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INTRODUCCIÓN Y VISIÓN DE CONJUNTO


Los bosques producen una gran variedad de bienes y servicios para la humanidad. Por lo tanto, los bosques tienen un valor para los hombres y contribuyen a responder a sus necesidades en distintas formas. Estas contribuciones se realizan a través del: (1) uso directo del bosque, (2) uso indirecto del bosque y (3) la mera existencia del bosque o de la posibilidad de su futuro uso directo o indirecto.

Actualmente, la competencia para poder usar los bosques mundiales está aumentando; mientras que el público está cada vez más preocupado por el destino de sus bosques. Es por esta razón que los administradores forestales están adquiriendo mayor responsabilidad acerca de las decisiones que se refieren a los cambios de dicho uso. Por lo tanto, aumentar el conocimiento disponible sobre la amplia gama de valores asociados con los bosques, proporciona a los tomadores de decisiones informaciones útiles para poder decidir sobre los usos alternativos de los bosques y del suelo que responden a las necesidades de los distintos grupos interesados.

Este documento se ocupa de los valores económicos asociados con los bosques. A estos valores nosotros hemos asignado una medida monetaria, originada ya sea a través de transacciones de mercado o a través de otros medios, que los economistas denominan “fijación de los precios sombra”. La tabla 1 muestra ejemplos sobre cada tipo de valor económico asociado con los bosques.

Las decisiones sobre el correcto e incorrecto uso forestal dependen de distintos valores, de los que sólo algunos pueden ser medidos en términos económicos o monetarios. Es por esto que se deben tomar en consideración también aquellos valores asociados con los intereses éticos, religiosos y con otras preocupaciones sociales.

El origen de los valores, incluso de los valores económicos, es psicológico y es por eso que éstos dependen de las percepciones individuales de los mismo. Por consiguiente éstos (1) varían de individuo a individuo y de grupo a grupo, y (2) pueden cambiar rápidamente con el tiempo a medida que las situaciones y las percepciones individuales cambian. En toda discusión práctica de evaluación económica es fundamental tener presente estas dos ideas: 1) No hay valores económicos absolutos - fuera de las percepciones individuales - y 2) estas percepciones tienden a ser dinámicas, variables a medida que las circunstancias cambian. La percepción que el hombre tiene del mundo puede ser una representación distorsionada de la realidad.

En este documento analizamos una serie de interrogantes que los tomadores de decisiones lógicamente se plantean: ¿Qué son los valores económicos y por qué son útiles? ¿En cuáles contextos debemos usarlos? ¿Cuáles valores hay que considerar en las decisiones? ¿Cómo podemos medir o calcular la importancia económica? ¿Cómo podemos adoptarlos en la práctica?

El resto de este documento examina cada uno de estos interrogantes a la vez. A continuación, en cambio, respondemos brevemente a dichas preguntas.

¿Qué son los valores económicos y por qué son útiles para los tomadores de decisiones? (Capítulo 1)

“El concepto económico del valor de los recursos naturales comienza con la disposición del individuo a pagar (...) todos los consumidores tienen sus propios valores y sus propios gustos y preferencias de acuerdo a los que juzgan las ventajas de un bien o de un servicio respecto a otro. Los economistas opinan que el valor global o social puede ser calculado añadiendo estos valores individuales” (Kramer et al. 1992).

Tabla 1. Valores asociados con las contribuciones forestales al bienestar humano.

VALORES DE USO DIRECTO

Uso consuntivo

  • bienes comerciales/industriales destinados al mercado (combustible, madera, pasta de papel, postes, frutas, animales, forrajes, medicinas, etc.)

  • bienes y servicios autóctonos no destinados al mercado (combustible, animales, pieles, postes, frutas, nueces, etc.).

Uso no consuntivo

  • recreación (excursiones por la jungla, fotografía de fauna y flora, trekking, etc.).

  • ciencia/educación (estudios del bosque de vario tipo).

VALORES DE USO INDIRECTO

  • protección de cuencas hidrográficas (protección de zonas situadas aguas abajo).

  • protección de suelos/mejora de la fertilidad (mantenimiento de la fertilidad del suelo, de especial importancia en las regiones tropicales)

  • intercambio de gases y almacenamiento de carbono (mejora de la calidad del aire, reducción de los gases que causan el efecto invernadero)

  • hábitat y protección de especies y de la biodiversidad (fuentes de posibles medicinas, fuente de germoplasma para plantas y animales domesticados en el futuro)

  • productividad del suelo en tierras forestales convertidas (espacio y productividad del suelo para cultivos hortícolas/agrícolas y ganadería).

VALOR DE EXISTENCIA Y DE OPCIÓN

  • Puede que la población valore un bosque o un conjunto de recursos sólo por su existencia, sin intención alguna de utilizarlo en el futuro: Esto implica valores intrínsecos.

  • Puede que la población valore la posibilidad de utilizar el bosque en el futuro, o sencillamente la posibilidad de disponer de él en el futuro. No obstante estos valores sean difíciles de medir en términos económicos, deben ser reconocidos cuando se evalúa la contribución de los bosques al bienestar del hombre.

Obsérvese que todos los valores arriba mencionados se pueden considerar siguiendo distintas escalas, p. ej. bosque, cuenca, región, nación, global.

Los valores económicos están asociados con las medidas monetarias. Los gustos y las preferencias de las personas son convertidos en unidades de medida monetaria a través de la evaluación económica. Para hacer esto se adoptan distintas técnicas (ver capítulo 4).

Las medidas de valor económico establecen un sistema métrico común de valores. De este modo éstas pueden ser utilizadas para establecer el costo de distintas cosas, como el de la madera, de la fauna y la flora o de los beneficios de la recreación y de las cuencas. Gracias a este sistema métrico común, podemos sumar los valores de bienes y servicios distintos para obtener los valores globales, y se pueden establecer valores comparables.

Las medidas de valores económicos dan la posibilidad de hacer comparaciones entre bienes y servicios forestales distintos, pero competitivos entre sí, p. ej. madera y recreación. En general existen intereses que se encuentran en competencia y, por lo tanto, puntos de vista distintos acerca cuál es el mejor uso para las distintas áreas forestales. Es por este motivo que al elegir entre las distintas alternativas necesitamos poder compararlas. Estas comparaciones, sin embargo, deben ser hechas en contextos decisionales específicos y teniendo presente los criterios de compensación de ventajas y desventajas.

Las medidas de evaluación económica son útiles sobre todo en el contexto de la toma de decisiones, es decir, el uso principal de las medidas monetarias de los valores forestales es el de informar; en ellas se basan las comparaciones y, por último, las decisiones sobre los cambios propuestos en la ordenación y uso forestal. Estos cambios pueden significar permitir la roza o el establecimiento en un bosque, crear un nuevo bosque sobre un terreno inutilizado, o desmontarlo para otros usos o considerarlo una zona protegida. La discusión que sigue adopta la perspectiva de los administradores forestales públicos y de otros planificadores/administradores, que tienen que tomar estos tipos de decisiones de compensación de factores acerca de los bosques públicos, ya sea a nivel administrativo o político.

En teoría, los tomadores de decisiones públicos deberían ser figuras neutrales, En realidad, debemos admitir que no siempre lo son. Ellos tienen sus propios intereses y programas, que frecuentemente se reflejan en sus perspectivas de valor y, al final, en sus decisiones. Sin embargo, por motivos explicativos, supondremos que el tomador de decisiones público es neutral y totalmente entregado al bienestar público, y que considera el valor de los distintos intereses de la sociedad, incluso aquellos asociados con el bienestar de las generaciones futuras.

¿En cuáles contextos decisionales debemos usar las medidas de valor económico? (Capítulo 2)

Como dicho anteriormente, la medidas de valor económico son de primaria importancia para comparar y tomar decisiones acerca de los usos alternativos propuestos para los bosques. De hecho, si los tomadores de decisiones no tienen que enfrentarse ya con una propuesta de cambio (esto es, una propuesta alternativa al status quo), o en el inmediato futuro, no necesitan medidas de valor, a menos que sea por razones de pura curiosidad, un lujo que la mayoría no se puede permitir. Aclarado este punto, es importante comprender el contexto decisional antes de proceder o intentar de medir o calcular los valores económicos.

Los valores necesarios y la mejor forma de calcularlos variarán según el contexto decisional. En cualquier caso, los valores asociados al cambio propuesto deben ser comparados con el status quo, es decir, las comparaciones deben ser hechas entre los grupos de valores que existirían “con y sin” dicho cambio. Por lo tanto, en todos los contextos decisionales nos estamos refiriendo a un cambio adjunto en los valores. Además de esto, hay una gran diferencia, que debe ser aclarada, entre el contexto político y el administrativo por lo que concierne a las decisiones y a los valores.

En la mayor parte de los contextos, no podemos ignorar el hecho que distintos grupos dan distintos valores a los bosques. No hay, por lo tanto, valores absolutos, sólo los que existen en la percepción de las personas. De esto se deduce la siguiente pregunta.

¿Los valores de quién debemos considerar al tomar las decisiones? (Capítulo 3)

En todas las situaciones que implican un cambio en la ordenación y en el uso forestal, hay distintos grupos interesados que serán afectados de distintas maneras. La realización de la mayoría de los cambios depende tanto de los costos como de los beneficios. Algunos grupos divisarán valores negativos en el cambio; otros percibirán valores positivos. Llamaremos estos grupos “grupos interesados”. El problema para el encargado de tomar decisiones es: ¿cuál grupo interesado debo considerar al tomar mi decisión?. En teoría, deberían ser todos los grupos. En la práctica, dependiendo del contexto en el que estamos decidiendo, podemos considerar sólo algunos grupos. Además, se dará distinto peso a los distintos grupos, según la importancia que tienen en el contexto decisional. Pero no tenemos que considerar sólo la unidad de valores de los diferentes grupos interesados, sino que también hay que considerar los valores totales implicados.

Como primer paso, se identifican los distintos grupos interesados comprometidos o afectados por el cambio propuesto y, luego, se definen sus distintas perspectivas de valor, que deberán ser conciliadas con el proceso decisivo. ¿Hasta qué punto son parecidas y complementarias las distintas perspectivas? ¿Hasta qué punto se encuentran en competencia o en conflicto entre sí? Supongamos que se propone cortar una área forestal determinada. Algunos de los grupos interesados lógicamente serán los leñadores, la población indígena que vive en el área forestal, el país o la provincia a la que pertenece el bosque (y que por lo tanto tendrá una ganancia), varios grupos ambientalistas y los consumidores de los productos madereros, especialmente en el caso que con el aumento de la corta, los precios del consumidor disminuyan.

¿Cuál es el mejor método para calcular los valores económicos asociados con los bosques? (Capítulo 4)

La medida más común y visible de evaluación económica fue inventada siglos atrás por nuestros mismos antepasados, antes que nosotros siquiera pensáramos a la palabra “economía”. Esta medida surgió gracias a las transacciones comerciales y fue denominada “precio de mercado”. Las medidas de los valores - llamadas precios - se desarrollan en el marco de los mercados, a través de la disposición de los consumidores (compradores) a pagar y de la disposición a vender de los productores (vendedores). Los precios de mercado son una herramienta importante para el análisis económico.

Sin embargo, en algunos casos, los precios de mercado no reflejan la verdadera disposición a pagar (d.a.p.) por un determinado bien o servicio. En otros casos, no existen ni siquiera precios de mercado; especialmente por lo que se refiere a muchos bienes y servicios asociados con los bosques. A lo largo del tiempo, los economistas han elaborado distintas maneras para corregir los precios de mercado cuando éstos no constituyen un fiel reflejo del valor económico o de la d.a.p. del consumidor. Nosotros analizaremos estas distintas medidas y su utilidad para valorar las principales categorías de bienes y servicios forestales.

¿Qué directrices existen para la utilización de los valores económicos en la práctica? (Capítulo 5)

El método general indicado a continuación, puede ser adoptado por el sector público para establecer los valores de los distintos grupos interesados y la importancia de los mismos en los diferentes contextos decisionales. Éste se puede utilizar también para elaborar otras medidas económicas o monetarias de valor, si es oportuno:

Definir el contexto decisional del cambio propuesto:

Una vez que el contexto ha sido definido, hay que valorar los costos y beneficios que son relevantes con y sin el cambio propuesto:

Haga frente de forma apropiada a las incertidumbres que caracterizan a los valores.


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