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Medidas para mejorar el pequeño monte en los Estados Unidos


por W. S. SWINGLER

Jefe Auxiliar del Servicio Forestal de los Estados Unidos

EN los Estados Unidos, la profesión forestal es relativamente reciente. Los primeros forestales oficialmente capacitados de este país comenzaron a trabajar allá por 1898. EL fomento de la profesión forestal y la familiarización del pueblo norteamericano con la silvicultura han sido desde entonces unas de las principales tareas de los forestales de los Estados Unidos.

La actitud del propietario estadounidense de montes con respecto a lo que el forestal considera una buena práctica de ordenación depende a menudo del conocimiento que el propietario tiene de los principios de la ordenación forestal y del beneficio que cree que le reportaría la aplicación de tales principios a su monte. Puede influir también en su decisión la idea que posea del tipo de asistencia forestal que se le va a prestar y de lo que debe hacer para conseguirla. Presenta un continuo problema para los forestales norteamericanos hallar el modo de hacer llegar repetidamente al propietario de montes los conocimientos de conservación de éstos de manera nueva y renovada.

Medidas de información y educación

Uno de los procedimientos más importantes para conseguir una mejor ordenación de los pequeños montes de propiedad privada en los Estados Unidos es mediante los programas de información y de educación de los gobiernos federal, de los estados y locales; de las industrias forestales y de las asociaciones forestales sostenidas por los particulares. Hay que convencer al propietario de montes mediante informaciones y medios educativos de que a su terreno le convienen mejores prácticas forestales. Debe llegar a desearlas. Los organismos de información y educación forestal de los Estados Unidos se esfuerzan en despertar el interés y conseguir la cooperación voluntaria de los propietarios de montes por medio de informaciones relativas a las buenas prácticas forestales y a la demostración de éstas.

Medidas nacionales

El Servicio Forestal y el Servicio de Extensión de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos llevan a cabo muchas actividades informativas y educativas en todo el ámbito del país para hacer que los propietarios de montes pequeños se preocupen de hacer más para mejorarlos. Gran parte de esta actividad se efectúa en cooperación con organismos de los estados y privados, incluso con muchas asociaciones forestales. Estas actividades toman formas diversas. A voces, es una película sobre el modo de plantar árboles. Otras, puede ser un programa de televisión o de radio sobre la prevención contra incendios en los montes. Puede consistir también en la publicación de boletines y folletos relativos a cualquier tema forestal y destinados al propietario de montes profano. Y, por último, esta actividad puede revestir la forma de charla, de conferencia con proyecciones, de contactos personales o de viajes a las zonas forestales de demostración. Todos estos medios informativos y otros más los utilizan diariamente los forestales norteamericanos.

Gran parte de esta actividad informativa se refiere a la prevención contra incendios forestales, cuestión ésta que constituye todavía un problema capital en los Estados Unidos. En la pasada década, el Programa Cooperativo de Prevención de Incendios Forestales contribuyó a reducir de un modo espectacular el número de incendios forestales ocasionados por el hombre. Se trata de un programa realizado por cooperación entre el Servicio Forestal de los Estados Unidos y 45 Departamentos forestales de otros tantos estados. En gran parte, lo financian y sustentan hombres de negocios norteamericanos, como servicio público gratuito, en interés de la conservación de los montes. EL programa se conoce más popularmente por Smokey Bear Forest Fire Prevention Program, denominación que deriva del oso simbólico adoptado como divisa nacional de la prevención contra incendios forestales. Cada año se desarrolla un nuevo tema que gira siempre alrededor de Smokey. Este programa lo patrocina como servicio público gratuito The Advertising Council, Incorporated, organismo apolítico de fines no lucrativos, cuyos miembros dirigen organizaciones particulares de publicidad. El año pasado, los hombres de negocios norteamericanos contribuyeron con una suma equivalente a 10 millones de dólares en revistas, periódicos y carteles, transmisiones de televisión y radio y otros servicios en favor del programa. Las organizaciones forestales y afines, tanto públicas como privadas, así como centenares de escuelas y asociaciones, participan todos los años en el Programa Cooperativo de Prevención de Incendios Forestales. Este programa constituye uno de los mejores ejemplos de colaboración armónica entre el Gobierno federal, los estados, las industrias forestales, los hombres de negocios norteamericanos, las organizaciones cívicas y los ciudadanos para alcanzar un objetivo de alto valor para el bien público.

Se presta una atención educativa especial a los agricultores norteamericanos que son dueños del 62 por ciento de los pequeños montes de la nación. El Servicio de Extensión de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos es el principal organismo docente forestal que atiende a los agricultores del país. Se trata de un organismo en el cual participan los gobiernos federal, de los estados y de los condados, a la vez que los campesinos. Todos ellos examinan sus recursos, establecen programas para mejorar las prácticas culturales, y determinan el modo de llevarlas a cabo. El Servicio de Extensión busca una amplia participación de los campesinos en los programas que les alientan a mejorar los métodos y a que ellos mismos los realicen. Entre los problemas con que se enfrentan muchos agricultores figuran la creación de masas arbóreas mejores y la obtención de rendimientos superiores y de ingresos más saneados de las tierras arboladas. Se ayuda a los propietarios mediante planes para el desarrollo de especies arbóreas y la obtención de madera simultáneamente con el programa de ordenación general de la explotación agrícola. Los forestales de los servicios de extensión trabajan en íntimo contacto con los propietarios agrícolas, las juventudes rurales, los departamentos forestales de los estados, las industrias forestales, los bancos y otros organismos públicos y privados interesados en estas cuestiones.

Medidas que adoptan los estados

Los estados emplean 90 forestales de extensión oficiales, de jornada completa, que desarrollan su labor a través de los agentes agrícolas locales de los condados. Además de esto, 46 de los 50 estados cuentan con Departamentos Forestales propios. Estos departamentos los sostienen, en gran medida, los estados correspondientes y son completamente independientes del Servicio Forestal de los Estados Unidos que es la organización forestal nacional. Cada Departamento Forestal de los diferentes estados lleva a cabo programas de información y educación forestales. Algunos estados, como Florida, por ejemplo, no sólo tienen una dirección de información y educación centralizada, sino que disponen de forestales de información destacados en todas las zonas arboladas del estado. Las distintas organizaciones estatales están cercanas a los propietarios de las tierras maderables y por ello están en excelentes condiciones para ponerse en contacto con ellos en provecho del mejoramiento de la silvicultura.

El programa de la asociación industrial y forestal

Las industrias norteamericanas que hacen uso de la madera saben que más de la mitad de las tierras arboladas comerciales está en manos de pequeños propietarios. Estas industrias privadas han hecho inversiones enormes en instalación y material. En muchas ocasiones, su principal fuente de abastecimiento de madera es el pequeño propietario de montes. Como las industrias forestales estadounidenses constituyen el mercado principal para los productos madereros de los pequeños propietarios de montes, tales industrias tienen un interés vital por estos productos. Las industrias forestales cuentan con varios intensos programas educativos de conservación de montes. Muchos programas industriales se Llevan a cabo en estrecha cooperación con los respectivos Servicios Forestales de los estados. Entre estos programas, los más notables son el Keep America Green Program, para impedir los incendios forestales, y el Tree Farm Program, para premiar a los propietarios de montes que actualmente practican procedimientos silvícolas correctos y están dispuestos a comprometerse a continuar tales prácticas en sus propias tierras. Existen otros muchos programas educativos de las industrias forestales, algunos patrocinados por ciertas industrias de esta naturaleza y otros por asociaciones de industrias que utilizan madera. El programa de la Southern Pulpwood Conservation Association constituye un notable ejemplo de programa educativo destinado a conseguir una mejor ordenación de los pequeños montes. Gran parte del trabajo de las industrias forestales está centralizado en la American Forest Products Industries, Incorporated, organización nacional privada de industrias forestales. Las industrias que hacen uso de la madera emplean actualmente más forestales que los gobiernos federal y locales reunidos. Impera la tendencia hacia una actividad informativa y educativa cada vez mayor entre los pequeños propietarios de montes en favor del mejoramiento de las prácticas de ordenación.

FIGURA 3. - Estudiantes de una Escuela Superior (de la clase de ciencias) plantando pino rojo (Pinus resinosa) en terrenos forestales de la Escuela (Estado de Wisconsin).

Protección del monte pequeño

Protección contra los incendios forestales

Los 4,5 millones de propietarios de montes de pequeña extensión poseen entre todos 107 millones de Ha. (265 millones de acres), es decir, el 55 por ciento, aproximadamente, de las tierras arboladas comerciales de los Estados Unidos. Para que estos montes produzcan un volumen óptimo de madera de calidad hay que protegerlos adecuadamente contra los incendios. Esta protección debe ser tal que procure al propietario el privilegio de asegurar su monte mediante una prima justa.

Si la protección de estas tierras arboladas se deja enteramente en manos de sus dueños origina un problema para nuestra economía forestal, tanto federal como estatal. Muchos propietarios se dedican a actividades distintas de la producción de madera y de la elaboración industrial de ésta. Muchos, no residen en sus propiedades, y, en general, la protección de estas pequeñas superficies arboladas contra el fuego por parte de sus propietarios es prácticamente inexistente. Cuando el propietario pretende procurarse por sí solo esta protección, tropieza a menudo con gastos prohibitivos. A veces, los propietarios se reúnen en asociaciones para la protección mutua. Estas asociaciones funcionan bastante bien cuando a su frente figura un gran propietario. Pero el país no puede confiar en las asociaciones de terratenientes para presentar un frente continuo a los incendios forestales. Cada día más, la responsabilidad recae sobre la protección pública organizada y en la mayoría de los estados esta protección es ya, efectivamente, una función pública.

La protección pública organizada exige un agente responsable del gobierno del estado, normalmente el Forestal del Estado, que dirija la protección de las tierras arboladas en todo él. El gobierno federal se suma a este esfuerzo con su cooperación y con una indemnización monetaria para estimular la adecuada protección de los recursos forestales en toda la nación y sentar las bases de una ordenación conveniente. El programa que ha desarrollado en el aspecto de la protección contra los incendios forestales durante las cinco últimas décadas ha dado lugar a un incremento de la superficie protegida, que de los 24 millones de Ha. (61 millones de acres) que abarcaba en un principio ha pasado a 160 millones de Ha. (396 millones de acres) en 1957.

Aunque son impresionantes los progresos alcanzados en la protección de los montes, tanto pequeños como grandes, en los Estados Unidos desde 1911, queda aún mucho por hacer. El pueblo norteamericano trabaja para proporcionar una organizada protección contra el fuego a 16 millones de Ha. (39 millones de acres) de tierras arboladas que todavía carecen de protección. Asimismo dirige sus esfuerzos a mejorar la protección de 81 millones de Ha. (200 millones de acres) de tierras arboladas que actualmente sólo gozan de una protección organizada mínima.

Lucha contra las plagas forestales

En los Estados Unidos, las pérdidas anuales de madera imputables a los insectos y a las enfermedades superan a las pérdidas producidas por los incendios. Los forestales trabajan sin descanso para reducir esta sangría de recursos forestales. Las plagas de insectos y de hongos no respetan límite alguno. Reconociendo este hecho, dos leyes nacionales de lucha contra las plagas fijan la responsabilidad de los gobiernos de los estados y locales y de los propietarios particulares en la lucha contra los insectos y las enfermedades forestales en todas las tierras arboladas, prescindiendo de su propiedad. De acuerdo con estas leyes, el gobierno federal contribuye a los gastos de eliminación de los insectos y las enfermedades forestales en los terrenos que no son propiedad de la nación. También proporciona, cuando es necesario, dirección administrativa y técnica, y medios para el descubrimiento y la evaluación biológica de los brotes.

Para obtener una plena cooperación es fundamental una legislación estatal relativa a la lucha contra los insectos y las enfermedades forestales. Casi todos los estados que tienen recursos forestales han promulgado disposiciones de esta naturaleza, proporcionando además asistencia financiera y técnica a todos los propietarios de tierras arboladas, incluso a los de pequeños montes. Así, pues, los fondos para la lucha contra los insectos y las enfermedades forestales en los bosques pequeños proceden en la mayor parte de los casos de tres fuentes: los gobiernos federal y del estado y el propietario particular.

FIGURA 4. - El forestal norteamericano va a los montes a prestar asesoramiento a los propietarios de pequeños montes sobre la ordenación de la madera. El propietario dice: «Cuando necesito pedir dinero prestado, no lo pido. Me voy al monte y corto algo que de todas maneras había que cortar» (Estado de Louisiana).

Bajo la dirección del gobierno federal se lleva a cabo un programa de descubrimiento en la mayoría de las tierras arboladas del país para revelar prontamente los brotes destructores. Estos brotes son evaluados biológicamente en organismos nacionales y de los estados con objeto de determinar su potencial destructivo y la necesidad de su eliminación. Las organizaciones nacionales y estatales de investigación efectúan continuos estudios y experimentos para establecer métodos de exterminio mejores y más baratos y para que tales métodos sean asequibles al propietario de pequeños montes.

Medidas de ordenación forestal

Estatales y nacionales

La idea de dividir la responsabilidad entre el gobierno federal y los gobiernos de los estados para conseguir una mejor ordenación forestal de los montes de los Estados Unidos ha resultado especialmente satisfactoria en sus fases de ensayo en este país. En casi todos los programas forestales que llevan a cabo conjuntamente el gobierno federal y los gobiernos de los estados, los gastos son cubiertos por las partes interesadas. A medida que se constituyen organizaciones estatales, éstas asumen una mayor responsabilidad y contribuyen en mayor medida a los gastos, a fin de conseguir la realización de estas tareas en sus estados.

Plantación de árboles y repoblación forestal

Están necesitando que se proceda a su plantación unas 17.600.000 Ha. (43.700.000 acres) de tierras forestales comerciales de propiedad privada, susceptibles de tal plantación, de baja densidad arbórea o desprovistas de árboles. El año pasado, por primera vez en su historia, se plantaron de árboles en los Estados Unidos más de 400.000 Ha. (un millón de acres) de terreno. Para esto, se necesitaron más de mil millones de árboles el 72 por ciento de los cuales procedía de viveros de los estados.

La Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos hace muchos años que se interesa por estas tierras susceptibles de plantación. Viene proporcionando asistencia a los propietarios para la plantación de árboles, desde hace decenas de años. Esta asistencia se presta en cooperación con los organismos forestales de los estados y mediante asistencia económica a los mismos para:

1. La producción y la adquisición de árboles y su distribución a los propietarios de tierras a precios favorables, generalmente muy por bajo del costo.

2. El asesoramiento técnico relativo a cuándo se deben plantar los árboles, cuáles son los que deben plantarse y cómo debe hacerse esta operación.

A través de su Programa de Conservación Agrícola, la Secretaría de Agricultura proporciona también asistencia económica a los agricultores para ayudar a cubrir los gastos de plantación de árboles y los de los trabajos de preparación del terreno, con objeto de fomentar la resiembra arbórea natural. Con arreglo a este programa el gobierno federal paga del 50 al 80 por ciento del costo total de los árboles y de los trabajos efectuados en la plantación de aquellos y en la preparación del terreno.

En los Estados Unidos es enorme la actividad que se desarrolla en la plantación de árboles. Los bancos locales, las industrias forestales, las asociaciones comerciales, los gobiernos de los condados, los distritos de conservación del suelo, las sociedades cívicas y las escuelas patrocinan la plantación de árboles en las pequeñas propiedades mediante asistencia económica, técnica y de otra naturaleza. La compra, el funcionamiento y la conservación de las máquinas de plantación de árboles son financiadas y administradas con frecuencia cooperativamente por tales organizaciones y organismos locales. La disponibilidad y la eficacia de las máquinas plantadoras de árboles han contribuido notablemente a aumentar el número de árboles plantados.

Como parte de un programa nacional tendente a retirar de la producción las tierras agrícolas marginales, la Soil Bank Conservation Reserve, organización especial para la plantación de árboles, ha comenzado actualmente a incrementar de modo notable la superficie ocupada por los montes pequeños mediante una intensa labor de plantación. De acuerdo con este programa, el agricultor se compromete con el gobierno a no dedicar a la producción agrícola determinadas zonas de tierras arables y conviene en aplicar y mantener prácticas de conservación en este terreno durante el período de vigencia del contrato. El gobierno federal paga hasta el 80 por ciento del costo de aplicación de las prácticas y satisface un canon al agricultor cada año de contrato. Se espera que para 1962 se habrá plantado de árboles un total de 1,2 millones de Ha. (3 millones de acres) conforme a este programa.

Las grandes llanuras del centro de los Estados Unidos están sujetas a sequías y tormentas de polvo periódicas. En 1934, se concibió el Prairie States Forestry Project (Proyecto Forestal de los estados de las Praderas) para ayudar a los agricultores a plantar barreras vivas y rompevientos de árboles para proteger los campos contra los efectos perjudiciales de los vientos. El gobierno ponía como condición para establecer la plantación el que los agricultores se comprometiesen a cooperar mediante el mercado, el cultivo y el mantenimiento de estas fajas arbóreas. El proyecto, que fue dirigido por el Servicio Forestal de los Estados Unidos durante sus primeros ocho años, lo administra actualmente el Servicio de Conservación del Suelo. Estos dos servicios dependen de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos. El Servicio de Conservación del Suelo presta también asistencia técnica en las granjas a agricultores y rancheros para el planeamiento, la aplicación y el mantenimiento de los sistemas de conservación de granjas y ranchos, e incluso de los montes de explotaciones agrícolas. El plan de conservación incluye medidas preventivas para el aprovechamiento de la tierra y la ordenación de suelos y aguas y para la conservación y el aprovechamiento de las tierras de cultivo, los pastos y los montes.

Programa cooperativo de ordenación forestal

Es éste un programa conjunto del gobierno federal y de los gobiernos de los estados para proporcionar a los pequeños propietarios particulares asistencia técnica en relación con la ordenación de sus tierras para fines forestales. Para estas actividades, los gobiernos de los distintos estados emplean forestales profesionales que se entrevistan con los terratenientes en las propiedades de éstos prestando asesoramiento y asistencia técnica sobre el terreno en lo que se refiere a la ordenación de tales propiedades. Suelen asesorar sobre el tipo más provechoso de producto, la elección de árboles que se deben apear, los procedimientos de venta, el mejoramiento de las masas que quedan y otras cuestiones relativas a la provechosa ordenación práctica forestal a largo plazo. Si las condiciones de una extensión de terreno determinada lo permiten, este forestal asesora al propietario sobre el modo de recoger parte de la producción, y de poner el resto en condiciones mejores y más valiosas para el desarrollo futuro. Si la extensión es tan pequeña que el terreno puede ser examinado y facilitarse el asesoramiento en un plazo de pocos días, este servicio es gratuito. Algunos estados cobran por el marqueo de estos pies destinados a la venta y si la zona arbolada es grande y presenta un problema de ordenación complejo, el forestal del estado suele recomendar al propietario que utilice los servicios de un consultor forestal privado, a quien hay que pagar.

FIGURA 5. - Muchos propietarios de pequeños montes efectúan las propias labores de corta y extracción y arrastre con los caballos de su granja (Estado de Nuevo Hampshire).

A fines de 1957, este programa había alcanzado a lo largo del tiempo a un total de 336.000 propietarios de montes, que poseen entre todos más de 12,1 millones de Ha. (30 millones de acres).

Programa de conservación de productos resinosos

En los Estados Unidos, la trementina, la colofonia y muchos derivados se extraen de la oleorresina de los pinos tea (Pinus elliottii y Pinus palustris). Estos pinos crecen abundantemente en los estados del sudeste. Los Estados Unidos van a la cabeza de la producción mundial de trementina y de colofonia de miera o sea lo que en los Estados Unidos se conoce por naval stores (productos resinosos). La mayoría de estos productos resinosos se produce en las propiedades de los dueños de montes pequeños.

Hace unos 20 años, el Gobierno norteamericano inició un programa para estabilizar la industria de los productos resinosos y mejorar los procedimientos que esta industria emplea. La aplicación de este programa a los montes se efectúa bajo la dirección del Servicio Forestal de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos y a fines administrativos se incluye en el Programa general de Conservación Agrícola de dicho país.

En esta labor se ofrecen los beneficios de la participación en los gastos a los productores de productos resinosos que utilizan procedimientos mejorados de conservación de tales productos y de explotación forestal. Esto ha sido un factor importante en la formación de la zona productora de trementina del sudeste que posiblemente constituye el ejemplo más notable de propiedades forestales bien ordenadas. El programa ha avanzado mucho en su intención de hacer que la industria de los productos resinosos abandone los procedimientos destructivos de aprovechamiento de los árboles pequeños y adopte procedimientos conservadores que dan carácter permanente a tal industria. Estos procedimientos se prestan a una explotación más provechosa y permiten aprovechar los árboles para otras aplicaciones, como son, por ejemplo, la obtención de madera aserrada, de postes y pilares y de madera para pasta. La protección contra los incendios y el empleo de procedimientos de corta correctos son condiciones fundamentales. Se presta asistencia directamente a unos 2.500 productores e información a otros 2.500 anualmente.

FIGURA 6. - En las llanuras arboladas del sudeste de los Estados Unidos es posible con frecuencia que el camión llegue hasta el árbol que se va a cortar. Esto reduce los costos de extracción y se traduce en un beneficio mayor para el propietario del monte. Obsérvese que los pinos de este pequeño monte no sólo producen madera para pasta sino que sirven también para la obtención de productos resinosos (Estado de Georgia).

La participación en los costos en silvicultura

El Programa de Conservación Agrícola (PCA) de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos, comenzado en 1936, ha contribuido al progreso de los procedimientos forestales convenientes. Con arreglo a este programa, los terratenientes pueden recibir ayuda económica bajo la modalidad de participación en los costos para mejorar su ordenación forestal. Este programa lo lleva a cabo el Servicio del Programa de Conservación Agrícola. Con variaciones apropiadas para ajustarse a las condiciones locales, el programa funciona ayudando al terrateniente a costear los gastos de realización de procedimientos forestales correctos, tales como plantación de árboles, aclareo de masas densas, poda de masas jóvenes, eliminación de pies que tienen escaso valor comercial y otras. Para participar en el programa, el terrateniente debe ponerse en contacto con el correspondiente Comité de Estabilización y Conservación Agrícolas del condado de sus agricultores vecinos, en que esté situado su terreno y formular anticipadamente un programa sistemático de mejoramiento forestal de acuerdo con especificaciones recomendadas localmente. Una vez terminada esta labor de manera que satisfaga estas normas de rendimiento, se abona la asistencia federal. En la mayoría de las localidades estos pagos por participación en los gastos ascienden al 50 por ciento aproximadamente del costo de realización de dichos trabajos.

Hasta hoy, el Programa de Conservación Agrícola ha ayudado a los agricultores a plantar de árboles 0,9 millones de Ha. (2,2 millones de acres). Además, se han llevado a cabo trabajos para el mejoramiento de las masas arbóreas destinadas a la producción de madera en 0,65 millones de Ha. (1,6 millones de acres). La práctica de la plantación de árboles ha sido adoptada voluntariamente en más de 30.000 explotaciones agrícolas y la de mejoramiento de las masas arbóreas madereras en más de 8.500 granjas.

Medidas adoptadas en los distritos de conservación del suelo

En los Estados Unidos hay más de 2.700 distritos de conservación del suelo. Estas subdivisiones legales de los gobiernos de los estados las organizan voluntariamente los habitantes de una cuenca colectara, de un condado o de una comunidad. Actualmente abarcan más del 90 por ciento de las tierras agrícolas de la nación. A través de un organismo rector electivo, denominado generalmente Junta de inspectores de distrito, formado por habitantes del distrito, cada distrito dirige y administra su propio programa de conservación del suelo. Estos organismos están interesados en la conservación de todos los recursos naturales. Los inspectores acuden a todas las organizaciones federales y estatales en solicitud de asistencia para orientar técnicamente a todos los terratenientes de su distrito.

Montes comunales

Los montes comunales sirven de marco para la celebración de actos conmemorativos y de reuniones, y también de laboratorios al aire libre para estudiantes; de refugio para la fauna y de lugar de esparcimiento. Aparte de esto, pueden proporcionar beneficios si se siguen en ellos prácticas silvícolas apropiadas. Su extensión varía de 0,40 Ha. (un acre) a 40,5 Ha. (100 acres) 0 más.

Las necesidades de la comunidad constituyen el principio orientador en la determinación del tipo de monte que debe desarrollarse. Los montes comunales presentan carácter tan diferente como, por ejemplo, el monte de la juventud rural del condado de Escambia, en Florida, de 178 Ha. (440 acres) de extensión; el monte comunal de 6 Ha. (15 acres) plantado por la organización juvenil Future Farmers of America, en Lowall, Michigán; el terreno de demostración local de 0,40 Ha. (un acre) de Arkansas, o el monte comunal de 243 Ha. (600 acres) de Arcata, California. Estos montes se destinan al mismo fin, es decir, a formar un espíritu comunal unificado trabajando en amistosa cooperación con otras gentes en bien de todos. Dichos montes conviene que posean las características siguientes:

1. Buena accesibilidad;

2. Que sean atrayentes, tanto desde el punto de vista panorámico como por sus condiciones para el esparcimiento, y

3. Un alto valor para fines demostrativos, por ejemplo que presenten árboles en diversas fases y estados de desarrollo que permitan un trabajo continuo y equilibrado.

Como se trata de un servicio público, los forestales norteamericanos proporcionan gratuitamente asesoramiento, asesoramiento, planes de ordenación y posteriormente asistencia sobre el terreno. Es esencial, para la continuación del primitivo objetivo bajo direcciones sucesivas, llevar un registro. Generalmente, los derechos de propiedad sobre la tierra pertenecen a los condados, los municipios, los organismos estatales, las escuelas y otras organizaciones.

Hay unos 4.000 montes comunales que cubren una superficie total de 1,8 millones de Ha. (4,5 millones de acres), aproximadamente, en 40 estados.

Programa de fomento rural

La Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos y otras secretarías y organismos del gobierno federal colaboran con los gobiernos de los estados para hacer del fomento agrícola, industrial y de comunidades de las zonas rurales insuficientemente desarrolladas un objetivo primordial de la política nacional. Para llevar a cabo esta política, se ha dado comienzo, en forma experimental, o de demostración, a un Programa de Fomento Rural en 63 condados y 9 zonas de dos o más condados cada una, en 30 estados y en Puerto Rico. Muchas comunidades insuficientemente desarrolladas esperan de sus bosques y montes el fortalecimiento de su economía.

Los montes cubren gran parte del campo norteamericano. Extensas zonas, incluso regiones enteras, dependen de los recursos de sus montes (madera, agua, vida silvestre, esparcimiento) para la satisfacción de sus necesidades y para conseguir sus ingresos básicos, así como para su progreso social y económico.

La industria local colabora frecuentemente con gusto en el fomento de la producción y los mercados, por ejemplo, mediante el incremento de las compras de madera donde puedan asegurarse abastecimientos constantes. Un ejemplo de esto lo constituye la labor de la Champion Paper and Fiber Company en el estado de Carolina del Norte. Esta empresa emplea 2.800 obreros locales y proporciona indirectamente empleo a 6.000 familias más por sus compras de madera para pasta.

Medidas para mejorar las condiciones de las cuencas colectaras en los montes pequeños

El suelo y el agua son recursos fundamentales. En los Estados Unidos, al igual que en otras partes del mundo, el horizonte superior del suelo es una capa relativamente delgada de tierra que cubre subsuelos de roca, grava, arcilla, arena y otros. La tarea de mantener este horizonte superior productivo a cubierto de la acción erosiva de las aguas o de los vientos y la de regular los cursos de agua es una difícil labor en la que los pequeños montes de los Estados Unidos juegan un papel primordial. Mediante estudios pertinentes se ha visto que las inundaciones se originan con frecuencia en zonas relativamente pequeñas que hay que estabilizar por medio de vegetación. Estas zonas pueden llegar a este estado como consecuencia de incendios de los bosques; del pastoreo excesivo; o de prácticas agrícolas 0 de explotación maderera incorrectas. En la mayoría de los casos, estas tierras son de propiedad privada. El gobierno federal, en cooperación con los de los Estados y con los terratenientes privados, lleva a cabo un intenso programa de mejoramiento de las cuencas colectoras y de defensa contra las inundaciones mediante la estabilización del suelo. La responsabilidad general de la administración de estos programas se ha delegado en el Servicio de Conservación del Suelo. El Servicio Forestal de los Estados Unidos está encargado de las medidas de carácter forestal. Estos dos organismos dependen de la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos.

Las medidas forestales tomadas con arreglo al programa de mejoramiento de las cuencas colectoras tienden a prevenir los daños debidos a la erosión del suelo, a las aguas de las inundaciones y a la sedimentación. Las medidas de mejoramiento recomendadas en un determinado soto puede que exijan combatir más eficazmente los incendios destructores de las cubiertas forestales. Puede que sea necesario acotar una zona de terreno crítica para impedir que el ganado paste en ella. Es posible que haya que plantar árboles en terrenos denudados o de densidad arbórea pequeña para contener la erosión. Y una de las medidas más eficaces podría ser convencer a los propietarios de montes maderables a punto de efectuar cortas en ellos que las realicen de acuerdo con prácticas de ordenación forestal apropiadas. En el costo de estas medidas participa el gobierno federal y los gobiernos de los estados y los terratenientes privados, de conformidad con los principios de participación en los costos establecidos por los programas forestales en vigor.

Aproximadamente unas 270.000 Ha. de monte comercializable pertenecientes a casi 10.000 propietarios están sujetas ya a ordenación forestal bajo las actividades del programa de mejoramiento de las cuencas colectoras.

Medidas llevadas a cabo por los forestales consultores privados

La mejor protección contra los incendios de los bosques, la avanzada mecanización de las operaciones de extracción y labra, la rápida expansión de las industrias usuarias de la madera que aprovechan los productos de los aclareos y otras cortas de mejora, las nuevas aplicaciones de la madera de los árboles considerados en otro tiempo de escaso valor comercial y la más fácil accesibilidad de las vías de comunicación contribuyen a que la producción de árboles maderables constituya una inversión más lucrativa que nunca en los Estados Unidos. Una prueba del interés que existe por la ordenación forestal en los Estados Unidos es el hecho de que hoy día, aparte del servicio forestal gratuito llevado a cabo por los forestales públicos y los de las industrias, hay más de 350 forestales consultores privados que, mediante el cobro de ciertos honorarios, prestan sus servicios a los propietarios de árboles maderables. En los últimos doce años, el número de estos consultores forestales en los Estados Unidos ha aumentado en casi el 900 por ciento. La mayoría de estos consultores poseen una buena capacitación profesional y una considerable experiencia en las múltiples facetas de la ordenación forestal y están en condiciones de prestar asesoramiento y asistencia técnicos a los propietarios de montes, sea cual fuere la extensión de éstos.

FIGURA 7. - Los insectos no conocen fronteras. Los insectos defoliadores atacan a veces extensiones de millares de acres de tierras arboladas de la nación, de los estados, y privadas. Vemos aquí, un avión del Servicio Forestal pulverizando con una mezcla de DDT una masa de abeto Douglas (Pseudotsuga menziesii) infestada de insectos, para combatir el gusano de la yema de la picea (Choristoneura fumiferana) (Estado de Idaho).

El mejoramiento de las masas de árboles madereros la plantación de árboles, la lucha contra los incendios, los insectos, el pastoreo regulado, las cuestiones relativas a tributación, seguros, cortas selectivas, extracción, comercialización y el aprovechamiento económico conveniente de los recursos forestales de las propiedades de sus clientes, son actividades que el forestal de hoy día, en el aspecto privado, es capaz de estudiar en todo plan de prescripción y ordenación completo que pueda trazar para un monte. La ordenación completa de las tierras arboladas, en la que se incluyen el esparcimiento, el aprovechamiento de las aguas, la caza y la obtención de forraje, constituye el criterio sobre el que basan actualmente sus servicios a los propietarios de montes. Sujeto al a código ético» de la Sociedad de Forestales Americanos, a las disposiciones sobre concesión de títulos de algunos estados y a los objetivos de la Asociación de Forestales Consultores, el forestal consultor privado constituye hoy día una pieza importante y necesaria de todo programa de mejoramiento de los pequeños montes de los Estados Unidos.

Medidas de investigación para el mejoramiento del pequeño monte

Investigaciones de ordenación forestal

Gran parte de la investigación forestal que se lleva a cabo en los Estados Unidos la efectúa el gobierno federal. A esta labor se suman las investigaciones de las industrias forestales, de los gobiernos de los estados y de las escuelas de montes. La investigación de ordenación forestal puede ayudar, y realmente ha ayudado ya, al pequeño propietario de montes en las prácticas forestales, desde la semilla hasta la troza aserrable. El propietario puede obtener mayores ingresos de sus montes mediante el cultivo de productos de calidad superior. La investigación le ha mostrado muchos modos de conseguirlo.

Uno, consiste en cultivar un árbol de calidad mejor o de más rápido crecimiento. La investigación en genética forestal y el mejoramiento de los árboles forestales ha demostrado que los árboles mejorados son una realidad. Por ejemplo, se han obtenido pinos tea (Pinus elliottii y Pinus palustris) selectos, capaces de dar cantidades superiores de oleorresina para productos resinosos. Algunos de estos árboles han resultado genéticamente superiores en cuanto a rendimiento de sandáraca. Cuando existan en el comercio semillas de estos árboles superiores, el propietario de masas arboladas dedicado a la obtención de productos forestales se ha de beneficiar, ciertamente, cultivando la estirpe superior.

En las zonas del nordeste y centro - occidental de los Estados Unidos se han obtenido o aislado chopos híbridos con notable rapidez de crecimiento o de grano vistoso. Los híbridos que presentan este grano son especialmente prometedores para los pequeños propietarios de la zona centro - occidental. Los genetistas han creado muchos pinos híbridos, como, por ejemplo, el Monterrey-Knobcone (Pinus radiata - Pinus attenuata), apropiado para efectuar plantaciones en los montes de California; el híbrido pino de hoja corta - pino incienso (Pinus echinata - Pinus taeda), que parece ser resistente a la roya fusiforme, para plantación en el sur de los Estados Unidos y el híbrido Pinus ponderosa - Pinus engelmannii, que puede resultar bastante resistente a la sequía, para plantación en los estados del oeste.

Los mejoradores de árboles han seleccionado también pies de masas silvestres con características notables. En el sur, algunos pinos - tea tienen copas de rama fina, pero poseen todavía una buena rapidez de crecimiento. Y en el norte de las Montañas Rocosas se han encontrado pinos blancos de Idaho (Pinus montícola) que en todos los ensayos efectuados hasta ahora se han mostrado resistentes a la roya vesicular del pino blanco. En todas las principales regiones madereras se efectúan estudios para determinar cuáles son las mejores razas de las especies madereras importantes para su plantación en diversas localidades. Al igual que sucede con el desarrollo de otros cultivos, el explotador de montes se beneficiará del empleo de variedades mejoradas o de híbridos.

La plantación o la regeneración satisfactorias son tan importantes como la selección de los árboles mejores para plantación. Como muchas tierras arboladas no se regeneran adecuadamente, la plantación es necesaria en millones de hectáreas. Durante años, los investigadores forestales norteamericanos vienen estudiando el mejor modo de efectuar plantaciones en estaciones muy diversas: tierras desmontadas, tierras agotadas, tierras denudadas por la minería y terrenos cubiertos de maleza. En toda región de plantación importante se han preparado normas de plantación de árboles basadas en los mejores resultados de la investigación. Esta ha demostrado, por ejemplo, que aunque pueden plantarse pinos con éxito en terrenos agotados del centro de los Estados Unidos, las frondosas no vegetan bien en ellos, ni aunque la tierra hubiese estado destinada originariamente a montes de frondosas. Estudios pertinentes han demostrado que las dunas del noroeste de Florida y de otras partes del sur de los Estados Unidos pueden repoblarse con pinos si se eliminan el chaparro y la poa prieta. Estos estudios han puesto de manifiesto que las tierras desmontadas de antiguo de los estados del sur pueden plantarse con pino de hoja larga (Pinus palustris) lanzando la semilla desde aviones, si tales semillas, pesadas, se tratan adecuadamente con sustancias repelentes para pájaros y roedores y si el terreno se escarifica o el sotobosque se quema previamente. Mediante años de investigación y experiencia, se ha conseguido que sea común una supervivencia del 80 por ciento en las plantaciones efectuadas en el sur de los Estados Unidos. Sin embargo, continúan las investigaciones para establecer métodos que sirvan para plantar con éxito muchas de las especies frondosas y para efectuar plantaciones económicamente en los lugares más difíciles.

Muchos pequeños montes requieren una ordenación o una rehabilitación cuidadosas para producir al ritmo máximo. Los estudios silvícolas y la experiencia adquirida en montes pequeños sometidos a ordenación indican lo que debe hacerse. Por ejemplo, para mejorar la calidad, los pinos jóvenes pueden podarse hasta el 50 por ciento aproximadamente de la copa viva sin rebajar apreciablemente el ritmo de crecimiento. La poda de algunas especies frondosas se complica porque la eliminación de las ramas conduce con frecuencia indirectamente a la formación de brotes epicórmicos a lo largo de los troncos. La investigación ha demostrado que una prudente labor de aclareo suele concentrar el desarrollo en los árboles aprovechables elegidos, aunque generalmente ya no se obtiene más crecimiento total.

Se está determinando en diversos tipos y estaciones la densidad apropiada de material en crecimiento. Esta información enseñará al propietario de montes qué número de árboles por unidad de superficie deberá reservar después de una corta de aprovechamiento intermedia. En muchos montes del este de los Estados Unidos una densidad de masa de 16,0 a 18,3 m.2 por Ha. (70 a 80 pies cuadrados por acre) es una reserva conveniente y el propietario puede extraer periódicamente los árboles maderables que excedan de esta reserva. Asimismo, se realizan estudios para hallar los mejores modos de obtener la regeneración natural de las especies deseables, por ejemplo, por escarificación del suelo, por eliminación de las especies competidoras y por cortas de la extensión oportuna.

FIGURA 8. - Mediante las investigaciones de genética forestal se consiguen pinos con el vigor propio de los híbridos. El árbol pequeño es un pino de Banks (Pinus banksiana). el alto es un híbrido de pino torcido y pino de Banks (Pinus contorta - Pinus banksiana). El Servicio Forestal de los Estados Unidos cuenta con institutos de genética forestal en los estados de California, Wisconsin y Misisipí.

Los datos acumulados durante años muestran que los montes son susceptibles de dar una cierta producción si se les presta una ordenación conveniente. De un monte de pino incienso de 16 Ha. (40 acres) tratado como un pequeño propietario de monte lo haría con arreglo a una ordenación justa, el beneficio anual por acre (1 acre = 0,4 Ha.) ha sido por término medio de unos 12 dólares en un período de 20 años y el material en crecimiento ha seguido su formación. Aunque esto constituye una de las mejores demostraciones de la ordenación, otras llevadas a cabo en estaciones peores o con una menor cantidad inicial de material en crecimiento, han dado un beneficio medio de 2 dólares o más por acre y año en tanto continuaba la formación de dicho material. Un monte heterogéneo de frondosas de tierras altas ordenado como bosquete agrícola pone de manifiesto de qué modo puede rehabilitarse una masa agotada. Este monte de 8,5 Ha. (21 acres) contenía 65.000 pies tablares en el año 1952. En una corta de rehabilitación, se apearon 23.000 pies tablares de árboles menos convenientes que se vendieron puestos en carretera por 540 dólares. En 5 años, la masa creció de nuevo hasta alcanzar 55.000 pies tablares; la rapidez de desarrollo va en aumento y el crecimiento se acumula en árboles de calidad superior.

La investigación de ordenación forestal está creando herramientas y técnicas para una ordenación más eficaz de los montes. En la industria de los productos resinosos, la investigación ha creado nuevos útiles para el desmenuzado de los árboles y para el raspado de la superficie de éstos; un procedimiento basado en el empleo de determinados ácidos para estimular el flujo de resina, incisiones mejores y otro material. Se han ideado instrumentos sencillos para comprobar la densidad de masa o el área basimétrica del monte; se han encontrado métodos eficaces para matar los árboles indeseables de la masa y se han ensayado sistemas más eficaces de desembosque de trozas, por ejemplo, en árboles enteros o sobre tarimas.

Los resultados de estas investigaciones, redactados en un estilo sencillo, han aparecido en los Farmers' Bulletins publicados por la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos.

Medidas de investigación sobre el aprovechamiento de los productos forestales

La buena ordenación forestal de los montes pequeños depende mucho de la existencia de aplicaciones lucrativas de los productos forestales antiguamente invendibles y que actualmente retrasan el desarrollo de los árboles comerciables. El programa nacional de investigaciones sobre el aprovechamiento de los productos forestales tiende principalmente a crear aplicaciones para los productos de las entresacas y los árboles defectuosos abandonados en extracciones anteriores, para las especies que actualmente no tienen aplicación económica y para los productos de los aclareos y de las cortas de mejora que no llegan a dar un beneficio económico. Este programa está centralizado en el Servicio Forestal de los Estados Unidos en su Laboratorio de productos forestales de Madison, Wisconsin, efectuándose investigaciones sobre el terreno y servicios adicionales en las nueve estaciones experimentales forestales regionales.

El aprovechamiento de la madera como materia prima depende del aspecto económico de su competencia con otros materiales sustitutivos. Uno de los modos principales en que puede rebajarse el costo de las materias primas es incrementando la eficacia de su recogida y transporte al mercado. Esta faceta de la investigación es importante para beneficiar al propietario del pequeño monte.

Las investigaciones encaminadas a crear métodos mejores para determinar la calidad de la madera y para destinar ésta a sus aplicaciones más lucrativas, no sólo ayudan al propietario de tierras maderables de pequeña extensión a ordenar sus masas arbóreas, sino que ayudan también a los dueños de aserraderos o de otras instalaciones fabriles a comprar madera, elegir troncos para productos distintos y ejercer la inspección de la calidad en la fabricación. El resultado es una mayor eficacia y la posibilidad de mayores beneficios para el propietario de masas arboladas pequeñas.

Las investigaciones para mejorar los aserraderos, la maquinaria de secado, el encolado, la fijación, la estabilización, la resistencia al fuego, la protección contra la pudrición y los insectos contribuyen a ampliar las aplicaciones de la madera y el valor de ésta. De interés especial para el propietario del pequeño monte son los estudios encaminados a mejorar la aplicación de especies que actualmente no se utilizan a causa de las dificultades que presenta el secado, la labra y el clavado de las mismas. El propietario de tierras arboladas se beneficia también de la creación de métodos sencillos de conservación de postes, pilares y madera aserrada contra los insectos y la pudrición.

Se llevan a cabo investigaciones en el aprovechamiento de especies poco utilizadas y de árboles pequeños para chapas con objeto de descubrir las posibilidades de empleo de dichos materiales para fines decorativos y de construcción. Se estudia igualmente el corte de chapas muy gruesas para aplicaciones especiales a las que anteriormente se destinaban productos aserrados. Se está examinando la posibilidad de obtener productos mixtos de chapas y otros materiales.

El ennoblecimiento de la madera aserrada, las chapas y los contrachapados de baja calidad mediante «papel - resina» que se pega con cola sobre las caras de la madera de baja calidad es otro estudio que tiende a incrementar el aprovechamiento de la madera de calidad inferior que actualmente en su mayoría no tiene salida en el mercado y que constituye un agudo problema para el pequeño propietario de montes.

Se está examinando la posibilidad de incrementar el empleo de las calidades inferiores de maderas duras aserradas para fines de construcción. El problema con que se tropieza aquí se refiere principalmente a la unión de miembros estructurales. Se procede al examen tanto de los medios mecánicos de sujeción (clavos, pernos, acoplamientos, grapas, etc.) como de los de encolado. La solución de este problema podría ayudar a crear un mercado para muchos montes pequeños de frondosas, que constituyen tal problema.

A pesar de todo lo que puede hacerse para aprovechar la madera como tal, es necesario desarrollar el aprovechamiento en gran escala para la obtención de pasta y de productos químicos de las especies y los árboles poco usados y que no son aptos para otra cosa. El mejoramiento de los procedimientos de obtención de pulpa para utilizar maderas duras va por buen camino, pero es necesario conseguir todavía más.

En el campo químico, se mejoran los métodos de producción de carbón vegetal en hornos de poco costo. Se estudian las reacciones básicas de la madera y de sus componentes con los agentes físicos y químicos a fin de obtener datos para la creación de nuevas aplicaciones industriales para la madera como materia prima para productos químicos industriales o para otras aplicaciones. La investigación química y de obtención de pasta ha aumentado ya mucho el número de especies adecuadas para la obtención de productos derivados de la madera y ha permitido al propietario de montes pequeños lanzar al comercio muchas de sus especies de escaso valor comercial.

Además de las investigaciones que se llevan a cabo, el aprovechamiento de los productos forestales se fomenta también por un programa de medidas para estudiar los problemas regionales de aprovechamiento y para asesorar y prestar otra asistencia a la industria y a otros transformadores de la madera de los propietarios de montes pequeños sobre las posibilidades de mejorar los procedimientos actuales y establecer nuevas industrias. Se mantiene también la cooperación con las instituciones industriales y las públicas regionales dedicadas a la investigación del aprovechamiento de los productos forestales. La capacitación de científicos calificados en esta rama se estimula mediante un programa «de ayuda cooperativa», con arreglo al cual se presta asistencia a las instituciones de enseñanza para que los graduados profundicen sus estudios.

Medidas de investigación de la economía forestal

Varios programas de investigación económica que se llevan a cabo en los Estados Unidos contribuyen al mejoramiento de los montes pequeños. Las estaciones experimentales del Servicio Forestal de los Estados Unidos y varias instituciones de enseñanza de los estados y organizaciones privadas, llevan a cabo la investigación de las normas de calidad de la madera, del fomento de los mercados, de la información relativa a precios y mercados y de la economía de la producción de la madera.

En el campo de la investigación de la comercialización, diversas organizaciones de investigación han emprendido una amplia variedad de proyectos para obtener datos de valor para los agricultores y otros propietarios de montes pequeños. Con el fin de ayudar a vender la madera de un modo más eficaz, por ejemplo, se han creado categorías para ciertas especies de trozas y árboles, especialmente categorías para madera de sierra destinada a la producción de tablones. Estas medidas comprenden el establecimiento y la aplicación de calidades para las frondosas de la zonas del este y, por ejemplo, para el pino ponderosa (Pinus ponderosa) y el abeto Douglas (Pseudotsuga menziesii).

Los procedimientos de venta de madera con arreglo a calidades, incluso las normales del Servicio Forestal y una amplia variedad de calidades locales especificadas por las fábricas que hacen uso de la madera son aún muy variables en los Estados Unidos. Todavía se vende mucha madera a base de una suma global y gran parte de la corta de madera no se utiliza para los productos de máximo valor que podrían obtenerse. Las investigaciones sobre la calidad de la madera, los métodos de venta y los datos de comercialización conducen a indudables mejoramientos en los procedimientos de venta de los propietarios de los montes pequeños y a mayores beneficios de la producción maderera.

Asimismo se han efectuado muchas investigaciones de la economía del aprovechamiento en relación con los medios para sacar mayor partido de las especies de poco valor y de los residuos madereros e industriales que durante mucho tiempo no se han aprovechado. El empleo de los residuos de los aserraderos ha aumentado de un modo espectacular en este país en los últimos 10 años. El incremento consiguiente de la eficacia de fabricación y de la intensidad de aprovechamiento de la madera beneficia lo mismo a las instalaciones industriales que utilizan la madera que a los pequeños propietarios que suministran gran parte de la misma a la industria de los Estados Unidos.

La investigación del aspecto económico de la producción de madera proporciona igualmente datos que tanto los pequeños como los grandes terratenientes podrán utilizar al formular los programas de producción forestal y al tomar decisiones sobre la realización de inversiones lucrativas. Los datos relativos a los beneficios que pueden esperarse de la plantación de árboles, por ejemplo, proporcionan una guía segura para un gran número de propietarios interesados en el establecimiento de nuevos montes. La determinación de las utilidades de los montes en condiciones diversas suministra igualmente una base para una determinación más exacta del valor de la tierra, tanto para la compra y la venta generales de las propiedades como para fines más precisos, como, por ejemplo, la fijación de los impuestos.

Resumen

El 73 por ciento de todas las tierras arboladas comerciales de los Estados Unidos es de propiedad privada. Hay 4,5 millones de propietarios de montes pequeños y más del 55 por ciento de la totalidad de los terrenos forestales comerciales lo constituyen estas pequeñas propiedades.

Son varios los programas formulados en los Estados Unidos para mejorar los montes pequeños. Pero, aunque en las cinco últimas décadas la silvicultura ha progresado bastante, queda aún mucho por hacer para que los montes pequeños puedan alcanzar su producción óptima de madera.

El gobierno federal, los gobiernos de los estados y los locales, las escuelas de montes, las industrias forestales, los forestales consultores privados y las asociaciones de ciudadanos, trabajan todos para lograr una mayor producción en los montes pequeños. En un nuevo esfuerzo para conseguir esto, el Servicio Forestal Nacional y los servicios forestales de los estados patrocinan actualmente las reuniones de propietarios de pequeños montes en todo el país buscando en ellas la opinión de dichos propietarios sobre el mejor modo de acometer el problema de lograr una mejor ordenación forestal.


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