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El parque nacional Andringitra en Madagascar

Hanta Rabetaliana coordina los proyectos del Programa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para Madagascar.
Michel Randriambololona trabaja en la Dependencia de Seguimiento Ecológico del proyecto Andringitra del WWF.
Peter Schachenmann es Asesor Técnico Principal del proyecto Andringitra del WWF.

Una pequeña aldea en el límite septentrional del parque nacional Andringitra

Uso de conocimientos tradicionales y de métodos modernos para la gestión de los recursos naturales de las montañas

Las montañas de Andringitra en el sur de Madagascar son un afloramiento granítico de la antigua roca precambriana. Sus altitudes varían entre 500 y 2 600 m sobre el nivel del mar. La cordillera tiene una alineación norte-sur y está a unos 100 km del océano Índico y unos 120 km al norte del Trópico de Capricornio; constituye el límite meridional del talud oriental de Madagascar. Su mayor elevación es el pico Boby con 2 658 m, la segunda cumbre de Madagascar por su altura, que es una montaña aislada (inselberg) que destaca como una isla sobre la llanura de tierra árida.

La cordillera de Andringitra actúa como barrera topográfica, hecho que determina las principales características de la región.

En un espacio de pocos kilómetros hay cambios climáticos y biogeográficos muy pronunciados entre la vertiente de barlovento húmeda y oceánica al este y la vertiente de sotavento seca y continental al oeste; a ello hay que añadir el marcado escalonamiento de las altitudes, desde las tierras bajas tropicales hasta las montañas subalpinas. El contraste en los tipos de paisaje se refleja en la diversidad cultural y socioeconómica. Cada uno de los tres principales grupos culturales tiene su propia identidad, su sistema de valores, sus creencias y su peculiar estrategia de supervivencia, y cada uno se adapta al hábitat local.

Los bara haronga en los bosques tropicales del este de Andringitra han perfeccionado la agricultura de quema tradicionalmente sostenible para el cultivo del arroz de secano. Los comienzos de unos sistemas agroforestales sencillos que combinan los cultivos perennes (café, caña de azúcar y frutales) con el pastoreo se encuentran en tomo a las aldeas forestales. Los agricultores de la etnia betsileo en las estribaciones septentrionales de Andringitra han tallado laboriosas terrazas en las laderas de la montaña recurriendo a un complejo sistema de regadío para el cultivo del arroz, lo que ha dado lugar aun bello paisaje agrícola. Los hombres de la tribu bara en el oeste y en el sur utilizan los recursos naturales de la sabana abierta en un sistema de cultivo agropastoral.

Durante los últimos 200 años, las características del paisaje montañoso como picos, bosques, prados, lagos y cascadas, junto a procesos como tormentas, granizadas y a veces nevadas, han contribuido a forjar la identidad cultural de cada grupo social. A su vez, la población humana, evolucionando dentro del entorno natural, ha dejado su impronta sobre el paisaje, desde los tiempos históricos hasta el presente.

Los exploradores de principios del siglo xx, como Perrier de la Bathie y Humbert, reconocieron el macizo como un importante centro de diversidad paisajística y medioambiental, y en 1927 la parte central de la cordillera (unas 31160 ha) fue declarada reserva natural estricta. Sin embargo, el área era poco conocida para los forasteros hasta poco después de 1990, cuando se aprobó el Plan malgache de acción ambiental y se estableció el parque nacional de Andringitra.

EL PLAN MALGACHE DE ACCIÓN AMBIENTAL

El Plan malgache de acción ambiental clasificó esta región montañosa variada como parque nacional de Andringitra en julio de 1993. Los principales interesados son las comunidades locales que dependen directa o indirectamente de los recursos naturales de las montañas de Andringitra. Sin embargo, el Plan de acción introdujo científicos nacionales e internacionales que colaboran en el estudio de los componentes biológicos y los procesos ecológicos del parque. La Association Nationale pour la Gestion des Aires Protégées (ANGAP) y la Dirección de Aguas y Bosques son las instituciones patrocinadoras a nivel nacional. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) es responsable del aspecto técnico y promueve un Proyecto integrado de conservación y desarrollo, y el Banco Alemán, a través de la Kreditanstalt für Wieder-aufbau es el donante externo.

El objetivo primario era realizar un estudio geográfico completo de toda la zona. Las cuestiones básicas que se planteaban eran: ¿De qué recursos dispone la región de Andringitra y cuáles son sus peculiaridades físicas, biológicas y culturales? ¿Dónde se sitúan y cuáles son los peligros actuales y potenciales para su conservación y su desarrollo socioeconómico? ¿Cuáles son las estrategias tradicionales de supervivencia de las poblaciones locales? ¿Dónde, cuándo y cómo deberían intervenir los miembros del plan de acción ambiental?

Zona de mayor altitud del parque nacional Andringitra, con formaciones forestales esclerófilas en las depresiones

En esta fase inicial, equipos interdisciplinarios de organizaciones nacionales e internacionales se unieron al personal indígena para investigar los procesos ecológicos y las formas de utilización de recursos en la región. Adoptaron un método científico en combinación con los conocimientos tradicionales. Fue necesario promover la confianza y el respeto mutuo entre los muchos participantes, entre los que había habitantes locales, científicos, autoridades políticas e institucionales, organizaciones nacionales e internacionales de conservación, así como donantes, administradores y público en general.

Cuatro años después de su establecimiento, el Plan malgache de acción ambiental pudo registrar los resultados de los estudios en tres categorías importantes:

· una relación de características principales, con especial atención a la vegetación y a las especies animales, sobre todo las peculiares de Andringitra, y una propuesta para su designación como monumento nacional, y potencialmente como patrimonio mundial;

· formación multidisciplinaria de los habitantes locales por personal científico exterior para aumentar la capacidad en el uso de los recursos;

· introducción de una base legal para los derechos y responsabilidades de uso de recursos comunitarios dentro y fuera del perímetro del parque.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS Y EVOLUCIÓN DINÁMICA

Las muestras tomadas de una sección vertical de la roca precambriana en el pico Boby datan de 340 a 400 millones de años a.c. en la mayor altitud (2 658 m) y de 200 millones de años en la muestra de menor altitud, 1 715 m más abajo. La resistencia diferencial de los granitos a la meteorización, su litología y la acción física y química de la intemperie han dado lugar a una gran variedad de características geomorfológicas, quedando la roca natural esculpida en hermosas formas. La única morena glaciar de Madagascar está en la base del talud oriental a unos 1900 m, lo que revela un período de glaciación temprana, cuya edad todavía no se ha determinado. Es un paisaje espectacular con excepcionales formaciones, en gran y pequeña escala, de roca natural que parecen exposiciones de arte moderno en un museo al aire libre; la zona tiene un gran potencial turístico.

El parque nacional de Andringitra es un raro ejemplo de un ecosistema montañoso en el que la diversidad biológica, el hábitat y las identidades culturales tienen una interrelación beneficiosa para todos. Aunque sólo alrededor del 30 por ciento del parque nacional está cubierto por bosques, la estructura forestal es muy diversa, abarcando desde el bosque tropical alto húmedo en bajas altitudes, pasando por el bosque esclerófilo y de bambú, hasta los brezales y matorrales de las zonas más altas. Las condiciones edafológicas y climáticas combinadas con las perturbaciones antrópicas en altitudes superiores, han dado lugar a un mosaico de diversos tipos de vegetación, especialmente en las zonas de transición.

La interfaz de latitud y altitud produce un clima tenso que en las montañas de Andringitra ha llevado a una convergencia de especies en altitudes superiores. Philippia spp. (Ericaceae), Helichrysum y Stoebe spp. (Asteraceae) y Panicum cupressifolium (Poaceae) se entremezclan en formas de crecimiento ericoides/cupresoides casi indistinguibles.

El factor inselberg combinado con la zonación por altitudes ha llevado a un alto aborigenismo local. Entre las monocotile-dóneas, del 40 por ciento de las nativas de Madagascar el 7,7 por ciento son aborígenes de las montañas de Andringitra. Entre las dicotiledóneas, las proporciones correspondientes son 24 y 3,4 por ciento; entre los repules, 80 y 12 por ciento y entre los anfibios 52 y 11,4 por ciento. Hay también 15 especies insectívoras registradas.

Se han registrado 15 especies de lémures, todas aborígenes de Madagascar. Es muy notable el lémur de cola anular (Lemur catta) que se ha adaptado de su hábitat típico de bosques de tierras bajas del sur de Madagascar a un entorno de alta montaña con abruptos cambios climáticos y vegetación jugosa de parajes rocosos. Estos lémures han colonizado los afloramientos rocosos y los acantilados como su hábitat preferido en la vertiente occidental de Andringitra hasta los picos más elevados, y ocupan ahora un nicho ecológico de carácter único.

Los prados de alta montaña de la meseta de Andohariana a 2 000 m sobre el nivel del mar tienen una posición excepcional en el continente africano, que puede compararse con los páramos y la puna de los Andes en Sudamérica: producto de la latitud, la altitud, una marcada estacionalidad entre condiciones secas y húmedas y acentuadas fluctuaciones diarias de temperatura. A diferencia de sitios análogos en otras partes (donde los géneros dominantes son Festuca, Calamagrostis, Agrostis, Poa y Koeleria) la meseta de Andohariana está dominada por varias especies del género Panicum. Esta pradera de alta montaña ofrece también una gran diversidad de orquídeas: Aloe andringitrensis y Disa andringitrana son comunes y reconocidas como especies emblemáticas.

Históricamente, la región de Andringitra fue descubierta por ganaderos en busca de climas favorables y buenos pastos para sus rebaños. Más tarde, los colonizadores durante los períodos iniciales del siglo pasado ocuparon los fondos de los valles entre 1000 y 1400 m y empezaron a convertir la vegetación natural en paisaje cultivado. En gran parte del resto de Madagascar, este proceso tradicional de migración, colonización y cambio en el uso de la tierra, agravado por los efectos las tensiones demográficas, socioeconómicas y políticas, condujo a la deforestación, la explotación de los recursos naturales y la pérdida de biodiversidad.

Por el contrario Andringitra, gracias a su situación más remota y a la accidentada topografía, se ha visto menos afectada por la degradación y hay todavía oportunidades para equilibrar las necesidades humanas con los objetivos de conservación. Las montañas tienen un elevado potencial económico, con abundantes recursos hídricos y fértiles suelos aluviales, además de una rica historia de cultivos que se narra hoy en el folclore local. Las zonas periféricas septentrionales del parque (hogar de la tribu betsileo) presentan un bello paisaje de cultivos, reforzado con muchos lugares místicos y sagrados, como las famosas cataratas de Riambavy y Riandahy, los lagos y pantanos de Amboromena, y los bosques de Velontsoa, Tsaranoro, y Ambohimana. En estos lugares, los recursos naturales y la biodiversidad están protegidos por fuertes tabúes y creencias espirituales. La relación entre lugares sagrados se refleja en el concepto de la UNESCO «el hombre y la biosfera», según el cual la población humana se integra con éxito en el paisaje natural [véase el artículo de T. Schaaf].

La meseta de Andohariana

La meseta de Andohariana, pradera de alta montaña dentro del parque nacional de Andringitra, es probablemente el único laboratorio natural de Madagascar en el que las actividades humanas no han degradado el ecosistema natural sino que han promovido realmente la biodiversidad. Comprende aproximadamente 3 000 ha de suaves penillanuras inclinadas a barlovento, hacia el lado oceánico del macizo montañoso, con una altitud entre 1900 y 2100 m, en las que la interacción dinámica entre los pastizales y los bosques esclerófilos y brezales de montaña permite un uso sostenible de la tierra. Está en el ecotono o zona de transición entre dos tipos de clima y de vegetación: al este se encuentran los bosques húmedos y al oeste se extienden las sabanas y las plantas jugosas de parajes rocosos. Una combinación de factores específicos edafológicos y climáticos, incendios ocasionales naturales o producidos por el hombre y pastoreo del ganado cerca de la linde del arbolado produce un ecosistema sostenible con múltiples tipos diferentes de vegetación, rodales variados y una notable biodiversidad. El establecimiento en 1927 de la reserva natural estricta de Andringitra fue una señal para las comunidades locales de que había otras entidades públicas interesadas y ayudó a mantener a un nivel moderado la perturbación causada por el hombre.

Madagascar no tiene una fauna natural herbívora como el resto del África tropical, nicho ecológico que ocupan los insectos y el ganado importado. El papel ecológico de los animales herbívoros es mantener una vegetación abierta y consumir el pasto de manera selectiva, lo que influye de manera importante en la composición de las especies de un conjunto vegetal. El consumo de la vegetación en pie limita también el riesgo de incendios frecuentes y reduce las zonas umbrías, favoreciendo así la biodiversidad. Las familias básicas son Poaceae (Panicum cupressifolium, Pentaschistis andringitrensis, Panicum andringitrensis, Sporobolus spp., Imperata cylindrica, Craspedorachis spp., Rytachne spp.), Ericaceae (Augaria spp., Vaccinium spp., Philippia spp.), y Asteraceae (Helichrysum spp., Stoebe spp., Senecio spp., Anthanasia spp.). La forma de crecimiento por espacios discontinuos de estas especies realza incluso el valor escénico de este mosaico vegetal.

Por ejemplo, durante la estación lluviosa la mayor agrupación conocida en Madagascar de más de 30 especies de orquídeas terrestres (Cynosorchis spp., Disa spp., Eulophia spp., Habenaria spp., Satyrium spp., Benthamia spp., Lissochilus spp., Tilostigma spp.) colonizan sitios de la meseta claramente favorecidos por la luz solar y las condiciones de una pradera abierta con hierba corta resultante de la «perturbación sostenible» de los incendios y el pastoreo.

Hacia el talud oriental la pradera de montaña da paso lentamente a una sucesión de diferentes tipos de bosques de montaña. De oeste a este, el matorral ericoide bajo es sustituido por el bosque esclerófilo (dos Agauria spp., Philippia spp., Polyscias spp., e Ilex spp.) entremezclado con árboles muy grandes (Agauria polyphylla) y densos rodales de grandes árboles Philippia (hasta 8 m de altura). Desde el borde de la meseta de Andohariana, mirando hacia el este, pueden verse importantes penetraciones de monte esclerófilo en la enorme vastedad del bosque tropical húmedo en la ladera del macizo de Andringitra. Este bosque esclerófilo, compuesto a veces de árboles Philippia de una sola especie, ocupa las crestas elevadas y las cumbres, mientras que el bosque húmedo coloniza las laderas y los valles, produciendo de nuevo un paisaje fragmentado con distintos matices de verde, fragancias peculiares e incluso sonidos de aves típicas como el tordo roquero de Benson (Pseudocossyphus bensoni), el pájaro solar de pecho amarillo (Neodrepanis hypoxantha) y el emú gris (Dromaeocercus seebohmi).

Durante un ciclo climático más seco, cuando predomina la influencia del fuego, la meseta de Andohariana deriva más hacia el ecosistema de pradera abierta; durante un ciclo más húmedo con menos incendios, se parece más al bosque esclerófilo de montaña. La ganadería y los efectos del fuego pueden llevar a la perturbación sostenible o a la degradación irreversible. ¿Pueden los gestores del parque controlar tal complejidad?

FORMACIÓN DEL PERSONAL LOCAL

El segundo objetivo del Plan malgache de acción ambiental era iniciar en los métodos científicos modernos de investigación a representantes de la población local y darles formación para supervisar y administrar el uso de los recursos en el parque y en la zona circundante.

El Proyecto integrado de conservación y desarrollo, en colaboración con el Programa de formación ecológica del WWF, inició la investigación participativa y promovió una asociación entre la población indígena y los científicos del mundo exterior. Se dio formación a personas locales en diversas disciplinas científicas físicas y sociales para enseñarles a aplicar sus conocimientos en programas de seguimiento ecológico y social y estudios sobre el impacto ambiental. Los administradores del proyecto y los científicos, trabajando juntos con nativos, aprendieron a apreciar el valor de la sabiduría tradicional y el conocimiento local de los procesos ecológicos y las formas de uso de la tierra.

Cynosorchis gygas, una orquídea de tierra, común en el parque nacional

Zona de transición entre la pradera alpina y el bosque de montaña

Un ejemplo del éxito de la formación impartida en el proyecto está en los logros de Sylvain Razafimandimby, joven y entusiasta agricultor local de una pequeña aldea cercana al parque de Andringitra. Sylvain empezó como recadero para el inventario biológico de 1993 sobre las vertientes orientales de las montañas. Una conjunción de oportunidad, curiosidad, perseverancia, interés y formación sobre el terreno hizo de Sylvain un experto nacional reconocido en hormigas. En marzo de 1998, Sylvain recibió la Orden del Arca Dorada, galardón concedido por Su Alteza Real el Príncipe Bernardo de los Países Bajos, en reconocimiento de los logros excepcionales en la conservación de la naturaleza. Sylvain recibe ahora más amplia formación científica en el Museo de Sudáfrica, División de Biología, Ciudad del Cabo.

PROTECCIÓN Y LA GESTIÓN DEL PARQUE NACIONAL

El tercer objetivo principal del Plan malgache de acción ambiental era ofrecer una base legal para los derechos y obligaciones de las comunidades tanto dentro como fuera de los límites del parque. Las intensas presiones nacionales e internacionales lograron el importante resultado de un tránsito desde una gestión centralizada y autoritaria hacia un enfoque descentralizado y a partir de las bases, orientado a la gestión en colaboración. Se están desarrollando los marcos institucionales y legales para que el personal local pueda asumir gradualmente la responsabilidad de la gestión de los recursos naturales del parque.

En el ámbito nacional, el primer logro importante fue la aprobación por el Parlamento en 1996 de una ley propiciadora de la gestión local de los recursos naturales renovables fuera de las zonas protegidas. El segundo logro se refería concretamente al Proyecto Andringitra. El decreto del Gobierno por el que se crea el parque estipula que el plan de gestión debe garantizar el acceso a las tumbas y los lugares sagrados; los derechos de uso y paso por las sendas tradicionales dentro del parque; los actuales derechos consuetudinarios para la recolección de productos naturales para el consumo personal interno dentro del parque; y, por último, se tolera el pastoreo de ganado mayor en las praderas de alta montaña dentro de los límites de un uso aceptable, límites que se establecerán y controlarán conjuntamente.

PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO

¿Pueden mejorarse unas estrategias tradicionales flexibles de gestión en colaboración con formas de gestión institucionales más rígidas? El Proyecto integrado de conservación y desarrollo ha puesto las bases para el uso sostenible en el futuro de los recursos naturales y la gestión participativa del parque nacional y sus zonas periféricas. Se ha propiciado la colaboración con objeto de estimular el entendimiento mutuo del arte de la negociación política entre la población local y las autoridades exteriores. El proyecto ha demostrado que los usos tradicionales pueden ser sostenibles si las presiones de la población local son bajas, se aplican mecanismos tradicionales de control y se resuelven los conflictos entre los diferentes grupos de intereses. Actualmente el parque es más accesible, la zona periférica se está abriendo al desarrollo económico y se está introduciendo el ecoturismo. Se formarán nuevos grupos de intereses y puede haber otros conflictos de intereses.

Se ha adoptado un sistema de zonación, estableciéndose zonas específicas para la conservación, el uso sostenible, el pastoreo, el ecoturismo y la rehabilitación. Las zonas periféricas se asignaron a instalaciones de desarrollo y servicios. Se determinaron cuatro categorías de zonas: uso prohibido (no puede haber quema ni pastoreo sin control); sistema de cuotas con permisos (para productos forestales primarios y turismo); uso notificable (para productos forestales secundarios); y acceso ilimitado (por ejemplo, lugares sagrados).

Actualmente se aplica un mecanismo oficioso de control y se ha constituido el marco legal del decreto que estableció el parque nacional. El siguiente paso consistirá en seguir obteniendo la participación de todos los interesados, en particular las comunidades locales, para que adquieran capacidad para asumir su papel futuro como partícipes responsables y fiables en la gestión de los recursos naturales dentro y fuera del parque. En la gestión de los recursos intervienen consideraciones ecológicas, económicas y sociales, en una interacción dinámica. Para que estas tres fuerzas sean sostenibles hay que mantener el equilibrio entre ellas. El Proyecto integrado de conservación y desarrollo del Plan malgache de acción ambiental continuará desempeñando su papel de mediador, facilitador, asesor técnico y supervisor.


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