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La labor de la FAO

Conferencia de 1957 de la FAO

La gran altura de los debates y deliberaciones, el planteamiento realista y dinámico de los problemas con que la FAO se enfrenta y el espíritu de solidaridad internacional al abordar estos problemas constituyeron las características del Noveno Período de Sesiones de la Conferencia de la FAO, celebrado del 2 al 22 de noviembre de 1957 en Roma.

Asistieron a las sesiones más de 550 delegados y observadores, contándose entre ellos 25 Ministros o Secretarios de Estado. La esfera forestal estuvo bien representada. Al final de esta nota se da la lista de los delegados que tomaron parte en las deliberaciones del Comité Técnico de Montes.

La Conferencia votó un presupuesto de 17 millones de dólares para los años 1958 y 1959, lo que constituye un considerable aumento de los fondos de que hasta ahora ha dispuesto la Organización para su programa ordinario de actividades y una notable prueba de confianza en el Director General, Sr. B. R. Sen. Como éste dijo, los fondos extraordinarios inyectan nueva vida en las actividades de la FAO.

«A pesar de las incertidumbres y de los fracasos, el mundo actual nos ofrece posibilidades no soñadas de esperanza y de lucha, con la única condición de que podamos aprovechar y desarrollar como es debido los recursos naturales y humanos, y utilizar plenamente los avances tecnológicos en los diferentes sectores. Para lograr tal objetivo contribuirá nuestra Organización con todos los medios a su alcance».
Ingresaron en la Organización tres nuevos miembros, Ghana, la Federación Malaya y Polonia, haciendo elevarse a 77 el total de Estados Miembros de la FAO. Se resolvió consolidar la estructura regional de la FAO, aprobándose la creación de una nueva Oficina Regional para Africa.

La situación agrícola y alimentaria mundial

La Conferencia tuvo a la vista el informe del Director General sobre el Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación en 1957, junto con un análisis suplementario de la evolución reciente y de un estudio de la situación del momento en lo que respecta a productos básicos. Refrendó el análisis general de la situación y perspectivas actuales tal como se presenta en dichos documentos.

El planeamiento de las tres industrias rurales - la agricultura, los montes y la pesca - sólo puede ser efectivo cuando se hace como parte de un programa general de fomento económico en que se preste la debida atención al equilibrio que debe existir entre las industrias urbanas y las rurales, así como entre cada una de las tres de este último grupo. La agricultura, los montes y la pesca guardan relaciones recíprocas de índole técnica, que son en parte de competencia, como por ejemplo en sus requisitos respecto al uso de los recursos de la tierra, agua, capital y a veces mano de obra, y en parte complementarias, como en lo que se refiere a los aspectos propios de la conservación, el uso de la mano de obra rural, el fomento combinado de los recursos o la organización de empresas mixtas agrícolas y forestales de carácter individual. La Conferencia estimó que estas relaciones recíprocas deben recibir toda la consideración que merecen en el planeamiento agrícola.

La Conferencia insistió en que los programas nacionales de fomento forestal que no tengan en cuenta las intenciones e intereses de los demás países pueden conducir a un grave derroche de los propios recursos nacionales e igualmente entorpecer la expansión del comercio internacional y del desarrollo económico general. Muchos países sostuvieron que la tendencia a abandonar la especialización y la división del trabajo en el plano internacional y regional para inclinarse hacia una mayor autosuficiencia nacional es una de las causas principales a que obedecen las actuales dificultades con que tropiezan algunos productos en los mercados mundiales. Si bien se reconoció que la producción de un país debe basarse en las ventajas relativas que le otorgan sus suelos, su clima y otros factores, se advirtió que es éste un concepto estático que no tiene en cuenta la variación de los niveles de rendimiento ni la necesidad de ampliar los actuales sectores de producción y crear otros nuevos. Además, motivos de seguridad nacional de problemas de balanza de pagos y otras dificultades, así como la necesidad de contar con una agricultura nacional sana y cada vez más diversificada, dan lugar muchas veces a buscar un grado de autosuficiencia mayor de lo que podrían justificar consideraciones puramente económicas.

Muchos países subrayaron la insuficiencia de los capitales disponibles para inversiones en el fomento forestal. Esta insuficiencia se refiere tanto a los fondos oficiales para tal fin como al suministro de crédito a los propietarios forestales para que mejoren sus explotaciones. Se reconoció que todos los países deben reunir el capital necesario para el desarrollo utilizando sus propios recursos por limitados que éstos sean, aunque ello signifique a veces reducir provisionalmente el consumo. Sin embargo, fueron muchos los países que hicieron hincapié en la necesidad de aumentar la provisión de fondos internacionales para invertir en montes, y algunos estimaron que la FAO debe actuar positivamente en este asunto. Además, muchos de los países poco desarrollados asignan a los ministerios de agricultura y otros servicios gubernamentales para la agricultura, los montes y la pesca fondos excesivamente reducidos, los cuales habrá que aumentar para que las industrias rurales puedan prestar un servicio compatible con la importancia que tiene en el desarrollo del empleo, la renta nacional y el progreso económico.

La Conferencia subrayó la necesidad de que al elaborarse planes, introducirse técnicas mejores y adoptarse medidas de asistencia económica, se preste mayor atención a los factores humanos y sociales. No basta con facilitar al agricultor o al propietario forestal los medios físicos de incrementar su producción. Se necesitan también medidas sociales para mejorar las condiciones rurales. El progreso será más rápido si se consigue ganar el entusiasmo y la ayuda de las propias poblaciones rurales para los programas generales de desarrollo de la comunidad. El algunos países se ha logrado de esta forma dar un nuevo impulso al progreso rural.

Un factor importante de la productividad agrícola y forestal lo constituye el establecimiento de métodos eficaces de aprovechamiento de la tierra. Por consiguiente, se necesitará el conocimiento de la aptitud de los recursos naturales, a fin de fomentar formas óptimas de aprovechamiento de las tierras. En algunos países, las actuales formas de aprovechar la tierra tienen su origen en condiciones históricas a consecuencia de las cuales, por ejemplo, las zonas más fértiles y las más apropiadas para el cultivo son utilizadas principalmente para la crianza intensiva del ganado, en tanto que la labranza se limita a las zonas boscosas y a las menos favorables topográficamente y se lleva a cabo en condiciones de gran presión demográfica sobre la tierra y en fundos de tamaño tal que su explotación no resulta económica.

La conservación de los recursos exige igualmente efectuar ajustes considerables en el aprovechamiento de la tierra, tales como utilizar las tierras marginales, no para cultivo, sino para pastos o para plantar bosques. En muchas zonas, las tierras forestales potencialmente productivas están decayendo rápidamente como resultado de un pastoreo sin restricciones o de las quemas realizadas en los sistemas de agricultura migratoria.

La Conferencia consideró necesario efectuar estudios cuidadosos acerca de todos los aspectos de la productividad y de la reforma agraria en relación con ésta.

Se hizo notar que la fragmentación excesiva de las unidades de producción y elaboración suscitaba problemas concretos de comercialización en el campo forestal. Estos problemas pueden resolverse mediante la adopción de técnicas apropiadas de manipulación y mediante una organización cooperativa.

ACTIVIDADES Y PROGRAMAS DE LA ORGANIZACIÓN

La Conferencia, a través de un comité técnico presidido por el Sr. Richard E. McArdle, Jefe del Servicio Forestal de los Estados Unidos, y del Sr. P. Martínez Hermosilla, Director General de Montes de España, en calidad de Vicepresidente, examinó la labor realizada por la FAO en el sector forestal desde su último período de sesiones. Consideró que en todas las esferas administrativas de los Estados Miembros se conocían y comprendían ya mejor los objetivos y actividades de la Organización. Ello ha contribuído a impulsar el esfuerzo de los países en favor del fomento forestal.

La Conferencia consideró que el Director General es digno de especial encomio por la importancia concedida a la mutua relación que en muchos aspectos existe entro los montes y la agricultura y por su insistencia en poner de relieve la varia contribución que los montes pueden aportar al bienestar y a los ingresos de las poblaciones rurales y trabajadores forestales.

Uno de los resultados más felices de los últimos años ha sido la actuación del mecanismo funcional que representan las comisiones forestales regionales y otros órganos auxiliares. La Conferencia pidió al Director General que tenga en cuenta las conclusiones de las referidas comisiones al preparar los futuros programas de trabajos y presupuestos de la Organización.

La Conferencia encomió la organización de la Conferencia Mundial del Eucalipto en 1956 y expresó la esperanza de que se incluya en un futuro programa de labores otra reunión del mismo carácter. Tomó nota con satisfacción de los trabajos que se proponían sobre pinos tropicales y recomendó resueltamente que se celebre un viaje de estudio sobre los pinos mexicanos. Se expresó la estima por el papel desempeñado por la Comisión Internacional del Chopo en el alumbramiento de nuevas fuentes de materias primas y en la habilitación de servicios de protección a la agricultura. La labor de esta Comisión, así como la de la Comisión Internacional del Castaño, deben continuar.

La Conferencia tomó nota con agrado de los progresos conseguidos en lo que se refiere al Instituto Latinoamericano de Investigaciones y Enseñanza Forestales en Venezuela y al Centro Regional de Investigación Forestal y Escuela de Ayudantes para el Cercano Oriente en Siria. Se señaló la organización del Centro de Capacitación sobre Ordenación de Cuencas Hidrográficas celebrado en la India en 1957 como ejemplo de los casos en que puede resultar más útil un proyecto regional que uno nacional para la labor de capacitación.

Al estudiar el programa de la FAO sobre tendencias y perspectivas de la madera en las diferentes regiones del mundo, la Conferencia convino en que lo acertado de los pronósticos regionales sobre las necesidades y el consumo de madera en Europa, confirmados por los datos disponibles sobre el curso real de los acontecimientos justifican la continuación de estos estudios analíticos.

La Conferencia expresó la esperanza de que el Director General tome las medidas necesarias para coordinar las estadísticas forestales de la FAO con las compiladas por los países del Commonwealth británico.

En general, la Conferencia encomió la cantidad y calidad de los resultados obtenidos por la FAO en el campo forestal, especialmente teniendo en cuenta lo limitado de los fondos disponibles.

Programa de Labores para 1958/59

La Conferencia estimó que el programa forestal propuesto por el Director General para 1958 y 1959, que absorberá el 14.3 por ciento de los fondos asignados a las Direcciones técnicas y el 8,5 por ciento del presupuesto total de la FAO, respondía ponderada y equitativamente a las diversas exigencias técnicas y regionales. La Conferencia alabó la «poda» de proyectos efectuada en 1956 gracias a la cual fué posible la concentración de esfuerzos.

El informe provisional del Director General sobre Programas forestales para la región mediterránea en relación con la rehabilitación agrícola y el desarrollo económico y sus propuestas relativas a este proyecto fueron objeto de Una discusión en la que intervinieron los representantes de muchos Estados Miembros. Se indicó que ciertos aspectos debían ser tratados en forma más completa, especialmente los relativos a costos de establecimiento y sostenimiento de las nuevas masas, selección de especies, elección de los instrumentos, maquinaria y técnicas generales más convenientes, todo lo cual se consideró de importancia. Los delegados subrayaron asimismo la conveniencia de establecer y poner en práctica proyectos específicos. La Conferencia recibió seguridades de que en todo trabajo ulterior se tomarán plenamente en cuenta las observaciones técnicas formuladas en el curso de los debates.

Con respecto a las demás «ampliaciones principales» propuestas por el Director General en su programa de labores, la Conferencia consideró como de la más alta prioridad el fortalecimiento de la organización de la estructura del personal regional para ayudar a las actividades forestales que la FAO realiza sobre el terreno, de acuerdo con el Programa de Asistencia Técnica y prestar servicios a las comisiones forestales regionales y sus órganos auxiliares. Comprobó que el enfoque regional ha sido siempre la base de los trabajos de la FAO en el campo forestal y que es necesario fortalecer y continuar éstos en la misma forma. La Conferencia estimó que en cuanto hubiera una oportunidad estas actividades debían extenderse al Africa.

La Conferencia consideró que la celebración de una conferencia de expertos en pasta y papel en la región del Asia y el Lejano Oriente, según propone el Director General, es indispensable para el fomento de tales industrias y el progreso forestal general de dicha región. Así lo han reconocido al prestar su apoyo a dicho proyecto la Comisión Forestal para Asia y el Pacífico y la Comisión Económica para Asia y el Lejano Oriente de las Naciones unidas.

En lo que se refiere a la documentación, la Conferencia, juzgó muy importantes las publicaciones de la FAO sobre temas forestales. En consecuencia, se encareció vivamente que se hallara la forma de reducir el volumen actual de publicaciones retrasadas, impidiendo que vuelvan a producirse en lo futuro tales acumulaciones. La Conferencia examinó la labor de la FAO en el terreno de la ordenación de cuencas hidrográficas, elogió los resultados ya alcanzados y concedió gran preferencia a la colaboración constante entre las Direcciones de Agricultura y de Montes en esta materia, así como en lo relativo a la agricultura migratoria, problema relevante en la protección de las cabeceras hidrográficas.

Refrendó, en particular, los proyectos siguientes:

a) organización de un viaje de estudios a los Estados Unidos de América para observar los resultados ya conseguidos en dicho país y la labor de investigación en curso. Los Estados Miembros deberán incluir en sus programas de asistencia técnica para 1959 solicitudes de becas para este viaje de estudios;

b) fortalecimiento de la cooperación entre agrónomos y forestales en Europa y en el Lejano Oriente mediante la organización de reuniones conjuntas de organismos regionales de la FAO interesados en la ordenación de cuencas hidrográficas y en la planificación integral del aprovechamiento de tierras. Se indicó que en particular era preciso definir en términos más precisos el alcance de las labores de estos organismos, así como las relaciones recíprocas de los mismos;

c) organización de centros regionales sobre ordenación de cuencas hidrográficas, aprovechando las oportunidades que brinda el Programa de Asistencia técnica;

d) preparación de un manual técnico sobre ordenación de cuencas hidrográficas, en el que tengan cabida los diferentes problemas que surgen en distintas condiciones físicas y económicas.

La Conferencia encareció nuevamente que se prestara atención especial a la coordinación de la ordenación de cuencas hidrográficas entre las autoridades nacionales y los técnicos cuando dos o más países comparten una misma cabecera hidrográfica.

Tendencias del programa

Sin dejar de reconocer que la Organización debe mantener sus actuales actividades en materia forestal, la Conferencia sugirió que en lo futuro se dé mayor preferencia a los proyectos que tienen por objetivo el aumento de la producción forestal con poco gasto y la mejora de los niveles de vida de las poblaciones rurales. El segundo de estos objetivos sólo se podrá alcanzar a través de incesantes esfuerzos por enseñar a las gentes la forma de aprovechar al máximo los recursos naturales de que tienen depender para vivir. La FAO puedo contribuir a ello promoviendo en mayor grado los servicios de divulgación forestal y participando en medida creciente en los programas de desarrollo de la comunidad.

En los futuros programas habrá que dar también mayor importancia a las actividades encaminadas a difundir en los Estados Miembros la aplicación de las modernas prácticas silvícolas, por ejemplo, en las regiones tropicales que ahora se están desarrollando. Se deberá prestar también atención al origen y calidad de las semillas forestales y habrá que realizar un análisis comparativo de la legislación vigente a este respecto en varios países, así como de los resultados obtenidos hasta ahora.

La Conferencia reconoció que era cada vez mayor la competencia que hacían a la madera otros materiales de sustitución. Conviene, pues, que se tomen las medidas necesarias en todos los sectores para reducir los costos, mejorar el aprovechamiento y crear organizaciones comerciales más eficientes. Deben ampliarse los esfuerzos de la FAO en tal sentido.

Quinto Congreso Forestal Mundial

La Conferencia hizo constar su gratitud al gobierno de los Estados Unidos de América por haber asumido la responsabilidad de organizar el Quinto Congreso Forestal Mundial que se celebrará en Seattle (Wáshington), del 29 de agosto al 16 de septiembre de 1960. Se enteró también con agrado de que el gobierno del Canadá está dispuesto a organizar viajes de estudio a la Columbia británica, ya sea antes de la apertura del Congreso o después de su clausura, si así se desea.

Los delegados hicieron varias propuestas útiles acerca de la organización y el programa del Congreso para que sean estudiadas por el comité organizador que ha de establecer el gobierno de los Estados Unidos de América.

LISTA DE PARTICIPANTES

El Comité Técnico de Montos estuvo integrado por los siguientes miembros:

AFGANISTÁN:

X. Abdullah. Laboratorio de Protección Fitosanitaria, Kabul

ALEMANIA:

K. H. Oedekoven, Landforstmeister, Bundesministerium für Ernährung, Landwirtschaft und Forsten, Bonn

AUSTRALIA:

K. Cook, Legación de Australia. Roma

AUSTRIA:

O. Eckmüllner, Director de Montes, Estiria

BIRMANIA:

U Aung Baw, Conservador de Montes

CANADÁ:

A. L. Best, Chief, Forest Economics Section, Federal Forestry Branch

DINAMARCA:

N. B. Ulrich. Jefe del Servicio Forestal

ESPAÑA:

P. Martínez Hermosilla, Director General de Montes

R. de Rada, Ingeniero Jefe de Relaciones, Dirección General de Montes

J. de Luque, Ingeniero Jefe de Planificación, Patrimonio Forestal del Estado

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA:

R. E. McArdle, Chief, Forest Service U. S. Department of Agriculture

V. L. Harper, Assistant Chief, U. S. Forest Service and Head of Forestry Research

H. Clepper, Executive Secretary, Society of American Foresters

C. G. McIntire, Congressional Observer, U. S. House of Representatives

FILIPINAS:

Eugenio de la Cruz, Director, Forest Products Research Institute, Laguna

FINLANDIA:

E. Saari, Profesor de Economía Forestal, Facultad de Silvicultura de la Universidad de Helsinki

FRANCIA:

J. de Vaissière, Inspecteur général des eaux et forêts

GHANA:

A. Foggie, Conservador Jefe de Montes

HAITÍ:

R. Ambroise. Directeur, Service de Conservation du, sol et des forêts

HONDURAS:

R. Torres Fiallos, Director General de Recursos Naturales

R. Castillo Matute, Jefe del Departamento Forestal, Dirección General de Recursos Naturales

R. Clare-Andino, Jefe del Departamento Técnico Forestal

INDONESIA:

Soesilo Hardjo Prakoso, Jefe de la Dirección de Montes y Planificación del Aprovechamiento de Tierras, Yakarta

IRÁN:

N. Golesorki, Asesor Técnico del Ministerio de Agricultura

IRAK:

H. Kittani, Director General Interino, Dirección General de Montes

ISRAEL:

A. Y. Goor, Director de Montes

ITALIA:

A. M. Camaiti, Direttore Generale per l’Economia Montana e per le Foreste

L. Funiciello, Ispettore Generale delle Foreste

MARRUECOS:

Ch. Grimaldi d’Esdra, Inspecteur général des eaux et forêts

NORUEGA:

A. Löchen, Secretario General del Comité Nacional de la FAO

PAÍSES BAJOS:

J. R. Pott, Dirección de Organizaciones Internacionales, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

PORTUGAL:

F. J. Mendes Frazão, Director General de Servicios Forestales

J. L. Calheiros, Vocal de la Comisión de la FAO

REINO UNIDO:

Sir Henry Beresford-Peirse, Deputy Director-General, Forestry Commission

SUECIA:

F. L. H. Johansson, Director-Jefe de la Real Junta de Silvicultura Privada

SUIZA:

J. Keller, Inspecteur fédéral des forêts

SUDÁN:

K. Hamad, Director Interino, Departamento de Montes

TÚNEZ:

M. Badra, Chef du service des forêts

UNIÓN SUDAFRICANA:

A. J. Du Plessis, Principal Technical Officer, Department of Agriculture

VIETNAM:

Lam-van-Thanh, Directeur des eaux et forêts, Saigón

YUGOESLAVIA:

D. Klepac, Profesor de la Universidad de Zagreb


Asistieron asimismo observadores de la UNESCO (P. C. Terenzio, Oficina del Director General) y de la UIOIF (A. Pavari, Director de la Estación de Experimentación Forestal de Florencia).

BIOGRAFIA DEL DR. ZON

El Sr. E. N. Munns, presidente del Comité de Historia Forestal de la Sociedad de Forestales Americanos, esta reuniendo datos para hacer una biografía del difunto Dr. Raphael Zon. Todo aquel que quiera contribuir a esta labor con documentos que se refieran a Zon y a sus actividades (incluso correspondencia) puede enviarlos a la siguiente dirección: Mr. Munns, 1639 Garnet Lane. Concord, California, U.S.A., por lo cual el Sr. Munns quedará muy agradecido.


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