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Actividades forestales de la FAO


Mercados y perspectivas para los productos forestales
Imágenes de alta resolución tomadas por satélite confirman los datos de la evaluación de recursos forestales por la FAO

Mercados y perspectivas para los productos forestales

El de la Madera NU/CEPE y la Comisión Forestal Europea de la FAO, reunidos conjuntamente en Ginebra en septiembre de 1996, hicieron la siguiente declaración sobre la evolución del mercado en 1996 y las perspectivas para 1997.

Mercados para los productos forestales en 1996 y 1997

Consideraciones generales.

En el tercer trimestre de 1996, los mercados europeos de madera en rollo y productos forestales y no forestales se caracterizan, con pocas excepciones, por una demanda más baja, la dura competencia entre productores y proveedores y precios en constante descenso. En América del Norte, no obstante, la fortaleza del mercado de la vivienda ha contribuido a elevar los niveles de consumo en condiciones de mercado satisfactorias. El sector de productos forestales de los países en transición de Europa oriental se recupera ahora de la profunda recesión de principio del decenio, pero se están acentuando todavía más las diferencias entre situaciones nacionales. La producción en Rusia sigue bajando, aunque más lentamente que en años anteriores.

Se prevé para 1997 una débil recuperación de la demanda de productos forestales en Europa y una continuación de las actuales condiciones del mercado en América del Norte y en los países en transición.

En Europa occidental, el crecimiento económico en 1996 ha sido flojo y, a la luz de los resultados del primer semestre, puede ser difícil alcanzar ni siquiera la tasa del 1,5 por ciento que muchos pronostican para el año. Ha habido algún mejoramiento en Alemania y en el Reino Unido, recuperándose aquélla de un invierno duro; en cambio, el PIB ha descendido por lo menos un 0,25 por ciento en Francia y en Italia. La ligera apertura de la política monetaria no compensa las medidas fiscales restrictivas adoptadas en muchos países. El desempleo sigue siendo un grave problema social y económico. Euroconstruct prevé que la actividad de construcción decaerá en conjunto de un 0,3 por ciento en 1996 (-3,1 por ciento en nuevas inversiones residenciales y +1,7 por ciento en reparaciones y mantenimiento>, con una ligera recuperación en el total en 1997, pero con una nueva caída del 2,1 por ciento en construcción residencial nueva.

En los Estados Unidos, por otra parte, la economía es bastante firme, gracias en parte al crecimiento de la exportación y al fuerte consumo del sector privado. En el tercer trimestre la expansión está todavía en marcha, y parece posible un crecimiento del 2,4 al 3,0 por ciento para todo el año. La construcción de nuevas viviendas se mantuvo a un ritmo relativamente sostenido durante gran parte de 1996; si no aumentan las tasas hipotecarias, podrían llegar a 1,45 millones las construcciones de viviendas iniciadas en 1996, y a 1,4 millones si se elevan las tasas.

En general, la mayoría de las economías en transición de Europa oriental tuvieron unos resultados satisfactorios en 1996, elevándose la demanda interna y descendiendo la inflación, y conteniéndose los déficit presupuestarios. No obstante, se profundiza la diferencia entre países «reformadores avanzados» y otros países en las tasas de crecimiento.

En Rusia continuó el descenso de la producción, aunque a un ritmo menor que anteriormente, y la gran incertidumbre de las perspectivas frena las necesarias inversiones. La inflación, no obstante, ha bajado más que nunca. Hay algunos signos de mejoría en otros países de la Comunidad de Estados independientes.

Muchos mercados europeos de productos forestales, así como el mercado mundial de pasta de madera, se vieron afectados por la liquidación de existencias, y en algunos casos por el exceso de capacidad, lo cual, junto a la debilidad de la demanda, produjo una depresión en los precios. Ello influyó a su vez en los precios de la madera en rollo, de manera que en algunas partes de Europa los propietarios no pudieron cubrir los costos de ciertas operaciones forestales, en especial las primeras cortas de aclareo.

En América del Norte la demanda fue fuerte, influida por el alto nivel de construcción de viviendas, y los precios subieron.

En muchos sectores del mercado la tendencia fue de competencia fuerte en cuanto a precios, calidad de la oferta e imagen pública. Fue frecuente la sustitución entre productos forestales, y entre éstos y productos no forestales (competencia entre madera aserrada y tableros de fibra, entre contrachapados y tableros de virutas, entre maderas duras de zona templada y de zona tropical y entre madera y PVC o aluminio).

Ha continuado la fuerte interacción entre los sectores de pasta de madera y serrería, sobre todo en los mercados de virutas y residuos. Muchas serrerías, sobre todo en los países nórdicos y en América del Norte, que habían ampliado su producción a principios de 1995 gracias a los mayores ingresos derivados de la venta de residuos, se encontraron en posición financiera notablemente peor al bajar los precios de los residuos.

Coníferas

El consumo en Europa de madera aserrada de coníferas inició en la segunda mitad de 1995 un descenso que continuó en 1996, principalmente por la baja en la construcción. Se prevé que en 1996 continuará este descenso ininterrumpido desde el reciente máximo de 1994 hasta quedar en 69,9 millones de m³, para estabilizarse a ese nivel en 1997. El descenso puede deberse a la sustitución por materiales de construcción no madereros y productos madereros mixtos. Análogamente, se prevé que la producción será en 1996 un 4,6 por ciento inferior a su nivel máximo de 74,7 millones de m³ alcanzado en 1995. La producción fue superior al consumo, ya que por primera vez en 1995 las importaciones europeas fueron menores que las exportaciones.

Según las previsiones, las exportaciones de madera aserrada europea en 1996 descenderán en un 2,9 por ciento hasta 30,0 millones de m³ tras haber llegado a un nivel máximo de 30,9 millones en 1995. Suecia, no obstante, prevé exportaciones aún mayores en 1996, gracias a mercados no europeos como el Japón. Otros países europeos han conseguido también penetrar en el mercado japonés. Para 1997, se prevé que las exportaciones europeas subirán a 30,1 millones de m³. Para las importaciones se prevé un descenso del 0,7 por ciento en 1996, dos años después del nivel máximo de 32,4 millones de m³ de 1994.

Los precios de la madera europea de coníferas se han retraído en un 25 por ciento respecto al año anterior, aunque parecen haber llegado a cierta estabilización a mediados de 1996. Las oscilaciones de las existencias han influido mucho: la constitución de reservas por productores y consumidores favoreció las subidas de precios el primer semestre de 1995, mientras que su vaciamiento los hizo bajar más tarde y en 1996.

En América del Norte. la vitalidad del sector de la vivienda promovió en 1996 el consumo de madera de coníferas aserrada. Se prevé que este consumo aumentará ligeramente en 1996 hasta 126,0 millones de m³, nivel todavía inferior al de 1994. El nuevo acuerdo entre Estados Unidos y Canadá sobre madera de coníferas limita las exportaciones canadienses de madera aserrada a Estados Unidos (a menos que se llegue a un nivel de precios especificado) a 34,7 millones de m³. Las consecuencias de esta medida para los mercados y los precios aún no están claras, aunque se prevé que las exportaciones canadienses de madera aserrada, el 73 por ciento de las cuales fueron a Estados Unidos en 1995, bajarán en un 3,2 por ciento en 1997. Pese al posible descenso de sus exportaciones a Estados Unidos, no se ha previsto un aumento significativo de las exportaciones del Canadá a Europa.

En la Federación de Rusia, se prevé que en 1996 el consumo aparente de madera de coníferas aserrada experimentará un fuerte descenso del 10,8 por ciento hasta 14,3 millones de m³, con la esperanza de una recuperación en el mismo porcentaje en 1997. Para la producción, que ha bajado notablemente desde 1992, hay análogas previsiones de tocar fondo en 1996, a un nivel inferior al de 1995, para elevarse en un 9,0 por ciento en 1997. Asimismo la previsión de exportaciones es la continuación del descenso en 1996 hasta un nivel de 4,5 millones de m³. En 1996, las exportaciones se ven afectadas negativamente por los bajos precios europeos, los costos de producción crecientes y la escalada en los costos de transporte.

El descenso en las exportaciones rusas a Europa ha sido contrarrestado por los tres países bálticos, los cuales prevén aumentos de la producción en 1996 atribuibles tanto a la elevación de la calidad del producto como al bajo costo de las materias primas, los transportes y la mano de obra. Se calcula que sus exportaciones totales de madera aserrada llegarán a 1,9 millones de m³ en 1996. Se pronostica para 1997 el equilibrio entre producción y exportaciones.

La madera de coníferas en rollo sigue la misma tendencia que la aserrada en Europa y en la Federación de Rusia, previéndose para 1996 descensos en el consumo, la producción y el comercio. Sin embargo, Lituania esperaba cosechas más fuertes en 1996 a causa de la tala sanitaria para combatir el gorgojo de la corteza. La producción estadounidense de madera en rollo aumentará previsiblemente en 1996 tras un largo periodo descendente gracias a la reducción de las extracciones en el Pacifico noroccidental por razones medioambientales. El comercio de madera en rollo en América del Norte está dominado por las exportaciones estadounidenses, cuyo descenso se prevé que continúe en 1996 en un 10,4 por ciento, hasta 10,7 millones de m³; para 1997 se prevé un descenso menor, ya que el consumo interior acusa una ligera tendencia alcista.

Maderas duras

En Europa, se prevé que el consumo de maderas duras aserradas seguirá bajando hasta 17,2 millones de m³ (2,5 por ciento menos) en 1996, estabilizándose en 1997. El consumo de maderas duras sufre la presión de sustitutos como compuestos de madera y productos no madereros, cambios en la moda y descensos en la construcción. La promoción de especies alternativas (menos conocidas o menos usadas), de calidades inferiores, de productos de marca 0 con valor añadido podría impulsar el uso de maderas duras en Europa. La producción también bajará según las previsiones en un 2,2 por ciento hasta 13,4 millones de m³, para estabilizarse en ese nivel en 1997.

La previsión sobre las importaciones de madera aserrada en Europa, que son muy sensibles a los precios, es de descenso en 1996 en un 2,5 por ciento respecto a 1995, hasta 6,7 millones de m³: un descenso constante del 1,4 por ciento hasta 2,4 millones de m³ en cuanto a la madera aserrada tropical, y del 3,1 por ciento hasta 4,3 millones de m³ en cuanto a las importaciones de zona templada. Las exportaciones en 1996 bajarán en el 1 por ciento hasta 2,9 millones de m³. En 1997, la previsión de las importaciones tanto de zona templada como tropical son de ligera subida, mientras que las exportaciones subirán más, en un 4,9 por ciento.

Aunque las maderas tropicales declinan en los mercados europeos, dominan todavía en los mercados asiáticos, sobre todo como productos con valor añadido como contrachapados. El comercio de productos más elaborados como mobiliario, completa el panorama del mercado.

En América del Norte se prevé que el consumo y la producción de maderas duras crezcan en el 3,0 por ciento y el 2,8 por ciento respectivamente en 1996, para estabilizarse en 1997. Las exportaciones de Estados Unidos podrán bajar un 3,8 por ciento, hasta un nivel de 2,4 millones de m³ en 1993 y 1997.

En cuanto a la madera dura en rollo, su consumo, producción y exportación en Europa no acusan cambios importantes en 1996 ni 1997. No obstante, las importaciones de madera tropical en rollo siguen bajando, en el 5,8 por ciento en 1996 y el 2,6 por ciento en 1997. Los países productores de madera tropical aumentan las exportaciones con valor añadido, pero en Europa sólo Portugal registró un avance significativo de la madera aserrada a expensas de la madera en rollo tropical. La madera en rollo de zona templada y boreal está sustituyendo parcialmente, en Europa, a la madera en rollo tropical. . En los Estados Unidos se prevé que el consumo y la producción de maderas duras en rollo proseguirán su ascenso, llegando respectivamente a 69,6 y 70,5 millones de m³ en 1996 y subiendo menos del 1 por ciento en 1997. Las exportaciones bajan a 1,1 millones de m³ en 1996 y 1997, es decir en el 9,3 por ciento desde 1995, según las previsiones.

Tableros a base de madera

En Europa, el consumo aparente de tableros a base de madera (tableros de partículas, contrachapados y de fibra) descenderá según las previsiones en 1996 en el 1,5 por ciento hasta 40,9 millones de m³ tras el nivel máximo alcanzado en 1995, que no obstante sólo parcialmente reflejó el consumo real, ya que las existencias en almacén se elevaron mucho. Los mercados en 1996 son muy competitivos, con presiones sobre los precios. Se espera en 1997 una ligera recuperación del 1,3 por ciento hasta casi 41,5 millones de m³.

En América del Norte, el sector de los tableros a base de madera ha estado en crecimiento constante desde 1992 como consecuencia de una demanda continuada del sector de la construcción. Se prevén nuevas expansiones del consumo para 1996 y 1997, del 2,5 por ciento y el 0,7 por ciento respectivamente, hasta 48,2 millones de m³.

El consumo de tableros de partículas, principal articulo de este grupo en Europa, puede experimentar un descenso del 1,2 por ciento en 1996 y recuperarse ligeramente en 1997. Las existencias en almacén aumentaron en el segundo semestre de 1995 en un tercio como promedio, por la menor actividad de los sectores de construcción y mobiliario y la inadaptación de la producción a la demanda real.

También el consumo de contrachapados en Europa descenderá en 1996 en el 5,4 por ciento hasta 5,5 millones de m³, y aun con la recuperación del 1,7 por ciento que se espera para 1997 el consumo quedará por debajo de los 5,9 millones de m³ de 1995.

El tablero de fibra de densidad media ha seguido siendo el elemento dinámico en la expansión de la industria del tablero de fibra. La producción europea en 1995 fue de 3,8 millones de m³, con un aumento de casi el 10 por ciento desde 1994, llegando al 49 por ciento de todos los tipos de tableros de fibra. En 1995 y primeros meses de 1996 ha habido presión sobre los precios, señal de exceso temporal de capacidad por el rápido crecimiento de la industria en un momento de moderación de la actividad. Japón y otros países del Lejano Oriente han aliviado esta situación absorbiendo volúmenes importantes. La previsión del Comité respecto al consumo total aparente de tableros de fibra es un aumento del 1,6 por ciento y el 3,6 por ciento en 1996 y 1997.

En Estados Unidos la producción de contrachapados, que en 1995 estaba a 12,5 por ciento por debajo del máximo alcanzado en 1987, proseguirá previsiblemente su descenso en un 2 por ciento en 1996 y un 4,8 por ciento en 1997, cediendo una parte del mercado al tablero de virutas orientadas. Este último producto representa ahora en los Estados Unidos el 31 por ciento de la producción total de los tableros de construcción y el 38 por ciento de su consumo. La producción canadiense de tableros de virutas sigue creciendo notablemente, y podrá llegar a 4,5 millones de m³ en 1996 (+33 por ciento) con la suma de cuatro nuevas fábricas. El 88 por ciento de este volumen se exporta, principalmente a Estados Unidos.

El consumo de tableros de partículas (excluidos los de virutas) en América del Norte crecerá según las previsiones un 2,9 por ciento en 1996 hasta 10,6 millones de m³. Las exportaciones canadienses a los Estados Unidos bajarán un 10,9 por ciento a consecuencia de la mayor demanda de su industria nacional del mueble.

Después de los importantes aumentos de la producción y el consumo del conjunto de los tableros de fibra en América del Norte entre 1994 y 1995, se prevén para 1996 y 1997 nuevas expansiones del 3,3 por ciento y el 1,3 por ciento respectivamente, al sumarse a la industria la nueva capacidad de fabricación de tableros de fibra de densidad media.

Madera en rollo (para pasta y para leña)

Continúa la tendencia a la baja en los mercados mundiales de la pasta de madera, iniciada a fines de 1995. La débil demanda final, junto con el exceso de capacidad y las reservas elevadas, deprimió los precios en el mercado de pasta, pese a los recortes de la producción en muchos países. En el tercer trimestre de 1996, es inseguro que una demanda más fuerte y niveles más bajos de las existencias estén ayudando a una recuperación, o al menos al mantenimiento, de los precios de la pasta. Los precios del papel usado son también muy bajos.

Al reducirse la producción de pasta, la demanda en Europa de madera para pasta es débil: el consumo aparente de madera para pasta (en rollo, rajada, residuos y retales) en Europa será de unos 171 millones de m³, es decir 15 millones menos (8,1 por ciento) que en 1995, pese a la demanda relativamente satisfactoria procedente de la industria de tableros de fibra. En los dos mayores consumidores de madera para pasta, Finlandia y Suecia, se prevé que el consumo bajará en 1996 cerca del 15 por ciento, con un descenso total de 11,6 millones de m³ sólo en esos dos países (que absorben entre los dos casi la mitad del consumo europeo de madera para pasta). Sin embargo, se prevé que la producción europea de madera para pasta descenderá más moderadamente que el consumo, en casi 8 millones de m³ (4,8 por ciento). Paralelamente, se prevé un fuerte descenso de las importaciones de casi el 20 por ciento (7 millones de m³). Las importaciones de madera para pasta de Finlandia bajarán 2 millones de m³ situándose en 7,3 millones de m³, y las de Suecia 2,5 millones de m³ hasta el nivel de 5,0 millones de m³. Los descensos de las importaciones serán probablemente menos marcados para los residuos y retales que para la madera en rollo. No obstante, los exportadores europeos de madera para pasta prevén exportaciones prácticamente estables, de algo más de 15 millones de m³.

Se espera que la situación mejore en 1997, elevándose el consumo aparente de madera para pasta en más de 6 millones de m³ (3,6 por ciento) y la producción en 5 millones de m³ (3,2 por ciento), aunque todavía no alcanzará el nivel de 1995.

En los Estados Unidos, no obstante, se prevé que tanto el consumo como la producción de madera para pasta subirán ligeramente (en alrededor del 0,5 por ciento) en 1996 y 1997. También las exportaciones experimentarán un firme aumento en ambos años.

En conjunto, se prevé que las extracciones en Europa descenderán acusadamente en 1996 en un total de 13 millones de m³ para quedar en 348 millones de m³. La previsión sobre las extracciones tanto de madera en rollo como de madera para pasta es un descenso de más del 5 por ciento. Los mayores descensos en las extracciones corresponderán a Finlandia (5,6 millones de m³, 11,4 por ciento) y Suecia (4,5 millones de m³, 7,5 por ciento). No obstante se prevé una recuperación de las extracciones europeas en 1997, en 5 millones de m³, más respecto a la madera para pasta que a la madera en rollo.

Imágenes de alta resolución tomadas por satélite confirman los datos de la evaluación de recursos forestales por la FAO

Es esencial disponer de información fidedigna sobre la evolución de los bosques mundiales para evaluar claramente las consecuencias sobre el medio ambiente y el desarrollo.

La FAO está realizando el Proyecto de Evaluación de los Recursos de los Bosques Tropicales en 1990 y de sus cambios en el periodo 19801990 como parte del mandato de la Organización de facilitar información regularmente sobre los recursos forestales mundiales. La Fase I del Proyecto se basó en la recolección y el análisis de la información fiable existente procedente de todos los países miembros de la FAO; las estadísticas elaboradas, presentadas en los números 112 y 124 de la colección «Estudios FAO: Montes», constituyen la actual base de datos sobre recursos forestales mundiales y tasas de deforestación.

La Fase II del Proyecto, que aprovechó las imágenes diacrónicas de alta resolución tomadas por satélite adquiridas en torno a 1980 y 1990, fue una encuesta basada en estudios detallados en zonas muestrales estadísticamente seleccionadas por todo el cinturón tropical. Los resultados del estudio, presentados en la publicación de la FAO, Forest resources assessment 1990: Survey of tropical forest cover and study of change processes (Evaluación de los recursos forestales, 1990: Encuesta de la cobertura forestal tropical y estudio de los procesos de cambio) (Estudio FAO: Montes, N° 130), confirman las estimaciones de la superficie forestal tropical y de la tasa de deforestación realizadas durante la Fase I del Proyecto de Evaluación de los Recursos de los Bosques, 1990.

Más importante aún es que el uso constante de una clasificación común y detallada de la cobertura y el procedimiento innovador de interpretación diacrónica de datos adoptado especialmente para el estudio han permitido presentar todos los resultados en forma de matrices de transición. Se han adquirido así nuevos conocimientos reveladores sobre los procesos de cambio en el uso de la tierra a nivel pantropical, regional y ecológico, complemento esencial de los datos sobre superficie forestal y tasas de deforestación.

En Africa, los principales procesos de cambio están determinados por la presión de la población rural que practica la agricultura de subsistencia. En América Latina se observan los efectos de operaciones planificadas como planes gubernamentales de asentamientos de población, ganadería en gran escala y desarrollo hidroeléctrico. En Asia los procesos de cambio son producto de dos fuerzas impulsoras: la presión de la población rural, caracterizada por la intensificación y la expansión de las prácticas de la agricultura migratoria, y las operaciones de planificación centralizada como planes de asentamiento de población y grandes programas de plantaciones. El estudio no revela si la infraestructura de las operaciones madereras abre zonas anteriormente inaccesibles a la colonización espontánea, o cuando la explotación excesiva deja eriales tras de si.

El análisis de los cambios en la cobertura terrestre por zonas ecológicas muestra que en todas las regiones han cambiado las zonas forestales ligeramente húmedas (por deforestación, fragmentación, degradación, etc.) mucho más intensamente que los bosques de las zonas con fuerte humedad y de las zonas secas. El cambio en el conjunto de la zona forestal tropical en el periodo 19801990 se calcula en el 10,1 por ciento en la zona ligeramente húmeda frente al 4,8 por ciento en la fuertemente húmeda y el 6,6 por ciento en la seca.

De esta manera, parece que los factores socioeconómicos y culturales, que son más homogéneos dentro de cada región geográfica, determinan la naturaleza de los procesos de cambio en los bosques, mientras que las características ecológicas determinan la intensidad del cambio.

Esta encuesta por teledetección ha sido fruto de un gran esfuerzo mundial de cooperación en el que las instituciones y los individuos de países desarrollados y en desarrollo han contribuido en todas sus fases de ejecución, desde el diseño estadístico y analítico hasta la interpretación de los datos de satélite y hasta la difusión de los métodos de observación entre las instituciones forestales de los países tropicales.


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