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Compensación a las comunidades nativas por el descubrimiento de medicamentos: el trabajo de Healing Forest Conservancy

K. Moran

Katy Moran es Directora Ejecutiva de Healing Forest Conservancy, Washington, D.C.

En el presente articulo se afirma que la mayor parte de la diversidad biológica de las zonas tropicales del planeta se encuentra en lugares habitados por culturas indígenas o nativas, lo que hace que sus pobladores sean los principales guardianes in situ de la diversidad biológica del planeta; se señala también que los conocimientos de las culturas indígenas sobre la utilización de las plantas medicinales son muy valiosos para las compañías farmacéuticas para el desarrollo de medicamentos por lo que merecen ser compensados. Asimismo, se describe la labor que Healing Forest Conservancy, una organización no gubernamental, lleva a cabo para conseguir que las comunidades que viven en los bosques se beneficien de su contribución a las actividades de obtención de nuevos medicamentos y se presenta un marco conceptual para ofrecer compensaciones a las comunidades nativas por dicha contribución.

El término diversidad biológica hace referencia a la cantidad y variedad de genes, especies y ecosistemas que forman la vida en la tierra. Las plantas, los animales y el medio natural que constituyen la diversidad biológica satisfacen las necesidades estéticas y espirituales de gran parte de la humanidad y contribuyen directamente al bienestar humano. Por ejemplo, las especies vegetales constituyen la base de muchos de los medicamentos actuales y seguramente suministrarán sustancias químicas útiles para la producción de fármacos en el futuro. Las especies tropicales son valiosas porque a lo largo del tiempo, especialmente en los ecosistemas tropicales húmedos que registran escasas variaciones climáticas estacionales, muchas plantas han desarrollado defensas químicas contra los predadores y las infecciones. Las defensas químicas que incrementan la resistencia de las plantas frente a las bacterias y otros organismos infecciosos podrían utilizarse con fines terapéuticos en las personas.

No obstante, de persistir la tendencia actual de reducción del hábitat de las plantas en las zonas tropicales, a mediados del próximo siglo podrían haberse extinguido una gran cantidad de especies vegetales. Muy poco se conoce de los posibles remedios que se están perdiendo. Por ejemplo, de las 250000-500000 especies de plantas fanerógamas que existen, menos del I por ciento han sido investigadas clínicamente para determinar su composición química y valor medicinal (Farnsworth, 1988) si bien se ha reconocido el uso medicinal tradicional de muchas de ellas.

DIVERSIDAD CULTURAL Y SALUD HUMANA

De acuerdo con las estimaciones de las Naciones Unidas, existen 300 millones de pueblos indígenas que componen alrededor de S 000 grupos en más de 70 países. Los antropólogos suelen considerar que el mejor indicador para distinguir las culturas es el idioma. La figura (Durning, 1992) muestra en el círculo de la izquierda los nueve países con el mayor grado de diversidad cultural (de acuerdo con el número de idiomas hablados). En el círculo de la derecha, figuran los países con el mayor número de especies únicas, que se llaman países con «megadiversidad». Seis de los 12 centros de diversidad biológica figuran también entre los países de mayor diversidad cultural (Indonesia, India, Australia, México, Zaire y Brasil).

Diversidad cultural y biologica

1Países donde se hablan más de 200 idiomas.

2Países que los biólogos consideran de una megadiversidad por la cantidad excepcional de especies poco comunes que tienen.

Fuente: Worldwalch Institute.

Los conocimientos tradicionales sobre las plantas medicinales, acumulados a lo largo de milenios y transmitidos de una generación a otra dentro de las comunidades, son de una riqueza y una variedad tan grandes como las de los recursos bióticos y están tan amenazados como éstos (Moran, 19923. La pérdida de conocimientos tradicionales sobre la utilización de las plantas con fines medicinales en el mundo en desarrollo es una pérdida para toda la humanidad, tanto para las generaciones futuras como para las actuales. Los conocimientos de los pueblos indígenas sobre la utilización local con fines medicínales de las especies tropicales pueden contribuir a orientar y hacer más eficaces la búsqueda y selección de plantas medicinales para el descubrimiento de nuevos medicamentos.

Utilización de la diversidad cultural para obtener nuevos medicamentos Richard Schultes (1988), etnobotánico de la universidad de Harvard considerado el «padre de la etnobotánica» y coautor de The healing forest (Schultes y Raffauf, 1990), obra de la cual la organización Healing Forest Conservancy toma su nombre, en 1988 declaró lo siguiente:

«Los logros de los pueblos aborígenes en el aprendizaje de las propiedades de las plantas deben ser el resultado de una larga y estrecha relación con la vegetación de su entorno y de una completa dependencia de la misma. Los métodos científicos modernos deben estudiar cuidadosamente los conocimientos de los pueblos nativos. Los especialistas en fitoquímica no alcanzarían a terminar su labor si tuvieran que investigar al azar los efectos biológicos de las 80000 especies de plantas que existen en el Amazonas. Si se ocupan primero de aquellas especies con las que los aborígenes han vivido y que han experimentado a lo largo de milenios, llegarán antes al descubrimiento de nuevos componentes de uso médico o industrial.»

Todos los continentes son ricos en tradiciones acerca de la utilización de las plantas medicinales. Según la Organización Mundial de la Salud, el 80 por ciento de la población de los países en desarrollo, alrededor de 4000 millones de personas, recurre a la medicina tradicional basada en las plantas para la atención primaria de la salud.

Artuso (1994), en su análisis económico, señala que es más útil recurrir a los conocimientos tradicionales de la utilización de las plantas con fines medicinales que efectuar una selección al azar para localizar plantas que puedan ofrecer buenos resultados. La mayor parte de los medicamentos a base de plantas que se venden con receta en los países occidentales se usan de forma igual o similar a las prácticas originales de los curanderos nativos (Farnsworth, 1988). No obstante, las comunidades aborígenes prácticamente no han recibido ninguna compensación por su contribución intelectual al proceso de descubrimiento de medicamentos. Además no existe en la actualidad ningún instrumento jurídico internacional que proteja de manera específica esta propiedad intelectual (Greaves, 1994).

El Convenio sobre la Diversidad Biológica, por el que se formalizó la soberanía de las naciones sobre sus recursos biológicos, se limita a «alentar» la distribución equitativa de los beneficios derivados de los conocimientos, las innovaciones y las prácticas tradicionales. En el marco fundamental del Convenio no se establecen mecanismos para lograr este reparto equitativo entre las naciones. Todavía no se ha resuelto el problema ni se ha reconocido adecuadamente la diferencia entre la propiedad de material biótico de los gobiernos y la propiedad de la utilización tradicional con fines medicinales del material biótico de las culturas indígenas. Si bien la equidad es un aspecto fundamental del Convenio, aún no se ha estudiado adecuadamente la contribución de los pueblos indígenas al proceso de descubrimiento de medicamentos.

Participantes en el curso de formación sobre mujeres que se ocupan de medicina en el National erbariam de Lucknow, India

COMPENSACION COLECTIVA

En 1990, Healing Forest Conservancy (en lo sucesivo denominada Conservancy) fue fundada como organización sin fin de lucro por Shaman Pharmaceuticals, Inc. Su finalidad es la conservación de los bosques tropicales y, en particular, las plantas medicinales y su utilización sostenible en la atención de la salud, así como del bienestar de los pueblos de la selva tropical, en particular, sus conocimientos tradicionales sobre la utilización de las plantas medicinales. Las actividades de Conservancy se centran en la colaboración con las federaciones de pueblos indígenas para elaborar y poner en práctica una estrategia para conseguir una compensación para las culturas locales por el valor de sus conocimientos sobre la utilización de las plantas medicinales en el proceso de obtención de medicamentos.

Shaman Pharmacenticals, Inc., una empresa de productos naturales de California, Estados Unidos (véase el recuadro), donó los fondos iniciales a Conservancy. Esta organización es una fundación pública con una junta directiva independiente y con oficinas en Washington, D.C. y San Francisco, California. Shaman aporta los fondos operativos, y prestan apoyo a los programas de las siguientes instituciones: Aveda Corporation, Rex Foundation, Asia Foundation, Leland Pikes Foundation, Nelson Talbott Foundation y Jocarno Fund.

Conservancy lleva a cabo consultas con las federaciones de pueblos indígenas, los gobiernos de países tropicales, las asociaciones profesionales de científicos, las fundaciones y otras organizaciones involucradas en la conservación de la diversidad biológica y cultural. En general, todos reconocen que los conocimientos sobre las plantas no son propiedad de un individuo (por ejemplo, un curandero) sino de toda la comunidad o grupo cultural. Por lo tanto, la compensación debería destinarse a todo el grupo cultural.

Conservancy centra su atención en buscar formas de compensación colectiva a través de programas con los siguientes objetivos:

· promover la recolección sostenible de los productos naturales en los bosques, y justificar con ello, desde el punto de vista económico, su mantenimiento como bosques en lugar de convertirlos en tierras de otro tipo;

· generar empleo local (cuando proceda, prestando especial atención a las mujeres) ofreciendo capacitación sobre los aspectos técnicos (integrando métodos y procesos científicos tradicionales y no tradicionales) de la recolección de especies, su identificación y la clasificación de los recursos genéticos locales;

Una empresa de productos naturales

Shaman Pharmaceuticais, Inc. es una empresa de productos naturales con sede en California, Estados Unidos. Shaman se ocupa principalmente de descubrir y obtener nuevos fármacos a partir de las plantas: para ello utiliza la etnobotánica, así como la química, la medicina y la farmacología basadas en los productos naturales y en sustancias aisladas. Este método tiene por objeto acelerar el proceso de obtención de medicamentos que, en la actualidad, cuele prolongarse durante 12-15 años con un costo cercano a los 300 millones de dólares EE.UU.

Hasta la fecha. Shaman ha encontrado posibilidades de actividad terapéutica en más de la mitad de las 800 plantas que ha examinado. En los estudios clínicos, se está dando prioridad a ocho componentes (King, 1996). Los medicamentos derivados de las plantas que históricamente se han utilizado con fines médicos pueden obtenerse para fines farmacéuticos de forma más rápida y eficaz en relación con los costos de los productos farmacéuticos tradicionales.

Si bien Shaman todavía no ha comercializado ningún producto, los avances de la etnobotánica han permitido disponer de dos productos potenciales para los ensayos clínicos en un tiempo récord. Virend (marca registrada) es una formulación tópica obtenida a partir de una planta que es una especie utilizada en las culturas de América del Sur para tratar las lesiones de herpes. Más de 30 millones de personas en todo el mundo sufren herpes genital ! cada año se diagnostican casi 500000 nuevos casos. En la actualidad. sólo hay un fármaco aprobado para el tratamiento del herpes, acidioval oral, del cual, en 1994, se vendieron el equivalente de I 400 millones de dólares EE.UU. Las dos primeras fases de los ensayos clínicos realizados en 1993 y 1995 determinaron la inocuidad de Virend y ofrecieron los primeros indicios de su eficacia en un entorno controlado. En 1996, se inició la tercera fase de los ensayos. Otro producto de Shaman que se ha sometido a los ensayos clínicos es Provir (marca registrada, un producto de administración oral para el tratamiento de la diarrea secretora, que en todo el mundo afecta a más de 16 millones de personas.

Shaman ofrece compensaciones directas que responden a las necesidades inmediatas del país los colaboradores indígenas. cuando se establecen contactos con las comunidades locales o se llevan a cabo expediciones de investigación, y ha puesto empeño en la elaboración de un programa de compensación a largo plazo que ce aplicará por mediación de Healing Forest Conservancy una vez que se hay a comercializado un producto ( King. 1 996).

· proporcionar los recursos para inspeccionar, delimitar y escriturar la propiedad de los territorios históricos a nombre de los grupos indígenas;

· crear mercados locales para productos forestales no madereros como las plantas medicinales;

· instituir y fortalecer federaciones e instituciones indígenas;

· lograr la colaboración de los médicos nacionales e internacionales y los responsables en materia de políticas en iniciativas que impulsen la salud y el bienestar de los pueblos indígenas y los bosques tropicales.

PROYECTOS EXPERIMENTALES

Conservancy ha puesto en marcha diversos proyectos experimentales para mejorar la capacidad de la población local de sacar provecho de las plantas medicinales y estudiar el modo de compensar a las comunidades locales por el descubrimiento de medicamentos. Los resultados se comunican a las comunidades y países, quienes pueden entonces adaptar las experiencias de los proyectos experimentales a sus circunstancias particulares y escoger algunas de las opciones de compensación con conocimiento de causa. Los programas experimentales se formularon tomando como base la información de tres fuentes:

· las federaciones indígenas y sus declaraciones;

· los convenios internacionales firmados por los gobiernos de los países ricos en especies;

· las asociaciones profesionales, como la Sociedad Internacional de Etnobiología, cuyos miembros colaboran con los gobiernos y federaciones.

Terra Nova

El Gobierno de Belice ha destinado una zona de 24000 ha para establecer una reserva de plantas etnobiomédicas. Esta zona, llamada Terra Nova, se encuentra en el distrito Cayo de Belice y ofrece condiciones ideales pata cultivar numerosos tipos de plantas medicinales. Tiene también un vivero para mantener las especies de plantas medicinales amenazadas que son importantes en la medicina tradicional de América Central. Para reducir la caza y la extracción de madera ilegales en los alrededores de Terra Nova, Conservancy y la Rex Foundation han apoyado la inspección, delimitación y escrituración de la tierra a petición de la Asociación de Curanderos Tradicionales de Belice (BATH). La responsabilidad de la ordenación de Terra Nova se ha asignads a BATH. Esta asociación ha celebrado mensualmente reuniones educativas destinadas a la población local en las que los curanderos tradicionales examinan las plantas medicinales y los remedios tradicionales para diversas afecciones comunes. La delimitación de dichas reservas ofrece la posibilidad a los curanderos tradicionales de disponer de un lugar donde enseñar y transmitir el legado medicinal de los bosques a las generaciones futuras de médicos en una reserva donde se coordina el aprovechamiento de las plantas de los pueblos tradicionales con su extracción sostenible.

Plantas medicinales en venta en el mercado de Kunming, China

Una pintura mural en el hospital de La Raza, Ciudad de México, que representa el uso pasado y presente de las plantas medicinales

La mujer en la medicina

Conservancy también ofrece (con la ayuda externa de subvenciones) programas de educación y capacitación destinados a la mujer, en particular mujeres indígenas, en los países tropicales para incrementar localmente el valor de la información sobre los recursos bióticos.

En 1994, la Asia Foundation ofreció una subvención a Conservancy para que participara en el programa de becas sobre cuestiones ambientales, que es un componente de la colaboración sobre asuntos ambientales entre Estados Unidos y Asia impulsada por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID). Como parte de este programa, Conservancy financió un proyecto experimental sobre mujeres que se ocupan de medicina en Lueknow, Uttar Pradesh, India, destinado a estudiantes de distintas regiones del país. El proyecto experimental se desarrolló en la India porque este país fue la sede del IV Congreso Internacional de Etnobiología, al que los estudiantes también asistieron. El objetivo del curso era ampliar y difundir los conocimientos sobre los aspectos técnicos fundamentales de la etnobiología; promover el debate sobre cuestiones éticas; promover el establecimiento de una red y el diálogo profesional entre los nativos o aquellos vinculados con la etnobiología en todo el mundo.

Conservancy, en colaboración con Asia Foundation, Rex Foundation y el Instituto Nacional de Investigación Botánica de la India, financió la participación de 28 cursillistas, la mitad de los cuales eran mujeres de pueblos tribales. Las mañanas se dedicaron a las clases sobre los métodos empleados por la etnobiología, con la participación de diversos especialistas internacionales en ciencias naturales y sociales de la India o que llegaron a la India antes del congreso de forma que pudieron ayudar a impartir el curso. Durante las tardes se impartió capacitación técnica sobre el terreno sobre métodos de recolección, por ejemplo cómo construir y utiliza runa prensa para plantas, y métodos de secado de plantas. Asimismo, se celebraron debates sobre los aspectos éticos de la etnobiología aplicada, por ejemplo, los derechos de propiedad intelectual. Tanto los estudiantes del curso como los países ricos en genes y las federaciones indígenas solicitaron la oportunidad de añadir valor a sus recursos bióticos en sus propios países y comunidades (Akere et al., 1991; Soejarto y Gyllenhaal, 1992). Ahora reconocen que la información sobre las especies vegetales y animales es valiosa por si misma y desean adquirir la capacidad para añadir este valor localmente.

Los gobiernos de los países pueden sacar provecho también de los programas de capacitación de Conservancy mejorando la infraestructura tecnológica de la ciencia y el comercio, los trabajos remunerados y los impuestos. Puede cobrarse una cuota a quienes, procedentes de otros países, estén interesados, tanto desde el punto de vista comercial como científico, en el aprovechamiento sostenible de los recursos bióticos. Por ejemplo, las nuevas tecnologías para seleccionar plantas proporcionan información que puede ayudar a obtener nuevos medicamentos. Estas tecnologías mejoran la capacidad de los países y las comunidades de incrementar el valor de sus recursos bióticos La industria farmacéutica de los países con escasa diversidad biológica actualmente paga unos precios por la recolección de plantas de 50-100 dólares EE.UU. por muestra vegetal, si bien el precio se duplica por un extracto químico. Los países pueden escoger entre suministrar productos naturales en forma de extractos o material natural sin elaborar a los inversores extranjeros o pueden establecer sus propias fábricas o industrias fitoquímicas o farmacéuticas. En ambos casos, el hecho de añadir valor localmente reduce el costo total de la obtención del medicamento a partir de productos naturales en una industria que ofrece ingentes beneficios pero que debe afrontar grandes riesgos y que mueve 100000 millones de dólares EE. UU. al año.

Un curandero tradicional de Belice recoge plantas medicinales

La evaluación de los participantes al final del curso celebrado en la India fue positiva; propusieron que en el futuro se celebraran cursos de capacitación de mayor duración para dar la posibilidad de impartir una capacitación más completa. En octubre de 1995, se celebró otro programa de medicina orientada a la mujer en el jardín botánico de Limbe, Camerún. El programa, que formaba parte de un curso de capacitación sobre etnobiología y taxonomía sobre el terreno dirigido a participantes panafricanos fue organizado por el Bioresources Conservation and Development Programme (BCDP), organización no gubernamental sin fin de lucro establecida en el Africa occidental, que relaciona las necesidades de desarrollo de los pueblos de la zona tropical con la conservación del medio ambiente.

Prensado de muestras de plantas medicinales en Belice

FONDOS FIDUCIARIOS PARA OFRECER COMPENSACIONES COLECTIVAS

Una cuestión fundamental es la forma en que las compañías farmacéuticas, en este caso Shaman, podrían ofrecer compensaciones a las comunidades indígenas por su contribución, por medio de los conocimientos tradicionales, a la obtención de medicamentos comerciales. Una vez que Shaman haya comercializado un producto, un porcentaje de los beneficios se ingresará en un fondo fiduciario de compensación. Esta operación se efectuará a través de la organización Healing Forest Conservancy y se llevará a cabo mientras Shaman siga obteniendo beneficios. Asimismo, esta organización se encargará de la administración del fondo fiduciario con el fin de entregar semestralmente fondos a las comunidades indígenas destinados a llevar a cabo proyectos o programas que beneficien a la comunidad en su conjunto, respetando el concepto de propiedad colectiva de la propiedad intelectual representado por los conocimientos tradicionales de la utilización medicinal de las plantas. Cabe destacar que de los fondos se beneficiarán todas las comunidades que colaboran con Shaman y no tan sólo la comunidad en la que se haya obtenido el material vegetal o los conocimientos necesarios para fabricar un determinado medicamento (King y Carlson, 1995). De esta forma, se reduce el riesgo de no recibir ninguna compensación por un producto comercializado en aquellos países o comunidades que no hayan contribuido al descubrimiento de productos. En una industria imprevisible en el aspecto financiero, la distribución de los beneficios y los riesgos entre todos los colaboradores hará que se incrementen las posibilidades de recibir compensaciones y favorecerá que éstas se hagan efectivas de forma más rápida.

Premio Richard Evans Schultes

Con el fin de dar a conocer las contribuciones a la etnobotánica e impulsar! Mostrar el debido reconocimiento a aquellos que favorecen este sector, Healing Forest Conservancy otorga un premio anual a un científico, médico u organización que se haya distinguido por su contribución a la etnobotánica o a los aspectos de los pueblos indígenas relacionados con dicha ciencia. El premio lleva el nombre de Richard Evans Schultes. una de las figuras más destacadas de este sector. El galardón comporta un premio de 5000 dólares EE. UU.

Al conceder el Premio Richard Evans Schulles, se procura mantener un equilibro en cuanto a procedencia, sexo y campo de estudio de los premiados. Se acopen de manera especialmente favorable las candidatura de personas pertenecientes a pueblos indígenas que desarrollen su actividad en este ámbito. Las propuestas de candidatura, junto con una descripción de los méritos del candidato. deben enviarse a Healing Forest Conservancy, 3521 S. Street, N.W. Washington, D.C. 20007 Estados Unidos

Para que este proceso obtenga buenos resultados, Conservancy deberá crear una estructura que pueda suministrar fondos a largo plazo con la que financiar programas de forma sistemática; y mantener la suficiente flexibilidad para que la gestión de los programas pueda hacerse localmente.

Los gobiernos recibirán una compensación por la utilización de su material biótico a través de un proceso distinto, dado que habitualmente tienen la obligación legal de utilizar los fondos de compensación para prioridades nacionales, por ejemplo, los inventarios biológicos.

Los fondos para el medio ambiente que se establecieron en relación con los canjes de deuda por medidas de protección ambiental pueden considerarse un precedente de los fondos fiduciarios de compensación colectiva concebidos por Shaman y Conservancy (Moran, 1991; UICN, 1994). Al estudiar la compensación, se debe tener en cuenta que los grupos culturales indígenas con frecuencia tienen una identidad distinta de la sociedad dominante y que están geográfica y lingüística mente aislados. Ello hace que sean especialmente vulnerables. El fondo fiduciario puede constituir un vínculo directo con las comunidades indígenas y permitirles determinar la forma de utilizar la compensación sin interferencias del exterior. Además, los fondos fiduciarios de compensación colectiva ofrecen el posible valor añadido de atraer y gestionar fuentes de financiación adicionales.

CONCLUSIONES

Forest Healing Conservancy propone di versos criterios para la utilización sostenible de la sostenibilidad biológica:

· Deben tenerse en cuenta las posibilidades de mantener la integridad del ecosistema forestal y los pueblos que viven en los bosques a lo largo del tiempo al extraer productos naturales.

· Debe existir la suficiente organización local para seguir de cerca y gestionar el proceso extractivo.

· Los programas, además de generar empleo directo e ingresos, deberían ofrecer una compensación suficiente y segura a las comunidades indígenas con el fin de que de ella se beneficien tanto las generaciones actuales como las futuras.

Resulta útil establecer criterios económicos y ambientales sobre cómo conservar la diversidad biológica y cultural. El problema de la equidad es uno de los elementos fundamentales del debate. La equidad no sólo consiste en recibir compensaciones sino, lo que es más importante, en que los participantes puedan intervenir por igual en la adopción de decisiones acerca de cómo deben efectuarse estas compensaciones. La participación de los grupos indígenas puede ayudar a que se reconozca el valor de la diversidad biológica y se compense a escala local, de forma que se unifiquen y fortalezcan las culturas a través del empleo de instituciones tradicionales o compatibles. Para afrontar seriamente el problema del aprovechamiento sostenible de la diversidad biológica para la obtención de nuevos fármacos, es necesario adoptar el principio rector de la participación y la equidad entre todos los involucrados.

Bibliografía

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