Página precedente Indice Página siguiente


En camino hacia un sistema de difusión de información y estrategias de comunicación forestales

J. Anderson y S. Dembner

Las necesidades y oportunidades de la difusión de información y las estrategias de comunicación forestales están evolucionando, como respuesta a los importantes cambios que se producen en el debate mundial forestal, especialmente en lo que se refiere a nuevos asociados, nuevas prioridades y nuevas tecnologías de comunicación. En este artículo se hace un análisis de la situación y de la respuesta evolutiva de la FAO.

Jon Anderson es Oficial de Extensión de la Dirección de Recursos Forestales de la FAO.

Stephen A. Dembner es el Redactor de Unasylva y Coordinador de Publicaciones y de Información del Departamento de Montes de la FAO.

Nota: El presente artículo es una adaptación de un documento preparado para el XX Congreso Mundial IUFRO, celebrado en Tampere (Finlandia), en agosto de 1995.

Los cambios que se están produciendo en el mundo forestal, incluyendo la creciente preocupación por una ordenación sostenible y más diversificada de los ecosistemas forestales, que abarque los productos y aprovechamientos madereros y no madereros, se están traduciendo en nuevas demandas sobre el sector y en una expansión de las categorías de personas que se ocupan de la ordenación forestal. Esas tendencias se manifiestan en las prioridades en el sector forestal que surgieron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), en 1992. El reconocimiento de la importante función que desempeñan múltiples asociados en una ordenación forestal sostenible - entre ellos las poblaciones locales, las ONG y el sector privado, así como los gobiernos - está produciendo un aumento del número de destinatarios de la información forestal y la necesidad de una comunicación basada en el diálogo, la reacción de los destinatarios y la flexibilidad. Al mismo tiempo, las tecnologías evolucionan ofreciendo instrumentos nuevos, más amplios, con frecuencia más rápidos y más rentables, para el intercambio de información forestal. Los videos, los multimedia, la publicación electrónica y las redes interconectadas ofrecen posibilidades muy estimulantes. Las nuevas demandas de información implican estrategias de comunicación apropiadas, es decir, se trata de un continuo que abarca el mensaje y el medio.

La FAO cuenta con cincuenta años de experiencia en la elaboración y difusión de información forestal, tanto mediante su programa ordinario de la Sede como mediante proyectos de campo. Hasta hace poco tiempo, y como reflejo de las demandas predominantes del sector forestal, el programa de publicaciones e información de la FAO se concentraba en la facilitación de información técnica y es tadística y el análisis de políticas, y en la organización de reuniones técnicas a diversos niveles y la información sobre dichas reuniones. La imprenta ha sido el medio principal, y los principales destinatarios han sido los ingenieros forestales empleados por los gobiernos y los responsables de adoptar decisiones en materia de recursos naturales. En la actualidad, la FAO (principal, pero no exclusivamente, por medio de su Departamento de Montes), está elaborando nuevas estrategias y adaptando su enfoque de la publicación y la información (reunión y difusión) para satisfacer más adecuadamente las demandas de la silvicultura mundial.

Antecedentes y actividades actuales

Primera publicación de la FAO sobre análisis y perspectivas de la estadística forestal

«La necesidad de dar a conocer más ampliamente datos útiles sobre la nutrición y el consumo y producción de alimentos es tan grande y tan esencial para el progreso, que se debe dar la misma importancia a la difusión de conocimientos [cursivo añadido] que a la investigación... La elaboración de un programa de publicaciones será importante desde el principio.» Estas palabras fueron extraídas del primer informe a los gobiernos de las Naciones Unidas de la Comisión Interina de las Naciones Unidas sobre Alimentación y Agricultura (Naciones Unidas, 1944). De esta manera, los fundadores de la FAO reconocieron la importancia y la necesidad de la comunicación en pie de igualdad con la obtención de conocimientos.

El primer análisis estadístico y estudio de las perspectivas forestales de la FAO, Forestry and forest products: world situation, 1937-1946 (FAO, 1946) se presentó en 1946, y en julio de 1947, apareció el primer número de Unasylva, la revista trimestral internacional de silvicultura e industrias forestales publicada por la FAO. Con el pasar de los años, el número y la variedad de publicaciones forestales han aumentado considerablemente, en respuesta al programa de la Organización en materia forestal; sin embargo, virtualmente esas actividades orientadas a la comunidad forestal profesional, se han basado en medios impresos y se han distribuido por conductos oficiales a gobiernos o instituciones.

Actividades en curso en la Sede central

Una de las publicaciones más recientes de la FAO sobre evaluación de recursos forestales

En la actualidad, las actividades de información y comunicación forestales en la Sede central pueden agruparse en cinco amplias categorías: facilitación de datos y análisis estadísticos; producción y difusión de publicaciones técnicas; producción y difusión de publicaciones periódicas; organización de reuniones y preparación de informes; y presentaciones públicas a cargo de personal de la Organización, normalmente con ocasión de reuniones.

La recopilación, análisis y difusión de datos estadísticos ha sido siempre parte esencial de la labor de la FAO en el sector forestal. El Anuario de productos forestales de la FAO llegó a su 47a edición, y se producen muchos análisis estadísticos y estudios de perspectivas: por ejemplo, Forest resources assessment 1990: Global synthesis (FAO, 1995a); y la sexta edición del European timber trends study, que se terminará a principios de 1996. Otros acontecimientos recientes son un Centro de información agraria mundial (WAICENT), que proporciona datos estadísticos (FAOSTAT), entre ellos los forestales, así como información textual (FAOINFO), en línea, en disquetes y en CD-ROM.

La producción y publicación de monografías técnicas es una actividad permanente del Departamento de Montes. Los documentos varían entre análisis de los últimos adelantos, publicados en muchos idiomas en la serie, bien conocida, de estudios de montes (que llega ya a los 130 volúmenes), por ejemplo Silvicultura y seguridad alimentaria (FAO, 1989) y Biotechnology in forest tree improvement (FAO, 1994a), y documentos de trabajo destinados a estimular nuevos debates y deliberaciones, por ejemplo, publicaciones misceláneas como The potential of urban forestry in developing countries: a concept paper (FAO, 1994d).

El Programa bosques, árboles y población (FTPP) es el más destacado de los esfuerzos de la FAO por adoptar enfoques y metodologías de participación. El FTPP ha producido materiales de comunicación en una serie de medios, que van desde los libros de historietas y los videos hasta las gulas y manuales. También ha apoyado la creación de técnicas y sistemas locales de comunicación y la preparación de instrumentos de análisis para examinar los sistemas de comunicación. Desde principios del decenio de 1990, el programa ha establecido y mantenido una red mundial que actualmente conecta a más de 5 000 personas e instituciones.

La contribución de las oficinas regionales y nacionales de la FAO al programa de difusión de información forestal es también notable. Por ejemplo, la Oficina Regional para Asia y el Pacífico publica, como promedio, de ocho a diez estudios forestales al año, así como la importante publicación periódica Tigerpaper.

Unasylva, la principal publicación periódica de la FAO sobre silvicultura, aparece trimestralmente en español, francés e inglés, y tiene una distribución total de unos 10 000 ejemplares. Cada número se centra en un tema específico. Se han añadido otras publicaciones periódicas de ámbito más limitado, por ejemplo, el Boletín de Recursos Genéticos Forestales, Forest Harvesting Bulletin y Non-wood News. Esas publicaciones se distribuyen a listas específicas.

La FAO coordina dos sistemas cooperativos internacionales de información, que incluyen la agricultura: el Sistema internacional de información sobre ciencias y tecnología agrícolas (AGRIS) y el Sistema de información sobre investigaciones agronómicas en curso (CARIS). AGRIS se ocupa de la información bibliográfica sobre obras que tratan de la agricultura en el mundo y CARIS de la información sobre investigación agrícola actual en los países en desarrollo, o relacionada con esos países. La base de datos AGRIS contiene 260 000 documentos relacionados con la silvicultura, introducidos en el sistema entre 1975 y 1994. El AGRIS está preparando un CD-ROM sobre silvicultura y agrosilvicultura para su distribución a los centros participantes e instituciones de investigación forestal.

Uno de los mandatos de la FAO es ser un foro neutral de debate y, en calidad de tal, las reuniones son parte fundamental de la labor del Departamento de Montes. Entre esas reuniones se encuentran los períodos de sesiones bienales del Comité de Montes, el órgano técnico de más alto nivel de la Organización que se ocupa específicamente de la silvicultura, comités permanentes sobre temas técnicos (Comisión Internacional del Alamo o Comité Asesor de Expertos sobre la Pasta y el Papel); y reuniones especiales sobre cuestiones normativas o temas técnicos específicos (por ejemplo, la reunión de expertos sobre la armonización de criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible). Antes y después de las reuniones se prepara documentación técnica importante, que se distribuye a los Estados Miembros por pedido. Las oficinas regionales de la FAO organizan también regularmente reuniones regionales y locales importantes.

Como parte de sus obligaciones, el personal de la FAO representa regularmente a la Organización en reuniones relacionadas con la silvicultura, a todos los niveles, desde reuniones mundiales como los congresos forestales mundiales (de los que la FAO es copatrocinadora) y los congresos mundiales IUFRO, hasta talleres y seminarios técnicos para las comunidades. En esas reuniones, las presentaciones hechas por personal de la FAO son parte importante de las actividades generales de difusión y comunicación de información.

En el Centro de Información Agraria Mundial (WAICENT) está incluida la silvicultura

Actividades actuales sobre el terreno

La difusión de comunicación e información es parte importante del programa forestal sobre el terreno de la FAO y puede considerarse que, en general se encuadra en tres categorías. En primer lugar, las actividades de información relacionadas con el ciclo de los proyectos; preparación documentos e informes técnicos de campo; informes finales, declaraciones y cartas; e informes de evaluación. El sistema se basa en gran parte en informes y documentos y, salvo los informes técnicos, tiene un número bastante reducido de destinatarios: los gobiernos miembros de la FAO.

Lo que quizá tiene mayor importancia es que los propios proyectos encierran cada vez más un componente de «comunicación» o extensión. Este componente puede traducirse en la producción de boletines de noticias, folletos de información, videos y presentaciones de diapositivas destinados directamente a los beneficiarios de los proyectos y, cada vez más, a un vasto público, lo que hace que los proyectos sobre el terreno produzcan efectos más importantes. Esas actividades de comunicación sirven también para aumentar la conciencia, a nivel nacional e incluso internacional, de la importancia del esfuerzo realizado. Los componentes de comunicación incluyen cada día más métodos para «recibir» información procedente de otros asociados.

El desarrollo de los componentes de comunicación (incluida la extensión) en el programa forestal sobre el terreno se ha producido de forma paralela con una cierta evolución del concepto de la silvicultura comunal y social para el desarrollo rural y los métodos forestales de participación. Otro factor importante ha sido el reconocimiento creciente de las ventajas del control local de las decisiones de ordenación de los recursos naturales. El cambio de orientación ha sido desde un enfoque orientado al mensaje, e instructivo, al reconocimiento de la importancia del diálogo y la participación. Las actividades de desarrollo forestal sostenible que tengan éxito se basarán en esa participación; y la participación, a su vez, requerirá la comunicación en ambos sentidos.

Otro elemento importante es el patrocinio de la asistencia de expertos nacionales y participantes en proyectos, a reuniones técnicas y normativas.

En general, el Programa de silvicultura sobre el terreno está adoptando un enfoque más sistemático de las estrategias de comunicación en todos los proyectos (con la asistencia fundamental de la Dependencia de Comunicaciones de Apoyo al Desarrollo de la FAO). Una publicación reciente de la Organización sostiene que: «si se desea obtener los mejores resultados, se debe aplicar un método sistemático. La comunicación logra sus objetivos cuando forma parte de la estrategia básica cuya finalidad es establecer las prioridades del desarrollo y la planificación, ejecución y evaluación de los programas...» (FAO, 1995c).

Un contexto cambiado y que esta cambiando

Nuevos asociados

Una película en video producida por el Programa de Silvicultura Comunitaria de la FAO

Se ha producido un aumento substancial del número y la clase de asociados que se interesan y participan en los bosques y la silvicultura. Como se reiteró con énfasis en la Cumbre para la Tierra de Rio de Janeiro, los debates sobre bosques y silvicultura no deben limitarse más a los tres asociados tradicionales: departamentos de montes de los Gobiernos, organismos intergubernamentales y profesionales forestales.

La creciente atención prestada a la silvicultura en los dos últimos decenios ha llevado a una conciencia también creciente de las diversas vinculaciones intersectoriales que relacionan la silvicultura con el desarrollo socioeconómico general, o quizá refleja esa conciencia. Ello ha sido una espada de doble filo para la silvicultura; el sector es ahora centro de atención, pero los ingenieros forestales, que en otro tiempo se lamentaban de no atraer la atención del público en general o de los responsables superiores de la adopción de decisiones, ahora, paradójicamente, arriesgan de verse abrumados o marginados por el proceso normativo. La autoridad en materia de silvicultura se atribuye cada vez más a otros sectores, especialmente ministerios del medio ambiente, a nivel nacional, y ministerios de relaciones exteriores, en los debates internacionales. Ello exige tácticas y mensajes de comunicación totalmente distintos.

También a nivel intergubernamental se han producido cambios radicales. Aunque la FAO sigue siendo la única organización que posee un mandato amplio y general que comprende todos los bosques, existen más de diez organizaciones intergubernamentales, tres bancos regionales de desarrollo, muchos organismos de ayuda bilateral y numerosas organizaciones no gubernamentales que tienen funciones legítimas e importantes que desempeñar en el sector forestal mundial.

Más importante probablemente es el hecho que se están comenzando a reconocer los legítimos derechos, responsabilidades y capacidades de la población local y de otros grupos, en calidad de gestores y usuarios de los bosques, y la consiguiente necesidad de incluirlos en el proceso de adopción de decisiones en materia forestal, a todos los niveles. Una ordenación que incluye la participación de la población local y de los profesionales forestales (tanto de los gobiernos como del sector privado), en pie de igualdad, está sustituyendo, de forma lenta pero segara, a los métodos jerárquicos tradicionales. A medida que las poblaciones locales se organizan y que su participación activa en el diálogo se vuelve más fuerte, se convierten en asociados que pueden colaborar en pie de igualdad en el manejo de las cuestiones forestales. Esta nueva situación tiene repercusiones profundas en toda política o estrategia de difusión y comunicación de informaciones.

El «movimiento ambiental» de los decenios de 1960 y 1970 se tradujo en la formación o el fortalecimiento de una nueva categoría de ONG centradas en los recursos naturales. Actualmente, las ONG que se ocupan de cuestiones forestales son muy numerosas y diversas. Es necesario reconocerlas como asociadas en el debate sobre desarrollo y conservación forestales elaborando estrategias de comunicación orientadas a la información y a su participación constructiva.

El sector y la industria privados, en parte por su propio interés y en parte en respuesta a campañas de toma de conciencia públicas, están ampliando rápidamente su función, para incluir la conservación y ordenación forestales, así como la utilización y generación de valores. En muchas esferas, la democratización, descentralización y liberalización del mercado han permitido la profusión y desarrollo de organizaciones locales «nuevas», propietarios privados, gestores y usuarios industriales. En Lituania, por ejemplo, en donde a finales del decenio de 1980 había un solo propietario forestal (el Estado), se estimó que a principios de 1995, había ya 22 500 propietarios que poseían unas parcelas medias de 6 a 7 hectáreas.

Por este motivo, los esfuerzos por encontrar «denominadores comunes» para la comunicación con los muchos interesados en la silvicultura mundial resultan probablemente inútiles. Cada uno de ellos tiene necesidades, intereses, características, tendencias culturales o de organización, propias. Evidentemente, un diálogo con un grupo local interesado en una zona de bosques determinada del Brasil tendrá características diferentes de las de una reunión de jefes de instituciones de investigación forestal o del Comité de Montes de la FAO. Para ser verosímil y facilitar la creación y la participación necesarias, toda estrategia de difusión y comunicación de información debe ser vasta y multidimensional, y aplicarse rigurosamente siendo al mismo tiempo flexible.

Nuevas prioridades, nuevos mensajes

Aunque los expertos forestales encuentran temas familiares y pueden exponer tradiciones y antecedentes claros de la mayoría de lo que actualmente se llama «nuevo», en algunos aspectos el contenido o al menos el acento de los diálogos sobre silvicultura está cambiando. Ese desplazamiento en el énfasis e incluso en el enfoque del «nuevo» diálogo se manifiesta más clara y ampliamente en el Programa 21. Algunas de las «nuevas» palabras clave que sobresalen en el diálogo son sostenibilidad, diversidad (tanto biológica como cultural), integración y participación. No se pretende aquí ocuparse de la validez o legitimidad de esos conceptos sino reconocer que el lenguaje y el vocabulario forestales están cambiando y ver en qué forma ello puede afectar a una estrategia de comunicación.

Además de esos «nuevos» temas o cuestiones (contenidos) técnicos, la comunicación misma se ha hecho más importante y visible. El Programa 21 contiene también elementos de interés directo para la estrategia de comunicación (la forma de diálogo), especialmente en su Capítulo 36 sobre Fomento de la educación, la capacitación y la toma de conciencia, y en el 40, sobre Información para la adopción de decisiones. El Capítulo 36 fomenta una estrategia multimedial, al decir que el sistema de las Naciones Unidas debería «promover una relación de cooperación con los medios de información, los grupos de teatro popular y las industrias del espectáculo y de la publicidad... Esa colaboración también aumentaría la participación activa del público en el debate sobre el medio ambiente...». El Capítulo 40 da cierta importancia a la producción de información en formas utilizables y al uso de la «información tradicional».

La naturaleza y las características del «nuevo» diálogo en materia forestal apuntan a estrategias y métodos de comunicación que son multidisciplinarios, se preocupan por los aspectos sociales de la silvicultura, muestran una preocupación renovada por la especificidad de las situaciones, tratan a todos los interesados como asociados iguales, fomentan la sensibilización de la información forestal, tanto hacia el «cuánto» como hacia el «cómo», y reconocen la importancia de la comunicación.

Tecnologías de comunicación y difusión de información que están cambiando

El universo de las tecnologías de comunicación e información está cambiando tan rápidamente que no es posible definirlo, ni mucho menos hacer un análisis general, que seguramente está fuera del ámbito del presente artículo. Sin embargo, se pueden hacer algunas observaciones generales, algunas de las cuales pueden resultar menos evidentes a primera vista.

La creación de tecnologías informáticas y de redes electrónicas, tanto por medio de líneas telefónicas (incluyendo las transmisiones por fax) o de conexiones directas entre computadoras (por ejemplo, la Internet), o bien por radio y televisión (incluida la información transmitida por satélite), ha ampliado espectacularmente los horizontes de la comunicación en materia forestal y el acceso a la «biblioteca forestal mundial».

En el diálogo sobre desarrollo forestal cada vez son más fuertes las voces de la población local

Las tecnologías de producción, impresión y difusión con ayuda de computadoras han reducido los costos y, lo que es más importante, las limitaciones de tiempo que entrañan las comunicaciones mediante medios impresos. La aparición de equipo de autoedición poco costoso permite elaborar, ensayar, modificar y difundir materiales de información apropiados a nivel básico.

La radio y la televisión pueden llegar a públicos rurales con mensajes especialmente adaptados a ellos, en un formato atractivo y rentable. Por ejemplo, se están realizando esfuerzos especiales en la Amazonia para ofrecer a las comunidades de poblaciones indígenas aisladas radios de transistores portátiles, mediante las cuales puedan recibir información sobre comercialización que les permita obtener más beneficios de la cosecha sostenible de productos forestales no madereros.

En los niveles académicos y científicos, las posibilidades de comunicación y distribución de información que ofrecen la comunicación electrónica - especialmente la Internet o las autopistas de la información - son realmente atractivas. Se celebran todos los días conferencias que reúnen a cientos de participantes para examinar temas específicos y, aunque la silvicultura utiliza en el mundo relativamente pocas de las posibilidades de la Internet, esa utilización aumenta rápidamente. El gopher de la FAO y la información dedicada a la Organización en la World Wide Web se han conectado recientemente e incluyen, por ejemplo, World forest resources assessment 1990 y una versión experimental de Unasylva, y directorios de instituciones de capacitación e investigaciones forestales.

Si el mundo de la comunicación electrónica ofrece posibilidades muy interesantes, no deja de presentar riesgos, en particular el de confundir la tecnología electrónica y su aureola de infalibilidad con la validez o el interés del mensaje facilitado. Todavía no existe sustituto para el diálogo personal directo, con mensajes cuidadosamente adaptados y preparados, y la tentación de un enfoque efectista de la comunicación de alta tecnología puede producir comunicaciones o información atractivas y rentables pero técnicamente inútiles. A este respecto, no se debería subestimar un aspecto del cambio de las posibilidades de comunicación e información que es la creación de una infraestructura física de la comunicación, es decir carreteras, aviones, etc. El desarrollo de la infraestructura física trae consigo riesgos bien conocidos y documentados para la silvicultura y los bosques (invasión, utilización excesiva, etc.), pero también posibilidades espectaculares y a menudo subvaloradas de comunicación y difusión de la información. Otro aspecto es «la organización social necesaria, que permite a los interesados hacer un uso estratégico de los medios modernos de comunicación para solicitar servicios, buscar información y elegir con conocimiento de causa» (Richardson, 1995).

¿Cuáles son las ramificaciones de la revolución de la tecnología para una estrategia de comunicación forestal? Responder a esa pregunta no es fácil. Sin embargo, se pueden adelantar algunas hipótesis y consideraciones generales. A medida que la tecnología se hace más barata y más accesible al individuo (al menos para muchas personas del mundo), tanto desde el punto de la facilitación de información como de su recepción, esa tecnología fomenta el intercambio de información y un diálogo que es menos formal, más inmediato, más descentralizado, más «nivelado» (hay más personas que tienen la posibilidad de estar al mismo nivel) y menos patentado (se hace cada vez más difícil «proteger» la información). Por ejemplo, Richardson (1995) habla de la Internet como de un «bien común electrónico» y llega a decir: «La Internet es inmensamente popular porque resulta poco costosa de utilizar, tiene pocas restricciones de contenido y de uso, e incorpora una cultura que promueve la distribución, la colaboración y la asistencia mutua».

Cabe señalar que las organizaciones que reflejan ya esas características parecen ser las que han hecho mayor utilización de la nueva tecnología, es decir, las universidades y las organizaciones no gubernamentales. Las instituciones que no adopten esas nuevas tecnologías y características institucionales se quedarán probablemente retrasadas en el diálogo, o tal vez se verán excluidas de él.

El avance hacia nuevas estrategias

En la FAO se están preparando estrategias mejoradas de comunicación y difusión de información en materia de silvicultura. Esas estrategias, indudablemente, tendrán que hacer un análisis más perfeccionado de las características de los diversos asociados en la silvicultura, los tipos de diálogo que entablen los ingenieros forestales y los adelantos de la tecnología de comunicación y de información.

En el nivel de la Organización, el Departamento de Asuntos Generales e Información ha iniciado el proceso de elaborar una política y estrategia de comunicaciones colectiva para la FAO en su totalidad. El Departamento de Montes participa activamente en ese proceso, tanto definiendo la política general como estableciendo elementos estratégicos específicos de la silvicultura. Además, se han creado grupos de acción departamentales para que formulen recomendaciones sobre el mejoramiento de las comunicaciones tanto internas como externas y la difusión de información. Hay que señalar que otras direcciones y departamentos de la Organización están también preparando estrategias de comunicación, lo que probablemente duplicará las del Departamento de Montes e influirá en ellas de una forma que aún se desconoce.

Conceptos claves de la política y estrategia de comunicaciones e información supondrán un enfoque abierto y transparente; un compromiso de participación, información sobre los resultados y aportaciones; y una flexibilidad general. En la política oficial debe establecerse claramente la utilidad de la comunicación y de la difusión de información en el ámbito del desarrollo forestal. La comunicación debe considerarse y definirse no sólo como necesaria sino como conveniente. Se debe fomentar a todos los niveles la participación en el proceso de comunicación e información. Se está empezando a estimular al personal de la Organización a la necesidad de comunicar los resultados de su trabajo y los de su departamento, y será necesario dotarlos de tiempo, apoyo técnico y recursos financieros para que puedan desempeñar eficientemente esa tarea.

La información sobre los resultados y las aportaciones de los receptores considerados como destinatarios de todas las actividades de comunicaciones e información deben proyectarse, como parte de la actividad desde su comienzo. Se están distribuyendo ediciones limitadas de versiones preliminares de publicaciones importantes para que los colegas de sus autores las examinen y formulen observaciones (por ejemplo, una versión previa del FAO modal cede of forest harvesting practice). Un elemento clave de una buena estrategia de comunicación debe ser inducir a la comunidad forestal (incluido el personal de la FAO) a escuchar más atentamente. Através de la prensa profesional se está pidiendo ahora que se envíen reacciones y respuestas a todas las publicaciones principales del Departamento de Montes. De igual modo, la evaluación por los participantes debe ser parte de todas las reuniones y actividades de capacitación y extensión. Vale la pena señalar que se requieren tiempo y recursos para «escuchar», lo mismo que se requieren para «hablar».

La necesidad de un enfoque formal y planificado de la información y de las comunicaciones debe armonizarse con un compromiso de flexibilidad. Como se ha señalado anteriormente en el presente artículo, el mundo forestal (prioridades, asociados, enfoques) está evolucionando rápidamente y los métodos de la comunicación e información deben ir a la par.

Observación final

Para terminar, puede resultar oportuno aconsejar precaución. La creación de una estrategia eficaz de comunicación e información no es una panacea y no resolverá todos los desafíos con que se enfrenta el desarrollo forestal, en general y, especialmente, aquellos con que se enfrentan las organizaciones forestales internacionales, incluida la FAO. Una estrategia de comunicación mejorada no sustituye ni puede sustituir a una labor técnica de primer orden, ni a un servicio público plenamente dedicado. En pocas palabras, tenemos que aumentar la eficacia de nuestro diálogo asegurándonos de saber de qué estamos hablando.

Bibliografía

FAO. 1946. Forestry and forest products: world situation, 1937-46. Washington, D.C.

FAO. 1985. Documentación de la FAO. Montes. Roma.

FAO. 1991. Silvicultura y seguridad alimentaria. Estudio FAO: Montes N° 90. Roma.

FAO. 1991. Documentación de la FAO. Montes. Roma.

FAO. 1994a. Biotechnology in forest tree improvement. Estudio FAO: Montes N° 118. Roma.

FAO. 1994c. Strategies for sustainable agriculture and rural development: new direction for agriculture, forestry and fisheries. Roma.

FAO. 1994d. The potential of urban forestry in developing countries: a concept paper. Roma.

FAO. 1995a. Forest resources assessment 1990 - Global synthesis. Estudio FAO: Montes N° 124. Roma

FAO. 1995b. Main categories of NGOs with which FAO collaborates. Roma. (Documento mimeografiado inédito).

FAO. 1995c. La Comunicación: clave para el desarrollo humano. Roma.

Gadant, J. 1995. La forêt: Les savoirs et le citoyen. Paris, ANCR.

Richardson, D. 1995. Community electronic networks: sharing lessons learned in Canada with our African colleagues. Dept. of Rural Extension Studies, University of Guelp, Ontario, Canadá. (Inédito)

Naciones Unidas. 1944. First Report to the Governments of the United Nations by the Interim Commission on Food and Agriculture. Washington, D.C.

Naciones Unidas. 1945. Third Report to the Governments of the United Nations by the Interim Commission on Food and Agriculture. Washington, D.C.

Naciones Unidas. 1993. Programa 21. Ginebra.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente