FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.1, marzo 2001 - Page 8

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AFRICA AUSTRAL

ANGOLA* (5 de febrero)

Las perspectivas para los cultivos alimentarios de 2001, que se recogerán a partir de abril, son inciertas debido a la irregularidad de las lluvias caídas desde el comienzo de la campa-ña. Unas rachas secas prolongadas registradas en algunas partes han coincidido con preci-pitaciones excesivas en otras. El tiempo seco imperante durante enero en las partes meri-dionales ha afectado al desarrollo de los cereales y se necesitan más lluvias en esas zonas. Por el contrario, unas lluvias intensas caídas al final de enero en la provincia nordoccidental de Kabinga provocaron pérdidas de vidas humanas y daños a la infraestructura y a los cultivos. Según las estimaciones, la superficie total plantada ha disminuido debido a la intensificación de los conflictos civiles durante el período de siembra, lo cual podría traducirse en otra producción de nivel inferior a la media. Una cosecha de cereales menguada por tercer año consecutivo agravaría la situación inestable del suministro de alimentos en el país, y reforzaría su dependencia de la asistencia alimentaria.

La situación del suministro de alimentos continúa empeorando debido a la persistencia del conflicto civil. La situación de seguridad en el interior del país sigue siendo inestable debido a los incidentes violentos señalados en la provincia septentrional de Uije, la provincia nordoccidental de Bengo y la provincia central de Bie. El número de las personas desplazadas en el interior del país (PDI), estimado en 2,5 millones en junio pasado ha continuado aumentando, particularmente en Bie. También se han señalado nuevas oleadas de personas desplazadas en Benguela en el oeste, Huila y Kuando Kubango en el sur, Malange en el norte y Moxico en el este. Aunque la situación alimentaria y nutricional de las PDI es excepcionalmente crítica, las distribuciones de la ayuda alimentaria continúan siendo problemáticas debido a la inseguridad y a las promesas de ayuda alimentaria que no cubren las necesidades. Para fines de enero, el PMA había recibido promesas que cubrían sólo el 60 por ciento de su actual operación en Angola. Esto obligó a reducir en una tercera parte el número de los beneficiarios, de 1,5 millones a 1 millón, y a limitar las raciones distribuidas. La actual distribución de alimentos se encuentra ante un déficit inminente. Se necesitan con urgencia recursos adicionales para evitar que sigan disminuyendo las distribuciones durante marzo y abril, con todo lo que ello significa en términos de sufrimiento humano.

BOTSWANA (2 de febrero)

El tiempo seco registrado durante la mayor parte de enero afectó al desarrollo de los cultivos de cereales de 2001, particularmente el maíz. Se necesitan con urgencia más lluvias para evitar que disminuyan los rendimientos, y que empeore la situación de los pastizales.

Tras dos cosechas menguadas de cereales consecutivas, el país necesita importar comercial-mente un total de 250 000 toneladas de cereales en la campaña comercial 2000/01.

LESOTHO (2 de febrero)

Las lluvias caídas a partir de finales de enero aportaron alivio a los cultivos de cereales secundarios de 2001, afectados por una racha seca desde el principio del mes. Es probable que en algunas partes disminuyan los rendimientos. En las semanas venideras las lluvias constituirán un elemento decisivo para la recuperación de la cosecha.

Tras la cosecha de cereales menguada de 2000, la necesidad de importaciones en la campaña comercial 2000/01 (abril/marzo) se estima en 248 000 toneladas, que en su mayor parte deberían cubrirse comercialmente.

MADAGASCAR (2 de febrero)

Unas lluvias satisfactorias caídas durante la segunda y tercera décadas de enero beneficiaron a la cosecha de arroz de 2001, que se había visto perjudicada a principios del mes por el tiempo seco. Las perspectivas generales para la cosecha de arroz que comienza a partir de abril son favorables, pero se necesitan más lluvias en el extremo norte y en otras zonas localizadas donde han sido irregulares. En cambio, en las zonas meridionales productoras de maíz, el tiempo seco imperante en las dos últimas décadas de enero han afectado al desarrollo de los cultivos de maíz. Si no se reciben dentro de poco más lluvias, es probable que se obtenga una cosecha escasa por segundo año consecutivo. Las zonas meridionales resultaron afectadas por una grave sequía que redujo en una cuarta parte la producción de maíz del año pasado.

La situación nacional del suministro de alimentos es difícil debido a la mala cosecha de arroz de 2000 y al fuerte aumento de la necesidad de importaciones. En las partes meridionales, se necesita ayuda alimentaria para 240 000 personas vulnerables que en la última campaña obtuvieron una mala cosecha.

MALAWI (26 de febrero)

Unas lluvias continuas e intensas caídas desde finales de enero han provocado grandes inundaciones en 13 de los 27 distritos del país, particularmente en las zonas meridionales situadas a lo largo del río Shire. Los informes oficiales indican que 200 000 personas se han desplazado a causa de las inundaciones. Muchas zonas son inaccesibles como consecuencia de los daños causados a los caminos y puentes. Se estima que en las zonas afectadas por las inundaciones se han destruido 50 000 hectáreas de cultivos. El Gobierno ha lanzado un llamamiento pidiendo asistencia internacional para hacer frente al desastre.

Las perspectivas para las cosechas de cereales de 2001 han empeorado debido al exceso de lluvias caídas en febrero que con toda probabilidad han determinado una disminución de los rendimientos. Los rendimientos se han visto también perjudicados por una racha seca y unas temperaturas elevadas registradas en enero en algunos distritos meridionales, principalmente Balaka, Zomba y Mwanza. Los pronósticos más recientes indican una cosecha de maíz inferior a la excelente cosecha de 2,5 millones de toneladas del año pasado, pero aún así superior a la media. El resultado final dependerá de las lluvias que se reciban en lo que resta del período vegetativo.

La situación del suministro de alimentos es en general satisfactoria gracias a la buena cosecha del año pasado y al nivel suficiente de las reservas. También se señala como en general satisfactorio el nivel de la seguridad alimentaria familiar.

MOZAMBIQUE (26 de febrero)

Los niveles altos del agua del río Zambezi, debidos a las lluvias torrenciales caídas en los países vecinos, así como a las continuas e intensas lluvias recibidas en las provincias centrales desde la última década de enero, han provocado inundaciones en las provincias de Zambezia, Sofala, Manica y Tete, particularmente al final de febrero. Se estima que han muerto 41 personas, más de 77 000 han perdido sus propiedades y hasta 400 000 resultaron afectadas por el desastre. También se señalan graves daños a la infraestructura del transporte. El acceso al puerto principal de Beira ha quedado interrumpido. Las evaluaciones provisionales de los daños agrícolas realizada por el Gobierno indican que al final de febrero las inundaciones habían destruido 27 000 hectáreas de cultivos comerciales y alimentarios, principalmente en la provincia de Zambezia, afectando a 44 000 familias agrícolas.

Debido a la ruptura de la represa de Chaora Bassa, la más grande del país situada junto al río Zambezi, existe la amenaza de nuevas inundaciones en las partes centrales. Alrededor de 80 000 personas están siendo evacuadas de las ciudades de Marromeu y Luabo y zonas circundantes. Preocupa también la posibilidad de que se sigan produciendo inundaciones a lo largo del río Pungue, en las provincias de Manica y Sofala. Más al sur, hay unas 30 000 personas perjudicadas por las inundaciones debidas a los altos niveles del río Save. El Gobierno ha hecho un llamamiento pidiendo 30 millones de dólares EE.UU. para hacer frente a la emergencia de las zonas centrales. Debido a la interrupción de los caminos, se necesitan con urgencia más aviones para las operaciones de evacuación. Actualmente se está proporcionando asistencia alimentaria de urgencia a 20 000 personas afectadas. Los aperos agrícolas y las semillas necesarias para que los agricultores afectados puedan plantar la cosecha de la segunda temporada se evalúan en 2,3 millones de dólares EE.UU..

En las provincias meridionales, las más afectadas por las graves inundaciones del año pasado, las perspectivas para la cosecha de cereales de este año han empeorado como consecuencia de las precipitaciones muy inferiores a la media recibidas en enero. Puede que las lluvias caídas en la segunda década de febrero hayan llegado demasiado tarde para impedir graves reducciones de los rendimientos. En las principales zonas productoras de cereales del norte, unas buenas lluvias recibidas desde el comienzo de la campaña han favorecido el desarrollo de los cultivos.

En general, las perspectivas para la cosecha de cereales de este año siguen siendo satisfactorias, ya que las pérdidas de cosechas debidas a las inundaciones no son significativas a nivel nacional. Gracias a unas lluvias en general abundantes y a un aumento de la superficie plantada con respecto al nivel del año pasado, el primer pronóstico oficial indicó un aumento del 6 por ciento en la producción de cereales este año. Sin embargo, de continuar las lluvias intensas en lo que falta del período vegetativo, las perspectivas podrían empeorar rápidamente.

En el plano nacional, la situación del suministro de alimentos sigue siendo satisfactoria. Los precios del maíz están por debajo del nivel de hace un año. No obstante, se estima que en 37 distritos hay un total de 165 000 personas afectadas de inseguridad alimentaria que necesitan asistencia alimentaria hasta la próxima cosecha.

NAMIBIA (2 de febrero)

Las perspectivas para la cosecha de cereales de este año han empeorado como consecuencia de una grave sequía registrada durante enero en las zonas productoras septentrionales, después de unas lluvias tardías e irregulares caídas desde el comienzo de la campaña. En febrero y marzo las precipitaciones constituirán un factor decisivo para la recuperación de las cosechas de maíz y sorgo.

La situación del suministro de alimentos sigue siendo satisfactoria como consecuencia de la buena cosecha de cereales de la última campaña y de la capacidad de importaciones comerciales del país.

SUDAFRICA (7 de febrero)

Las perspectivas para la cosecha de maíz de 2000 han empeorado. Unas lluvias muy inferiores a la media y unas temperaturas elevadas registradas en enero y principios de febrero han dado lugar a una reducción de los rendimientos, particularmente en las zonas productoras occidentales más afectadas. Según estimaciones provisionales, puede que hasta un 30 por ciento de la cosecha de maíz se haya visto afectada en las provincias de North West y Northern Cape, que representan una tercera parte de la producción de maíz y un 40 por ciento del maíz blanco. En las semanas venideras las lluvias serán un elemento decisivo para la recuperación de una parte de la cosecha, que está entrando en la fase crítica de la polinización, y para evitar ulteriores daños a los cultivos. Debido al empeoramiento de las perspectivas de la cosecha, los precios de los futuros sobre el maíz aumentaron a más de 900 rand por tonelada en la primera semana de febrero frente a los 700 rand por tonelada de mediados de diciembre.

Las estimaciones oficiales más recientes de las plantaciones de maíz indican una superficie de 2 650 000 hectáreas, cifra mayor de lo previsto pero aún así inferior en un 17 por ciento al nivel del año pasado. La disminución se debe a los bajos precios internos vigentes durante el período de siembra. La reducción de la superficie plantada, unida a una merma de los rendimientos, podría traducirse en un fuerte decrecimiento de la producción de maíz de 2001. Se necesitan con urgencia más lluvias.

Las estimaciones de la producción de la cosecha de trigo de 2000 se han revisado al alza a 2,1 millones de toneladas, una tercera parte más que la mala cosecha del año anterior y un volumen superior a la media.

SWAZILANDIA (5 de febrero)

Las perspectivas para la cosecha de cereales de 2001 han empeorado. Un tiempo seco prolongado durante la mayor parte de enero afectó al desarrollo de los cultivos de maíz. Las lluvias se reanudaron a principios de febrero pero puede que hayan llegado demasiado tarde para impedir que mermaran los rendimientos. Todavía no se dispone de una evaluación de los daños causados a los cultivos por la sequía.

La situación del suministro de alimentos se presenta en general difícil debido a la cosecha de cereales reducida a causa de las inundaciones del año pasado y a las importaciones comerciales realizadas durante la campaña comercial 2000/01 (abril/marzo) que han sido muy inferiores a las necesidades. En particular, están experimentando graves dificultades alimentarias 14 000 personas que obtuvieron una mala cosecha en la última campaña y necesitan ayuda alimentaria hasta la próxima cosecha. El Gobierno ha formulado un llamamiento pidiendo asistencia internacional para ayudar a la población afectada.

ZAMBIA (2 de febrero)

Unas lluvias intensas caídas en enero en la mayor parte del país, salvo en el extremo sur, provocaron inundaciones localizadas pero, en general, beneficiaron el desarrollo de los cultivos de cereales de 2001. Las zonas más afectadas por las pérdidas de cosechas provocadas por las inundaciones son las provincias occidentales (Kalabo, Kaoma Lukulu y Mongu), Luapula y las provincias septentrionales y centrales. Otras de las zonas afectadas son el Valle de Luangwa (incluidas algunas zonas de los distritos de Serenje, Mpika, Mambwe, Lundazi, Katete, Chipata, Nyimba y Luangwa). Las lluvias excesivas han provocado también plagas y enfermedades en algunas partes. En cambio, se prevé que la sequía prolongada registrada en las provincias meridionales (Livingstone y el Valle de Gwembe) y occidentales (Sesheke, Shangombo y Senanga) determinará una fuerte reducción de los rendimientos en esas zonas.

En general, y pese a unas pérdidas de cosecha localizadas, las perspectivas para la producción son favorables gracias a unas buenas lluvias recibidas desde el comienzo de la campaña. Sin embargo, se pronostica que la producción de maíz de 2001 disminuirá con respecto a la excelente cosecha del año pasado, debido a una reducción de la superficie plantada a causa de los bajos precios vigentes durante el período de siembra y a la gran cuantía de excedentes no vendidos de la campaña anterior.

La situación del suministro de alimentos es satisfactoria. Los precios del maíz, que bajaron después de la última cosecha, comenzaron a subir en enero.

ZIMBABWE* (5 de febrero)

Las perspectivas para los cultivos alimentarios de 2001, que se cosecharán a partir de abril, han empeorado debido al tiempo seco registrado en las dos últimas décadas de enero y, en general, a la irregularidad de las lluvias recibidas desde el comienzo de la campaña. Puede que las lluvias de principios de febrero hayan llegado demasiado tarde para impedir la merma de los rendimientos del maíz y de otros cultivos alimentarios. Las precipitaciones inferiores a la media recibidas a partir de mediados de noviembre en las zonas meridionales más afectadas se han traducido en reducciones significativas de la superficie plantada y de los rendimientos. Se estima que en la mayor parte de los distritos las plantaciones son inferiores al 50 por ciento de los niveles normales y se prevé una mala cosecha. Los distritos más afectados son Beitbridge, Matobo y Umzingwane, en la provincia de Matebeleland Sur; Umguza, en la provincia de Matebeleland Norte; Guruve, en la provincia Mashonaland Central; Chiredzi, en la provincia de Masvingo; y Shurugwi, en la provincia Central. En las principales zonas productoras de maíz del norte y el centro las estimaciones más recientes indican una disminución del 26 por ciento de la superficie plantada con maíz, estimándose que las siembras del sector agrícola, en gran medida comercial, han disminuido en un 50 por ciento como consecuencia de los disturbios civiles. Los pronósticos provisionales indican una cosecha de maíz de sólo 1,2 millones de toneladas, o sea 41 por ciento menos que el nivel del año pasado, pero el resultado definitivo dependerá de las lluvias que se reciban en los próximos dos meses en las principales zonas productoras. Sin embargo, de concretizarse este pronóstico bajo de la producción de maíz, las necesidades de importación en la campaña comercial 2001/02 aumentarán de forma pronunciada a alrededor de 500 000 toneladas, en un momento en que el país se encuentra ante una grave escasez de divisas.

La actual situación general del suministro de alimentos sigue siendo satisfactoria gracias a la buena cosecha de maíz del año pasado y a un volumen grande de existencias remanentes. Sin embargo, la situación se presenta difícil para las familias urbanas pobres y las que viven en algunos terrenos comunales que dependen de la compra de maíz. Los precios del maíz y de otros alimentos básicos han aumentado de forma pronunciada el mes pasado debido a los niveles altos de inflación, a la escasez de combustible y a la continua devaluación de la moneda nacional.


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