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El problema de la vivienda en Europa

Por el PERSONAL DE LA DIRECCION DE SILVICULTURA Y PRODUCTOS FORESTALES DE LA FAO

Se cuentan por centenares los artículos y fotografías que dan a conocer al mundo la destrucción causada por la guerra en diversos países europeos y el hecho de que existe una seria escasez de viviendas. Los escombros y ruinas que ha dejado en Europa la guerra a su paso, han venido a dramatizar al resto del mundo este problema de la escasez de viviendas en Europa. El horror que provocan las calles c abiertas por escombros en diversas ciudades europeas, las fotografías de paredes carcomidas y bamboleantes sirviendo de marco a grandes extensiones desoladas han servido para familiarizar al mundo con el hecho de que el alojamiento de millones de seres en Europa es una de las principales tareas por resolver durante la siguiente década. El subcomité de la Vivienda de la Comisión Económica para Europa (ECE) ha publicado un estudio acerca del problema de la vivienda en Europa (reconocimiento preliminar) que abarca los 17 países europeos que a continuación se mencionan, los que representan el 43 por ciento de la población total de Europa: Austria, Bélgica, Checoeslovaquia, Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Luxemburgo, Noruega, los Países Bajos, Polonia, Reino Unido, Suecia y Suiza. Al mencionar Europa en el texto del presente artículo, nos referimos únicamente a los 17 países mencionados.

Como bien lo hace notar el reconocimiento preliminar, el problema de la vivienda del Continente no se debe exclusivamente a la guerra, sino que se remonta a fecha muy anterior. Sus orígenes pueden localizarse en la primera mitad del siglo XIX época en que la revolución industrial, con su constante y rápido aumento de población y el aumento sostenido de la población industrial, condujo a una necesidad cada día mayor de nuevas facilidades de alojamiento.

Esta necesidad no fué jamás satisfecha por lo que a cantidad se refiere, siendo todavía peor lo relativo a la calidad de la vivienda proporcionada, habiéndose experimentado durante todo el siglo XIX aglomeración de población y condiciones de vida poco sanitarias en la mayoría de los centros industriales europeos. Si bien es cierto que las condiciones mejoraron un tanto en los primeros años del siglo XX, dos guerras mundiales y el constante y rápido aumento de población, así como la mayor industrialización ocurrida en Europa han venido a agravar el problema a grado tal que, después de la guerra, el problema de la escasez de viviendas ha sido uno de los principales a resolver en la mayoría de los países europeos a fin de lograr su rehabilitación.

Para 1950, los problemas de restablecer la producción y los transportes, que durante los años que siguieron a la terminación de la guerra habían recibido la más alta prioridad, ya han sido resueltos en su mayor parte, pero la escasez de viviendas representa hoy día uno de los más difíciles problemas internos que tienen por resolver los gobiernos europeos.

La escasez de viviendas es algo más que un serio problema social; es de una importancia económica considerable, dado que la realización de muchas tareas que confrontan a los gobiernos depende en gran parte en la disponibilidad de facilidades de alojamiento para los trabajadores y sus familias. Como la industria privada no es capaz de resolver el problema, dada la magnitud de la tarea y muy especialmente dada la circunstancia de que la necesidad es mayor en tratándose de viviendas de bajo alquiler, lo cual no proporciona a la industria de la construcción el suficiente incentivo de ganancias, los gobiernos han tenido por lo general que abordar el problema de la vivienda como parte del desarrollo de sus políticas sociales y económicas.

Durante los últimos 100 años los gobiernos europeos se han visto obligados a tomar una participación cada vez mayor en lo relativo a la vivienda. Algunos países han asumido su responsabilidad construyendo casas, pero con más frecuencia el problema ha sido manejado mediante el establecimiento de una política de viviendas en la que se fijan las normas mínimas de construcción y se pagan subsidios directos de construcción o bien mediante una política general de financiamiento

La mayoría de los actuales gobiernos europeos han sido electos por sus programas contentivos de promesas de alguna solución al problema de la vivienda, y los electores exigen ahora el cumplimiento de tales promesas Por otra parte, todos los gobiernos europeos están empeñados en desarrollar políticas antiinflacionistas, viéndose obligados a conservar cuidadosamente sus balanzas exteriores de pago. Por lo tanto, los programas de construcción de viviendas que estos gobiernos han podido desarrollar se ven limitados por ciertos factores.

El Problema

En 1939 las facilidades totales de alojamiento con que se contaba en Europa ascendían aproximadamente a 66,000,000 de viviendas, las que comprendían 205,7000,000 cuartos, en tanto que la construcción anual de casas proseguía a razón de unas 824,000 viviendas por año.

Los daños ocasionados por la guerra fueron los siguientes:

2,800.000 viviendas totalmente destruidas
2,900,000 viviendas parcialmente destruidas;
8,900,000 viviendas ligeramente dañadas.

Es decir, que para la terminación de la guerra, aproximadamente 5,700,000 1 viviendas habían quedado inhabitables y otros 9,000,000 de viviendas requerían reparaciones menores.

1 La suma de las viviendas total y parcialmente destruidas.

Tomando en consideración la reparación de casas dañadas y la construcción de nuevas viviendas, Europa presentaba el siguiente cuadro hacia fines de 1947:

Edificios inhabitables

22,800,000

Viviendas

62,400,000

Cuartos

196,800,000

La población de los 17 países que abarca el reconocimiento preliminar efectuado por la ECE llegaba en 1939 a 243,000,000. Para 1945, esta cantidad había decrecido en unos 6,000,000, pero a partir de esta fecha nuevamente volvió a registrar aumentos, llegando a 239,000,000 en 1947 y 243,000,000 en 1949. En otras palabras, para fines de 1949 la población de Europa prácticamente se había repuesto de las grandes pérdidas sufridas durante los seis años de la guerra. En la Tabla 1, se muestra, país por país, los cambios de población, y en donde es posible, se da el número de cuartos por habitantes para el país determinado:

A pesar de la disminución de población, el daño cansado durante la guerra a las viviendas en Europa había reducido el promedio de cuartos por habitantes de 0.833 a 0.803. Tomando como base estos promedios de cuarto por habitantes, aparece que a fines de 1947 los países europeos donde se hizo el reconocimiento tienen una escasez de 2,000,000 de cuartos para poder igualar el nivel de vida de 1939.

Se estima que el total del número de viviendas que se requieren en Europa para poder retornar al nivel de alojamientos de antes de la guerra sería de 3,100,000, lo que corresponderá aproximadamente a una producción de la industria de la construcción de 3.75 veces mayor que la de antes de la guerra.

Sin embargo, la reparación de los daños de la guerra constituye únicamente una parte pequeña de la tarea por delante. Los niveles de alojamiento de 1930 eran sumamente inadecuados y se estima que para poder evitar la aglomeración y substituir edificios poco sanitarios e inseguros hay necesidad de más de 11,000.000 de viviendas de repuesto. Las necesidades actuales de construcción anual para poder hacer frente al aumento de población y del número de familias que requieren viviendas separadas, así como para reemplazar edificios inservibles por su edad, han sido fijadas en 965,000 viviendas por año.

En números redondos el problema se presenta como sigue:

3,100,000 viviendas para poder volver a los niveles de 1939;
11,100,000 viviendas para mejorar los niveles de 1939
1,000,000 viviendas para satisfacer las necesidades adicionales actuales por año.

El Problema de la Vivienda en Alemania

Dada la escasez de datos disponibles respecto a la situación de la vivienda en Alemania y la no comparabilidad de los datos estadísticos correspondientes a las diferentes regiones de Alemania, el reconocimiento preliminar de la ECE no incluyó en sus datos estadísticos lo relativo a dicho país.

Sin embargo, en un apéndice por separado menciona en términos generales el problema que presentan las diferentes zonas del país.

Las difíciles y lastimosas condiciones de escasez de vivienda resultantes de la guerra se vieron agravadas con la llegada de grandes masas de refugiados procedentes de otros países así como por el desplazamiento de personas de una zona a otra del país.

Tabla 1. - Cuartos por habitante en relación con los cambios de población

En la Zona Francesa de Ocupación, donde antes de la guerra se disponía de 1,350,000 viviendas, sólo había disponibles 955,000 (70 por ciento de la cantidad de preguerra) a la terminación de las hostilidades. Para fines de 1949, el total de viviendas disponibles se había hecho llegar a 1,092,500 (80 por ciento de la cantidad de preguerra). Tomando en consideración el número de personas refugiadas que hay necesidad de alojar y los aumentos normales de población, se afirma que para 1952-53 se requiere contar con 300,000 viviendas adicionales, a fin de restablecer el nivel de viviendas de antes de la guerra. Sin embargo, no se cree que se puedan obtener más de 90,000 viviendas dentro de los próximos tres o cuatro años, ya sea mediante reparaciones de edificios o nueva construcción.

En la Zona Ocupada por los Estados Unidos de América, se disponía para fines de noviembre de 1947 de 1,375,200 viviendas (65.1 por ciento de la cantidad de antes de la guerra). El número total de habitantes en ese año llegaba al 92.3 por ciento del que había en 1939. El promedio de cuartos por habitante era de 0.55 en comparación con 0.78 antes de la guerra.

En la Zona Británica de Ocupación, según un informe de la sección de la industria de la construcción de la Comisión de Control en octubre de 1948, las necesidades ascendían al equivalente de 5,800,000 viviendas. Conforme al ritmo de construcción de antes de la guerra, semejante volumen de construcción requeriría 8,700,000 hombres-años de trabajo, calculándose que ello equivaldría a una fuerza anual de trabajadores de 350,000 hombres por un período de 25 años. Simplemente el retiro de los escombros constituye un problema especial Para poder retirar los 200,000,000 de m.³ existentes en la zona Británica, se necesitarían 70,000 trabajadores por el término de 10 años. Si los escombros tuviesen que sacarse por ferrocarril, se requerirían 370 trenes de 50 carros cada uno, durante cada día de trabajo.

El programa de alojamiento de la Zona Británica Estados Unidos durante 1949-50 considera de la mayor importancia la construcción de 125,000 apartamentos, por lo menos, con sus respectivos servicios públicos, durante este período.

Aún cuando no se tiene información detallada respecto a la Zona de Ocupación de la URSS se ha indicado que los abastecimientos de materiales para construcción fueron en 1949 dos veces mayores que durante 1948, habiéndose destinado principalmente a la construcción de nuevas casas para trabajadores industriales o agrícolas y para reparaciones en las ciudades principales. El programa de 1949 proveyó el reacondicionamiento de 68,500 casas dañadas. Como puede apreciarse de estos escasos datos, el problema de la vivienda en Alemania representa una tarea muy superior al problema existente en los 17 países abarcados por el reconocimiento preliminar de la ECE.

Las Soluciones

El reconocimiento preliminar de la Comisión Económica para Europa, estableció lo que llamó el "programa necesario", que de aplicarse, resolvería el problema de la vivienda en Europa en el curso de 22 años. Representa un intento de satisfacer las necesidades totales de alojamiento dentro de un espacio de tiempo razonable, sobre la base de un ritmo de construcción que aunque difícil de lograr bajo las actuales condiciones, es sin embargo, teóricamente factible.

Para poder poner en marcha el "programa necesario", habría necesidad de producir materiales de construcción a un ritmo de 2 a 3 veces mayor que antes de la guerra. Por ejemplo, exigiría entregas de madera a la industria de la construcción en cantidades de 16.1 millones de m.³ al año. Este programa implicaría esfuerzos tremendos de las diversas economías nacionales y exigiría un abastecimiento de materias primas muy fuera del alcance no tan sólo de las posibilidades económicas de los diversos países, sino también de la capacidad de las industrias productoras de la materia prima. Resulta por lo tanto obvio, que nada semejante al "programa necesario" puede llevarse a cabo bajo las condiciones actuales, y de hecho, ninguno de los programas actuales de vivienda en los países europeos pretende alcanzar una "solución en tan corto plazo".

Como una alternativa, el reconocimiento preliminar formuló un programa probable basado en estimaciones realísticas de lo que los países podían realizar. En algunos casos, esta estimación puede considerarse optimista, si bien en otros la actividad ya ha sobrepasado a lo que el programa esperaba. Este "programa probable" muestra un aumento progresivo del 92 por ciento del ritmo de 1939, alcanzado ya para 1948, a un 155 por ciento de dicho ritmo, que se espera alcanzar para 1952.

Aún la ejecución del "programa probable" dejaría sentir sus efectos sobre los recursos de muchos de los países europeos, ninguno de los cuales podría realizar con facilidad aún esta comparativamente modesta aportación a la solución del problema de la vivienda. Por lo que hace a 1948, el "programa probable" implicaba un abastecimiento anual de madera de carea de 7,200,000 m.³ (aproximadamente el 90 por ciento de los 7,800,000 m.³ consumidos antes de la guerra). Dado que se calcula que de un 25 a un 30 por ciento de la producción de madera aserrada fué absorbida por la industria de construcción de viviendas, ello hubiera requerido una producción total de madera blanda aserrada de unos 23 a 28 millones de m.³ La producción europea de madera blanda aserrada llegó en 1948 a carea de 32,000,000 de m.³, cantidad ampliamente suficiente para cubrir las necesidades de madera del "programa probable" durante ese año. Los aumentos progresivos de las actividades de la construcción durante los cuatro años siguientes harían llegar las existencia de madera necesaria para la ejecución del "programa probable" a unos 12,000,000 de m.³ para el año de 1952, lo cual correspondería a una producción total de madera blanda aserrada de unos 36 a unos 48 millones de metros cúbicos. Sin embargo, es bastante improbable que la producción europea de madera blanda aserrada, que a duras penas logró alcanzar 35,000,000 de m.³ en 1949, pueda ampliarse ano más para satisfacer estas demandas.

Por otra parte no habrá que olvidar que los datos del reconocimiento preliminar no toman en consideración las necesidades del programa de construcción de viviendas en Alemania, así como el hecho de que 1948 y 1949 fueron años excepcionales por lo que a producción de madera aserrada se refiere después de la guerra.

Despejando el lugar en que cayó una bomba, en el sector de los muelles de Londres. Casas antiguas que quedaron en pie después del bombardeo y que deberán ser derruidas.

Si los gobiernos europeos encuentran la manera de emprender programas de construcción de viviendas a un ritmo igual al de los "programas probables" el problema de la escasez de viviendas en Europa podría resolverse por término medio dentro de los próximos 50 años aún cuando en algunos países pudiera necesitarse 150 años para alcanzar la meta deseada.

Debe hacerse notar que ningún gobierno europeo se ha comprometido hasta hoy a ejecutar el "programa probable". Si bien en algunos países las actividades actuales de construcción se aproximan al "programa probable" delineado en el reconocimiento preliminar, los resultados de las actividades de la construcción en la mayoría de los países son muy inferiores a las metas fijadas en el "programa probable", dado que los planes de construcción están supeditados a las condiciones económicas y a la disponibilidad de material de construcción y de mano de obra competente. De hecho, los programas de construcción han sido ajustados de antemano, sin excepción, a fin de corresponder con la disponibilidad de materiales, por lo que ninguno de ellos se ha visto retrasado por falta de materiales, salvo en uno que otro caso aislado.

Las Dificultades

Las mayores dificultades que experimentan los gobiernos europeos en el desarrollo y expansión de sus programas de construcción de viviendas, son de índole financiera. ¡Este factor deja muy atrás las dificultades con que se tropieza para el abastecimiento de materiales de construcción y de mano de obra competente. La magnitud del problema y la necesidad de proporcionar grandes cantidades de viviendas de baja renta han obligado a la mayoría de los gobiernos europeos a establecer fuertes subsidios para la realización de los programas de construcción de viviendas. Para ellos habrá de ser difícil ir más alla, so pena de correr el riesgo de ver sus políticas financieras en situación comprometida. Los actuales programas de construcción no tan sólo afectan las políticas financiaras interiores sino que amenazan también con dislocar la balanza del comercio exterior, ya que una cantidad considerable de materiales de construcción necesita ser importada.

En tanto que algunos gobiernos han recurrido al subsidio directo, otros han emprendido programas de construcción de viviendas financiados y ejecutados por completo por el Estado mismo.

Como ya se ha mencionado anteriormente, no existe en la actualidad alguna escasez seria de materiales de construcción dentro de los lineamientos de los programas de construcción de viviendas establecidos por los diferentes gobiernos europeos. Hasta 1947, la escasez de materiales de construcción, especialmente acero, madera y cemento, fué muy aguda, y en diversos países los programas de construcción de viviendas se vieron obstaculizados por la falta de uno o más de dichos materiales. Habrá que tener presente que para la ejecución de un programa de construcción de viviendas es esencial contar con existencias equilibradas de acero, madera, cemento, vidrio, ladrillo y asbesto, así como abastecimientos seguros de tuberías, muebles sanitarios, etc. Así pues, una abundancia en los abastecimientos de madera o de acero, por ejemplo, que un país pudiera tener a su disposición en determinado tiempo, no eliminaría por completo la escasez de otros materiales de construcción.

Desde 1947, la situación ha mejorado considerablemente por lo que a materiales de construcción se refiere y dentro de los lineamientos de los actuales programas no parece probable que llegue a presentarse seria escasez de materiales. Sin embargo, si llegasen a mejorar las condiciones financieras y los gobiernos por una u otra razón tuviesen posibilidad de ampliar sus programas de construcción de viviendas, es muy probable que en corto tiempo llegase a presentarse una escasez de materiales de construcción.

Lo que se ha dicho respecto a la situación de los materiales de construcción puede aplicarse también a la disponibilidad de mano de obra competente. Los actuales programas pueden ejecutarse con la mano de obra disponible, especialmente dado que existe en Italia una gran reserva de trabajadores de la construcción capacitados, de la que se valen no tan sólo los países vecinos sino aún los países más distantes de Europa.

El Papel de la Madera en las Edificaciones Europeas

A pesar de la marcada economía y de la substitución y desarrollo de nuevos materiales de construcción, el tipo de materiales que se emplean en la construcción de viviendas no ha variado mucho de los que se usaban antes de la guerra. Básicamente, los métodos de construcción que se emplean son los mismos.

El alto precio de la madera y su escasez durante los primeros cuatro años de la postguerra dieron un gran impulso a la tendencia a economizar madera siempre que fuese posible. Es revelador que en 1947 todos los países europeos, a excepción de Finlandia, Suecia, Noruega y Suiza, hayan informado sufrir escasez de madera más o menos aguda. Aún países productores de madera como Austria y Polonia informaron sufrir de escaseces debido a la sobre explotación de los bosques durante la guerra así como a la falta de equipo de acarreo. Todos los demás países abarcados por el reconocimiento preliminar (Bélgica, Checoeslovaquia, Dinamarca, Irlanda, Italia, Grecia, los Países Bajos y el Reino Unido) informaron escaseces de madera debido al bajo nivel de las importaciones, el que a su vez es consecuencia de la escasez de divisas extranjeras. En tanto que Polonia sugirió medidas para economizar madera y el aprovechamiento de los desperdicios como un remedio para la escasez, Austria sugirió mayores importaciones de carbón, equipo modernizado y trabajadores extranjeros expertos. Todos los demás países sugirieron como único remedio el aumento de las importaciones, hecho que demuestra claramente que aún en 1947 la escasez de madera se debía primordialmente a la falta de divisas.

Obligados a importar madera para poder realizar sus programas de construcción de viviendas o a economizar la mayor cantidad de madera posible, a fin de aumentar las cantidades de la valiosa materia prima exportables la mayoría de los países adoptó rígidas medidas de economía en el uso de la madera en sus industrias de fabricación de viviendas.

Las necesidades medias de madera por vivienda, según se calcula, así como las necesidades estimadas en 1939 son las que aparecen en 19 Tabla 2.

Tabla 2. - Necesidades medias de madera por vivienda

País

1938

1949


(metros cúbicos)

Austria

4.6

12.0

Bélgica

19.9

8.5

Checoeslovaquia

14.5

14.5

Dinamarca

9.6

9.6

Finlandia

11.7

11.7

Francia

7.0

7.0

Grecia

9.9

6.2

Irlanda

9.9

9.9

Italia

4.6

4.2

Noruega

33.3

33.3

Países Bajos

11.2

10.4

Suecia

25.8

28.2

Suiza

22.3

22.3

Reino Unido

9.1

7.3

Promedios

13.7

12.8

Esta tabla revela el hecho sorprendente de que en Austria las necesidades de madera por vivienda son casi tres veces más altas que antes de la guerra, lo que parece deberse principalmente a la escasez de cemento, en tanto que las necesidades de madera han permanecido estables en Checoeslovaquia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Noruega y Suiza. Todos los demás países han logrado reducir sus necesidades de madera por vivienda en un 10 a un 20 por ciento.

Se ha intentado economizar madera en dos formas: (1) empleando materiales substitutos y (2) haciendo un uso más económico de la madera.

Por razones que ya hemos mencionado, durante los primeros años de la postguerra se empleó en la industria de la construcción de viviendas un gran número de substitutos de la madera. Sin embargo, a la larga la substitución se derrotó a sí misma, dado que muchos tipos de materiales substitutos resultaban antieconómicos. Sin embargo, algunas medidas de substitución, especialmente el empleo de materiales totalmente nuevos, parecen haberse establecido definitivamente. Vigas de concreto y tablones para piso sobre relleno firme han venido a substituir las vigas de madera para pisos, y una gran variedad de otros madera substitutos, tales como planchas de cartón para divisiones, aluminio, y otros materiales para pisos han sido usados en combinación con el concreto o en substitución de éste.

Un distrito de Londres que sufrió muchos bombardeos se ha transformado en un barrio moderno, lleno de casas con jardines.

La respuesta a la duda de si el empleo de estos materiales substitutos resultará económico a la larga sólo podrá tenerse cuando las condiciones del mercado vuelvan a ser normales, para que la competencia sea la que determine qué material deberá usarse en la industria de la construcción. Sin embargo, se puede afirmar con confianza que muchos de los materiales que han sido producidos con desperdicios de madera o con productos que se pueden obtener localmente encontrarán un lugar permanente.

Prácticamente todos los países han adoptado medidas estrictas para reducir el uso de la madera en la construcción de edificios Las medidas de economía en el uso de la madera incluyen el tratamiento de la misma con eficaces substancias contra las plagas así como la aplicación de principios técnicos más racionales. Otro acontecimiento favorable es la normalización de los tipos de vigas mediante la fijación de dimensiones y la limitación del número de tipos de los miembros componentes que se fabrica. Varios países han adoptado recientemente tipos uniformes de puertas, mareos para puertas, etc., que ahora se producen en grandes cantidades.

A este respecto debe mencionarse la fabricación de casas prefabricadas, que desde la guerra ha mostrado un aumento considerable. Si bien las casas prefabricadas habían sido consideradas durante largo tiempo en calidad de estructuras provisionales, usadas únicamente en casos de emergencia, los modernos métodos de construcción han permitido a la industria productora de casas prefabricadas en algunos países, tales como Finlandia y Suecia (Véase la Tabla 3), alcanzar un desarrollo importante y el consumo doméstico a la vez que el comercio de exportación de este producto ha mostrado un constante aumento desde la terminación de la guerra.

Tabla 3. - Exportaciones de casas prefabricadas de madera

País

1945

1946

1947

1948

1949

Finlandia 1

37.950

121.806

148.881

159.181

180.222

Finlandia 2

43.765

35.820

16.092

2.491

....

Suecia

17.401

71.439

17.505

9.675

44.527

...No se dispone de datos.
1 Exportaciones comerciales
2 Entregas a la URSS hechas por Finlandia por concepto de reparaciones de guerra.

Conclusión

La magnitud de la tarea de solucionar el problema de la escasez de viviendas en Europa puede apreciarse por el hecho de que tomará por término medio unos 50 años para lograr deshacerse de todas las casas que de acuerdo con las actuales normas de vida se consideran inseguras e insalubres - bien sea como resultado de los daños de la guerra, su edad, u otras causas - siempre y cuando no se registren nuevos disturbios que impidan la ejecución de programas de construcción de viviendas en gran escala. La solución del problema depende en gran parte de la capacidad financiera de los diversos gobiernos para proporcionar las viviendas necesarias de bajo alquiler, de conformidad con la capacidad adquisitiva de la población trabajadora.

La parte que la madera habrá de desempeñar en la solución del problema depende de un gran número de factores, tales como el de los precios de la madera Y materiales substitutos, acontecimientos generales de orden financiero y económico, ciertos progresos en la industria elaboradora de planchas de cartón, y un sinnúmero de otros factores. Es bien claro que la demanda de madera para construcción durante las próximas décadas seguirá siendo fuerte; y a pesar de todas las substituciones y de las economías que se introduzcan, la madera será llamada a desempeñar un papel importante en la solución del problema de escasez de viviendas en Europa.


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