FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.4, septiembre 2001 - pagína 3

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS


PANORAMA GENERAL

Aunque en todas las regiones del mundo la situación alimentaria ha mejorado en general respecto al mismo período del año pasado, en algunas las perspectivas suscitan preocupación. En Africa, se han registrado descensos importantes de la producción alimentaria en casi todos los países de Africa austral debido principalmente a una prolongada racha seca registrada a mitad de temporada, pero también a inundaciones localizadas y, en algunas partes, a la reducción de la superficie plantada. La producción total de maíz, el principal alimento básico de la subregión, disminuyó un 25 por ciento con respecto al año pasado y un 18 por ciento con respecto a la media de los últimos cinco años. Como consecuencia, la situación del suministro de alimentos se presenta difícil en la mayoría de los países y para 2001/02 se pronostica un aumento significativo de las necesidades de importación. En Africa oriental, las perspectivas alimentarias son en general favorables, salvo en Somalia, el Sudán y Eritrea, donde el efecto combinado de desastres naturales y causados por el hombre ha alterado la producción de alimentos. En otras partes del Africa subsahariana, las perspectivas para las cosechas son en general favorables en Africa occidental y central, salvo en Angola, la República Democrática del Congo y Sierra Leona, donde los disturbios civiles continúan desestabilizando a las poblaciones rurales.

En Asia, unas torrenciales lluvias monzónicas y tifones han causado pérdidas agropecuarias considerables y graves daños a las propiedades e infraestructura en algunos países, principalmente China, la India, Indonesia, Camboya y Tailandia. La República Popular Democrática de Corea sufrió en primavera una grave sequía que redujo significativamente la producción de maíz y agravó los continuos problemas alimentarios a los que el país ha debido hacer frente en los últimos años. También China occidental se vio afectada por la sequía. En el Cercano Oriente, los efectos de la grave sequía que asoló la subregión durante los últimos tres años consecutivos continúa afectando sobre todo a los pequeños agricultores y ganaderos de Jordania, el Iraq, la República Islámica del Irán y Siria. De concretizarse la amenaza de la acción militar, se prevé un empeoramiento de la situación de la seguridad alimentaria en el Afganistán, ya de por sí grave debido a una sequía prolongada y a la persistencia de los disturbios civiles. Con los nuevos desplazamientos que se están produciendo actualmente crece el número de las PDI y de los refugiados y el riesgo de graves penurias. La situación de millones de personas expuestas a la hambruna enfrentará en los próximos meses a la comunidad internacional con el desafío de vidas humanas en grave peligro.

En los países de la CEI, particularmente Tayikistán, Uzbekistán y Armenia, sigue habiendo dificultades alimentarias debidas a la sequía y al tiempo excepcionalmente caluroso imperante durante la primavera pasada, período crucial para la siembra. También se señala una grave escasez de agua.

En América Latina se han atenuado las esperanzas de recuperación de los efectos producidos por los últimos desastres (huracanes, sequías, inundaciones y terremotos) ya que la temporada actual no ha sido buena debido a las rachas secas registradas especialmente en América Central. En América del Sur, en cambio, las perspectivas para las cosechas son en general favorables debido a unas condiciones atmosféricas buenas para los cultivos.

En Europa, las perspectivas para la cosecha de cereales son en general favorables ya que las condiciones de crecimiento han estado cercanas a lo normal, mientras que en América del Norte se pronostica que la producción de trigo de los Estados Unidos descenderá alrededor de 10 por ciento respecto al año pasado debido a una disminución de la superficie plantada. En el Canadá, las perspectivas para los rendimientos de los cereales han empeorado en las dos últimas semanas a raíz de una sequía registrada en las principales zonas productoras, mientras que en Australia se pronostica una disminución de 5 por ciento de la producción de trigo debido a la sequía imperante al comienzo de la temporada.


SITUACION POR REGIONES

Africa

En Africa oriental, las copiosas lluvias caídas en julio y agosto mejoraron en general las perspectivas para las cosechas de cereales de 2001. Pero en algunas partes, afectadas por grandes inundaciones, lluvias irregulares y una escalada de los conflictos, ha disminuido el optimismo que reinaba acerca de una recuperación general de los efectos producidos últimamente por la sequía, grave y prolongada, que había afectado a la subregión. Tres años consecutivos de lluvias escasas en la mayoría de las zonas pastorales de la subregión han afectado gravemente a los pastizales y al ganado, determinando una grave carestía de víveres y la migración de miles de personas en busca de agua y alimentos. Los conflictos civiles pasados o actuales también han alterado gravemente la producción y distribución de alimentos en algunas zonas, obligando a la población a desplazarse para conseguirlos. En algunas partes del Sudán las inundaciones han desplazado a decenas de miles de personas, destruido los cultivos y agravado la ya inestable situación del suministro de alimentos en las zonas afectadas. Las intensas lluvias caídas en la cuenca del Nilo Azul en el altiplano etíope han sumergido muchas aldeas y asentamientos. Las zonas más afectadas son las partes septentrionales y orientales que bordean el Nilo, incluidas las zonas adyacentes a la ciudad de Jartum, la capital. Algunas partes de los estados de Darfur y Kordofan también han sufrido riadas repentinas debidas a las lluvias torrenciales. Con las actuales inundaciones se prevé un aumento de las personas que necesitan ayuda alimentaria de urgencia debido a la sequía o a la guerra civil, cuyo número se estimaba a principios de año en alrededor de 3 millones de personas. En Somalia, unas 500 000 personas hacen frente a graves dificultades alimentarias debidas a las malas cosechas de la temporada principal de 2001. Pese a las buenas cosechas obtenidas en las dos últimas campañas agrícolas, la capacidad de resistencia de las familias se ha visto minada por la lentitud de la recuperación después de las sequías registradas en los últimos años y los efectos a largo plazo de la inseguridad. En Eritrea, a pesar de las buenas lluvias de la temporada principal recibidas a partir de junio, las perspectivas alimentarias para 2001 siguen siendo poco halagüeñas debido a que un gran número de los agricultores desplazados no pueden volver a sus granjas, y grandes extensiones de tierra siguen siendo inaccesibles a causa de las minas terrestres. También es motivo de gran preocupación la lentitud de las respuestas a los llamamientos humanitarios, que hasta ahora han cubierto sólo una pequeña parte de las necesidades expuestas por el Gobierno. En Kenya, pese a un mejoramiento general del suministro de alimentos, la insuficiencia de las lluvias caídas en mayo y junio, particularmente en los distritos pastorales, ha atenuado las esperanzas de recuperación de los efectos devastadores de la reciente sequía. En Etiopía, unas lluvias copiosas recibidas en las principales zonas agrícolas, precedidas de una cosecha "belg" de lluvias cortas favorable, han mejorado significativamente la situación del suministro de alimentos. Se señala, sin embargo, una situación de grave escasez de alimentos y la migración extemporánea de personas y animales en las zonas ganaderas del sudeste del país debido a la persistencia de la sequía. En Tanzanía y Uganda, la situación del suministro de alimentos es en general suficiente gracias a las buenas cosechas obtenidas recientemente y a un mejoramiento de los pastizales. Siguen habiendo, sin embargo, dificultades alimentarias en algunas partes, debido a problemas localizados de sequía o inseguridad.

En Africa austral, la producción de cereales de 2001 se estima en 19,7 millones de toneladas, 18 por ciento menos que el año pasado. Esto incluye el pronóstico de la cosecha de trigo de 2001 que está a punto de recogerse. Las estimaciones más recientes del maíz, principal alimento básico, indican una cosecha de 13,3 millones de toneladas, lo que representa una disminución de 25 por ciento respecto a 2000 y de 18 por ciento respecto a la media de los últimos cinco años. La producción se vio afectada por la disminución de la superficie plantada y por una sequía prolongada registrada a mitad de la campaña que redujo notablemente los rendimientos. La producción de maíz disminuyó en todos los países, salvo en Angola, Mozambique y Madagascar. Como consecuencia, la situación del suministro de alimentos se presenta difícil en la subregión, ya que los precios del maíz han aumentado de forma pronunciada y los alimentos están comenzando a escasear en algunas partes. Las necesidades de importación en la campaña comercial 2001/02 (abril/marzo) han aumentado significativamente. En algunos países se prevé que las importaciones efectivas serán inferiores a las necesidades, con probabilidad de que el consumo descienda por debajo de los niveles normales, afectando particularmente a los grupos más vulnerables de la población. Es posible que este año no sean suficientes los excedentes exportables de maíz de Sudáfrica, que normalmente cubren los déficit de la subregión, y que sea necesario efectuar importaciones de ultramar. Las estimaciones provisionales de la FAO cifran las necesidades de importación de la subregión (excluida Sudáfrica) en cerca de 1,4 millones de toneladas. El potencial de exportación combinado de Mozambique y Sudáfrica, una vez satisfechas las necesidades internas, se prevé en 1 370 000 toneladas. Aunque esta cuantía de excedentes exportables es sólo ligeramente inferior a las necesidades, dependerá mucho del nivel de las existencias finales a que se aspire en Sudáfrica al final de la campaña comercial, así como de sus compromisos de exportación a otros países. Un posible aumento de las importaciones previstas de los países de la subregión, destinadas a reponer las reservas, podría redundar en un aumento del déficit. Ya se señalan dificultades alimentarias en zonas afectadas por malas cosechas, por ejemplo en Zambia que ha formulado un llamamiento solicitando ayuda alimentaria para 2 millones de personas, y en las provincias meridionales de Mozambique y algunas partes de Zimbabwe y Malawi. En Angola, hay preocupación por las perspectivas de la situación alimentaria de un gran número de PDI debido a la escasez de la ayuda alimentaria distribuida. En Namibia, Lesotho y Swazilandia, es probable que la escasez de alimentos prevista para la campaña comercial de 2001/02, si no se colma con importaciones comerciales, afecte a la seguridad alimentaria de los grupos vulnerables de las zonas rurales y urbanas. Las preocupaciones que suscitan las graves dificultades alimentarias en algunos países indujeron a una reunión especial de los Ministros de Agricultura de la Comunidad del Africa Meridional para el Desarrollo (SADC) celebrada al final de agosto en Harare con objeto de examinar estrategias a corto y medio plazo para hacer frente a la situación.

En Africa septentrional, se han terminado de recoger las cosechas de invierno de 2001 de la subregión mientras que las del maíz y del arroz de regadío de Egipto se están recogiendo actualmente. La producción total de cereales se estima provisionalmente en 28,1 millones de toneladas, volumen muy superior a la cosecha afectada por la sequía del año pasado (24,4 millones de toneladas), y ligeramente inferior a la media quinquenal de 27,9 millones de toneladas. En Argelia, la producción de trigo y cebada de 2001 casi duplica la de 2000, pero es inferior a lo que se había previsto al comienzo debido a la sequía imperante durante la fase de granazón. En Egipto, la producción de trigo se estima en 6,3 millones de toneladas, cercana al nivel sin precedentes del año pasado (6,6 millones de toneladas). Se están recogiendo las cosechas de maíz y arroz y se pronostican producciones superiores a la media. En Marruecos, se prevé que la producción de trigo alcanzará un volumen superior a la media de 3,3 millones de toneladas, y que duplicará con creces la cosecha afectada por la sequía del año pasado. También la producción de cebada aumentó considerablemente este año con respecto a la producción de 2000, pero fue inferior a la media a causa de una disminución de la superficie plantada debida a la insuficiencia de las precipitaciones, particularmente en las partes centrales y orientales del país. En Túnez, las producciones agregadas de trigo y cebada aumentaron alrededor de 15 por ciento con respecto a las cosechas afectadas por la sequía del año pasado, pero la producción es inferior a la media como consecuencia de una racha seca que afectó a algunas de las zonas productoras del centro y el sur.

En Africa occidental, la estación de las lluvias comenzó en general a tiempo en los países costeros. La mayoría de los países recibieron lluvias abundantes en abril y mayo, lo que permitió un desarrollo satisfactorio de los cultivos. En el sur se ha terminado de recoger la primera cosecha de maíz con perspectivas en general favorables. Se prevé que la producción de cereales de Sierra Leona superará el nivel del año pasado debido al aumento de la superficie plantada y a una distribución mejorada de los insumos. En Guinea, la situación de seguridad se mantuvo relativamente estable en todo el país. Continúan llegando refugiados de Liberia a las partes orientales del país. En el Sahel, se recibieron precipitaciones generalizadas y abundantes en las partes orientales y meridionales en julio y agosto, pero fueron irregulares e inferiores a lo normal hasta mediados de agosto en la parte occidental, en Gambia, Mauritania y Senegal. Mejoraron, sin embargo, significativamente en septiembre. Las perspectivas para la cosecha son favorables en Burkina Faso, el Chad, Guinea-Bissau, Malí y el Níger, gracias a unas condiciones de crecimiento en general buenas registradas a partir de julio. En Gambia, Mauritania y el Senegal, las condiciones mejoraron al intensificarse las lluvias a finales de agosto y principios de septiembre, pero se necesitan más lluvias todavía para la maduración de las plantaciones tardías.

En Africa central, los cultivos se están desarrollando en general satisfactoriamente en la República Centroafricana y el Camerún,. En la República del Congo, la producción de alimentos se está recuperando después del acuerdo de paz, pero todavía se necesita asistencia alimentaria para los refugiados y las personas desplazadas en el interior del país. En la República Democrática del Congo (RDC), la inseguridad ha empeorado en las últimas semanas en las partes orientales, particularmente en la provincia de Kivu sur. Crece el número de las PDI, ya estimado en más de 2 millones. Mientras el acceso a las PDI en las zonas controladas por el Gobierno ha mejorado, en las que están en manos de los rebeldes sigue siendo prácticamente imposible debido a la situación de constante inseguridad.

Asia

Unas intensas lluvias monzónicas y tifones provocaron derrumbes y grandes inundaciones en julio y agosto en algunos países de la región. En China, los tifones "Durian" y "Utor" de principios de julio causaron extensas inundaciones en las provincias meridionales de Guyangdong y Guangxi Zhuang, que afectaron a la recolección de la cosecha de arroz de verano, mientras que el tifón "Fitow" de finales de agosto provocó lluvias torrenciales nuevamente en la provincia meridional de Guangdong, así como en Hainan, causando daños a los arrozales y a los cultivos de caña de azúcar. En Camboya, unas torrenciales lluvias monzónicas e inundaciones registradas durante el mes de agosto, principalmente en los alrededores del Río Mekong, después de la grave sequía de julio, causaron algunas víctimas y dejaron sin vivienda a más de 700 000 personas. En la India, unas lluvias monzónicas superiores a lo normal provocaron grandes inundaciones, particularmente en los estados de Orissa y Bihar, donde millones de personas se han visto afectadas y decenas de miles de hogares gravemente dañados o destruidos. Los arrozales quedaron bajo el agua y se destruyeron los cultivos. En Indonesia, unas lluvias excepcionalmente fuertes de fuera de estación caídas en agosto provocaron inundaciones y derrumbes que arrasaron las aldeas y obligaron a miles de personas a huir a lugares más seguros. Miles de hectáreas de cultivos han quedado inundadas. En la RPD de Corea, el mal tiempo y los problemas económicos continúan minando la seguridad alimentaria del país. A principios de agosto, unas lluvias intensas combinadas con sistemas de drenaje inadecuados dieron lugar a inundaciones en Hwanghea Sur, una de las principales zonas arroceras del país. En Mongolia, el efecto combinado de dos rigurosos inviernos consecutivos y los problemas de ajuste relacionados con la transición de una agricultura de planificación centralizada a una de mercado ha aumentado la dependencia con respecto a la ayuda alimentaria internacional.

En el Cercano Oriente, tres años consecutivos de sequía han reducido gravemente la producción alimentaria, habiéndose registrado descensos particularmente fuertes en el Afganistán, Jordania, la República Islámica del Irán, el Iraq y Siria. En el Afganistán, la sequía y la persistencia de los disturbios civiles han determinado una crisis alimentaria muy grave. Cerca de 6 millones de personas dependen de la asistencia alimentaria internacional. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, que visitó el país en mayo de 2001, pronosticó la necesidad de importación de cereales de 2001/02 en un nivel sin precedentes de alrededor de 2,2 millones de toneladas. De concretizarse la amenaza de la acción militar, se prevé un empeoramiento en el país de la ya grave situación del suministro de alimentos. Los nuevos desplazamientos de la población que se están produciendo actualmente expone el creciente número de PDI y refugiados a una situación de extrema penuria. La evacuación del personal de los organismos internacionales de ayuda comportará consecuencias muy graves para la seguridad alimentaria de un gran número de personas vulnerables. En la República Islámica del Irán, la sequía ha creado una situación generalizada de escasez de agua y devastado la producción agropecuaria. Aunque la sequía de este año ha afectado a menos regiones, en algunas comunidades sus efectos en la situación del suministro de alimentos y en los medios de vida de la población han sido mucho mayores. En algunas partes las recientes inundaciones han agravado la situación de escasez de alimentos. En el Iraq, Jordania y Siria la sequía de los tres últimos años ha reducido gravemente la producción agropecuaria, de suerte que miles de pastores necesitan asistencia. En general, las perspectivas para los ganaderos de la región son poco halagüeñas, ya que las tasas de mortalidad del ganado han aumentado debido a la escasez de forrajes y de agua. Esto comportará graves repercusiones particularmente en los países en los que el ganado y los productos pecuarios constituyen una fuente importante de exportaciones y constituyen un medio de vida para grandes sectores de la población.

En los países asiáticos de la CEI, con excepción de Kazajstán, el suministro de alimentos sigue siendo muy difícil y muchas personas se encuentran en una situación de grave escasez de alimentos en toda la región. La sequía, la grave escasez de agua y las condiciones atmosféricas excepcionalmente calurosas durante la primavera y el verano, períodos cruciales de las campañas agrícolas, han comprometido una vez más la producción. Además, los problemas estructurales de la agricultura y el mal estado de conservación de los sistemas de riego han acentuado los efectos de la sequía y de la escasez de agua en la producción agrícola. Los países más afectados son Tayikistán y Uzbekistán y, en menor medida, Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán, y Georgia. En los dos primeros países, en los que la producción agrícola ha disminuido en algunas zonas a casi la mitad de los niveles medios, numerosas personas necesitan asistencia alimentaria de urgencia. La mayor parte de las tierras de pastoreo y de pastizales de la región están completamente secas y la reducción del número de los efectivos ganaderos continúa a un ritmo alarmante. En Kazajstán, sin embargo, el pronóstico indica una producción de cereales satisfactoria (11,7 millones de toneladas), volumen ligeramente superior al objetivo, pero inferior a los niveles anteriores a 1995.

América Latina

En América Central y el Caribe, la estación de las lluvias comenzó con precipitaciones copiosas en mayo. Si bien la subregión necesitaba una cosecha abundante para recuperarse del déficit causado por los desastres naturales sufridos en los últimos años, las previsiones anteriores que indicaban un aumento del 13 por ciento de la producción total de cereales con respecto a la cosecha reducida a causa de la sequía del año pasado se vieron atenuadas por una racha seca registrada en junio y julio. Los países más afectados, sobre todo Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, son tradicionalmente importadores netos de maíz y frijoles, y sus necesidades de importación de cereales, incluida la ayuda alimentaria, deberían mantenerse en el volumen elevado de 2,3 millones de toneladas del año pasado. Esto mantendría el consumo per cápita en el nivel del año pasado, pero para mejorar la situación nutricional de la población desnutrida harían falta más importaciones. Las estimaciones actuales indican una producción total de 2,4 millones de toneladas de cereales para esos países, lo que representa una disminución del alrededor del 8 por ciento respecto a la media quinquenal.

En América del Sur, se ha terminado de plantar el trigo en los países del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), y se pronostica que la producción total aumentará 14 por ciento gracias al incremento de la superficie plantada y a unas condiciones invernales favorables. La producción de maíz del Brasil se ha revisado al alza debido a la buena cosecha de la segunda temporada, y se prevé que la producción de 2001 alcanzará los 41 millones de toneladas, lo que representaría un aumento de 20 por ciento con respecto al año pasado. En los países andinos, los cultivos y el sistema de riego de unas 60 000 granjas pequeñas del Perú se vieron afectados por un poderoso terremoto y unas ondas de marea registrados en junio. En el Ecuador, fueron evacuadas unas 20 000 personas y murieron miles de cabezas de ganado en agosto debido a la erupción del volcán Tungurahua. En Colombia, una reciente misión interinstitucional de las Naciones Unidas llegó a la conclusión de que la población desplazada necesitaba urgentemente protección y asistencia humanitaria.

Europa

En la CE, se prevé que la producción total de cereales de 2001 descenderá alrededor de 5 por ciento con respecto al año pasado a 204 millones de toneladas. Toda la disminución corresponde al trigo, cuya producción descenderá a unos 92,6 millones de toneladas, mientras que la de cereales secundarios se mantendrá prácticamente inalterada en 109 millones de toneladas. Al volver las condiciones atmosféricas a una situación más cercana a lo normal, las cosechas de cereales de 2001 de los países de Europa central y oriental se han recuperado en general de la producción reducida a causa de la sequía del año pasado. Las condiciones han sido particularmente favorables en los países septentrionales como Polonia,, la República Checa y la República Eslovaca, pero más al sur la recolección de la cosecha de trigo de invierno se vio trastornada en algunas partes de la República Federativa de Yugoslavia, Hungría y Rumania, debido al exceso de las precipitaciones caídas en junio. Las precipitaciones caídas en el verano fueron, sin embargo, beneficiosas para la cosecha de maíz plantada en primavera.

En los cuatro países europeos de la CEI (Rusia, Ucrania, Belarús y Moldova), la recolección está marchando a un ritmo significativamente más rápido que en 2000 y las perspectivas indican una cosecha satisfactoria para este año. En Rusia, se prevé que la producción de cereales y legumbres alcanzará los 74 millones de toneladas, alrededor de 3 millones de toneladas más que la cosecha relativamente buena de 2000. En Ucrania, es probable que la producción de cereales y legumbres se recupere con respecto a la mala cosecha de 23 millones de toneladas obtenida en 2000, situándose en más de 31 millones de toneladas. La FAO pronostica provisionalmente que la producción de cereales y legumbres de Belarús alcanzará los 5 millones de toneladas aproximadamente, alrededor de 200 000 toneladas más que el año pasado pero un volumen todavía ligeramente inferior a los niveles medios de producción.

En los países Bálticos, el sector agrícola se está recuperando lentamente de las crisis económicas anteriores y del proceso de reajuste. La producción de cereales y legumbres es en general satisfactoria y superior a la media. También se está recuperando lentamente el subsector ganadero, aunque la cabaña es en general inferior a la media.

En los Balcanes (República Federativa de Yugoslavia, Croacia y Bosnia y Herzegovina), las perspectivas indican una fuerte recuperación con respecto a la mala cosecha del año anterior. La producción de cereales de la República Federativa de Yugoslavia, en particular, ha superado la mala cosecha del año pasado en más de 3,6 millones de toneladas alcanzando un nivel de alrededor de 8,8 millones de toneladas. En Crocia, se prevé que la producción de cereales alcanzará este año más de 3 millones de toneladas, unas 500 000 toneladas más que en 2000. Las inundaciones y el granizo caído en mayo afectaron a las partes septentrionales de Bosnia y Herzegovina y a las zonas adyacentes de la República Serbska. La FAO, por lo tanto, estima que la producción de cereales será semejante a la mala cosecha afectada por la sequía del año anterior (1 millón de toneladas).

América del Norte

En América del Norte, la producción total de trigo de los Estados Unidos en 2001 se estima en 54 millones de toneladas, alrededor de 10 por ciento menos que el año anterior y muy inferior a la media, debido principalmente a que la superficie plantada volvió a disminuir al nivel más bajo desde 1971. A principios de septiembre la plantación del trigo de invierno para la cosecha de 2002 estaba recién comenzando en algunos estados meridionales, mientras que se estaba recién comenzando a recoger el maíz en los estados productores. La producción de maíz se pronostica ahora en alrededor de 235 millones de toneladas, 7 por ciento menos que en 2000. En el Canadá, la recolección de las cosechas principales de cereales de 2001 ha comenzado en agosto. Las perspectivas para los rendimientos han empeorado en las últimas semanas debido a la sequía que afecta a las principales zonas productoras. Las estimaciones oficiales más recientes cifran ahora la producción total de trigo de 2001 en 21,5 millones de toneladas, 20 por ciento menos que la buena cosecha del año pasado y un volumen inferior a la media, pese a que la superficie sembrada ha sido semejante.

Oceanía

En Australia, los cultivos de cereales de invierno de 2001 todavía están en la fase de desarrollo y su recolección comenzará en octubre/noviembre. Unas lluvias favorables recibidas en julio y agosto mejoraron las perspectivas para el trigo de invierno, pero, debido a la sequía anterior que obstaculizó el desarrollo temprano del cultivo y a una ligera disminución de la superficie plantada, la producción de trigo se pronostica ahora en poco más de 20 millones de toneladas, alrededor de 5 por ciento menos que el año pasado y un volumen ligeramente inferior a la media de los últimos cinco años. En las islas del Pacífico, unas lluvias monzónicas intensas han causado daños a los cultivos en Papua Nueva Guinea, mientras que en Samoa escasea el agua debido a la sequía.


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