FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias 11/1998

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RESUMEN


ESTADO DEL TIEMPO Y PERSPECTIVAS DE LAS COSECHAS

En el Africa septentrional, las lluvias caídas últimamente han favorecido la siembra de los cereales de invierno en el centro y este de Argelia, y en algunas zonas de Túnez. En cambio, en las principales zonas productoras de Marruecos ha habido una racha seca que retrasó la siembra de las cosechas de invierno. Ha comenzado la plantación de la cosecha principal de trigo de regadío. En 1998, la producción de trigo de la subregión ha aumentado en 3,8 millones de toneladas respecto al nivel bajo de 1997, situándose en 13,8 millones de toneladas, debido a unas condiciones agroclimáticas en general favorables. También la cosecha de cereales secundarios de la subregión se ha beneficiado de un tiempo favorable en 1998, y la producción de cereales secundarios aumentó en la subregión en alrededor del 19 por ciento a 11 millones de toneladas.

En el Africa occidental, se prevé una producción abundante en el Sahel, con cosechas sin precedentes en el Chad, Malí y el Níger, y muy superiores a la media en Gambia y Mauritania. En Cabo Verde, sin embargo, la producción es inferior a la media, y en Burkina Faso y el Senegal está en torno a la media. En Guinea-Bissau, los disturbios civiles han impedido la producción agrícola, y es probable que la producción de cereales disminuya significativamente. En los países costeros del Golfo de Guinea, las perspectivas de la cosecha son en general buenas en Benin, Nigeria y Togo, pero menos favorables en Côte d'Ivoire y Ghana. Liberia y Sierra Leona siguen dependiendo mucho de la asistencia alimentaria internacional pese a alguna mejora de la producción de alimentos.

En el Africa central, las perspectivas para las cosechas son favorables en la República Centroafricana, pero malas en el norte del Camerún. Los disturbios civiles registrados en la República Democrática del Congo desde principios de agosto están impidiendo las actividades agrícolas y comerciales en la región de Kivu, en el este, en la que se señala un aumento de los desplazamientos de la población.

En el Africa oriental, la recolección de las cosechas de cereales de 1998 está en marcha en los países septentrionales de la subregión, mientras que en los países meridionales ya ha terminado. Unas lluvias, entre normales y superiores a lo normal, caídas durante el período vegetativo deberían dar lugar a un significativo aumento de la producción total de cereales de este año en la región. Se pronostica un aumento de la producción en la mayoría de los países, pero en Somalia la cosecha resultó muy menguada debido al tiempo seco y a las plagas.

En el Africa austral, se está recolectando la cosecha de trigo de regadío, mientras que, en algunos países en los que ha llovido suficientemente, se están sembrando las cosechas de cereales secundarios y arroz, que se recogerán a partir de abril de 1999. La producción de cereales en 1998, calculada en unos 19 millones de toneladas, fue inferior a la media e inferior en un 16 por ciento a la producción superior a la media del año pasado. Sólo cuatro países - Angola, Malawi, Mozambique y Swazilandia - obtuvieron cosechas superiores a las del año pasado. Como consecuencia de la disminución de la superficie plantada y del mal tiempo, mermó la producción en todos los países de la subregión. Particularmente menguadas resultaron las cosechas en Botswana, Lesotho, Namibia, Zambia y Zimbabwe. Es improbable que la cosecha muy reducida de maíz de Sudáfrica, inferior en 1,4 millones de toneladas a la de 1997, limite gravemente los excedentes exportables a los países deficitarios de la subregión, dada la gran cantidad de existencias remanentes.

En Asia, unas graves anomalías meteorológicas relacionadas con La Niña siguen afectando a varios países. En China, las intensas lluvias e inundaciones registradas en el verano pasado causaron daños enormes, principalmente a los cultivos de arroz. En Bangladesh, las inundaciones que cubrieron la mayor parte del país durante más de dos meses redujeron la producción del arroz de monzón (Aus y Aman) en alrededor del 14 por ciento respecto a la producción ya escasa del año pasado. Pese a una cosecha mejorada, la RPD de Corea enfrenta la campaña comercial 1998/99 con un gran déficit de alimentos. En Indonesia, la situación de la seguridad alimentaria se mantiene inestable, ya que se pronostica que la producción arrocera de 1998 descenderá alrededor del 8 por ciento con respecto al año anterior, y la crisis económica sigue siendo grave. En Filipinas, se señala que los efectos de El Niño y de La Niña han causado daños graves a los cultivos de arroz y maíz. La sequía ha afectado a los cultivos en Camboya, Viet Nam y Laos. En el Afganistán, pese a una recuperación de la producción cerealera, la situación alimentaria sigue siendo inestable en las zonas afectadas por los disturbios civiles.

En América Central y el Caribe, las posibilidades de una recuperación en 1998/99 de las cosechas de 1997/98 afectadas por El Niño se han visto desbaratadas en algunos países debido a las lluvias huracanadas, las inundaciones generalizadas y los fuertes ventarrones registrados últimamente. Entre los países afectados figuran Cuba, Haití, República Dominicana, Antigua y Barbuda, St. Kitts y Nevis, así como Nicaragua, Honduras, Guatemala y algunas partes de El Salvador. En cambio, México debería obtener una producción de cereales secundarios de nivel medio superior.

En América del Sur, ha comenzado la recolección de la cosecha de trigo de 1998 en la Argentina, el Brasil, el Uruguay, y está por comenzar en Chile. Se pronostican provisionalmente producciones inferiores a la media como consecuencia de una disminución de la superficie plantada con respecto a 1997 y de la previsión de condiciones atmosféricas adversas relacionadas con La Niña. En Bolivia, continúa predominando en general un tiempo seco que está afectando a los rendimientos de la cosecha de trigo de la segunda temporada (invierno) de 1998. En el Ecuador, la producción total de cereales de 1998 debería ser inferior a la media, como consecuencia de los daños causados a los cultivos por factores relacionados con El Niño. En Colombia y Venezuela, se prevé que la producción de maíz de 1998 se recuperará respecto a la del año pasado.

En Europa, la persistencia de chaparrones durante las últimas semanas en los países septentrionales impidió la última parte de la recolección de verano y de la siembra de invierno. La producción total de cereales de la región en 1998 se estima en 308 millones de toneladas, un poco menos del nivel de 1997. El aumento de la producción en la CE compensó parcialmente la disminución de las cosechas de algunos países de Europa oriental. Según los primeros indicios, disminuirá la superficie sembrada con los cereales de invierno que se recogerán en 1999, debido al mal tiempo imperante en algunas partes, pero también al aumento del requisito de detracción de tierras en la CE y a los problemas continuos de los sectores agrícolas de algunos países de Europa oriental. En los países bálticos, las cosechas de cereales de 1998, pronosticadas en 700 000 toneladas en Estonia, 1 millón de toneladas en Letonia y 3 millones de toneladas en Lituania, son marginalmente inferiores a las del año pasado, debido a las lluvias excesivas caídas en agosto, que redujeron los rendimientos.

En la Comunidad de Estados Independientes (CEI), se estima que la producción total de cereales y legumbres de 1998 ha descendido a 102 millones de toneladas, un 30 por ciento menos que en 1997. En los estados principales, la sequía registrada desde mediados de junio hasta agosto se vio agravada por el empeoramiento de la situación económica y los problemas administrativos que afectan a las explotaciones agrícolas y al sector terciario. En la Federación de Rusia, la producción de cereales y legumbres de 1998 ha descendido a alrededor de 50 millones de toneladas respecto a los 88 millones de toneladas del año anterior. En Ucrania, la producción se estima en alrededor de 28 millones de toneladas, alrededor de un 20 por ciento menos que el año pasado, mientras que en Kazajstán la producción de cereales fue de sólo 7,5 millones de toneladas, frente a los 12 millones de toneladas de 1997. En otras partes, las estimaciones provisionales señalan que las cosechas fueron inferiores a las del año pasado también en Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kirguistán, Moldova, y Tayikistán, pero superiores en Armenia, Turkmenistán y Uzbekistán. Las perspectivas iniciales para las cosechas de trigo y centeno de invierno de 1998, que se recogerán en 1999, son una incógnita. Las superficies sembradas fueron semejantes a las del año pasado, pero algunas siembras se efectuaron mucho después de las fechas ideales, y es probable que las plantas, poco arraigadas, hayan sufrido las consecuencias de unas condiciones atmosféricas extremadamente frías. Además, debido a la crisis financiera imperante en la Federación de Rusia las perspectivas del crédito agrícola para 1999 son malas.

En América del Norte, la plantación del trigo de invierno en los Estados Unidos ha terminado en condiciones en general favorables, y los primeros informes indican una cierta disminución de la superficie. Las últimas estimaciones oficiales cifran la producción total de trigo de 1998 en 69,6 millones de toneladas, alrededor del 1 por ciento más que en 1997, y la de cereales secundarios en alrededor de 250 millones de toneladas, un 3 por ciento más que en 1997. En el Canadá, ya ha terminado la mayor parte de la cosecha de 1998, gracias a las condiciones favorables del tiempo. Mientras la producción de trigo descendió debido a una disminución de la superficie, se estima que la de los cereales secundarios ha aumentado.

En Oceanía, las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno de 1997 en Australia han empeorado algo debido al mal tiempo registrado en algunas partes en los dos últimos meses. No obstante, se prevé que la producción aumentará algo respecto al año anterior. Los primeros informes señalan que aumentará la superficie sembrada con cereales secundarios de verano que se cosecharán en 1999, debido a que probablemente se resembrarán con cultivos de verano algunas superficies afectadas por las inundaciones.


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