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Reseña Bibliográfica

CONSERVATION IN CANADA. (La Conservación de Montes en el Canadá). O. M. McConkey, 215 páges, J. M. Dent & Sons (Canada) Limited, Ottawa, 1952. Dólares 3,50.

Uno de los resultados que se esperaba obtener con los recientes programas de asistencia técnica de las organizaciones internacionales y de distintas naciones era el de que los profesionales, después de consagrar un determinado espacio de tiempo estudiando los problemas que se plantean en diversas partes del mundo, regresarían al país de origen con un acopio de enseñanzas más profundas, vivas y realistas y susceptibles de aplicación a sus respectivos países. Otro supuesto, o esperanza, estribaba en que los grupos de técnicos pertenecientes a muchas naciones y razas harían ver a los especialistas que la conservación constituye un todo indivisible y no una simple agregación de muchas partes distintas que presentan cierta semejanza general entre sí.

Esta densa obrita indica que los programas de asistencia técnica pueden, en efecto, convertirse en vías de dos direcciones, reportando también beneficios a las naciones que los costean. El autor, profesor de Agronomía, examina la situación canadiense en su conjunto y evalúa las tendencias desacertadas en el aprovechamiento de tierras frente a los resultados finales de tal tratamiento que, en el desempeño de comisiones de asistencia a países extranjeros, ha podido observar en China y en otros países.

Sin embargo, la presente obra es mucho más que una exhortación aunque en ella no se desatiende en modo alguno la actitud simbolizada en la frase «¿qué puede ocurrir aquí?». Concede la debida importancia a las técnicas ya acreditadas de aprovechamiento productivo y permanente de tierras y agua: aplicación más intensa de los principios silvícolas y mejor aprovechamiento de la madera; más praticultura y más estricta observancia de principios conservadores en la práctica del pastoreo, etc. Las principales técnicas recomendadas - rompevientos, rotación de cultivos, cultivos a curvas de nivel etc. -, se ilustran referidas a las condiciones que concurren en el Canadá.

Al lector corriente, y sobre todo a los ciudadanos que crean la opinión pública en el Canadá, se les brinda con esta obra una base de fácil lectura, sólida y convincente para trazar un programa global con que llevar a la práctica la creencia, evidentemente profunda, del autor en el hecho de que la conservación aplicando los métodos disponibles, ha de substituir al método extractivo; de que los programas faltos de coordinación han de ser substituidos por un plan nacional unificado, y de que el Canadá, país en fase de rápido desenvolvimiento, ha de reconocer que todavía subsiste la gran oportunidad, ya que una parte tan considerable de su riqueza no ha sufrido aún daño alguno. Por lo demás iguales oportunidades y obligaciones existen en otros muchos países «nuevos».

MANAGEMENT AND CONSERVATION OF THE VEGETATION IN AFRICA. A Symposium. (Ordenación y Conservación de la Vegetación en Africa). Recopilación de estudios. Boletín N.° 41 del «Commonwealth Bureau of Pastures and Field Crops», 96 págs. Ilustrado. Commonwealth Agricultural Bureaux, Farnham Royal, Bucks, Inglaterra. 1951. 10 chelines 6 peniques.

La presente obra constituye una excelente exposición de los principales tipos de vegetación o zonas ecológicas de países africanos de la «Commonwealth» y de las circunstancias por que atraviesan. Gracias a la lucha contra enfermedades del hombre y de los animales, tanto la población nativa como sus rebaños de ganado han aumentado en gran medida, hecho que ha gravitado pesadamente sobre la agricultura del país, habiéndose producido una rápida degradación de sus zonas de bosques, sabanas y veld.

La agricultura migratoria, acompañada de los rozados a fuego, ha destruido o mermado en gran medida la capacidad productiva de extensas superficies de bosque, en otros tiempos valioso. En las escarpadas laderas de montaña se ha registrado una insensata destrucción del suelo. A medida que la necesidad de tierra aumentaba, se iba talando cada vez más bosque, quemando los desechos y abandonando los campos después de haber recogido una cosecha o a lo sumo dos o tres. En los casos en que no se practica la quema periódica, el bosque puede reconstituirse y si el período de barbecho es lo suficientemente prolongado, el suelo puede recuperar su capacidad en medida suficiente en un plazo de siete a nueve años, siempre que las laderas no sean excesivamente pendientes para que el proceso pueda repetirse y sea posible recoger otra buena cosecha agrícola. En un número excesivo de lugares, la quema periódica, sobre todo en los casos en que han invadido pastos duros en los campos abandonados, y el acortamiento del período de barbecho forestal, debido a la demanda de tierra, ha sido causa de que la fertilidad de ésta sea cada vez menor. La propagación de prácticas agrícolas mediocres en zonas semi-áridas o áridas ha constituido un grave factor de erosión del suelo.

En general, dichos países empiezan ahora a reservar las zonas que se requerirán para la obtención de los productos madereros necesarios y para la conservación de la riqueza hidrológica. En Tanganyika se han establecido unos cuantos grandes cotos de pastoreo. En la Unión Sudafricana se han formulado principios racionales de aprovechamiento de tierras, ordenación de pastizales y quema de la vegetación del veld, mediante estudios realizados en unas cuantas estaciones experimentales de zonas representativas. En la ordenación de pastos reviste importancia fundamental la fijación de un período de reposo durante la época de crecimiento. Estos períodos de descanso varían según los tipos. Reviste también importancia determinar convenientemente la intensidad y temporada de pastoreo y de otras fases de los sistemas de ordenación con objeto de atender a las particulares necesidades de cada tipo de vegetación.

La quema practicada a intervalos aproximados de dos años es indicada en las zonas de veld en que los pastos adquieren gusto desagradable después de la maduración, o sea, después de las lluvias de primavera, En cambio, es perjudicial la efectuada en otras estaciones y en zonas en que los pastos no pierden el sabor agradable después de madurar. La quema puede realizarse también cada dos años después de las lluvias de primavera con el fin de coadyuvar a la lucha contra la esposa cubierta de matorral espinoso. Los rodales densos de esta clase de monte (acacia) son inútiles para el pastoreo y la conservación de aguas.

En 1941 se aprobé en la Unión Sudafricana una ley de conservación de montes y veld por la que se disponía la conservación de montes o plantaciones de la Corona, la prevención y lucha contra los arenales el fomento de la conservación del suelo y la protección de las cuencas de recepción y vertientes y también la conservación de fuentes de agua. La Ley de Conservación de Suelos de 1946 modificó la Ley Forestal y dispuso el establecimiento de distritos de conservación de suelos dentro de los cuales se creaban comités especiales, integrados principalmente por agricultores, encargados de llevar a la práctica planes de conservación de todas las explotaciones agrícolas enclavadas en el respectivo distrito. Tales son las medidas tomadas en la Unión Sudafricana con el fin de asegurar la conservación eficaz de sus recursos forestales.

PLANNED MANAGEMENT OF FORESTS (Ordenación Forestal Proyectada). N. V. Brasnett, 238 págs. George Allen and Unwin Ltd., Londres. 1953. 20 chelines.

FOREST MANAGEMENT (Ordenación Forestal). H. Arthur Meyer, Arthur B. Recknagel y Donald D. Stevenson, 290 págs. The Ronald Press Co. Nueva York. 1953. Dólares E.U.A. 6.

FOREST POLICY (Política Forestal). William B. Greeley, 278 págs. McGraw-Hill Book Co. Nueva York, Toronto, Londres. 1953. Dólares E.U.A. 5,50.

Se han publicado recientemente dos obras sobre ordenación forestal notablemente presentadas ambas, que constituyen el fruto de la larga experiencia de sus autores. Aunque tratan de la misma materia, difieren en medida tal que justifican su estudio comparado.

Escrita por N. V. Brasnett, profesor de Ordenación Forestal en el Instituto Imperial de Silvicultura de Oxford, la primera se ajusta al modelo clásico, si cabe aplicarle este término sin detrimento de su valor. La parte I contiene una exposición breve pero extraordinariamente luminosa, sobre todo cuanto debe saberse acerca de los rodales forestales: cómo aumentan de valor consideraciones en que debe basarse la ordenación de un monte y posibles metas de dicha ordenación. A continuación, el autor examina una a una las diversas partes de un plan de ordenación ideal, exponiendo el modo de llevarlas a la práctica. La parte III constituye una exposición histórica de los métodos de ordenación seguidos en Europa Occidental, que arroja luz sobre los métodos explicados en la parte II y expone las razones por las que se han desarrollado más o menos satisfactoriamente.

El segundo libro sigue distinto método de exposición, a posar de haberse publicado con anterioridad. Es obra de tres silvicultores norteamericanos que ocupan muy distintos puestos: uno es Profesor de Silvicultura del «Pennsylvania State College», otro, Director Técnico de Silvicultura de la Empresa St. Regis Paper Co., y el tercero, Asesor de Investigaciones Forestales de la Oficina de Relaciones Agronómicas con el Extranjero de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos. La finalidad perseguida con esta publicación se explica en el prólogo en los siguientes términos:

«El presente texto se aparta radicalmente del planteamiento clásico europeo. Los autores se han propuesto reunir en un solo volumen el material básico sobre ordenación forestal desde el punto de vista de su posibilidad de aplicación a las prácticas forestales estadounidenses. Los capítulos contenidos en las partes I y II se dedican a los problemas generales de ordenación forestal. Así siguiendo el método tradicional, estos problemas han sido separados de los problemas concretos de que se trata en la parte III, consagrada a los principios y métodos de regulación forestal, es decir a los principios y métodos utilizados para determinar la posibilidad de un monte. Los métodos rígidos de regulación forestal y las fórmulas complicadas para la determinación de la posibilidad se consideran cosa del pasado, La parte IV y última se dedica a planes de ordenación. En forma levemente abreviada se hará insertado ejemplos característicos de planes de ordenación de montes de diversa extensión situados en diferentes partes del país».

Así, pues, esta segunda obra invierte deliberadamente el método empleado en la primera. ¿Cómo habremos de considerar este hecho? ¿Es cierto que los métodos rígidos de ordenación forestal y las fórmulas complicadas para la determinación de la posibilidad de un monte resultan ya inútiles?

Por métodos rígidos hemos de entender, probablemente, métodos de ordenación por cabida. Pero el Sr. Brasnett afirma que los más rígidos como por ejemplo, el llamado método «du tire et aire» (corte con reservas) todavía se emplean en grandes zonas forestales de ciertos territorios sometidos a administración británica y que, admitiendo un cierto grado de flexibilidad, resultan utilísimos y al menos ponen un mínimo de orden donde en caso contrario sólo habría caos. Debe admitirse que el requisito fundamental es la «flexibilidad». Sin embargo, los principios de los métodos quedan incólumes. Los métodos de ordenación por cabida se emplean, en efecto mucho más intensamente de lo que parece a juzgar por la obra del Sr. Brasnett. Este califica de métodos mixtos de ordenación por cabida y volumen, por ejemplo, las cortas periódicas por tramos permanentes y las por tramos variables, en que los volúmenes, sólo estimados incidentalmente para una pequeña parte del monte, en realidad únicamente constituyen una orientación para la aplicación de las medidas de ordenación. De igual manera, la entresaca regularizada, como enérgicamente afirman los que lo defienden, es esencialmente un método por cabida.

También cabe decir que las viejas fórmulas de determinación de la posibilidad por volumen no revisten en realidad exceso de complejidad sino que más bien son bastante sencillas y exactas. Teóricamente pueden ser útiles y con frecuencia lo son en la práctica para montes sobre los cuales se dispone todavía de muy pocos datos.

Sin embargo hemos de convenir con los autores de Forest Management en que los métodos modernos de inventario y dasometría que pueden aplicarse incluso a montes de gran extensión, coadyuvan a reducir considerablemente la fase empírica y a superar el caos a que el Sr. Brasnett alude. Permiten también calcular rápidamente o al menos estimar el volumen que puede cortarse anual o periódicamente en un determinado monte en régimen de rendimiento sostenido. La distribución de las cortas en el tiempo y en el espacio para producir el volumen necesario puede ajustarse exclusivamente a consideraciones silvícolas y económicas.

Los cálculos o estimaciones se basan en tres factores, el segundo y el tercero de los cuales guardan íntima relación, el volumen en pie y el coeficiente de aumento del respectivo monte que las técnicas modernas determinan con precisión o al menos con un coeficiente de error conocido; el estudio del «monte normal»; y la meta que el propietario forestal se propone alcanzar y la rapidez con que desea alcanzarla.

Estos son los tres factores de que Forest Management trata con cierto detenimiento. El estudio del monte normal ocupa acertadamente una parte bastante considerable de la obra, tratando los autores del monte regular normal primeramente y luego del monte irregular normal.

También reviste gran importancia la relación entre los factores primero y segundo. Una vez que el propietario forestal ha decidido proceder a la ordenación de su monte, es decir, someterlo al régimen de rendimiento sostenido - y los autores de Forest Management establecen aquí una útil distinción entre «ordenación» y «explotación» -, la política que se proponga seguir dependerá, en rigor, de su concepto de «monte normal» que tarde o temprano habrá de substituir a las existencias en crecimiento que ahora ocupa la superficie arbolada.

En el caso del monte regular, la determinación de la rotación constituirá el factor esencial de esta concepción, y la obra de los tres autores estadounidenses pone claramente de manifiesto cómo la rotación afecta al rendimiento neto y al rendimiento bruto así como a la renta forestal anual por acre obtenido en el monte. El capítulo sobre el monte irregular expone con gran diafanidad todo cuanto se sabe acerca de la composición y crecimiento de los montes altos normales e irregulares, pero disgraciadamente no indica la medida en que el propietario de tales montes puede influir en la calidad y cantidad de los productos que rinde. El concepto de rotación no es, en efecto, opuesto al de monte regular y normalmente debe quedar substituido por el de diámetro máximo que se desee que alcancen los árboles.

Como los autores indican, es necesario realizar todavía una gran labor investigadora sobre la «composición normal» del monte irregular. Los estudios sobre selvas vírgenes, como pone de manifiesto el apartado dedicado a este tema, revestirían gran utilidad para acrecentar los conocimientos actuales, pero desgraciadamente son muy contados y debe admitirse que, si bien se han logrado excelentes resultados con la ordenación sistemática de ciertos montes irregulares, esta ordenación ha sido hasta ahora totalmente empírica, en el sentido de que el ideal a que debe aspirarse no ha sido definido todavía.

Después de la brillante labor que representan las tres primeras partes de Forest Management puede que el lector se sienta un tanto decepcionado con la última parte, dedicada a planes de trabajo. Es indudable que estos planes son exponente de un profundo conocimiento de las condiciones físicas y económicas del monte a que se aplican. Es asimismo indudable que sería excesivo pretender encontrar directrices precisas, como seria posible en el caso de montes sujetos n planes de trabajo revisados una y otra vez. Sin embargo, llama la atención el hecho de que prácticamente la única preocupación de los autores de los planes parece ser el mejoramiento del monte. Tal preocupación se justifica perfectamente, pero el mejoramiento forestal no constituye en si garantía suficiente de rendimiento sostenido; hace falta además la distribución normal por edades y clases de diámetro; o sea, que el objetivo ha de ser la «normalización» del monte. No es fácil discernir qué medidas se han llevado a cabo dentro de estos planes para alcanzar este fin, e incluso reviste dificultad deducir si la finalidad perseguida es establecer montes regulares o irregulares.

Uno de los planes expuestos, el relativo al monte propiedad de la empresa Hassel and Hughes Timber Co., Wayne County, Tennessee, presenta interés desde otro punto de vista. Se trata de un monte de 49.000 acres adquirido recientemente por una empresa que se propone extraer de él la totalidad de sus abastecimientos de madera. Dicho monte estaba gravemente esquilmado a causa de anteriores apeos y únicamente a costa de economizar considerablemente el incremento podrá obtenerse su mejora y someterlo de nuevo a una ordenación de rendimiento sostenido. Estas economías llevan consigo un descenso radical en punto a cantidad y, sobre todo, un considerable descenso en la calidad de la madera que llega al aserradero. Sin embargo, en vez de dejarse desalentar por estas perspectivas, la empresa ha transformado por completo su organización interna con objeto de trabajar temporalmente a base de una pequeña cantidad de madera de baja calidad, sin proceder a reducción alguna de personal. Esto constituye un exponente notable de coordinación del monte con la industria consumidora de la madera, un verdadero éxito de acertada política forestal en el verdadero sentido de la palabra. Reconocidamente se trata de «política forestal» en el sentido estricto del monte. Ahora bien ¿no consiste esencialmente la ordenación forestal en la aplicación local de la política forestal, y no constituye el principal instrumento de política forestal nacional la política aplicada a cada monte en particular?.

Por esta razón parece indicado reseñar, junto con estos dos libros, una tercera obra de igual interés titulada Forest Policy, escrita por el Vice-Presidente de la «West Coast Lumbermen's Association».

Aunque la parte primera, muy breve, está dedicada a los origines y métodos de politice forestal, la obra constituye, sobre todo, una historia de las políticas forestales nacionales. En efecto en la segunda parte se expone el desenvolvimiento de la política forestal en diversos países escogidos entre los más representativos, con especial referencia u las etapas evolutivas más recientes. Bien documentada, esta parte de la obra reviste considerable interés, haciéndose un intento, generalmente con resultado positivo, de poner de manifiesto las características de la política forestal de cada país.

Interés todavía mayor presenta la parte tercera y más importante de la obra, en que se hace una exposición de los adelantos conseguidos en los Estados Unidos en materia de silvicultura, tratándose en su capitulo último de los problemas que actualmente se plantean en dicho país. Los progresos realizados presentan muchas características notables y, acertadamente, el Sr. Greeley se refiere primero no sólo al adelanto de la educación de los técnicos forestales sino también de los ciudadanos del país que en menos de sesenta años se dan plena cuenta de la importancia nacional del monte como fruto de los métodos empleados por el Gobierno Federal y por los Estados, las Universidades, numerosas grandes asociaciones e incluso las industrias madereras. Esta estrecha cooperación, que se hace patente en otros muchos sectores de la política forestal y, sobre todo, en la protección contra incendios - principal enemigo del monte americano a comienzos del siglo - constituye una de las características mejores y más rápidamente desarrolladas de la política forestal estadounidense. También se han conseguido progresos notables en la investigación forestal, consecuencia de lo cual es que los Estados Unidos figuren en la actualidad entre los países más adelantados en esta esfera.

Pero el aspecto más interesante de esta política - y esto nos lleva otra vez a las páginas de Forest Management - acaso sea el desarrollo de grandes industrias propietarias de montes y la coordinación a que se tiende entre las industrias mismas y los montes que las alimentan.

Sin embargo, al cerrar la obra titulada Forest Policy pasa por la mente del lector la misma idea que al hojear la parte primera de Forest Management. Los progresos técnicos logrados en los Estados Unidos en materia de silvicultura son considerables; los conocimientos sobre la aplicación de métodos acertados de política forestal se acrecientan constantemente y sus complejidades se analizan con precisión cada vez mayor. Sin embargo, las practicas de apeo sólo pueden considerarse buenas o muy buenas en el 23 por ciento de los casos de lo que se llaman montes comerciales y en el 8 por ciento de los montes comerciales privados, que representan las tres cuartas partes de la totalidad de la superficie forestal. En el 72 por ciento de los montes privados de pequeña extensión (menos de 5.000 acres), que a su vez representan las tres cuartas partes de la superficie forestal de propiedad privada, los métodos de aorta son desacertados o destructivos. Incluso en el caso de montes privados de más de 5.000 acres sólo el 25 por ciento están sujetos a ordenación forestal en régimen de rendimiento sostenido.

Es cierto que estas estadísticas se refieren a los años 1945-40 y que es sabido que desde entonces se han realizado progresos considerables. Pero los adelantos en este terreno cuestan tiempo. Por tanto, pose a los esfuerzos realizados, pose al vasto saber movilizado y pese a los resultados obtenidos hasta la fecha en los Estados Unidos, siguen, al parecer, planteándose no pocas dificultades que es menester superar antes de que pueda llevarse a cabo el extenso programa trazado por los directores del Servicio Forestal de los Estados Unidos con el fin de asegurar los crecientes abastecimientos de madera necesarios para el futuro desenvolvimiento del país.

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ULTIMOS ESTUDIOS DE SILVICULTURA DE LA FAO

Materias primas para aumentar la producción de papel: Métodos y procedimientos de fabricación de pasta recomendados para ensayos.

1953, 172 págs. (En inglés y español). Precio: 2 dólares E.U.A. o 10 chelines

El resultado de las consultas celebradas por la FAO en Roma, en diciembre de 1952, en relación con la pasta y el papel, se reúnen aquí en forma de breve manual que expone los procedimientos de elaboración de la pasta, a partir de materias primas fibrosas originarias de fuentes nuevas, y los procedimientos recomendados para la investigación de nuevas materias primas destinadas a la fabricación de papel.

Paper for printing: Today and tomorrow (Presente y futuro del papel de imprenta)

París, 1962, 144 págs. (En inglés y francés). Precio: 1,23 dólares E.U.A. o 7 chelines 6 peniques

La Sección de Información de «The Economist». Londres, preparó este breve estudio publicado conjuntamente por la UNESCO y la FAO

Forestry Abstracts Coverage List (Catálogos de extractos de silvicultura)

1953, 180 págs. (En inglés). Precio: 1,50 dólares E.U.A. o 7 chelines 6 peniques

Preparado por el Commonwealth Forestry Bureau, sirviéndose del fichero bibliográfico que constituye la base de su publicación trimestral Forestry Abstracts, esta lista ofrece una completa y segura colección de publicaciones que tratan de asuntos de interés para la silvicultura.

National Forest Policies in Europe (Políticas forestales nacionales en Europa)

1953, 372 págs. (En inglés y francés). Precio: 3 dólares E.U.A. o 15 chelines

Los Gobiernos Miembros de la Comisión Europea de Silvicultura de la FAO presentaron informes sobre la administración el mejoramiento cualitativo y cuantitativa de la madera producida, el aprovechamiento de los productos forestales, el comercio de la madera, los problemas obreros, la educación, la investigación y la estadística. Constituye una valiosa obra de consulta.

El pastoreo y los montes

1953, 199 págs. (En ingles, francés y español). Precio: 2 dólares E.U.A. o 10 chelines

Este estudio es el fruto del trabajo conjunto del Departamento de Política Forestal de la Dirección de Silvicultura, y se ocupa de los problemas que afectan a las regiones templadas, tropicales y áridas.

Métodos de lucha contra los incendios forestales

1953, 110 págs. (En inglés, francés y español). Precio: 1 dólar E.U.A. o 5 chelines

La prevención y lucha contra los incendios debe considerarse como parte integrante de la ordenación de montes. Este breve estudio, bosqueja la organización y administración que exige un programa de protección contra incendios.

Research in Forestry and Forets Products (La investigación silvícola y de productos forestales)

1953, 324 págs. (En inglés). Precio: 3 dólares E.U.A. o 15 chelines

Esta guía mundial de instituciones de investigación ofrece un resumen de sus objetivos y actividades

European Timber and Prospects (Tendencias y perspectivas de la madera en Europa)

Ginebra, 1953

Parte I, Texto, 316 págs.

Precio: 3,50 dólares E.U.A. o 25 chelines


Parte II, Estadísticas.

Precio: 1,75 dólar E.U.A. o 12 chelines 6 peniques

Este estudio conjunto de la FAO/CEE agotó rápidamente su primera edición, al aparecer en la primavera de 1953, y sigue siendo el documento básico de quienes se interesan por la política forestal en Europa durante la próxima década.

En preparación:

Directory of Forestry Schools (Lista de escuelas de silvicultura)

Eucalypts in Afforestation (Importancia del eucalipto en la repoblación la forestal)

The Oxford System of Decimal Classification lar Forestry (El sistema Oxford de clasificación decimal para la silvicultura) (Estudio conjunto IUFRO/FAO)

La preparación de la revista UNASYLVA corre a cargo de la Dirección de Silvicultura. Se publica trimestralmente, en español, inglés y francés, por el Servicio de Documentos de las Oficinas Centrales de la FAO en Roma. La FAO no se hace responsable de los conceptos y opiniones expresados por los autores de los artículos firmados. UNASYLVA se puede adquirir por medio de los agentes de venta de las publicaciones de la FAO, cuya relación figura arriba. El importe de la subscripción anual es de $ E.U.A. 2,50; 12 chelines y de seis peniques; y de cada número suelto $ 0,35; 3 chelines y tres peniques. Cuando las subscripciones se solicitan por medio de los agentes nacionales su importe puede pagarse en la moneda del respectivo país. Aún hay en disponibilidad series completas de los números publicados.


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