IndicePágina siguiente


EDITORIAL

Oteando el futuro: los bosques y su utilización en 2050

¿Se estabilizará la cubierta forestal mundial en 2050 o seguirá menguando? ¿Aumentará o permanecerá estable la demanda de madera? ¿Experimentará la tierra un calentamiento o un enfriamiento mundial? ¿Permitirá la nueva tecnología contar todos y cada uno de los árboles? Tales son algunas de las preguntas planteadas en este número de Unasylva dedicado al futuro de los bosques y la silvicultura.

Unasylva no suele publicar artículos no apoyados en hechos constatados. Este número es una excepción. Hemos alentado a los autores a soñar un poco, sin insistir en los datos justificativos como de costumbre. Algunos autores han imaginado libremente lo que traerá el futuro; otros sueñan cómo debería ser el futuro, señalando los problemas actuales que reclaman atención para conseguir los resultados deseados en 2050. También hay quienes miran hacia atrás para adquirir perspectiva en la proyección hacia adelante. Parafraseando a George Santayana, una profesión que no aprende de su pasado está condenada a repetirlo.

En estas páginas aparecen muchos temas comunes. Uno es el papel fundamental de la información y las comunicaciones, sector que cambia vertiginosamente; pueden predecirse muchos efectos de estos cambios, aun cuando las tecnologías mismas sean difíciles de imaginar. Otra predicción frecuente es que las plantaciones desempeñarán probablemente un papel mucho más importante en la producción de madera, mientras que de los bosques naturales se esperarán cada vez más servicios ecológicos y recreativos. Muchos autores prevén una menor intervención de los gobiernos y un papel más destacado del sector privado. Hay discrepancia en otros temas: por ejemplo, la evolución de la demanda de madera como material y como combustible, o los cambios en la cubierta forestal.

Que las predicciones se realicen o no depende en gran medida de factores externos al sector forestal -políticos, económicos y sociales- que son en sí mismos imprevisibles. Esta es la afirmación central de C.T.S. Nair en el primer artículo, que plantea la cuestión analizando los cambios en el sector forestal, para lo que utiliza como trampolín el ejemplo de los cambios ocurridos en los últimos 30 años en los bosques de la India. Nair observa que las fuerzas exteriores al sector alteran su desarrollo mucho más que las intervenciones internas con el propósito deliberado de cambiarlo.

Algunos de los cambios más visibles observados por Nair en la India, y repetidos por todo el mundo, son los relativos al mayor acceso a la información. R. Päivinen, R. Mills, M. Hailu y J. Saarikko consideran las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y exploran las cuestiones que plantea la «revolución de la información» en cuanto a fiabilidad, transparencia, privacidad y accesibilidad de la información.

Refiriéndose a la oferta y la demanda de madera y sus productos, R. Sedjo predice que hacia 2050 la mayor parte de la madera industrial procederá de unas pocas plantaciones, mientras que los bosques naturales se mantendrán para prestar servicios relativos al medio ambiente y otros servicios no madereros.

En el centro del número, a través de los ojos de L.I. Umeh y C. Omoluabi (África), M.N. Salleh (Asia y el Pacífico), C. Prins (Europa), I. Tomaselli (América Latina y el Caribe), H.O. Abdel Nour (Cercano Oriente) y M. Dombeck y A. Moad (América del Norte) se invita a la reflexión de una visión del futuro región por región.

La biotecnología es un ámbito controvertido por las dudas públicas sobre los posibles efectos sobre la seguridad alimentaria y el medio ambiente. A. Yanchuk considera las nuevas biotecnologías utilizadas en la silvicultura y algunas cuestiones conexas, insistiendo en que las futuras decisiones respecto al uso de estos instrumentos han de tomarse evaluando objetivamente los riesgos biológicos y las realidades económicas.

C. Sales examina las innovaciones recientes y las perspectivas de futuro en las tecnologías de procesamiento de la madera, y subraya que es necesario innovar constantemente para que la madera sea competitiva frente a otros materiales.

Hay también observaciones más breves intercaladas entre los artículos principales que recogen las opiniones y especulaciones de algunas personalidades notables y organizaciones en los sectores de la silvicultura y el medio ambiente. Los lectores encontrarán ciertamente estimulantes, al margen de que compartan o no sus opiniones, las especulaciones de A. Leslie, F. di Castri, W. Libby, J. Sayer, y G. Henne y C. Thies.

El artículo final de este número es la visión colectiva del futuro tal como lo prevé un grupo de funcionarios de la FAO. Es el resultado de un ejercicio de comunicación de grupo Delphi, en el cual los participantes voluntarios aportaron sus opiniones sobre cubierta forestal, conservación, plantaciones, dendroenergía, oferta y demanda, agua, tecnología, información, organizaciones internacionales y administración. Como eco de muchas de las predicciones avanzadas por otros autores, parece una conclusión idónea para la mirada que Unasylva proyecta hacia el futuro de los bosques y la silvicultura hasta 2050.

El autor M.N. Salleh ha citado un proverbio ruso según el cual cuando nosotros predecimos el futuro, el diablo ríe. Los autores de este número osan predecir el futuro de los bosques en 2050. Veremos quién ríe por último, si el diablo o los especialistas forestales del futuro.


Inicěo de páginaPágina siguiente