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I. Investigaciones forestales

Por R. C. ROL, Profesor de la Escuela Nacional de Aguas y Bosques, Nancy, Francia.

Durante un período de tiempo inmemorial, los bosques de Francia fueron explotados sin programa alguno, conforme se presentaba la necesidad, siendo con frecuencia destruidos totalmente, y sólo las extensiones para caza reservadas al amo, propietario del bosque, estaban sujetas a cierta administración. Por aquellos tiempos, el forestal representaba esencialmente un papel de guardián, mas la necesidad de madera siempre en aumento constante, así como la reducción cada vez mayor de la superficie arbolada, poco a poco fué relegando el carácter restrictivo de las actividades del forestal a un papel secundario, llegando a convertirse el forestal en un técnico, encargado del fomento del dominio forestal. Así nació la ciencia forestal, formada de un conjunto de técnicas de cultivo y de explotación, al principio basadas en métodos puramente empíricos, pero con el tiempo fundadas sobre observaciones cada día más precisas y científicas.

Estación experimental en Royat (Puy de Dôme). En esta estación se ensaya un gran número de especies, en particular numerosas variedades del Pino albar (Pinus sylvestris).

Pero la simple observación, a menudo engañosa tratándose de biología, puede ser particularmente difícil en el caso de los árboles, ya que los factores que influyen en la vida del bosque son numerosos y complejos y con frecuencia reaccionan los unos sobre los otros de una manera sumamente desconcertante. El análisis de estos fenómenos requiere por lo tanto Un sentido crítico excepcionalmente desarrollado y siempre contiene un elevado porcentaje de interpretación personal. La observación en materia forestal tropieza además con dificultades inherentes debidas A las diferentes particularidades morfológicas y fisiológicas de los árboles, en cuanto a su relativa longevidad, capacidad de crecimiento y durabilidad de los tejidos lignosos.

Muy pronto, los silvicultores franceses se dieron cuenta de que la observación por sí sola, aunque de utilidad, era insuficiente, y que se hacía necesario recurrir a la investigación para resolver un gran número de los problemas. Pero desgraciadamente la labor de investigación forestal tropezó con las mismas dificultades que la observación, de tal suerte que en la mayoría de los casos el investigador aislado se desalentaba cuando sus esfuerzos se veían obstaculizados por dificultades de orden material resultantes de las dimensiones de los árboles, de las propiedades físicas de la madera, o sea su consistencia lignosa, y el tiempo tan largo que hacía falta esperar para poder llegar a alguna conclusión.

DESARROLLO HISTÓRICO

La labor de investigación forestal es trabajo de conjunto y no puede ser emprendida con éxito sino por un organismo especializado capaz de asegurar la continuidad necesaria para los experimentos iniciados. No ha sido sino hasta época relativamente reciente, a fines del siglo diecinueve, que en Francia se impuso la necesidad de crear tal organismo especializado, la Estación de Investigaciones Forestales.

No obstante, sería injusto no citar aquellas personas que, al final del siglo dieciocho y principios del diecinueve, intentaron los primeros experimentos en materia forestal: Duhamel du Monceau 1700-1782, Varenne de Fenville (1700-1793) y sobre todo, Philippe André de Vilmorin. Fué este último el que, de 1821 a 1862, organizó en el Domaine des Barres, actualmente propiedad del Estado, los primeros experimentos sobre diferentes métodos para el cuidado de ciertos árboles maderables, tales como el pino albar (Pinus Sylvestris), el pino Laricio (Pinus nigra var. calabrica), y el roble americano. Estos experimentos aún sirven como modelos de los cuales todavía pueden sacarse conclusiones útiles.

La experimentación forestal en Francia data realmente de la creación de la Estación Experimental de Investigaciones Forestales (Station de Recherches et Expériences Forestières) establecida por acuerdo ministerial del 27 de febrero de 1882, como un anexo a la Escuela Nacional de Aguas y Bosques (l'Ecole Nationale des Eaux et Forêts). Los comienzos de esta Estación fueron bastante modestos, pues hasta 1914 los fondos a su disposición eran en extremo exiguos. Su personal se componía de uno o dos funcionarios forestales cuyo campo de acción se veía forzosamente limitado a los bosques administrados directamente por la escuela y situados en las proximidades de Nancy. Como consecuencia, las investigaciones se limitaban exclusivamente a asuntos forestales o a los con ellos relacionados, tales como la meteorología forestal. Entre las investigaciones emprendidas durante este período (1882-1914) pueden citarse también las efectuadas sobre la influencia de los rateos, trabajo que fué iniciado por Bartet y continuado por E. Mery Cuif.

Ya en 1866, Mathieu, Profesor de Ciencias Naturales de la Escuela, hacia instalado una serie de estaciones meteorológicas a fin de investigar la influencia del bosque sobre el clima. Estos estudios fueron continuados y ampliados por los funcionarios de la Estación de Investigaciones y los resultados de ellos obtenidos, hoy día mundialmente aceptados, fueron publicados.

Era lógico que los profesores de la Escuela tuvieran una amplia participación en los trabajos de la Estación de Investigaciones: Henry fué un precursor en agrología, pero también se ocupo de diversos asuntos relacionados con la patología forestal y la conservación de bosques. Thiery y Petitcollot publicaron en 1897 los resultados de sus experimentos sobre la resistencia que presentaban ciertas especies de árboles a las enfermedades. De Bouville se ocupó principalmente de la piscicultura, siendo la Administración de Aguas y Bosques de la que dependían las aguas de tierra adentro.

ORGANIZACIÓN Y PROGRAMA

Después de la Primera Guerra Mundial hubo necesidad de reorganizar la Estación de Investigaciones, ya que la mayor parte de sus archivos había quedado destruida. Un acuerdo ministerial del 15 de junio de 1920 permitió ensanchar muy considerablemente el campo de estas investigaciones.

Se establecieron cuatro secciones: La primera, con un inspector al frente, tenía a su cargo, a la vez que la administración dasocrática de los bosques de la escuela, las investigaciones forestales propiamente dichas; las otras tres secciones se pusieron bajo la dirección de los profesores encargados de la enseñanza correspondiente a la botánica, zoología, y restauración de montes.

Esta forma de organización duró 17 anos, en el curso de los cuales la labor de investigación progresó vigorosamente. En 1937 M. Guinier, en esa época director de la escuela, efectuó una completa reorganización, la cual fué aprobada por acuerdo ministerial del 29 de diciembre de 1937, aumentando a siete el número de secciones de la Estación de Investigaciones. A partir de esa fecha, la organización ha permanecido igual, salvo algunas modificaciones de orden secundario.

La primera sección, encabezada actualmente por un conservador, continúa ocupándose de las investigaciones forestales en general y de la administración de los bosques de la Escuela. Su trabajo consiste principalmente en el estudio sistemático del crecimiento y del desarrollo e incremento de las principales especies forestales de Franela. Este trabajo se lleva a cabo en parcelas de muestra establecidas en el mayor número de estaciones donde ha sido posible y bajo diferentes condiciones climáticas. Periódicamente se hacen mediciones sumamente detalladas. Desgraciadamente, la Segunda Guerra Mundial perturbó profundamente este plan, pero ya está siendo nuevamente puesto en orden y al corriente. Además, se trata de experimentos de larga duración y, aunque se vea que se acumulan datos, es preciso que transcurra todavía mucho tiempo para lograr resultados que puedan ser reconocidos como válidos.

Como el conocimiento del clima local, así el macroclima como el microclima, es indispensable para llevar a cabo el trabajo de investigaciones forestales, en 1939 se instalaron varios observatorios meteorológicos de la silvicultura. Desgraciadamente, sus operaciones tuvieron que ser interrumpidas durante la guerra, y, por razones económicas, no pueden ahora ser reinstalados sino en forma paulatina.

Además de estos estudios estrictamente forestales la primera sección dedica también atención especial a los métodos para la extracción de resina del pino marítimo (Pinus pinaster). En 1938 se publicó Un informe importante sobre este asunto. Actualmente, están haciéndose estudios sobre la efectividad del ácido sulfúrico para activar la producción de resina en el pino.

La segunda y la tercera sección, bajo la dirección del profesor de botánica forestal, se encargan de todas las investigaciones relacionadas con esta ciencia. Pero mientras que la segunda sección se ocupa de la botánica forestal en general - anatomía y morfología de las plantas fibrosas, sistematología, geografía botánica, fitopatología, etc., según se aplican a la silvicultura - la tercera sección está principalmente interesada en la regeneración artificial en el más amplio sentido de la palabra, desde el estudio ecológico y genético de las plantas que pudieran aprovecharse, hasta la ejecución material de los trabajos de las plantaciones, comprendiendo la cosecha de semillas y el cuidado de los viveros. Esta sección se ocupa igualmente de la administración de los jardines botánicos de la escuela.

La cuarta sección, encabezada por el profesor de tecnología, se encarga de la investigación desde el punto de vista forestal, de la explotación forestal y del aprovechamiento racional de la madera. Esta sección trabaja en cooperación con el Laboratorio Central de Ensayo de la Madera en París, organismo dependiente de la Dirección de Aguas y Bosques, y realiza toda la labor de investigación técnica, desde el punto de vista industrial, sobre las propiedades físicas, químicas y mecánicas de la madera y sobre la preservación de la misma.

La quinta sección, dirigida por el profesor de pedología, estudia todos los asuntos relativos a los suelos forestales. El lugar importante que ocupa la pedología en la dasonomía moderna aumenta cada día, y uno de los problemas más difíciles de la vida forestal es la compleja relación que existe entre las variaciones de suelos y la evolución de las asociaciones de árboles. Este asunto fué tratado recientemente, sobre un plan local, por uno de los funcionarios de la Estación de Investigaciones.

La sexta sección se ocupa del trabajo de zoología forestal, y actualmente sus actividades están encaminadas principalmente a encontrar la forma de eliminar los diversos parásitos animales que destruyen nuestros bosques. Esta sección se dedica igualmente a estudios de hidrobiología y agricultura en cooperación con la Estación Central de Hidrobiología en París, y por lo tanto dispone para estas actividades del Establecimiento Hidrobiológico en Aix-les-Bains, a orillas del Lago du Bourget en Saboya. Desde 1920 esta sección ha publicado varios estudios sobre entomología forestal e hidrobiología.

La séptima sección está encargada de los estudios sobre economía de las zonas montañosas. En efecto, es posiblemente en las montañas, particularmente donde las condiciones climáticas son difíciles, tal como sucede en las regiones de más elevadas montañas o en las montañas del Mediterráneo, que los bosques representan un factor primordial para la estabilidad económica. De aquí que el forestal de la zona montañosa debe tomar en consideración no solamente el bosque en sí sino también el conjunto de problemas de estas regiones, y trabajar en estrecha cooperación con todos aquellos que estén interesados en los mismos problemas, especialmente con los geógrafos. La séptima sección tiene igualmente a su cargo la conservación de suelos, la reforestación de los terrenos montañosos, la administración de las zonas de pastoreo, la protección contra las avalanchas y el estudio de los glaciares y de la precipitación pluvial en las montañas. Éste es desde luego un programa muy extenso para el cual la sección no dispone de suficientes fondos.

En los Anales de la Escuela Nacional de Aguas y Bosques se encuentra publicada una descripción del trabajo efectuado por los funcionarios adscritos a la Estación de Investigaciones. Desde 1924 se han publicado 23 tomos, y en diversas revistas forestales han aparecido otros artículos de menor importancia. La biblioteca de la Escuela recibe en canje publicaciones de organizaciones similares en el extranjero.

Debido a que las condiciones económicas cambian constantemente, las ciencias fundamentales sobre las cuales están basados los servicios forestales han progresado rápidamente durante los últimos años. Por consiguiente, a cada instante surgen nuevos problemas, de una complejidad tal, que su solución requiere una mayor especialización y métodos de trabajo más eficaces de los que por el momento son posibles. Para poder solucionar satisfactoriamente estos problemas sería preciso reorganizar por completo la Estación de Investigaciones sobre nuevas bases y aumentar considerablemente el número de investigadores, adquiriendo al mismo tiempo equipo más moderno.

PROBLEMAS DE INVESTIGACIÓN EN LOS BOSQUES INDÍGENAS

No es posible que en un artículo tan breve como éste puedan describirse detalladamente los numerosos problemas que la Estación de Investigaciones deberá tratar de resolver con más o menos rapidez, por lo que nos limitamos solamente a mencionar el asunto.

Con motivo de la reducción en la demanda de leña y del creciente aumento en la demanda de maderas blandas, es indispensable, desde el punto de vista silvícola, mejorar los bosques renovables que cubren una gran parte de los terrenos forestales en Francia. Este mejoramiento tendrá que hacerse mediante la introducción de un número considerable de especies nuevas. Esto ha hecho surgir numerosos problemas, ya sean de carácter puramente científico o puramente técnico, tales como los de producción, recolección, conservación de semillas forestales, mecanización de las operaciones de los viveros y de los trabajos en las plantaciones, lucha contra los diversos enemigos de las plantas jóvenes tales como hongos, insectos, roedores, maleza, etc. El establecimiento de una silvicultura más intensa no podrá realizarse sin la práctica de investigaciones ecológicas minuciosas concernientes al clima, al suelo y a la biocenosis, y sin tener en cuenta los factores actuales relativos a la genética, o en otras palabras, sin practicar la selección de las especies. He aquí un extenso campo de investigación aun muy poco explorado.

Los bosques de la región de las Landas han sufrido daños considerables corno consecuencia de la guerra y de una sucesión de años extremadamente secos. La reposición de estos bosques debe considerarse desde un nuevo punto de vista, particularmente en lo que concierne a la protección contra incendios, para lo cual será necesario ensayar diferentes métodos. La Estación de Investigaciones no puede dejar de conceder atención a este asunto de importancia capital para la economía nacional, y es preciso que, tan pronto como sea posible, se considere lo relativo a la maquinaria experimental adecuada para tratar con este problema. La lucha contra los incendios constituye un problema de trascendencia no solamente para la región de las Landas, sino también para la zona del Mediterráneo y ano para muchos de los bosques situados en el centro y oeste de Francia, aunque los métodos de combate que se sigan deberán variar de acuerdo con las necesidades de cada región. Por consiguiente, todas estas regiones deberán quedar comprendidas dentro de las investigaciones.

Hasta hace poco, los experimentos de la Estación de Investigaciones se limitaban a los árboles forestales propiamente dichos, pero existen otros árboles tales como el castaño y el álamo que, aunque no están considerados generalmente como forestales, son sin embargo magníficos productores de madera. La Administración de Aguas y Bosques ha considerado con justa razón que en la época actual no pueden dejarse a un lado estas dos especies. Por este motivo se han formado dos comisiones especiales, integradas por expertos, cuya misión es la de coordinar todos los esfuerzos que tengan como objeto el establecimiento de nuevos bosques de álamos y la reposición de los castañares. Los secretarios técnicos de estas comisiones han sido adscritos a la Estación de Investigaciones de la Escuela, donde serán responsables de recopilar los documentos pertinentes y de emprender los experimentos necesarios. En Vineuil, en el valle del Loire, está en vías de formación un vivero especial que reunirá la mayoría de las especies de álamos que actualmente se cultivan y el cual permitirá establecer comparaciones interesantes.

El asunto de conservación de suelos y reforestación de montañas también presenta numerosos y urgentes problemas, pero no disponemos aquí de suficiente espacio para ocuparnos de ellos. Sin embargo, es preciso citar el caso de los millones de hectáreas en los Alpes del Sur que desde 1860 se empezaron a repoblar con pinos negrales (Pinus nigra) y que se aproximan ya a la edad madura. Con respecto a estos bosques surge el problema de si podrá asegurarse la regeneración de los mismos o si será preciso recurrir a la introducción de otras especies para asegurar la perpetuidad del bosque. La respuesta a esta incógnito dependerá de las condiciones ambientales bajo las cuales haya de llevarse a cabo cada proyecto de reforestación y variarán de acuerdo con ellas. Por lo tanto, deberán establecerse centros de experimentación, haciéndase al mismo tiempo estudios fitosociológicos sistemáticos.

Es evidente que bajo las condiciones actuales es imposible que una estación de investigaciones pueda permanecer aislada, por lo que, en interés de la investigación forestal, deberán establecerse estrechas relaciones con otras organizaciones similares y mantenerse en contacto frecuente entre los investigadores. Esta cooperación ya existía antes de 1939 y era patrocinada por la Unión Internacional de Estaciones de Investigación Forestal (Union Internationale des Stations des Recherches) pero lógicamente se vió suprimida durante el período de las hostilidades y las difíciles condiciones de la vida a continuación de la guerra no han permitido restablecer estos contactos sino en una forma lenta. No obstante, en 1948, un funcionario de la Escuela podo visitar Suecia, de donde regresó con gran acopio de documentación interesante, especialmente en lo relacionado con las investigaciones de carácter genético que desde hace mucho tiempo vienen siendo objeto de estudio en aquel país. Otro investigador recorrió los bosques de la América del Norte, principalmente las cordilleras de la costa del Pacífico, de donde provienen las especies exóticas más importantes de Francia. En distintas ocasiones se han establecido contactos con colegas suizos a propósito de los horadadores de la corteza, de la lucha contra el muérdago, del estudio sistemático de la nieve en las montañas elevadas, etc., y se espera que en el curso de los años puedan irse multiplicando estas relaciones indispensables.

La Estación Experimental de Investigaciones de la Escuela de Silvicultura se ha esforzado, a pesar del personal limitado de que dispone, en lograr el objetivo para el que fué establecida, es decir, "hacer progresar las diversas ciencias concernientes a la enseñanza forestal y prestar, tanto al personal forestal como a particulares, los servicios de información y consultivos relacionados con esta ciencia ". Es de desearse que en un futuro cercano esta estación pueda contar con recursos considerablemente mayores, para estar en condiciones de llevar a cabo experimentos en una escala que corresponda a la categoría de un país donde los bosques representan un papel importante en la economía general y donde actualmente se encuentran en vías de realización importantes trabajos de reforestación, gracias al Fondo Forestal Nacional.

Bibliografía

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