En los Balcanes persiste una grande emergencia humanitaria. Aunque se firmó un acuerdo de paz el 10 de junio, después de tres meses de disturbios civiles en la provincia de Kosovo de la República Federal de Yugoslavia, miles de refugiados, PDI y repatriados continuarán necesitando ayuda alimentaria y médica de urgencia en los meses venideros.
Una sequía, la peor registrada en decenios, ha afectado gravemente a la producción de alimentos en el Cercano Oriente, y ha reducido de forma pronunciada la producción en el Iraq, la República Islámica del Irán, Jordania, Siria e Israel. Las perspectivas de los suministros alimentarios suscitan particular preocupa-ción en Jordania, ya que los ingresos de exportación y la capacidad de importación de alimentos han des-cendido abruptamente. En el Afganistán, el bajo nivel de las precipitaciones, el más bajo en 40 años, el au-mento de las infestaciones de plagas y la disminución de la superficie sembrada debida a la destinación de las tierras a cultivos comerciales más rentables, menguaron fuertemente la producción de cereales en 1999.
Sigue habiendo graves dificultades con el suministro de alimentos en la RPD de Corea, donde la escasez de alimentos ha determinado problemas nutricionales crónicos, con consecuencias graves a largo plazo. En Indonesia, pese a una cierta recuperación registrada en la producción, grandes sectores de la población siguen gravemente expuestos a la inseguridad alimentaria.
En el Africa austral, la situación alimentaria sigue siendo extremadamente difícil en Angola para otro millón de PDI, a raíz de la escalada de los disturbios civiles. También se prevén dificultades con el suministro de alimentos en Zimbabwe, donde los precios de los alimentos han subido debido a una cosecha reducida y al bajo nivel de las existencias remanentes.
En el Africa oriental, las perspectivas para las cosechas de 1999 son variadas. En Etiopía, se señala que la producción de las cosechas secundarias "belg" han descendido de forma pronunciada debido a la falta de lluvias. Las dificultades con el suministro de alimentos son particularmente graves en Somalia, donde se supone que el acceso a la ayuda alimentaria empeorará debido a la reanudación de las hostilidades en el sur. Las orugas negras han causado daños a los cultivos en algunos países, como Kenya, Somalia, Tanzanía y Uganda.
La seguridad alimentaria sigue siendo inestable en Sierra Leona, donde la inseguridad sigue impidiendo la rehabilitación agrícola y la distribución de la ayuda alimentaria. Las perspectivas son mejores en Liberia, pero la seguridad sigue siendo inestable y el país continúa dependiendo totalmente de la ayuda humanitaria. La campaña agrícola de 1999 ha comenzado en el Sahel, después del comienzo de las lluvias.
En América Central, la superficie sembrada con cereales y frijoles debería ser inferior a la media en 1999/2000 debido a los precios bajos. En México, los cultivos, el ganado y los pastizales se han visto gravemente afectados por la sequía en algunos estados septentrionales, mientras que en Cuba una sequía prolongada afectó gravemente en algunas partes a los cultivos alimentarios secundarios y a los pastizales. En América del Sur, la producción de maíz fue mala en Chile debido a la sequía.
En la CEI, las perspectivas para los cereales son mejores que en el mismo período del año pasado. Se prevé una recuperación de la producción en la Federación de Rusia, Ucrania y Kazajstán. Sin embargo, la persistencia de los problemas económicos mantiene los rendimientos por debajo de la media, y es probable que los suministros de cereales sigan escaseando en 1999/2000, particularmente en la Federación de Rusia.
En los Estados Unidos, pese a un tiempo en general favorable, la producción de trigo debería descender en 1999 en un 12 por ciento debido a una disminución de la superficie de invierno, la menor desde 1972/73. La plantación del maíz ha terminado en condiciones favorables. En el Canadá, un tiempo húmedo y frío impidió la plantación de trigo en mayo, pero si mejoran las condiciones los agricultores podrían terminar la siembra en las semanas venideras.
En Australia, las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno de 1999 han mejorado tras la llegada de unas lluvias generalizadas al final de mayo.