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Recursos forestales de la U.R.S.S.: Algunos aspectos de su inventario

Profesor P. V. VASSILIEV ¹

1 El Profesor P. V. Vassiliev dirige la Sección de Recursos Forestales de la Junta de Investigación de Fuerzas Productivas de la Academia de Ciencias de la U.R.S.S.

La labor que viene realizando la FAO desde la guerra, sobre las estadísticas de los recursos forestales mundiales es de excepcional importancia. Los resultados de los tres primeros inventarios forestales mundiales publicados por la FAO desde entonces han proporcionado, por primera vez, a los forestales de diferentes países información más o menos fidedigna sobre la superficie, reservas y composición de los recursos forestales mundiales. Actualmente, dadas la incesante internacionalización de la ciencia y la creciente cooperación internacional, la información que se publica acerca de los recursos forestales de diferentes países es no sólo valiosa para los economistas sino también para diversidad de investigadores en el campo de la dasonomía, la agronomía, la geografía, la botánica y otras ramas de las ciencias naturales, lo cual hace que sea muy importante el que los datos publicados reflejen la verdadera extensión y composición de los recursos forestales en cada país en la forma más precisa posible y que dichos datos sean fácilmente comparables entre los países. Debe recordarse que el forestal corriente de cualquier país al estudiar las estadísticas de las superficies forestales de un país extranjero, tiende a interpretar dichos datos en el sentido de las estadísticas de su propio país con las que está familiarizado.

Sin embargo, estamos aún muy lejos de haber alcanzado el grado de uniformación internacional de los datos sobre recursos forestales que permitiría resumir y comparar con seguridad los datos de diferentes países. Esto se debe principalmente a la falta de métodos uniformes (o al menos conciliables) de clasificación económica de las superficies y de las reservas forestales. Otro factor que puede tener gran importancia en la comparabilidad entre países de datos forestales de categorías similares es el método utilizado para determinar dichas categorías. El no comprender la naturaleza específica del inventario forestal nacional puede conducir, a menudo, a graves errores cuando los datos nacionales se resumen en un informe de inventario mundial.

En este artículo se dan algunas ideas y sugerencias para mejorar las actuales estadísticas forestales mundiales. Primeramente, la situación actual se ilustra con un ejemplo concreto: el inventario de los recursos forestales de la U.R.S.S., y los datos referentes a este país figuran en el Inventario forestal mundial 1958 (FAO, 1960).

Un rasgo característico de las estadísticas forestales en la U.R.S.S. es la distinción que se hace entre:

a) la superficie total de tierras de reservas forestales;
b) la superficie forestal; y
c) la superficie boscosa (o cubierta de bosques).

El no captar el significado de esta distinción conduce generalmente a incomprensiones y errores por parte de los forestales extranjeros (así como por parte de aquellas personas del país no especializadas en materia forestal).

La superficie total de tierras de reservas forestales (también llamada superficie total del patrimonio forestal del Estado) es la superficie total de todos los tipos de tierras y aguas a cargo del servicio forestal estatal o que están bajo su control. Consiste en (a) la superficie forestal, y (b) la superficie no forestal. La superficie no forestal consiste en tierras que, si bien están a cargo o bajo el control del servicio forestal del Estado, no se destinan o son inadecuadas para explotarlas como bosques. Estas incluyen: (i) superficies de diferentes tierras no forestales (tierras labrantías, tierras de pastoreo, dehesas, aguas, etc.); (ii) superficies utilizadas con diferentes fines económicos en general (carreteras, cortas, canales, granjas, etc.); (iii) superficies de tierras sin explotar (tollas, arenales, barrancos, laderas escarpadas, rocas, etc.). El área forestal forma la parte principal del área total de reservas forestales.

La superficie forestal es la superficie de tierras realmente cubierta de bosque o que se destina a bosque. Consta asimismo de dos partes: la superficie boscosa y la superficie no cubierta de bosque. Esta última incluye tierras adecuadas para el crecimiento de bosques pero no cubierta actualmente de bosque, por ejemplo, las superficies quemadas, las superficies con masas muertas, áreas de corta que no han sido aún regeneradas, tierras yermas, calveros y superficies de monte ralo. El área boscosa es la parte principal de la superficie forestal.

La superficie boscosa (o superficie cubierta de bosques) es la superficie de tierras actualmente ocupadas por montes (incluidos los matorrales).

Las superficies de estas diferentes categorías, según el inventario de la U.R.S.S. de 1° de enero de 1956 son como siguen:


Miles de hectáreas

Superficie total de las tierras de reservas forestales

1.131.116

Superficie no forestal

295.424

Superficie forestal

835.692

Superficie no cubierta por bosques (superficie abierta)

113.423

Superficie boscosa (o cubierta de bosques)

722.269

Los detalles completos acerca de la composición de la superficie no forestal y de la superficie abierta se dan en los libros de consulta sobre la reserva forestal de la U.R.S.S.

La primera de estas categorías - la superficie total de las tierras de reservas forestales - es, según creemos, específica de la U.R.S.S. No existía en Rusia antes de la revolución. Refleja la clasificación de tierras en la U.R.S.S. y en particular el predominio absoluto de la propiedad del Estado sobre la tierra.

Según puede verse por las cifras mencionadas más arriba, esta superficie total de tierras de reserva forestal incluye más de 295 millones de hectáreas de tierra no forestal. Por tanto, no es la superficie total de tierras de reservas forestales la que debe compararse con las superficies totales de montes de otros países en los informes sobre recursos forestales mundiales.

La cifra más adecuada y la que mejor puede compararse, es la superficie total (835.692.000 hectáreas). Esta es la cifra que corresponde más de cerca a las cifras de la superficie forestal publicada por la mayoría de estos países, y partiendo de esta cifra se debe proceder a la determinación de la superficie forestal de varias regiones y del mundo en conjunto. De hecho, la categoría superficie total de tierras de reservas forestales (1.131.116.000 hectáreas) no se utiliza jamás en la U.R.S.S. para caracterizar los recursos forestales en las estadísticas del país. Es obvio que no puede utilizarse como base para determinar parámetros tales como los bosques como porcentaje de la superficie de tierras, promedio de material en crecimiento por hectárea o crecimiento neto por hectárea.

La superficie forestal (835.692.000 hectáreas) se divide, según la forma de ordenación, en:

a) montes de ordenación centralizada, es decir, los que están a cargo directamente del Servicio Forestal;

b) montes en concesión, es decir, los adscritos a otros organismos administrativos, instituciones científicas, etc. (5.797.000 hectáreas); y

c) montes de granjas colectivas, es decir, los concedidos (junto con las tierras) para su uso perpetuo a las granjas colectivas (39.226.000 hectáreas).2

2 En la literatura forestal soviética se han publicado de tanto en tanto cifras algo diferentes acerca de la Superficie de los montes de granjas colectivas. Por ejemplo, tanto en Economía Forestal Nº 1, 1953, como en el Nº 3, 1958, se dio una cifra de más de 90 millones de hectáreas para los bosques de granjas colectivas. Esta cifra más alta incluye una superficie superior a 50 millones de hectáreas de pastos para renos, no densamente arbolada, en la faja que bordea la tundra. En este documento dichas superficies se consideran como tierras agrícolas más bien que como superficies forestales y, por lo tanto, se han excluido de la cifra que corresponde a los montes de granjas colectivas.

Dentro de los límites de cada forma de ordenación se distinguen las superficies boscosas y los montes que crecen en dichas superficies se inventarían de acuerdo con las extensiones de las superficies, sus reservas madereras y el predominio de coníferas o de frondosas.

La división de los montes de ordenación centralizada en tres grupos según su importancia económica para el país es trascendental en el inventario de los recursos forestales de la U.R.S.S. Esta división se ha discutido varias veces en las obras especializadas y, por tanto, nos contentaremos con dar aquí una breve reseña.

El Grupo I incluye zonas verdes, montes de protección de campos y suelos, pequeñas fajas de montes (kolki) en las estepas, montes en lugares frecuentados, fajas de protección a lo largo de los ríos, ferrocarriles, carreteras en torno a lagos y embalses, fajas de protección bordeando la tundra, etc.

El Grupo II incluye los montes de importancia económica y para la conservación general del agua en las regiones de escasos montes.

El Grupo III incluye todos los demás montes. En los de este tercer grupo es en los que se desarrolla la principal actividad de la industria de explotación maderera.

La superficie de los montes de estos tres grupos, en 1° de enero de 1956, se da en el Cuadro 1.

CUADRO 1. - CLASIFICACIÓN DE LOS MONTES DE ORDENACIÓN CENTRALIZADA

Grupos de monte

Superficie total de la tierra forestal

Superficie forestal

Superficie boscosa

Miles de Ha.

%

Miles de Ha.

%

Miles de Ha.

%

Grupo I

30507

2,8

24706

3,1

19428

2,9

Grupo II

83792

7,7

72409

9,2

62497

9,2

Grupo III

969995

89,5

693554

87,7

599028

87,9

TOTAL

1084294

100

790669

100

680945

100

Se han establecido para cada grupo procedimientos especiales de aprovechamiento forestal.

En el caso de cambiar la importancia económica nacional de cualquier grupo de monte, ésta se transfiere de un grupo a otro. De hecho, han tenido lugar últimamente varias transferencias, de tal manera, por ejemplo, que la superficie del primer grupo ha quedado más que duplicada, en tanto la del segundo ha aumentado también considerablemente. Estos cambios, que muestran el proceso de intensificación de la economía forestal del país, se reflejarán plenamente en los datos del nuevo inventario que se publicará en breve.

Recientemente, en el inventario forestal, se establece una distinción, en los montes de ordenación centralizada, entre montes en explotación y montes no explotados (los reservados). Los montes no explotados son los situados a distancias considerables de las principales líneas de transporte y no destinados al desarrollo durante los próximos 20 años. Se recordará que la superficie forestal de los montes de ordenación centralizada es de 790.669.000 hectáreas. De esta superficie, se están aprovechando 413.520.000 hectáreas, siendo el resto montes sin explotar o reservados. Toda la superficie forestal de los montes en concesión (5.797.000 hectáreas) y de los montes de las granjas colectivas (39.226,000 hectáreas) se consideran como en explotación, por lo que la superficie total de montes explotados en la U.R.S.S. se eleva a 458.543.000 hectáreas. Los montes sin explotar, o montes reservados, cubren 377.149.000 hectáreas y están comprendidos enteramente en los montes de ordenación centralizada.

De los 458.543.000 hectáreas de montes explotados, sin embargo, no menos de 60.625.000 hectáreas corresponden a zonas abiertas, de tal manera que la superficie boscosa de los montes explotados no es superior a 397.918.000 hectáreas, de las cuales, según puede verse en el Cuadro 2, 277.025.000 hectáreas corresponden principalmente a montes de coníferas.

Se está ahora realizando un nuevo inventario de los montes a 1° de enero de 1961, y aunque este nuevo inventario pueda suponer un cierto número de cambios menores y de correcciones, no se cree que la situación general resumida en el Cuadro serias modificaciones.

CUADRO 2. - RECURSOS FORESTALES DE LA U.R.S.S.: SUPERFICIE FORESTAL Y SUPERFICIE FORESTAL EN EXPLOTACIÓN

Categoría

Superficie total

Superficie en explotación

Superficie no explotada

Miles de Ha

1. SUPERFICIE FORESTAL

Montes de ordenación centralizada (reservas forestales del Estado)

790669

413520

377149

Montes en concesión (a cargo de diferentes organizaciones)

5797

5797

-

Montes de granjas colectivas

39226

39226


TOTAL

835692

458543

377149

Del cual

Superficies abiertas (superficie no cubierta por bosques)

113424

60625

52799

(Superficie boscosa cubierta por bosques)

722268

397918

324350

De la cual

Principalmente coníferas

560198

277025

283173

Principalmente frondosas

162070

120893

41177


Millones de m 3

2. TOTAL EXISTENCIAS MADERERAS

Bosques de ordenación centralizada (reservas forestales del Estado)

75090

40018

35072

Bosques en concesión (a cargo de diferentes organizaciones)

473

473

-

Montes de granjas colectivas

2322

2322


TOTAL

77885

42813

35072

Del cual




Coníferas

66858

34610

32248

Frondosas

11027

8203

2824

3. TOTAL DE EXISTENCIAS EN MONTES MADUROS Y DECADENTES

54815

26750

28065

Del cual

Coníferas

49351

23186

26165

Frondosas

5464

3564

1900

Hasta ahora la productividad de los montes de la U.R.S.S., especialmente la de los no explotados, no ha sido estudiada suficientemente. El Servicio de Reconocimientos Forestales soviético y la organización de ordenación utilizan sobre todo, como indicadores de la productividad de los montes del país, cifras de promedios del material en pie o promedios de crecimiento anual por hectárea de superficie boscosa. Se están llevando a cabo actualmente investigaciones acerca de los métodos para determinar el índice común de crecimiento corriente. En la U.R.S.S., se determinan los indicadores de crecimiento medio como la relación entre el volumen en pie (excluyéndose los efectos de las pérdidas naturales y de la agricultura migratoria) y la edad de la masa.

El crecimiento corriente se establece como la relación entre el incremento bruto (incluidos los efectos de las pérdidas naturales y de la agricultura migratoria) durante un período de 5 a 10 años y dicho período.

Ambas son medidas de incremento medio anual. Sin embargo, el término crecimiento medio que se emplea en la U.R.S.S. es similar al de incremento neto que se usa internacionalmente: puede, también, ser cero o incluso negativo, si se trata de masas decrépitas. Los datos actuales referentes al volumen en pie y al incremento por hectárea se dan en el Cuadro 3.

CUADRO 3. - VOLUMEN EN PIE E INCREMENTO EN LA U.R.S.S.1


Unidades

Todos los montes

Montes en explotación

Montes no explotados

Superficie forestal

millones Ha.

835,7

458,5

377,2

Superficie boscosa

millones Ha.

722,2

397,9

324,3

Total material en pie

miles de millones de m.3

77,9

42,8

35,1

Material en pie por Ha. de superficie boscosa:

Todos los montes

m.3

108

107

108

Coníferas

m.3

119

125

114

Frondosas

m.3

69

68

69

Material en pie por Ha. de superficie forestal

m.3

93,2

93,4

93,1

Total del crecimiento anual

millones de m.3

858,6

671,2

187,4

Crecimiento anual como porcentaje del material en pie


1,10

1,57

0,53

Crecimiento medio por Ha. de superficie forestal

m.3

1,03

1,5

0,5

Crecimiento medio por Ha. de superficie boscosa

m.3

1,2

1,7

0,6

1 Los índices de crecimiento relativos a los montes explotados y no explotados no son oficiales.

Los datos extraídos del inventario forestal de la U.R.S.S. y que figuran en los Cuadros 2 y 3 contienen de hecho los mismos elementos que figuran en las estadísticas internacionales publicadas por la FAO. Sin embargo, las categorías comparables se relacionan diferentemente y a veces aparecen con otros nombres; en varios casos la correspondencia no es completa. La situación puede comprenderse mejor refiriéndose al diagrama esquemático (Figura 3), en el que la clasificación adoptada en las estadísticas forestales de la U.R.S.S. se compara con la de las estadísticas de la FAO. Pueden verse en él las categorías que se corresponden en ambas clasificaciones. Al propio tiempo se puede observar, según se desprende de las notas que siguen, que la correspondencia no es exacta en todos los puntos.

FIGURA 3. - Distribución de las superficies forestales de la U.R.S.S. (Millones de Ha.)

CLASIFICACIÓN DE LA U.R.S.S.

CLASIFICACIÓN DE LA FAO

Primero, se observará que la superficie no forestal de la U.R.S.S. (es decir, las tierras que, aun a cargo o bajo el control del servicio forestal del Estado no se destinan o son inadecuadas para el crecimiento de bosques: éstas cubren 295 millones de hectáreas) no tiene contrapartida en las estadísticas de la FAO y por tanto está excluida en su diagrama. La superficie forestal es el verdadero índice de la extensión territorial de los montes, y esta cifra es la que corresponde a la cifra básica en la clasificación internacional.

En segundo lugar, se observará que en los datos del inventario disponibles a 1° de enero de 1956 y referentes a los recursos forestales de la U.R.S.S., los montes inaccesibles no se dan separadamente. Estos existen en la U.R.S.S. y ocupan pequeñas superficies en el Cáucaso, los Urales, Siberia y el Lejano Oriente.

Tampoco existe diferencia trazada entre montes productivos e improductivos. En sentido muy amplio, sin embargo, la distinción que se hace entre superficie boscosa y no boscosa puede considerarse que corresponde aproximadamente a la distinción de la FAO entre montes productivos e improductivos. (Véase definición de superficie no boscosa dada más arriba.)

Los términos montes explotados y montes inexplotados tienen significados idénticos en ambas clasificaciones.

En cuanto a la clasificación de especies, las estadísticas de la U.R.S.S. distinguen sólo principalmente coníferas y principalmente frondosas; no existe la categoría de bosques mixtos.

Con la ayuda de la Figura 3 y teniendo en cuenta las observaciones anteriores, es posible ahora dar cifras precisas para la U.R.S.S. en los cuadros de la FAO.

Desgraciadamente, cuando se compiló el tercer inventario forestal mundial, ni nosotros, los economistas forestales soviéticos, ni los compiladores de la FAO, estuvimos en condiciones de llevar a cabo la conciliación detallada de las clasificaciones de la U.R.S.S. y de la FAO. En consecuencia, tanto el Inventario Forestal Mundial 1958 (publicado en 1960) como el resumen del mismo publicado en Unasylva, Vol. 14, N° 3, contienen errores graves y que son de lamentar. Así pues, por ejemplo, la superficie forestal no se dio como de 835.692.000 hectáreas (cifra correcta) sino como de 1.131.116.000 hectáreas, cifra que, de hecho, corresponde a la superficie total de las tierras de reservas forestales y que incluye 295.434.000 hectáreas de superficie no forestal.

Igualmente, se cometieron errores al presentar los datos de la U.R.S.S. acerca del área y del volumen en pie de los montes en explotación. La superficie de los montes en explotación se dio correctamente, con 458.543.000 hectáreas. La cifra que se dio para el material en pie (69.847 millones de m.3), sin embargo, no se refiere a la superficie de montes en explotación, sino a la superficie de otro grupo de clasificación de montes, especial de las estadísticas soviéticas, es decir, los montes llamados de utilidad industrial. 3 Los montes de utilidad industrial, en las estadísticas soviéticas, incluyen la mayor parte de los grupos II y III (véase el Cuadro 1). Cubren 636.629.000 hectáreas (bastante menos que el total de los grupos II y III, que es de 765.964.000 hectáreas), y su material se considera que corresponde a 69.847 millones de metros cúbicos, en los cuales 61.043 millones de metros cúbicos son de coníferas y 8.804 millones de frondosas.

3 La analogía entre el término de la FAO «montes de valor explotable» y el término empleado en la U.R.S.S. «bosques de utilidad industrial» probablemente equivocó a los compiladores de los datos de la U.R.S.S.

Quizás porque el sentido de estas dos cifras nos se explicó completamente en la traducción, se relacionaron por error en la compilación. El dividir el material por la superficie de los montes en explotación dio los resultados siguientes: 152 metros cúbicos por hectárea para todos los montes, 168 metros cúbicos por hectárea para los de coníferas y 81 metros cúbicos por hectárea para los de frondosas. Sin embargo, según se ha explicado, la cifra arriba mencionada de material en pie se refiere a una superficie mucho mayor que la de los montes en explotación. El material real en pie en los montes en explotación, según se ha indicado en el Cuadro 2, es de 42.813 millones de metros cúbicos, de los cuales 34.610 millones son de coníferas y 8.203 millones de frondosas. Calculando el volumen en pie por hectárea de superficie boscosa en explotación llegamos a los siguientes índices: 107 metros cúbicos por hectárea de todos los tipos, 125 metros cúbicos por hectárea de coníferas y 68 metros cúbicos por hectárea de frondosas.

Está claro que la base de cálculo equivocada que se adoptó para las cifras de la U.R.S.S. ha conducido a varios errores graves. En el caso que acabamos de indicar, la cifra publicada para el material en pie por hectárea de montes en explotación es de 152 metros cúbicos (todos los tipos), en tanto que la cifra correcta es de 107 metros cúbicos. El material en pie total en los montes en explotación debería ser 42.800 millones de metros cúbicos en vez de la cifra publicada de 69.800 millones de metros cúbicos. Las cifras de crecimiento también deben ser corregidas. Las cifras referentes al incremento bruto por hectárea en los montes en explotación, publicadas en el Inventario Forestal Mundial 1958, son de 1,9 (todos los tipos), 1,9 (coníferas) y 1,7 (frondosas). La cifra correcta del incremento medio por hectárea de un monte en explotación es 1,7 metros cúbicos (todos los tipos). La cifra correspondiente para los montes inexplotados es 0,6 metros cúbicos, y para todos los montes en conjunto 1,2 metros cúbicos.

Como los montes soviéticos comprenden una parte considerable del total mundial de recursos forestales, la inclusión de datos exagerados referentes a la U.R.S.S. en los cuadros generales ha provocado considerables errores en los totales mundiales y en los promedios. No cabe duda que la FAO deseará aportar a aquellos cuadros las revisiones que se basan en la información proporcionada por el presente artículo.

En conclusión, desearíamos hacer unas cuantas sugerencias para mejorar y desarrollar las estadísticas forestales mundiales. Evidentemente, este problema está relacionado en primer lugar con el nivel existente y el sistema de inventariación forestal actualmente utilizado en cada país. El sistema de inventario resumido adoptado por la FAO, y la forma en que se publican los datos, son, en opinión nuestra, bastante satisfactorios y creemos que en este punto debe concentrarse la atención en la eliminación de aquellas lagunas que surgen en los cuadros, debidas bien sea a la ausencia de ciertos datos para ciertos países o a la falta de comparabilidad de los datos entre países. Así, pues, la solución de esta parte del problema depende mucho de conseguir un mejoramiento en los sistemas nacionales de inventariación forestal.

Los estadísticos forestales en la U.R.S.S. tropiezan también con estos problemas, dedicándoles nuestra atención. Creemos que en el ulterior desarrollo y mejoramiento de nuestro sistema de inventariación de los recursos forestales debemos estudiar la posibilidad de introducir un cierto número de índices actualmente utilizados en las estadísticas forestales mundiales, tales como el incremento bruto anual y el crecimiento neto de varias especies, clasificación de montes según la densidad de las masas, etc.

Pero creemos también, además de proporcionar a la FAO mejores datos para el inventario de acuerdo con la lista existente de índices, que es necesario estudiar también los medios de ampliar esta lista y de mejorar el sistema de preparación de un inventario resumido.

En particular, consideramos que debería concederse especial atención a los problemas de la intensidad de la economía forestal y de los índices que la reflejan. El Inventario Forestal Mundial 1958 no contiene prácticamente datos que ilustren el nivel de intensidad de las economías forestales de los diferentes países.

Con referencia a este problema, sugerimos que se considere la posibilidad de introducir los siguientes índices:

1. Superficie de montes artificialmente regenerados y creados que ha de incluirse en los montes en explotación.

2. Superficie de plantaciones de árboles que no han alcanzado aún la edad en que las copas se juntan y no son parte todavía de la reserva forestal disponible en el año del inventario.

3. Superficie y producción en los existentes viveros y criaderos forestales que producen plantitas comercializables en el año del inventario.

4. Cantidad de semilla recogida durante el año del inventario.

5. Número de días hombre empleados durante el año del inventario en todos los tipos de trabajo forestal (con exclusión de la explotación maderera industrial). A falta de registros directos, esta información puede conseguirse fácilmente sobre la base de información referente a los salarios pagados a los trabajadores forestales.

6. Longitud de las carreteras forestales: longitud total y longitud por 100 hectáreas de superficie forestal.

Los datos relativos a todas estas categorías de información (excepto la 6 - longitud de las carreteras forestales) se compilan sistemáticamente en la U.R.S.S. cada año.

Incluso si dichos datos no pueden obtenerse con referencia a los montes particulares, sería probablemente aconsejable el empezar a recogerlos y analizarlos con referencia a los montes de propiedad pública.

Existe otro grupo de índices económicos forestales que en nuestra opinión valdría la pena incluir en las estadísticas forestales mundiales. La principal dificultad aquí, naturalmente, estriba en las complicaciones que surgen al intentar presentar los datos en cuanto a costos, precios y valores en una forma comparable. Sin embargo, la FAO ha conseguido ya considerable experiencia en la evaluación de la producción forestal, y si esta experiencia puede aplicarse con éxito al cálculo de ingresos y gastos en la economía forestal, creemos que sería aconsejable el tratar de introducir los siguientes índices (incluso si sólo se refieren a los montes de propiedad pública):

1. Valor medio (nacional) comercial de la madera en pie de las principales especies de maderas industriales.

2. Renta total derivada del aprovechamiento de los montes (excepto las entradas procedentes de la explotación industrial de los montes).

3. Gastos en la economía forestal (excepto los gastos en la explotación industrial).

Estas sugerencias, si han de tenerse en cuenta para su inclusión en el próximo inventario forestal mundial, exigirán naturalmente un profundo estudio preliminar en el próximo período de sesiones del Grupo Mixto de Trabajo FAO/CEE sobre Estadística Forestal y de Productos Forestales o en una reunión especialmente convocada para ello. Estamos convencidos de que un ulterior mejoramiento de las estadísticas forestales mundiales de acuerdo con la sugerencia que acabamos de hacer conseguirá la aprobación y el apoyo unánimes.

NOTA DE LA REDACCIÓN

Agradecemos al Profesor Vassiliev su clara y precisa reseña de las diferencias en la clasificación entre las estadísticas forestales de la U.R.S.S. y las compiladas por la FAO para el inventario forestal mundial, que se publicaron en el Inventario Forestal Mundial 1958. Las correcciones necesarias en las cifras de la U.R.S.S., sobre las cuales llama la atención el Profesor Vassiliev, llevarán a una considerable revisión de los totales y promedios mundiales presentados en la publicación anterior y en Unasylva, Volumen 14, Número 3, 1960. Se están preparando los cuadros revisados que se publicarán en el próximo número de Unasylva.

Es con especial satisfacción que tomamos nota de que se trata de adaptar las estadísticas forestales de la U.R.S.S. en ciertos aspectos para ponerlas en armonía con las publicadas por la FAO. las sugerencias del Profesor Vassiliev, con vistas a un ulterior mejoramiento de las estadísticas forestales mundiales, se pondrán oficialmente en conocimiento del Grupo de Expertos que se reunirá para asesorar a la FAO en la elaboración de los cuestionarios para el cuarto inventario forestal mundial que se levantará con referencia al año 1963.


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