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Rendimientos y duración de las rotaciones de las plantaciones forestales

En muchos países, la política forestal ha fomentado el desarrollo de plantaciones forestales con miras al abastecimiento de madera rolliza. En algunos casos, esto se ha hecho a fin de atender la creciente demanda en los lugares en que los suministros procedentes de los bosques naturales son muy reducidos (como las plantaciones forestales para la producción de leña en la India). En otros, las plantaciones se han considerado como un valioso complemento de los suministros de los bosques naturales (p. ej., en Indonesia) o incluso como recurso sustitutivo de ellos (como en el caso de Nueva Zelandia). A la luz de esta tendencia, las siguientes interrogantes adquieren cada vez más importancia para el análisis de tales políticas:

¿qué papel desempeñan actualmente las plantaciones forestales respecto del suministro de madera rolliza en los niveles regional y mundial?

¿cuál es el potencial del suministro futuro de madera en rollo procedente de las plantaciones forestales?

¿cuál es el impacto ecológico de las plantaciones forestales y hasta qué punto es sostenible este modelo de desarrollo forestal a largo plazo? y

¿cuáles son los efectos de las plantaciones forestales en los valores forestales en su conjunto?

En el intento de aclarar en parte las primeras dos preguntas, es imprescindible considerar cuatro variables, a saber: el área de plantaciones forestales existente y la superficie que es probable que abarquen en el futuro; las especies empleadas en las plantaciones; la distribución de las clases de edad en las plantaciones; y el crecimiento o incremento anual medio que cabe prever en las plantaciones. Son igualmente importantes diversos factores adicionales, como la duración de las rotaciones y los regímenes silvícolas aplicados en las plantaciones; la mortalidad de los árboles; el potencial de mejoras genéticas para aumentar los rendimientos; y la calidad global de la ordenación de las plantaciones; pero estos factores tienen un carácter muy secundario respecto de las principales variables representadas por el área y el rendimiento de las plantaciones.

En las secciones anteriores se han examinado cuestiones como la composición de las especies, y la distribución por áreas y clases de edad que actualmente se observan en las plantaciones forestales en el mundo. En la presente sección se analiza la última variable de importancia mencionada más arriba, es decir los rendimientos (y, en relación con ellos, la duración de las rotaciones) logrados habitualmente en las plantaciones forestales.

 

Panorama general de la estimación del rendimiento de las plantaciones forestales

A fin de elaborar un modelo de la potencial futuro de producción de madera rolliza procedente de plantaciones forestales, es preciso contra con información sobre los rendimientos medio de las plantaciones que podrían por lo general conseguirse en condiciones operativas normales. Desafortunadamente, este tipo de información es escasa y con frecuencia inexacta.

Se dispone de una gran cantidad de documentación sobre los rendimientos de especies diferentes obtenidos mediante ensayos y experimentos en plantaciones forestales. Sin embargo, con toda probabilidad los rendimientos logrados en plantaciones manejadas en escala comercial diferirán considerablemente de estos resultados, debido a las variaciones en la calidad de tierra y de las prácticas de establecimiento y silvícolas. Es posible además que en conjunto las operaciones comerciales ocasionarán rendimientos generalmente más bajos que aquellos señalados en el material de investigación, ya que la calidad de las actividades inherentes al establecimiento y la silvicultura suele ser menor en las operaciones comerciales.

La evaluación de los rendimientos que pueden obtenerse en condiciones operativas normales es de importancia crucial, puesto que una pequeña variación en el rendimiento puede tener un impacto importante en el volumen final de la corta. Por ejemplo, si los resultados de la investigación indican que una especie crecerá en la medida de 7m3/ha/año, pero sólo 5 m3/ha/año se obtiene en las operaciones comerciales, en caso de utilizarse la primera de estas cifras se ocasionaría una sobreestimación del volumen final de corta de un 40 por ciento. Por ello, a nivel global, es importante evitar la sobreestimación del posible rendimiento de madera rolliza (sobre la base de las conclusiones de las investigaciones), que podrían resultar en pronósticos viciados del potencial de producción futura total de madera en rollo.

Actualmente la FAO prepara una base de datos sobre los rendimientos de las plantaciones por especies y por países. La base de datos se centra en los países tropicales y se está elaborando según un criterio de escalonamiento, haciendo uso de datos recogidos gracias a búsquedas de documentación, visitas de campo, pareceres y exámenes de expertos y, por último, el perfeccionamiento y validación de las estimaciones del rendimiento por expertos de los países. Debido a la falta de estudios estadísticos inherentes a los rendimientos de plantaciones a nivel nacional, este proceso depende en gran medida de la opinión y apreciación de los expertos. No obstante, se considera que este enfoque dará lugar a estimaciones razonablemente exactos, sólidos y fidedignos aun cuando no sean particularmente precisos.

Las proyecciones del potencial de producción futura de madera en rollo procedente de plantaciones forestales (expuestas en la sección 3 a continuación) se basan en el campo de variación del rendimiento medio estimado indicado en los cuadros 6 y 7 que figuran más abajo. En general, estos cuadros contienen estimaciones que se sitúan en el extremo inferior de la escala de rendimientos que podrían obtenerse en el futuro. Por ejemplo, en el caso del Brasil, se han utilizado rendimientos que se colocan entre 16 m3/ha/año y 25 m3/ha/año para las especies de Eucalyptus. Sin embargo, la Associação Brasileira de Celulose e Papel (1999) calcula que el rendimiento medio de esas especies en las plantaciones forestales ya alcanza los 45 m3/ha/año. Dicha diferencia revela una serie de problemas que se plantean al estimar el promedio de los rendimientos, como los cambios en los rendimientos entre un primer estudio y otro sucesivo; la amplitud de los estudios sobre los que se basan las estimaciones de los rendimientos; y la duda relativa a la procedencia de los datos: parcelas de investigación o encuestas sobre el terreno relativas a las actividades comerciales. Si se considera el extremo inferior de la escala del potencial de producción futura de madera en rollo procedente de plantaciones forestales, se considera que los resultados de la elaboración de modelos indicados más abajo en la sección 3 muy probablemente no presentarán una sobreestimación de ese potencial.

 

Rendimientos de las plantaciones forestales en las zonas tropicales y subtropicales

El Cuadro 6 contiene rendimientos indicativos de las plantaciones forestales relativos a las especies latifoliadas que crecen en las zonas tropicales y subtropicales. Como puede observarse, las especies de Eucalyptus, Acacia mangium y Gmelina arborea muestran los rendimientos más altos. Las especies productoras de madera rolliza, generalmente de mayor valor, como la caoba (Swietenia macrophylla) y la teca (Tectona grandis), muestran una tendencia a rendimientos más bajos respecto a las especies de menor valor.

Los rendimientos más altos por lo general se registran en América del Sur, y a renglón seguido en Asia y África. Esta variación probablemente obedece más a variaciones en la intensidad y calidad de la ordenación que a las condiciones de crecimiento.

El rendimiento de las especies de pinos que crecen en las zonas tropicales y subtropicales varía de unos 20 m3/ha/ año en el caso del Pinus radiata en las regiones templadas de América del Sur y de Australia hasta 12 m3/ha/año a 15 m3/ha/año para el Pinus caribaea en América Central y del Sur.

Como regla general, las plantas y los árboles tienden a crecer más rápidamente en las zonas tropicales y subtropicales que en aquellas templadas y boreales. Por lo tanto, cabría esperar que los rendimientos por lo general deberían ser más altos en las zonas tropicales y subtropicales. Sin embargo, una variabilidad sustancial en la calidad de los lugares en los que se realiza la plantación en la mayor parte de los países puede afectar considerablemente a los rendimientos. El clima, la altitud y geomorfología locales, así como la idoneidad de una especie para un determinado sitio y el impacto de las plagas y enfermedades también pueden tener efectos importantes en los rendimientos. En conjunto, la gran variabilidad en los rendimientos actualmente obtenidos en las zonas tropicales y subtropicales parece indicar que existe un potencial considerable para aumentar el rendimiento medio de las plantaciones forestales en casi todos los países de esas zonas.

Las investigaciones que se están realizando sobre las especies de Eucalyptus representan un buen ejemplo de este potencial. En la actualidad, las plantaciones en gran escala de las especies de eucalipto rara vez alcanzan rendimientos superiores a 25 m3/ha/año, pero pueden lograrse progresos considerables en el futuro cercano. Por ejemplo, ya se ha informado de que tras ensayos realizados con barbados de Eucalyptus en el Brasil se han logrado rendimientos de hasta 100 m3/ha/año (South, 1998). Aún así, no se sabe a ciencia cierta hasta qué punto estos resultados pueden traducirse en rendimientos más altos en las plantaciones forestales de grandes dimensiones. Otro elemento de incertidumbre consiste en la posibilidad de que surjan otros problemas (p. ej., la calidad de la madera o la predisposición a las enfermedades o el derribo por el viento) en las plantaciones relacionados con las especies de rendimiento muy alto.

Además de los logros en la genética y el mejoramiento fitogenético, es aún posible incrementar los rendimientos en las plantaciones tropicales y subtropicales mediante una mejor ordenación de éstas e inversiones en tratamientos silvícolas. Por ejemplo, las tasas de pérdidas de plantación en esas zonas a menudo son elevadas, y Pandey (1995) señala un porcentaje de éxito de tan sólo el 26 por ciento en Filipinas, 47 por ciento en Laos y 57 por ciento en Colombia, y un índice de fracasos de hasta un 70 por ciento en algunos casos particulares. Los rendimientos podrían sufrir un considerable incremento también gracias a una serie de acciones adicionales, a saber: una mejor correspondencia de las especies con los lugares; mejoras en la conservación, manipulación y plantación de las plantas; e inversiones en la preparación de los emplazamientos y bonificación de la tierra, así como en la escarda, poda y aclareo del terreno. En efecto, tal vez las mejoras en estas esferas den lugar a mayores incrementos y puedan aplicarse en áreas más extensas de lo que se podría lograr con los progresos de la genética y el mejoramiento fitogenético.

 

Cuadro 10: rendimientos indicativos de las plantaciones forestales por especies y por países, relativos a las especies de frondosas que crecen en las zonas tropicales y subtropicales

Especies

Rendimiento

m3/ha/año

Países

Acacia auriculiformis

6,5 - 10,0

Bangladesh, Benin, Filipinas, Haití, India, Madagascar, Myanmar, Sierra Leona, Sri Lanka, Tailandia y Viet Nam

Acacia mangium

12,0 - 19,0

Indonesia, Malasia y Papua Nueva Guinea

8,0 - 12,5

Bangladesh, Filipinas, Laos, Panamá, Sierra Leona, Sri Lanka y Viet Nam

Especies de Casuarina

5,0 - 7,5

India y Viet Nam

1,5 - 2,5

Angola, Benin, Cuba, Kenya, Madagascar, Mauricio, Mozambique, Senegal, Somalia y Tailandia

Dalbergia sissoo

3,0 - 5,0

Bangladesh, Bhután, Burkina Faso, India, Nepal, Nigeria y Pakistán

Especies de Eucalyptus

16,0 - 25,0

Argentina, Brasil, Chile y Uruguay

12,0 - 19,0

Australia, Congo, Malawi, Papua Nueva Guinea, Sudáfrica, Swazilandia, Uganda, Zambia y Zimbabwe

8,0 - 12,5

Burundi, China, Colombia, R.D. del Congo, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Etiopía, Filipinas, Gabón, Guatemala, Islas Salomón, Kenya, Madagascar, Mauricio, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Perú, Tanzanía, Tailandia y Venezuela

6,5 - 10,0

Malasia y Sierra Leona

4,0 - 6,0

Angola, Argelia, Bangladesh, Benin, Bolivia, Burkina Faso, Camerún, Cabo Verde, Chad, India, Indonesia, Laos, Lesotho, Malí, Marruecos, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nepal, Níger, Rwanda, Senegal, Sri Lanka, Sudán, Togo, Túnez y Viet Nam

Gmelina arborea

12,0 - 19,0

Belice, Bhután, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Colombia, R.D. del Congo, Costa Rica, Cote d'Ivoire, Cuba, Dominica, Filipinas, Gambia, Ghana, Guatemala, Guinea, Indonesia, Islas Salomón, Laos, Liberia, Malawi, Malasia, Malí, Nicaragua, Nigeria, Sierra Leona y Venezuela

Swietenia macrophylla

5,0 - 7,5

Bangladesh, Benin, Camerún, Dominica, Fiji, Filipinas, Guatemala, Indonesia, Islas Salomón, Jamaica, Nigeria, Sri Lanka, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tabago

Terminalia species

8,0 - 12,5

Costa Rica y Cote d'Ivoire

6,5 - 10,0

Rep Congo, DR Congo, Guinea, Islas Salomón, Nigeria, Papua Nueva Guinea, Senegal y Sierra Leona

5,0 - 7,5

Bhután, India y Jamaica

Tectona grandis

8,0 - 18,0

Belice, Colombia, Costa Rica, Jamaica, Nicaragua, Panamá y Trinidad y Tabago

4,0 - 6,0

Bangladesh, Benin, Bhután, Burkina Faso, Cote d'Ivoire, Ecuador, Filipinas, Ghana, India, Indonesia, Islas Salomón, Laos, Liberia, Malasia, Myanmar, Nigeria, Papua Nueva Guinea, Senegal, Sri Lanka, Sudán, Tanzanía, Tailandia, Togo y Viet Nam

Notas: los rendimientos se expresan como un incremento medio anual a lo largo de la duración de rotación pro bable. Cabe subrayar que dichos rendimientos, utilizados en el proceso de elaboración de modelos, tienen carácter provisional y representan sólo unas estimaciones generales de los rendimientos medios previstos. Estas cifras han sido compiladas por Leech (1998) y el autor.

Rendimientos de las plantaciones forestales en las zonas templadas y boreales

En el Cuadro 7 se presenta información acerca de los rendimientos de las plantaciones forestales en los países de las zonas templadas y boreales. Se observa que las especies con los rendimientos más elevados suelen ser Eucalyptus y Pinus, particularmente en las zonas más cálidas de la región. Una vez más, las especies latifoliadas, que generalmente son más valiosas, (especies de Quercus y Fagus) tienden a registrar rendimientos más bajos.

Cuadro 12: rendimientos indicativos de las plantaciones forestales por especies y por países en las zonas templadas y boreales

Especies

Rendimiento

m3/ha/año

Países

Especies de Pinus

18,0 - 24,0

Nueva Zelandia

4,0 - 14,0

España, Estados Unidos de América, Japón, Portugal, Reino Unido y Turquía

2,0 - 10,0

Bélgica, Dinamarca, Francia, Corea, Letonia, Libia, Lituania, R.P.D. de Corea, Suecia, Siria y Ucrania

1,0 - 5,0

Federación de Rusia

Especies de Picea y Abies

12,0 - 18,0

Irlanda

8,0 - 16,0

Dinamarca, Estados Unidos de América, Francia, Reino Unido, Turquía y Ucrania

4,0 - 12,0

Federación de Rusia, Letonia y Lituania

Especies de Larix

4,0 - 12,0

Corea, Estados Unidos de América, Japón, Reino Unido y R.P.D. de Corea

Especies de Cupressus y Chamaecyparis

2,0 - 8,0

Japón y Siria

Especies de Cedrus y Cryptomeria

4,0 - 10,0

Federación de Rusia, Japón, Letonia, Lituania, Turquía y Ucrania

Especies de Eucalyptus

10,0 - 15,0

España, Estados Unidos de América y Portugal

5,0 - 10,0

Libia y Siria

Especies de Quercus

2,0 - 8,0

España, Estados Unidos de América, Federación de Rusia, Francia, Letonia, Lituania, Portugal, Reino Unido, Turquía y Ucrania

Especies de Fagus

2,0 - 12,0

Dinamarca, España, Estados Unidos de América, Francia, Reino Unido y Turquía

Especies de Populus

8,0 - 25,0

Francia e Italia

Especies de Betula

4,0 - 10,0

Corea, Estados Unidos de América, Finlandia, Reino Unido y Suecia

Fuentes: diversas fuentes compiladas por el autor.

También las especies de Populus y Salix (sauces) presentan un elevado potencial de rendimiento. Como muestra de ello, se han alcanzado rendimientos superiores a 40 m3/ha/año en las parcelas plantadas con algunas especies de Populus. Sin embargo, tales especies por lo general no se utilizan para la producción industrial de madera rolliza (salvo ocasionalmente, para la producción de pasta de madera), si bien las especies de Populus con frecuencia se plantan para que brinden abrigo y protección del suelo y de los recursos hídricos, y a veces para la producción de leña. Asimismo, las especies de Salix (de elevado rendimiento) despiertan actualmente interés como potenciales cultivos bioenergéticos, en los lugares en los que pueden crecer bajo sistemas de ordenación de renuevos de cepa de rotación corta, en ciclos de tres a cinco años.

En comparación con las zonas tropicales y subtropicales, las plantaciones de las zonas templadas y boreales normalmente registran menores rendimientos. A decir verdad, y por regla general, el potencial máximo de rendimiento que puede lograrse con cualquier especie guarda una fuerte relación negativa con la latitud. Así pues, los rendimientos de las plantaciones situadas en las zonas templadas son inferiores a los conseguidos en el trópico y subtrópico, pero más altos que los de la región boreal.

La temperatura y la duración de la estación de crecimiento son los principales factores restrictivos de los rendimientos de las plantaciones de las zonas templadas y boreales. por consiguiente, la latitud, el aspecto y la altitud también son obstáculos importantes, aunque en algunas áreas pueden ser otros los elementos limitativos. Tales elementos incluyen las condiciones climáticas generales, como la velocidad del viento y el régimen medio de precipitaciones, junto con factores específicos del lugar, como el drenaje, la disponibilidad de nutrientes y la profundidad del terreno.

Frente a las zonas tropicales y subtropicales, tal vez no haya mucho campo para que en la mayoría de los países de las zonas boreales y templadas se logre un considerable aumento de los rendimientos, con los actuales niveles de tecnología. Los progresos hechos en el fitomejoramiento y la genética han producido algunos avances, pero que distan mucho de lo conseguido con las especies de Eucalyptus en las zonas tropicales y subtropicales. Una vez más, tal vez las dos opciones que pueden dar lugar a mayores y más extensos progresos en los rendimientos sean una mejor ordenación forestal y mayores inversiones en la silvicultura. Sin embargo, incluso estos progresos podrían ser limitados pues en general las plantaciones templadas y boreales cuentan con un nivel de ordenación bastante satisfactorio.

 

Duración de las rotaciones de las plantaciones forestales

En los lugares en que las plantaciones se manejan según un sistema de tala rasa y replantación, la duración de rotación consiste en el lapso entre el establecimiento (es decir, la plantación de árboles) y la tala rasa del cultivo final. En el caso de sistemas silviculturales de renuevos de cepa, de mantenimiento de la cubierta, o de carácter selectivo, la duración de la rotación o ciclo de corta se refiere al lapso entre las cortas de mayores proporciones de madera rolliza.

La duración de las rotaciones está determinada por una serie de factores, a saber:

 

El último de estos factores (es decir, la rentabilidad) es por lo general el que más influye en la selección de la edad de rotación en las plantaciones forestales industriales, seguido de la tasa de crecimiento de la plantación o de su rendimiento previsto.

La documentación existente sobre economía forestal contiene muchas referencias a los cálculos de una duración de rotación óptima desde un punto de vista económico (véase p. ej.: Johansson y Lofgren, 1985). En términos generales, la duración de las rotaciones es menor cuando los propietarios de las plantaciones muestran mayor preferencia hacia los beneficios del presente en lugar de los resultados futuros (esto es, utilizan una tasa de interés o de actualización elevadas a fin de calcular una duración de rotación económicamente óptima) o, más generalmente, cuando éstos procuran maximizar la rentabilidad de sus plantaciones forestales.

Figura 14 efecto del rendimiento en la duración de rotación económicamente óptima para las especies de Pinus en las plantaciones forestales de Lituania

 



Notas: los datos recogidos en materia de costos y precios a fin de producir estas cifras proceden de Whiteman (1999). El tipo de cambio en 1999 era: 1USD = 4 Litas (Lit). Las clases de rendimiento se expresan como altura de la cima en metros a la edad de 100 años (es decir. Pino-100-18 significa altura de 18 metros a la edad de 100 años). En la leyenda también se ofrece una estimación aproximada del promedio máximo del incremento medio anual en m3/ha/año (es decir, YC 4,2 expresa un incremento medio anual equivalente a 4,2 m3/ha/año).

VERTICAL: Valor actual neto (3% en año de plantación Lit/h)

HORIZONTAL: Edad de rotación (en años)

PINE = PINO

La duración económicamente óptima de las rotaciones tiende a ser menor cuando los rendimientos son más altos. Así, por ejemplo, en la Figura 14SEQARABIC se indica el efecto del rendimiento en la duración de rotación económicamente óptima (es decir, la duración en la que el valor actual neto – que en este caso se calcula mediante una tasa de actualización del 3% - llega a su máximo nivel) en relación con especies de Pinus en Lituania. Éste desciende de cerca de 80 años en la clase de menor rendimiento a 55 años en la clase de mayor rendimiento.

El concepto de duración de rotación óptima desde una perspectiva económica se utiliza mayormente en la planificación a largo plazo para determinar cuándo deberá explotarse la plantación. A corto plazo, la duración de las rotaciones a menudo se varían a fin incorporar las condiciones de mercado corrientes. Tal es el caso en particular de los bloques únicos, en los que es relativamente sencillo adelantar o posponer la corta final, pero puede ocurrir con menor frecuencia en as plantaciones de mayores dimensiones y de especies y clases de edad mixtas , o en los casos en que los dueños de los bosques afrontan dificultades relacionadas con el suministro de madera rolliza o problemas de liquidez.

Otros factores que pueden afectar a la duración de las rotaciones son los reglamentos gubernamentales y los cambios tecnológicos. En algunos países, la duración de las rotaciones se especifican en las disposiciones gubernamentales o se aplican implícitamente a través de los reglamentos en materia corta y extracción de la madera. Por ejemplo, en Lituania, los actuales reglamentos prevén que los dueños de bosques manejen sus plantaciones según turnos en cierto modo más largos que los considerados económicamente óptimos. Algunos países de Europa central y oriental cuentan con disposiciones análogas, cuya justificación se basa en los beneficios no comerciales (esto es: los valores de esparcimiento, protección y diversidad biológica) relacionados con los árboles de mayor edad. A diferencia de ello, las tendencias tecnológicas suelen ocasionar el efecto contrario y hoy día hacen que se torne cada vez más rentable manejar las plantaciones con períodos de rotación más cortos, mediante el aumento del valor y la comerciabilidad de madera en rollo de menor tamaño (véase como botón de muestra el Recuadro 2).

Recuadro 2: "Silvicultura para el milenio": la modificación de la duración de las rotaciones en Nueva Zelandia

En 1998, la compañía neozelandesa Carter Holt Harvey Ltd. (CHH) anunció un cambio en su estrategia de ordenación de las plantaciones forestales de Pinus radiata para los 20 años venideros. Con arreglo a su estrategia "Silvicultura para el Milenio", la CHH proyecta plantar 555 árboles por hectárea, sin realizar poda o aclareo de ningún tipo y cortando los árboles cuando cumplan 20 años. Este enfoque se aparta considerablemente de los "regímenes de troza directa" tradicionales en Nueva Zelandia, en los que se procedía a la poda de árboles hasta los 6 metros, el aclareo de una masa final de unos 250 troncos por hectáreas y la corta a una edad comprendida entre 28 y 32 años. La CHH considera que dentro de 20 años los sobreprecios para la madera limpia de Pinus radiata serán más reducidos y los adelantos tecnológicos en materia de elaboración permitirán convertir en forma rentable la madera no podada y la fibra en productos en grado de competir directamente con la madera aserrada de madera limpia.

En esencia, la estrategia de la CHH se centra en la racionalidad económica y procura maximizar la producción de fibra y reducir el período entre la inversión y la realización de beneficios. La estrategia ha suscitado diversas controversias en Nueva Zelandia, pues sus críticos alegan que es muy posible que las hipótesis sobre el valor (y las propiedades) de los árboles de rotación más corta presenten fallas, y que desde un punto de vista ecológico las plantaciones con períodos de rotación de menor duración se alejan de las características de un bosque natural "beneficioso" y se acercan a sistemas de cultivos "inoportunos".

Fuente: adaptación de un artículo del "New Zealand Journal of Forestry" (1999).

Como sugiere el análisis anterior, actualmente la duración de las rotaciones en las plantaciones forestales presenta una enorme variedad. En las plantaciones manejadas según un sistema de tala rasa y replantación, dicho período oscila entre siete años, aproximadamente (en el caso de algunas plantaciones de especies de Eucalyptus cultivadas en América del Sur para la producción de pasta), y más de 100 años (en el caso de muchas especies latifoliadas y algunas coníferas en Europa). Por lo general, los ciclos de corta en los sistemas de renuevos de cepa varían de 5 a 25 años, mientras que en los sistemas de mantenimiento de la cubierta, o de carácter selectivo, suelen durar al menos 25 años.

La información reunida en el contexto de la búsqueda de documentación para el presente estudio se refería a la duración de las rotaciones normalmente utilizada en cada país por especies y por clases de rendimiento. Esa información se ha empleado en la elaboración de modelos destinados a calcular las edades y volúmenes de corta final según la especie y la clase de rendimiento en cada país previsto por el modelo. Existe u n cierto nivel de incertidumbre en relación con esta información, pero con toda probabilidad la elaboración de modelos relativos a la producción futura de madera rolliza plantea menores dudas que, por ejemplo, las que surgen respecto del incremento medio anual estimado que se iría intensificando a lo largo de la duración de rotación de una plantación forestal.

 

Estimación del potencial actual de producción de las plantaciones forestales

Sobre la base de la información descrita más arriba, se ha elaborado para el presente estudio un modelo sencillo de previsión de la producción, que da origen a proyecciones del volumen de madera rolliza que podría producirse en las plantaciones forestales del mundo sobre la base de su superficie, las especies que albergan, la tipología, los rendimientos y la estructura por edades. Cabe subrayar que se trata de una proyección de la producción potencial y que la producción efectiva puede presentar diferencias por una serie de razones. No obstante, a causa de los altos niveles de inversión presentes en las plantaciones forestales, es muy probable que la mayor parte de las plantaciones se utilizarán plenamente para la producción maderera y por ende, que la producción real registrará niveles muy parecidos a los de su potencial.

Producción potencial de madera rolliza por regiones geográficas y tipos de plantación

Las actuales estadísticas inherentes a la producción de madera rolliza no establecen distinciones entre la madera producida en los bosques naturales y aquella procedente de plantaciones forestales. Por ello, el modelo de previsión de la producción se utilizó en un principio para calcular la cantidad de madera rolliza industrial que podría haberse generado en 1995 en las plantaciones forestales industriales. Sobre la base de la estructura por edades de esas plantaciones en ese año, el modelo indicó una producción de madera rolliza industrial de unos 331 millones de metros cúbicos, o cerca del 22 por ciento de la producción de madera rolliza mundial.

Dando por sentado que las plantaciones forestales no industriales se usan principalmente para la producción de leña, el modelo indicó asimismo que las plantaciones no industriales podrían haber producido unos 86 millones de metros cúbicos de leña, lo que equivale a poco más del 4 por ciento de la producción mundial.

Uniendo estas dos cifras, el potencial estimado total de producción en los tipos de plantaciones mencionados asciende e 417 millones de metros cúbicos, es decir, poco más del 12 por ciento de la producción mundial de madera rolliza en 1995.

 


Figura 16: producción potencial estimada de madera rolliza en las plantaciones forestales como porcentaje de la producción efectiva en 1995

Fuentes: FAO (1997b); y el autor.

VERTICAL: Producción potencial de las plantaciones forestales: proporción de la producción efectiva total

HORIZONTAL: Región

(Regions): Europa, Oceanía, América del Norte y Central, América del Sur, Asia, África, antigua URSS, El mundo

(Small box): Madera rolliza industrial

Leña

Total de madera rolliza

En la Figura 15 se indica la producción potencial estimada de madera rolliza en las plantaciones forestales como porcentaje de la producción efectiva en 1995. La información está repartida por regiones geográficas y tipo de producción (es decir, madera rolliza industrial, que se considera como procedente de plantaciones industriales, y producción de leña, que se presume tenga lugar en las plantaciones no industriales). En la figura pueden observarse diversos rasgos interesantes.

En primer lugar, la proporción de madera rolliza industrial que podría producirse en las plantaciones forestales industriales es mucho más elevada que la relativa a la probable producción de leña en las plantaciones no industriales. Esta diferencia está presente a nivel mundial y regional y es prueba de que las plantaciones forestales revisten mucha mayor importancia para el suministro mundial de madera rolliza industrial que para el abastecimiento de leña.

En segundo lugar, las plantaciones forestales industriales tienen un diferentes nivel de importancia para el suministro de madera rolliza de acuerdo con las regiones. Según parece, dicho nivel es más alto en Oceanía pues hasta el 80 por ciento de la madera rolliza industrial procede de tales plantaciones. Asimismo, éstas pueden contribuir hasta en un 35 por ciento del suministro en África, el 27 por ciento en América del Sur y el 23 por ciento en Asia. El alto nivel de producción potencial en esas regiones es atribuible a un número reducido de países en cada caso (Australia y Nueva Zelandia en Oceanía, Chile y Brasil en América del Sur, China y Japón en Asia y Sudáfrica en África).

El último punto de interés concierne a la relativa falta de importancia de las plantaciones forestales para la producción de leña a nivel mundial. En todas las regiones, la producción potencial de leña en las plantaciones no industriales se estima en menos del 7 por ciento de la producción total. Ello obedece a la superficie relativamente pequeña abarcada por las plantaciones no industriales. De hecho, puede que aun este cálculo sobrestime su aportación, puesto que muchas plantaciones de este tipo en realidad se han establecido para fines no comerciales diferentes de la producción de leña y en consecuencia tal vez no puedan utilizarse para esta última. Por otra parte, sin embargo, cabe la posibilidad de que una cantidad considerable de residuos de madera rolliza producida en plantaciones industriales sea quemada como leña. Además, hay que recordar que la estimación del modelo de previsión de la producción tiene en cuenta el volumen del rendimiento del fuste principal, mientras que en realidad con frecuencia se utiliza como leña una proporción mucho mayor de la biomasa de un árbol (en especial el ramaje, las pequeñas ramas y las cimas). Por ello, en vista de que estos factores van en direcciones opuestas, tal vez la producción potencial estimada de leña en las plantaciones no industriales no sea muy exacta.

 

Estimación de la gama de productos de las plantaciones forestales

Por lo general, se dispone de información muy escasa respecto de la combinación de dimensiones y calidades de madera en rollo que podría producirse en las plantaciones forestales industriales, y en consecuencia los productos que podrían derivarse de esa madera. Este tipo de información se puede obtener fácilmente únicamente en unos pocos países en los que las plantaciones generan prácticamente la totalidad de la producción de madera rolliza industrial. Para los demás, pueden hacerse estimaciones sobre la base de la combinación de las especies presentes en las plantaciones, si bien con toda seguridad tendrán un carácter altamente hipotético y potencialmente desorientador.

Sólo cinco países (Dinamarca, Irlanda, Nueva Zelandia, Chile y Sudáfrica) poseen un nivel de producción de madera rolliza industrial procedente de plantaciones forestales suficientemente alto para permitir una evaluación razonablemente fiable respecto de la gama de productos que puede derivarse de ellas. En el Cuadro 8 se indica esta gama para los países mencionados.

Cuadro 14: gama de productos de las plantaciones forestales en determinados países (1995)

País

Total

explotación de madera rolliza (en m3)

Porcentaje procedente de plantaciones forestales

Porcentaje de usos industriales

de la madera rolliza

     

Exportaciones de madera rolliza

Aserrado

Paneles de madera

Pasta de madera

Minería y otros

Dinamarca

1 797 000

» 100,0

23,0

46,4

5,0

25,6

n.d.

Irlanda

2 140 000

100,0

25,0

55,0

20,0

0

n.d.

Nueva Zelandia

17 627 000

99,0

31,4

31,5

7,4

29,7

n.d.

Chile

21 387 000

>85,0

40,0

31,4

4,0

24,6

n.d.

Sudáfrica

17 600 000

100,0

13,3

29,6

n,a,

35,5

21,6

Fuente: FAO (1997b).

Las plantaciones de los cinco países están pobladas en prevalencia por especies de zonas templadas y, por ello, el surtido de productos que se deriva de ellas no puede servir de orientación para la posible producción de las plantaciones tropicales y subtropicales. Además, cabe la posibilidad de que en plantaciones templadas pobladas de especies distintas de las existentes en esos países se produzca una gama de productos muy diferente. Aún así, las cifras indicadas ilustran algunas características que merecen atención.

Del 30 al 50 por ciento de la madera rolliza industrial de Nueva Zelandia, Sudáfrica y Chile se utiliza para producir paneles de madera y pasta, la extracción de minerales y otros usos. Presumiendo que la mayor parte de las exportaciones de esa madera está integrada por trozas , ello indicaría que la producción de pasta de madera a partir de plantaciones industriales se halla alrededor del 30 a 50 por ciento, mientras que la producción de trozas se sitúa entre el 50 y el 70 por ciento. Según parece, Dinamarca y en especial Irlanda producen una proporción de troza ligeramente superior (70 a 80 por ciento). Habida cuenta de que la tasa de crecimiento en los primeros tres países (meridionales) es en cierta medida superior a la de los otros dos, ello podría revelar que cuando el rendimiento de una plantación es más alto, una mayor proporción de madera rolliza producida en las plantaciones forestales podría colocarse en la categoría de pasta de madera.

Como se indicó anteriormente, existen factores económicos que favorecen la utilización de períodos de rotación cortos en las plantaciones que, a su vez, fomentan la producción de pasta de madera en lugar de troza. Sin embargo, como lo demuestran las diferencias mencionadas más arriba, cuando el rendimiento es más bajo, los propietarios de las plantaciones parecen perseguir una estrategia consistente en producir trozas y trozas para chapas de madera de valor relativamente más elevado. Ello puede guarda cierta relación con las mejores calidades estructurales de la madera rolliza procedente de plantaciones de crecimiento más lento.

 

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