Página precedente Indice Página siguiente


Productos forestales

La madera rolliza de 1946 a 1954*

* Este informe trata de la «madera rolliza», como simple mercancía, sin distinguir si proviene de frondosas o coníferas.

Al finalizar la segunda guerra mundial, se hicieron sentir grandes necesidades de madera y de todos sus productos derivados. La leña tenía todavía que reemplazar el carbón de piedra en muchos países que antes podían importarlo. La madera aserrada era esencial para las obras de reconstrucción, y doquier hacían grande falta la pulpa y sus derivados. La madera terciada, las chapas y los tableros estaban asimismo muy solicitados. La electrificación y el mejoramiento de las redes ferroviarias crearon una intensa demanda de postes para tendidos y cercas, y durmientes de vía, si bien en algunos países la postería eléctrica, las traviesas y pilones de acero u hormigón, iban eliminando la madera.

La producción de todos los montes del mundo acudió en la cuantía que se muestra en el Cuadro 1, donde también se consigna la extracción total registrada de madera rolliza desde 1946 hasta 1954, y se comparan estas cifras con las prebélicas de 1937/38. El gradual aumento en el volumen de la producción maderera desde unos 1.300 millones de m³. en 1946 hasta cerca de 1.500 en 1954 (equivalente al 15 por ciento), refleja ante todo la acrecencia destinada a usos industriales, que se elevaron de 614 millones de m³. a 828; esto es: un incremento del 35 por ciento. La producción relativa de leña fué en disminución, de modo que la madera industrial constituía una proporción cada vez mayor de las cortas totales, pues antes de la guerra le correspondía el 48 por ciento, que luego bajó al 47 por ciento en 1946, con motivo de la general demanda de madera para combustible, pero llegó a un 51 por ciento en 1950 y al 55 por ciento en 1954.

En el Cuadro 1 se exponen los apeos registrados durante los últimos 9 años en las diversas regiones del globo terrestre según la división que la FAO hace con fines estadísticos. En Europa, el nivel de la producción total de madera rolliza, tan pronto como terminó la guerra, excedió sobremanera del que justificaban las prácticas silvícolas tradicionales. A medida que mejoraba la situación económica, las cortas fueron disminuyendo hasta un nivel que parecía estar más acorde con la capacidad de producción sostenida de los montes europeos. Al mismo tiempo, se observó un sorprendente descenso en el volumen de la madera cortada para combustible, desde 155 millones de m³. en 1946 hasta sólo unos 95 en 1954. La madera rolliza industrial apeada aumentó casi un 12 por ciento durante este período, de 145 a 163 millones de m³.

CUADRO 1. PRODUCCION MUNDIAL DE MADERA ROLLIZA, LEÑA Y MADERA INDUSTRIAL EN 1937/38 Y 1946-54

Las industrias forestales de Norteamérica continuaron su expansión iniciada en el período bélico, lo cual hizo crecer las cortas de madera rolliza de 348 millones de m³ en 1946 a 370 en 1954, y concomitantemente descendió casi un 14 por ciento la cantidad de leña producida. Cada vez se está utilizando más la madera como materia prima industrial: en 1954 se dió tal aplicación al 84 por ciento de la cifra arriba mencionada.

La Unión Soviética era la mayor productora de madera en el mundo antes de la guerra, pero la producción de 1946 se acortó 12 millones de m³ comparada a la de anteguerra. Las actividades de reconstrucción y la expansión industrial condujeron paulatinamente a un mayor volumen de cortas, y al parecer las de 1954 eclipsaron las del período inmediato anterior a la guerra. La explotación se extiende más y más a las zonas septentrionales del país y a Siberia. La cifra prevista para los apeos de madera rolliza en 1954 era de 435 millones de m³ que se traduce en un aumento del volumen de madera rolliza industrial producida, de casi el 74 por ciento en el lapso de tiempo que se estudia, aumentando también en un 40 por ciento las cortas de leña. Esta mayor producción de leña no discrepaba de la tendencia observada en otras regiones. En realidad, la proporción de cortas totales correspondiente a la leña descendió desde un 50 por ciento en 1946 hasta un 40 por ciento en 1954.

Durante los años de hostilidades, se estimuló por todos los medios el desarrollo de las industrias forestales en ciertas naciones de la América Latina. La producción total de madera rolliza en 1946 fué un 10 por ciento superior a la de anteguerra, registrándose un nuevo aumento del 8 por ciento en 1949 Después de esto, la producción se estrechó a consecuencia de haberse reducido las cortas de leña, pero el volumen total alcanzó el nivel de 1946 en 1954, ocasión en que la producción de madera industrial, que antes representaba sólo de un 10 a un 12 por ciento de los apeos totales de la región, llegó al 200 por ciento exacto de la cifra de anteguerra, habiendo superado en un tercio la explotación de 1946.

En Africa la producción registrada de madera rolliza en 1946 fué un 28 por ciento mayor que la de anteguerra, y trae de haber bajado en 1947 y 1948, llegó a elevarse un 39 por ciento sobre el nivel prebélico. La madera industrial ha representado sólo un tanto por ciento muy reducido de la producción maderera total (el 2 por ciento antes de la guerra, un 4 por ciento en 1946 y el 7 por ciento en 1954), pero el aumento de producción ocurrido, aunque pequeño en volumen, representa una considerable proporción centesimal (en 1953/54 equivalía al 300 por ciento de los apeos realizados en la década siguiente a 1930). La guerra condujo a una intensa actividad productiva de madera de construcción y leña, y terminado el conflicto, se inició una vigorosa campaña para crear nuevas industrias forestales en los territorios, dependientes de las potencias europeas.

Los trastornos que la guerra originó en Asia causaron un acortamiento notable de la producción maderera. A pesar de las grandes necesidades de esta región, tanto en razón de la creciente actividad industrial como del continuo desarrollo demográfico, el volumen de producción de madera rolliza apenas pasaba en 1954 del anterior a la guerra. En cuanto a la de leña, se mantuvo al parecer estable durante los años que se estudian, pero la de madera rolliza industrial aumentó alrededor de 15 millones de m³., equivalentes a un 38 por ciento, cuantía que, por supuesto, estaba lejos de satisfacer todas las exigencias.

El acrecentamiento de la producción maderera que comenzó durante la guerra en la Zona del Pacífico prosiguió con igual vigor al terminar las hostilidades. La producción de madera rolliza industrial se ensanchó más de un 71 por ciento entre 1946 y 1954, a la vez que la de leña se mantuvo invariable.

Desarrollo industrial y crecimiento demográfico

Resulta interesante observar cómo la producción forestal en diferentes partes del mundo va unida al desenvolvimiento industrial y económico y lo bien que se ha acomodado al aumento de población. Se sabe que la obtención de leña disminuye en todo el mundo, de suerte que si se toman las cortas totales como término de comparación, se tendrá una falsa impresión que hará aparecer la explotación de los montes muy atrasada en todas partes respecto a las necesidades, salvo en Australasia. Sin embargo, a juzgar sólo por la producción de madera industrial, ésta reflejará una situación más halagüeña. En Norteamérica, el índice del rendimiento industrial íntegro se elevó más de un 25 por ciento durante el período que se examina, y no obstante ser ese aumento relativo superior al doble del logrado en la producción de toda la madera rolliza industrial, es menor del que se consiguió en la de madera para pulpa. El rendimiento industrial broto se triplicó en la Unión Soviética entre 1946 y 1954; la producción entera de madera rolliza industrial se duplicó, con creces, y la de puntales de minas y madera para pulpa montó en 1954 al cuádruplo de la obtenido en 1946. En la América Latina, Africa y la Zona del Pacífico, el incremento de producción de madera rolliza industrial parece haberse mantenido más o menos en la misma proporción que el de la producción industrial y el desenvolvimiento económico en otros aspectos. Al contrario, en Europa la producción de madera rolliza industrial aumentó sólo un 12 por ciento de 1946 a 1954; mientras la actividad industrial se ensanchó sobre el 50 por ciento. A su vez, en Asia, la producción de madera rolliza industrial quedó, en general, muy a la zaga de los avances industriales.

Una comparación escrupulosa entre la explotación de bosques y el crecimiento demográfico acaso resulte pueril considerando el estado actual de nuestros conocimientos estadísticos, pero se estima que la población mundial se engrosó como un 9 por ciento desde 1946 hasta 1953; esto es: de 2.304 millones subió a 2.508 el número de almas en tanto que la ampliación extractiva de madera rolliza apenas alcanzó un 15 por ciento, correspondiéndole a la producción de madera rolliza industrial un adelanto del 35 por ciento. En consecuencia, no carece de fundamento la afirmación de que después de la guerra la explotación forestal, apreciada en conjunto, ha mantenido su puesto ante el aumento de la población mundial, como parece corroborarlo el cuadro que sigue:

CUADRO 2. - ACRECIMIENTO DE PRODUCCIÓN FORESTAL COMPARADO CON EL DE POBLACIÓN EN 1946-53

Región

Aumento cortas de madera industrial

Incremento de la población

Base 1916 = 100 Tanto por ciento

Europa

12

6

U.R.S.S.

108

10

Norteamérica

12

13

América Latina

33

18

Africa

100

12

Asia

37

7

Zona del Pacífico

71

17

TOTAL MUNDIAL

35

9

Este cuadro estadístico debe interpretarse con la salvedad, evidente a todas luces, de que las exigencias de madera de una creciente población son mayores donde menor ha sido el incremento de producción forestal. A pesar del aparente progreso durante el período de 1946-53, el aprovechamiento de los bosques dista mucho de estar a la altura de las necesidades.

Cambios en la demanda de madera

Como ya se ha explicado, la mayor demanda de madera rolliza industrial se ha satisfecho en parte destinando a usos industriales la que antes se dejaba para combustible. En la Unión Soviética, Australia y Nueva Zelandia la demanda se atiende al parecer de modo exclusivo elevando la cantidad de apeos. En Europa las cortas de leña se han reducido radicalmente con toda intención, a fin de disponer así de un mayor volumen para aplicaciones industriales.

CUADRO 3. - PRODUCCIÓN MUNDIAL DE MADERA INDUSTRIAL

Año

Madera industrial

Trozas para aserrar

Madera de pasta y puntales para minas

Millones de m3.

Porcentaje Base 1946 = 100

Millones de m3.

Porcentaje Base 1946 = 100

Millones de m3.

Porcentaje Base 1946 = 100

1937/38

572

93

400

103

110

89

1946

614

100

390

100

124

100

1947

635

103

415

106

135

109

1948

683

111

420

108

152

123

1949

652

106

405

104

148

119

1950

696

113

455

117

156

126

1951

748

122

465

119

183

148

1952

767

125

480

123

184

148

1953

785

128

495

127

178

144

11954

828

135

505

129

197

159

1 Datos provisionales.

CUADRO 4 - EXPORTACIONES DE TROZAS DE CONÍFERAS

* Estimación extraoficial.
1 Se incluyen los postes, pilotes y estacas para cercas.
2 Cifras de los importadores; exportaciones a países de la Europa Occidental.

CUADRO 5. - EXPORTACIONES DE TROZAS DE FRONDOSAS

* Estimación extraoficial.
1 Se incluyen los postes, pilotes y estacas para cercas.
2 Cifras de los importadores; exportaciones a países de la Europa Occidental.

Las provisiones de madera rolliza industrial no bastan aún, en términos generales, para llenar los requisitos de todas las industrias forestales, de suerte que en los últimos años ha habido más competencia en la adquisición de materias primas, verbigracia, entre los aserraderos por un lado y las industrias de la pulpa y del papel por otro. Aunque las disponibilidades de madera industrial de todas las categorías indican un aumento medio de casi el 35 por ciento desde 1946, según se advierte en el Cuadro 2, el volumen de trozas para aserrar se ha ampliado sólo un 30 por ciento, en contraste con el 60 por ciento correspondiente a la madera de pequeñas dimensiones, adecuada a la fabricación de puntales para minas y pasta.

En las comarcas muy industrializadas de Europa y Norteamérica, el volumen registrado de trozas producidas para aserrar, sacar chapas y durmientes ha permanecido prácticamente constante, de modo que el incremento de provisiones totales de madera industrial corresponde al gasto cada vez mayor de madera para pulpa, ya que la proporción que se utiliza en puntales ha disminuido, por regla general. La producción europea de trozas se ha mantenido alrededor de 104 millones de m³ por año, y la de madera de pequeñas dimensiones se elevó de 43 a 60 millones de m³ entre 1946 y 1954. En el Canadá y los Estados Unidos, la producción de trozas ha oscilado entre unos 215 y 220 millones de m³, a la vez que la de madera para pulpa subió de 67 a casi 95 millones de m³. En la Unión Soviética aumentaron los volúmenes de trozas y de madera rolliza industrial de pequeñas dimensiones (madera para pulpa y puntales). El correspondiente a la producción de trozas puede considerarse como expresión normal de las actividades de reconstrucción y expansión en que el país está empeñado. El gran impulso dado a la extracción de carbón de piedra en la U.R.S.S. ha requerido grandes cantidades de puntales para minas, a pesar del adelanto técnico en los ademes mineros. Los incrementos de volumen en cuanto a puntales y madera para pulpa han sido más o menos iguales.

CUADRO 6. - EXPORTACIONES DE MADERA PARA PULPA

* Estimación extraoficial.
1 Cifras de los importadores; exportaciones a países de la Europa Occidental.

CUADRO 7. - EXPORTACIONES DE PUNTALES PARA MINAS

* Estimación extraoficial.
1 Cifras de los importadores; exportaciones a países de la Europa Occidental.

En las regiones en desarrollo de la América Africa y Zona del Pacífico, los mayores aumentos corresponden a la producción de trozas para aserrar, pues la de madera para pulpa y puntales de minas no ha cambiado gran cosa. Esto era de esperarse, por cuanto en lo pasado los aserraderos fueron siempre la primera actividad industrial de las explotaciones forestales en nuevas zonas. Las industrias más complejas, sobre todo las de la pulpa y del papel, ha surgido mucho tiempo después. El aumento de producción de madera rolliza industrial que aparentemente corresponde a toda Asia, se debe casi por completo a la creciente producción japonesa, ya que los demás países de la región contribuyeron sólo en escasa proporción.

Asia, por razón de su vastedad y diversidad, es región que no se presta a la determinación de tendencias generales. El único país que en realidad puede examinarse con detenimiento es el Japón, donde ya desde antes de la guerra existían industrias de una considerable capacidad de empleo de la madera, en particular los aserraderos. Las provisiones disponibles de materias primas han tenido que servir después de la guerra para satisfacer a la vez la intensa demanda de madera aserrada, puntales de minas y madera de pasta. La demanda de esta última se intensificó sobremanera desde 1962, a causa de las muchas fábricas de pulpa y papel recién establecidas. Gracias al mejor aprovechamiento de los recursos forestales disponibles, pudo hacerse frente a gran parte de las exigencias, pero los aserraderos tuvieron por fuerza que salir perjudicados en beneficio de las industrias de la pasta, que rinden mayores utilidades económicas.

En la gráfica de barras se muestra el auge de la producción de los principales artículos derivados de la madera, en el período considerado. Si bien la extracción de toda la madera industrial aumentó casi un 50 por ciento comparada con la de anteguerra, la producción de madera aserrada sólo se acrecentó alrededor del 40 por ciento, la pasta de madera y productos de la pasta cerca del 70 por ciento, y la elaboración de planchas de fibra y madera terciada se triplicó. Estas tu J madera terciada se triplicó. Estas cifras reflejan mayormente los cambios habidos en la demanda industrial de madera rolliza como materia prima, aunque no ha de olvidarse que los desperdicios de madera se están aprovechando cada día más en la fabricación de planchas de fibra.

Comercio de la madera rolliza

Durante la pasada década, el comercio internacional de madera rolliza se ha activado gradualmente, pero no pasa del 3 por ciento de la producción mundial de este artículo y parece circunscribirse sobre todo a Europa, como se observa en los Cuadros 4 a 7.

Este comercio europeo de madera rolliza industrial ha fluctuado entre un 3 y un 6 por ciento de la producción total de la región, constituyendo la madera para pulpa y los puntales de minas las principales categorías del tráfico. Los volúmenes correspondientes representaron del 10 al 15 por ciento de la producción regional entera de dichos artículos. El movimiento de la mercancía se establece por lo regular desde los países septentrionales hasta otros puntos de Europa, y alcanzó su mayor auge en 1951 y 1952, cuando los países grandes importadores efectuaron cuantiosas adquisiciones Antes de la guerra esas naciones recibían considerables suministros de la U.R.S.S. y de los países de la Europa Oriental. Al quedar detenida esta corriente comercial después de la guerra, tuvieron singular solicitud los abastecimientos exportables de que se disponía en el norte de Europa. El comercio de puntales para minas y madera de pasta ha estado sujeto a fuertes variaciones, pero en 1964 el de madera para pulpa había llegado casi a un 300 por ciento en comparación con el de 1946, a la vez que el de puntales para minas aflojó un poco. El comercio de otras maderas rollizas Be ha mantenido más o menos estable, y en general se limita a intercambios entre los países fronterizos, a excepción de las importaciones de trozas de madera fina de frondosas de lejanas regional, tráfico que se ha intensificado sensiblemente durante el periodo estudiado.

GRÁFICA. - Producción mundial de madera rolliza y productos forestales en 1954

En otras regiones del mundo, el volumen comercial de madera rolliza continúa siendo insignificante, excepto entre países contiguos, como ocurre en Europa. Las consignaciones de madera para pulpa del Canadá a los Estados Unidos van en aumento, pero el volumen de las exportaciones de puntales para minas de Norteamérica a Europa ha disminuido. De un año a otro se registran incrementos notables en el comercio de trozas de frondosas que de las Filipinas se despachan al Japón. La U.R.S.S. no ha reanudado en absoluto sus exportaciones de madera para pulpa, sino que al contrario, ahora la importa. La exportación soviética de puntales para minas está renaciendo con mucha lentitud y en cuantía muy inferior a la de anteguerra.

Tendencias autárquicas

Las dificultades que en la mayoría de los países del mundo hubo después de la guerra para satisfacer sus necesidades de consumo de madera, la convicción de que ya no se consiguen importaciones baratas, y la comprensión cada vez más clara de que con algún desembolso de capital y un poco de trabajo pueden criarse árboles como otro cultivo cualquiera en casi todas las naciones, han terminado por inspirar las tendencias nacionales de autosuficiencia. Durante el período comprendido entre 1946 y 1954 no faltaron ocasiones de palpar cuan inseguro era atenerse a la importación para abastecerse de productos forestales. Las fluctuaciones de la demanda y de los precios han ocasionado graves crisis al comercio internacional con efectos desastrosos sobre los niveles y modalidades del consumo.

En Europa, los principales países importadores están consiguiendo gradualmente reducir hasta cierto punto su sujeción a las importaciones, aunque todavía se procura establecer nuevas industrias nacionales de la pasta para aprovechar la tentadora demanda de artículos de papelería, aun a costa de aumentar las importaciones de madera para pulpa. Sin embargo, en lo que se refiere a puntales para minas, las fuentes interiores de aprovisionamiento se utilizan a mayor grado, y el consumo total de este producto se ha estrechado y rematado en un reducidísimo comercio europeo de puntales. En ciertos países, sobre todo de la zona mediterránea, las más activas labores de plantación y repoblación de bosques han contribuido a librar aquellos de la necesidad de recurrir a las provisiones importadas. Los de otras regiones, afanosos de bastarse a sí mismos, han hecho notables esfuerzos encaminados fundamentalmente a utilizar mejor los recursos forestales existentes (en su mayor parte de frondosas), si bien se concede asimismo una gran atención a crear «granjas forestales» y a la plantación de especies de crecimiento rápido que suministren la materia prima a los aserraderos e industrias manufactureras de papel y otros artículos. Las tendencias autárquicas nacionales han sugerido en algunos casos restricciones comerciales, sean de importación, al objeto de proteger la producción en el país, o de exportación de productos brutos o semielaborados, para fomentar su transformación en mercancías de más valor. No obstante, estos casos han sido aislados y poco comunes, sin que hasta la fecha hayan afectado extensamente el comercio internacional en forma sensible.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente