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Restauración de bosques degradados en Tailandia: el caso de Khao Kho

T. Marghescu

T. Marghescu fue asesor técnico jefe
del Proyecto de la FAO
«Reforestación de tierras forestales
denudadas en Khao Kho».

Enseñanzas extraídas de un proyecto de la FAO encaminado a reforestar los montes tailandeses denudados por la acción militar, la afluencia de migrantes y la explotación excesiva para una agricultura insostenible.

Khao Kho, distrito de la provincia de Petchabun, está situado 400 km al norte de Bangkok en medio de las montañas centrales de Tailandia. Es el extremo meridional de una cordillera (con 400 a cerca de 1 200 m sobre el nivel del mar) que se extiende hacia el sur desde la República Democrática Popular Lao hasta las llanuras centrales tailandesas. Antes de 1968, la mayor parte de las alrededor de 130 000 hectáreas del distrito estaban todavía cubiertas por densos bosques (más del 75 por ciento de bóveda forestal), con bosques secos de dipterocarpáceas en los suelos más pobres de las partes bajas y mezclas de caducifolias y perennifolias en los suelos generalmente fértiles de las partes altas. Sólo había pequeños claros de bosque abierto (25 a 75 por ciento de bóveda forestal), resultado de las prácticas de cultivo migratorio de las tribus locales de montaña.

Arado de laderas muy pendientes para el cultivo de maíz, que produce una fuerte erosión

- T. MARGHESCU

Erial preparado para el cultivo de maíz, con frutales en primer plano

- T. MARGHESCU

En 1968 empezó un proceso casi irreversible de destrucción forestal y degradación ambiental, cuando la zona se convirtió en reducto de los rebeldes que pretendían derrocar al Gobierno Real de Tailandia. Khao Kho fue escenario de 12 grandes batallas entre los rebeldes y el ejército real tailandés entre 1968 y 1982. En los primeros años setenta, aplicando una nueva estrategia para terminar con la insurrección, el ejército real empezó a construir carreteras, a aclarar los bosques y a animar a las familias locales a asentarse y practicar la agricultura en tierras que se les asignaban, a costa del desbroce de densos espacios forestales. Migrantes de las tierras bajas afluyeron a la zona, talando bosques en laderas de montaña para el cultivo ilegal del maíz, que era insostenible en terrenos tan pendientes, y despojando completamente la tierra de su cubierta forestal. En 1990, el paisaje presentaba una erosión y una degradación sin precedentes. El bosque cubría sólo el 10 por ciento de la tierra, en fragmentos dispersos. El resto de la tierra se utilizaba para una agricultura insostenible.

En 1990 se inició el proyecto de la FAO, financiado por el PNUD, «Reforestación de tierras forestales denudadas en Khao Kho», en cooperación con el Real Ejército de Tailandia y el Real Departamento Forestal, con objeto de definir opciones de uso de la tierra ambientalmente adecuadas; rehabilitar bosques denudados mediante la refores-tación; dar a los agricultores la posibilidad de practicar una agricultura sostenible; y crear las oportunidades de empleo necesarias para evitar la deforestación en el futuro. El proyecto buscó tanto a trabajadores de aldeas locales como a cultivadores ilegales de maíz de fuera de la zona para que participaran en las actividades de reforestación.

REFORESTACIÓN: UN PROCESO DE APRENDIZAJE

Desde las primeras plantaciones se evidenciaron numerosos problemas. Casi todas las plantaciones iniciales (91 por ciento) se hicieron en filas en el sentido de la pendiente. No se detuvo así la erosión, sino que incluso se aceleró. Como el objetivo inmediato era reforestar la cuenca, se escogieron básicamente especies de crecimiento rápido, y las tres especies utilizadas -las foráneas Acacia mangium y Pinus carribea y la indígena Pinus kesiya- no tenían utilidad económica para la población local. Las plantaciones se incendiaron con frecuencia (a veces accidentalmente, pero a menudo intencionalmente) por familias pobres ansiosas de tierras que las veían como un uso de la tierra competidor. Además, la plantación en monocultivo no tuvo en cuenta las condiciones de cada parcela, por lo que el crecimiento y la supervivencia de los árboles fueron muy desi-guales. No se atendió a la diversidad de especies.

Vistos los problemas de las primeras plantaciones, se decidió diversificar éstas teniendo en cuenta las necesidades socioeconómicas de la población y procurando adecuar las especies a las condiciones particulares del lugar. Se distinguieron siete tipos de parajes (según posibilidades de riego, grado de erosión, elevación y grado de influencia humana y demanda humana) para poder escoger especies adecuadas para una producción óptima, satisfacer las demandas económicas y sociales de la población y mejorar, proteger y mantener el medio ambiente (véase el cuadro).

CUADRO 1. Clasificación de los tipos de terrenos y especies apropiadas

Tipo de terreno

Condiciones deseables de las especies

Especies seleccionadas

Superficie
(ha)

1  Bordes de carreteras y espacios que rodean campos agrícolas y poblados: espacios de «almohadilla social»

Especies arbóreas multiusos que beneficien a la población local y faciliten la aceptación social de las plantaciones

- Azadirachta indica
- Cassia siamea
- Morus alba
- Sesbania grandiflora
- Cajanus cajan
- Leucaena leucocephala
- Mangifera caloneura

5

2  Cárcavas producidas por la erosión y arroyos en tierras de fuerte pendiente

Especies pioneras de raíces profundas, poco espaciadas para que constituyan una cubierta vegetal permanente para conservación del suelo y limitación de la erosión (sin cultivos intercalados ni utilización del bosque)

- Thyrsostachys siamensis
- Bambusa arundinacea
- Bambusa blumeana
- Dendrocalamus strictus

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3  Cumbres de montes y cordilleras con suelos más delgados y humedad mínima, especialmente al final de la estación seca

Selección basada en la humedad requerida

- Eucalyptus camadulensis
- Pinus kesiya
- Pinus carribea
- Pterocarpus macrocarpus
- Betula alnoides
- Docynia indica
- Peltophorum dasyrachis
- Swietenia macrophylla
- Kylia kerrii

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4  Laderas medias con humedad moderada durante la estación seca

Selección basada en la humedad requerida

- Acacia mangium
- Eucalyptus urophylla
- Ecualyptus deglupta
- Pterocarpus macrocarpus
- Xylia kerrii
- Lagerstroemia spp.
- Nauclea orientalis
- Mangifera caloneura

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5  Laderas bajas con buena humedad del suelo todo el añ";o

Selección basada en la humedad requerida

- Choerospondias axillaris
- Dendrocalamus strictus
- Thyrsostachys siamensis
- Bambusa arundinacea
- Hopea odorata
- Dipterocarpus alatus
- Afzelia xylocarpa
- Chukrasia velutina

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6  Valles y arroyos en llanuras con escorrentía natural, con máxima humedad del suelo e inundaciones frecuentes, sobre todo en la estación lluviosa

Especies tolerantes de humedad alta e inundaciones

- Azadirachta excelsa
- Dipterocarpus alatus
- Hopea odorata
- Bambusa arundinacea
- Eucalyptus deglupta

4

7  Tierras que no lleguen a 450 m sobre el nivel del mar (altitud máxima para la Tectona grandis)

Especies de baja altitud

- Tectona grandis
- Afzelia xylocarpa
- Xylia kerrii
- Azadirachta indica

3

Respecto a la adecuación de las especies al tipo de terreno se observaron ciertos principios:

Los espacios forestales naturales subsistentes se analizaron para preparar una lista de especies indígenas locales y su frecuencia natural según los tipos de terreno. Como resultado de este análisis se identificó, por ejemplo, la especie arbórea Choerospondias axillaris, que no se había cultivado antes y que se difundió con éxito. Esta especie es ahora muy utilizada para la reforestación en las montañas centrales de Tailandia. En total, se adecuaron más de 30 especies a los siete tipos diferentes de terrenos, lo que contribuyó a desarrollar la biodiversidad.

Para evitar los problemas de erosión causados por las plantaciones en el sentido de la pendiente (que se evidenciaron en la estación lluviosa de 1991), la administración del proyecto introdujo la plantación en curvas de nivel. Para determinar las curvas de nivel y marcar la distancia exacta entre árboles, el proyecto adoptó un marco de madera: un instrumento sencillo, barato y plegable en forma de letra «A». La posición de una cuerda de plomada suspendida de la punta del instrumento se marca en la barra horizontal de la «A», y el instrumento se gira entonces sobre un eje y se manipula hasta que la cuerda coincida de nuevo con la marca. En esa posición, los dos lados del marco en «A» se apoyan en la curva de nivel, y se marca ésta. Se gira el instrumento otros 180º y se repite el procedimiento. Los carpinteros del proyecto construyeron los marcos, que requirieron una instrucción mínima. La cuerda de plomada se sustituyó después por un nivel de agua de aluminio que mejoró la aceptación del instrumento. Todos los trabajadores fueron instruidos en el uso del instrumento, y desde entonces todas las plantaciones se hicieron en curvas de nivel.

REDUCCIÓN DE LA PRESIÓN Y TRÁNSITO A LA SUCESIÓN Y LA REGENERACIÓN NATURALES

Cuando empezó el proyecto de refores-tación en 1990, los cultivadores ilegales de maíz, pobres campesinos sin tierra de fuera de la comarca, se opusieron violentamente e incluso lo sabotearon. Los oficiales del proyecto llegaron a un acuerdo con ellos y adoptaron amplios espacios de 2 m x 6 m de modo que entre las líneas de árboles se pudiera seguir plantando maíz durante al menos dos años más, hasta que el cierre de la bóveda de ramas no dejara pasar la luz necesaria para los cultivos. Por supuesto esta solución fue temporal. A más largo plazo, el proyecto redujo los cultivos ilegales en las tierras clasificadas como forestales dando a 150 familias sin tierras la oportunidad de asentarse en tres nuevas aldeas en las que se adjudicaban a cada familia 2,4 hectáreas para cultivos y 0,8 hectáreas para una granja. El proyecto dio también formación a los agricultores (en agricultura, horticultura, ganadería, acuicultura, silvicultura comunitaria, avicultura, industrias rurales, salud) para la sostenibilidad de sus explotaciones en las tierras adjudicadas.

Al cubrir las necesidades de los habitantes de la región, dar oportunidades para usar la tierra, ofrecer empleo y mejorar la seguridad, el proyecto contribuyó a reducir la presión sobre tierras degradadas. Los incendios y el uso ilegal de la tierra descendieron notablemente. La flora surgida de la regeneración y la sucesión naturales empezó a prosperar, sobre todo cerca de los espacios de bosque natural subsistentes. La experiencia de Khao Kho mostró que cuando cesan las presiones, el bosque degradado puede rehabilitarse por sí mismo y con mucha mayor diversidad biológica de la que alcanzaría cualquier plantación de árboles. Visto lo cual, la administración del proyecto recomendó que se redujera la reforestación tradicional y que los fondos así liberados se usaran para reforzar las actividades de extensión y la protección contra incendios (Marghescu, 1996).

Aprendiendo el uso del marco en «A» para trazar las curvas de nivel

- T. MARGHESCU

KHAO KHO, HOY

Los resultados que empezaban a ser visibles al terminar la asistencia de la FAO a la zona en 1995 se han confirmado y siguen teniendo efectos positivos en Khao Kho. La zona es conocida hoy por sus hermosos paisajes forestales y su clima fresco. En Internet se menciona Khao Kho como la Suiza de Tailandia. Los bosques rehabilitados se han convertido en un capital para el turismo, cuyos beneficios redundan en la población local. 

Reforestación en curvas de nivel

- T. MARGHESCU

Bibliografía


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