Ewald Rametsteiner trabaja como investigador en el Instituto de Economía y Política del Sector Forestal, de la Universität für Bodenkultur, Viena, Austria.
Análisis de los resultados de un estudio de las actitudes de los consumidores europeos frente al sector forestal, y evaluación del papel potencial de la certificación en la venta de productos forestales a dicho público.
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La encuesta FAIR · Tipo de encuesta: encuestas representativas en cada país · Países en los que se efectuaron: Alemania, Francia, Italia, Reino Unido · Fondos adicionales: Austria (BMUJF, BMLF) · Método de encuesta: entrevistas personales directas; en el hogar · Diseño de la muestra: muestreo aleatorio agrupado en fases sucesivas o procedimientos estándar similares utilizados en las encuestas de opinión representativas de alcance nacional · Tamaño de la muestra: n = 5 500 (n = 1 000 personas mayores de 14 años en cada país). Alemania: n = 2 400; Austria: n=1 000 · Datos de campo: diciembre de 1996 - enero de 1997 · Instituto que llevó a cabo el trabajo de campo: GfK Europe GfK-Eurobus© · Población europea abarcada: 70 por ciento aproximadamente Fuente: Los resultados completos de la encuesta a los consumidores junto con los resultados de la encuesta al mercado maderero conducida en el Reino Unido, Alemania y Finlandia están publicados en: Rametsteiner et al, (1998), http://www.efi.fi/ |
Los problemas del medio ambiente comenzaron a ser objeto de la atención general en los Estados Unidos a principios del decenio de 1960 con el «nuevo movimiento de conservación». Desde los años setenta, la concienciación sobre los temas ambientales también ha aumentado en toda Europa, siendo en Alemania, los Países Bajos y Suecia donde primero se manifestó. En su mayor parte, los estudios internacionales realizados en los últimos decenios para evaluar el grado de inquietud de los europeos sobre el medio ambiente indican que:
· la mayor parte de los europeos (en torno al 80 por ciento) están preocupados por las cuestiones ambientales;· entre 1986 y 1992 se redujeron gradualmente, hasta casi desaparecer, las diferencias entre los países europeos respecto de la urgencia atribuida a los problemas ambientales;
· fue hacia 1992 cuando se atribuyó la máxima urgencia a la solución de los problemas ambientales (en la actualidad, se considera que el desempleo y la recesión son los problemas más acuciantes).
El nivel de preocupación ambiental expresado por los europeos es similar al que manifiesta la población de otras regiones, como Asia, África y América Latina. Actualmente, personas del mundo entero sienten preocupación por los problemas ambientales (Dunlap et al., 1993; Environics/MORI, 1998).
PREOCUPACIÓN POR LA SITUACIÓN DE LOS BOSQUES
Diversos estudios realizados recientemente han puesto de manifiesto que las principales preocupaciones ambientales en Europa son la contaminación del aire y el agua, particularmente los gases de efecto invernadero y la destrucción de la capa de ozono. Siguen en orden de importancia las cuestiones forestales, que en algunos casos tienen relación con la contaminación del aire y el agua. Lo que más preocupa acerca de los bosques es el decaimiento, la deforestación de las regiones tropicales y la pérdida de biodiversidad. Un tercer aspecto que también suscita inquietud entre la mayor parte de la gente es la de los desechos, particularmente los residuos nucleares.
En 1996-97 se llevó a cabo un una encuesta entre los consumidores de Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido (los principales consumidores de madera y productos madereros en Europa) para investigar las actitudes y opiniones de los europeos respecto a los bosques y al sector forestal en sus países y en otras regiones del mundo. También se investigó la actitud del público respecto a la madera y la probable actitud de los consumidores sobre los productos forestales certificados (véase el recuadro).
Los resultados de la encuesta FAIR revelan que la mayor parte de la población de cada uno de los países estudiados evalúa de forma negativa la situación de los bosques. En promedio, más de un 50 por ciento de la población de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido considera (sin razón) que la superficie forestal se está reduciendo. La mayor parte piensa también que está disminuyendo la diversidad de especies y la salud de sus bosques (véanse en la Figura 1 los resultados conjuntos de la encuesta).
Así pues, la mayoría de la población (el 58 por ciento) manifiesta su insatisfacción con la situación de los bosques en sus países (Figura 2). Sólo alrededor de la cuarta parte de los ciudadanos de los países encuestados creen que los bosques de sus países están en buenas condiciones. Los datos muestran que en general el empeoramiento de la salud de los bosques provoca mayor insatisfacción que la reducción de la superficie forestal o que la diversidad de especies. La población de los países que cuentan con una cubierta forestal más extensa, como Austria, Finlandia y Suecia, suelen considerar que la situación de los bosques en su país es relativamente más favorable.
Las opiniones son muy negativas concerniente a la situación de los bosques en los países tropicales. Dos tercios de la población de los cuatro países de la Unión Europea incluidos en la encuesta FAIR se muestran preocupados por la situación de los bosques tropicales y el 41 por ciento manifiesta estar «muy insatisfecho» (Figura 2). Más del 70 por ciento de los encuestados creen que se está reduciendo la superficie y el número de especies animales y vegetales de los bosques tropicales, y que se está deteriorando su salud. Así pues, los europeos están preocupados por la situación de los bosques, tanto en sus países, como en los países tropicales.
LAS ACTIVIDADES FORESTALES INDUSTRIALES CONTRIBUYEN A LA DEGRADACIÓN DE LOS BOSQUES
En el caso de los bosques nacionales, aquellos que se muestran insatisfechos con la situación de los bosques (casi el 60 por ciento) creen que los principales factores a los que cabe atribuir la responsabilidad de esa situación son ajenos al sector forestal. Señalan la contaminación industrial, el tráfico y la actividad de construcción como causas principales de la situación. Aproximadamente el 75 a 80 por ciento de la población está convencido de la responsabilidad de esos tres factores. Las actividades forestales industriales figuran en cuarto lugar, seguidas por la agricultura, el turismo y los fenómenos naturales.
En cuanto a la situación de los bosques en los países tropicales, la mayor parte de los ciudadanos de la Unión Europea cree firmemente que la actividad forestal industrial es el principal causante de esa situación preocupante. Casi el 80 por ciento de los encuestados atribuye a ese factor la situación de los bosques tropicales y el 50 por ciento asigna una gran responsabilidad a las prácticas forestales inadecuadas (Figura 3).
Probablemente como consecuencia de su convicción acerca de la situación de los bosques, los ciudadanos europeos muestran claramente su preferencia por la protección y conservación de los bosques y la biodiversidad frente a su aprovechamiento. No obstante, los participantes en la encuesta FAIR también consideran importante que se garantice el suministro de madera. Esta afirmación está en consonancia con los resultados de otros estudios realizados en diversos países europeos.
La encuesta FAIR, al igual que otros estudios, pone de manifiesto que en general la opinión pública tiene una impresión muy favorable sobre la actividad forestal industrial desarrollada en los países escandinavos. Más de la mitad de los encuestados de los principales países de la Unión Europea muestra su convicción de que la ordenación forestal en Escandinavia es extremadamente sostenible o muy sostenible. El segundo lugar, según este parámetro, lo ocupa la actividad forestal en Europa central, y, a continuación, las prácticas del Canadá y Estados Unidos. Por otra parte, consideran que la situación de sus respectivos países no es muy positiva en este punto. Por lo que se refiere a la sostenibilidad de las actividades forestales, creen que la situación es mucho más negativa en los países de Europa oriental y en los países tropicales que en las restantes regiones (Figura 4).
LA MADERA, UN MATERIAL INOCUO PARA EL MEDIO AMBIENTE
Cuando se preguntó a los consumidores de los cuatro principales mercados europeos sobre la calificación de las materias primas en lo que respecta a su inocuidad en relación con el medio ambiente, la mayor parte afirmó que dos de ellas, la madera de sus países y el vidrio, eran inocuas para el medio ambiente. En cuanto a la madera tropical, la mitad de la población europea considera que es inocua para el medio ambiente y la otra mitad cree que es perjudicial (Figura 5). Las opiniones acerca de la madera tropical son mucho más negativas en Alemania y Austria que en el Reino Unido, Italia y Francia. Cuando se les pide que evalúen la influencia sobre el medio ambiente de las diferentes fases del «ciclo vital» de la madera, los encuestados manifiestan que la actividad forestal y la extracción de madera son una fase de la vida del producto más inocua para el medio ambiente que la producción o la eliminación del mobiliario o el papel. Así pues, la imagen positiva de la madera parece proyectarse sobre los bosques.
El estudio pone también de manifiesto que la evaluación que hacen los consumidores de la inocuidad ambiental de la madera de producción nacional está influida por su satisfacción con respecto a la condición de los bosques en sus países y por sus convicciones acerca de la sostenibilidad de la ordenación forestal. La correlación entre estos aspectos es baja, pero significativa desde el punto de vista estadístico. En cierto sentido, esto cabe atribuirlo al hecho de que se considera que la situación del bosque no se debe principalmente a las malas prácticas forestales, sino que es consecuencia de la contaminación.
LOS HÁBITOS DE COMPRA DE LOS EUROPEOS
¿Hasta qué punto influyen en los hábitos de compra de los consumidores esas actitudes respecto de los bosques y la madera? Es sumamente difícil contestar a esta pregunta. En primer lugar, los hábitos de compra orientados desde el punto de vista ambiental pueden adoptar varias formas diferentes. Los consumidores pueden adquirir productos «ecológicos», pueden sustituir los productos que adquirían anteriormente por productos ecológicos, reducir el consumo o suprimir las compras por completo. En segundo lugar, el comportamiento ambientalmente racional del consumidor depende de una diversidad de factores.
FIGURA 4 Opiniones sobre el grado de sostenibilidad de la ordenación forestal en diferentes regiones
La mayor parte de los estudios realizados han revelado que los aspectos ambientales no tienen una importancia primordial en las decisiones de compra. El estudio FAIR indica que la inocuidad ambiental de un producto maderero es un factor menos importante en las decisiones de compra que otras características del producto, como su calidad, duración, diseño, material o precio (Figura 6).
LA POSIBLE UTILIDAD DE LA CERTIFICACIÓN
Parece indudable el potencial de la certificación como instrumento de comercialización en esta situación. Aunque muchos consideran que los bosques se encuentran en una mala situación y que la actividad forestal es uno de los factores causantes de ese hecho, también están convencidos de que la madera es un material inocuo para el medio ambiente.
FIGURA 5 Opiniones acerca de la Inocuidad de las materias primas para el medio ambiente
Al menos en teoría, la certificación y etiquetado ecológico podrían eliminar varias de las razones por las que los consumidores se resisten a comprar productos verdes, por ejemplo en aquellas situaciones en que tienen dudas sobre la forma de evaluar la inocuidad ambiental de un producto o en que la información no les parece fiable, cuando consideran que su intervención carece de importancia o dudan de la autenticidad del producto.
El elemento positivo de los certificados es su función de garantía, de facilitar una información fidedigna. Sin embargo, el certificado sólo es útil cuando el consumidor comprende la información que facilita. La encuesta FAIR ha puesto en evidencia que en general los consumidores europeos desconocen el concepto de sostenibilidad y que sólo una minoría (aproximadamente el 20 por ciento) ha oído hablar alguna vez del elemento básico contenido en esa información, el concepto de ordenación forestal sostenible1.
1 La definición de ordenación forestal sostenible utilizada fue la siguiente: El bosque está sometido a una gestión cuidadosa y se tala menos madera de la que se regenera.
Un segundo requisito importante es que el posible comprador considere que la información suministrada es pertinente. Después de que se les hubiera facilitado una breve información sobre la ordenación forestal sostenible (en el caso de una operación comercial, la información debería ser comunicada por escrito o por el personal de ventas), casi el 20 por ciento de los consumidores afirmó que, al efectuar la compra de los muebles u otros artículos como puertas, ventanas, parquet o productos de papel, otorgaban gran importancia a la procedencia de la madera de fuentes sostenibles (Figura 7).
Un tercer requisito importante es la confianza del consumidor en la fuente de la información.
En lo que concierne a la credibilidad de diferentes fuentes respecto de las etiquetas de certificación de sostenibilidad, se consideran fiables las siguientes fuentes (entre paréntesis figura el porcentaje de los que las consideran creíbles):
· grupos de presión ambiental (alrededor del 80 por ciento);· asociaciones nacionales forestales y de la industria de la madera (alrededor del 60 por ciento);
· ministerio nacional competente y administración de la UE (alrededor del 45 por ciento);
· fabricante del producto (alrededor del 30 por ciento);
· ministerio competente de un país tropical (alrededor del 25 por ciento).
Diversas encuestas en las que se pregunta más concretamente sobre las fuentes de información relativas a las cuestiones forestales indican también que generalmente se considera a los forestales como fuentes de información muy fidedignas. En cambio, los políticos son considerados como una fuente poco creíble (Demoskop, 1997).
De los estudios realizados y los datos sobre el mercado existentes se desprende que el tamaño del mercado europeo de productos forestales certificados varía considerablemente de un país a otro. En su mayor parte, la demanda proviene de empresas (revendedores) que se han comprometido a adquirir productos de madera certificados. En cambio, los consumidores finales no han provocado hasta la fecha una presión comercial importante. Por lo general, las empresas se encuentran ubicadas en el lado de la cadena de la oferta que corresponde al consumidor final. La demanda total de estas empresas, organizadas de manera informal en cooperación con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en los denominados «grupos de compradores-WWF», se ha estimado en 9 millones de m3 para 1997). Según otras estimaciones, la demanda real y potencial de productos forestales certificados en Europa oscila entre 2 millones de m3 y 15 millones de m3 (cifra optimista) en 1998. Esto es tan sólo una parte del consumo aparente de madera aserrada y de paneles de madera en Europa, que ascendió a 131,8 millones de m3 en 1995, y del consumo de papel y productos de papel, que fue de 73,1 millones de toneladas en ese mismo año (ONU/CEPE/FAO, 1996).
La parte más importante de la demanda de los grupos de compradores-WWF corresponde al Reino Unido, los Países Bajos, Bélgica, Alemania, Austria y Suiza. Tanto el Reino Unido como los Países Bajos son importadores de madera y productos de madera con una oferta nacional relativamente reducida y una exposición importante a la madera tropical. Teniendo en cuenta que se considera que los bosques tropicales están mucho más amenazados que los bosques nacionales y otro tipo de bosques, es probable que los certificados que garantizan el origen sostenible de la madera tropical sean considerados en esos mercados como instrumentos útiles de comercialización. También cabe esperar condiciones comerciales favorables para la madera tropical certificada en los países de habla alemana porque, en Alemania y Austria existe una opinión más negativa sobre la madera tropical que en Italia o Francia.
Por lo que respecta a los grupos de productos, los mercados más prometedores son el de los productos para el bricolaje y el papel, y el de otros artículos de distribución más reducida. Alrededor del 60 por ciento de las personas de los principales mercados europeos que respondieron a la encuesta FAIR se mostraron dispuestos a pagar un precio más alto por los productos forestales certificados. El número de quienes eran partidarios de esa fórmula oscilaba entre el 42 por ciento en el Reino Unido y el 66 por ciento en Alemania. El incremento medio de precio que consideraban aceptable variaba del 9,6 por ciento en Austria al 5,6 por ciento en Francia.
CONCLUSIONES
De la encuesta FAIR efectuada en los cuatro países más importantes consumidores de madera y productos de madera de la Unión Europea se desprende que los europeos sustentan opiniones diferentes sobre la situación de los bosques en Europa y tienen una visión claramente negativa sobre las condiciones de los bosques en el resto del mundo. Sin embargo, todavía no está claro cómo influirá este hecho en las decisiones de compra de productos de madera. Los consumidores tienden a considerar que la madera y sus productos son atractivos e inocuos para el medio ambiente. La certificación tiene en Europa un potencial importante como instrumento de comercialización, especialmente en el caso de la madera tropical. No obstante, se deben adoptar muchas más medidas de conservación y protección de los bosques y en materia de comunicación para devolver a los consumidores europeos la confianza en la situación los bosques.
Bibliografía
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