toda la industria forestal en general. Los efectos cumulativos de esas empresas son considerables y conviene promoverlas como elemento esencial del desarrollo económico y social. La Comisión afirmó que esta cuestión no puede ser tratada separadamente, sino en conexión con otros aspectos como conservación de suelos y aguas.
Diversas delegaciones expresaron preocupación por la depauperación de sus bosques naturales
La Comisión insistió en la necesidad de establecer unidades de producción en el campo, de cuya gestión se encarguen los propios campesinos, y recomendó que la FAO conceda precedencia a disposiciones que asignen fondos al proyecto de asistencia técnica titulado «La contribución de empresas forestales de pequeña escala al desarrollo forestal rural».
Un sistema regional de información forestal
La Comisión aprobó la propuesta del proyecto para establecer un sistema regional de información forestal que contendría datos sobre recursos forestales, producción, precios, mano de obra, política y legislación, instituciones y servicios forestales, asistencia para el desarrollo, etc., y estaría organizado de modo que facilitase la toma de decisiones y la formulación de estrategias para el desarrollo. La Comisión sugirió que se preste particular atención a evitar la duplicación de esfuerzos, aplicar el sistema escalonadamente, empezando por los objetivos más obvios, determinar a quiénes incumbiría recoger datos de los servicios forestales, y quiénes estarían autorizados a proporcionar información precisa.
Otras decisiones
En vista de la decisión de la Conferencia de la FAO de cambiar el nombre de la región de modo que mencione expresamente al Caribe, la Comisión recomendó que su denominación sea: «Comisión Forestal para América Latina y el Caribe».
La Comisión recomendó también que, con el fin de reforzar su actuación, la Secretaria Ejecutiva permanezca abierta entre períodos de sesiones. La Secretaria Ejecutiva se reuniría periódicamente para verificar, entre otras cosas, si se aplican las recomendaciones de la Comisión, mantener el enlace con la Oficina Regional de la FAO, preparar el orden del día de las reuniones y tomar todas las medidas de acción necesarias para consolidar las funciones de la Comisión.
Antes de clausurar la reunión, la Comisión tomó nota de que la delegación del Uruguay había ofrecido acoger en su país la próxima reunión. Pueden obtenerse copias del informe completo de la reunión pidiéndolas al Oficial de reuniones, Departamento de Montes, Viale dalle Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia.
