FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias 09/1998

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AFRICA ORIENTAL

BURUNDI* (3 de septiembre)

Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO, enviada recientemente a Burundi, calculó la producción de alimentos de la temporada B de 1998 en alrededor de 1 850 000 toneladas, lo que representa un aumento del 4 por ciento respecto a la misma temporada del año pasado. Los cereales acusaron una disminución del 1 por ciento, mientras que las legumbres, las raíces y tubérculos, y las bananas aumentaron del 7, 5 y 4 por ciento, respectivamente. La campaña se caracterizó por una mejora de la situación de seguridad, si se exceptúan las provincias occidentales y meridionales. Ello permitió el regreso a sus hogares de una parte de la población que se hallaba en los campamentos de reagrupamiento. En consecuencia, las tierras cultivadas han aumentado, particularmente para los cultivos aluviales. Las precipitaciones caídas en la temporada B de 1998 fueron suficientes y bien distribuidas, salvo en zonas localizadas de las partes septentrionales y orientales del país.

La producción total de alimentos en 1998 se pronostica en 3 680 000 toneladas, o sea un 15 por ciento más que en 1997 y en torno al mismo nivel del período anterior a la crisis. La necesidad de importación de alimentos en 1998 se estima en 42 000 toneladas de cereales y 69 000 toneladas de legumbres. Aunque la situación de los suministros de alimentos ha mejorado gracias a la cosecha satisfactoria de la presente campaña, sigue siendo inestable para las personas que viven en los campamentos desplazados, donde el acceso a la tierra sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades alimentarias.

ERITREA* (3 de septiembre)

Gracias a unas lluvias buenas recibidas en agosto, después del tiempo seco no estacional registrado anteriormente, mejoraron las condiciones para las cosechas de cereales y legumbres de la temporada principal de 1998. Por lo que se refiere a las langostas del desierto, la situación se mantiene tranquila. En general, las perspectivas para la cosecha que empezará en noviembre son favorables.

La difícil situación de los suministros alimentarios debida a varias cosechas malas consecutivas se ha visto agravada en las zonas afectadas por los conflictos armados con Etiopía, el país vecino. Se estima que en total han resultado afectadas 275 000 personas, o sea el 10 por ciento de la población. El Gobierno ha lanzado un llamamiento a la comunidad internacional pidiendo asistencia para satisfacer las necesidades alimentarias y no alimentarias de urgencia de las poblaciones afectadas.

ETIOPIA* (3 de septiembre)

Las lluvias abundantes recibidas en julio y agosto beneficiaron el desarrollo de los cultivos de la temporada principal "Meher" de 1998, particularmente en algunas partes de Ahmara, Tigray y Oromiya oriental, en las que las precipitaciones han sido insuficientes. En general, las perspectivas para la recolección que comenzará al final de octubre son favorables.

Según las últimas estimaciones oficiales de los cultivos secundarios "Belg" de 1998, la producción aumentará del 45 por ciento respecto a la producción menguada del año pasado, pero será inferior a la excelente cosecha de 1996. Mientras en el Estado Regional de las Nacionalidades y de los Pueblos Meridionales se ha obtenido una cosecha sin precedentes, en las zonas dependientes de la cosecha "Belg" de las tierras altas septentrionales, principalmente Tigray Sur, algunas partes de Wello Norte, Shewa Norte y Shewa Noroeste, la producción fue muy escasa. La situación alimentaria en estas zonas que se habían visto afectadas anteriormente por la merma de la producción "Meher" de 1997, es motivo de preocupación.

Como consecuencia del conflicto entre Etiopía y Eritrea, la Comisión gubernamental para prevención y preparación en casos de desastre ha formulado un llamamiento pidiendo ayuda alimentaria (CPPD) y no alimentaria para la población afectada. Se está suministrando asistencia alimentaria de urgencia a 168 000 personas desplazadas en la región de Tigray y 20 000 en la región de Afar, por un total de 5 000 toneladas de cereales.

KENYA (3 de septiembre)

Las lluvias superiores a lo normal caídas en julio y agosto beneficiaron el desarrollo de los cultivos de cereales de la temporada principal de "lluvias largas" de 1998. La situación de la cosecha de maíz en la principal zona productora del Valle de Rift es buena, y las perspectivas para la cosecha, que comenzará en octubre, son prometedoras. Según pronósticos oficiales provisionales, la producción de maíz será de 2,3 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 13 por ciento respecto al nivel bajo del año pasado. Suponiendo una producción normal de "lluvias cortas" a principios del próximo año, se prevé que la producción total de maíz para 1998/99 será de 2,8 millones de toneladas. Pero incluso con este nivel superior a la media, la producción no cubrirá las necesidades de consumo de una población que ha ido en aumento. Todavía se necesitarán importaciones, aunque en un nivel inferior al de 1997/98. La producción de trigo se pronostica en 315 000 toneladas, volumen que gira en torno al nivel del año pasado que cubrió alrededor de una tercera parte de las necesidades nacionales.

En previsión de una cosecha buena, los precios del maíz, el alimento básico, han bajado considera-blemente desde junio, y actualmente son alrededor del 40 por ciento más bajos que hace un año.

En las zonas áridas y semiáridas, las lluvias buenas recibidas en los últimos meses han mejorado los pastizales y favorecido la recuperación del ganado tras las enormes pérdidas de animales causadas por las inundaciones al final de 1997. Se sigue distribuyendo ayuda alimentaria a la población afectada de estas zonas.

RWANDA* (3 de septiembre)

La situación de seguridad empeoró durante el mes de agosto en el que murieron por lo menos 160 personas a raíz de las hostilidades registradas en las prefecturas de Byumba, Ruhengeri y Kigali. En consecuencia, a principios de septiembre el PMA suspendió las distribuciones de alimentos en Ruhengeri.

La cosecha de la segunda temporada de 1998 fue estimada por un equipo de evaluación de FAO/PMA/UE/FEWS/Gobierno local como considerablemente superior a la del año pasado y en torno al nivel medio anterior a los disturbios civiles de 1990. La superficie sembrada aumentó en un 9 por ciento, y los cultivos se vieron beneficiados por unas lluvias buenas caídas en mayo y junio. En consecuencia, el déficit de alimentos hasta la próxima cosecha se calcula en 63 000 toneladas de equivalente en cereales, volumen muy inferior al del primer semestre. La difícil situación alimentaria, debida a una insuficiente producción de alimentos en la temporada anterior, se ha aliviado con la nueva cosecha. Los precios de los alimentos comenzaron a bajar en junio.

Sin embargo, en las prefecturas nordoccidentales de Gitarama, Ruhengeri y Gisenyi, afectadas por la persistencia de la inseguridad, la situación alimentaria sigue siendo difícil para miles de personas desplazadas que no pudieron cultivar en la presente temporada. En algunos campamentos se registran casos de malnutrición. A estas PDI se está distribuyendo ayuda alimentaria, pero la creciente inseguridad impide el acceso a varias localidades.

SOMALIA* (3 de septiembre)

Las lluvias caídas hacia finales de junio, durante la estación de las lluvias cortas Hagai, llega-ron demasiado tarde para mejorar la situación de las cosechas de la temporada "Gu" de 1998 gravemente afectadas por un tiempo seco prolongado, pero permitieron que se hicieran nue-vas siembras en algunas partes. Se estima que el resultado de la temporada principal "Gu" será muy escaso. Una reciente evaluación de las cosechas de cereales llevada a cabo por la Dependencia de Evaluación de la Seguridad Alimentaria (DESA) en las principales zonas agrícolas del sur, incluida la cosecha Hagai fuera de estación, revisó a la baja las estima-ciones provisonales a 22 000 toneladas de sorgo, un 20 por ciento del nivel del año pasado, y 61 000 toneladas de maíz, un 50 por ciento de la temporada "Gu" de 1997. Estos resultados bajos se atribuyen a una disminución de la superficie sembrada y de los rendimientos de-bida a las lluvias insuficientes caídas desde el principio de la temporada, pero también a unos factores agronómicos negativos y a las limitaciones financieras relacionadas con las grandes inundaciones producidas al final de 1997. La inseguridad imperante en algunas partes del país contribuyó también a una disminución de la superficie plantada.

Teniendo en cuenta la escasa cosecha prevista en las regiones septentrionales (Somaliland), y suponiendo una producción "Deyr" normal, la producción total de cereales de 1998/99 se pronostica en 186 000 toneladas, volumen inferior en una tercera parte al nivel bajo de 1997/98 y en un 62 por ciento a la media anterior a la guerra.

La prohibición de las importaciones de ganado de Somalia por parte de Arabia Saudita, uno de los mercados principales, sigue afectando gravemente los ingresos de un gran número de pastores, así como la capacidad de importación del país.

La menguada producción "Gu" de 1998 será la quinta mala cosecha consecutiva, lo cual, unido al trastorno de todas las actividades económicas a causa del prolongado conflicto civil, agravará la situación alimentaria ya inestable de la mayoría de la población. Hasta la próxima cosecha de diciembre se necesitarán cantidades considerables de asistencia alimentaria para evitar que se produzca una importante crisis alimentaria.

SUDAN* (15 de septiembre)

La hambruna registrada en el sur del Sudán, que ha causado unas 100 000 víctimas en el estado de Bahr-El-Gazhal desde abril, se ha aliviado a partir de agosto gracias a una mejora de las distribuciones de ayuda alimentaria. En los meses anteriores las distribuciones de ayuda alimentaria habían sido muy inferiores al objetivo debido a la continua inseguridad imperante, a las restricciones impuestas a la entrega de alimentos, y a la intensidad de las lluvias recibidas. En agosto, en cambio, se cubrieron totalmente las necesidades, estimadas en 15 000 toneladas por mes. Los precios de mercado de los alimentos bajaron en Wau, la capital del estado occidental de Bahr-El-Gazhal, y el número de las muertes provocadas por el hambre disminuyeron de forma pronunciada a mediados de septiembre. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica. Siguen aumentando las muertes debidas a la falta de sanea-miento y agua potable, y sigue habiendo altas tasas de malnutrición grave, particularmente entre las poblaciones desplazadas. Se necesitará asistencia de socorro para la población afectada, incluso después de la próxima cosecha, que se prevé escasa en varias zonas.

En general, las perspectivas de las cosechas de 1998, que se recogerán a partir de octubre, han mejorado gracias a las copiosas lluvias caídas desde mediados de julio, pero la situación varía considerablemente según las zonas. Las lluvias, que suelen comenzar al final de marzo en las partes más meridionales, se retrasaron en alrededor de un mes. Ello dio lugar a una disminución de la superficie plantada con los cultivos de maíz y sorgo de la primera temporada en el estado de Bahr-El-Jebel. En mayo y junio, las lluvias fueron irregulares en la mayoría de las zonas, y se registraron prolongados períodos secos unidos a intensas lluvias e inundaciones en algunas partes. El tiempo seco provocó pérdidas de cosechas de cultivos tempranos en algunas partes de los estados de Bahr-El-Gazal, Nilo Alto y El-Buheiral, incluidas algunas partes de las zonas de Rumbek y Tonj, en el oeste del Nilo, y Ayod, Magok, Paluer, Old Fangk y Pagil, en la ribera oriental del Nilo. En cambio, las inundaciones destruyeron cultivos en las zonas de Lafon, del estado de Equatoria oriental, así como en las partes nordorientales del estado del Nilo Alto, tales como Ganyiel, Nyal, Leer, Duar Y Nhialdiu. A lo largo de los ríos Nilo y Sobart, las inundaciones anegaron los cultivos de maíz y hortalizas, particularmente en las zonas de Bor, del estado de Jonglei, pero se prevén nuevas plantaciones en octubre cuando se retiren las aguas. Unas lluvias generalizadas y abundantes caídas entre mediados de julio y principios de septiembre permitieron la siembra de cereales y no cereales en superficies extensas, particularmente en las zonas septentrionales, en las que suele sembrarse más tarde. Gracias a una distribución llevada a cabo por organismos humanitarios, la disponibilidad de semillas fue mejor que el año pasado, aunque todavía inferior a las necesidades. Las últimas lluvias permitieron también en algunas partes la recuperación de los cultivos de ciclo largo. Pero algunas inundaciones localizadas causaron nuevos daños a los cultivos, principalmente en los alrededores de Malual Akon y Weil, en el estado septentrional de Bahr-El-Ghazal.

Pese a las pérdidas de cosechas causadas en algunas zonas por el tiempo seco y las inun-daciones, las perspectivas para las cosechas de 1998 han mejorado considerablemente debi-do a las lluvias caídas en los últimos meses. Según los pronósticos actuales, la producción total será superior al nivel muy bajo de 1997. En general, se esperan buenas cosechas en los estados del Nilo Alto, Bahr-El-Jebel, Equatoria oriental y occidental, así como en la provincia de Raga, de Bahr-El-Ghazal, no afectada por la inseguridad. Las lluvias han beneficiado también los pastizales y los abastecimientos de agua para el ganado, cuya situación es buena en las zonas seguras de los estados de Jonglei y Unity, y en el Nilo Alto.

Además de las pérdidas de cosechas localizadas debidas al tiempo desfavorable, se prevé que la producción de alimentos será escasa por segundo año consecutivo en las grandes zonas afectadas por las continuas hostilidades, en las que el desplazamiento de la población impidió este año las actividades agrícolas normales. En el estado septentrional de Bahr-El-Ghazal, el desplazamiento masivo de la población en busca de lugares seguros paralizó to-das las actividades económicas, y se perdieron miles de animales a raíz de los bombardeos, particularmente en las zonas de Malual Akon. En el estado occidental de Bahr-El-Ghazal, se informa que las actividades agrícolas han sido escasas en Wau y en las zonas vecinas. Los grandes desplazamientos producidos desde enero y la situación nutricional extremadamente pobre de la población, debido a la mala cosecha del año pasado, impidieron las actividades agrícolas. En el estado de Unity, las hostilidades generalizadas impidieron las actividades agrícolas, particularmente en Bentui y Leer. Se necesitará ayuda alimentaria para las poblaciones de esta zona hasta la próxima cosecha de julio/octubre de 1999.

Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO visitará los estados meridionales del Sudán al final de septiembre para hacer una evaluación completa de la producción de alimentos de 1998.

En otras partes del país, unas lluvias intensas caídas en las partes septentrionales y centra-les a principios de septiembre provocaron las peores inundaciones de los últimos diez años en los estados de Jartum, Septentrional, Nilo Blanco y Kassala causando víctimas, desplaza-mientos de la población y daños graves a la infraestructura y a las viviendas, así como pérdi-das de la mayor parte de los cultivos de sorgo y maíz. Según una evaluación provisional, las inundaciones han afectado a alrededor de 300 000 personas. El Gobierno ha declarado un estado de emergencia en las zonas afectadas y ha hecho un llamamiento pidiendo asistencia internacional. Actualmente una misión mixta de las Naciones Unidas está evaluando los efectos de las inundaciones, sobre todo sus repercusiones en la producción agrícola de este año.

TANZANIA (3 de septiembre)

Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, llevada a cabo recientemente en Tanzanía, estimó que la producción total de alimentos de 1998 era superior en un 32 por ciento al volumen reducido del año pasado, y superior en un 13 por ciento a la media de los últimos cinco años. Se calcularon aumentos considerables para los cereales, las bananas y las raí-ces y tubérculos. En cuanto al grupo de los cereales, se pronosticó que la producción de mijo y sor-go descenderá en un 32 por ciento, mientras que la de maíz y arroz aumentará en un 54 y 89 por ciento, respectivamente. Las copiosas lluvias caídas este año alentaron a los agricultores a aumen-tar en un 15 por ciento respecto al año pasado la superficie total plantada con cultivos alimentarios.

Según los pronósticos, el suministro de alimentos en la campaña comercial 1998/99 superará las necesidades en el caso de la mayor parte de los cultivos alimentarios, excepción hecha del sor-go/mijo y trigo. El déficit del sorgo/mijo debería cubrirse en parte con otros cultivos no cereales. Se prevén exportaciones de arroz y maíz del orden de las 100 000 toneladas y 70 000 toneladas res-pectivamente, el último principalmente en la forma de exportaciones ya autorizadas y de comercio transfronterizo. A pesar del aumento general de la producción de alimentos, es probable que una gran parte del centro de Tanzanía y algunas partes de las zonas septentrionales y costeras sufran considerables déficit alimentarios. Alrededor de 300 000 personas necesitarán ayuda alimentaria.

UGANDA (3 de septiembre)

La recolección de las cosechas de la primera temporada de 1998 está muy avanzada, y ha comenzado la siembra de los cultivos de la segunda temporada. Las lluvias caídas al final de julio y en agosto impidieron las operaciones de la recolección, pero proporcionaron la humedad del suelo necesaria para los preparativos de la tierra con vistas a la siembra de la segunda temporada. En general, se estima que la producción de maíz y frijoles de la primera temporada de 1998 es buena, pero varía según las regiones. En las partes meridionales, sudoccidentales y occidentales, pese a que las lluvias comenzaron con retraso, los rendimientos y la producción son satisfactorios. En cambio, una racha seca registrada en la segunda década de mayo en las partes septentrionales, nordorientales y orientales dio lugar a una producción menguada. En los distritos septentrionales de Gulu y Kitgum, la intensificación de las actividades insurreccionales durante la siembra redujeron ulteriormente los niveles de producción.

En general, la situación de los suministros alimentarios ha mejorado con la llegada de la nueva cosecha. Los precios de los frijoles y el maíz han bajado. Sin embargo, se están experimentando dificultades alimentarias en las zonas septentrionales y occidentales en las que persiste el conflicto civil. Se está suministrando ayuda alimentaria a 400 000 personas desplazadas, pero la inseguridad impide el acceso a la población necesitada. También se necesita ayuda alimentaria para 126 000 personas de las zonas nordorientales de Kotido, Moroto y Kitgum, afectadas por una serie de malas cosechas consecutivas.


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