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Productos forestales - Madera blanda aserrada

En 1959, la producción mundial de madera blanda aserrada alcanzó un total de 54,04 millones de standards, superando en 2,89 millones de standards la cifra máxima de posguerra registrada en 1955. Entre este último año y 1958, la línea de progresión ascendente, constante desde la guerra, se flexionó hasta un punto exactamente por debajo de los 50 millones de standards. Esta restricción apareció por primera vez en 1956 en los Estados Unidos y reflejó casi exactamente el retraimiento observado en toda la economía del país durante el mismo período. En Europa, la tendencia descendente se registró algunos meses más tarde y, aunque de corta duración, resultó lo suficientemente grave para trastornar la estructura de los precios en 1958. Entre 1957 y 1959 se produjo alguna reducción en la producción europea, pero los cambios estadísticos no fueron pronunciados. Los productores en Europa del Norte deben proyectar por necesidad las operaciones con mucha anticipación, y el nivel de producción corresponde rara vez a la situación del mercado en un momento determinado. En el período que estudiamos, se evidenció cierta superproducción en la temporada 1957-1958, pero como la industria y la construcción se reanimaron intensamente hacia finales de 1958, las existencias excedentes se convirtieron en un valioso «amortiguador» porque a la sazón se estaba reduciendo la producción.

El comercio mundial de exportación de madera blanda aserrada presentó sólo ligeras fluctuaciones entre 1957 y 1959. En 1957, el total de 6,5 millones de standards indicó un ligero mejoramiento respecto de las exportaciones de 1956; en 1958 hubo una insignificante baja y al ano siguiente las exportaciones volvieron nuevamente a ascender para alcanzar el nivel de 6,9 millones de standards. Los datos incompletos referentes a 1960 indican que ha continuado la tendencia ascendente del comercio de exportación y que tiene como base una considerable ampliación de la producción de madera blanda aserrada.

Indudablemente, el hecho más impresionante de los tres últimos años ha sido la rápida expansión de la producción de aserrío en la U.R.S.S. Desde 1957, la U.R.S.S. ha ocupado la posición principal entre los productores mundiales y, aunque en 1959 la producción de los Estados Unidos aumentó en más de un millón de standards, la U.R.S.S. siguió siendo el mayor productor, con un buen margen de más de tres millones de standards.

Los tres últimos años se han caracterizado también por el resurgimiento del Canadá como competidor efectivo en los mercados de fuera del continente norteamericano. A principios del período, el auge de la construcción posterior al retraimiento en los Estados Unidos, al coincidir con una demanda floja y bajos precios en Europa, provocó grandes reducciones en los embarques canadienses a ultramar en 1958 y 1959. En 1960, sin embargo, el desarrollo siguió un curso casi totalmente opuesto; la disminución de la demanda en los Estados Unidos dio lugar inmediatamente a la acumulación de existencias y a precios canadienses más bajos en un momento en que los precios de la madera blanda europea mostraban una nueva pujanza como reacción a las abundantes compras por parte de los principales países importadores. En 1960, el Canadá consiguió duplicar sus exportaciones a Europa. Entre las demás regiones, se registran pocos cambios indicativos de nuevas tendencias y se diría que el desarrollo económico en la zona deficitaria de madera de Asia y del Cercano Oriente está procediendo a un ritmo que guarda poca relación con aquel a que están explotándose los recursos de madera de coníferas o se está ampliando el comercio de importación de maderas blandas. Parece cierto, por tanto, que el desarrollo industrial se está sosteniendo recurriendo a depósitos de mineral y a materiales artificiales.

En el siguiente estudio se examinan, región por región, las características más importantes de la producción y el comercio.

América del Norte

En 1957 y 1958 el retraimiento cíclico afectó a importantes sectores de la economía estadounidense, trayendo consigo una brusca contracción en la producción de madera blanda aserrada. En su punto bajo, en 1958, la producción llegó a 13,7 millones de standards (Cuadro 1), frente a 15,2 millones y 16 millones alcanzados, respectivamente, en 1956 y 1955. Aunque el índice general industrial dejó de registrar un aumento sensible hasta más avanzado el ano, en 1958 se comenzó a experimentar un nuevo auge en la construcción residencial, provocado por los bajos tipos de interés y reforzado por un generoso financiamiento facilitado por la Administración Federal de la Vivienda, conforme a las condiciones de la Ley de la Vivienda de 1958. En abril de 1958, el tipo de descuento del Federal Reserve Bank de Nueva York se fijó en 1,75 por ciento y permaneció a dicho nivel hasta noviembre.

CUADRO 1. - ESTADOS UNIDOS: MERCADO DE MADERA BLANDA ASERRADA


1957

1958

1959

Enero

Junio

Variacción en porcentaje desde 1959

Millones de standards

Producción

13,85

13,70

14,80

14,42

-

-2,5

Existencias en bruto (al fin del período)

2,96

2,83

2,91

-

3,22

+23

Importaciones

1,38

1,60

1,90

-

-

-

Exportaciones

0,31

0,27

0,31

-

-

-

Si bien la industria en general hizo un uso lento del «dinero barato» el mercado de la vivienda respondió con entusiasmo y hacia la primavera de 1959 la construcción de casas se aproximaba al alto punto registrado en 1950. El consumo de madera blanda, en el que tan gran volumen corresponde a la demanda de la industria de la construcción, registró una mejora importante durante casi todo el año de 1958 y a su vez contribuyó a un esfuerzo intensificado en la industria de la madera aserrada. Desde 1958 a 1959 la producción de madera blanda aserrada aumentó en más de un millón de standards, y las importaciones, principalmente del Canadá, se elevaron de 1,6 millones a 1,9 millones de standards. Como quiera que en otros sectores de la economía del país surgieron tendencias expansionistas durante los últimos meses de 1958 y principios de 1959, los tipos de interés se elevaron lo suficiente para actuar de freno en un desarrollo ulterior del sector de la vivienda. Sin embargo, la demanda de madera blanda aserrada siguió activa hasta el cuarto trimestre de 1959, en que empezaron a ser muy marcados los signos de acumulación de existencias en los aserraderos. El consumo en la primera mitad de 1960 sufrió una radical disminución, pues aunque la producción no había aumentado en gran medida si se compara con lo conseguido en 1959, las existencias a mediados del ano eran superiores por lo menos en el 23 por ciento a las de la misma fecha del año anterior. Hacia fines de 1960, la Administración de los Estados Unidos dio muestras de nueva iniciativa en la esfera del financiamiento de la edificación, encaminada a dar nuevo vigor a la construcción durante 1961.

Durante algunos años el caudal de madera de construcción canadiense que entró en el mercado de los Estados Unidos ha fluctuado en correlación sensible con las necesidades de las industrias de la construcción y la contratación. Como quiera que mucho más de la mitad de las exportaciones de madera blanda aserrada del Canadá a los Estados Unidos procede de los aserraderos de Columbia Británica, provincia que también proporciona la parte preponderante de las exportaciones del Canadá a ultramar, la situación de la demanda en los Estados Unidos ejerce una influencia importante en la política y en los precios de exportación canadienses. La producción de madera blanda canadiense, entre 1957 y 1959, presentó una marcada estabilidad y, durante el mismo período, las exportaciones a los Estados Unidos aumentaron continuamente de 1,4 millones a 1,8 millones de standards (Cuadro 2). Durante los mismos años que coincidieron con una baja en el nivel general de los precios europeos de madera blanda, las exportaciones canadienses a Europa disminuyeron en un 30 por ciento. En el último trimestre de 1959 y primeros meses de 1960, los exportadores canadienses, que habían hecho planes para una continua expansión de la producción, se vieron obligados a reconocer un corte en los pedidos de los Estados Unidos, que ascendió hacia fines de 1960 a un 0,6 por ciento de reducción del volumen entregado a ese mercado en 1959. Afortunadamente, esta pérdida quedó más que compensada con los muy crecidos embarques a Europa y, especialmente, al Reino Unido. La diversa estructura del comercio se revela claramente en el Cuadro 2. A pesar de un incremento global del 10 por ciento en las exportaciones canadienses en 1960 la acumulación de existencias sin vender fue sensible y se adoptaron medidas enérgicas para regular la producción y reducir las existencias en almacén. Debido a la restricción brusca de las actividades de construcción en los Estados Unidos durante la segunda mitad de 1959 y a la subsiguiente disminución de la demanda en el Canadá, las existencias de madera blanda aserrada en América del Norte en conjunto alcanzaron un nivel jamás conocido en años recientes.

CUADRO 2. - CANADÁ: MERCADOS DE MADERA BLANDA ASERRADA


1957

1958

1959

1960

Variación en porcentaje desde 1959

Millones de standards

Producción

3,52

3,46

3,46

3,69

+6,6

Exportaciones totales de las cuales a:

1,88

2,03

2,13

2,34

+9,9

Estados Unidos

1,40

1,62

1,80

1,79

-0,6

Europa

026

0,23

0,18

0,36

+100

Existencias (al fin del período)

0,56

0,52

0,54

0,64

+19

Europa

En el período que estudiamos, el comercio de importación y exportación, cuyo volumen y estructura da un índice general de las tendencias industriales dentro de la economía europea, ha registrado fluctuaciones algo mayores que el ritmo de producción en los principales países que poseen excedentes exportables. Desde los altos niveles de 11,3 millones de standards en 1955 y 10,9 millones en 1956, la producción europea de madera blanda aserrada (fuera de la U.R.S.S.) descendió a una media de poco más de 10,6 millones de standards para los años 1957, 1958 y no volvió a subir nuevamente hasta 1960, fecha en que, según se estima con carácter provisional, la producción recobró el volumen de 1955. Durante el período de 1954 a 1958 las importaciones europeas de todas las procedencias subieron y bajaron en cantidades que oscilaron entre 250.000 y 500.000 standards, mientras que las exportaciones de los países Europeos siguieron el mismo curso, aunque las fluctuaciones cuantitativas fueron menores. De 1958 en adelante sin embargo, tanto las importaciones como las exportaciones mostraron una sólida tendencia ascendente y en 1960 el comercio alcanzó proporciones comparables con las registradas antes de la guerra.

El consumo de madera blanda aserrada ha correspondido estrechamente al desarrollo industrial y a las necesidades del programa de construcción en Europa.

Después de un brillante resurgir en 1957, el comercio, durante el año obstaculizado por el comienzo de un retraimiento económico parcial en la Europa Occidental que, a su vez, impuso restricciones tanto en la construcción industrial como en la residencial. El estancamiento económico, sin embargo, fue de corta duración y en 1959 los países europeos occidentales se unieron a sus vecinos orientales en un nuevo y espectacular avance en toda la línea del frente industrial. La recuperación económica cobró impulso durante el año y aunque las tendencias inflacionistas, unidas a la escasez aguda de mano de obra en algunos países de la Europa Occidental, requirieron la intervención gubernamental y un cierto freno a la iniciativa en interés de la estabilidad y del progreso ordenado, la expansión del producto bruto nacional continuó a un ritmo ligeramente mayor en 1960.

La creciente escala de la edificación en la Europa Occidental y Oriental, complementada por la construcción de nuevas fábricas y el incremento del comercio de exportación, dio un poderoso ímpetu a las ventas de madera blanda aserrada en la primavera y el verano de 1959 y estimuló un volumen casi sin precedentes de compras anticipadas en el otoño. En 1959, la construcción de viviendas en la U.R.S.S. fue superior en un 13 por ciento a la de 1958 y un 39 por ciento por encima del nivel de 1957; en la Alemania Occidental el número de casas terminadas fue de un 28 por ciento mayor en 1959 que en el año anterior.

Aunque la corta de trozas en Suecia y Finlandia se redujo en la temporada de apeos de 1958/59, y la producción resultante de madera aserrada en 1959 mostró una disminución de casi el 5 por ciento, en comparación con el total de 1958, las necesidades mucho mayores de consumo en el año se satisficieron agotando las abundantes existencias que se habían acumulado cuando las necesidades, debido al retraimiento de 1958, no consiguieron absorber el volumen relativamente alto de producción de madera de construcción en la temporada de 1957/58. Este punto queda ilustrado en el Cuadro 3, del cual se desprende que Suecia consiguió aumentar su exportación de madera blanda aserrada de 875.000 standards en 1958 a 1,02 millones de standards en 1959, a pesar de una disminución en la producción de más de 200.000 standards, en tanto que Finlandia, con sólo un modesto incremento en la producción de aserrío, pudo aumentar las exportaciones de 758.000 standards en 1958 a 950.000 standards el año siguiente. Hacia fines de 1959, las mayores exportaciones de la U.R.S.S. contribuyeron en forma valiosa a los suministros. En menor escala, las crecidas disponibilidades en los aserraderos en Austria y la Alemania Occidental, que permitieron reajustar la producción en forma flexible a los cambios en la demanda, desempeñaron una útil ayuda para satisfacer las necesidades de la industria de la construcción.

Si bien las necesidades normales se cubrieron en todos los casos, la mayor parte de los países importadores de Europa tenían menores existencias a fines de 1959 que en otro año cualquiera desde 1954. En el Reino Unido, por ejemplo, donde el consumo durante el año entero fue superior en el 11 por ciento al de 1958, las existencias a fines de 1959 se elevaban a 472.000 standards como máximo.

En el bien fundado supuesto de que la demanda en 1960 conservaría por lo menos su vigor de 1959 e impondría un intenso desgaste de las existencias durante los primeros meses del año los importadores empezaron su campaña de compras anticipadas mucho antes que de costumbre. Para Navidades de 1959 los contratos con la U.R.S.S. y con Suecia y Finlandia habían alcanzado sus más altos niveles de los últimos años resultando el volumen de compras anticipadas en marcado contraste con la escasez de suministros a corto plazo. Afortunadamente, las entregas hechas por Suecia meridional, Polonia, Checoeslovaquia y Austria, durante el verano y a principios de la primavera, aliviaron algo las dificultades de los consumidores.

Al planear la producción de la estación de corta de 1959/60, los productores de la Europa septentrional procedieron con mucha mayor audacia de lo que hubiera parecido prudente un año antes. Las escasas existencias, los precios firmes y la animada demanda aconsejaron un incremento de la producción y se estima que las cortas suecas aumentaron hasta un 25 por ciento por encima de lo conseguido en el año anterior, alcanzando un total de 45 a 47 millones de metros cúbicos, en tanto se informa que las cortas finlandesas han rebasado el máximo de posguerra (1955), que fue de un total de 43,3 millones de metros cúbicos (madera rolliza). En Europa, en conjunto (excluyendo la U.R.S.S.), la producción alcanzó casi el nivel de 5,5 millones de standards, y cuando se disponga de las cifras de todo el año, indicarán sin duda alguna que la producción de 1960 igualó o incluso superó el elevado total de 1955.

CUADRO 3. - MERCADO DE MADERA BLANDA ASERRADA EN EUROPA 1


1957

1958

1959

1960

Variación en porcentaje desde 1959

Miles de standards

Producción total de la cual

10765

10740

10530

211000


Austria

940

971

978

1019

+4

Finlandia

877

1000

1070

-


Francia

1085

1085

1049

-


Alemania Occid

1197

1177

1205

-


Alemania Oriental

563

564

548

-


Polonia

1366

1313

1283

1233

-4

Suecia

1650

1680

1475

-


Importaciones totales de las cuales:

3815

3570

3980

-


Alemania Occid

600

629

678

784

+16

Italia

390

389

431

-


Países Bajos

422

337

422

481

+14

Reino Unido

1457

1296

1465

1820

+24

Exportaciones totales de las cuales:

3160

2920

3230

-


Austria

697

661

688

718

+4

Finlandia

704

758

950

-


Suecia

1099

875

1024

1097

+7

1 Excluida la U.R.S.S.
2 Estimación,

Se esperan aún las estadísticas que revelen el cuadro completo del consumo europeo, pero los datos ya disponibles indican que la demanda fue sensiblemente mayor en 1960 que en cualquiera de los dos años anteriores. A este respecto, debe observarse que en el Reino Unido, principal país importador de Europa, el consumo aparente en 1960 se elevó a 1,64 millones de standards (6 por ciento más que la cifra de 1959), el punto más alto alcanzado en cualquiera de los años posteriores a la guerra. Se advirtió también una mayor utilización, estimulada por un notable incremento en las necesidades industriales y de la edificación, en la Alemania Occidental, así como en los países exportadores de madera de construcción. En varios países, sin embargo, la presión de la demanda quedó mitigada por los adelantos técnicos destinados a economizar madera. Todos los principales países exportadores de madera blanda, sin excepción, efectuaron un mayor volumen de transacciones durante el año pasado y en el 18° Período de Sesiones del Comité de la Madera de la Comisión Económica para Europa, celebrado en Ginebra el pasado octubre, el pronóstico del año anterior para las exportaciones de 1960 aumentó en un 20 por ciento, en relación con la demanda real que se produjo durante el año.

Del estudio del Cuadro 4, que registra el movimiento de madera blanda entre los países de la Europa Occidental y Oriental, se advierte que la Europa Oriental cada vez está menos supeditada a las importaciones de Occidente y está, por tanto, recibiendo ahora mayores suministros de la U.R.S.S. La tendencia tiene un interés considerable, ya que, hasta 1957, las importaciones de la Europa Occidental habían venido aumentando año tras año En cambio, entre 1957 y 1959, las exportaciones de los países de la Europa Oriental al oeste han registrado poca variación.

CUADRO 4. - COMERCIO DE MADERA BLANDA ASERRADA ENTRE LOS PAÍSES DE EA EUROPA ORIENTAL 1 Y LA OCCIDENTAL 2


1956

1957

1958

1959

Miles de standards

Exportaciones de los países de la Europa Oriental al Occidente

170

235

252

250

Importaciones de los países de la Europa Oriental al Occidente

77

67

40

41

1 Checoeslovaquia, Bulgaria, Alemania Oriental, Hungría, Polonia y Rumania.

2 Cifras tomadas de los países De la Europa Occidental.

La producción en la U.R.S.S., según se presenta en el Cuadro 5, ha experimentado una notable expansión, registrando entre 1955 y 1959 un incremento dé 4,25 millones de standards. Con 18 millones de standards, la producción del país fue la mayor del mundo. Aunque las exportaciones totales soviéticas, incluidos 606.000 standards a la Europa Occidental, representaron (con 937.300 standards) sólo el 5 por ciento de la producción de 1959, la U.R.S.S. ha reforzado considerablemente su influencia en el mercado europeo de la madera de la construcción.

Los embarques a la Europa Occidental en 1959 fueron más del doble del total de 1954 y es ahora evidente que hubo expediciones mayores aún en 1960. Es posible que las exportaciones soviéticas a todos los países estén alcanzando actualmente el nivel comercial de los años inmediatamente anteriores a la segunda guerra mundial, pero hay que recordar que la parte correspondiente a la U.R.S.S. en los mercados de exportación fue considerablemente superior a principios del decenio 1930-1939, y que en el período 1933-36 alcanzó un promedio de 1,4 millones de standards al año

CUADRO 5. - U.R.S.S.: PRODUCCIÓN Y COMERCIO DE MADERA ASERRADA


1955

1956

1957

1958

1959

Miles de standards

Producción 1

13750

13930

14915

17100

18010

Exportaciones a la Europa Occidental solamente

2393

2370

²461

485

606

Importaciones de la Europa Occidental solamente

253

²51

253

241

²26

1 Estimación.
2 Cifras tomadas de los países de la Europa Occidental.

América Latina

Aunque América Latina es eminentemente una región de montes de especies caducifolias, a las coníferas corresponde entre el 50 y el 60 por ciento de la producción total de madera aserrada, desde hace algunos años. Este fenómeno se explica por dos factores primero, la densidad de masas relativamente mejor de especies comerciables en los montes de coníferas, lo cual facilita la explotación comercial, y segundo, la demanda vigorosamente desarrollada de madera blanda, tanto en los mercados regionales como en ultramar. En realidad, más del 90 por ciento del comercio maderero de la región corresponde a madera blanda aserrada.

La producción se concentra sobre todo en Brasil, Chile, en América Central y en los países del Caribe. Brasil solo, contribuye con un 70 por ciento de la producción total de la región (Cuadro 6), en tanto que México y los países de América Central proporcionan un 28 por ciento. En muchas partes de la región, sin embargo, los montes de coníferas han padecido una grave sobrecorta durante el pasado decenio. Los recursos en el Brasil, en particular, se han visto afectados, tanto por las cortas excesivas como por el progreso del cultivo del café, mientras que en Honduras la explotación sin control ha vaciado los montes de la costa del Atlántico. En el haber del cuadro, las vastas plantaciones de pino de Chile rendirán en un futuro próximo considerables cantidades de madera rolliza de buen tamaño. En México, la producción de madera blanda aserrada ha disminuido durante los diez últimos años pero una adecuada ordenación forestal, junto con prácticas mejoradas de aserradero, ofrecen buenas esperanzas, por lo que oportunamente la producción maderera se estabilizará y quizás se aumentará.

CUADRO 6. - AMÉRICA LATINA: PRODUCCIÓN Y COMERCIO DE MADERA BLANDA ASERRADA


1955

1956

1957

1958

1959

Miles de standards

Producción total 1 de la cual:

1130

1140

1020

1200

1250

Brasil

794

756

696

750

-

México

163

185

-

218

-

Honduras 1

50

28

44

63

111

Chile

27

44

34

-

63

Exportaciones totales 1 de las cuales:

340

220

370

320

255

Brasil

238

134

290

239

171

Honduras

40

33

44

35

43

Chile

20

20

6

11

11

Importaciones totales 1 de las cuales:

355

280

370

315

240

Argentina

179

2123

2203

192

107

Uruguay

29

20

22

-

14

Venezuela

25

30

46

24

34

México 1

21

5

5

4

-

Perú

14

15

17

9

9

1 Estimación.

Consideradas en conjunto, las exportaciones y las importaciones de América Latina se equilibran aproximadamente y alcanzan un promedio de unos 310.000 standards por cada lado. El principal país exportador es el Brasil que tradicionalmente envía la mayor parte de sus exportaciones a la Argentina, y el resto, principalmente, a Europa y el Uruguay. En escala modesta, Chile ha desarrollado un mercado para sus exportaciones de pino en Argentina y está ahora iniciando sus ventas en el Perú y el Uruguay. Durante el auge debido a la guerra de Corea, los exportadores chilenos colocaron considerables cantidades de madera blanda aserrada en el mercado argentino, pero, en aquel entonces, los embarques carecían de uniformidad y el comercio sufrió un retroceso transitorio. Hoy, sin embargo, los productores de Chile están tratando denodadamente de modernizar sus aserraderos y de mejorar la calidad de la producción, con el fin de hacer de Chile una de las principales fuentes de suministro para el mercado argentino. Las exportaciones mexicanas van a parar principalmente a los Estados Unidos, y como el comercio ha crecido a base de una detenida atención a las necesidades de los compradores, está sujeto a poca fluctuación. Los países de América Central, sobre todo Honduras y Nicaragua, envían la mayor parte de su producción de madera aserrada a Cuba, Venezuela y Colombia, si bien expiden cantidades menos importantes de dimensiones y calidades especiales (pino tea de Honduras) a Europa y los Estados Unidos.

En lo que se refiere a las importaciones, la Argentina es el principal centro consumidor de maderas blandas aserradas. Hubo un tiempo en que se recibían grandes cantidades de América del Norte, de Europa y de la U.R.S.S., pero el comercio en los últimos años ha disminuído en proporción a la importancia creciente de las importaciones de pino de Paraná del Brasil. Durante los últimos cinco años los problemas económicos y de divisas han provocado fluctuaciones en el nivel de las importaciones. Uruguay, en cambio, ha podido mantener su habitual corriente de importaciones con cambios insignificantes. Otros países importadores de madera blanda en América Latina, notablemente Venezuela y Perú, siguen absorbiendo pequeñas cantidades de madera de construcción de América del Norte.

A frica

Gracias a una intensiva repoblación de especies de coníferas de rápido crecimiento, Africa está constituyendo continuamente vitales recursos de madera blanda indígena. Según el Inventario Forestal Anual de la FAO de 1958, Africa posee ahora alrededor de 50 millones de metros cúbicos de coníferas en crecimiento. Africa del Sur, que ya en 1918 creó plantaciones de coníferas exóticas, declara participar en ese total con 31 millones de metros cúbicos, en tanto Kenia posee 11 millones de metros cúbicos y Rhodesia del Sur 2,1 millones de metros cúbicos. Algunas fuentes comerciales indican que es posible que la producción actual de trozas para aserrar en el sur de Africa alcance unos 3,7 millones de metros cúbicos al año y las estadísticas de la FAO indican que el material de crecimiento nacional está ahora suministrando alrededor de la mitad de las necesidades totales de madera blanda del sur de Africa. Kenia, por otra parte, depende ampliamente de su propia capacidad de aserrío.

Los países europeos proporcionan alrededor de una quinta parte de las importaciones de madera blanda aserrada del sur de Africa y el resto procede de América del Norte, principalmente del Canadá y de la U.R.S.S. Entre los países que están casi por completo supeditados a la importación en lo que se refiere a madera blanda, los mercados principales los constituyen la República Arabe Unida, Argelia y Marruecos. Durante el último decenio, las importaciones de la República Arabe Unida han disminuido progresivamente y no han alcanzado el nivel de 50.000 standards en ningún año desde 1952. Los suministros se consiguen principalmente de la Europa sudoriental, Suecia y la U.R.S.S. La Francia metropolitana desempeña un papel importante en satisfacer las necesidades de Argelia y Marruecos, y recientemente, en 1960, consiguió duplicar sus exportaciones a este último país. Aunque Francia ocupa el primer lugar entre los proveedores de Argelia, Austria suministra actualmente alrededor del 20 por ciento de las necesidades del país. El grueso de las importaciones mucho menores de Túnez procede principalmente de Francia y Austria.

El consumo en años recientes da una orientación imperfecta de las futuras necesidades de los países africanos. El desarrollo político y económico está procediendo a un ritmo acelerado y parece probable que el próximo decenio sea testigo de un alza significativa en las importaciones, y, cuando las condiciones silvícolas sean favorables, de una rápida ampliación de los recursos indígenas.

Asia

En la primera mitad del decenio pasado se asistió a un notable crecimiento de la producción de madera blanda aserrada en la región. La producción de China se duplicó aproximadamente entre 1950 y 1954, mientras que el Japón, el mayor productor del Lejano Oriente, aumentó su producción de 2,5 millones de standards en 1951 a cerca de 4,4 millones en 1957. Para la región en conjunto, el año en que la producción alcanzó el nivel de 5,4 millones de standards (Cuadro 7). Más recientemente, la producción se ha estabilizado a un nivel ligeramente inferior, pero por encima todavía de los 5 millones de standards. Se considera que el progreso menos espectacular observado durante los i res últimos años debe atribuirse en parte al desarrollo de otros sectores de la industria de productos forestales que absorbe suministros de madera de coníferas.

CUADRO 7. - ASIA: PRODUCCION Y COMERCIO DE MADERA BLANDA ASERRADA


1956

1967

1958

1959

Miles de standards

Producción total 1 de la cual:

4850

5405

5125

5375

Japón

3933

4403

4169

4411

China (continental) 1

750

550

600

-

Turquía

97

114

106

91

Importaciones totales 1 de las cuales:

165

200

160

225

Israel

45

53

45

57

Turquía

10

14

3

5

Japón

18

29

18

32

Irak

14

16

11

12

Líbano

16

11

14

-

R.A.U. (Región siria)

10

7

20

30

1 Estimación.

El consumo de madera blanda aserrada en Asia se ve dificultado por las actuales limitaciones de los medios de producción, así como también por la escasez de divisas. Estos factores son especialmente importantes en lo que se refiere a China. Se ha estimado que esta vasta y rápida creciente economía tiene a su disposición alrededor del 66 por ciento de las existencias en crecimiento de coníferas de Asia; sin embargo, la producción, según las cifras de que se dispone, se encuentra aún por debajo del millón de standards al año El potencial de producción es considerable, pero en el inmenso programa de industrialización que se está ahora realizando, la industria de la madera aserrada debe esperar su turno. A corto plazo, las muy necesarias importaciones de madera blanda deben pesarse en la balanza con otros productos más esenciales aún, entre ellos los productos alimenticios primarios. Existe también una necesidad imperiosa de industrias manufactureras que desempeñarán un papel decisivo en el desarrollo de las industrias nacionales y del comercio de exportación de China. Con el tiempo, no cabe duda, se dispondrá de una mayor proporción de crédito exterior para las mayores compras de madera y para el equipo de extracción y aserrado que se necesita para aprovechar los recursos forestales aún sin explotar.

Entre los países del Cercano Oriente, Israel sigue siendo el principal mercado de madera blanda importada. En 1959, las importaciones de 57.000 standards representaron la máxima compra anual hasta esa fecha, pero durante un cierto período de años las necesidades del país se han mantenido en un promedio próximo a los 50.000 standards, por lo que el aumento de un solo año tiene poca importancia. Las importaciones de Turquía han subido y bajado de un año a otro en la forma más irregular y parece ahora evidente que la producción nacional incrementada está ocupando el lugar de una proporción bastante considerable de las necesidades que antes se cubrían con madera importada. Entre los países de la Europa septentrional, Finlandia ha contribuido en forma sobresaliente a los suministros en el Lejano Oriente y desde 1957 ha entrado en aquella región un mayor volumen de madera procedente de la U.R.S.S. Austria, Yugoeslavia, Portugal y Rumania - tradicionales proveedores de los países del Cercano Oriente - también enviaron importantes suministros.

Oceanía

Hacia 1959, la producción de esta región que, desde la guerra, aumentó continuamente año tras año había alcanzado casi el nivel de medio millón de standards (Cuadro 8). Nueva Zelandia, con extensas masas de coníferas de rápido crecimiento para complementar los suministros de materias primas, ha realizado muy buenos progresos. Aparte un ligero retroceso en 1956, la tendencia ascendente de la producción ha sido continua desde hace algunos años

Después de un brusco descenso de las cifras relativamente altas registradas en 1955, las importaciones han variado poco de un año a otro, pero se previó que las estadísticas para 1960 y 1961 registrarían una gran corriente de mercancías de Europa y el Canadá, ya que las restricciones del gobierno sobre las importaciones han sido recientemente sometidas a revisión en Australia. Los últimos informes de la región subrayan que las actividades de la construcción están adquiriendo ahora proporciones extraordinarias. La demanda de madera blanda así creada deberá servir de estímulo tanto a la producción nacional como a las compras más cuantiosas en el extranjero.

CUADRO 8. - OCEANÍA: PRODUCCIÓN Y COMERCIO DE MADERA BLANDA ASERRADA


1956

1957

1958

1959

Miles de standard

Producción

Australia

167

167

140

157

Nueva Zelandia

281

283

303

330

Importaciones:

Australia

126

105

124

105

Nueva Zelandia

7

10

8

7

Exportaciones:

Nueva Zelandia

18

15

20

26

Precios

Después de un período de precios relativamente altos y estables que comprendió 1956 y la mayor parte de 1957, el mercado europeo de la madera blanda se debilitó, y durante todo 1958 los precios c.i.f. bajaron continuamente. La tendencia de los precios tuvo carácter mundial, sin embargo, ya que después de haber alcanzado el punto más bajo en 1957, los precios norteamericanos volvieron a subir y cobraron nueva vitalidad en la primavera de 1958, al recibirse con profusión pedidos de los constructores estadounidenses en los aserraderos de la costa del Pacífico. A partir de aquel momento, los precios canadienses y europeos se diferenciaron cada vez más y durante un cierto tiempo se hizo virtualmente imposible que la madera canadiense comerciable pudiera competir con la madera blanda de construcción producida en el norte de Europa y en la U.R.S.S. Los precios europeos respondieron muy lentamente a la recuperación económica general evidente en muchos lugares de Europa hacia fines de 1958, y la tendencia descendente continuó en algunos casos hasta muy entrada la primavera de 1959. La baja de precios de 1958 fue muy sentida por los exportadores europeos, ya que en otoño de 1957 se habían pagado altos precios por las trozas suponiendo que las condiciones del mercado seguirían siendo estables en el año siguiente. En la siguiente temporada de corta (1958/59) los productores disminuyeron el volumen de sus operaciones y consiguieron sus menores necesidades de madera en rollo a precios algo más bajos que los que habían pagado un año antes. Los precios de la madera blanda aserrada se estabilizaron en abril de 1959 y como el consumo se amplió en consonancia con la recuperación industrial durante el verano y el otoño, los precios se fortalecieron poco a poco. A fines de la temporada de compras, las existencias en poder de los expedidores se habían reducido a proporciones insignificantes y las compras anticipadas para 1960 se iniciaron excepcionalmente pronto, a precios muy parecidos a los que estaban en vigor en el momento cumbre del mercado de la anterior temporada. A la publicación de la oferta de apertura de la U.R.S.S. para 1960 siguió un reajuste ligeramente descendente, pero el movimiento ascendente se reanudó cuando, más tarde, la U.R.S.S. logró avanzar sus precios en una situación del mercado cada vez más boyante.

Durante todo este período, faltó el juego de las ofertas canadiense y europea (el principal elemento en la formación de los precios internacionales de madera blanda). En marzo y abril, sin embargo, los precios de exportación canadiense bajaron bruscamente, debido a una severa reducción de los pedidos por parte de los Estados Unidos y a una paralela debilidad del mercado canadiense. Casi inmediatamente, los precios de la Columbia Británica alcanzaron la paridad con las cotizaciones europeas y, como quiera que los precios de la Europa septentrional avanzaron más aún hasta aproximarse a los niveles anteriores al retraimiento, los exportadores canadienses encontraron muchos decididos compradores en Gran Bretaña y Europa. Las tendencias de los precios antes examinados quedan claramente visibles en el Cuadro 9.

CUADRO 9. - PRECIOS DE MADERA BLANDA

Las indicaciones actuales son de que los precios de la madera blanda aserrada mantendrán un alto grado de estabilidad en 1961, pero no parece probable una ulterior apreciación de los valores en vista de las estimaciones de mayores disponibilidades y necesidades de importación algo menores.

Conclusión

En el período que abarca este estudio, la mayor parte de las zonas del mundo (excluidas la U.R.S.S. la Europa Oriental y la China), han experimentado dificultades económicas temporales seguidas de un rápido crecimiento y expansión del mercado. En el momento de redactar este artículo, se prevé un ulterior desarrollo y parece probable que la demanda efectiva de madera blanda aserrada esté en relación con los mayores suministros a disposición de los países muy industrializados. Se observan con satisfacción los denonados esfuerzos para aumentar la producción en zonas que anteriormente dependían de suministros importados, pero resulta no menos evidente que el mayor consumo en países escasamente dotados de montes de coníferas y alejados de los centros principales de producción requerirá una producción más rápida y una distribución más eficaz en los años próximos.

C. G. T.


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