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La campaña mundial de la semilla

Los programas de plantación de árboles de muchos países utilizan todavía semillas y material vegetativo procedentes de las fuentes más fácilmente asequibles, prescindiendo a veces de la especie y generalmente de la calidad y el origen. A medida que los montes y las plantaciones jóvenes resultantes van envejeciendo se aprecia que, para un suelo y unas condiciones climáticas particulares, la elección de las especies o las razas debería haberse hecho más cuidadosamente.

La investigación ha demostrado la importancia de las fuentes geográficas de la semilla, puesta de manifiesto por los fracasos debidos al empleo de semillas extrañas al país o de otras zonas del mismo país, haciendo caso omiso de la latitud, la altitud, la temperatura o la pluviosidad de la estación de plantación comparadas con las de la zona de procedencia de las semillas.

En algunos países se ha comenzado a identificar, dentro de una fuente geográfica dada de semillas, las estirpes superiores y los pies progenitores de alta calidad cuya rapidez de crecimiento, propiedades técnicas o notable resistencia a los insectos y a las enfermedades son promesa de una descendencia escogida. Los progresos alcanzados en el mejoramiento de los árboles por los esfuerzos de los genetistas y los mejoradores merecen ser tenidas en cuenta al trazar programas de plantación de árboles. La abundancia de suministro de semillas de las especies apropiadas en el momento oportuno es ciertamente importante. Cada día resulta más evidente que las semillas de árboles forestales utilizadas deben ser de orígenes geográficos definidos, apropiados para las estaciones de plantación. En cuanto al porvenir, será todavía más fundamental el conseguir semillas de estirpes superiores de progenitores de alta calidad para asegurar aquellas características y rapidez de crecimiento que diferencian las inversiones provechosas de las inútiles, no sólo en los programas nacionales de plantación de árboles, sino en toda la producción agrícola, hortícola y forestal.

En el Informe de la última Conferencia de la FAO se lee: «el uso extensivo de semilla de alta calidad de variedades mejoradas es uno de los medios apropiados y de aplicación más amplia y económica para aumentar la productividad». Dicha Conferencia resolvió emprender una campaña internacional de semillas y declarar el año 1960 Año Internacional de la Semilla. En dicho año todos los Estados Miembros deberán iniciar o intensificar «programas de producción y distribución de semillas de alta calidad bajo la dirección de un organismo nacional apropiado». Se pidió a todas las organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, interesadas que se unan a esta campaña.

Indudablemente los organismos, las organizaciones y las entidades especiales relacionadas con la producción forestal deberían estar representadas en estos esfuerzos nacionales, en unión con las entidades agrícolas y hortícolas, y es de esperar que los forestales participen activamente en los comités de la campaña nacional de la semilla que se formen para fomentar las diversas actividades relacionadas con el mejoramiento de los árboles; la producción, certificación y distribución de semillas; y la enseñanza. Cada país, sin duda alguna, escogerá entre estos tres tipos de actividades los más apropiados. Las necesidades difieren de unos a otros países, así como el grado de desarrollo forestal varía de unas zonas a otras.

El Director General de la FAO ha subrayado que incumbe a los distintos gobiernos principalmente organizar y llevar a cabo la Campaña Mundial de la Semilla, de acuerdo con sus propias ideas, con la fase de progreso técnico y con los medios de que dispongan. La FAO prestará su concurso mediante asesoramiento, sugiriendo medidas convenientes, cooperando con los organismos nacionales e internacionales pertinentes y preparando datos técnicos y educativos para uso de los diversos países.

Los forestales, el comercio de semillas de árboles forestales, y las industrias forestales obtendrán grandes ventajas del buen éxito de esta Campaña Mundial del Año de la Semilla.

FIGURA 1. - Una propiedad privada estadounidense típica en la que se mezclan las tierras forestales y agrícolas (Estado de Pensilvania).

Todas las fotografias han sido amablemente facilitadas por el Servicio Forestal de los Estados Unidos

FIGURA 2 - Sujetando una carga de trozas lista para ser transportada al aserradero. El hombre que se ve a la izquierda (el granjero) hizo la corta y extracción. Su vecino, que se ve a la derecha, proporcionó el camión. Es costumbre que los vecinos se ayuden mutuamente en estas tareas (Estado de Louisiana).


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