A finales de agosto de 2000, el número de los países en desarrollo que atravesaban graves dificultades alimentarias en todo el mundo eran 36, igual que en el informe de junio.
En el Africa oriental, el número de las personas que necesitan urgentemente asistencia alimentaria debido a la sequía se calcula actualmente en 20 millones. En Kenya, la sequía registrada durante la actual campaña ha agra-vado una situación ya alarmante de escasez de agua y de pastizales que produjo cuantiosas pérdidas de ganado. Según estimaciones actuales, cerca de 3,3 millones de personas necesitan con urgencia asistencia alimentaria. En Eritrea, el recrudecimiento de los conflictos fronterizos con su país vecino, Etiopía, en mayo/junio de 2000 y el consiguiente desplazamiento generalizado de la población han agravado la inestable situación del suministro de alimentos por la que atravesaba el país debido a la sequía y a la guerra. Según estimaciones actuales, se han desplazado más de 1,5 millones de personas, alrededor de la mitad de la población total. En Etiopía, debido a la mala cosecha de las temporadas secundarias Belg, el número de las personas que necesitan asistencia alimen-taria ha aumentado a alrededor de 10,2 millones de personas. En Somalia, se calcula que 750 000 personas necesitan ayuda y, según informes cada vez más frecuentes, las tasas de malnutrición alcanzan niveles de gra-vedad. En el Sudán, Tanzanía, Uganda y Djibouti, pese a una situación alimentaria en general estable, unos 3,7 millones de personas dependen de la ayuda alimentaria debido a las pérdidas de cosechas provocadas por la sequía y los disturbios civiles. En Burundi la distribución de la ayuda alimentaria de urgencia se ve restringida a causa de la inseguridad, a la vez que aproximadamente 700 000 personas, entre ellas las personas desplazadas, las afectadas por la sequía y otras personas vulnerables, dependerán de la ayuda alimentaria de urgencia hasta bien entrado el año 2001. En Rwanda, siguen escaseando los alimentos en algunas partes, particularmente en las provincias nordoccidentales. En el Africa occidental, persiste la escasez de alimentos en Sierra Leona, donde el recrudecimiento de las actividades de los rebeldes en mayo y junio trastornó la producción agrícola en el período crítico de la siembra, mientras que en Liberia, la producción sigue viéndose limitada por los efectos de los distur-bios civiles registrados en el pasado. En Africa central, mientras en la República del Congo la situación humani-taria ha mejorado, en la República Democrática del Congo la persistencia de los conflictos civiles ha dado lugar a desplazamientos masivos de la población con graves perturbaciones de la producción agrícola. La asistencia hu-manitaria sigue viéndose impedida por la inseguridad. En el Africa austral, la reciente intensificación de las hos-tilidades en Angola ha provocado ulteriores desplazamientos de la población. Alrededor de 1,9 millones de per-sonas necesitan ayuda alimentaria de urgencia, pero las que necesitan algún tipo de asistencia humanitaria as-cienden a 2,8 millones. En Mozambique, ha terminado la distribución gratuita de alimentos a la población afectada por las inundaciones, pero 172 000 personas necesitan todavía asistencia a través de los planes de alimentos por trabajo. Sigue habiendo necesidad de una ayuda en gran escala para la rehabilitación de estructuras que que-daron seriamente dañadas. También se necesita asistencia alimentaria de socorro y rehabilitación en Madagascar, devastado por tres ciclones consecutivos al principio de este año.
En algunos países asiáticos, las sequías seguidas de inundaciones han desplazado a miles de personas y destrozado o causado daños a los cultivos, provocando una escasez localizada de alimentos. En la India, tras la grave sequía registrada a principios de este año que afectó a algunos estados occidentales y meridionales, las recientes inundaciones verificadas en el estado septentrional de Himachal Pradesh causaron la muerte de al menos 150 personas y dejaron a muchas otras sin vivienda. Unas intensas lluvias e inundaciones han provocado también estragos en los estados nordorientales de Bihar, Bengal Oeste y Assam y en el estado meridional de Andhra Pradesh. El estado más afectado fue el de Assam, en el un total de 2,5 millones de personas quedó sin vivienda. En China, una grave sequía, la peor en decenios, ha destruido los cultivos y provocado una escasez de agua en gran escala en las partes septentrionales. Las perspectivas iniciales para la producción de cereales destinados al consumo humano en la RPD de Corea son desfavorables a raíz de los precios irregulares e inferiores a la media vigentes al comienzo de la campaña agrícola del año 2000, después de las precipitaciones inferiores a lo normal caídas en 1999. La situación del suministro de alimentos sigue siendo también sumamente difícil para miles de familias nómadas de Mongolia, donde se registró la peor estación invernal en 30 años al comienzo de este año, que provocó la muerte de más de 1,5 millones de cabezas de ganado. En Timor Oriental, la situación del suministro alimentario ha mejorado gracias a la cosecha de maíz y arroz de este año, pero el país sigue necesitando asistencia alimentaria. En el Cercano Oriente, la República Islámica del Irán ha sufrido la peor sequía en decenios, que ha afectado gravemente a la agricultura y al ganado. Su país vecino, el Afganistán, está tambaleando bajo los efectos de un segundo año consecutivo de grave sequía, agravada por las continuas dificultades económicas y la inseguridad. Las poblaciones afectadas por la sequía en el Iraq, Jordania y Siria siguen necesitando ayuda. Algunos países de la CEI se han visto gravemente afectados por la sequía registrada desde principios de la primavera. Los países más castigados son Armenia, Georgia y Tayikistán, donde la sequía ha acentuado los problemas económicos de carácter crónico. Según los pronósticos, la cosecha de cereales de 2000 en esos países descenderá de forma pronunciada y los tres han formulado llamamientos pidiendo asistencia internacional. En Azerbaiyán, las poblaciones vulnerables continúan necesitando asistencia.
En América Latina, como consecuencia de los graves efectos de las catástrofes naturales registradas en los últimos años (El Niño, los huracanes "Georges" y "Mitch", etc.), se sigue prestando asistencia alimentaria a Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela. En Haití, se necesita ayuda alimentaria debido a los problemas económicos de orden crónico.
En Europa, sigue necesitándose asistencia alimentaria para las poblaciones vulnerables de los Balcanes, especialmente en la República Federativa de Yugoslavia. En la Federación de Rusia, las poblaciones desplazadas y las familias anfitrionas de Ingushetia, así como los repatriados de Chechenia, necesitan ayuda para sobrevivir.