En el presente número de Unasylva se examinan algunas de las muchas formas en que la informática y la tecnología conexa influyen en la silvicultura sostenible y han pasado a formar parte de ella.
La primera cuestión que ha de plantearse es si verdaderamente la informática se está convirtiendo en una parte intrínseca de las actividades forestales. Por un lado, es cierto que en todo el mundo, la mayor parte de las personas que tienen una relación directa con los bosques (particularmente los habitantes y usuarios de los bosques de los países en desarrollo) no tienen acceso directo a los ordenadores y probablemente nunca lo tendrán. De hecho, una estadística muy llamativa indica que al menos la mitad de la población del mundo nunca ha utilizado un teléfono. Cualquier debate sobre la informática y el sector forestal debe tener en cuenta esa realidad; los ordenadores no tienen una difusión universal y no son la panacea para afrontar los desafíos ante los que se encuentra el sector forestal en el mundo.
La informática está revolucionando la evaluación de los recursos. En el trabajo sobre el terreno, se está haciendo más eficiente la recogida de datos mediante el uso de ordenadores portátiles conectados directamente con unidades más amplias. Los programas de análisis informático permiten elaborar estadísticas prácticamente en el mismo momento en que se recogen los datos, lo que contrasta con el plazo de varios años que hasta hace poco tiempo eran precisos incluso en las operaciones mejor realizadas. En los niveles tecnológicos más elevados, los sistemas de información mundial combinan datos de varias fuentes, incluidas las imágenes tomadas por satélite, para producir una nueva visión tanto a nivel general como particular.
Cada vez son más numerosas las decisiones sobre el terreno que se adoptan en materia de ordenación forestal con la ayuda de la informática. Tanto las tareas de plantación como de aclareo y de tratamiento se llevan a cabo con la ayuda de ordenadores. El cambio filosófico que ha llevado a abandonar prácticas de explotación y elaboración despilfarradoras y muchas veces destructivas en favor de operaciones más precisas y eficientes ha sido favorecido por la adopción de tecnologías informáticas. Tal vez no está lejos el día en que sea posible seleccionar, extraer y transformar un árbol para satisfacer las necesidades concretas de un usuario con la ayuda de un ordenador.
Por último, aunque sin duda no por ello menos importante, el sector forestal está explorando actualmente las posibilidades prácticamente ilimitadas para el intercambio de información a través de Internet (lo que se suele llamar la autopista de la información). Tal vez una de las posibilidades que reviste mayor interés es la posibilidad de analizar y debatir las políticas a nivel internacional.
Los artículos de este número de Unasylva no pretenden cubrir todas las formas en que se puede utilizar la informática en el sector forestal, sino que son tan sólo una muestra de los enfoques teóricos y prácticos.
El primer artículo, de D. Richardson, examina las oportunidades que ofrece Internet en lo que concierne al sector forestal en el marco del desarrollo rural general. Un aspecto importante que señala es la necesidad de evitar que se ahonde la distancia entre quienes poseen información y aquellos que carecen de ella.
D.P. Dykstra, Subdirector general de investigación en el Centro de Investigación Forestal Internacional, analiza algunas de las nuevas tecnologías de información que están adquiriendo importancia para el sector forestal. El autor examina en su artículo en qué forma esos instrumentos están mejorando la planificación estratégica, la planificación táctica y la gestión y control de las operaciones.
En un breve artículo complementario, K.D. Singh describe las iniciativas del Departamento Forestal de Andhra Pradesh para introducir la informática y, particularmente, un sistema de información geográfica, en su sistema de ordenación forestal. El artículo lanza un claro mensaje: no es posible aplicar sin más la tecnología informática en un sistema existente, sino que su introducción exige reformular por completo el sistema de adopción de decisiones y los procesos de control inherentes a la ordenación forestal.
Entre enero y marzo de 1996, la FAO organizó una conferencia electrónica sobre el «Tratamiento de conflictos sobre los recursos naturales mediante las actividades forestales comunitarias», que reunió a 450 participantes de 55 países. El artículo de A. Sherwood describe esta experiencia, particularmente desde el punto de vista de las posibilidades que encierran las conferencias electrónicas.
Una de las posibilidades más interesantes que ofrece la informática es la de la enseñanza a distancia. El artículo de J.A. Berdegué y R.D. Hart ofrece ejemplos concretos de aplicaciones electrónicas que pueden servir para mejorar la enseñanza forestal superior, especialmente en los países en desarrollo.
En el último artículo dedicado específicamente a la informática y el sector forestal, T.E. Burk, P.J. Cameron, S.D. Lime y S. Lane describen un sistema de prevención y extinción de incendios forestales a través de Internet.
El próximo número de Unasylva aparecerá en septiembre de 1997 y será un número doble especial sobre el próximo Congreso Forestal Mundial que se celebrará en Antalya, Turquía. Para ayudar a crear un clima propicio para la celebración del Congreso, este número de Unasylva incluye una entrevista con Halit Dagli, ministro turco de actividades forestales.
