FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.1, Febrero 2000 - Page 7

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AFRICA ORIENTAL

BURUNDI* (4 de febrero)

Según las estimaciones, la producción de las cosechas de la temporada A del 2000, recientemente recogidas, es inferior al nivel ya menguado del año pasado. Ello se debe al mal tiempo imperante durante el período vegetativo, unido al empeoramiento de la situación de seguridad. Tras un comienzo temprano de las lluvias, una racha seca que se prolongó desde mediados de octubre hasta mediados de noviembre determinó una reducción de la superficie plantada y de los rendimientos, particularmente en la provincia septentrional de Kirundo. El desplazamiento y la reagrupación en campamentos de un gran número de la población, como consecuencia de la escalada del conflicto civil, se produjeron inmediatamente después que comenzaron las lluvias, lo cual contribuyó también a la reducción de la superficie plantada. Las provincias más afectadas por la inseguridad fueron Rutana, Makamba y la zona rural de Bujumbura.

La producción de cereales se estima en 74 000 toneladas, lo que representa una disminución del 13 por ciento respecto al año pasado, y la de frijoles, situada en 62 000 toneladas, se considera inferior en un 17 por ciento. La producción de raíces y tubérculos y la de bananas y plátanos disminuyó en un 3 y 1 por ciento, a 464 000 y 450 000 toneladas, respectivamente.

En conjunto, la situación alimentaria y nutricional continúa empeorando debido a varias cosechas menguadas consecutivas y al constante desplazamiento de la población. Los precios de los alimentos están aumentando de forma pronunciada desde hace un año, principalmente los de los frijoles, el cultivo más afectado por el tiempo seco. Se estima que alrededor de 1,6 millones de personas han resultado gravemente afectadas en la presente campaña debido a una cosecha reducida por la sequía. Se está distribuyendo ayuda alimentaria a 60 000 familias en la provincia de Kirundo. Además, la situación de unas 800 000 personas (12 por ciento de la población) que se encuentran en campamentos de reagrupación constituye un motivo particular de preocupación. Las condiciones de vida en los campamentos son extremadamente deficientes. Sólo un número limitado de personas tiene acceso a sus campos, mientras que el resto depende totalmente de la ayuda alimentaria. Una encuesta nutricional llevada a cabo en diciembre pasado en nueve campamentos de reagrupación muestra una tasa de malnutrición global de alrededor del 18 por ciento y tasas de malnutrición grave de 3-5 por ciento. El PMA reanudó sus actividades normales en los campamentos a mediados de noviembre, después de que se habían suspendido todas las operaciones de las Naciones Unidas a mediados de octubre.

ERITREA* (7 de febrero)

Las perspectivas para la cosecha de sorgo que está a punto de recolectarse en las zonas del litoral son desfavorables debido a la sequía. Además, pese a las lluvias entre normales y superiores a lo normal recibidas en septiembre y octubre, los rendimientos de los cereales de la temporada principal de 1999, recién cosechados, resultaron afectados por el retraso de la siembra. En las zonas afectadas por el conflicto armado con la vecina Etiopía, la producción se vio gravemente comprometida por el desplazamiento de la población.

Con respecto a las langostas del desierto, la situación es tranquila, pero después de las lluvias de invierno recibidas recientemente en las zonas costeras se corre el riesgo de que su número crezca en las llanuras del litoral del Mar Rojo.

La situación alimentaria se presenta muy difícil para cerca de 600 000 personas afectadas por la guerra con Etiopía y por la sequía imperante en las zonas costeras. Se pide a los donantes que contribuyan a una operación de urgencia aprobada por la FAO y el PMA en marzo de 1999, para la cual se necesitan 44 321 toneladas destinadas a prestar asistencia alimentaria a 268 000 personas muy afectadas por la guerra con Etiopía. A finales de diciembre se habían entregado menos de 5 000 toneladas. En esa fecha, las promesas totales ascendían a 31 000 toneladas, de las cuales hasta ahora se han entregado sólo 15.000 toneladas. El equipo de las Naciones Unidas en el país también había lanzado un llamamiento en enero del 2000 en el que pedía 42 700 000 dólares EE.UU. para prestar asistencia a unas 372 000 personas afectadas por la guerra y a más de 211 000 personas que sufrían las consecuencias de la sequía.

ETIOPIA* (3 de febrero)

Está a punto de comenzar la plantación de los cultivos de la temporada secundaria "belg" del 2000. La cosecha "belg" representa entre el 8 y 10 por ciento aproximadamente de la producción anual de cereales y legumbres, pero en algunas zonas es la cosecha principal.

La recolección de las cosechas de la temporada principal "meher" de 1999 terminó al final del año. En noviembre/diciembre, una misión de evaluación de cultivos y suministros ali-mentarios de la FAO y el PMA pronosticó la producción de cereales y legumbres de la cam-paña meher en 10,7 millones de toneladas, alrededor de un 6 por ciento menos que el año anterior pero un 22 por ciento más que en 1997, que fue un año malo. En comparación con el año pasado, la mayor parte de la disminución de la producción se ha debido a una reduc-ción de la superficie plantada (un 4 por ciento menos), aunque también ha descendido, en un 2 por ciento, el rendimiento medio de todos los cereales y legumbres. Los factores más importantes que afectaron a las superficies plantadas y a los rendimientos fueron las escasas lluvias belg, el comienzo tardío de las lluvias meher y, en las zonas unimodales del oeste, el comienzo tardío de las lluvias para los cultivos de la temporada larga.

En una gran parte del país (pero especialmente en el norte) la temporada seca belg ha debilitado el ganado y menguado las cabañas. La posibilidad de conseguir bueyes de arado se redujo significativamente, así como el rendimiento de los mismos, de manera que los preparativos de la tierra fueron deficientes. La llegada tardía de las lluvias principales retrasó las plantaciones y, en algunas zonas, no pudieron plantarse los cultivos de ciclo largo en tallos (especialmente el sorgo). En la mayoría de las zonas se pasó de los cultivos de ciclo largo a los de ciclo corto (tanto a cultivos en tallos de temporada corta como a cereales finos). La plantación y la escarda de los diferentes cultivos se concentraron en un período corto, y su eficacia fue menor de lo habitual. La merma de la producción con respecto al año pasado fue más grave en Tigray (un 35 por ciento menos), pero se pronostica que también disminuirá, en un 12 por ciento, en la región meridional (SNNPR). Si se toman los cereales individualmente, la merma mayor se ha registrado en la producción de sorgo, que descendió en un 26 por ciento; la producción de maíz disminuyó del 13 por ciento y la de cebada fue ligeramente inferior a la del año pasado.

Además, la situación del suministro de alimentos es crítica, se han registrado graves pérdidas de ganado y la población emigra fuera de la región en busca de agua y alimentos, debido a la sequía imperante actualmente en la región de Somali, en la que en algunas zonas ha llovido poco o nada durante tres años consecutivos.

Teniendo en cuenta que para el 2000 se prevé una cosecha belg inferior a la media, de alrededor de 250 000 toneladas (debida a la continua escasez de bueyes y, posiblemente, de semillas), la misión calcula la necesidad nacional de importaciones en 764 000 toneladas (nivel significativamente superior al del año pasado). Según las estimaciones, asciende a casi 652 000 toneladas la necesidad neta de ayuda alimentaria de socorro en el 2000 para prestar asistencia a 7,8 millones de personas afectadas por una grave escasez de alimentos derivada de las sequías, los anegamientos y otros riesgos relacionados con el tiempo. Además de las necesidades de socorro causadas por las catástrofes naturales, también se necesitará ayuda alimentaria para las PDI que vienen de las zonas fronterizas con Eritrea, que no han podido cultivar sus tierras y han perdido trabajos remunerativos.

El equipo de las Naciones Unidas en el país ha lanzado últimamente un llamamiento pidiendo 190 millones de dólares EE.UU. para evitar que se produzca en el país otra crisis humanitaria de proporciones. A mediados de febrero, las promesas totales ascendían a 275 000 toneladas, de las cuales se han entregado 57 000 toneladas.

KENYA (14 de febrero)

Ha comenzado la recolección de la cosecha secundaria de cereales de "lluvias cortas", que representa alrededor del 20 por ciento de la producción anual. Pese a unas lluvias fuertes recibidas últimamente, que mejoraron algo la situación de los cultivos, se prevé una producción inferior a la media. Las lluvias tardías e insuficientes dieron lugar a una reducción de la superficie plantada y perjudicaron los rendimientos. Las estimaciones actuales cifran la cosecha de maíz de lluvias cortas en 315 000 toneladas, frente a la media de los últimos cinco años situada en torno a las 410 000 toneladas.

La producción de la cosecha de cereales de "lluvias largas" recogida hasta octubre pasado fue significativamente escasa, particularmente en las provincias orientales, centrales y occidentales, y en la provincia de Nyanza, debido a la sequía, al suministro insuficiente de insumos y, en algunas partes, a la infestación de orugas negras. Las estimaciones oficiales indican una producción de maíz de alrededor de 2,1 millones de toneladas, frente a los 2 440 000 toneladas de 1998 y a la media de los últimos cinco años (2,5 millones de toneladas).

La situación del suministro de alimentos es crítica en los distritos pastorales de las zonas septentrionales, orientales y nordorientales, particularmente en el distrito de Turkana, en el que unas precipitaciones irregulares e insuficientes causaron malas cosechas consecutivas y fueron insuficientes para los pastizales y el abastecimiento de agua. En enero del 2000, la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de urgencia, por un valor de 43,4 millones de dólares EE.UU. y para un período de cinco meses, destinada a prestar asistencia alimentaria a 2 740 000 personas afectadas por la sequía. El Gobierno también ha hecho un llamamiento en febrero pidiendo alrededor de 62 millones de dólares EE.UU. para paliar la escasez de alimentos.

RWANDA* (4 de febrero)

La producción de la cosecha de la temporada A del 2000 recientemente recogida fue buena, pese a unas graves pérdidas de cosechas debidas al tiempo seco imperante en las partes orientales y meridionales. La producción total de alimentos se calcula en 2,8 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 20 por ciento respecto al año anterior. Incremento sostenido por el aumento considerable de la superficie plantada con respecto a la temporada A de 1999, así como por unas lluvias en general favorables. Pero durante el mes de octubre una racha seca prolongada causó graves daños a los cultivos de cereales y frijoles en las provincias orientales y meridionales.

Como consecuencia de la producción satisfactoria de alimentos y del crecimiento de la corriente de importaciones comerciales, ha mejorado la situación general de los suministros alimentarios y han disminuido las necesidades de ayuda alimentaria para el primer semestre. Sin embargo, la situación alimentaria sigue siendo crítica para las personas vulnerables de varias zonas. Una encuesta nutricional realizada en diciembre pasado en la provincia nordoccidental de Ruhengeri indica una tasa de malnutrición crónica global de 56 por ciento y una tasa de malnutrición grave de 2,5 por ciento.

SOMALIA* (14 de febrero)

Ha comenzado la recolección de la cosecha de cereales de la temporada secundaria "Deyr" de 1999/2000 , que representa normalmente alrededor de un 25 por ciento de la producción anual de cereales. Las estimaciones iniciales de la superficie plantada para la cosecha de sorgo señalan un incremento de alrededor del 18 por ciento respecto a la temporada Deyr anterior, a 190 000 hectáreas, y del 4 por ciento para la de maíz, a cerca de 100 000 hectáreas, principalmente de regadío. Por lo tanto, la producción total de cereales para la temporada Deyr de 1999/2000 se pronostica en torno a las 130 000 toneladas, un 85 por ciento más que el nivel medio posterior a la guerra (1993-1998).

A pesar de la mejora del suministro alimentario prevista en algunas partes del sur de Somalia gracias a una cosecha Deyr mejor, cerca de 68 000 agricultores y pastores hacen frente a una situación grave de escasez de alimentos debida a la insuficiencia de precipitaciones. Los más afectados son los agricultores de los distritos de Huddur , Wajid y Rab-dure, en los que muchos han abandonado sus aldeas para procurarse asistencia alimentaria. Además, la situación alimentaria sigue siendo difícil para los agricultores y pastores de las regiones de Gedo, Bay e Hiran debido a una serie de malas cosechas consecutivas y a los desplazamientos. La falta de precipitaciones en las zonas de secano ha afectado igualmente los cultivos, las fuentes de agua y los pastizales, y los fundamentos de la economía alimenticia. La población vulnerable del sur de Somalia se calcula en más de 500 000 personas.

Una misión FAO/PMA estimó la cosecha de la temporada principal "Gu" de 1999, recogida hasta final de septiembre, en 135 683 toneladas de cereales, alrededor de un 32 por ciento menos que el nivel medio posterior a la guerra debido a unas lluvias escasas y mal distribuidas, a las plagas y al desplazamiento de los agricultores.

En otras partes, como en el noroeste de Somalia (Somaliland) y el nordeste (Puntland), unas lluvias intensas caídas durante octubre y noviembre causaron algunos daños a las propiedades pero mejoraron la disponibilidad de agua y los pastizales. Sin embargo, la situación alimentaria sigue siendo inestable para los pastores pobres de la región Haud de Sool y Togdeer, estimados en 40 000-60 000 personas.

Según los informes, las entregas de ayuda alimentaria durante el trimestre de 1999 fueron inferiores a las necesidades calculadas debido a la inseguridad y a unas lluvias intensas que bloquearon los caminos. El PMA distribuyó cerca de 230 toneladas de alimentos durante el mes de diciembre, principalmente en el sur de Somalia, con lo que el total distribuido entre enero y diciembre de 1999 alcanzan las 20 480 toneladas.

SUDAN* (7 de febrero)

Las perspectivas para la cosecha de trigo de regadío, que se recogerá a partir del mes próximo, siguen siendo favorables, gracias a la abundancia de agua para riego. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, que visitó el sur del Sudán del 10 de octubre al 3 de noviembre de 1999 y el norte del Sudán del 24 de noviembre al 13 de diciembre, pronosticó la producción de cereales de 1999/2000 en alrededor de 3,9 millones de toneladas, incluidos 3 050 000 toneladas de sorgo, 499 000 toneladas de mijo y 288 000 toneladas de trigo (que se cosechará en abril del 2000), y 65 000 toneladas de maíz (producido principalmente en el sur). En este nivel, la producción de cereales es inferior en alrededor de un 31 por ciento a la cosecha abundante del año pasado.

Pese a un tiempo en general favorable, los bajos precios del sorgo registrados durante la mayor parte de 1999, inferiores en algunos casos a los costos de producción, han inducido a los agricultores mecanizados en gran escala, que aportan más del 60 por ciento de la producción total de sorgo, a reducir en alrededor del 50 por ciento la superficie plantada con dicho producto. Muchos agricultores han preferido producir sésamo, que el año pasado dio mejores ingresos, mientras que otros se han limitado a reducir la superficie plantada. La falta de crédito para los insumos agrícolas también ha reforzado la decisión de los agricultores de abandonar la producción de cereales.

En los estados meridionales, sin embargo, una relativa mejora de la seguridad unida a unas condiciones de crecimiento favorables han permitido un incremento del 12 por ciento de la producción cerealera del sector tradicional. Ecuatoria occidental, que normalmente es una zona excedentaria, ha producido el doble de su necesidad local de este año debido a unas condiciones favorables y al aumento de las oportunidades de mercadeo ofrecidas por las ONG radicadas en el estado. En cambio, el Estado de la Unidad, que no puede ser visitado por la misión debido a problemas de seguridad, ha sufrido mucho a causa de la guerra de exterminio y de los enfrentamientos entre el Gobierno y los rebeldes. Según las estimaciones, también se registran déficit importantes de cereales en Lakes y Bahr el Jebel, debido principalmente a las inundaciones, y en determinadas localidades de Jonglei, Nilo Superior y Ecuatoria oriental, en las que las condiciones no fueron tan favorables.

Las previsiones relativas a la disminución de las cosechas (sorgo y mijo) de 1999 y al agotamiento de las existencias debido principalmente al aumento de las exportaciones han redundado en un incremento de los precios de los cereales que tendrá un efecto negativo en los sectores pobres de la población. En general, con una producción de cereales y unas importaciones de trigo y arroz estimadas en 680 000 toneladas y 38 000 toneladas, respectivamente, se prevé que la necesidad de cereales del país, situada en 1999/2000 en torno a los 5,2 millones de toneladas, se satisfará utilizando cerca de 240 000 toneladas de existencias.

Según las estimaciones, durante el 2000 se necesitarán en total 103 453 toneladas de ayuda alimentaria para diversas intervenciones en el sur del Sudán y para algunas regiones de los estados septentrionales afectadas por la guerra y deficitarias de alimentos. En enero del 2000, la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de urgencia, por un valor de 58 140 000 dólares EE.UU. y para un período de 12 meses, destinada a prestar asistencia a 2,4 millones de personas afectadas por la guerra, la sequía y las inundaciones.

TANZANIA (4 de febrero)

La recolección de las cosechas de la temporada corta "Vuli" de 1999/2000 está muy avanzada en las zonas de precipitaciones bimodales de la franja costera septentrional y del nordeste, en las que la producción aporta alrededor del 40 por ciento de los suministros anuales de alimentos. Unas lluvias escasas caídas durante el período vegetativo han inducido a los agricultores a reducir drásticamente la superficie plantada y han afectado a los rendimientos. Los informes oficiales recientes dan a entender que la actual cosecha Vuli será inferior en un 70 por ciento a la media de los últimos cinco años.

La cosecha de cereales de 1999/2000, principalmente maíz, se estima en 4 millones de toneladas, alrededor de un 4 por ciento menos que la producción del año pasado debido a unas lluvias irregulares, al uso limitado de insumos y a un brote de orugas negras. En cambio, la producción de otros cultivos alimentarios, tales como frijoles, papas, yuca y plátanos ha crecido en cerca de un 13 por ciento a 3,3 millones de toneladas.

En conjunto, la situación del suministro de alimentos se mantiene estable gracias a la gran cuantía de importaciones efectuadas en el segundo semestre de 1999 y a la prohibición de las exportaciones de maíz impuesta por el Gobierno. En el último trimestre de 1999, en algunos mercados del país los precios del maíz eran hasta un 40 por ciento más bajos que en el mismo período del año anterior. Sin embargo, se necesita asistencia alimentaria para cerca de 800 000 personas identificadas como aquejadas de inseguridad alimentaria, principalmente de las regiones de Dodoma, Mara, Shinyanga, Singida, Tabora, Tanga y el sur de Mwanza, todas las cuales han obtenido ahora por tercera vez consecutiva una mala cosecha. El programa de alimentación escolar del PMA dio comienzo en enero en 128 escuelas primarias de la región de Dodoma y se espera extenderlo a las regiones de Arusha y Singida.

UGANDA (7 de febrero)

La recolección de las cosechas de cereales de la segunda temporada de 1999/2000 está muy avanzada. La producción se prevé entre media y superior a la media gracias a unas lluvias bien distribuidas durante la campaña. Sin embargo, en los distritos de Gulu y Kitgum, no obstante los grandes aumentos de la superficie cultivada debidos a una mejora de la seguridad y a unas precipitaciones favorables, la escalada del conflicto desde finales de diciembre de 1999 ha desplazado a muchos agricultores impidiendo de esa manera la recolección de las cosechas a su debido tiempo.

La producción de la cosecha de la temporada principal, recogida al final del verano pasado, fue inferior a la media debido a una sequía prolongada que afectó a diversas partes del país. Se estima que la producción de cereales de 1999, situada en 1,7 millones de toneladas, es un 9 por ciento inferior a la media.

Los precios del maíz y los frijoles, que registraban niveles altos no estacionales debidos a la cosecha menguada de la temporada principal del año pasado, han empezado a bajar con la llegada a los mercados de la nueva cosecha. No obstante, la situación del suministro de alimentos ha empeorado en los distritos de Kotido y Morito, en los que cerca de 215 000 personas necesitan urgentemente asistencia alimentaria, debido principalmente a la mala cosecha de la última campaña y a una pérdida de ganado debida a incursiones. Asimismo, en Gulu y Kitgum la situación alimentaria constituye un motivo de seria preocupación debido a la reanudación del conflicto civil. Además, se sigue necesitando asistencia alimentaria para cerca de 112 000 personas del distrito de Bundibugyo desplazadas a raíz de los disturbios civiles.


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