FAO/SMIA - Perspectivas Alimentarias No. 4, Septiembre 2000 p. 5

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Perspectivas actuales de la producción y las cosechas

Situación por regiones

Asia

Las informaciones más recientes confirman una reducción significativa de la producción de cereales de este año en la región, de alrededor del 3 por ciento, o sea casi 36 millones de toneladas, para situarse en 991,6 millones de toneladas. La disminución se debe principalmente a una reducción de la superficie plan-tada y a los efectos de las condiciones atmosféricas adversas registradas en muchos países. En los prin-cipales países productores ya ha terminado la reco-lección de la cosecha de trigo de 2000, con una producción total en la región calculada en alrededor de 252 millones de toneladas, alrededor de un 3 por ciento menos que el año anterior. Se pronostica que la producción de los cereales secundarios de la región descenderá de forma pronunciada, en un 9 por ciento, a 198 millones de toneladas. En Asia debería comenzar dentro de poco la recolección de las cosechas de arroz de la temporada principal. Según los pronósticos actuales, en el año 2000 la producción arrocera de la región descenderá un 1,5 por ciento, equivalente a 8 millones de toneladas, para situarse en 541 millones de toneladas.

Lejano Oriente: En China, la disminución de la superficie plantada, conjugada con una grave sequía, ha determinado una fuerte disminución de la producción de trigo, de alrededor de 13 millones de toneladas, a 101 millones de toneladas. En la India, pese a la grave sequía que afectó en algunos estados a los cultivos de secano, se ha obtenido una cosecha de trigo sin precedentes de 74,3 millones de toneladas, alrededor de 4 millones de toneladas más que el pronóstico anterior y muy superior a la cosecha de 70,8 millones de toneladas del año pasado. También en el Pakistán, se obtuvo una excelente cosecha de trigo de 22 millones de toneladas, a pesar de la grave sequía que también se registró allí al principio de año, 4 millones de toneladas más que la cosecha del año pasado.

La producción total de cereales secundarios en China se pronostica ahora en alrededor de 122 millones de toneladas, frente a 141 millones de toneladas obtenidas el año pasado. De este total, se prevé que corresponderán al maíz 108 millones de toneladas. Las perspectivas siguen siendo satis-factorias en la India, donde las lluvias monzónicas han sido normales en la primera mitad de la campaña cuatrimestral y es probable que lo sigan siendo durante la segunda mitad. Se han registrado, sin embargo, algunos daños causados por las inundaciones en algunos estados.

En China (Continental), está en curso la recolección de la cosecha de arroz de otoño mientras que la de la cosecha temprana de verano, la primera y más pequeña de las tres, está prácticamente terminada. La producción de la cosecha temprana de este año podría descender un 7 por ciento respecto al año anterior a alrededor de 38 millones de toneladas, debido a una reducción del 9 por ciento de la superficie, con arreglo a la política del Gobierno de reducir la producción de los cereales de calidad inferior. La plantación de la cosecha de arroz de invierno está a punto de terminar y se estima que la superficie sembrada ha descendido aproximadamente un 5 por ciento. En consecuencia, la producción arrocera total de China en el año 2000 se pronostica en torno a los 190 millones de toneladas, 9 millones de toneladas menos que en 1999. En Viet Nam, las inundaciones, consideradas las peores en 40 años, han afectado a más de 300 000 hectáreas de arroz en varias provincias del delta Mekong, donde se produce la mayor parte del arroz del país. Las estimaciones de las pérdidas de arroz varían de 400 000 toneladas a 700 000 toneladas. Además, se ha deteriorado la calidad de una gran parte de la cosecha, de tal manera que aumentará con toda probabilidad la producción destinada a la elaboración de piensos. En Filipinas, se teme que unas condiciones atmosféricas semejantes a las del fenómeno meteorológico de El Niño podrían repetirse hacia el final del año. Es probable que no se vea afectada la cosecha de la temporada principal, cuya recolección podría comenzar en septiembre y concluir en algún momento del mes de diciembre. La cosecha de la temporada secundaria, sin embargo, que se planta en octubre, se vería afectada por la sequía. En conjunto, la producción arrocera del país debería aumentar ligeramente, debido principalmente a una mayor utilización de semillas de arroz de alto rendimiento, facilitada por los programas de distribución impulsados por el Gobierno.

Como ocurrió en 1999, han habido algunos casos aislados de inundaciones en Tailandia, pero el efecto en los cultivos de arroz han sido mínimos. Según se prevé, la recolección de la cosecha de la temporada principal comenzará en octubre, y el Gobierno está pronosticando la producción en alrededor de 18,9 millones de toneladas de arroz, cifra inalterada respecto al año anterior. En un esfuerzo para contribuir a mejorar la competitividad de la producción arrocera en el país, el Ministerio de Agricultura y Cooperativas está estudiando una propuesta de introducir un sistema de zonificación para la producción de arroz, que consiste básicamente en concentrar la producción en determinadas zonas de alto rendimiento que cuentan con recursos hídricos suficientes para permitir la producción de una cosecha secundaria. En Myanmar, la superficie plantada para la campaña arrocera de 2000 se calcula en alrededor de 6 millones de hectáreas, unas 200 000 hectáreas más que el año pasado, debido a que se han vuelto a cultivar las tierras en barbecho y se informa, además, que se han bonificado algunas tierras húmedas y tierras vírgenes. La recolección de la cosecha de la temporada principal debería comenzar en octubre, y la plantación de la cosecha secundaria en noviembre. En el Japón, los cultivos de arroz están creciendo en condiciones en general satisfactorias. La superficie plantada con arroz se ha mantenido en torno al nivel del año pasado de alrededor de 1,8 millones de hectáreas, pese a que el precio de sostenimiento ha bajado alrededor de un 2,7 por ciento respecto a 1999. La recolección debería comenzar en septiembre y la producción arrocera se pronostica provisionalmente en 11,5 millones de toneladas, volumen semejante al del año pasado. En Camboya, unas lluvias tempranas caídas en julio causaron inundaciones que interfirieron con la plantación de la cosecha de la estación húmeda del año 2000. En algunas zonas se destruyeron los plantones y fue necesario resembrar. Aunque el Gobierno está pronosticando provisionalmente un aumento de la superficie y producción de arroz, ello dependerá, en gran parte, de la medida en que se reparen los daños provocados por las inundaciones. Se informa que la República Democrática Popular de Corea está sufriendo nuevamente calamidades relacionadas con el tiempo, como ocurrió en los últimos años. Una misión conjunta FAO/PMA de evaluación de cultivos y suministros alimentarios que visitó el país en el período de junio y julio confirmó que las precipitaciones habían sido inferiores a lo normal y que muchos arrozales estaban secos. En consecuencia, se han producido retrasos en el trasplante del producto, lo que redundará en una disminución de los rendimientos. Se informa, además, que la superficie plantada con arroz fue ligeramente inferior al nivel del año anterior ya que en algunas tierras se han plantado otros cultivos. En cambio, en la región central de la República de Corea han caído lluvias torrenciales que causaron inundaciones, deslizamientos de tierras y pérdidas de vidas humanas, pero sólo una pequeña porción de la super-ficie de arroz ha sufrido daños. Independientemente de las condiciones atmosféricas, el Gobierno ha esta-blecido un objetivo de producción de alrededor de 7 millones de toneladas de arroz en el año 2000, lo que representa un volumen inferior en un 3 por ciento a la producción efectiva de 1999.

En Bangladesh, la recolección de la cosecha de arroz Aus y la plantación de la cosecha Aman están prácticamente terminadas. Aunque en algunos distritos las inundaciones han causado daños a los cultivos, la producción arrocera del país debería resultar poco afectada dado que la cosecha Aus representa sólo una pequeña parte de la producción total. La mayor parte del arroz del país proviene de la cosecha Aman, que se recoge en octubre/noviembre, y de la cosecha Boro, que todavía no se ha plantado. La producción arrocera total para la campaña 2000 se pronostica en 33,8 millones de toneladas, ligeramente inferior a la del año anterior. En la India, la plantación de la cosecha de arroz Kharif de la temporada principal está terminada en algunas partes del país y a punto de terminar en otras, y las informaciones provisionales indican que la superficie podría superar a la del año pasado. El aumento se debe en parte a un incremento del 4 por ciento de los precios mínimos de sosteni-miento del arroz indicado por la Comisión de Costos y Precios Agrícolas en mayo. Si en lo que falta de la campaña las condiciones de crecimiento fueran nor-males, la producción arrocera total de la India para la campaña agrícola 2000 se pronostica provisional-mente en un nivel récord de 134 millones de tone-ladas, volumen ligeramente superior al del año anterior. En el Pakistán, la producción arrocera de 2000 debería ser inferior a la del año anterior debido a la sequía que ha afectado a Baluchistán, una importante provincia productora de arroz que representa el 8-10 por ciento de la producción nacional. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA visitó el país en mayo y estimó que la producción de arroz de la provincia podría descender en alrededor de un 8 por ciento. La sequía también afectó, aunque en menor medida, a algunas partes de Sind, la provincia productora de arroz más grande del país. En algunas partes del país la recolección de la cosecha, que normalmente comienza en octubre, podría retrasarse algunas semanas.

Producción mundial de cereales - Pronóstico para 2000

   
Trigo
Cereales secundarios  Arroz (cáscara) 
Total
1999
2000
1999
2000
1999
2000
1999
2000
 
(. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . )
Asia
260,0
252,4
218,0
197,9
549,3
541,4
1 027,3
991,6
Africa
14,9
13,6
75,7
77,5
17,5
17,6
108,1
108,6
América Central
3,1
3,2
28,7
29,2
2,3
2,4
34,1
34,8
América del Sur
19,3
19,5
58,6
64,0
21,2
20,1
99,1
103,7
América del Norte
89,5
87,0
290,8
314,6
9,5
9,0
389,8
410,5
Europa
178,2
188,0
201,7
203,5
3,2
3,2
383,1
394,8
Oceanía
24,3
23,1
8,9
9,7
1,4
1,1
34,6
33,8
TOTAL MUNDIAL
589,3
586,7
882,5
896,4
604,4
594,8
2 076,2
2 077,9
         
(404) 1/
(398) 1/
(1 876) 2/
(1 881) 2/
Países en desarrollo
276,1
269,2
368,8
354,4
577,9
569,1
1 222,8
1 192,7
Países desarrollados
313,2
317,4
513,7
542,0
26,4
25,7
853,3
885,1

En Indonesia, se ha recogido prácticamente toda la cosecha de arroz de la temporada principal de 2000 y la plantación de la cosecha secundaria está a punto de terminar. El pronóstico más reciente del Gobierno relativo a la producción arrocera de la campaña se cifra en un volumen ligeramente superior a los 50 millones de toneladas, 1 millón de toneladas más que el pronóstico anterior y una cifra casi igual a la del año anterior, a raíz de una revisión al alza de la superficie y los rendimientos. En Malasia, la recogida de la cosecha de la temporada principal está prácticamente terminada. Se prevé que la producción arrocera del país en el año 2000 estará cercana al nivel del año pasado (alrededor de 2 millones de toneladas). En Sri Lanka, se ha recogido la cosecha de arroz Maha (principal) y, lo mismo que el año pasado, se han notificado pérdidas de cosecha y deterioro de la calidad causados por las lluvias durante una parte del período de recolección. La plantación de la cosecha Yala está prácticamente terminada. Según las proyecciones, la producción total de arroz disminuirá ligeramente, respecto al año pasado a alrededor de 2,6 millones de toneladas, debido principalmente a una reducción de la superficie plantada.

Cercano Oriente: La persistencia de las sequías y de la inseguridad continúa afectando a la producción agrí-cola en varios países del Cercano Oriente. En el Afganistán, la producción total de cereales de 2000 se es-çtima en 1,8 millones de toneladas, alrededor de un 44 por ciento menos que el volumen medio de los cin-co años anteriores. En el Iraq, la cosecha de cereales de 2000, calculada en 794 000 toneladas, ha disminui-do alrededor de un 47 por ciento con respecto a la co-secha reducida por la sequía del año pasado. Una se-quía que abarcó también zonas extensas de la Repú-blica Islámica del Irán por segundo año consecutivo ha impedido que recuperara la producción en ese país. La producción de trigo de este año debería descender ulteriormente con respecto al nivel del año anterior, a alrededor de 8 millones de toneladas, mientras que la de arroz se mantendría cercana al nivel reducido del año anterior de 2,3 millones de toneladas. Análoga-mente, en Jordania y Siria la producción fue muy infe-rior a la media debido a la sequía. En Arabia Saudita, la producción se calcula en 2,1 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al del año pasado pero inferior a la media en alrededor de un 17 por ciento. En Turquía, en cambio, la producción se recuperó con respecto al nivel afectado por la sequía del año pasa-do gracias a un tiempo en general favorable.

La CEI en Asia: En los ocho países de la CEI en Asia, los cultivos de secano y la disponibilidad de agua para riego se han visto afectados por un invierno mitigado y las condiciones calurosas y secas excepcionales registradas durante la primavera y el verano, particu-larmente en las partes meridionales y occidentales. Sin embargo, allí donde funcionaron los sistemas de riego el trigo de regadío anduvo algo mejor y los cultivos de las principales regiones del norte de Kazajstán se han beneficiado de unos niveles de humedad del suelo sa-tisfactorios. En muchos países, particularmente Arme-nia, Georgia y Tayikistán, la sequía ha agravado los problemas económicos de carácter crónico, tales como la escasez de semillas mejoradas, la insuficiencia de capital de explotación para conseguir otros insumos que aumentan el rendimiento, y el deterioro del siste-ma de riego. Como consecuencia, se pronostica que las cosechas de cereales de 2000 disminuirán en esos países de forma pronunciada, y los tres países han pe-dido a la comunidad internacional de los donantes asistencia en forma de suministro de semillas de trigo para la próxima temporada. En Tayikistán, la cosecha de cereales de 2000 se ha reducido casi a la mitad situándose en sólo 236 000 toneladas (1999: 448 000 toneladas), y las necesidades de ayuda alimentaria han aumentado considerablemente. En Georgia, una misión FAO/PMA ha calculado la cosecha de cereales de 2000 en alrededor de 330 000 toneladas, incluidas 83 000 toneladas de trigo, lo que representa una dis-minución de casi el 60 por ciento respecto a la produc-ción calculada en 1999. También son malas las pers-pectivas para las cosechas de primavera, sobre todo el maíz. En Armenia, las evaluaciones oficiales provisio-nales indican una cosecha de cereales hasta un 30 por ciento inferior a la media. En todos los países afecta-dos, también disminuyó la producción de papas, horta-lizas y cultivos forrajeros, lo cual redujo ulteriormente la disponibilidad de suministros alimentarios y limitó la producción pecuaria.

En cambio, las perspectivas para la cosecha de cerea-les de 2000 en Azerbaiyán eran en general satisfacto-rias a mediados de agosto, y la producción podría mantenerse cercana al nivel de 1,1 millones de tonela-das del año pasado. Según los informes, la cosecha de cereales de 2000 en Kirguistán es marginalmente superior a la del año pasado, pero se ha mantenido la tendencia descendente en la producción de trigo. Tam-bién se informa que en Turkmenistán cuenta este año con una producción de cereales mayor, situada en 1 870 000 toneladas. En Uzbekistán, la cosecha de ce-reales de 2000 es algo menor que la del año pasado, habiéndose visto afectada por la sequía y la insu-ficiencia de riego. En Kazajstán, las perspectivas de las cosechas son satisfactorias. La cosecha menor de trigo de invierno cultivada en el sur ha sufrido por la escasez de humedad pero la cosecha principal de trigo de invierno que se cultiva en el norte se está de-sarrollando satisfactoriamente. La superficie total sem-brada con cereales aumentó marginalmente a 11,1 millones de hectáreas. La situación de los cultivos es actualmente buena y la cosecha se pronostica oficial-mente en alrededor de 11 millones de toneladas.

Africa

Africa septentrional: La producción de trigo de la subregión en 2000 se calcula en alrededor de 9,7 millones de toneladas, alrededor de un 14 por ciento menos que el año pasado y un volumen inferior a la media de los últimos cinco años. En Argelia, como consecuencia de las lluvias insuficientes caídas du-rante el período vegetativo, se estima que la pro-ducción de trigo ha descendido a alrededor de 750 000 toneladas, muy por debajo de la media y alrededor de un 34 por ciento menos que en 1999. El predominio de condiciones secas durante el período vegetativo en Marruecos también dio lugar a una producción reducida de trigo de alrededor de 1,4 millones de toneladas, un 36 por ciento menos que la cosecha inferior a la media del año pasado. Análogamente en Túnez, la insuficiencia de las precipitaciones recibidas afectó gravemente a los cultivos de cereales, y la producción de trigo se calcula en alrededor de 795 000 toneladas, un 43 por ciento menos que el nivel de 1999. En cambio, gracias a unas condiciones de crecimiento satisfactorias, en Egipto la producción de la cosecha de trigo principalmente de regadío debería alcanzar los 6,7 millones de toneladas, un 5 por ciento más que la cosecha superior a la media del año pasado. Las informaciones más recientes sobre las cosechas de cereales secundarios de 2000 de la subregión indican una producción de 7,6 millones de toneladas, alrededor de un 20 por ciento menos que la producción inferior a la media del año anterior.

En Egipto ha terminado la plantación de la cosecha de arroz de 2000, y según se informa la disponibilidad de insumos es suficiente. El Gobierno ha indicado que la superficie de arroz aumentó en alrededor del 6 por ciento respecto del año anterior a aproximadamente 694 000 hectáreas. La recolección de los cultivos más tempranos debería comenzar dentro de poco y se pronostica que la producción aumentará casi un 7 por ciento a un nivel récord de 6,2 millones de toneladas.

Africa occidental: El período vegetativo se está desarrollando satisfactoriamente y hasta ahora las perspectivas de las cosechas son en general buenas. En el Sahel, las lluvias han sido generalizadas y abundantes en las principales zonas agrícolas en julio y principios de agosto. Disminuyeron a mediados de agosto pero se reanudaron al final de ese mes en el sector occidental del Sahel. En el centro del Sahel, las precipitaciones fueron inferiores a lo normal en Burkina Faso, salvo en el sur y el oeste. En el Níger, al final de agosto se registraron precipitaciones inferiores a lo normal, mientras que en el Chad las condiciones de crecimiento fueron favorables en las zonas sudanesas y desfavorables en las zonas sahelianas. Por lo tanto, los cultivos se están desarrollando satisfactoriamente en el sector occidental de la región saheliana, mientras que la escasez de lluvias afectó al desarrollo de los cultivos en la parte central y oriental de Burkina Faso, la mayor parte del Níger y las zonas sahelianas del Chad. Se necesitan urgentemente lluvias mejoradas en esas zonas para evitar la escasez de agua o pérdidas de cosechas. En los países del Golfo de Guinea las condiciones de crecimiento han sido en general favorables. Sin embargo, en Sierra Leona, la inseguridad continúa perturbando las actividades agrícolas y es improbable que la producción se recupere del nivel bajo del año pasado.

La campaña del arroz de 2000 está marchando bien en la subregión en condiciones en general favorables. Los cultivos de algunos países se beneficiaron de unas lluvias bien distribuidas y regulares, que deberían contribuir a aumentar los rendimientos. Sin embargo, los problemas de seguridad continúan trastornando las actividades agrícolas en Sierra Leona donde se prevé un descenso de la producción arrocera. En Nigeria, el mayor productor de la región, se prevé un ligero aumento de la producción, tras la supresión, por parte del Gobierno, de los impuestos a la importación y al valor añadido de todos los insumos agrícolas, una medida ésta que podría aumentar los rendimientos. En Malí, el Gobierno está pronosticando un 10 por ciento de aumento de la producción arrocera debido al incremento de la superficie plantada y a un pequeño aumento de los rendimientos.

Africa central: Los cultivos de cereales secundarios se están desarrollando actualmente en condiciones en general favorables en el Camerún y la República Centroafricana. Los continuos disturbios civiles regis-trados en la República Democrática del Congo han trastornado las actividades agrícolas y comerciales, de manera que los pronósticos apuntan nuevamente a una cosecha menguada.

Africa oriental: Las perspectivas iniciales para la cosecha de trigo de 2000 de la subregión son inciertas. En el Sudán, donde la cosecha se recogió a comienzos del año, una misión FAO/SMIA calculó la producción en 214 000 toneladas, aproximadamente un 24 por ciento más que la cosecha reducida del año pasado pero alrededor de un 60 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. En Kenya, las perspectivas para la cosecha son desfavorables debi-do a la persistencia de la sequía durante la campaña. En Etiopía, unas lluvias buenas caídas en julio y agos-to en algunas de las principales zonas productoras han favorecido el arraigo y desarrollo de la cosecha de trigo.

La sequía ha perjudicado también las perspectivas para los cereales secundarios de 2000. En Kenya, la producción de la cosecha de maíz que se está recogiendo se pronostica en 1,4 millones de toneladas, alrededor de un 36 por ciento menos que el promedio de las cosechas de lluvias largas. En Tanzanía, los pronósticos más recientes relativos a la producción de cereales secundarios señalan una producción de 2,8 millones de toneladas, alrededor de un 20 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. En Uganda, donde la recolección de los cereales secundarios de la primera temporada de 2000 está muy avanzada, se pronostica que la producción será inferior a la media debido a una sequía prolongada registrada en algunas de las principales zonas productoras. En Eritrea, las perspectivas para las cosechas de la temporada principal de 2000 se presentan sombrías debido al desplazamiento de un gran número de agricultores que han abandonado las principales zonas de producción agrícola del sudoeste de Eritrea debido al conflicto fronterizo con Etiopía. En Etiopía, unas buenas lluvias recibidas últimamente han mejorado las perspectivas para los cultivos de la temporada principal en desarrollo. Sin embargo, se ha perdido la cosecha de la temporada secundaria "Belg" de 2000 debido al retraso y la irregularidad de las lluvias. En el Sudán, las perspectivas son inciertas a causa de unas lluvias tardías e irregulares recibidas en importantes zonas productoras. En Somalia, debido a un deficiente arraigo de los cultivos en algunas de las importantes zonas agrícolas, las perspectivas para las cosechas de maíz y sorgo de la temporada actual "Gu" son favorables.

En Burundi, la producción de cereales secundarios de la temporada B de 2000 cosechados últimamente disminuyó un 20 por ciento con respecto al nivel del año pasado. Los rendimientos fueron escasos debido a unas lluvias mal distribuidas durante la campaña, particularmente en las provincias septentrionales, y al cese prematuro de las precipitaciones en abril. En Rwanda, la cosecha B de cereales secundarios de 2000 ha sido en general satisfactoria, pero en las zonas meridionales el cese prematuro de la estación de las lluvias afectó negativamente a la producción. En la República Democrática del Congo la persistencia de la guerra civil continúa trastornando la producción agrícola.

Según las previsiones actuales, la producción de arroz en el Africa oriental estará cercana al nivel del año pasado, debido a un estancamiento tanto de la superficie como de los rendimientos. En Tanzanía, el principal país productor de arroz de la subregión, la recolección ha terminado y la producción para el año 2000 se calcula provisionalmente en alrededor de 700 000 toneladas, cifra inalterada respecto al año anterior.

Africa austral: Ya ha terminado la recolección de las cosechas de cereales secundarios de 2000, retrasada a causa de unas lluvias no estacionales recibidas en junio. Las estimaciones más recientes de la FAO cifran la producción total de la subregión en 18,2 millones de toneladas, un 18 por ciento más que el año pasado y un volumen superior a la media. El tiempo seco registrado al comienzo de la campaña estuvo seguido de lluvias torrenciales e inundaciones en algunos distritos pero, en general, las precipitaciones abundantes beneficiaron a las principales zonas productoras de la subregión. Sin embargo, el resultado varía de un país a otro. La producción se recuperó considerablemente en Sudáfrica, Zimbabwe, Zambia, Namibia y Botswana, donde se obtuvieron buenas cosechas. En Malawi, se mantuvo prácticamente inalterada con respecto a la excelente cosecha de 1999, con una producción de maíz cercana a los 2,5 millones de toneladas. En cambio, en Mozambique disminuyó a causa de unas inundaciones devastadoras registradas en las partes meridionales que provocaron pérdidas de cosecha. También descendió la producción de maíz en Madagascar, ya que el país se vio afectado por la sequía en el sur y por los ciclones en el norte. En Angola, donde la persistencia de los conflictos civiles continúan trastornando la producción agrícola, la producción de maíz descendió por segundo año consecutivo. En Swazilandia, la disminución de la superficie plantada, unida a unas lluvias torrenciales, redundaron en una fuerte disminución de la producción de maíz de este año. En Lesotho, la producción disminuyó de forma pronunciada con respecto a la cosecha media del año pasado.

En su conjunto, las perspectivas para la cosecha de trigo de 2000/2001, que se recogerá a partir de octubre y noviembre, son satisfactorias. Según las previsiones, la producción de Sudáfrica, que representa más del 80 por ciento de la producción total, será mayor que el nivel reducido del año pasado gracias a la abundancia de abastecimientos de agua para riego; pero, pronosticada en 1,8 millones de toneladas, será inferior a la media de los últimos cinco años. En Zimbabwe, en cambio, se prevé una disminución debida a una fuerte reducción de la superficie plantada como efecto de los disturbios civiles registrados en las zonas agrícolas y del programa de distribución de tierras llevado a cabo por el Gobierno.

Ha terminado en la subregión la recolección de la cosecha de arroz de 2000. En Madagascar, el principal país productor, se estima que la producción ha disminuido en alrededor del 15 por ciento con respecto al año anterior a 2,2 millones de toneladas. En Mozambique, la producción arrocera se calcula en alrededor de 140 000 toneladas, o sea un 25 por ciento menos que el año anterior.

América Central y el Caribe

La recolección de la cosecha de trigo de regadío de 2000 en México, prácticamente el único productor de la subregión, ha terminado con una producción calculada provisionalmente entre 3,1 y 3,2 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior a la media. Anteriormente se había pronosticado una producción de nivel medio, pero la cosecha se vio afectada por el mal tiempo durante la siembra y por una sequía durante todo el período vegetativo que mantuvo los embalses de agua a niveles inferiores a lo normal.

La sequía registrada durante el período de crecimiento ha afectado a las cosechas de cereales secundarios de la primera temporada de 2000/01 en los países de América Central. La recolección está a punto de comenzar y se prevén producciones inferiores a la media en algunos países, particularmente El Salvador, Honduras y Nicaragua, en los que se han producido graves pérdidas localizadas. Según los informes, en algunas zonas se ha perdido el 50 por ciento de la cosecha de maíz, el cereal principal. En cambio, en México, donde se está recogiendo actualmente la cosecha, se prevé que la producción total de maíz alcanzará un nivel medio, gracias a unas cosechas satisfactorias obtenidas en las zonas nordoccidentales, y a las lluvias generalizadas recibidas últimamente que han beneficiado el desarrollo de los cultivos en las grandes zonas productoras del centro y el este. Las perspectivas son igualmente buenas para la cosecha de sorgo, producida principalmente en los estados nor-dorientales. En Costa Rica y Guatemala, se prevén también producciones de un nivel medio. En la Repú-blica Dominicana, unas lluvias normales recibidas en julio han beneficiado el desarrollo de los cultivos y se prevé una cosecha de maíz y sorgo ligeramente supe-rior a la media. En Cuba, unas lluvias abundantes caí-das en julio han mejorado la situación de los cultivos después de la racha seca que se había prolongado desde comienzos del año. La producción de maíz de-bería estar en torno a la media. En Haití, está a punto de terminarse la recolección de la cosecha de maíz, con un pronóstico provisional inferior al nivel medio de producción como consecuencia de una racha seca prolongada que ha afectado particularmente las me-setas centrales y la parte nordoccidental del país.

América del Sur

Continúa la plantación de la cosecha de trigo de 2000/2001 en la mayoría de los países de la parte me-ridional de la subregión. En la Argentina, las con-diciones atmosféricas han mejorado últimamente y se informa que la humedad del suelo es suficiente. Se ha sembrado alrededor del 86 por ciento de la superficie prevista, frente al 90 por ciento sembrado en el mismo período del año anterior. En el Brasil, donde ha ter-minado la plantación, unas precipitaciones genera-lizadas han beneficiado a los cultivos en desarrollo de las principales zonas productoras del sur del país, pero aún así se pronostica una producción inferior a la me-dia como consecuencia directa de los graves daños causados a los cultivos por las heladas de julio. En Chile, las plantaciones se vieron afectadas por las in-tensas lluvias caídas en junio, mientras que en Uruguay la superficie plantada disminuyó considera-blemente como consecuencia de una racha seca pro-longada y grave. Para ambos países se pronostican producciones inferiores a la media. En los países andi-nos, en Bolivia ha comenzado la recolección de la co-secha de la segunda temporada. Se prevé que la pro-ducción para este año será escasa como con-secuencia de las intensas lluvias e inundaciones que afectaron a la cosecha principal durante el período de la recolección, particularmente en el importante depar-tamento productor de Santa Cruz. En el Perú, la cosecha de trigo de 2000 ha terminado prácticamente, previéndose una producción menor que el nivel récord del año pasado, pero aún así superior a la media. En el Ecuador, la recolección de la cosecha principal de trigo, que se produce principalmente en el altiplano, está casi terminada y se prevé una producción de nivel medio, mientras que en Colombia, donde está en curso la recolección, la producción debería ser inferior a lo normal, debido principalmente a las intensas lluvias que afectaron a los cultivos durante la siembra.

La recolección de las cosechas de cereales secun-darios de 2000 ha terminado en los países australes. En la Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, la producción total de maíz se calcula provisionalmente en un nivel superior a la media de 51,7 millones de toneladas, lo que se compara con los 46,9 millones de toneladas obtenidas en 1999. El incremento se debe principalmente a unas producciones satisfactorias obtenidas en los dos primeros países, pese al mal tiempo que afectó a las cosechas en algunas de las principales zonas productoras de Brasil al comienzo del año. La plantación de la cosecha de 2001 ha comenzado en algunas partes del Brasil. En los países andinos, en Bolivia, se está preparando la tierra para la plantación de las cosechas de cereales secundarios y papas de la primera temporada (principal) de 2000/2001. Se han registrado lluvias benéficas en las principales zonas productoras del altiplano y de los valles donde la siembra debería comenzar a partir de septiembre. En el Perú, la mayor parte de la cosecha de maíz de 2000 (blanco y amarillo) ya se ha recogido y la producción obtenida en los seis primeros meses del año excede de un 12 por ciento el volumen obtenido durante el mismo período del año pasado. Resultado, principalmente, de la obtención de rendimientos mejores. Se prevé una producción cercana a un nivel récord. En el Ecuador, está casi terminada la recolección de la cosecha de maíz de la primera temporada, principalmente amarillo. Se prevé un considerable incremento de la producción con respecto al año pasado, impulsado principalmente por el aumento de la demanda de parte de la industria avícola. En Colombia, la recolección de la cosecha de maíz de la primera temporada está muy avanzada. A pesar de las intensas lluvias e inundaciones registradas durante la plantación, se prevé una producción cercana a la media. En Venezuela, está en curso la recolección de la cosecha de maíz de 2000 y se pronostica provisionalmente una producción ligeramente inferior a la media. Esto se debe principalmente a la disminución de la superficie plantada debido a las lluvias intensas que provocaron graves inundaciones y deslizamientos de tierra al final del año pasado y poco antes de la plantación.

La recolección de la cosecha de arroz de 2000 ha terminado en la región y se calcula la producción arrocera en torno a los 20 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al del año anterior. Una gran parte de la disminución se atribuye a un descenso del 4 por ciento de la superficie como efecto de los bajos precios del arroz vigentes durante la plantación en la mayoría de los países. En la Argentina, el Gobierno cifra la nueva producción en 880 000 toneladas, o sea un 47 por ciento menos que el nivel récord del año anterior, debido principalmente a un descenso del 35 por ciento de la superficie plantada. Análogamente, en el Uruguay el descenso de la superficie y de los rendimientos causó una contracción de la producción situada en torno al 16 por ciento. En el Brasil, el mayor productor de arroz de la región, el aumento de los rendimientos contribuyó a compensar la disminución de la superficie y la estimación oficial de la producción arrocera, situada en 11,5 millones de toneladas, es sólo marginalmente inferior a la del año pasado. En cambio, en Bolivia, el Gobierno ha calculado la producción arrocera en 349 000 toneladas, frente a las 189 000 toneladas del año pasado, debido a una mejora de los rendimientos y a un incremento de la superficie.

América del Norte

La producción total de trigo de los Estados Unidos en 2000 se calcula en 61,6 millones de toneladas, casi un 2 por ciento menos que en 1999. Una importante disminución de la producción de trigo de invierno (- 6 por ciento) a 43,4 millones de toneladas se verá parcialmente compensada por un incremento de la producción de trigo de primavera que, según los pronósticos actuales, alcanzará unos 18 millones de toneladas, frente a 16,4 millones de toneladas en 1999. En Canadá, para mediados de agosto la cosecha de trigo de invierno estaba muy avanzada o casi terminando en algunas zonas. La recolección de las principales cosechas de primavera deberían de comenzar al final de agosto. Unas temperaturas más cálidas registradas en julio en las principales zonas productoras de trigo del oeste de Canadá favorecieron el desarrollo de los cultivos después de unas condiciones atmosféricas por lo general más húmedas y frías registradas en junio. Se informa que en la mayoría de las principales zonas productoras el potencial de rendimiento se sitúa en un nivel entre medio y superior a la media. Los informes oficiales más recientes pronostican la producción total de trigo de 2000 en 25,4 millones de toneladas.

Con respecto a los cereales secundarios, el informe de agosto del USDA sobre la producción de cultivos indica que la producción de los Estados Unidos es significativamente mayor de lo que se había previsto anteriormente. Ello se debe principalmente a unas condiciones de crecimiento en general favorables registradas durante julio. Según los pronósticos actuales, la producción total de cereales secundarios alcanzará los 287,6 millones de toneladas, 9 por ciento más que en 1999. La mayor parte del incremento se debe al aumento de la producción de maíz, prevista en un nivel récord de 263 millones de toneladas, 12 por ciento más que el año pasado. También se supone que serán algo superiores al año anterior las producciones de cebada y avena, pero la cosecha de sorgo podría ser más pequeña. En Canadá, debería cambiar poco la producción de cereales secundarios de este año, pronosticada actualmente en 27 millones de toneladas. Aunque los pronósticos indican un aumento de la producción de cebada, debido a un incremento de la superficie plantada, la de los otros cereales secundarios pequeños podría disminuir algo. Según los primeros indicios, también disminuirá la cosecha de maíz, aunque todavía falta un poco para la recolección.

Ha comenzado la recolección de la cosecha de arroz de 2000 en algunas partes de los Estados Unidos, mientras que en otras los cultivos necesitan todavía algunas semanas más para madurar completamente. Aunque se pronostica que los rendimientos medios superarán en alrededor de un 5 por ciento a los del año pasado, el incremento no es suficientemente grande como para compensar la disminución del 10 por ciento de la superficie plantada. La reducción de la superficie se debe a una baja considerable de los

precios del arroz en la campaña anterior, que ha inducido a los agricultores a sembrar cultivos más rentables. Se prevé que la producción arrocera alcanzará los 9 millones de toneladas, nivel inferior en alrededor de un 5 por ciento al del año pasado.

Europa

En la CE, hasta ahora los resultados de la cosecha de cereales continúan apuntando a un aumento de la producción de este año. El pronóstico más reciente de la FAO relativo a la cosecha total de cereales de la Comunidad se cifra en 213,2 millones de toneladas, que si bien representa un volumen marginalmente inferior al del informe anterior, es superior en alrededor del 6 por ciento a la producción de 1999. De esa cantidad, se pronostica que al trigo corresponderán 105,1 millones de toneladas, casi un 8 por ciento más que en 1999. La mayor parte del incremento de la producción de trigo debería producirse en Alemania, el Reino Unido y España, aunque también se informa que algunos otros países están obteniendo este año cosechas ligeramente superiores. La calidad de la cosecha de este año debería ser bastante variable debido a que también lo fueron las condiciones atmosféricas en toda la región. Se informa que Francia, el mayor productor de la Comunidad, tiene una proporción superior a lo normal de trigo de mala calidad, que servirá sólo para piensos, pero en todos los países se prevé una producción media. También debería aumentar este año en la CE la producción de todos los cereales secundarios principales. Según los pronósticos, la producción de cebada, avena y centeno aumentará un 6 por ciento, 8 por ciento y 5 por ciento respectivamente. También son favorables las perspectivas para la cosecha de maíz, y los informes actuales señalan un ligero aumento de la producción de este año a alrededor de 38 millones de toneladas. Sin embargo, como la cosecha está recién comenzando en las principales zonas productoras, el resultado final todavía no se conocerá por algún tiempo. La cosecha de arroz de 2000 está comenzando en la CE. La sequía registrada en la parte meridional de Portugal y España durante la siembra debería haber tenido algún efecto negativo en los rendimientos. Se pronostica que la producción total será ligeramente inferior a la del año pasado, estimada en alrededor de 2,7 millones de toneladas.

En otras partes de Europa persiste en mayor o menor medida, una sequía generalizada en la mayoría de los países, que afecta a los cultivos de primavera. En Bosnia y Herzegovina se prevé que la producción de trigo disminuirá nuevamente este año debido a las malas condiciones del tiempo, pero también a los precios al productor nada remunerativos, que siguen haciendo del trigo un cultivo poco atrayente para los agricultores. En particular, se prevé que los cereales secundarios (principalmente maíz) se verán afectados por las condiciones secas de la primavera. En Bulgaria ha terminado la recolección de trigo, estimándose oficialmente la producción en 3,1 millones de toneladas, volumen semejante a la cosecha del año anterior. Pero se prevé una disminución de la producción de cereales secundarios debida al efecto negativo de la sequía de primavera y de una ola de calor registrada en verano en los cultivos de maíz en desarrollo. En Croacia, se señala que la producción de trigo de invierno se ha recuperado de forma pronunciada con respecto al nivel bajo del año pasado y que podría estar cercana a 1 millón de toneladas. Sin embargo, lo mismo que en otros países vecinos, el efecto de la sequía debería manifestarse en los cultivos de primavera de manera que sus producciones podrían disminuir algo. En la República Checa, la producción total de trigo se calcula en un nivel cercano al de 1999 (alrededor de 4 millones de toneladas), a pesar del aumento de la superficie plantada debido a los rendimientos reducidos por la sequía de este año. Según estimaciones, la producción de cebada ha disminuido significa-tivamente respecto al año pasado, debido a una disminución de los rendimientos y a una reducción de la superficie plantada. En la ex República Yugoslava de Macedonia, tras las condiciones favorables registradas al principio sobrevino una sequía al final de primavera y en el verano que redujo el potencial de crecimiento de los cereales. Se prevé que la producción total de cereales estará en torno a las 650 000 toneladas, de las cuales corresponderían al trigo alrededor de 320 000 toneladas.

También en Hungría las cosechas de cereales se han visto afectadas por la sequía de este año, pero la situación del trigo no ha sido tan mala como en 1999 cuando en el período de siembra imperaron condiciones adversas y, como consecuencia, la superficie descendió de forma pronunciada. La producción de trigo se calcula ahora en alrededor de 3,7 millones de toneladas. Lo que representa un volumen superior al de la cosecha drásticamente reducida del año pasado (2,6 millones de toneladas), pero muy inferior a los niveles de 1997 y 1998 (alrededor de 5 millones de toneladas). Los rendimientos de los cereales secundarios son los más afectados por el tiempo excepcionalmente caluroso y seco de la primavera, y la producción de maíz podría ser muy inferior, situándose en alrededor de 5 millones de toneladas , en comparación con más de 7 millones de toneladas en 1999. En Polonia, las condiciones para la producción de cereales han sido particularmente malas este año. Las heladas de fines de primavera estuvieron seguidas de un tiempo excepcionalmente caluroso y seco, y las intensas lluvias caídas durante el verano han entorpecido la recolección. La producción de trigo se calcula en 8,2 millones de toneladas, casi un 10 por ciento menos que el año pasado. También se pronostica una disminución pronunciada de la producción de cereales secundarios como consecuencia de las condiciones atmosféricas adversas. La producción de centeno podría descender hasta un nivel tan bajo como 4 millones de toneladas, casi un 30 por ciento menos que la media de los últimos cinco años, y la de cebada se pronostica en sólo 2,8 millones de toneladas, un 20 por ciento menos que la media quinquenal. En Rumania, aunque las condiciones de crecimiento fueron también desfavorables este año, el resultado final de la cosecha de trigo es algo mejor de lo que se había previsto. Las estimaciones más recientes cifran la producción de trigo de 2000 en 4,3 millones de tone-ladas, alrededor de un 9 por ciento menos que en 1999 pero más de un 20 por ciento menos que la me-dia quinquenal. Las perspectivas para la cosecha de maíz son inciertas, pero es improbable que se repita la producción superior a la media de 10,9 millones de toneladas del año pasado. En la República Eslovaca, contrariamente a las expectativas que se tenían muy al principio de la campaña, se prevé que la producción total de cereales descenderá nuevamente tras la mer-ma de la cosecha registrada el año pasado. Tras unas condiciones de siembra e hibernación favorables, un tiempo caluroso y seco afectó a los cultivos en prima-vera y verano y los rendimientos medios han bajado. La producción total de cereales se pronostica en alre-dedor de 2,3 millones de toneladas, 500 000 toneladas menos que la escasa cosecha del año pasado. Tam-bién en Eslovenia se prevé para este año una ulterior disminución de la producción de cereales debido a las malas condiciones atmosféricas registradas en prima-vera y verano. La producción total de cereales se pro-nostica en 400 000-450 000 toneladas.

En la República Federativa de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), las inundaciones y anegamientos del invierno seguidos de unas condiciones atmosféricas calurosas y secas a partir de abril han mantenido bajo el nivel de los rendimientos del trigo y afectado negativamente a los cultivos de primavera, sobre todo el maíz. Además, la poca rentabilidad de los precios del trigo, y una escasez crítica de combustibles y fertilizantes para la plantación y el desarrollo de los cultivos de invierno han redundado también en una disminución de la superficie plantada y de los rendimientos. Una misión FAO/PMA, que visitó el país en julio, observó que las estimaciones oficiales de la superficie y de los rendimientos de trigo eran exageradas. La misión estimó la cosecha de trigo de 2000 en 1,7-1,8 millones de toneladas, inferior incluso a la mala cosecha de 1999 de 2 millones de toneladas. La situación actual apunta también a una cosecha de cereales secundarios de sólo alrededor de dos terceras partes de la excelente cosecha de 1999 (6,5 millones de toneladas). Una misión FAO/PMA enviada a la provincia de Kosovo al final de junio pronosticó su producción de trigo en 2000 en alrededor de 231 000 toneladas, obtenidas de una superficie cultivada de 86 600 hectáreas, más del doble de la cosecha afectada por la guerra en 1999.

En los Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), las perspectivas apuntan a cosechas en general mejores. La producción total de cereales de 2000 de los tres países podría recuperarse a alrededor de 3,8 millones de toneladas (1999: 3,4 millones de toneladas), con 1,3 millones de toneladas de trigo (1999: 1,2 millones de toneladas) y 2,5 millones de toneladas de cereales secundarios (1999: 2,0 millones de toneladas).

En los países de la CEI situados al oeste de los montes Urales, el panorama para la cosecha de cereales de 2000 es de que se recuperarán algo respecto al bajo nivel del año pasado, debido principalmente a unas perspectivas mejores que se presentan en la Federación de Rusia. En general, los cultivos han hibernado bien, pero las condiciones calurosas y secas imperantes en la primavera y el verano han perjudicado los rendimientos en Moldova y Ucrania. Pese a una reducción de las superficies totales sembradas con cereales y legumbres, todo parece indicar que no serán significativamente menores que el año pasado, debido a una disminución de la destrucción invernal, principalmente en la Federación de Rusia. El clima variable de la primavera y los problemas crónicos de orden económico impidieron que la mayoría de los agricultores incrementaran las superficies sembradas con cereales, pese a una situación difícil de los suministros y al aumento de los precios de los cereales. No obstante, según los primeros indicios, la producción total de cereales y legumbres de 2000 en Belarús, Moldova, la Federación de Rusia y Ucrania podría ser algo mayor debido a un invierno y una producción mejores. Las estimaciones provisionales apuntan a una producción total de cereales de alrededor de 96 millones de toneladas (1999: 91 millones de toneladas), que podrían incluir 52 millones de toneladas de trigo (1999: 50 millones de toneladas) y 44 millones de toneladas de cereales secundarios (1999: 40 millones de tone-ladas). Sin embargo, las condiciones de crecimiento y la disponibilidad de insumos hasta la terminación de las cosechas determinarán los rendimientos efectivos, y la superficie del maíz cultivado para grano más bien que para ensilaje afectará a los pronósticos de los cereales secundarios.

En la Federación de Rusia, se pronostica ahora que la cosecha de cereales y legumbres de invierno alcanzará al menos los 24-26 millones de toneladas. La situación de los cultivos es variada, pero la superficie afectada por el calor y la sequía es limitada y los daños causados a los cultivos por la destrucción invernal son muy inferiores a la media. Pese a una disminución de alrededor de 1 millón de hectáreas de la superficie sembrada (las plantaciones de cereales y legumbres de primavera fueron inferiores al objetivo y a las del año pasado), la FAO pronostica provisionalmente que la producción total de cereales aumentará alrededor de un 10 por ciento a 65 millones de toneladas. Esto incluiría 37 millones de toneladas de trigo (1999: 25 millones de toneladas) y 27,5 millones de toneladas de cereales secundarios (1999: 25 millones de toneladas). En Ucrania, en cambio, se pronostica provisionalmente que la producción total será inferior a la del año pasado ya que los rendimientos se han visto afectados por la sequía imperante durante el período de siembra otoñal, unas heladas intempestivas y la persistencia de unas condiciones secas durante la primavera y el verano. Debido a todo esto y a los problemas crónicos de orden económico, las indicaciones actuales apuntan a una producción de cereales de 2000 de sólo 25,6 millones de toneladas (1999: 26,3 millones de toneladas), siempre y cuando la cosecha de maíz de primavera se beneficiara de unas condiciones buenas desde ahora hasta la terminación de la cosecha en septiembre. En Moldova, la persistencia del tiempo caluroso y seco ha menguado de forma pronunciado los rendimientos tanto del trigo como del maíz y la producción total de cereales se pronostica provisionalmente en sólo 1,6 millones de toneladas, 0,5 millones de toneladas menos que la mala cosecha del año pasado. En Belarús, los problemas económicos, los daños causados por las heladas de primavera y la escasez de fertilizantes y combustible indujeron a la FAO a pronosticar una cosecha de cereales de sólo 4,2 millones de toneladas, todavía muy inferior a la media pero algo mejor que la obtenida en 1999 (3,4 millones de toneladas).

Oceanía

Las perspectivas para las cosechas de trigo y cereales secundarios de invierno de 2000 en Australia siguen siendo en general favorables tras unas lluvias satisfactorias caídas en las últimas semanas. El mayor riesgo para los cultivos, que podría alterar las perspectivas actuales, es una plaga de langostas que se extiende desde el oeste de Nueva Gales del Sur hasta las partes meridionales de la zona nacional del trigo y la parte occidental de Australia. Se señala que hasta 1,5 millones de hectáreas están infestados de huevos. Las primeras eclosiones deberían producirse al final de agosto en el oeste de Australia y de allí se extenderían progresivamente hacia toda la zona cerealera. Sin embargo, la situación es objeto de una vigilancia continua y se está preparando una campaña de lucha de grandes dimensiones. Si se realiza una lucha adecuada y efectiva en lo que falta de la campaña, la producción total de trigo que se recogerá al final del año se pronostica en 22,8 millones de toneladas, alrededor de un 5 por ciento menos que la cosecha récord del año pasado, pero todavía superior a la media de los últimos cinco años. Se prevé que la producción de cebada, el principal cultivo de cereales secundarios de invierno, aumentará de forma pronunciada este año tras una recuperación respecto a la superficie reducida del año anterior. Ha terminado la campaña del arroz de 2000 y el Gobierno calcula una contracción de alrededor del 21 por ciento con respecto a la cosecha excepcional de 1999, situándose en alrededor de 1,1 millones de toneladas, debido a una disminución del 12 por ciento de la superficie y del 9 por ciento de los rendimientos.


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