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Los bosques rusos: ¿están desapareciendo?

A. Shvidenko y S. Nilsson

Anatoly Shvidenko y Sten Nilsson pertenecen al Instituto Internacional de Análisis Aplicado de Sistemas, con sede en Laxenburg, Austria.

Análisis de la situación y evolución de los recursos forestales en Rusia, con un examen de la precisión y fiabilidad de los métodos utilizados para realizar los inventarios forestales.

Tanto entre el público en general, como en el seno de la comunidad científica mundial se afirma con frecuencia que los bosques rusos están desapareciendo. Por ejemplo, Barr y Braden (1988), profesores de geografía especializados en el estudio de los recursos naturales afirman: «En muchos casos [en todo el mundo], la explotación de la madera se ha efectuado como si se tratara de recursos mineros, que se utilizan una sola vez, y eso ha dado como resultado un paisaje desprovisto de árboles o con unos bosques en los que no existen rodales con viabilidad comercial. Lamentablemente, ese parece haber sido el destino de una buena parte: de los bosques de la URSS. La deforestación de la URSS europea ha dado lugar, probablemente, a la existencia de extensas zonas de bosques antieconómicos, caracterizados por masas dominantes de álamos, abedules y alisos de escasa calidad y rodales dispersos, irregulares o inmaduros de coníferas».

Stanglin (1992), que es ecologista, sostiene que el ritmo de deforestación de los bosques siberianos es de 2 millones de hectáreas anuales, y Greenpeace International (1994) afirma que las operaciones de explotación de madera destruyen en Rusia cada año 3 millones de ha de bosque.

Malcolm-Smith, (1992) periodista de The European, afirma: «El bosque más extenso del mundo, que cubre ingentes extensiones del norte de Siberia, está amenazado por efecto de una explotación incontrolada. Como ocurre con los bosques húmedos tropicales, gran parte de los cuales ha sido destruida, lo único que queda cuando desaparecen los árboles es: un yermo desolado. Aunque el desastre no alcanza todavía la misma magnitud que en los bosques tropicales húmedos, grupos de ecologistas de Rusia y de otros países temen que eso sólo es una cuestión de tiempo.»

Muchas veces se ha denunciado la mala gestión forestal, la insuficiente protección de los bosques y las considerables pérdidas que se producen durante la extracción y elaboración de la madera (Isaev, 1991; Nilsson et al., 1992; Shvidenko y Nilsson, 1994). Muy numerosas son las relaciones del carácter exhaustivo del aprovechamiento forestal en Rusia durante los últimos decenios (Petrenko, 1990; Sheingauz, 1989). Puede consultarse también Scott y Gordon, 1992; Golubchikov, 1992; Rosencrantz y Scott, 1992; Knight, 1992; Gusewelle, 1992; Cejka, 1992; Dudley, 1992; Greenpeace International, 1993; Aksin, 1993: Lehtinen, 1993; Luskutov, 1993; Tracy, 1994; Abusow, 1995; Acharya, 1995; Dudley et al., 1995; Parlamento Europeo, 1995; Stanners y Bourdeau, 1995; Newell y Wilson, 1996.

Sin embargo, una conclusión definitiva sobre la situación y desarrollo de las zonas forestales y sobre las existencias de los bosques rusos (en realidad, de cualquier bosque) sólo se puede basar en análisis numéricos de cambios en los datos de los inventarios de las zonas forestales durante un período prolongado. Además, los datos de los inventarios deben ser fiables y exactos.

Así pues, la finalidad de este artículo es doble. En primer lugar, hacer un breve análisis de la coherencia, exactitud y fiabilidad de los métodos utilizados en Rusia para realizar los inventarios. En segundo lugar, responder a la pregunta de si los bosques rusos están desapareciendo. Para ello, se examina la evolución que han experimentado a lo largo del tiempo algunos indicadores importantes como la zona forestada (ZF)1, las existencias (E) y la distribución de zonas cubiertas por las especies más importantes (las denominadas especies principales formadoras de bosque). La información estadística básica utilizada para el análisis procede de los datos del Inventario forestal del Estado (SNKh SSSR, 1962; Gosleshoz SSSR, 1968, 1976, 1982, 1986; Goscomles SSSR, 1990, 1991; Servicio Forestal Federal de Rusia, 1995) y de otras publicaciones oficiales rusas. Debido a la falta de datos de inventario compatibles, el análisis se limita al período 1961-1993.

1 La clasificación de las tienes forestales rusas en categorías es bastante complicada. La superficie total de tienes administradas por las autoridades forestales constituye el fondo forestal (FF). El fondo forestal comprende dos categorías, las tierras forestales (TF) y las tienes no forestales (TNF). Las tienes forestales comprenden las zonas forestadas (ZF), que según la legislación forestal rusa son zonas cubiertas de bosques con una densidad relativa de 0,4 o más en el caso de los rodetes jóvenes y de 0,3 para otros rodales, y las zonas no forstadas (ZNF). La densidad relativa es la relación entre la suma de las áreas basimétricas de los rodales existentes a la altura del pecho y la suma de las áreas basimétricas de la masa correspondiente según las tablas de rendimiento. Las zonas no forestadas incluyen bosques dispersos, espacios quemados, bosques muertos y claros herbáceos (zonas que no se han regenerado después de un incendio).

Métodos utilizados para realizar los inventarios y fiabilidad de los datos

Existe una fuente importante de información para todos los bosques rusos, el Inventario Forestal del Estado (IFE, la contabilidad de las existencias forestales públicas de Rusia), que se actualiza cada cinco años. El IFE establece procedimientos para la recogida y actualización de los datos sobre la situación de los bosques (Goleshoz SSSR, 1982). Para realizar los inventarios, en Rusia se han utilizado básicamente tres métodos: el lesoustroistvo, o inventario y planificación forestal (IPF), la aerotasación (métodos de inventario aéreo) y los métodos de telepercepción.

El IPF es el tipo más común de inventario forestal realizado en Rusia y se lleva a cabo cada 10 ó 15 años en bosques ordenados. El IPF presenta una descripción detallada de cada unidad primaria de inventario y ordenación; la superficie de dichas unidades oscila fuertemente (entre 35000 y 3050 ha), en función del régimen de ordenación. El método de inventario principal es la estimación ocular terrestre, que consiste en la medición de los indicadores más importantes en los rodales forestales que son objeto de investigación. La fotografía aérea se utiliza profusamente para separar las unidades primarias de inventariación y cartografiar los bosques a diferentes escalas. Durante los últimos decenios, el IPF se ha efectuado cada año en 3545 millones de ha de tierras forestales.

El IPF ofrece estimaciones precisas de las existencias de cada unidad primaria de inventario (un error típico del 10-15 por ciento, con el 95 por ciento de probabilidad, es aceptable para los rodales objeto de estudio con miras a la corta final y al aclareo. En el caso de rodales de otras categorías, el error típico es de alrededor del 20-30 por ciento). Numerosos inventarios de control, basados en el muestreo de amplios territorios (Antonaitis y Repshis, 1973; Fedosimov, 1986) y de unidades primarias de inventario en diferentes regiones de Rusia (Pavlov y Demidov, 1971; Shvidenko, 1981), ponen de manifiesto que el método de IPF subestima el volumen de las existencias en los rodales maduros y extramaduros en un 515 por ciento o incluso más.

En la región septentrional existen vastos territorios del fondo forestal (FF) no utilizados ni sujetos a ordenación (en 1956, sólo el 19 por ciento de los bosques del norte estaban clasificados como bosques ordenados y eran inventariados en el IPF). Por consiguiente, se puso en práctica un método especial de aerotasación para conseguir un inventario global de los bosques rusos. La aerotasación de bosques que hasta entonces no habían sido inventariados nunca (fundamentalmente en el norte de la Rusia europea, norte de Siberia y Lejano Oriente) comenzó en 1948. En el verano de 1956, cerca de 200 empresas forestales (órgano de administración de los bosques públicos) con una superficie total de unos 900 millones de ha habían sido inventariadas mediante este sistema (Chilingarajan, 1959; Kostjuchenko et al., 1967). La superficie de las unidades primarias de inventariación variaba mucho y era extensa (desde varios centenares a varios millares de hectáreas), y las estimaciones de la superficie y el volumen de existencias eran poco precisas. Posteriormente, los métodos perfeccionados de inventario por telepercepción mostraron que en los vastos territorios siberianos la aerotasación había sobreestimado notablemente las existencias, hasta el 2025 por ciento, y en algunos casos incluso en un 3050 por ciento (Danjulis et al., 1989; Shvidenko et al., 1996).

A partir de los años sesenta, los bosques septentrionales vírgenes, cuya extensión había sido estimada anteriormente por el procedimiento de la aerotasación, fueron inventariados utilizando métodos de telepercepción mediante fotografías aéreas y por satélite (Gosleshoz SSSR, 1987). Con este procedimiento se ha inventariado una media anual de 1025 millones de ha. Generalmente, se utiliza un procedimiento de muestreo estratificado que consta de tres fases. En las grandes superficies, el grado de precisión de los sistemas de telepercepción es elevado y el error típico es del 3 por ciento con una probabilidad del 95 por ciento por lo que respecta a las existencias de una empresa forestal (Sukhikh y Sinitsin, 1979).

En 1990, se habían inventariado en Rusia, mediante el proceso de IPF, 665,8 millones de ha del FF. Entre 1967 y 1990 se inventariaron alrededor de 380 millones de ha utilizando sistemas de telepercepción. En 1995, la superficie que se había inventariado inicialmente mediante la técnica de aerotasación y que no había sido inventariada posteriormente con un método distinto era de 90 millones de ha en las zonas de tundra del extremo septentrional y en las de tundra pura. Se desconoce la situación actual de los bosques en esos territorios, pero su importancia es desdeñable en el conjunto de los datos agregados de los bosques rusos.

Otras incertidumbres de los datos globales del IFE se deben al hecho de que los inventarios de las diferentes regiones se efectuaban a intervalos amplios e irregulares y de que los métodos utilizados para utilizar la información no fueron uniformes durante el período 1961-1993, siendo en algunos casos muy simples e imprecisos (Sinitsin, 1990). Además, los manuales sobre el inventario se han modificado desde 1964. Estos cambios produjeron mejoras artificiales en los resultados de los inventarios que se debían a la modificación de las clasificaciones y definiciones (por ejemplo, la clasificación de bosques mezclados como bosques dominados por coníferas) o a la atenuación de las prescripciones técnicas que consideraban las zonas regeneradas como zonas forestadas. Pese a estas deficiencias, los datos del IFE sirven como base para analizar la situación y la evolución global de los bosques rusos. La comparación con los sistemas de inventario utilizados en el hemisferio norte revelan que los datos totales de los inventarios forestales rusos son, cuando menos, de la misma calidad que los de los Estados Unidos y el Canadá (Ralle, 1994).

Evolución de las zonas y de las existencias forestales

Los Cuadros 1, 2 y 3 recogen la evolución de algunos indicadores forestales durante el período 1961-1993. Los datos de esos cuadros permiten señalar ciertos rasgos esenciales de la evolución de los bosques rusos. No se pueden establecer conclusiones fiables sobre los cambios registrados en la superficie forestal y el volumen de existencias basándose únicamente en los datos correspondientes a los bosques sujetos a la administración estatal, porque con el tiempo, los bosques se redistribuyeron entre ministerios y categorías de uso de la tierra diferentes.

Entre 1961 y 1993, las zonas forestadas aumentaron de 68 millones de ha (el 9,8 por ciento). El incremento se registró principalmente en los bosques públicos (53,8 millones de ha) gracias a los importantes esfuerzos de repoblación forestal realizados (a pesar de que los índices de supervivencia eran del 55-60 por ciento) y a la regeneración natural relacionada con las mejoras conseguidas en la lucha contra los incendios forestales.

En ese mismo período, las existencias totales aumentaron de 3200 millones de m3, pero las de los bosques públicos disminuyeron 1100 millones de m3. Se observó también una importante disminución de las existencias (del orden de 5000 millones de m³) en los bosques de coníferas de propiedad pública. Estos bosques son la fuente principal de extracción de madera con fines industriales. Entre 1983 y 1993 disminuyó también de forma notable el volumen de existencias en los bosques de coníferas maduros y extramaduros (43000 millones de m³ en 1983,40300 en 1988 y 35300 en 1993). Esto supone una disminución total de 7700 millones de m³. La reducción más importante tuvo lugar en los bosques asiáticos (Siberia).

CUADRO 1. Evolución de las diferentes categorías de tierras forestales y de las existencias en todos los bosques rusos entre 1961 y 1993

Indicadores

1961

1966

1973

1978

1983

1988

1993

Cambio relativo, 1993 respecto a 1961


(millones de ha)

Fondo forestal

1162,9

1161,9

1161,4

1186,2

1187,7

1182,6

1180,9

1,02

Tierras forestales

848,1

863,0

862,1

872,3

880,5

884,1

886,5

1,05

Zonas forestadas

695,5

705,6

729,7

749,5

766,6

771,1

763,5

1,10

Zonas forestadas en la Rusia europea

148,9

161,3

158,8

163,5

164,4

166,0

166,6

1,12

Zonas forestadas en la Rusia asiática

546,6

544,3

570,8

586,0

602,2

606,1

597,0

1,09

Total de zonas forestadas disponibles para aprovechamiento

295,6

342,9

338,6

345,6

385,3

406,2

351,1

1,19


(porcentaje)

Total de zonas forestadas en porcentaje de la superficie total

40,8

41,3

42,8

43,9

44,9

45,2

44,7

1,10


(miles de millones de m3)

Existencias totales

377,5

77,0

78,7

80,7

81,9

81,7

80,7

1,04

Existencias en la Rusia europea

16,3

17,0

17,4

18,7

19,3

20,3

21,1

1,29

Existencias en la Rusia asiática

61,2

60,0

61,3

62,0

62,6

61,4

59,6

0,97

Existencias totales en bosques de coníferas maduros y extramaduros

51,1

48.0

46,4

45,3

43,0

40,0

35,3

0,69

CUADRO 2. Evolución de las diferentes categorías de tierras forestales rusas sujetas a la administración estatal entre 1961 y 1993, incluidos los arrendamientos a largo plazo1

Indicadores

1961

1966

1973

1978

1983

1988

1993

Cambio relativo, 1993 respecto a 1961


(millones de ha)

Fondo forestal

1110,6

1105,6

1103,4

1123,0

1119,7

1115,8

1110,5

1,00

Zonas forestadas

652,0

657,4

678,9

694,3

708,5

713,5

705,8

1,08

Zonas de rodales dominados por coníferas

499,5

489,64

508,3

512,7

526,5

526,4

507,7

1,04

Zonas de especies de frondosas duras2

34,2

24,24

17,6

17,0

17,5

17,1

17,3

0,51

Zonas de especies de frondosas blandas3

102,5

111,84

108,2

108,5

110,8

109,7

113,2

1,10

Zona forestal total cubierta por rodales maduros

437,1

381,9

407,1

387,8

376,7

357,3

340,1

0,78

Superficie acumulada de plantaciones forestales transferido ala zona forestada

2,0

5,9

9,7

11,7

14,5

16,5

17,3

8,65

Zonas no forestadas de las cuales:

152,6

144,2

124,8

116,1

106,7

106,2

74,15

-


- zonas explotadas no regeneradas

14,0

3,3

9,5

10,2

8,6

8,6

8,5

0,61


- rodales quemados y muertos y calveros herbáceos

70,6

68,4

51,5

43,9

36,8

34,9

31,9

0,45


- bosques dispersos

68,0

62,5

63,8

62,0

61,3

62,7

33,75

-

Tierras no forestales

311,4

300,8

296,8

309,0

300,5

292,2

285,3

0,92

1Transferencia de la gestión forestal a organismos ajenos al departamento forestal, normalmente organismos agrícolas, para uso temporal.

2Roble, haya, carpe, abedul duro, etc.

3Alamo. abedul.

4Los datos no incluyen los arrendamientos a largo plazo.

5En el inventario de 1993, los bosques dispersos (parte de las zonas no forestadas) se dividían en bosques dispersos naturales (que crecen en condiciones climáticas muy severas, por ejemplo en el límite de la vegetación arbórea en el norte o en las zonas subalpinas), con una superficie de 41,4 millones de ha, y bosques dispersos antropogénicos, sujetos a actividades de repoblación.

CUADRO 3. Evolución y explotación de las existencias en los bosques rusos sujetos a la administración forestal estatal, incluidos los arrendamientos a largo plazo

Indicadores

1961

19661

1973

1978

1983

1988

1993

Cambio relativo, 1993 respecto a 1961


(miles de millones de m3)

Existencias, de las cuales:

74,1

73,5

74,0

74,7

75,4

74,7

73,0

0,99


- rodales dominados por coníferas

62,8

60,7

61,0

60,6

61,3

60,2

57,7

0,96


- especies de frondosas duras

1,6

1,5

1,8

1,8

1,8

1,8

1,9

1,19


- especies de frondosas blandas

8,7

9,5

10,2

10,7

10,9

11,3

12,1

1,39

Total de existencias en bosques maduros

56,1

52,8

52,0

51,5

49,1

46,3

42,0

0,75

Existencias en bosques maduros de coníferas

48,8

45,6

44,6

44,3

41,8

38,7

34,2

0,70


(millones de m3)

Incremento medio anual2

789,2

792,1

821,1

855,0

874,2

844,1

830,0

1,05

Posibilidad anual de corta2

648,9

608,5

600,9

610,0

613,6

615,0

529,0

0,77

Cortas fínales

321,2

331,1

335,5

318,1

299,0

319,6

174,2

0,52

Aclareos

13,6

15,4

24,0

24,8

25,9

26,9

19,9

1,46

1El Inventario Forestal del Estado (IFE) de 1966 no contabilizaba las existencias de los bosques arrendados a largo plazo.

2El incremento anual medio se define como la relación media entre las existencias y la edad ponderada por la superficie la posibilidad anual de corta. medida a largo plazo para garantizar un nivel de explotación sostenible, y las cortas finales y los aclareos se contabilizan en metros cúbicos de madera comercial. El factor oficial para convertir la madera comercial en existencias es el 1,12 por ciento (Goscomles SSSR, 1991b).

En los años 1983-1993, la extracción total de madera (teniendo en cuenta la explotación no controlada, según Backman, 1995) fue de unos 1360 millones de m³ en la Rusia- asiática, con un descenso de las existencias totales de 2000 millones de m³ (Cuadros 3 y 4). En la Rusia europea, la extracción de madera fue un 40 por ciento mayor que en la Rusia asiática y el volumen de existencias aumentó de 2300 millones de m³ durante ese mismo período. Ello indica que la disminución de las existencias en la Rusia asiática responde a otras causas distintas de la explotación maderera.

Las existencias medias por grupos de edad es el indicador que resulta relativamente poco afectado por Las diferentes alteraciones (por ejemplo, los cambios en la superficie y en las categorías de uso de la tierra). En todos los grupos de edad y en todas las especies se observa un marcado incremento del volumen medio de existencias (del 20 al 50 por ciento) con dos excepciones, las coníferas maduras (debido a la política forestal aplicada en el pasado decenio, de explotación de los bosques mejores y más productivos) y los rodales jóvenes de frondosas (principalmente los rodales jóvenes originados por la regeneración natural posterior a los incendios y a las talas). El aumento del volumen medio de las existencias es consecuencia del descenso de la frecuencia y gravedad de las perturbaciones (incendios, plagas, insectos, etc., que no destruían completamente las masas forestales) ocurridas en todas las clases de edad excepto los bosques maduros de coníferas y los bosques jóvenes de frondosas.

En la Rusia europea, el volumen medio de existencias aumentó de 109,8 a 126,7 m³ por ha para el conjunto de los bosques entre 1961 y 1993. Todas las regiones económicas de la Rusia europea, con la excepción de la zona septentrional, experimentaron un significativo aumento en este apartado (hasta el 44,7 por ciento en la región central de Chernozyemny y el 56,1 por ciento en la región del noroeste). El descenso registrado en la región septentrional puede ser consecuencia de la sobreexplotación (las existencias medias disminuyeron en el oblast (región administrativa) de Arkangelsk el 8,9 por ciento y en la República de Carelia el 9,6 por ciento). En el oblast de Murmansk, sometido durante años a una explotación industrial intensiva y a una grave contaminación atmosférica, las existencias disminuyeron el 13,5 por ciento.

En la Rusia asiática, el volumen medio de existencias disminuyó de 112 a 99,8 m³ por ha para el conjunto de los bosques durante los años 1991-1993. Muchas regiones sufrieron un descenso significativo a causa de una protección insuficiente frente a los incendios. En la región de Sakhalin, donde se combinaron la falta de protección frente a los incendios y la explotación intensiva, el descenso de las existencias fue del 15,7 por ciento. En el conjunto de Rusia, el volumen medio de las existencias pasó durante el período indicado de 120,2 a 114,3 m³ por ha.

Se ha registrado por tanto un ligero incremento del volumen total de existencias en Rusia y un descenso muy acusado en Siberia Este último ha tenido lugar principalmente en los bosques de coníferas maduros y extramaduros y, probablemente, se debe a otras causas distintas de la explotación maderera. Paralelamente, han disminuido las existencias medias en Rusia, con un agudo descenso en Siberia y un fuerte incremento en la Rusia europea. Con toda probabilidad, la causa principal de la disminución registrada en Siberia son otras perturbaciones distintas de la explotación maderera en los rodales maduros y extramaduros de coníferas, y lo que explica el incremento de la zona europea es la disminución de perturbaciones como incendios, plagas, insectos, etc., en determinadas especies y grupos de edad.

Dos importantes regiones, la zona septentrional europea y el Lejano Oriente ruso, ilustran el empobrecimiento cualitativo de los bosques de las regiones sometidas a explotación industrial. El agotamiento de la zona del norte de Europa se debe especialmente a la sobreexplotación. En el conjunto de la región se aprovechó el 82 por ciento de la posibilidad anual de corta (basada en el nivel sostenible de explotación) durante el período 1970-1990. Pero, por ejemplo, en los años 1987-1989, en Carelia se registró una sobreexplotación del 119 por ciento de las especies de coníferas. Por otra parte, en la región de Murmansk, la extracción de rodales de pino osciló entre el 102 y el 223 por ciento de la posibilidad anual de corta y muchas empresas superaron corta anual admisible de especies de coníferas por un factor de 1,52.

La situación es diferente en el Lejano Oriente ruso, donde sólo se extraían trozas de gran tamaño y donde el aprovechamiento, en las zonas explotadas, equivalía al 45-65 por ciento de las existencias de los rodales mixtos dominados por especies de. coníferas. Esto dio lugar a un importante descenso de las existencias en las zonas dominadas por el cedro (Pinus koraiensis). Entre 1966 y 1993, la superficie total de las zonas forestadas disminuyó el 7,2 por ciento (de 3,97 a 3,29 millones de ha) en los bosques estatales del Lejano Oriente, pero en el kraj de Khabarovsk, los bosques de cedros se redujeron alrededor de un 60 por ciento (de 1,46 a 0,56 millones de ha). El carácter exhaustivo de la explotación maderera es evidente. Entre 1965 y 1988, en el Lejano Oriente se explotaron alrededor de 8 millones de ha de los rodales más productivos mediante cortas a hecho. En el inventario de 1988, el 34 por ciento de las zonas taladas figuran como zonas no regeneradas.

A partir de la evolución de las existencias es posible estimar de forma aproximada la función biosférica de los bosques rusos. Según las estadísticas oficiales, las existencias del conjunto de los bosques de Rusia aumentaron de 3200 millones de m³ durante el período comprendido entre 1961 y 1993. La relación media entre el contenido de carbono de la vegetación forestal y las existencias verdes puede estimarse en 0,4 Mg por m³ de madera (Alexeev y Birdsey, 1994; Isaev et al., 1995; Lakida et al., 1995). Basándose en esos datos se puede afirmar que el contenido total de carbono en la vegetación de los ecosistemas forestales rusos se ha incrementado el 4,1 por ciento (pasando de 31,0 a 32,3 Pg durante el período estudiado), según los cálculos presentados en Lakida et al., (1966) y Shvidenko y Nilsson (1996).

Si se consideran los errores sistemáticos de los datos de los inventarios analizados anteriormente, el panorama de la evolución de las existencias es algo diferente. Tomando como base los datos disponibles acerca de la exactitud y la dinámica de las zonas inventariadas por métodos distintos, se ha elaborado un sistema sencillo para establecer una nueva estimación sobre la evolución de las existencias entre 1961 y 1993. Se asumió que el factor de corrección para el IPF oscilaba entre +15 por ciento (1961) y +8 por ciento (1993) en la Rusia asiática y entre +12 y +6 por ciento en la Rusia europea. El factor de corrección para los datos de la aerotasación se situó entre -25 y -10 por ciento en la Rusia asiática y entre -18 y -6 por ciento en la Rusia europea durante el mismo período. No se asumieron errores sistemáticos para los métodos de telepercepción. Los resultados de la nueva estimación de la evolución figuran en el Cuadro 4. En este caso, se obtiene un aumento de las existencias para todos los bosques rusos de 9900 millones de m³, el 13 por ciento, para el período estudiado. Utilizando esta nueva estimación de las existencias, el aumento de la capacidad fotosintética se cifra en el 13,3 por ciento.

Los cálculos que acaban de mencionarse son aproximados, pero las estadísticas de que se dispone no indican un descenso de la productividad biológica de los bosques rusos durante el período estudiado.

Conclusión

Se han identificado tres rasgos fundamentales de la evolución de las zonas forestales y de las existencias en Rusia entre 1961 y 1993. En primer lugar, durante dicho periodo, sólo el indicador de las existencias de los bosques maduros de coníferas muestra un descenso significativo (Cuadro 1; para los otros indicadores estudiados, véanse los Cuadros 1,2 y 3). Todos los demás indicadores muestran una situación de estabilidad o incremento. Probablemente, el descenso de las existencias en los bosques de coníferas fue mayor en los bosques públicos que en los demás (Cuadro 3), dado que la explotación industrial tiene lugar en su mayor parte en los bosques estatales.

A nivel regional existe una situación de estabilidad 0 incremento de las existencias por hectárea en los bosques de la Rusia europea, pero de un acusado descenso en los de la Rusia asiática, este último causado principalmente por la fuerte disminución de los rodales maduros de c coníferas en Siberia oriental y el Lejano Oriente. En algunas subregiones de la Rusia europea y de la Rusia asiática también se registró un importante descenso de las existencias durante el período considerado.

CUADRO 4. Nueva estimación de la evolución de las existencias en todos los bosques rusos en el período comprendido entre 1961 y 1993

Indicadores

1961

1966

1973

1978

1983

1988

1993


(porcentaje)

Fondo forestal inventariado por el IPF1 en la Rusia europea

36

41

44

56

75

88

94

Fondo forestal inventariado por el IPF en la Rusia asiática

9

22

30

38

52

59

60


(miles de millones de m³)

Nueva estimación de las existencias en la Rusia europea

16,4

16,5

17,3

18,3

19,2

21,4

22,2

Nueva estimación de las existencias en la Rusia asiática

58,6

59,2

60,2

62,1

64,6

64,2

62,6

Nueva estimación de las existencias totales de Rusia

75,0

75,72

77,5

80,4

84,5

85,6

84,8


(desviación en porcentaje)

Desviación en porcentaje entre las cifras oficiales del IFE3 y la nueva estimación de las existencias totales de Rusia

-3,3

-1,7

-1,5

-0,4

+3,2

+4,9

+5,1

1Inventario y planificación forestal.

2El inventario de 1966 no incluía las existencias de los bosques arrendados a largo plazo (aproximadamente, el 2,2 por ciento de las existencias totales).

3Inventario Forestal del Estado.

Los estudios realizados sobre el período 1983-1993 arrojan resultados diferentes. Las cifras oficiales de los Cuadros 1, 2 y 3 indican un importante descenso de las existencias totales, debido a la disminución del volumen total de especies de coníferas, especialmente en los bosques maduros de coníferas. En cambio, los datos correspondientes a la Rusia europea indican un aumento notable de las existencias. Por consiguiente, el descenso para Rusia en general es consecuencia de la acusada disminución en la Rusia asiática y es más intenso en los bosques administrados por el Estado.

El notorio descenso de las existencias en la Rusia asiática entre 1983 y 1993 no se debe a las operaciones de explotación, sino, sobre todo, a otros factores como los incendios forestales, las plagas, insectos y actividades tecnogénicas. Hasta cierto punto, este descenso puede deberse también al retraso en la notificación del inventario, lo que supondría que la disminución de las existencias en Asia empezó a producirse a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, pero no se registró hasta el inventario de 1983.

Si se tienen en cuenta los errores sistemáticos identificados en los datos de los inventarios para el período 1961-1993, el aumento de las existencias se cifra en 9800 millones de m³ para el conjunto de los bosques rusos (5800 millones de m³ en la Rusia europea y 4000 millones de m³ en Siberia). Pero incluso esta estimación contempla un importante descenso de las existencias totales en Siberia (2000 millones de m³) en el período 1983-1993.

Tanto los datos oficiales (Cuadros 1,2 y 3) como los datos correspondientes a la nueva estimación (Cuadro 4) indican que en los años 1961 - 1993, aumentó la bioproductividad (capacidad fotosintética), que es un indicador de la función biosférica de los bosques, en el conjunto de los bosques rusos.

El segundo rasgo que caracteriza la dinámica forestal reciente en Rusia es que la calidad de los bosques rusos se ha empobrecido fuertemente entre 1961 y 1993 (disminución de la superficie de las especies arbóreas de valor, menor tamaño de las trozas, sobreexplotación regional, etc.). Las regiones que cuentan con una infraestructura desarrollada, especialmente la Rusia europea, han sufrido una grave sobreexplotación. Además, la explotación se ha realizado en vastas zonas provistas de árboles de gran tamaño y de especies especiales y ello ha deteriorado gravemente la calidad de los bosques (sobre todo en el Lejano Oriente).

En tercer lugar, en Rusia existen ingentes zonas de bosques que aún no han sido ni utilizados, ni explotados, ni sometidos a ordenación. Por consiguiente, es difícil justificar la afirmación de que los bosques rusos están desapareciendo. Pese a las deficiencias que se dejan sentir en la ordenación forestal, la estabilidad y la capacidad de regeneración natural de los bosques boreales parecen extraordinariamente elevadas. En Shvidenko y Nilsson (1996) puede encontrarse una descripción más detallada de la evolución forestal.

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