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Productos forestales - La creciente producción papelera de China

Se suele atribuir la invención del papel a Tsai Lun quien vivió en China en el siglo II después de Cristo, pero en los anales chinos existen referencias anteriores sobre la fabricación del papel. Más de un siglo antes de Tsai Lun se menciona la producción de papel para envoltura y escritura preparado por mujeres machacando los desechos de los capullos del gusano de seda y extendiendo la pasta así obtenido para que al secarse formara hojas delgadas. Este papel era muy apreciado y tenía gran demanda; por otra parte, resultaba muy caro, como es natural, dada la materia prima empleada.

En el año 105 de nuestra era, Tsai Lun. alto dignatario encargado de los aprovisionamientos de la corte imperial, invento un papel hecho de fibra de cáñamo, trapos y viejas redes de pescar. La mayor baratura de las materias primas permitió fabricar papel en escala más grande y la producción artesana de papel empezó a desarrollarse con rapidez. De esta forma, por vez primera, pero en modo alguno última, en la historia de la manufactura de papel, la presión de la demanda sobre las limitadas fuentes tradicionales de materias primas produjo una revolución técnica. Desde entonces, el pueblo chino ha fabricado y usado el papel, creando algunos de los mejores papeles hechos a mano del mundo. El bambú, que en la actualidad provee casi la mitad de las materias primas utilizadas por la industria papelera de China, se usó por primera vez en el siglo III. Han llegado hasta nosotros grabados en madera que datan más o menos del año 1640, donde se muestran las sucesivas etapas de la fabricación del papel durante la dinastía Ming. En primer lugar se cortaban y lavaban los esquejes de bambú. Seguidamente se ponían a hervir en un gran caldero de agua con objeto de convertirlos en pasta. A continuación, la pasta se vertía en moldes poco profundos de papel con rejilla de bambú. El papel húmedo se prensa con otra rejilla de bambú y, finalmente, las hojas se ponen a secar sobre una estufa de leña.

En los últimos años, la industria artesana del papel ha crecido considerablemente y contribuye en manera sobresaliente a abastecer el país. En 1952, contribuyó con por lo menos el 32 por ciento al total de papel consumido y de acuerdo al actual plan quinquenal (1953-57), en 1957 se prevé que llegará a 237.000 toneladas métricas o sea, el 26% de la producción total. Como se ve, China tiene, con mucho, la más importante industria artesana de papel en el mundo.

En China, el papel se fabrica a máquina desde hace poco más de cincuenta años. Las primeras fábricas modernas de papel no se establecieron sino hasta fines del siglo XIX. Para instalarlas se importó la maquinaria y funcionaban casi exclusivamente con pasta también importada. Sin embargo, la industria tuvo una carrera desigual hasta el momento en que estalló la guerra chino-japonesa. Técnicamente estaba atrasada y mal equipada y competía difícilmente con el producto extranjero. El país importaba cantidades enormes de papel; por ejemplo, en el año cumbre de antes de la guerra, China introdujo del exterior no menos de 70.000 toneladas de papel de periódico. Con todo, dado que las nueve décimas partes de la población eran analfabetas, el consumo por persona de todos los tipos de papel nunca pasó de medio kilogramo en la época anterior al conflicto.

La interrupción del suministro de papel extranjero, durante la guerra contra el Japón, revivió hasta cierto punto la industria artesana, y durante esos años la mayoría de los periódicos, libros y revistas se imprimieron en papel hecho a mano. Terminada la guerra contra el Japón, volvieron a reanudarse las importaciones, lo que otra vez repercutió desfavorablemente sobre la industria papelera nacional. Durante la guerra civil, la producción decayó aún más y, a su término en 1949, casi todas las papeleras de China habían dejado de funcionar. Necesitando papel con urgencia y con muy escasas posibilidades de obtenerlo en el extranjero, el nuevo régimen resolvió atacar el problema de rehabilitar las fábricas existentes y reavivar la artesanía. De este modo, la Fábrica Estatal de Papel en Tsientsin, que empezaron a construir los japoneses en 1939, produjo en 1962 el triple del promedio de producción anual alcanzado durante la ocupación. También en el Noroeste, la Fábrica Estatal de Papel de Kirin, cuya producción diaria había decaído a 20 toneladas, fué equipada de nuevo elevando su rendimiento a 150 toneladas. En el sur, se recuperó y reinstaló en la Fábrica Estatal de Papel, en Cantón, la maquinaria sustraída por los japoneses; a principios de 1951 esta fábrica volvía a producir papel para periódicos. En total, a principios de 1954, se habían reconstruido 12 papeleras, inclusive varias fábricas de propiedad privada, como por ejemplo la de Kongmoon, provincia de Kwantung, donde se instaló maquinaria del nuevo tipo Kamyr para la fabricación de pasta.

Por tanto, en la primera fase, los esfuerzos se concentraron en la rehabilitación de las fábricas existentes y en la toma de medidas propias para garantizar un máximo de productividad. Al mismo tiempo, se atendió con especial cuidado a la industria artesana, que ofrecía la posibilidad de incrementar provechosamente la producción sin requerir, en cambio, inversiones cuantiosas de capital. Además, daba ocupación útil en una economía de subempleo. El alza de la demanda de papel contribuyó también a crear las condiciones favorables para una expansión. Las cifras publicadas revelan que ha habido un brusco incremento en el tonelaje de papel que pasó por los entes comerciales del Estado.

Mientras tanto, se daban los pasos necesarios para sentar las bases de una ulterior expansión de la capacidad fabril, y para crear una industria nacional de maquinaria para la manufactura de pasta y papel.

Dos abiertas recientemente en Kiangsi y Hupeh, se han equipado exclusivamente con máquinas de fabricación china. Los centros de la industria productora de maquinaria para la fabricación de pasta y papel se encuentran en Tsientsin y Shanghai, figurando entre los artículos producidos muelas, lejiadoras, filtros y tanques de blanqueo.

Sin embargo, el proyecto más importante se está instalando con maquinaria soviética y con asistencia de técnicos de la U.R.S.S. Se cree que éste es uno de los 156 grandes proyectos que constituyen la espina dorsal del plan quinquenal en que la ayuda soviética comprende el estudio de los emplazamientos, su diseño e instalación, la capacitación de personal, y ayuda en las operaciones iniciales. La nueva fábrica está situada en Kiamusze, China noroccidental. Se piensa terminarla en 1957-y se abastecerá con madera de los bosques vecinos y carbón de las cercanas minas de Hokang. Cuenta con una gran instalación de pasta al sulfato y en su programa de producción figura la manufactura de papeles industriales, envolturas de papel Kraft y sacos de papel, papel para aislamientos eléctricos, etc., así como 10.000 toneladas de pasta para el mercado.

En conjunto, el plan de 1953-57 prevé un incremento en la capacidad anual de papel hecho a máquina equivalente a 186.000 toneladas. De este aumento, a fines de 1955 se alcanzaron 40.000 toneladas; a fines de 1957 se espera haber obtenido otras 95.000. Esta última cifra corresponde a 7 de las 10 nuevas fábricas proyectadas. Como es evidente, las cifras se refieren únicamente a las nuevas fábricas, sin tomar en cuenta las mejoras ni las nuevas instalaciones destinadas a elevar la productividad de las fábricas actuales, por ser su incremento inferior al previsto en el plan de producción de papel y cartón.

Por el Cuadro 1 se podrá apreciar la rapidez con que la producción papelera ha crecido en los últimos años. La manufactura mecánica de papel es una de las industrias que han logrado superar las metas de producción fijadas por el plan quinquenal. Por consiguiente, la producción fijada originalmente como meta para 1957 se ha elevado de 655.000 toneladas a 800.000 toneladas. De acuerdo con el nuevo plan, en 1956 se producirán 710.000 toneladas. Se ha dicho que en el plan original para 1957 figuraban 154.000 toneladas de papel para periódicos; no se dispone de cifras sobre la producción efectiva de este papel.

Por tanto, considerando la producción artesana parece ser que la producción papelera de 1957 excederá por primera vez la cifra de un millón de toneladas. La producción de 1955 bastó para permitir un consumo por persona de un kilogramo y medio. Aunque esta cantidad es tres veces mayor que la de antes de la guerra, sigue siendo una de las más bajas del mundo. No hay duda de que en el siguiente período de planeamiento se tratará de conseguir una nueva y considerable expansión. La cifra mencionada para el papel hecho a máquina en las propuestas que en breve se someterán al Consejo de Estado, con relación al segundo plan quinquenal (1958-1962) es de 1.500.000 a 1.600.000 toneladas.

Uno de los principales problemas de China es el de las materias primas. El país carece de bosques y aunque en los últimos años se han descubierto nuevas reservas, casi todas están situadas en zonas inaccesibles 1; el noroeste sigue siendo, como antes de la guerra, el centro principal de las industrias forestales. Allí, se producía pasta de madera en gran escala durante la ocupación japonesa, pero casi toda ella se enviaba al Japón para alimentar la industria del rayón. Aunque en esta zona sigue progresando la industria celulósica, en otras partes de China la presión sobre los recursos forestales a fin de obtener madera para la construcción y otros fines, vuelve imperativa la búsqueda de materiales sucedáneos para fabricar papel. 2

1 Por ejemplo, en la actualidad se están reconociendo mediante aerofotogrametría combinada con operaciones terrestres - 2 millones de hectáreas de tierras forestales en la Mongolia Interior; también se han descubierto considerables bosques de abeto, chopo y abedul en la cordillera de Tienshan en Sinkiang.

2 Habría que hacer notar que en ciertas regiones el desarrollo de los transportes y el aumento de la producción carbonífera ha hecho descender extraordinariamente el costo del carbón, liberando así, para fines industriales, la madera que antes se usaba como combustible.

Cuadro 7. - Producción de papel en China (Continental) 1949-1957

Año

Hecho a máquina

Hecho a mano

Total


Miles de toneladas métricas

Preguerra (1943)

165

75

240

1949

105

45

150

1950

150

80

230

1951

250

120

370

1952

372

167

539

1953

425

180

605

1954

556

195

751

1955

589

210

799

1956 Plan revisado

710

225

935

1957 Plan original

655

237

892

Plan revisado

800

240

1 040

NOTA: Las cifras en tipo normal representan datos publicados o procedentes de porcentajes también publicados. Todas las demás son estimaciones de la Secretaria.

FUENTES: Para el papel hecho a máquina: Comunicados anuales de la Oficina Estadística del Estado sobre el cumplimiento del plan e Informes anuales sobre el presupuesto nacional. También LI FU CHUN, Informe sobre el primer pían quinquenal para el desarrollo de la economía nacional: CHOU EN LAI, Informe sobre las propuestas para el segundo plan quinquenal; RONALD HSIA, El planeamiento económico en la China comunista, Institute of Pacific Relations, 1955,

La artesanía utiliza sobre todo el bambú, pero también la paja de arroz. También en la industria de papel a máquina es el bambú un material importante. A decir verdad, se informa que los experimentos realizados por un experto soviético, N. Z. Veretchin, han hecho posible la manufactura de papel de periódicos a base de una composición de pasta mecánica de bambú combinada con un 40 por ciento de pasta química de madera. A Veretchin se atribuye también la introducción de una pasta semiquímica de paja de arroz. Esta última empezó a producirse en gran escala en 1952, en la papelera estatal de Pekín; posteriormente el método se generalizó. En China suroccidental desde hace tiempo se manufactura cartón con bagazo, material con el que, según se dice, se producen papeles finos, baratos y de elevada calidad, solución que se atribuye también a los experimentos realizados por Veretchin. Se dice que el procedimiento, que no nos detendremos a describir pormenorizadamente, no requiere la remoción del meollo.

Aparte de las materias primas que se han mencionado, se están haciendo esfuerzos por aumentar la cantidad de trapos y papel recuperados para la industria. En su informe sobre el Primer Plan Quinquenal, Li Fu-Chun subrayó la necesidad de practicar una estricta economía y señaló las ganancias que se podrían obtener independientemente del incremento de capacidad, con la simple introducción de medidas eficaces para reducir el desperdicio.

Poco se sabe acerca de los suministros de otros materiales con que cuenta China para la fabricación de papel y pasta, pero se informa que la vieja fábrica de Yungli, en la provincia de Hopei, empresa mixta del Estado y una firma privada, se ha ampliado grandemente en los últimos años y es la principal productora de ceniza de sosa para la industria nacional de la pasta y el papel.

En China se está llevando a cabo una enérgica campaña contra el analfabetismo y no hay duda de que las reformas introducidas en el lenguaje (adopción de caracteres simplificados y la intención explícita de fonetizar el idioma) impulsarán el progreso 3. El aumento en el número de personas capaces de leer y escribir, así como los progresos de la industrialización harán que aumente de forma continua la demanda nacional de papel. ¿Logrará la expansión planeada satisfacer estas necesidades? No es fácil responder a esta pregunta. Lo cierto es que China sigue importando papel. En 1955 el país importó de Finlandia un total de 22 mil toneladas (inclusive nueve mil quinientas toneladas de papel para periódicos), más del doble de la cifra correspondiente a 1954. También importa cantidades menores de otros países exportadores de Europa, ya sea en forma directa o a través de Hong Kong. Sin embargo, es de señalar que China se ha convertido ya en exportadora de papel, sobre todo de papel para periódicos, y en escala que está muy lejos de ser insignificante. Así, en los últimos acuerdos de comercio celebrados con Ceilán, Birmania e Indonesia, figuran las exportaciones de papel para periódicos (que, según se cree, procede de la fábrica de Kwantung, recientemente ampliada). Se informa que en 1955 China exportó un total de 32 mil toneladas de papel para periódicos, contra 4 mil quinientas toneladas en 1954 La importancia política y económica de este acontecimiento salta a la vista.

3 El Plan Quinquenal prevé los siguientes incrementos en el porcentaje de inscripciones escolares en 1957, comparados con 1952: instituciones de educación superior, 127; colegios superiores, 178; escuelas secundarias, 79 escuelas primarias, 18. Esta última cifra significa que en 1957 asistirán a las escuelas elementales poco más de 60 millones de alumnos, o sea, el 70 por ciento de la población infantil en edad escolar.

China, patria del papel, figura ya en el segundo lugar después del Japón entre los mayores productores mundiales fuera de Europa, América del Norte y la U.R.S.S. Aunque las necesidades internas aumentan velozmente no hay duda de que las autoridades encargadas del planeamiento no han olvidado las crecientes demandas de un continente como Asia, hambriento de papel. No hay que dejar de señalar la significación que tiene el haber obtenido un incremento considerable, a pesar de una grave escasez de las materias primas para la fabricación del papel, tradicionales en el occidente.

J. C. W.


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