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Creación de una industria de los tableros

Principales que deben considerarse

PAUL GIBSON, Jefe del Departamento de Industrias Forestales, Compañía Sueca de Fósforos, Jönköping, Suecia

EXISTEN límites estrictos en cuanto a los precios que los tableros pueden alcanzar en los mercados, ya que estos productos simplemente sustituyen otros materiales o conducen a una comodidad no indispensable. El empleo de tableros se ve - favorecido por la carestía de otros productos sustitutivos, por un alto nivel de vida y por un clima frío.

Los portes y embalajes hacen aumentar mucho el costo de fabricación; limitan las exportaciones y ofrecen en grado notable una protección natural para toda industria nacional de tableros. Los derechos aduaneros por su parte limitan la demanda en tal grado que incluso una fábrica protegida al máximo puede no encontrar salida para su producción, excepto en países muy grandes y muy prósperos.

Constituye una evidente ventaja integrar esta actividad en una industria que produzca adecuados desechos que puedan utilizarse como materia prima. Puesto que las pequeñas fábricas de tableros tienen que afrontar elevados costos, sería más provechoso empezar en gran escala, siempre que las condiciones justificaran la empresa.

Incluso las fábricas de mayor capacidad se sirven de muy pocos brazos, y el creciente empleo de los tableros en la construcción y en otras industrias supone una economía de mano de obra. Dicho de otra forma, la industria de los tableros desocupa un número de trabajadores superior al que emplea.

Puede economizarse tiempo y dinero encomendando el proyecto, planeamiento y funcionamiento inicial a una competente firma de consultores. Sin embargo, la parte técnica del proyecto es la más segura porque sus detalles son bien conocidos, mientras que las condiciones locales siempre varían. Estas últimas ejercen una decisiva influencia sobre el éxito o el fracaso de un proyecto y son muchas voces difíciles de determinar. La consideración de su relativa importancia es una labor ardua para cualquiera, y casi imposible para los inversionistas potenciales que carezcan de una experiencia previa en la producción de tableros.

Puede haber grandes ventajas en que, en los países donde el mercado de estos productos esté aún sin desarrollar, los futuros fabricantes se asocien con una firma de cualquiera de los países que van a la cabeza en la producción de tableros. Esta cooperación sólo podrá conseguirse si los hechos garantizan sólidamente que sus expertos y capital recibirán un ventajoso trato en el país de que se trate.

Si a pesar de tal participación falta aún parte del capital necesario, quizás la International Finance Corporation de Wáshington D. C., sostenida por un notable número de gobiernos, se muestre inclinada a prestar su ayuda, siempre que la empresa constituya una firme proposición comercial.

Factores principales que condicionan el empleo de tableros

Precio de venta de los tableros

Probablemente, ningún otro factor influye de manera más decisiva sobre el consumo que el precio de venta. En un mercado no explotado, una reducción en el precio puede multiplicar el empleo de tableros y, al contrario, en un gran mercado, un aumento en el precio puede reducirlo considerablemente. La simple explicación de esto es que existen sustitutivos para los tableros, esto es, aquellos materiales que se utilizaban con anterioridad a la introducción de los tableros.

Aparte de los bajos costos de fabricación, los siguientes factores ejercen una influencia notable sobre el precio de venta de los tableros:

(a) Transporte por tierra. Siendo los tableros voluminosos, los adecuados medios de transporte que garanticen una distribución por todo el país son un requisito previo para su máxima utilización.

(b) Costo de los portes, seguro y embalaje para la exportación. Si se quiere que los tableros lleguen a un mercado exterior, los costos del porte, seguro y embalaje constituyen una partida importante. En el cuadro siguiente se expresan estos costos como porcentaje de los costos «normales» de fabricación:

Tipo

Distancia

Vía

Embalaje

Porcentaje de los gastos «normales» de fabricación

Tableros duros

Ultramar, cercana

Marítima

Poco o ninguno

25

Tableros duros

Ultramar, lejana

Marítima

Resistente

80

Tableros de madera aglomerada

Hasta 1.000 Km.

Ferrocarril

Ninguno

25

Precio de venta de los productos sustitutivos

Si el precio de los sustitutivos (sobre todo madera aserrada, madera contrachapeada y tableros macizos) es bajo y abundan las provisiones de estos materiales, el mercado para los tableros puede muy bien ser reducido. En los países en que el mobiliario se fabrica con madera maciza y no existe una industria de las chapas no habrá mercado para los tableros de madera aglomerada como núcleo para la mueblistería. Por otra parte, este mercado va creciendo continuamente en aquellos países en que la madera maciza escasea y es cara, y en que los consumidores están dispuestos a pagar el precio de un mobiliario de primera calidad fabricado con tableros de madera aglomerada como base.

Manipulación, cortado a dimensión y trabajado

Los tableros pueden manipularse, cortarse a las dimensiones deseadas y trabajarse con mayor facilidad que ningún otro material alternativo. Esto supone una economía de mano de obra en las fábricas de muebles y puertas, en los talleres de carpintería y en las obras. Los salarios elevados aumentan el valor monetario de estos factores.

La facilidad de su manejo convierte a los tableros en un material muy adecuado para la carpintería de aficionado. Es difícil estimar el porcentaje que tales aficiones representan dentro del consumo total de tableros, pero los fabricantes manifiestan que es considerable.

Nuevos empleos para los tableros

Las propiedades de los tableros han resultado ser mucho más diversas que las de los materiales que en un principio sustituyeron. Se han ido descubriendo nuevas aplicaciones para los tableros a medida que los consumidores adquirían mayor conocimiento de este producto, y los fabricantes, por su parte, han recibido el estímulo para fabricar calidades especiales para tales utilizaciones. Esta acción recíproca entre la producción y el consumo constituye un proceso lento pero continuo, que se acentúa siempre que el elevado valor adquisitivo ha permitido a los consumidores una elección cada vez más selectiva en lo que se refiere a calidad y comodidad.

Altos niveles de vida

Lo espacioso de las casas modernas favorece el empleo de toda clase de tableros para puertas, accesorios, alacenas y muebles, aparte de la construcción de la propia casa.

Clima frío

Las bajas temperaturas externas favorecen el empleo de tableros aislantes como medio de conservación del calor y de tableros duros para evitar las corrientes de aire. Los tableros de madera aglomerada deben recomendarse ya que tanto la humedad como la sequedad que resultan de la calefacción central son dañosas para un mobiliario fabricado de madera enteriza y su efecto es extremamente perjudicial para los tableros macizos.

Como ya hemos mencionado anteriormente, los tableros gozan de mayor aceptación en los países de elevado nivel de vida, con clima frío o con industrias forestales y medios de transporte muy desarrollados. Pero los países en que una o más de estas circunstancias no existen podrían, a pesar de ello, estar en condiciones de producir tableros con un costo de fabricación igualmente bajo, o incluso inferior. Normalmente, una fábrica de gran capacidad bien dotada y dirigida, debería en cualquier país ser capaz de ofrecer precios un 20 por ciento inferiores a los de los tableros importados. Se conocen casos en que la diferencia fué del 40 por ciento, y aún más. No obstante, esto por sí solo no justifica la creación de una industria de tableros, sino que debe encontrarse ante todo un mercado adecuado. Si los tableros se destinan para la exportación, los costos por embalaje, porte y seguro, así como los derechos de aduana, constituyen un capítulo de consideración. Los países que pueden mantener sus mercados de exportación suelen contar con un mercado doméstico sólidamente establecido, o con costos de fabricación excepcionalmente bajos; de ordinario, gozan de ambas circunstancias.

Producción de tableros

Materias primas básicas

La fuente más segura y económica de materias primas es un abundante desecho de aserradero. Este material se venía utilizando sólo como combustible, e incluso en ocasiones su remoción suponía un desembolso. Como ejemplo de estos materiales pueden citarse los despojos de los grandes aserraderos y de las fábricas de contrachapeado; el castaño, acacia o roble; la madera desmenuzada que queda después de la extracción del tanino; la porción leñosa del lino (para tableros de aglomerado). Otros residuos tales como el bagazo, los juncos y la paja podrían alcanzar un precio excesivo antes de poder disponerse de ellos para la elaboración en una fábrica de tableros.

Puede ocurrir que después de iniciado el funcionamiento de una fábrica de tableros resulten insuficientes las provisiones de despojos de aserradero, y deban añadirse residuos forestales de otras especies y de categorías mejores de madera. La demanda de tableros de calidad superior puede conducir a la sustitución de los residuos por madera rolliza. Esto ha ocurrido en la fabricación de tableros de madera aglomerada para núcleos en la industria del mueble. Sin embargo, los adelantos técnicos tienden a facilitar que la madera rolliza vuelva a sus aplicaciones clásicas y más provechosas.

La abundancia de residuos constituye el mejor estímulo para iniciar el funcionamiento de una industria de tableros. Mientras más notable sea la proporción de residuos baratos, mayor será la garantía de bajos costos de fabricación y menor la probabilidad de que el fabricante individual sea la primera víctima de una crisis económica.

Constituye un error suponer que los precios vigentes para las materias primas disponibles en las cercanías del lugar en que se proyecta erigir la fábrica permanecerán inalterados una vez que la fábrica esté funcionando. El precio de la materia prima puede aumentar considerablemente si las necesidades de la fábrica representan una fracción notable de las disponibilidades. En la práctica, parte de estas necesidades habrán de satisfacerse con materiales traídos desde grandes distancias a un coste elevado, o incluso puede ser necesario sustituir la materia prima hasta entonces utilizada por un producto distinto. Tal circunstancia es indicación de que la fábrica se halla emplazada en lugar no conveniente, circunstancia que se presenta con no poca frecuencia.

Agua

Es necesaria una provisión continua y adecuada de agua dulce, incluso en los años más secos, para la fabricación de tableros duros y tableros aislantes. El desagüe del sobrante podrá originar dificultades. Si, como suele ocurrir, es precisa una autorización oficial para utilizar el agua y dar salida al sobrante, toda contravención a los reglamentos podrá ser muy costosa. Deberán conseguirse los servicios de consultores para que analicen el agua y recomienden los métodos de purificación.

Capacidad de la fábrica

La mayor parte de los inversionistas preferirían comenzar en pequeña escala e ir financiando las ampliaciones con los beneficios. Sin embargo, el concepto de capacidad económicamente mínima y al mismo tiempo óptima, ha ido variando desde que se inició la fabricación de tableros, y supone en nuestros días un volumen bastante considerable. En el cuadro siguiente se da una idea de esta pauta creciente.

Concepto

Algunos años atrás

Hoy


Toneladas por hora

Tableros duros

3,0

3, 7

Tableros aislantes

1,5

2,5

Tableros de madera aglomerada

1,0

1,5

En los países que van a la cabeza en la producción de tableros, la capacidad económicamente óptima por fábrica podrá ser dos veces mayor, o aun más. Las condiciones locales, tales como envergadura del mercado, materias primas disponibles, nivel de salarios y posibilidades de integración pueden hacer que un volumen menor sea lucrativo. Esto ocurre así en particular en el caso de fábricas dependientes, por ejemplo, una fábrica de tableros de madera aglomerada que, estando integrada con ella, sea de propiedad de una fábrica de muebles suficientemente grande para absorber todos los tableros producidos o una parte. sustancial de éstos. Las instalaciones que fabrican tableros duros o aislantes deben trabajar 24 horas por día, pero las de tableros de madera aglomerada pueden funcionar sólo 16 horas por día. sin que ello redunde sensiblemente en perjuicio de los costes de fabricación.

El capital necesario para una fábrica con el 50 por ciento de la capacidad indicada en el cuadro anterior suele equivaler, por término medio, al 75 por ciento del capital necesario para una fábrica de gran capacidad, pero en la primera, los costos de fabricación suelen ser superiores en un 25 por ciento aproximadamente. La integración de una pequeña fábrica en una industria ya existente, u otra circunstancia favorable, podría conducir a costos de fabricación análogamente razonables, pero si la demanda potencial de tableros y la disponibilidad de materias primas justifica una fábrica do gran capacidad el peligro de empezar en pequeña escala es que, más pronto o más tarde, algún competidor erigirá una fábrica mayor, produciendo a menor costo.

Por consiguiente, la falta de capital no es razón para reducir la capacidad de una nueva fábrica por debajo de lo que hubiera resultado más económico si se hubiera contado con suficiente capital. Si la demanda potencial no justifica una fábrica de gran capacidad, debe entonces volverse a considerar la conveniencia o no de montar una fábrica de tableros.

Emplazamiento de la fábrica

La elección del emplazamiento depende del lugar donde se encuentre la principal materia prima; medios de transporte y distancia a los centros de consumo; posibilidades de integración con otras industrias; disponibilidad de mano de obra; viviendas, y conveniencia y costo de los terrenos. para mencionar sólo los factores más importantes. El recinto de la fábrica debe ser de extensión suficiente para permitir una ampliación de al menos el doble de su tamaño original. Deberá contarse con suficiente espacio de almacén para las provisiones de materias primas. Si la temporada de compras es corta, estos locales de almacenamiento ocuparán una porción considerable del recinto total.

Otros factores principales

Posibilidades comerciales

Muchos inversionistas parecen más inclinados a arriesgar sumas cuantiosas en una nueva fábrica que una pequeña cantidad a estudiar si tal fábrica está justificada. Sin embargo, las probabilidades de éxito de una nueva fábrica pueden determinarse con certeza si se dedica! por ejemplo, un dos por ciento del capital necesario en estudiar e investigar los mercados. La forma de abordar esta investigación variará según el estadio de desarrollo del mercado.

1. En un país con un mercado bien establecido, los inversionistas potenciales podrían centralizar sus investigaciones en la determinación de su fuerza competidora. Los principales elementos del costo de producción y de venta pueden estimarse con bastante exactitud, tanto respecto de los competidores más débiles como de la nueva fábrica. Todo el mundo puede darse cuenta de si la fábrica de un competidor se halla desfavorablemente situada, en lo tocante al aprovisionamiento de materias primas, energía o combustible, en relación con los mercados, o si su maquinaria ha quedado anticuada. El que una nueva fábrica tenga mayores costos de depreciación que los competidores no debe alarmar a los inversionistas potenciales, porque en condiciones normales, estos costos se amortizan por sí mismos.

El costo del transporte terrestre, comisiones, descuentos, rebajas, salarios y gastos generales por concepto de agentes de venta, personal de la oficina de ventas y publicidad, pueden también estimarse con bastante precisión. No resulta tan fácil determinar el porcentaje de tableros de inferior calidad, cuya proporción puede ser bastante elevada en los primeros tiempos de producción. Ni es tampoco fácil estimar las piezas de dimensiones anormales que quedan después de cortar los tableros con arreglo a los pedidos. Pueden ser necesarias fuertes rebajas para deshacerse de tales existencias, especialmente si se van acumulando. La pérdida real resultante de estos factores varía de una empresa a otra. según las ventas y las normas de fabricación.

En un caso en que se pasaron por alto estos factores en una estimación, el punto real en que las entradas y los gastos eran iguales se alcanzaba cuando la capacidad era de los 2/3, en lugar de 1/3 como se habla estimado. Los beneficios eran alrededor de 60 por ciento inferiores a los previstos, y se hubiera producido una pérdida de no haber resultado la estimación de beneficios excepcionalmente elevada, por una parte, y por otra correctamente calculada.

Parece ser una práctica común basar las estimaciones de los gastos y beneficios en la posibilidad de aprovechar siempre la capacidad de la fábrica al máximo. EI promedio real a lo largo de un cierto número de años puede variar según los distintos países, pero rara vez excederá de 250 días de trabajo por ano en ningún mercado libre.

2. En un país en que los tableros duros, aislantes o de madera aglomerada se importan en cantidades que representen, por ejemplo, 1/3 o más del volumen de una fábrica de gran capacidad, la demanda aumentará si una nueva fábrica puede vender al precio f.o.b. de los tableros importados. En este caso, la creación de una fábrica de gran capacidad para producir la clase de tableros que goce de mayor demanda estaría justificada, pero las estimaciones de los costos de fabricación, más amplios costos de comercialización, deben ser fidedignos. Cuando los inversionistas se muestren indecisos, habrá que efectuar una investigación a fondo del mercado antes de decidir la creación de una industria en pequeña escala. Tal fábrica soportaría siempre la carga de elevados costos de fabricación, y para duplicar la capacidad sería precisa una inversión de capital desproporcionada con el aumento que se lograra de producción.

3. En las zonas donde hay poco mercado, o éste no existe, para los tableros se impone una vigorosa investigación de éstos. Los expertos en este terreno podrían servir de ayuda. La siguiente podría sur una forma de abordar el problema: Estimar el precio mínimo rentable para la venta de los tableros fabricados dentro del país; comparar dicho precio con el precio de venta de los artículos sustituidos por los tableros; determinar en qué grado pueden sustituir a estos artículos. Importando una buena cantidad de tableros podría comprobarse esa estimación y conseguirse alguna indicación de la demanda potencial para nuevos usos.

Grado de racionalización

Las autoridades de los países con paro obrero verían con buenos ojos el establecimiento de una nueva industria de tableros que absorbiera a muchos de sus trabajadores desocupados. Sin embargo, desde el punto en que la materia prima entra en la fábrica hasta el punto en que los tableros salen de ésta, ya terminados, apenas es posible emplear más brazos de los pocos que normalmente se precisan.

El elevado grado de automatización a que se ha llegado en los procesos de fabricación de toda clase de tableros ha estado auspiciado no sólo por la tendencia natural en los países muy desarrollados a reducir los costos por mano de obra, sino también por el deseo de evitar desperdicios y mantener una constante calidad elevada.

En un país donde los salarios son bajos puede estar justificado que la manipulación en el apiladero y en los talleres de la fábrica se racionalice en menor grado de lo que hoy es usual en los principales países productores de tableros. Los inversionistas que se propongan financiar una nueva fábrica deberán estimar el grado preciso de mecanización de esta manipulación necesario en tal fábrica.

Empleo y desempleo

En una empresa de tableros se emplean muy pocos obreros, y a medida que los tableros se van utilizando en mayor grado en la construcción y en otras industrias, van haciendo innecesarios un mayor número de trabajadores. Por cuanto la fabricación de sustitutivos está menos racionalizada que la de tableros, se produce también una economía de mano de obra por la reducción en el uso de estos sustitutivos a que ha conducido la introducción de los tableros. Dicho de otra forma, la industria de los tableros desocupa a mucha más gente de la que de hecho emplea. Esta ha sido siempre una de las principales justificaciones para crear la industria. Invocar lo contrario para obtener la autorización de crear una empresa de tableros sería incurrir en una grave desfiguración de los hechos. Además, al objeto de reducir el desempleo ningún país puede permitirse un gasto de 10.000 a 40.000 dólares E.U.A. por trabajador empleado.

Derechos de aduana

La conveniencia de proteger una industria naciente imponiendo derechos de aduana sobre los artículos importados depende en gran medida de que existan o no productos sustitutivos de los artículos de esta suerte protegidos.

En los países en que los sueldos y salarios son bajos, los consumidores se ven forzados en ocasiones a pagar por el papel un precio 3 ó 4 veces superior al vigente en los principales países productores de este artículo, en los que los salarios pueden ser 3 ó 4 veces superiores.

El consumo de papel por habitante en estos últimos países probablemente será cien veces mayor, pero si el primer grupo de países no puede obtener divisas para comprar papel, debería protegerse una industria nacional, al menos hasta un grado en que, con su producción, pudiera remediarse el analfabetismo y disponerse a la vez de papel para envolver.

Sin embargo, no ocurre esto con los tableros, simplemente porque existen sustitutivos, esto es, aquellos materiales hasta ahora utilizados. Debido a la extremada protección natural que ofrecen los gastos de embalaje y transporte, incluso con derechos aduaneros razonables el precio de venta de los tableros en los países importadores fácilmente duplica el pagado en los principales países productores de este artículo. Tal nivel de precios reducirá notablemente la demanda en cualquier país, y ciertamente ocurrirá así en aquellos en que el poder adquisitivo es bajo o en que se dispone de sustitutivos baratos. La aparente falta de demanda potencial retraerá a los inversionistas o les inducirá a crear una fábrica pequeña, ineficazmente dirigida que precisará una protección aún mayor.

Cuando los sustitutivos de los tableros escasean y son caros, la imposición de derechos aduaneros sobre las importaciones puede facilitar la creación de una fábrica de tableros, pero éstos serán caros, y la estimación de la demanda potencial dado el elevado precio de venta resultante debe hacerse con sumo cuidado.

Por supuesto, los derechos aduaneros son útiles e amo último recurso contra una persistente inundación del mercado a precios reducidos.

Capital necesario

Las estimaciones de los consultores comprenden los costos de construcción de las naves y maquinaria de la fábrica; sus propios honorarios, y en general también los gastos de administración, sueldos e intereses del capital durante la construcción. A este total. los inversionistas potenciales deben sumar el costo del terreno, de los planos y de los servicios de oficina, así como los gastos por adquisición de material para el transporte de materias primas hasta la fábrica y de distribución del producto terminado; automóviles, costo de preparación del proyecto; honorarios de los consultores locales; gastos legales y, según las condiciones locales, quizá otros muchos más. Si la fábrica de tableros no está integrada con una industria ya existente, y ha de erigirse en una comarca alejada, se precisará un capital adicional para construir carreteras, andenes de ferrocarril, central de energía, un taller de reparaciones con dotación superior a la normal, casas con agua corriente, alcantarillado y luz si no para todo el personal al menos para el directivo. En circunstancias adversas quizá se precise de otras instalaciones.

Los imprevistos suelen estimarse en un 10 por ciento del costo de la maquinaria. Esto puede cubrir los extras cuando el valor adquisitivo de la moneda permanece estable, pero en tanto los precios continúen aumentando en la proporción en que han venido haciéndolo desde el final de la última guerra, sería aconsejable estimar las contingencias en un 20 por ciento del capital fijado.

Por cuanto el capital de operaciones varía de un país a otro y de una industria a otra, una estimación empírica resultaría poco fidedigna. En realidad no exige más tiempo una estimación del capital de operaciones partida por partida: existencias anuales máxima y mínima de materias primas; existencias anuales máxima y mínima de tableros, si la demanda es estacional; existencias anuales máxima y mínima de piezas de recambio, según las indicaciones de la firma consultora, teniendo debidamente presentes los posibles retrasos en la entrega por parte de los países proveedores.

Influencia en la balanza comercial

En la mayoría de los países, la creación de una industria de tableros está sujeta a una autorización del gobierno. Las autoridades interesadas con frecuencia exigen una detallada justificación del proyecto, expresada en términos monetarios. Casi siempre precisan de alguna indicación en cuanto a la cantidad de divisas necesaria para la adquisición de maquinaria, así como otros datos relativos a las probabilidades de economizar divisas en las importaciones y a los beneficios derivados de la exportación. Este último extremo es sumamente difícil de estimar Quien no cuente con experiencia previa ni siquiera podrá estimar correctamente los costos de embalaje y de comercialización en el extranjero, y se requiere un considerable e íntimo conocimiento, tanto del comercio como de la producción de tableros, para estar en condiciones de juzgar el margen que les queda a los competidores para enfrentarse con un nuevo industrial. A menos de que en la nueva empresa los costos de fabricación sean excepcionalmente bajos, no estaría de más estimar los probables ingresos que reporten las exportaciones y después dividir entre diez.

Influencia mutua de los varios factores

Si se persigue una industria de tableros financieramente sólida y económicamente justificada, deberá tomarse en consideración la interdependencia de ciertos factores. Por ejemplo, el tipo de tablero que se haya de fabricar se determinará según las condiciones del mercado y la clase de materia prima disponible. Análogamente, la elección del proceso fabril está íntimamente vinculada a la materia prima seleccionada, y el volumen y emplazamiento de la fábrica con el tipo de tablero que se decida fabricar, con las perspectivas de su mercado y con las disponibilidades de materias primas. El capital necesario, los costos de fabricación y los beneficios dependerán a su vez de los anteriores factores. En resumen, es el conjunto de todos estos factores el que determina si la proyectada industria constituye o no un buen negocio. Así, pues, no puede prescindirse de un cabal planeamiento a fondo.

Proyecto, planeamiento y funcionamiento inicial de una industria de tableros

Proyecto

El costo de preparar un proyecto total es considerable. Sería inútil comenzar a levantar los planos dando en esta fase los toques finales, a menos de que las investigaciones preliminares indiquen que la empresa pueda considerarse segura y que se cuenta con el capital necesario. Dada la relación mutua de todos los mencionados factores, la mejor forma de abordar el problema es preparar un proyecto sumamente provisional, pero completo, y determinar si las dificultades más patentes que su estudio revele pueden solucionarse y en qué forma. Si la empresa resulta entonces alentadora, se procede a un proyecto más completo. Si se sigue esta norma puede desecharse rápidamente un proyecto que no aparezca bien cimentado, a la vez que trazarse uno más sólido con el mínimo de trabajo, tiempo y dinero. A este respecto, el contacto con un consultor competente desde el principio será de enorme ayuda.

Planeamiento y funcionamiento inicial

El crecimiento de una empresa es tan rápido, y la responsabilidad que incumbe al futuro fabricante tan considerable y complicada, que incluso los fabricantes de tableros firmemente establecidos prefieren buscar el asesoramiento de un experto. Cualquier error fundamental en el planeamiento conducirá a costosos cambios de maquinaria y a pérdidas comerciales. Antes de que el error pueda remediarse, las pérdidas que origina representarán muy pronto una suma muchas veces superior a los honorarios normales de un consultor.

La principal función . de un consultor es planear e iniciar las operaciones desde el momento en que la materia prima llega a la fábrica hasta que de ella salen tableros de buena calidad. Sin embargo, este sector altamente técnico de una industria de tableros es a la vez el más seguro, ya que los problemas que entraña son sobradamente conocidos por una competente firma consultora. Existen otros factores, que varían de una fábrica a otra, mucho más difíciles de determinar, y cuya influencia, si no se estima debidamente, puede acarrear pérdidas graves.

Asociación con un ya establecido

Los inversionistas que carezcan de experiencia en la industria de los tableros, pero que estén dispuestos a entrar en sociedad con un fabricante ya establecido, podrían conseguir las siguientes ventajas:

1. Oportunidad de estudiar en detalle una industria de tableros ya existente;

2. Ayuda en la determinación de las condiciones locales; sugerencias de los consultores; ofertas de los proveedores de maquinaria; oportunidades de exportación; asistencia en la ponderación de los pros y contras;

3. Reducción del período de «espera de capital» a que obligan los retrasos en el planeamiento, construcción de la fábrica e iniciación de las operaciones;

4. Posibilidades de capacitar en una fábrica ya existente al personal que se destine a los puestos clave de la nueva fábrica;

5. Competencia en la dirección de la fábrica y comercialización de los tableros;

6. Colaboración con un socio experimentado dispuesto a compartir los riesgos y también capaz de reducirlos;

7. Posibilidad de contratar en tal país personal experimentado para los puestos de mayor responsabilidad, si el fabricante está establecido en otro país. Los fabricantes establecidos se sienten inclinados a creer que, si un compatriota suyo ostenta un cargo directivo en la fábrica, ello supone una garantía de ventajosas condiciones y de éxito para la nueva compañía;

8. Economía de divisas, que de otra forma serían necesarias para importar maquinaria, siempre que el fabricante acepte acciones de la nueva compañía por el valor de tal maquinaria. Incluso una participación mínima del fabricante será suficiente, ya que el capital total necesario para la creación de una industria de tableros representa dos veces o más el costo de la maquinaria y equipo.

Un fabricante ya establecido, naturalmente, se resistirá a ayudar a un nuevo industrial. Sin embargo, no se le oculta que, más pronto o más tarde, se crearán todas las fábricas nuevas de tableros que estén económicamente justificadas. lo quiera o no. Si están bien dirigidas, tales fábricas nuevas serán tan provechosas como su propia empresa demostró serlo cuando la producción de tableros alcanzó un puesto preeminente en la industria de su país. Asimismo, podrá darse una rápida idea de las posibilidades de exportación de la nueva fábrica.

Por consiguiente, conseguir la colaboración de un fabricante ya establecido es en gran medida cuestión de que se le ofrezca una justa participación y de que se sepa ganar su confianza en el futuro del país a que pertenezca el nuevo fabricante, así como de que se le garantice que las condiciones son favorables a los extranjeros, tanto en lo que se refiere al empleo como a la inversión de capital.

Financiación

Una fuente adicional de ayuda financiera es la International Finance Corporation, Wáshington D.C. (Estados Unidos de América). Esta organización está sostenida por un notable número de gobiernos cuyo objetivo es «dar un mayor impulso al desarrollo económico fomentando la difusión de las empresas privadas en las zonas en desarrollo de todo el mundo». Se proponen alcanzar tal objetivo «sirviendo de lonja para las oportunidades de inversión, capital privado, tanto nacional como exterior, y directores experimentados». El alcance de sus actividades y las condiciones por que se gobiernan sus préstamos quedaron ya claramente definidos. 1 Estas condiciones Sol de naturaleza tan sólida que deberían ser estudiadas por los inversionistas potenciales, se propongan o no solicitar ayuda de este organismo.

1 Véase el folleto titulado The International Finance Corporation, Wáshington D.C., 10 de Agosto de 1956.

El trabajo anterior y el que sigue fueron presentados a la primera Consulta Internacional sobre Tableros Aislantes, Tableros Duros y Tableros de Madera Aglomerada que, patrocinada conjuntamente por la FAO y por la Comisión Económica para Europa, se celebró en el Palacio de las Naciones de Ginebra, del 21 de enero al 4 de febrero del corriente ano. A esta consulta asistieron más de 330 participantes, entre técnicos, fabricantes, constructores de maquinaria y especialistas de servicios oficiales, procedentes de 36 países, y en ella se llevó a cabo un intercambio de informaciones y de experiencias sobre los aspectos técnicos y económicos de la industria, entrándose en conocimiento de las más diversas prácticas y aplicaciones en uso en varias regiones del mundo, muchas de las cuales pueden adaptarse a otras donde todavía no se emplean.

La documentación de la reunión se publicará en dos volúmenes. El Volumen I contendrá los documentos de Secretaría y los apéndices, corregidos y aumentados en armonía con los resultados de las deliberaciones. El Volumen II recogerá los diversos documentos de referencia.

La producción de tableros se encuentra hoy en día bastante concentrada desde el punto de vista geográfico, sobre todo en Escandinavia, Norteamérica y la Europa Occidental. En el Informe de la Consulta se manifiesta que: (1) «Es inevitable que en los próximos años se tienda a una distribución geográfica más regular de estas industrias»; y (2) «En interés de todos los centros de producción, sean nuevos o ya establecidos, al planear toda nueva actividad debe tenerse plenamente en cuenta su viabilidad económica, no olvidando en ningún momento ninguno de los últimos adelantos técnicos a. La Consulta convino en que, si bien el futuro previsible de estas industrias está asegurado y sus productos llamados a contribuir en grado cada vez más notable a la elevación de los niveles de vida en todo el mundo, debe evitarse, en beneficio de todos los interesados, que se produzca un grave desequilibrio entre la capacidad de producción y la demanda efectiva.


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