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La silvicultura en Irak

POR G. W. CHAPMAN

LOS bosques naturales de Irak están situados casi en su totalidad en la región montañosa del noreste del país habitada por las tribus curdas. En esta región, las montañas se encuentran cubiertas de bosques, en tanto que la mayoría de los valles intermedios se destinan a campos de cultivo o de pastoreo. Fuera de estas áreas forestales montañosas, el resto de Irak está despoblado de árboles, con excepción de las pequeñas superficies de bosques que ocurren como manchones de vegetación baja (akhrash) a lo largo del Eufrates, del Tigris y de sus principales afluentes.

Se estima que los bosques de la zona montañosa abarcan una superficie aproximada de 20,000 kilómetros cuadrados, lo que equivale más o menos a las dos terceras partes de la superficie total montañosa de la región noreste, aunque esta estimación sólo debe aceptarse como aproximada, toda vez que estas zonas no han sido todavía objeto de un levantamiento topográfico ni se han fijado sus límites. Más o menos un 50 por ciento de los bosques situados en las montañas están formados con buenas especies maderables y pueden ser considerados como bosques productivos; el resto se compone de montes bajos degenerados escasamente poblados de arbustos, o bien de bosques ya explotados que no es muy probable que vuelvan a estar en condiciones de explotación durante el curso de la presente generación. La mayoría de los bosques de las partes bajas a orillas de los ríos han sido planificados con motivo de la colonización de las tierras, habiéndose declarado que la superficie total que ocupan mide 80,538 donums, o sea un poco más de 200 kilómetros cuadrados.

Las especies principales que predominan en los bosques de las montañas son variedades de roble, siendo el más abundante el Quercus brantii (balut), con el que comúnmente se encuentra mezclado el Quercus infectoria y el cual crece con mayor frecuencia en los parajes más favorables. El Quercus libani (dindar) se encuentra en las montañas del norte, una vez pasados los 1,500 metros de elevación. Generalmente mezcladas con el roble se encuentran las siguientes especies: Juniperus oxycedrus, Pistacia mutica, Pyrus syriaca, Crataegus azarolus y C. monagyna, Acer monspessulanum. A orillas de los riachuelos de las montañas crecen variedades de sauce Salix purpurea y S. medemii, plátano falso Plátanus orientalis, álamo Populus euphraca y fresno Fraxinus rotundifolia, y en algunos lugares existen bosquecillos de nogal silvestre Juglans regia. El Pinas brutia ocurre mezclado en los bosques de roble en un área limitada de aproximadamente quinientos kilómetros cuadrados en el distrito de Zawita-Atrush de Mosul Liwa y aparte del enebro, que es un poco más común, representa el único bosque de coníferas en Irak.

Las especies principales que forman los bosques en las tierras bajas son variedades de sauce (Salix purpurea que predomina en las regiones del norte y Salix alba y Salix acmophylila en las del sur), Populus euphratica y diferentes especies de Tamarix, árboles que con frecuencia forman sotos donde existen zarzas y enredaderas en tal cantidad que los hacen impenetrables excepto para los jabalíes que habitan en estos bosques.

Todos los bosques del Irak son aprovechados por el pueblo que obtiene de éstos leña y carbón vegetal. Las zonas forestales que se encuentran situadas cerca de las aldeas son explotadas directamente por los pobladores, quienes cortan allí la madera para sus necesidades domésticas, en tanto que a lo largo de la carretera principal que atraviesa las montañas, los bosques han sido objeto de una explotación excesiva durante los últimos años, para suministrar carbón vegetal y madera a los centros poblados de los llanos. Muchos de los bosques más accesibles a estos mercados han sufrido de tal manera por causa de este corte desenfrenado, que habrán de pasar muchos decenios antes de que puedan recobrar nuevamente su productividad. Se estima que el rendimiento total que se obtiene anualmente de los bosques es aproximadamente de 10,000 toneladas de carbón vegetal y 20,000 toneladas de leña, lo que implica un corte de alrededor de 2,000 hectáreas de bosque adulto cada año. Se opina que los bosques tienen capacidad para suministrar sin dificultad este rendimiento, siempre y cuando se ponga en práctica un programa sistemático de construcción de caminos en los bosques, con el objeto de hacer costeable la explotación de las zonas forestales actualmente inaccesibles.

Los robles, al llegar a su madurez, alcanzan una altura de 30 metros y un diámetro de 25 centímetros, siendo sus dimensiones aún mayores cuando crecen en parajes favorables, aunque sus troncos rara vez son lo suficientemente largos o derechos para que puedan aprovecharse en la elaboración de madera aserrada de tamaños aceptables para el comercio. No obstante, los troncos de roble se utilizan con frecuencia como pilares o vigas en las construcciones rústicas de las aldeas, aprovechándose profusamente las ramas para cubrir los techos y para la construcción de cabañas de verano (kapras). Los robles que han pasado la edad de madurez por lo general casi siempre se ven atacados por una enfermedad causada por hongos (heartrot) que pudren el corazón del árbol, por lo que, en términos generales, el valor principal de estos bosques está en su condición de fuente de abastecimiento de leña. Se propone que el desarrollo de los bosques de roble en el futuro esté basado sobre un sistema de corte selectivo de árboles jóvenes con un diámetro de diez a quince centímetros, lo que podría lograrse estableciendo una rotación de 50 años.

Todas las regiones forestales del país, salvo contadas excepciones, se destinan al pastoreo de rebaños de ovejas y cabras, así como de hatos del resistente ganado curdo, oriundo del país. En muchos lugares los bosques de roble son podados en una rotación de tres años, práctica acostumbrada por los aldeanos con el fin de tener abastecimientos de follaje que durante el invierno aprovechan para la alimentación del ganado. Los aldeanos que habitan en estas zonas procuran mantener y conservar los bosques, ya que sin ellos les sería imposible proporcionar la alimentación necesaria para los rebaños durante la temporada invernal, cuando las tierras se ven cubiertas por las grandes nevadas. Por lo tanto, los bosques desempeñan un papel principal respecto a la industria ganadera, haciéndose necesario proteger esta función en el futuro desarrollo de los mismos. La zona forestal comprendida en las montañas altas llega hasta el nivel de 2,000 metros, pasado el cual se encuentran los pastos de verano que las tribus nómadas curdas utilizan extensamente para el pastoreo. Se estima que estas elevadas zonas de pastoreo abarcan aproximadamente una superficie de 2,000 kilómetros cuadrados del área forestal total, y ano cuando deben conservarse principalmente para este uso, estas tierras ofrecen muy buenas posibilidades para la formación de bosques con especies de árboles maderables que posean características para su desarrollo en zonas elevadas. Es también en estas zonas donde principalmente se encuentran las especies de Astragalus productoras de goma tragacanto.

Además de los productos forestales ya mencionados, existen otros secundarios de alguna importancia. La bellota producida por el Quercus infectoria se cosecha en cantidades considerables y se exporta para el curtido de pieles. El valor de las exportaciones por este concepto llegó en 1938 a 41,569 dinares (aproximadamente 203,000 dólares). La tonelada de goma tragacanto se vende localmente más o menos a 1,200 dinares (alrededor de 5,900 dólares), y las cantidades exportadas anualmente se estiman en cerca de 50,000 dinares (240,000 dólares). Ciertas variedades de bellotas se recogen y se venden en el mercado doméstico y en épocas de malas cosechas se utilizan para elaborar harina que los aldea nos consumen en grandes cantidades. Las semillas de Pistacia mutica también se aprovechan extensamente.

PLANTACIÓN DE ARBOLES

La producción maderera es sumamente limitada en Irak por lo que se tiene que recurrir a las importaciones para satisfacer la demanda, especialmente en tratándose de madera para construcción y maderas finas para trabajos de ebanistería. El valor de las importaciones de madera realizadas en 1938 llegó a 440,000 dinares (2.150,000 dólares), lo que demuestra claramente la indispensable necesidad de llevar a cabo trabajos de reforestación para lograr que aumente la producción local, economizando de esta manera el valor de las importaciones. Con excepción de una pequeña cantidad de plátano falso y nogal que crece localmente, la mayor parte de la madera producida en el país consiste de álamo, Populus nigra, el cual es cultivado por los aldeanos en plantaciones irrigadas en las montañas del norte. Debido a la gran demanda de este producto, se ha establecido la costumbre de explotar los sotos de álamo antes de que los árboles hayan alcanzado su completo desarrollo, utilizándose la madera para vigas de techo y construcciones rústicas. Se desconoce el rendimiento anual que se obtiene de estos bosquecillos de álamo. pero se sabe que es una industria lucrativa y que puede extenderse considerablemente bajo la iniciativa privada. La Sección de Bosques está llevando a cabo investigaciones con el propósito de encontrar la forma de perfeccionar los métodos del cultivo, buscando mejorar la calidad y obtener un mayor rendimiento por donum. La morera, Mocas alba, también se cultiva en plantaciones irrigadas en muchas partes del país, siendo su fruto el objeto principal de este cultivo, aunque los árboles también proporcionan un abastecimiento útil de madera de baja calidad. Con excepción de estos dos casos, no han sido muchos los intentos llevados a cabo con el fin de establecer plantaciones de árboles de los cuales se obtenga madera o leña, aunque el Departamento de Agricultura ha establecido en Zafraniya y Abu Gharaib plantaciones experimentales para probar varias especies exóticas.

Como parte del programa de desarrollo forestal, el gobierno tiene el propósito de establecer plantaciones más extensas, a fin de aumentar los abastecimientos de madera para aserrar, especialmente de maderas blandas para trabajos de construcción, elaboración de durmientes de ferrocarril y duelas para la manufactura de cajas (utilizadas en la industria empacadora de dátiles); también se propone aumentar los abastecimientos de combustible y postes medianos requeridos en las zonas rurales; y establecer medidas preventivas contra la erosión causada por los vientos y las aguas. La Sección de Bosques ha iniciado una serie de proyectos de reforestación en pequeña escala con el fin de obtener datos sobre las especies y los métodos más indicados para el establecimiento de bosques nuevos bajo condiciones variables de suelos, clima y topografía. Se reconoce que para lograr una elevación en el nivel de vida del pueblo, especialmente en las zonas rurales, es indispensable aumentar la producción maderera en general.

Con el establecimiento de estas nuevas plantaciones forestales, además de lograrse un cultivo más extenso de árboles nativos útiles, tales como el nogal, el plátano falso, el fresno, la morera y el pino, se prestará considerable atención a ciertas especies exóticas. Entre estas últimas, las más prometedoras que están siendo objeto de estudio son las siguientes:

En las regiones montañosas elevadas: Pinus caramanica, Cedrus libani, C. deudora, Abies cillicica, Betula alba, Robinia y álamos.

En las regiones montañosas de elevación media: Pinas halepensis (y P. brutia, de origen local), Robinia, Alnus orientalis, Pinas pinea, P. canariensis, y Cupressus sempervirens.

En las faldas de las montañas y en los llanos de abundante precipitación pluvial: Pinas halepensis, P. pinea, Cupressus sempervirens, Acacia cyanophylla, Alnus orientalis, Populus alba, Eucalyptus rostrata, E. coolabah, E. gomphocephalus, Mella azedorach y Thuja orientalis.

En los llanos bajos irrigados: Iguales especies de Eucalyptus a las ya mencionadas, Acacia cyanophylla y A. farnesiana, Tamarix articulata, etc.

VIVEROS DE PLANTAS

En Irak existe una constante y creciente demanda de arbolitos para plantar, la cual tienen dificultad en satisfacer los viveros establecidos. En Zafraniya, cerca de Bagdad, y en Nínive, cerca de Mosul, se cuenta con grandes viveros y existen muchos otros de menor importancia esparcidos por todo el país. Estos viveros no están dedicados exclusivamente a la producción de arbolillos de especies maderables, sino que suministran una gran variedad de árboles frutales, de plantas de ornato y de hortaliza; pero la idea del gobierno es establecer en diferentes partes del país grandes viveros para la reproducción de suficientes cantidades de arbolillos con que satisfacer las necesidades, no sólo de los trabajos de plantación que realizan las empresas privadas, sino también de los proyectos de reforestación que están siendo desarrollados por la Sección de Bosques. El gobierno está prestando gran atención al establecimiento de los dos primeros de estos viveros en Shaqlawa y Arbil.

PROTECCIÓN DE LOS BOSQUES

Los bosques naturales de Irak tienen una doble importancia, pues no sólo son fuente abastecedora de productos útiles sino que ejercen su influencia protectora en las laderas de las montañas contra los efectos de la erosión, aminorando los escurrimientos motivados por las lluvias invernales y por el desnieve. Las aguas torrenciales que descienden por el río Tigris durante la temporada de primavera son de importancia vital para el país en dos sentidos: uno, el de su utilidad para la agricultura de riego, y el otro, el peligro de que las crecientes no puedan ser dominadas y al desbordarse causen grandes daños por inundación. Los bosques de las montañas que forman la cuenca del Tigris y de sus principales afluentes, desempeñan un papel sumamente importante en el control de las crecientes, y ayudan a reducir la sedimentación de los lechos de los ríos, de los embalses y de los canales de riego. Por tanto, se impone la necesidad de mantener y mejorar la cubierta forestal en las montañas, con el fin de evitar que su influencia bienhechora sufra mayores acometidas en relación con el control de las crecientes y la erosión.

Hoy día predominan los daños causados por el corte desenfrenado o mal reglamentado, especialmente en las zonas cuya explotación resulta costeable por su proximidad a los mercados urbanos. El continuo aumento de la población hace sentir sus efectos también sobre los terrenos forestales por la tendencia a utilizarlos como terrenos de labranza, habiéndose observado que la práctica generalizada de cultivar temporalmente terrenos forestales recién explotados, impide la regeneración espontánea del bosque y conduce a acelerar los daños de la erosión aumentando los escurrimientos. Durante el verano son muy frecuentes los incendios de los bosques de las montañas, lo que implica una pérdida anual que sin duda alguna sobrepasa la originada por las explotaciones. El pastoreo es otra forma de explotación de los terrenos forestales que, de no ser controlada, puede causar graves perjuicios, especialmente en zonas que han sufrido por la acción del fuego o que han sido recientemente explotadas, ya que el constante ramoneo y tránsito de los rebaños tiende a retardar la regeneración del bosque y a aumentar la rapidez de la erosión. Los daños que causan los cortes, los cultivos alternados, los incendios y el pastoreo - cuatro agentes de destrucción de los que el hombre es responsable - sobrepasan con exceso en importancia al daño provocado por causas naturales, tales como las enfermedades, los ataques de los insectos, los daños que ocasionan los animales silvestres, las condiciones climáticas, etc.

Para poder lograr la debida protección de los bosques es esencial poner en práctica las siguientes medidas:

a. Decretar leyes forestales apropiadas ;
b. Deslindar en forma sistemática las zonas forestales dentro de las cuales puede aplicarse la ley forestal, y
c. Proveer el personal suficiente de silvicultores debí demente preparados.

La ley forestal actualmente en vigor en Irak fué promulgada hace ya mucho tiempo y ha dejado de ser adecuada para las condiciones modernas. Se ha formulado un nuevo proyecto de ley que se espera poner en vigor en un futuro cercano. En este proyecto de ley se establece una reglamentación para el control de toda clase de explotaciones forestales bajo licencia y la prevención de daños, creándose las condiciones bajo las cuales pueden prosperar los bosques existentes a la vez que se forman otros nuevos. Bajo esta ley, serán deslindadas debidamente las zonas forestales y divididas en bosques del Estado y bosques de las comunidades, siendo estos últimos administrados especialmente para beneficio de los poblados directamente interesados, procurándose que las autoridades locales se hagan cargo de su protección y fomento.

La demarcación de los bosques presenta la dificultad de que la inspección catastral y la colonización de las tierras no han llegado todavía a la zona montañosa donde existen la mayor parte de éstos. El Gobierno de Irak tiene el propósito de que los deslindes de los terrenos forestales se efectúen aún antes de la colonización de las tierras si fuere necesario, a cuyo fin se está considerando la conveniencia de efectuar un levantamiento aerofotogramétrico que abarcará aproximadamente 3,000 kilómetros cuadrados de los bosques de las montañas. A su vez, la Sección de Bosques está haciendo los preparativos para la demarcación de las zonas forestales para la cual está contratando personal. Conforme se vayan lijando los linderos de cada unidad, ésta será atendida por el personal forestal que se comisione y la ley podrá ser entonces aplicada de lleno en ese sector. Se confía en poder realizar los trabajos de demarcación de los bosques en un período de 10 años aproximadamente y, a medida que vaya progresando el trabajo se irá aplicando con intensidad la protección forestal.

La Sección de Bosques del Departamento de Agricultura fué establecida hace pocos años y gradualmente ha ido adquiriendo mayor fuerza y experiencia. El gobierno ha emprendido un programa para la preparación de funcionarios forestales en universidades extranjeras y próximamente se enviará un grupo seleccionado entre el personal subalterno para tomar cursos de capacitación que complementen la enseñanza elemental adquirida en el país. Sin embargo, debe admitirse que el personal forestal con que se cuenta es inadecuado, tanto en número como en competencia, para hacer frente a las tareas que se avecinan al entrar en vigor la nueva ley forestal, a medida que la protección intensa de los bosques, así como los nuevos programas de reforestación añadan nuevas obligaciones. Por este motivo el gobierno ha decidido emplear cierto número de silvicultores extranjeros para reforzar el personal forestal de Irak en tanto se cuenta con el número suficiente de forestales preparados.

Mientras tanto, los abastecimientos de leña y carbón vegetal provenientes de los bosques deberán seguir satisfaciendo las demandas locales, siendo un asunto de la mayor urgencia en la actualidad encontrar la manera de suministrar estos abastecimientos en la forma menos perjudicial para los bosques. Entre los proyectos presentados con el objeto de asegurar un mejor control de las explotaciones se está considerando uno en el cual se sugiere una especie de monopolio gubernamental para la extracción y distribución al mayoreo de leña y carbón vegetal a los principales mercados urbanos. Este proyecto presenta algunas dificultades administrativas y su funcionamiento pudiera resultar impracticable. Pero cualquiera que sea el método que finalmente se adopte, este problema continua siendo el mas urgente de resolver para establecer la protección de los bosques.


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