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Crítica bibliográfica

Rainfall and Runoff. (Precipitación Pluvial y Escurrimiento). Edgard E. Foster. 487 págs., ilus. MacMillan Co., Nueva York. 1948. 9 dólares.

Hydrology (Hidrología). C. O. Wisler y E. F. Brater. 419 págs., ilus. John Wiley and Sons, Nueva York, Chapman and Hall, Londres. 1949. 6 dólares.

La hidrología es una ciencia relativa mente nueva, siendo estos dos libros de los primeros que ofrecen una idea bastante completa de ella. No cabe la menor duda de la buena acogida que se dará a obras de consulta como éstas, dedicadas a poner al día los conocimientos sobre hidrología. Continúan desarrollándose fórmulas empíricas y teóricas para expresar en forma matemática las características de las tormentas, del deshielo, de los escurrimientos, de la infiltración, del almacenamiento subterráneo de aguas, de las avenidas, de los caudales, del comportamiento de los ríos, etcétera. Se están ideando nuevos métodos de medición y revaluando los antiguos.

La hidrología se ocupa de los registros a largo plazo de la precipitación pluvial, escurrimientos, frecuencia de las avenidas, etc., simplemente como fenómenos observados. Se presta una cierta atención a los efectos de la topografía, de los tipos de suelo más importantes, de la climatología y de otros factores determinantes más o menos fijos.

La urgencia y el elevado costo de las obras de mejoramiento de las cuencas fluviales para evitar las inundaciones, para el riego, para la generación de energía hidroeléctrica, para el abastecimiento de agua a las ciudades y para la navegación, exigen aumentar el acervo de conocimientos de hidrología, sobre todo si se tiene en cuenta que, como es bien sabido, se han cometido grandes equivocaciones en el planeamiento de las obras por causa de la falta de conocimientos de hidrología y por haber basado los proyectos técnicos en hipótesis completamente erróneas. La magnitud de los factores de seguridad que utilizan los ingenieros al hacer los proyectos de las estructuras, indica ya de por si cuánto se ignora, a pesar de las muchas fórmulas que existen, en el campo de esta ciencia que se encuentra en pleno desarrollo. Gran parte de esto es inevitable, en vista de que no existen registros completos de períodos largos de tiempo, y el proyectista, para mayor seguridad, tiene que pensar en las peores avenidas que quizás tenga que aguantar su estructura en el porvenir.

Los silvicultores y los agricultores que se ocupan de la administración y del mejoramiento de las cuencas fluviales y de las tierras laborables, pensarán que la hidrología, tal como la exponen estos dos libros, se ocupa de una manera demasiado exclusiva de la ingeniería y olvida o no reconoce que la vegetación es, en muchos sitios, uno de los factores que más contribuyen a determinar la intensidad, la cantidad y la calidad del caudal que arrastran las corrientes fluviales, como también el estado que guardan las aguas subterráneas. La creciente cantidad de pruebas experimentales de lo que acabamos de decir se puede resumir diciendo que el control y manejo de la vegetación de las vertientes (es decir, el aprovechamiento dirigido de las tierras) es con frecuencia el único elemento variable que puede modificar en más o en menos la fórmula hidrológica o el proyecto técnico que se haya calculado o aceptado. Efectivamente, las pruebas son convincentes de que en muchos sitios la influencia del buen o mal estado en que se encuentre la vegetación, es o puede ser muy grande.

Está claro que el hidrólogo, el silvicultor, el conservador de suelos y el ingeniero proyectista tienen todos gran interés en el fomento y uso económico y eficaz de los recursos de aguas, y parece natural - en bien del interés público - que todos ellos se mantengan en relaciones muy estrechas.

Quizás uno de los obstáculos que más se oponen a las buenas relaciones entre los técnicos en suelos y en aguas sea el hecho de que los primeros no han podido aún, en general, reducir sus conocimientos a fórmulas matemáticas, mientras que los segundos no están dispuestos a conceder validez y certidumbre a nada que no encaje en el preciso lenguaje de las matemáticos.

Existe todavía la tendencia a generalizar demasiado el papel determinante de la vegetación, hecho que contribuye a sembrar la duda, a pesar de que sea posible garantizar el estado de la vegetación mediante una administración dasonómica estable y eficaz. Pudiera existir también un indebido egoísmo profesional. Cuales quiera que sean las razones a que se deba la falta de colaboración, es importante pugnar por que la hidrología y la administración dasonómica actúen más intima mente ligadas. ¿Cuál será, por ejemplo, la hidrología de un río determinado si se deja que continúen los métodos destructivos de aprovechamiento de la tierra que en la actualidad se practican? O a la inversa. ¿Qué ocurriría si se restauran unas tierras que se encontraran en mal estado? Si se tiene en cuenta que los resultados a que llegan los hidrólogos son funda mentales para diseñar los proyectos de las grandes y costosas estructuras técnicas en las que actualmente se confía para do minar las aguas, ¿puede continuar la hidrología ignorando la existencia de una de las más importantes variables sobre las que se puede influir a voluntad: la vegetación? Si así lo hiciere, no se estaría, por ejemplo, dándose por enterada de la acelerada erosión debida al mal estado de la vegetación y estaría descuidando el hecho de que la capacidad de los embalses artificiales disminuiría inevitablemente por causa de los depósitos aluviales.

El estudio conjunto del problema global de la administración del agua compete tanto a los silvicultores como a los hidrólogos. Para que tengan la máxima utilidad en la práctica, las investigaciones forestales necesitan mejorar la expresión matemática de los resultados a que se llegue. ¿Es acaso del todo imposible medir el efecto de los cambios que experimente la cubierta forestal en el transcurso de cierto numero de años por el comporta miento hidrológico de los ríos durante ese mismo periodo de tiempo? Los silvicultores que se ocupen de la administración y el mejoramiento de terrenos harían bien en estudiar estos libros aunque sólo sea para darse cuenta de cuán poco aceptados son, por ahora, sus descubrimientos por parte de los hidrólogos.

Holtztechnologisches Handbuch (Manual de Tecnología de la Madera). Leopold Vorreiter. 547 págs. ilus. Georg Fromme & Co., Viena, 1949.

La industria demanda cada día nuevas formas de aprovechamiento de la madera. Por ese motivo, este libro, el primero de tres volúmenes, que reúne toda la información de que se dispone sobre tecnología de la madera, es de eran actualidad, especialmente por su amplitud y por haber sido preparado con toda minuciosidad y cuidado de los detalles, conteniendo numerosos dibujos y cuadros. Se puede juzgar la envergadura del libro por los temas que abarca: estructura anatómica de la madera y sus características externas: pro piedades físicas y químicas de la madera; protección de la madera contra las inclemencias del tiempo, los insectos, hongos, etcétera; re forzamiento y mejoramiento de la calidad de la madera mediante diferentes tratamientos. Para hacer que el libro resulte más práctico, se incluyen en él muchas fórmulas de uso frecuente en la tecnología de la madera definiciones de términos, factores para la conversión de unidades de volumen y peso de un país a las de otro, cuadros de volumen y cuadros estadísticos sobre la extensión de los bosques de diferentes países. Todo esto le da al libro un carácter un tanto enciclopédica y aumenta su valor como obra de consulta indispensable en cuestiones de tecnología de la madera.

Sawmilling Policy in Relation to Timber Produced by the State. (La Política del Aserrado de la Madera en Relación con la Producida por el Esta do). A. J. O'Connor. Journal of the South African Forestry Association, No. 17. Febrero de 1947. 7 chelines 6 peniques.

Este articulo examina la controversia que actualmente existe en Africa del Sur en torno a la cuestión de si es el Gobierno o las empresas industriales privadas las que deben ocuparse de aserrar las trozas producidas en las plantaciones patrimonio del Estado.

Dichas plantaciones cubren hoy en día cerca de 120 000 hectáreas y existe la intención de aumentarlas considerablemente. Aunque en su mayor parte no han alcanzado la madurez, ya rinden 425,000 m³® de trozas y según los proyectos llegarán con el tiempo a rendir 5,100,000 m³ anuales. Además, existen 40,000 hectáreas de plantaciones privadas y se piensa en ampliarlas en gran escala. La decisión que se tome en cuanto a la manera de organizar la gran industria aserradora que habrá de desarrollarse - dice el autor - es importantísima para los intereses creados por la plantación de bosques, tanto estatales como privados. Hasta que con la guerra surgieron las oportunidades de realizar grandes utilidades, los aserraderos privados que no poseían bosques propios se interesaban poco por este asunto, pero la industria organizada es ahora de opinión que "corresponde al Departamento Forestal cultivar los árboles" y que "la industrialización de las trozas se debe dejar a la iniciativa privada".

El Consejo de Industria y Comercio ha estudiado tres posibles maneras de organizar el aprovechamiento de las trozas que produzca el Estado, y el autor se ocupa de analizarlas:

(1) Encomendar el aserrado exclusivamente a empresas privadas.

(2) Encomendar el aserrado a alguna organización supeditada en una forma u otra a la dirección del Estado.

(3) Encomendar el aserrado en parte a empresas privadas y en parte a una organización intervenida por el Estado.

En cuanto a lo primero, el punto de vista del Consejo de Industria y Comercio es textualmente el siguiente: "Si el Estado se retira de la industria aserradora, existe un verdadero peligro de que uno o dos poderosos grupos lleguen con el tiempo a dominar por completo esta industria. El interés tanto del consumidor como del productor forestal, sea éste el Estado o una empresa privada, es impedir a toda costa esa posibilidad". Se considera como no demostrado el alegato de que las actividades madereras del Estado son por naturaleza menos eficientes que las de empresas privadas.

Con respecto a la segunda posibilidad, el aserrado de las trozas directamente por el Estado, el autor empieza por examinar las principales objeciones que se han sus citado. En forma resumida, éstas son:

"(1) Tendrían que desaparecer algunos de los aserraderos privados más eficientes. La propuesta no tiende a la desaparición obligatoria de ningún aserradero eficiente, ni tampoco pretende obligar al cambio de propietario. Por el contrario, prevé el funcionamiento continuado de los aserraderos existentes sobre las bases actuales, si demuestran que deben seguir trabajando.

"(2) Los aserraderos privados a los que se autorice a continuar participando en la industrialización de las trozas producidas por el Estado. Se encontrarán en general, en condiciones desventajosas frente a los aserraderos del Estado. Estos últimos podrán, por lo común, abastecerse mejor y con más regularidad de trozas y quizás continúen disfrutando de otros privilegios. No está claro por qué habrían de presentarse las condiciones que teme el Consejo de Industria y Comercio, a menos que se parta de la hipótesis de que la Comisión Forestal estaría predispuesta en contra de los aserraderos privados. Los aserraderos privados a los que por buenas razones se permita participar en la industria, pasarían a ser clientes de la Comisión. En este caso es absurdo suponer que ésta fuera a perjudicar deliberadamente a sus clientes afectando así de manera adversa los precios que podrían éstos pagar por las trozas. La hipótesis de que la Comisión, que administrarla digamos el 90 por ciento de la producción de trozas, iba a ser tan mezquina como para ejercer su influencia en contra de los que posean el 10 por ciento restante, es injustificada. En todo caso se concertarían contratos con los aserraderos privados en los que se fijarían cantidades especificas y zonas forestales determina das, y el precio de las trozas se convendría según las condiciones. No habría caso de que la Comisión se inmiscuyera en las zonas sujetas a contrato. Además, no hay por qué conceder privilegios especia les a la Comisión.

"(3) Los dueños de plantaciones privadas podrían con facilidad encontrarse ante la disyuntiva nada envidiable de tener que vender a los aserraderos privados colocados en peores condiciones que los del Estado, o bien al monopolio del Estado. Este razonamiento pasa por alto enteramente el objeto, funciones y constitución de la Comisión Forestal. Las funciones de esta Comisión las señalaría el Parlamento y entre ellas se contaría concretamente la de proteger los intereses del plantador privado. Si en estas condiciones la Comisión no pudiera o no quisiera proteger los intereses de los plantadores privados, ¿quién habría de hacerlo o de qué otra forma se podría lograr?

"(4) En esas condiciones probable mente se intensificarían las quejas y las causas de fricción. Tarde o temprano surgirían también conflictos con las empresas de mercadeo de la madera y con la industria de la pasta y el papel. Más bien se podría pensar que ocurriría lo contrario si existiera una Comisión Forestal. Las controversias internas de la industria forestal quedarían eliminadas o reducidas al mínimo ya que se habrían eliminado o reducido al mínimo las partes de dicha controversia. No está bien claro por qué habrían de plantearse conflictos con las empresas de mercadeo de la madera a me nos que éstas se nieguen a tratar en madera sudafricana, cosa que puede ocurrir exista o no la Comisión Forestal. La alusión a la industria del papel y la pasta está ano menos clara. Los subproductos de la industria forestal quedarían a disposición de la industria de la pasta, del mismo modo que la madera aserrada queda ría a la de otras industrias. Los subproductos serían los desechos de plantación y de aserradero y en este caso no habría intereses contradictorios a los que afectara la importación del producto.

"(5) El consorcio estatal se transformaría con el tiempo en una magna y difícil empresa monopolística, con todas las desventajas económicas de esta clase de estructuras, sean o no de propiedad del Estado. El Consejo de Industria y Comercio introduce en la argumentación lo antieconómico del tamaño excesivo". Es de notar que el 'tamaño excesivo' no se refiere en este caso a los aserraderos pro píamente dichos. Ningún aserradero bien situado para reducir al mínimo el transporte de las trozas podrá ser lo bastante grande como para poder introducir el factor de lo antieconómico del tamaño excesivo,. Esos términos sólo tienen, pues, aplicación en las altas esferas técnicas y administrativas. A su debido tiempo veremos cómo se puede invalidar una objeción tan importante al establecimiento de la Comisión Forestal, y eso según la misma solución que el Consejo da al problema. Entre tanto cabe preguntarse: Si esa objeción tiene tanta importancia en este caso, ¿no la tendría también en el de los ferrocarriles sudafricanos? ¿No se aplica también incluso a las plantaciones forestales del Estado? La plantación, protección, administración y explotación de los bosques del Estado es con seguridad una empresa de tanta envergadura como la del aprovechamiento de las trozas producidas. Existe lo que se llama la descentralización regional de la administración, como se hace en los ferrocarriles y en el mismo Departamento Forestal, descentralización que en cuanto a los aserraderos se podría aplicar de manera muy eficaz si se llevara a la práctica el proyecto de la Comisión Forestal.

"En general, después de haber analiza da las objeciones que se oponen al proyecto de la Comisión Forestal no se pare de por menos de sacar la conclusión de que son forzadas y artificiales. En todo caso, si a causa de ellas se hubiera de rechazar la propuesta, haría falta demostrar que existe alguna otra solución que no suscite dichas objeciones ni sacrifique las ventajas correspondientes. Examinemos ahora la solución que recomienda el Consejo de Industria y Comercio para ver hasta qué punto resuelve el problema."

La propuesta del Consejo de Industria y Comercio se basa en la posibilidad número 3, y de acuerdo con ella existen las siguientes importantes diferencias con res pacto a los sistemas actuales:

"(1) Las operaciones de aserrado que realiza el Departamento Forestal serían desempeñadas en participación por alguna compañía intervenida por el Estado.

"(2) Dicha compañía no gozaría de ningún privilegio especial y tendría que competir con las empresas privadas, en pie de igualdad, para procurarse trozas; PERO

"(3) Se dejaría a la entera discreción del Departamento Forestal la manera de disponer de las trozas para aserrar, y debe quedar bien entendido que el Departamento apoyaría a la compañía intervenida por el Estado en todas las situaciones en que amenazaran presentarse condiciones monopolísticas nocivas.

"(4) La política a seguir por la compañía intervenida por el Estado seria trazada por el Ministro de Fomento Económico, con objeto de eliminar en lo posible la sospecha de que el Departamento Forestal pudiera estar predispuesto en favor de la compañía, y (aparentemente por la misma razón) no se nombraría persona alguna relacionada con dicho Departamento para representar al Estado en el Consejo de Administración de la compañía. Este Consejo estaría compuesto de hombres de negocios y de personas que conozcan bien los problemas de la industria."

El autor considera que esta propuesta está erizada de dificultades, que es susceptible de provocar conflictos y controversias y que privaría al Departamento Forestal de toda autoridad en la industria aserradora.

Considera que la solución del problema está en que sea el Estado el que se encargue del aserrado a través de una Comisión Forestal. Entre las ventajas que prevé, se cuentan: mayores ingresos para el Estado provenientes de la plantación de bosques: protección de los intereses de los propietarios de bosques privados; eliminación del peligro de un monopolio perjudicial: mejor preparación de la industria maderera para arrostrar la competencia en el extranjero; una mejor organización regional, mayores facilidades para la investigación y para coordinar la producción y las ventas; la reducción al mínimo de los conflictos y controversias. Se podría tratar con equidad a los aserraderos intermediarios que existen actualmente.

Bosbouwkundige Studiën over Suriname. (La Silvicultura en Surinam). J. W. Gonggryp y Dr. D. Burger. 262 págs., ilus. H. Veenman y Zonen, Wageningen, Holanda. 1948.

Se trata de un amplio análisis, escrito en holandés y con resúmenes en inglés, de todos los aspectos del problema silvícola de Surinam. La primera parte se ocupa de los bosques propiamente dichos, de los suelos forestales y de los diferentes tipos de vegetación. El estudio de los ti pos es muy detallado y presenta gran interés. Se relaciona con la clasificación de Beard e incluye clasificaciones por forma clones espontáneamente estabilizadas (clímax), y formaciones suscitadas por el fuego y por agentes humanos. Se pasa revista a las características ecológicas, silvícolas y tecnológicas de doce de las especies forestales más importantes de Surinam.

En la segunda parte se trata de la potencialidad real del bosque: el volumen de madera en pie, los cortes anuales, etc. Se pone también de relieve la importancia de disponer de una suficiente provisión de madera para la industria pesquera local. Se dedica una sección a los productos forestales secundarios y a la importancia de las grasas y aceites comestibles e industriales, de los productos tánicos, balata, etc., para la economía general. Se describen con toda clase de pormenores las causas principales de los daños y de la destrucción que sufren los bosques como resultado de los cultivos nómadas, y de los estragos del fuego y de los insectos. La sección dedicada a la administración dasonómica describe el trabajo realizado para perfeccionar los métodos de aprovechamiento y de transporte de los productos forestales y sugiere que el Servicio Forestal debería intervenir en la exportación de madera. Se atribuye mucha importancia a la previsión de suficientes facilidades de transporte marítimo con objeto de poder exportar a Holanda en vez de hacerlo exclusivamente a Norte americe.

El libro termina indicando cómo es posible mejorar las condiciones de vida de los trabajadores forestales, y poniendo de relieve la necesidad de ampliar los trabajos de investigación en cooperación con las estaciones experimentales de otros países. Indica la conveniencia que, desde el punto de vista del programa silvícola, tendría el revisar los sistemas legislativos y económicos actuales. El libro consigna una amplia bibliografía y va provisto de excelentes ilustraciones.

Farm Forestry in India. (Actividades Forestales en las granjas de la India). A. P. F. Hamilton, C.I.E., O.B.E., M.C., I.F.S., The Indian Forester, XLVII, 3, marzo de 1948.

El Sr. A. P. F. Hamilton representa la transición del antiguo servicio forestal indio al nuevo, integrado exclusivamente por indios. Habiendo llevado a cabo con el mayor éxito esta delicada misión, está particularmente facultado para resumir las líneas generales de la política que la experiencia del antiguo Servicio Forestal lega al nuevo. Corresponderá a éste continuar sirviéndose de aquellas normas o modificarlas de acuerdo con las condiciones reinantes en el nuevo estado de cosas. A modo de recapitulación hecha en un momento crucial, el articulo del señor Hamilton presentará gran interés para nuestros lectores, por lo cual lo comentamos con cierto detenimiento.

Bien sabido es que en la India la debida y necesaria relación entre bosques y silvicultura es de suma importancia y que aún falta mucho para poder decir que se ha conseguido. Ya en 1894 reconocía la política forestal india que debían existir suficientes bosques para garantizar el bien estar del país y para permitir el mantenimiento de condiciones climatológicas y físicas favorables. No obstante el aumento de la población y la expansión incontrolada de la agricultura ha dado como re saltado una desequilibrada economía rural con los consiguientes males de la erosión, de la escasez de humedad en el suelo, y de la falta de combustible, madera y pastos.

En este concienzudo articulo, el ex-Inspector General de Bosques examina los pasos que se deben dar para aportar a la agricultura la ayuda de la silvicultura, para aplicar en todo el país los sólidos principios de la antigua política forestal y, en resumen, para llevar la silvicultura al agricultor, ya que las urgentes necesidades de las comunidades rurales no pueden satisfacerse más que en muy limitada medida mediante los bosques del. Estado. Hay necesidad de que la silvicultura se ligue mucho mas estrechamente con la agricultura.

La verdadera misión de 12 silvicultura en las granjas es ambiciosa: (a) lograr que los agricultores se basten a si mismos en la mayor medida posible; (b) aprovechar la tierra de la manera más ventajosa; (c) aumentar la fertilidad de las tierras cultivables evitando la erosión y aumentando la capacidad de los suelos para retener humedad, mitigando el efecto desecador de los vientos cálidos, proporcionando leña para que sea posible usar como abono el estiércol de vaca que ahora se dedica casi universalmente a combustible; (d) mejorar la situación de la ganadería por la administración de los pastizales y la alimentación de los animales estabulados, proveyendo también forrajes verdes para suplemento la escasez crónica de forraje; (e) servir siempre que se pueda como suplemento de los ingresos del agricultor.

Las dificultades de aplicación son también grandes: el analfabetismo de la población rural que acepta su situación como inevitable; la variedad de las condiciones de propiedad y arriendo; el pastoreo excesivo, la necesidad de fondos para salir del actual circulo vicioso, aunque a la larga los resultados puedan ser claramente beneficiosos.

El Gobierno debe dar el ejemplo en la integración de la silvicultura en las granjas con el planeamiento general para la campiña, lo cual implica una coordinación más eficaz entre diferentes ministerios. Se necesita una nueva dependencia o consejo compuesto por expertos de los ministerios que ahora existen. Mientras tanto, algo se va progresando, aunque no todo lo que se debiera. Es imperativo contar con un servicio de divulgación que instruya gratuitamente al labrador en los rudimentos de la silvicultura y de la conservación de suelos.

En general, la silvicultura en las granjas está siendo planeada según los siguientes lineamientos:

(i) Se obligará, mediante leyes adecuadas, a administrar con arreglo a un programa, los bosques de propiedad privada.

(ii) Se estimulará a los propietarios de fincas agrícolas grandes a que destinen una pequeña parte, por ejemplo el 5 por ciento de las tierras, al cultivo de árboles, y a que planten bosques en los baldíos: el Gobierno podrá quedar investido de facultades para imponer esta obligación.

(iii) En los casos en que exista alguna aldea bien organizada en comunidad los ejidos de propiedad común o los eriales públicos próximos, si los hubiere, serán administrados con arreglo a un plan de trabajo, como bosques de esa aldea, por sociedades cooperativas o por comités rurales.

(iv) La silvicultura en las granjas se integrará estrechamente con los proyectos de mayor o menor envergadura para la conservación del suelo y el fomento de terrenos; siempre que se emprendan pro, gramas de colonización en gran escala re aprovechará la ocasión para fundar una economía bien equilibrada.

(v) En los parvifundios de cultivo intensivo no es posible implantar este tipo de silvicultura en su verdadero sentido. Sin embargo, en esas zonas existe una critica escasez de productos forestales. Se estimulará al agricultor a que cultive árboles valiosos de raíces profundas como la Acacia arabica en los linderos, en torno de los pozos etc., y en las parcelas no labrantías. Empezando con cuatro o reís árboles por hectárea, el agricultor, cuando se dé cuenta de las ventajas, determinará por sí mismo el número óptimo de árboles que puede cultivar alrededor de sus tierras. La consolidación de predios ha sido una gran ayuda para la silvicultura en las granjas.

(vi) Los vientos cálidos secos, en particular los que soplan a fines de invierno, Y las lluvias monzónicas que caen cuando el grano empieza a llenar, reducen mucho el rendimiento de los cultivos. Las fajas forestales protectoras en la escala en que se utilizan en Norteamérica o en Rusia quizás no sean factibles en la India, pero de todos modos corresponde al Gobierno iniciar los sistemas más o menos rudimentarios que resulten practicables principal mente a lo largo de canales, carreteras, y ríos. Por lo demás, las medidas que arriba se mencionan contribuirán mucho a proporcionar un sistema, aunque sea discontinuo de rompevientos. Es importante que los Ministerios de Agricultura y Silvicultura emprendan investigaciones conjuntas para determinar cuáles son las especies y la técnica más adecuada para las fajes protectoras y rompevientos.

(vii) En el planeamiento de los campos se da preferencia a las necesidades de pastos y forrajes.

(viii) Se pugnará por que la silvicultura en las granjas sea remuneradora siempre que resulte posible. Se puede lograr la producción de muchos productos forestales secundarios como curtientes, fibras, lacas, resinas, y zacates, y se pueden estimular muchas industrias locales.

(ix) Con frecuencia es necesaria la ayuda económica; la política que se sigue a este respecto varía, pero se hacen préstamos en condiciones fáciles a los agricultores y terratenientes más fuertes y se dan subsidios, bajo ciertas condiciones, a los cultivadores pobres.

(x) Es esencial crear una organización que se encargue de la publicidad y de la acción educativa.

(xi) La base del planeamiento rural habrá de ser un reconocimiento completo de toda una región, de preferencia un distrito civil, a manera de anteproyecto sobre el cual estudiar el plan de desarrollo económico. El estudio podría revelar la necesidad de establecer reservas estatales de abastecimiento de leña para evitar la denudación del campo por causa de las demandas de algún centro de consumo o industria locales.

Finalmente, se necesitará alguna legislación encaminada a proteger los bosques de propiedad privada y los comunales, y que a la vez sirva para obligar a la mino ría recalcitrante a obedecer el principio del mover bien al mayor número de personas. El Estado necesitará ir tomando la iniciativa durante mucho tiempo hasta que el terrateniente y el agricultor se convenzan de la necesidad de ayudarse a si mismos y pongan ellos también en práctica esos métodos.

Si se llevare fielmente a la práctica un programa rural tan coherente como éste, no podría dejar de proporcionar a las muchedumbres de la India mayores reservas de alimentos, ropa y vivienda.

The Forests of Present-Day Finland. (Los Bosques de Finlandia en la Actualidad). Yrjö Ilvessalo. 56 págs. Helsinki. 1949. (Metsatieteellisen Tutkimuslaitoksen Julkaisuja. Communicationes Instituti Forestalis Fenniae. 35.6)

En dos ocasiones se han investigado los recursos forestales de Finlandia. El primer reconocimiento nacional de los bosques fué hecho en 1921-24, y el segundo en 1936-38. Desde que se hizo este último, han sobrevenido cambios considera bies en la extensión y en el estado de los bosques; el tratado de paz, al estipular la cesión de 4,347,800 hectáreas a la Unión Soviética ha alterado también el cuadro de conjunto de los recursos forestales de aquel país. Para subsanar la falta de datos exactos sobre los bosques de Finlandia en el período de postguerra, de los que no se dispondrá hasta que se haga el tercer reconocimiento nacional, probablemente en 1951-53, el Profesor Ilvessalo ha hecho los cálculos y reajustes necesarios para poner de acuerdo los inventarios anteriores con la realidad de los hechos. Su re cuento se basa en los resultados de los reconocimientos hechos por una combinación de los métodos de muestreo de fajes y parcelas circulares representativas. Más adelante citamos algunas de las interesantes conclusiones a que llega, especialmente en cuanto a los cambios experimentados en la postguerra.

El sistema natural de vías navegables que contaba con unos 40,000 kilómetros de bien atendidos canales para la flotación de las trozas, y que resultaba de un valor inestimable para la economía forestal finlandesa, ha quedado dividido por la nueva frontera oriental que ha dejado aislada la mayor parte del sistema del Golfo de Finlandia. Por este motivo se vienen utilizando el ferrocarril y el camión como medios de transporte para la madera, con más intensidad que antes.

El tratado de paz cedió a la Unión Soviética una superficie arbolada de 3.18 millones de hectáreas (el 12.8 por ciento de la superficie cubierta de bosques antes de la guerra). El resultado es, según los nuevos cálculos, que Finlandia, antes de la guerra el segundo país europeo en cuanto a bosques, ha pasado a ocupar el tercer lugar, siendo los dos primeros la Unión Soviética y Suecia. Sus bosques cubren ahora 21,66 millones de hectáreas es decir el 71 por ciento del área total de su extensión territorial en tierra firme. De ellas, 17.08 millones de hectáreas están clasificadas como bosques productivos y 4.58 millones de hectáreas como terrenos forestales poco productivos. Se hace resaltar que gran parte de estas últimas pueden hacerse pasar a la primera categoría sin más que avenar las aguas muertas que ahora cubren 10.1 millones de hectáreas, de las que se calcula que unos 4 millones pueden ser desaguadas para producir bosques, y que también parte de los terrenos ahora baldíos, cuyo total asciende a 5 millones de hectáreas, podrían transformarse en bosques productivos si contaran con un sistema adecuado de drenaje.

A modo de comparación, se puede decir que según reconocimientos nacionales hechos hacia 1930 en Suecia y Noruega, los porcentajes de bosques con que contaban eran de 56 y 23%, respectivamente. También la superficie de bosque por habitante es bastante mayor en Finlandia (5.1 ha.) que en Suecia (3.6 ha.) y Noruega (2.5 ha.).

Los bosques de Finlandia se componen de relativamente pocas especies de árboles. Dominan las coníferas: el pino (Pinus sylvestris) cubre el 53 por ciento de la superficie arbolada, y la pícea (Picea excelsa) el 28 por ciento. El 16.8 por ciento está cubierto de abedul (Betula alba) y el resto por especies de menor valor comercial, como tiemblo, aliso gris y negro, y en menor cantidad, roble, tilo, olmo, fresno, arce, etc.

Uno de los acontecimientos más interesantes registrados durante los 15 años que mediaron entre el primero y el segundo reconocimientos es que los bosques en que domina la pícea han experimentado un aumento del 13 por ciento a expensas del pino, aliso gris y zonas des pobladas. Una de las principales razones ha sido la preocupación de satisfacer la demanda de pícea de la industria del papel que se está desarrollando rápidamente en aquel país.

En cuanto a la edad, se indica que los bosques septentrionales de Finlandia re quieren casi el doble de tiempo que los de su parte meridional para alcanzar un mismo estado de explotación. Como con secuencia, la mayoría de los bosques del sur han alcanzado la madurez o se aproximan a la edad en que pueden ser talados: en la mitad septentrional del país casi el 70 por ciento de los bosques tienen un centenar de años. Se calcula que el volumen medio, incluyendo la corteza, es decir, el volumen medio de árboles de todo el país por hectárea, es de 63.2 metros cúbicos, cifra que multiplicada por el factor de conversión adecuado para hacerla comparable, da 58.4, es decir, menos que la correspondiente de Suecia (59.1) pero más que la de Noruega (41.4) según sus respectivos primeros levantamientos forestales nacionales. El Profesor Ilvessalo hace resaltar que "en general, el volumen medio de los bosques finlandeses es muy inferior al que podría ser si estuvieran bien poblados y cuidados".

El total de madera en pie de los bosques finlandeses ha disminuido de 1,588 millones de metros cúbicos en 1922 a 1,560 millones en 1938 y a 1,370 millones (que corresponden a 1,149 millones de m³ sin corbeta) en la actualidad. Las pérdidas que ha ocasionado la guerra pueden cifrarse, pues, en 190 millones de metros cúbicos: Las existencias de los bosques suecos, según el levantamiento de 1930, son mayores (1,417 millones de m³) pero las de Noruega considerable mente menores (320 millones de m³), A causa de la escasa densidad de población de Finlandia, el volumen de madera en pie por habitante (305 m³, sin corte 2a) es superior al de Suecia (232 m³), Noruega (113 m³), o de cualquier otro país europeo.

En el reconocimiento forestal finlandés se ha adoptado el diámetro de 20 cm, a la altura del pecho como limite entre los árboles pequeños y grandes (maderables), y según esta clasificación el 60.5 por ciento de los árboles en pie son pequeños y sólo el 39.5 por ciento maderables. Pare ce que existe la tendencia a que aumente el porcentaje de árboles pequeños a expensas de los grandes, lo cual ha dado como resultado que la industria de los aserraderos, que exige árboles maderables, haya tenido que suprimir su expansión. Por el contrario, las industrias del papel y de la pasta continúan desarrollándose.

Con los reajustes necesarios para hacer las cifras comparables, se puede calcular el crecimiento anual medio en 1.99 metros cúbicos en Suecia, 1.95 en Finlandia, y 1.35 en Noruega. El crecimiento anual de los bosques finlandeses arroja un total de 40.8 millones de metros cúbicos, sin corteza, es decir 4.9 millones de metros cubicas menos que el de los bosques de antes del tratado de paz. A Suecia y No ruega corresponden 46.7 y 9.9 millones de metros cúbicos, respectivamente. En Finlandia se ha observado que en las cifras de crecimiento anual figura el pino en bastante mayor proporción que la pícea o que cualquier otra especie de árboles.

Gracias a que los métodos seguidos en los reconocimientos forestales finlandeses estudian el problema en muchos aspectos diferentes, los datos reunidos permiten seguir el desarrollo de los métodos de explotación de los bosques. Comparando los resultados de ambos reconocimientos forestales se observan mejoras a este res pacto desde 1912-21 a aproximadamente 1927-36. Las talas selectivas hablan disminuido considerablemente y se habían generalizado los clareos. El Profesor Ilvessalo dice que, a pesar de todo, la situación silvícola de Finlandia está muy lejos de ser perfecta. Según las categorías de clasificación que se aplicaron en el segundo reconocimiento sólo el 14.4 por ciento de los bosques del país puede catalogarse como en "buenas" condiciones silvícolas, las del 50.8 por ciento se clasificaría de "satisfactorias", el 30.8 por ciento de "poco satisfactorias" y el resto como bosques inutilizados o devastados.

Se hizo, al mismo tiempo que el rece nacimiento, un cálculo de las existencias disponibles en el porvenir para la tala - llamadas existencias silvícolas para la tala - en los bosques finlandeses, y se llegó, para los dos decenios subsiguientes al reconocimiento a un promedio anual en la Finlandia de hoy en día, de 31 millones de metros cúbicos, y de 34 millones de metros cúbicos si se cortan en todas partes los árboles secos. Según el Profesor Ilvessalo se puede considerar que esas existencias para el corte son el mínimo que se debe mantener. Si se añaden a esto los árboles que se pudren donde han crecido, en su mayoría en regiones remotas, se llega a un promedio anual de 34-36 millones de metros cúbicos de retiros "normales". En el siguiente balance de crecimiento (madera de tallo y follaje excluyendo la corbeta) se dan, en millones de metros cúbicos, los retiros reales de madera de los bosques finlandeses, el crecimiento anual y los retiros "normales":

Promedio de los años

Retiros

Crecimiento

"Retiros normales"

1923-1934

41

46

38

1935-1939

42

46

38

1940-1944

33

46

38

1945-1948

481

41

34-36

1 Cifra imprecisa.

En cuanto a la postguerra, conviene recordar que la cesión de extensos bosques ha reducido la cifra de crecimiento mientras que la reconstrucción, el reacomodo de la población evacuada de los territorios cedidos, las entregas por con capto de reparaciones de guerra, la escasez de carbón mineral y el rápido aumento de las exportaciones ha acrecentado los retiros de madera muy por encima de los "normales".

La interrupción de las exportaciones y la escasez de combustibles importados durante la guerra provocaron una mayor utilización de la madera incluso durante los años que siguieron inmediatamente a la cesación de las hostilidades continuaba la industria valiéndose de la leña como combustible. El aprovechamiento de la madera (madera del tallo y follaje, excluyendo la corteza) para fines diversos se ha hecho con arreglo a los siguientes porcentajes:


1923-38

1938

1940-44

1946

Materia prima para la industria

44.4

47.8

25.4

31.4

Leña para consumo industrial

3.1

3.2

9.1

9.1

Usos domésticos de la población rural

34.2

30.7

37.7

32.9

Exportaciones de madera en bruto

8.4

7.7

2.8

4.2

Medios de comunicación

3.6

3.7

10.2

9.3

Otros fines

6.3

6.9

14.8

13.1

A partir de 1948 y debido más que nada a las crecientes importaciones de carbón, se tiende a hacer el mismo uso de la madera que antes de la guerra.

El análisis del aprovechamiento de la madera según las diferentes industrias confirma que, desde 1930 no se amplían los aserraderos, industria maderera la más antigua y fuerte; evidentemente se ha llegado al límite en cuanto a la pro visión de materia prima. En cambio, la industria de la pasta y del papel se ha desarrollado mucho, como asimismo la de fabricación de maderas multilaminares, y la relativamente moderna de prefabricación de casas y de sus partes, la de fibras y rayón, etc., todas las cuales utilizan ahora madera en mayor proporción que antes. En 1946 las materias primas se repartieron entre la industria en la si guíente proporción: aserraderos, 52 por ciento; pasta y papel, 41.8 por ciento; fabricación de maderas multilaminares, 5 por ciento; otras industrias forestales, 1.2 por ciento.

El Profesor Ilvessalo ha llegado a la conclusión de que a causa de la pérdida en favor de la Unión Soviética de una parte considerable de los recursos forestales y de muchas empresas madereras 1, no se puede esperar que esta industria recobre en algún tiempo el nivel de antes de la guerra

1 En un articulo en que se ocupa de los efectos de la guerra sobre la provisión de materias primas para las industrias forestales, (publicada en la Revista Económica de Kansallis-Osake-Pankki, No. 1, Helsinki, noviembre de 1949), el Profesor Fino Saari enumera las fábricas que se han perdido y su producción anual, de la siguiente forma: 77 aserraderos (200,000 standards). Cuatro fábricas de madera multilaminar (45,000 m³). Siete fábricas de celulosa (390,000 toneladas). Siete fábricas de pasta de madera y de cartón (65,000 toneladas de pasta y 20,000 de cartón). Cuatro fábricas de papel (37,000 toneladas). Una fabrica de carretes y canillas (700,000 gruesas de carretes y canillas) y una fábrica nueva de rayón.

El folleto de que estamos tratando con tiene también datos sobre el régimen de propiedad de los bosques finlandeses. Se observa, después de la guerra, la tendencia a que haya más bosques de propiedad privada, especialmente en posesiones pequeñas. Se debe esto a que fueron los bosques del Estado los que resultaron más afectados por las cesiones hechas de acuerdo con el tratado de paz, y a que al establecerse de nuevo la población evacuada se han reducido los latifundios mediante compras o incautaciones. A principios de 1948 el régimen de propiedad de los bosques se podía clasificar de la siguiente manera: privada, 57.3 por ciento: del Estado 34.2 por ciento; compañías 6.8 por ciento: comunidades 1.1 por ciento; iglesia 0.6 por ciento.

El folleto del Profesor Ilvessalo incluye también algunos datos resumidos sobre la administración y organización de los bosques, legislación forestal y sobre los trabajos de investigación forestal que se están llevando a cabo en Finlandia.

The Estimation of Fire Hazard in Great Britain. (El Cálculo de los Peligros de Incendio en Gran Bretaña). T. R. Peace. Forestry (Revista de la Sociedad de Silvicultores ingleses), XXII, 2, 1948. 16 págs. 7 chelines y 6 peniques

En este informe se resumen los ensayos que durante cuatro años se han ve nido haciendo en el bosque de Dean de un método para calcular los peligros de incendio basado en los trabajos realizados por Wright y Beall en el Canadá. También se ensayó un método ideado por la Oficina Meteorológica, pero dio resultados demasiado imprecisos para que tuvieran utilidad práctica. Se puede utilizar el sistema Wright Beall, obteniéndose para cada localidad una curva razonablemente continua que concuerda bastante bien con los cálculos de los forestales experimenta dos y con la ocurrencia efectiva de incendios. Se describen ambos métodos de cálculo.

A causa de lo variado del clima inglés, se deben aplicar las medidas a una zona limitada en torno a la estación en que se hagan los cálculos. Es digno de particular mención el hecho de que durante todo el período de ensayos el índice de peligro nunca pasó de 12 lo cual significa que nunca se llegó a las condiciones de mucho peligro (a menudo llamadas explosivas), que en el sistema canadiense se reflejan mediante los valores 13-16. El autor llega a la conclusión de que eso corresponde a la realidad, ya que en Norteamérica se presentan períodos de baja humedad mucha más prolongados que en Inglaterra. Todo esto constituye un interesante ejemplo de cómo aplicar una técnica ideada en un país a los problemas de otros.

Forestry and Water Supplies in South Africa. (La Silvicultura y el Abastecí miento de Aguas en Africa del Sur). C. L. Wicht, Dr. Ing., F.R.S. Boletín del Ministerio de Silvicultura de la Unión Sudafricana No. 33. 58 págs. 1949. 6 peniques.

Con frecuencia hemos oído la afirmación, principalmente en boca de profanos, de que las plantaciones forestales y en particular las de especies exóticas han producido el efecto de hacer que escaseen los abastecimientos de agua en Sudáfrica. Con este informe se pretende plantear el problema desde un punto de vista más adecuado. Se examina la hidrología de las zonas forestales sudafricanas, las pruebas que existen de que se haya modifica do el ciclo del agua con la administración de las tierras, y las pruebas concretas de los efectos de los bosques sobre el abasta cimiento de aguas de Sudáfrica. En algunos casos, puede atribuirse la desecación de manantiales y corrientes de agua después de realizadas plantaciones de árboles a la coincidencia de una importante disminución de la precipitación pluvial, y el que volviera a brotar el agua después de las talas, también a la coincidencia de que aumentara por entonces la precipitación. Las pruebas no son, ni mucho menos, completas y en algunos casos son contradictorias, pero después de analizarlas y de estudiar información pertinente emanada de otros países, el autor llega a las siguientes conclusiones, sujetas a modificación cuando se conozcan los resultados de los trabajos pormenorizados que se están llevando a cabo:

1. La plantación de árboles exóticos, dejándolos crecer hasta que sean maderables, no gastará probablemente más agua de la que hubieran empleado los bosques indígenas en caso de que hubieran estado emplazados en lugares comparables.

2. Las plantaciones de bosques de especies exóticas e indígenas consumirán más agua que la vegetación esclerófila o gramínea. No se conoce la magnitud de las diferencias, pero en el caso de las plantaciones probablemente sean mayores cuanto más se desvíen las condiciones de las reinantes en verdaderas regiones de monte alto, de clima húmedo.

3. El consumo de agua por plantaciones de árboles, bosques naturales y otras asociaciones vegetales dependerá principalmente de la cantidad de agua disponible en el suelo.

4. Las asociaciones vegetales del mismo orden ecológico, es decir, las que ocupen posiciones análogas en la sucesión de la vegetación, consumirán volúmenes aproximadamente iguales de agua.

5. Los pantanos y marismas tienden a secarse si se plantan árboles en ellos y también si la sucesión natural avanza hasta convertirse en bosque estabilizado espontáneamente (clima). El agua está siempre a disposición de las raíces de los árboles, o es fácilmente accesible a ellas, por encontrarse casi totalmente estancada.

6. No hay pruebas de que, a igualdad de todas las demás condiciones, las especies arbóreas de crecimiento rápido requieren más agua que las de crecimiento lento.

7. La eliminación de la vegetación, natural o artificial, de las cuencas, en particular a lo largo de las orillas de los ríos, aumentará el caudal de éstos si bien la ventaja es probablemente temporal ya que depende de la retención de los suelos profundos y ricos en humus, la cual es imposible si no hay una buena cubierta vegetal.

8. El espeso tapiz vegetal de las plantaciones y bosques retarda las avenidas y mejora y conserva los suelos.

Por lo tanto, cuando se piense en hacer plantaciones de árboles, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. No se deben hacer plantaciones ex tensas a menos que existan buenas probabilidades de que el dinero invertido rinda suficientes utilidades, o bien, que exista alguna razón local convincente que demande la plantación de arboles, como por ejemplo, de los que den varas o palos aptos para la construcción de chozas, en los territorios habitados por indígenas, con objeto de reducir la explotación de los bosques naturales; razones estéticas; producción de leña para las granjas, abrigo para el ganado.

2. En la medida de lo posible debe limitarse la plantación de árboles a regiones forestales donde la precipitación pluvial sea abundante. Hay muchas zonas en Sudáfrica en las que no se deben estimular las plantaciones extensas.

3. Desde el punto de vista de la conservación del agua, deben preferirse los cultivos forestales de rotación a largo plazo a los de rotación a corto plazo, de beneficios rápidos, tales como el eucalipto para puntales de mina o la acacia, por su corbeta curtiente. Al hacer esta afirmación, no perdemos de vista el importante papel económico que desempeñan esos productos. Sin embargo, debe seleccionarse con cuidado el lugar donde obtenerlos.

4. En los casos en que se utilice el caudal de los ríos para riego o para fines industriales o abastecimientos municipales, no se deben plantar las zonas húmedas que haya a lo largo de los mismos. Esta es la política que ha seguido el Ministerio de Silvicultura desde 1932.

5. La simple plantación de árboles no es silvicultura. Son esenciales el empleo de métodos silvícolas sólidos, y la administración dasocrática sobre la base del rendimiento sostenido, si no se tiene eso en cuenta, los efectos pueden ser perjudiciales aún en los lugares más adecuados.

The Charles Lathrop Pack Demonstration Forest. Warrensburg, N.Y. (El Bosque Experimental Charles Lathrop Pack). Resultados de 20 años de administración forestal intensiva. Clifford H. Foster y Burt P. Kirkland. 36 págs., ilus. Fundación Charles Lathrop Pack de Silvicultura, Wáshington, D C., Estados Unidos de América. 1949.

En 1927 compro el finado Charles Lathrop Pack una propiedad de 880 hectáreas, parcialmente cubierta de bosque, cerca de Warrensburg, Estado de Nueva York, en el corazón de la región natural del pino albar (Pinus strobus). Deseando que se dedicara esta finca a demostrar las posibilidades de la silvicultura científica y económica, la colocó bajo la administración del Colegio de Silvicultura del Estado de Nueva York, de Syracuse. En el folleto de que nos ocupamos se pasa revista a los resultados de la cuidadosa administración realizada durante los años subsiguientes.

En la época en que se adquirió la pro piedad, gran parte del bosque había sido talado, pero existían zonas bastante gran des con mocitos de pino albar satisfactoriamente puros. Se habla efectuado la reproducción natural del pino, en su mayor parte en terrenos que se habían talado con anterioridad para fines agrícolas en las partes de la finca que siempre habían estado cubiertas de bosques dominaban las especies de hola ancha y la reproducción de pinos era muy escasa. Los trabajos de fomento se iniciaron en 1927. Se creó un pequeño vivero y se trajeron de Syracuse arbolillos para hacer plantaciones. En el invierno que siguió se levantó un mapa del bosque, dividiéndolo en fracciones marcadas en forma permanente. Para cada una de estas fracciones se determinó el volumen de madera en pie y el estado de los árboles por medio de parcelas circulares de muestra con superficie de 0.1 hectárea, situadas al azar. Se hicieron los cálculos de crecimiento mediante la fórmula de Schneider, haciendo taladros para conocer el incremento.

La determinación de las cortas anuales se hizo marcando muestras en cada fracción y para 1930 se reunió toda la información pertinente en un plan de trabajo. Unas 19 hectáreas se dedicaron a "reserva ecológica" en la que no se ha permitido hasta hay corta o alteración alguna.

El plan de administración perseguía el fin de repoblar los terrenos sin árboles mantener los cortes anuales bien por de bajo del crecimiento anual, con objeto de que aumentara el número de árboles, hacer clareos en todo el bosque a intervalos frecuentes con objeto de reducir al mínimo las pérdidas por mortalidad, y favorecer el desarrollo de los árboles susceptibles de producir la madera de mejor calidad,

La vulnerabilidad del pino albar a la roya vesicular (Cronartium ribicola) presentó un problema especial de protección forestal que se resolvió satisfactoriamente al lograr la erradicación de las especies donde se refugia este parásito (Ribes spp.)

Se construyó en el bosque un pequeño aserradero fijo y se acondicionó otro transportable, que montado sobre un camión puede aserrar pequeñas cantidades de trozas donde se desee.

El bosque quedó abierto al público para la caza, la pesca y otras actividades recreativas y, de acuerdo con la voluntad de su fundador, se ha dedicado amplia mente a fines de educación del público.

En 1947 se clasificaron unas 529 hectáreas como pobladas de árboles en estado de ser vendidos, y el resto quedó ocupado por plantaciones, macizos jóvenes de especies de hola ancha, parcelas administrativas etc. Durante el intervalo de 18 años que medió entre 1930 y 1947 los cortes ascendieron a casi 31000 m³ y durante el mismo período el volumen de árboles maderables en pie aumentó en algo más del 45 por ciento. Se ha obtenido pues, un rendimiento de cerca de 3 m³ por hectárea de la parte del bosque que estaba siendo realmente explotada, mientras al mismo tiempo se realizaban grandes progresos en cuanto al aumento del número de árboles. Se considera que los resultados presentan gran importancia para los explotadores de bosques de la región.

Wood Specimens (Muestras de Madera). 206 págs. 100 reproducciones en color. Publicado por la Revista industrial Wood, Londres. 1949. 2 libras y 2 chelines.

Cada semana, la revista industrial Wood (Madera) del Reino Unido reproduce a colores naturales una muestra de madera comercial. Se ha publicado ahora en forma de libro una selección de las de ellas. Constituye una atractiva y útil obra de consulta para todos los que se interesan seriamente por las diversas clases de maderas. Las reproducciones publicadas incluyen casi todas las maderas más comunes, la mayoría de las más conocidas maderas decorativas y algunas de las llamadas "maderas nuevas". Cada muestra va acompañada de unas notas sobre el ambiente en que crece, su desarrollo, propiedades y usos industriales, así como también algunas ilustraciones del árbol y de su hoja. Se dan numerosas referencias a los nombres botánicos, comerciales y locales. En la introducción se da una descripción general de las maderas de interés mundial y en un mapamundi se ilustran los re cursos madereros del mundo. Las reproducciones a color pueden dar lugar a con fusiones ya que el color de la madera es muy variable. Sin embargo, ayudan a apreciar la textura, la veta y otras características necesarias para identificar las majaras comerciales.

Tecnología de la Madera, Juan José Galante. Imprenta y Casa Editorial Coni, 684 Calle Perú, Buenos Aires. 1946.

Aunque publicado hace tres años, este libro es digno de mención por ser una bien documentada y completa obra, escrita en español, de tecnología de la madera en el más amplio sentido de la palabra El autor ha tratado de adaptarla a las condiciones reinantes en la Argentina y a las propiedades de las maderas indígenas o importadas que más se usan en la industria. Estudia sucesivamente las mude ras de construcción sobre las que ha hecha investigaciones las maderas argentinas y las importadas. El estudio de la madera aserrada y de su aprovechamiento en particular desde el punto de vista teórico e industrial, ocupan la mayor parte del libro.

Maderas de Venezuela. Harry Corothie. Imprenta Nacional, Caracas Venezuela 1948.

El propósito de esta obra es facilitar la identificación de las maderas venezolanas de uso más común valiéndose de sus propiedades macroscópicas. En la primera parte se enumeran y definen las pro piedades macroscópicas que pueden servir para identificar las diferentes maderas. El autor da una lista de las familias botánicas comprendidas en cada grupo de características de identificación y utiliza un sistema de numeración para agrupar los caracteres de cada familia y de cada especie principal con vista a su identificación. Señala también el autor cuáles son las características que se presentan frecuente, pero no constantemente. En la última parte del libro se clasifican las especies según los posibles usos a que se pueda destinar su madera: una lista alfabética de los nombres comunes permite hallar los nombres científicos. Al redactar esta obra, el autor se sirvió del Herbario Nacional y de los trabajos de los botánicos del Gobierno. Se trata de un libro de texto que debe recibir una calurosa acogida como aportación a la literatura técnica española de esta especialidad.

Report of the Forest Department for the Years 1946-1947, (Informe del Departamento Forestal - Años 1945-1947). Colonia y Protectorado de Kenya 57 págs. 1949. 5 chelines.

Este informe, que con tanto retraso se da a la luz, no sólo expone las actividades que se llevaron a cabo durante el período indicado, sino también la evolución de los rasgos más salientes de la amplia política forestal que últimamente ha promulgado el Gobierno como resultado de los estudios realizados por un subcomité del Comité de Fomento. Por suerte, y gracias a la perspicacia y determinación de Sir David Hutchins, Conservador de Bosques en 1908-11, hace tiempo que se reservaron las principales zonas forestales.

Las características más notables de la nueva política forestal son las siguientes: (1) Los bosques son un patrimonio de la nación que debe mantenerse para bien del país y para beneficio de su pueblo. Esto exige que el Gobierno mantenga y administre un elevado porcentaje de bosques y que fije una política forestal a largo plazo con respaldo económico estable y que no sufra alteraciones con los vaivenes de la política. (2) Se deben reservar todos los bosques útiles o potencialmente útiles, incluso los de protección. (3) Se deben administrar científicamente todos los bosques con arreglo a amplios y detallados programas. (4) Se deben emplear todos los medios posibles para estimular la silvicultura en todas partes. (5) Se atenderán todos los bosques hasta que alcancen el estado de plena productividad, para así satisfacer las necesidades tanto nacionales como de exportación.

Se han calculado las cantidades de madera aserrada que se necesitarán en el interior del país durante los próximos 30 años y se propone un programa de plantación con que satisfacer esa demanda, acompañado por el correspondiente pro, grama de personal y presupuestos de inversión y de explotación. El Informe del Comité de Fomento concede a la silvicultura mucha más importancia que antes, llegando a triplicar las erogaciones en el presupuesto que propone. Reconoce que los bosques constituyen una riqueza productivo fundamental susceptible de desempeñar un importante papel en el desarrollo económico.

En cuanto a las actividades propiamente dichas, se ha progresado en muchos aspectos. Se han mejorado la protección contra incendios y los transportes mecánicos: se han construido carreteras y edificios, el personal es mucho más numeroso, la instrucción más completa y se han establecido distritos y divisiones territoriales para los trabajos de campo. Se ha iniciado la revisión detallada de todos los linderos y se ha emprendido un pro grama para examinar y separar los bosques que deban declararse reservas, todo ello de acuerdo con criterios que ha establecido la Comisión de Limites Forestales. Se proyecta una Organización de Investigaciones Agrícolas y Forestales para el Este de Africa, de la que han te beneficiarse todos los interesados. Hasta la fecha se ha prestado poca atención a la investigación forestal. La decisión de re acondicionar a las locomotoras para que quemen petróleo permitirá dedicar grandes cantidades de eucalipto a otros usos. Se está iniciando el aprovechamiento económico de los bosques naturales de las tierras altas, que hasta ahora se habían dedicada únicamente a fines de protección. Mucho falta para llegar a una silvicultura eficaz. Se piensa en tomar medidas prácticas para integrar la silvicultura de Kenya más estrechamente con la de los territorios vecinos. El informe revela un programa ambicioso y progresista.

Die Forstbenutzung. (Aprovechamiento de los Bosques). Karl Gayer y Ludwig Fabricus. 733 págs. Editorial Paul Parey, Berlín, 1949.

Se trata de la decimacuarta edición de este conocido libro de texto alemán. Los autores reconocen que sólo han hecho las revisiones más indispensables, ya que para poner la obra por completo al día se necesitarían años de trabajo. Sólo a causa de la escasez de libros de texto de silvicultura se decidió darlo a la luz lo antes posible, sin cambios de importancia.

Einfuhrung in die Forstliche Zuwachs-u, Ertragslehre. (Introducción al Estudio del Desarrollo y Rendimiento de los Bosques). Karl Vanselow, 156 págs., ilus. Tercera edición corregido y aumentada. 1948. J. D. Sauerländer, Frankfurt am Main, Alemania. 8.80 marcos.

Se ha venido enseñando todo lo relativo al desarrollo y rendimiento de los bosques como un capítulo, bien sea de la medición de volúmenes forestales o de la administración de bosques. El autor considera que los mencionados temas son tan fundamentales para la silvicultura en general que deben ser estudiados aparte dedicándoles toda la atención que merecen. Consagra, pues, todo el libro a examinar y analizar el crecimiento y rendí miento de diferentes árboles y de macizos enteros. No se llegó a las cifras de crecí miento mediante fórmulas matemáticas, sino que proceden de medidas hechas en muchas parcelas de muestra, por las estaciones silvícolas experimentales. Comprenden bosques de una o varias de las siguientes especies: haya, pícea, pino y roble, bien sean originados por semilla (monte alto) o brote (sotos) Se estudian los aumentos de crecimiento provocados por los clareos para abrir paso a la luz. Un capítulo está dedicado al rendimiento potencial de un bosque "ideal" normal, y al final figura una extensa bibliografía. En resumen, este libro reúne la información que se encontraba dispersa en publicaciones silvícolas, y señala los problemas que necesitan ser investigados más a fondo.

Grundbegriffe aus Forstlicher Messkunde mit Besonderer Berucksichtigung des Feldmessens. (Fundamentos de las Mediciones Forestales con especial Referencia a la Agrimensura Forestal). Hans Hufnagel y Hans Puzyr. 197 págs. ilus. Georg Fromme y Cía., Viena, Austria. 1949. $1.50 (dólares).

El propósito de este manual es ayudar a los forestales en sus actividades de campo. De sus tres breves capítulos, el primero trata de la medida de trozas, de árboles en pie y del volumen de macizos enteros. Otro pasa revista a los diferentes métodos de agrimensura: los geodésicos los de nivelación y los de demarcación de bosques. En el último capitulo se hace un análisis detallado de los trabajos de campo verificación de errores y preparación de planes de trabajo y de mapas forestales. La exposición es sencilla y se concreta a los elementos que todo forestal debe conocer para poder realizar bien su trabajo práctico en los bosques. Pertenece este librito a una colección que se está preparando sobre los elementos de la silvicultura, del aprovechamiento de los bosques, de su protección, etc.

Lumber, Plywood, and Allied Products Industry Report, (Informe de la Industria de la Madera Aserrada, de la Madera Multilaminar y Productos Afines). Publicación trimestral con un suplemento estadístico anual. Oficina de Comercio Interior de la Secretaria de Comercio de los E.U.A. 40 págs Government Printing Office, Wáshington, D. C., Septiembre de 1949. 1 dólar.

La Secretaria de Comercio de los E.U.A. ha variado el formato y alcance de su Informe acerca de la Industria Maderera, le ha puesto un nombre nuevo a esta publicación trimestral y le ha añadido un suplemento estadístico anual. El objeto que se persigue con ella es coordinar y simplificar el caudal de datos de producción, existencias y mercadeo que reúnen las organizaciones gubernamentales y las de la industria. Al presentarse juntamente toda la información, los diferentes sectores de esa industria Irán reconociendo su interés común. La revista en su anterior formato resultaba muy útil para sus lectores y esta forma ampliada lo será, sin duda, aún más.

Deseamos hacer constar la amable cooperación de los editores de las publicaciones cuya lista se da a continuación, que se reciben en la FAO a cambio de UNASYLVA y del Anuario de Estadísticas de Productos Forestales.

Alemania

Allgemeine Forst-und Jagdzeitung
Forst und Holz
Forstwissenschaftliches Centralblatt
Holzforschung
Natur und Volk
Das Papier
Weltholzwirtschaft
Zeitschrift für Weltforstwirtschaft

Argelia

Le Chene-Liege

Australia

Australian Timber Journal
Forest Products News Letter
Organic Farming Digest

Austria

Allgemeine Forst-und Holzwirtschaftliche Zeitung
Garten-Zeitschrift Illustrierte Flora
Internationaler Holzmarkt
Osterreichische Papier-Zeitung
Tyroler Bauern Zeitung

Bélgica

Agricultura
Bulletin de l'Association pour la Défense de l'Ourthe et de ses Affluents
Bulletin Agricole du Congo Beige
Bulletin du Comptoir de Vente dés Bois Congolais
Bulletin du L'Echo des Bois
Bulletin de la Société Centrale Forestière de Belgique
Bulletin de la Station de Recherches de Groenendael
Communications (Séries A, B, C), Travaux (Séries A, B, C)

Canadá

British Columbia Lumberman
Canadian Nature
Conservation
Forest and Outdoors
Forestry Chronicle
(La) Forêt et Conservation
Prairie Lumberman
Publications - (Association des Ingénieurs Forestiers de la Province de Québec)
Pulp and Paper Magazine of Canada
Revue Canadienne de Biologie
Timber of Canada
Woodlands Review
Woodlands Section Index

Colombia

Revista (Facultad Nacional de Agronomía)
Vida Rural

Checoeslovaquia

Drevarske Hospodarstvi
Interagra: Journal of the Institute for International Collaboration in Agriculture & Forestry
Lesnicka Prace
Polana

China

China Weekly Review

Chipre

Forest Treasures - The Journal of the Cyprus Forestry Association

Dinamarca

Dansk Skovforenings Tidsskrift
Forstlig Budstikke
Hedeselskabets Tidsskrift
Tidsskrift for Planteavl

España

Montes (Publicación de los Ingenieros de Montes)

Estados Malayos

Malayan Forester

Estados Unidos de América

Alabama Conservation
American Box Maker
American Forests
Arborist's News
Barrels, Boxes, Packages
Bulletin of Duke University - School of Forestry
Bulletin - Institute of Paper Chemistry
Bulletin - Yale University- - School of Forestry
California Forester
Castanea
The Chemical Bulletin
Connecticut Woodlands
Contributions (Boyce Thompson Institute)
The Cross Tie Bulletin
Crow's Pacific Coast Lumber Digest
DuPont Magazine
Facts for Industry
Farm and Home Research
Fibre Containers
Fire Control Notes
Forest and Park News
Forest Club Quarterly
Forest Farmer
Forest Leaves
Forest Research Notes
Forestry Bulletin of the Tennessee Valley
Forestry Digest
Furniture Manufacturer
Industrial Bulletin
Interchemical Review
International Woodworker
Journal of Franklin Institute
Journal of Forestry
Journal of Soil and Water Conservation
The Laboratory
Living Wilderness
The Lumber Merchant
Mississippi Valley Lumberman
Monsanto Magazine
Monthly Bulletin - News Print Service Bureau
Monthly Statistical Summary
Morris Arboretum Bulletin
National Hardwood Magazine
National Lumber Trade Barometer
New Technical Books
Pacific Northwest Industry
Pacific Plastics Magazine
Paint Industry Magazine
Paper Industry and Paper World
The Paper Maker (Hercules Powder Co., USA)
Paper Mills News
Paper Trade Journal
Pulp and Paper Industry
Rayon Organon
Research Notes
Sierra Club Bulletin
Southern Lumber Journal
Standardization
Station Notes
Timber Topics
The Timberman
Tree-Ring Bulletin
Trees (U.S.A. - Prompt Printing Publishing Co.)
Unit
Wisconsin Conservation Bulletin
Wood Preserving News
Wood Working Digest
The Wooden Barrel

Finlandia

Finnish Paper and Timber Journal
Finnish Trade Review
Skogsbruket

Francia

L'Action Forestière et Piscicole
Arbre
(Le) Bois
Bois et Forêts des Tropiques
Bois et Résineux
Bois et Scieries
Le Bois National
Bulletin de la Société Forestière de Franche Comte et des Provinces de L'Est
Bulletin de l'A.T.I.P.
Bulletin de la Société National d'Acclimation et de la Protection de la Nature
Bulletin Officiel de la Fédération des Associations de Communes Forestières Françaises
(Les) Cahiers des Ingénieurs Agronomes
Economie et Humanisme
La Papeterie
Revue du Bois
La Revue Forestière Française
Revue Internationale du Bois
Urbanisme

Grecia

Publications - Ministry of Agriculture, Direction of Forestry

Holanda

De Houthandel (Lumber Trade)

International Building and Wood Workers Survey (Newsletter)

Statistische en Econometrische Onderzoekingen; Maandstatistiek van de In-Uit-en Doorvoer Jaarcijfers voor Nederland

Tidschrift over Plantenziekten Mededelingen Landbowhogeschool

Hungría

Erdeszeti Lapok

India

Indian Forest Bulletin; India Forest Leaflet Indian Forest Record - Forest Research Institute and Colleges

Indian Print and Paper

Indian Pulp and Paper

Indonesia

Archief voor de Rubbercultuur
Korte Mededeeling van het Boschbouwproefstation
Tectona

Inglaterra

Arbor
British Plastics
Building Science Abstracts
Empire Forestry Review
Endeavour
The Field
The Paper Container
Paper Maker
Paper Making and Paper Selling
Quarterly Journal of Forestry (Royal English Forestry Society)
Review of Applied Mycology
Rothamsted Experimental Station Report
Scottish Forestry
Sylva
Technical Bulletin (Technical Section - Paper Makers' Association of Great Britain & Ireland)
Timber and Plywood
Timber News and Sawmill Chronicle
Timber Trades Journal
Trees - Journal of the Men of the Trees
Wood - Forestry, Marketing, Application
World's Paper Trade Review

Italia

Bollettino di Statistica Agraria e Forestale
L'Industria della Carta
Italia Forestale e Montana
Review of the Economic Conditions in Italy

México

El Mensajero Forestal

Noruega

Meddelelser fra Vestlandets Forstlige Forsksstasjon
Skog-og Landarbeideren
Skogbrukeren
Skogeieren
Tidsskrift for Skogbruk

Polonia

Las Polski

Portugal

Agros (Boletin da Associacao Estudantes de Agronomia)
Boletin da Junta Nacional da Cortica
Boletin Mensal do Instituto Nacional de Estadística
Centro Estudes Economicos
Pinhal e Resina

Puerto Rico

(The) Caribbean Forester

República Dominicana

Agricultura

Rodesia del Sur

Rhodesia Agricultural Journal

Rumania

Bulletin de l'Institut National de Recherches Technologiques de Roumanie

Suecia

Afarsvarlden
Norrlands Skogsvardsforbunds Tidsskrift
Svensk Papperstidning
Svenska Skogsvardsforeningen
Svensk Travarutidning
Svenska Traforskninginstitutet
Travaruindustrien

Suiza

Geobotanisches Forschungs Institut Rubel in Zurich
Holz
Der Praktische Forstwirt fur Die Schweiz Administration
Schreiner Zeitung
Schweizer Naturschutz (Protection de la Nature)
Schweizerische Zeitschrift für Forstwesen

Unión Sudafricana

Journal of the South African Forestry Association- also Scientific Bulletin
South African Timber Trades Journal

Venezuela

Publicaciones del Ministerio de Agricultura y Cría, Dirección Forestal y de Conservación de Suelos

Las naciones que aceptan esta Constitución, decididas a promover el bienestar común fomentando de su parte la acción individual y colectiva con el fin de:

elevar los niveles de nutrición y las normas de vida de los pueblos bajo su respectiva jurisdicción;

lograr una mayor eficiencia en la producción y distribución de todos los productos alimenticios y agrícolas;

mejorar las condiciones de la población rural,

y de este modo contribuir a la expansión económica mundial,

establecen por la presente la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación..., por cuyo conducto los miembros se informarán recíprocamente sobre las medidas que adopten y el progreso que se alcance en las actividades expuestas en este Preámbulo.

Preámbulo de la Constitución de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

Miembros de la FAO

AFGANISTÁN
ARABIA SAUDITA
AUSTRALIA
AUSTRIA
BÉLGICA
BIRMANIA
BOLIVIA
BRASIL
CANADÁ
CEILÁN
COLOMBIA
COSTA RICA
CUBA
CHECOESLOVAQUIA
CHILE
CHINA
COREA
DINAMARCA
ECUADOR
EGIPTO
EL SALVADOR
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
ETIOPÍA
FINLANDIA
FRANCIA
GRECIA
GUATEMALA
HAITÍ
HONDURAS
HUNGRÍA
INDIA
INDONESIA
IRAK
IRLANDA
ISLANDIA
ISRAEL
ITALIA
LIBANO
LIBERIA
LUXEMBURGO
MÉXICO
NICARAGUA
NORUEGA
NUEVA ZELANDIA
PAISES BAJOS
PANAMÁ
PAQUISTÁN
PARAGUAY
PERÚ
POLONIA
PORTUGAL
REINO UNIDO
REPÚBLICA DOMINICANA
REPÚBLICA DE LAS FILIPINAS
SIRIA
SUECIA
SUIZA
TAILANDIA
TURQUÍA
UNIÓN SUDAFRICANA
URUGUAY
VENEZUELA
YUGOESLAVIA


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