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Extracción de madera por medio de grúas de cable aéreo

por A. H. LLOYD,
Instituto Imperial de Silvicultura, Oxford, Inglaterra

La mecanización de la extracción de madera en terrenos accidentados mediante el empleo del sistema de cable Wyssen o «grúa de cable aéreo» ha despertado mucho interés en los últimos años. Es un invento suizo designado en un principio para la extracción maderera en montes alpinos, pero en la actualidad se utiliza en montes y condiciones de gran diversidad: desde los bosques de coníferas del Canadá, hasta los de especies frondosas del Sudán y otras partes de Africa, y también, recientemente, en los manglares pantanosos de Asia. Asimismo se ha instalado este año por primera vez en Nueva Zelandia y en Escocia para la extracción del producto de los aclareos en las plantaciones de coníferas.

Nos proponemos en el presente artículo examinar brevemente las posibilidades y limitaciones de la grúa de cable aéreo desde un punto de vista silvícola, particularmente en relación con el terreno y el tipo de monte de que se trate.

La grúa de cable aéreo es un sistema de cablevía, pero a diferencia de todos los demás de este género consiste en una grúa móvil capaz de recoger la carga directamente en cualquier parte del terreno atravesado por el cable. También es capaz de transportar trozas situadas a cierta distancia a un lado u otro del cable. Sirve, por tanto, para el mismo uso que la conocida «rastra» americana. Su funcionamiento es sencillo como puede apreciarse en el grabado de la página 178.

El sistema Wyssen consiste esencialmente en un cable principal fijo o «vía aérea» por el que corre un carruaje o grúa móvil de diseño especial controlada por medio de un cable ligero que enlaza con un «arrastrador juntador», unidad consistente en un malacate móvil provisto de un pequeño meter montado sobre correderas y enclavada cerca del terminal superior del cablevía, como puede verse en el grabado. Cuando, moviéndose a lo largo del cable, el carruaje llega al punto en el que se desea recoger la carga, es detenido por un tope aéreo especial controlado desde tierra por medio de un cable ligero. El tope, al entrar en contacto con el carruaje, libera automáticamente el «garfio recogedor» que desciende lentamente a tierra pendiente de un cable.

Entonces el garfio recogedor es movido a mano para enganchar la carga que puede ser una sola troza o varias trozas pequeñas sujetas con cables (Figura 2). Se hace una señal al encargado del malacate para que ice la carga hasta el carruaje de la grúa en el cable principal, como puede verse en la Figura 3, en la que se está izando una troza de dos toneladas hasta dicho carruaje que está detenido por el tope aéreo. Tan pronto como el garfio recogedor especial toca la base del carruaje, un dispositivo automático suelta el tope y el carruaje se desliza por el cable con la carga hasta el lugar de descarga, sirviendo los frenos del tambor del malacate para regular la velocidad. En el gráfico de la página 178, se ve el carruaje aproximándose al punto de descarga, después de soltarse del tope, que aparece hacia la mitad del cable.

El diagrama de la página 178 nos ofrece un perfil topográfico ideal para instalar un cable aéreo. El monte es muy abierto, con árboles altos capaces de soportar el cable y ofrecer una base sólida de sustentación. En los montes esposos y regulares, especialmente en plantaciones jóvenes, el trabajo de instalación es mayor por falta de árboles adecuados para servir de soportes o bases de sustentación, aunque una troza enterrada a unos pies de profundidad puede servir de base. El arrastre de la madera a ambos lados del cable puede ser también difícil en plantaciones jóvenes y muy densas, siendo tal vez necesaria la construcción de pequeños senderos para deslizar por ellos las trozas utilizando tracción animal o humana. En Escocia, la costumbre de transportar sin trocear el producto del aclareo de coníferas requiere unos soportes muy altos y dificulta aún más la instalación, ya que los haces de maderos tienen que ser sacados verticalmente.

En los montes altos y abiertos son escasos los perjuicios o daños causados a los rodales mediante la saca de trozas por cable aéreo y se ha demostrado con frecuencia que se causan muchos menos daños por este procedimiento que por el de arrastre utilizando caballos o a mano, particularmente en las laderas de montaña en las que con frecuencia el empleo de tractores y senderos de arrastre es causa de erosión.

Utilizando el cable aéreo es posible extraer la madera cuesta arriba, cuesta abajo o en terreno llano. Para que el cable ofrezca condiciones de seguridad no debe existir un desnivel superior a 45 grados (o sea el 100 por ciento) entre los puntos de apoyo. Cuando la ladera del monte sea demasiado escarpada la base de sustentación inferior puede colocarse a cierta distancia del pie del monte con objeto de que sea menor la inclinación del cable. Para hacer el transporte por suspensión se requiere un desnivel mínimo de unos 8 grados y, si es menor, puede ser necesario la instalación de otro tambor en el malacate que tira del cable.

La distancia máxima entre los soportes del cable dependerá del peso de la carga y de la inclinación del cable. Cuanto menor sea la pendiente, más profunda será la curva catenaria y más próximos deben estar los soportes para mantener la suspensión de la carga. Esta es una de las desventajas de la utilización del cable aéreo en terreno llano o semillano la cual únicamente puede ser contrarrestada acentuando la tensión normal del cable principal.

La extracción de trozas en un valle profundo o cañada ofrece menos dificultades que en terreno llano. La disposición de los cables es la misma, pero las cargas son izadas por el arrastrador juntador utilizando el cable principal.

FIGURA 2. - Garfio elevando un montón de trozas a la instalación principal.

El promedio de carga normal está limitado a una tonelada y media, aunque a veces pueden extraerse sin peligro trozas de dos toneladas. Se está preparando un modelo más pesado capaz de transportar cargas de 10 toneladas, aunque para ello se necesitarán cables muy gruesos y un equipo menos sencillo y portátil. El actual modelo está diseñado de tal forma que puede ser instalado rápidamente por obreros que no posean conocimientos mecánicos especiales, aunque es esencial que hayan seguido una capacitación especial durante varias semanas bajo la dirección de peritos. Cinco hombres que posean la experiencia necesaria pueden instalar un cable aéreo en un tiempo que oscila entre 3 y 14 días, según sea la largura del cable y la disponibilidad de soportes naturales. El tendido para realizar esta faena suele tener una largura máxima de 2.500 metros.

La grúa de cable aéreo facilita el aprovechamiento intensivo del monte, ya que mediante su empleo en operaciones de explotación es posible extraer, con provecho, una mayor cantidad de madera pequeña utilizable para leña. También se realizan con rapidez las operaciones de aclareo en los montes que hayan sufrido grandes daños por la acción del fuego, de los insectos o del viento, aunque los árboles abatidos por el viento crean dificultades especiales. Es elevada la producción de madera por hombre y día de trabajo y es posible continuar las operaciones en cualquier clase de tiempo, excepto cuando la nieve haya alcanzado gran espesor.

Es difícil comparar el coste de extracción de la madera por medio de la grúa de cable aéreo con otros métodos de transporte, ya que aquel procedimiento se utiliza generalmente en montes inaccesibles por otros medios o en los que el coste de extracción sería en todo caso mucho más elevado que el normal, particularmente cuando haya que construir y mantener carreteras en las laderas de los montes.

El material es costoso puesto que debe ser ligero y fuerte, capaz de resistir el duro uso a que se le somete en los montes. Las averías en las grúas de cable son peligrosas y difíciles de reparar, ya que funcionan en lugares distantes de talleres. El arrastrador juntador debe tener una gran sensibilidad para poder regular los cambios repentinos de tiro y velocidad debidos a las operaciones de troceo, las cuales se realizan fuera del alcance de la vista y con frecuencia en un punto del cable situado a más de kilómetro y medio de distancia. Esto requiere engranajes múltiples y costosos y maquinaria especial de frenos, lo que hace que el coste inicial de una instalación completa de grúa de cable aéreo resulte elevado. Los costes de funcionamiento y mantenimiento son, por otra parte, muy reducidos comparados con los de las operaciones efectuadas con tractores, y el material dura mucho más.

FIGURA 3. - Troza de dos toneladas izada hasta el carruaje de la grúa de cable aéreo.

No sería útil citar aquí algunas cifras relativas al coste efectivo de la extracción por metro cúbico de madera ya que varía demasiado, de acuerdo con las diversas condiciones locales. Es posible, no obstante, obtener datos relativos a los montes de varios países europeos y del Canadá.


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